Rómulo Betancourt gana, pues, la primeras elecciones libres que se realizan en diez años. Este singular caudillo venezolano nació en Guatire el 22 de febrero de 1908. Es unos de los políticos más destacados y controvertibles de América Latina. A los veinte años se inicia en la actividad política al participar en la protesta estudiantil contra Juan Vicente Gómez, en 1928. Fue apresado y recluido en el castillo de Puerto Cabello y posteriormente desterrado. Betancourt fue fundador de las agrupaciones políticas Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) Organización Revolucionaria (ORVE) y finalmente del partido Acción Democrática (AD), que le llevó a la Presidencia de la República en las elecciones del 7 de diciembre de 1958 para gobernar de 1959 a 1964.
Fue su gobierno unos de los más convulsionados de los últimos tiempos. Grupos extremistas botaban brotaban por doquier tratando de torpedear la democracia establecida. A los alzamientos militares seguían las acciones guerrilleras. Las montañas de Venezuela estaban prácticamente tomadas prácticamente por estos grupos irregulares.
El 24 de junio de 1960, día del ejercito y de la Batalla de Carabobo, cuando el presidente se dirigía a los actos oficiales en Los Próceres se produjo un atentado contra Betancourt, del que se salvó milagrosamente, ya que a escasos metros del vehículo en que viajaba estalló una poderosa carga de explosivos. En este atentado murió el jefe de la Casa Militar y el propio Betancourt sufrió grandes quemaduras. Como consecuencia de esto se produjo el rompimiento con la República Dominicana, al establecerse culpabilidad de las autoridades de esta isla en el complot.
Ante la situación de zozobra que vivía el país, Betancourt hace coalición con los partidos de COPEI y URD, lo que permitió que se mantuviera el régimen democrático, con firme apoyo popular. En 1961 se promulga la nueva constitución, que es la que rige actualmente. En ese mismo año Venezuela rompe relaciones diplomáticas con Cuba, en virtud de la ayuda que Fidel Castro prestaba a los guerrilleros venezolanos en su acción contra el gobierno y el sistema. Para el 16 de diciembre de 1961 llega al país el Presidente de los Estados Unidos, John Kennedy, quien fue recibido por una multitud delirante.
El 4 de mayo de 1962 se sublevan las fuerzas navales de Carúpano (lo que se llamó el carupanazo), y casi enseguida, en junio estalla el porteñazo (sublevación de Puerto Cabello), con saldo lastimoso de muertos y heridos. Betancourt declara fuera de la Ley a los Paridos Comunistas y MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), por comprobárseles directa participación en estos sucesos.
En julio de 1963 llega al país el exdictador Marcos Pérez Jiménez, de quien se había solicitado la extradición. Pérez Jiménez se encontraba residenciado en Estados Unidos, viviendo opulentamente. La Corte Suprema de Justicia de aquel país consideró válidos los argumentos para la extradición y lo remitió a la justicia venezolana. Aquí se le siguió un prolongado juicio por peculado, lo que terminó con sentencia condenatoria por un período menor que el que levaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a residenciarse en Madrid.
Entre otros hechos positivos del gobierno de Betancourt, pueden citarse la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, el 5 de marzo de 1960, en el histórico Campo de Carabobo, ante cientos de miles campesinos; la creación de la CVP y la CVG; la conclusión de la construcción del puente sobre el lago de Maracaibo; etc. Ante una grave recesión económica Betancourt no vaciló en ordenar una rebaja del diez por ciento en los sueldos de los empleados públicos.
Al finalizar este período, pese a todos los azares, se realizaron unas ejemplares elecciones, en las que resultó ganador Raúl Leoni. La transmisión de mando en el Congreso Nacional, fue un imponente acto que sosegó los espíritus, pues se creía a cada paso que Betancourt no llegaría al final de su mandato, ante multitud de amenazas internas y externas; de allí una de sus frases célebres como la mayoría, de que “ni renuncio ni me renuncian” y de que gobernaría hasta el final “ni un día más ni un día menos”, sin embargo por accidente logró la “ñapa” en el gobierno.
Don Rómulo estuvo un tiempo residenciado en Suiza. Murió repentinamente en Nueva York, el 28 de septiembre de 1981.