Literatura
Romanticismo
Índice
Introducción ...................................................................................................... 1
Desarrollo:
El Romanticismo, Origen e Inspiración ........................................................... 2
El espíritu romántico, El estilo romántico ........................................................ 3
Los grandes temas románticos ......................................................................... 4-5-6
Modelos románticos de la subjetividad ........................................................... 6-7-8
La herencia romántica ..................................................................................... 8-9
Declive del romanticismo ............................................................................... 9
Conclusión ...................................................................................................... 10
Introducción
El romanticismo es una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que
todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo, democracia,
nacionalismo, etc.
La autonomía del sujeto como primer logro del pensamiento ilustrado es fundamental para
la idea que el hombre romántico tiene de sí mismo y en relación a la Naturaleza.
Rousseau rehabilita la sensibilidad, la pasión y el amor por la naturaleza, mientras el
pensador ilustrado puede descubrir el valor de la sensibilidad, no hace de ella el centro de la
existencia humana, mientras el romántico idea para sí y en sí mismo un alma que
experimenta intensamente el amor por la naturaleza, que se consume en sus emociones y en
sus dolores, y que en el fondo siempre se busca a sí misma en todo lo que hace.
El Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento artístico que se originó en la primera mitad del siglo
XIX, y representó una reacción contra la rigidez académica y la afirmación de una libertad
absoluta. Lo romántico, entonces, otorgaba lo subjetivo liberado de toda autoridad, la
disolución de los límites y de las leyes clásicas entre los géneros. Esto encarnó las ideas de
lo fantástico, sensible, onírico y nostálgico. El rompimiento con el escenario de la pintura
clásica, la composición agitada, los violentos contrastes de luces y sombras manifiestan la
inseguridad de los límites naturales: el paisaje se transforma en un despertar pasional y
emotivo; toda representación del entorno se ve mezclada a la interpretación personal del
artista.
Para el romántico, la historia es una mirada hacia atrás que permite conectar sus ideales con
el fluir histórico, pero es también fuente de fantasías. Por eso mismo a través de las
imágenes del romanticismo nos cuentan cosas excepcionales que excitan nuestra
imaginación y nos transportan mentalmente hacia otros tiempos y lugares.
En el romanticismo también se formaron los conceptos de genio creador que aporta una
nueva visión de mundo, el del ser incomprendido por la sociedad y el del sujeto que hace su
actividad por vocación.
Orígenes e inspiración
Los gustos literarios en Alemania y Francia se alejan poco a poco de las tendencias
clásicas y neoclásicas hacia finales del siglo XVIII . Los autores románticos encuentran
su primera fuente de inspiración en la obra de dos grandes pensadores europeos: el
filósofo francés Jean-Jacques Rousseau y el escritor alemán Johann Wolfgang von
Goethe.
El espíritu romántico
Rousseau fue quien creó el culto al individuo y celebró la libertad del espíritu humano al
afirmar "Siento antes de pensar". Goethe, Johann Gottfried von Herder y Justus Möser,
atropellaron en aspectos más formales, colaborando en una serie de ensayos. Goethe se
propuso a seguir la libertad estilística de Shakespeare y gracias a eso fue considerado
como iniciador del romanticismo alemán. En esta tradición se inscribe también la célebre
novela de Goethe Las desventuras del joven Werther (1779). Esta obra, que es una de las
grandes referencias del movimiento romántico, exalta los sentimientos hasta el punto de
justificar el suicido por un amor no correspondido, y crea un tono y un estado de ánimo
imitado por los autores románticos tanto en sus obras como en su vida personal: una
tendencia al frenesí, a la melancolía, al hastío del mundo y a la autodestrucción.
El estilo romántico
El prólogo de las Baladas líricas (1800), escrito por poetas ingleses se considera el
manifiesto literario del romanticismo. En él se destaca la importancia del sentimiento y la
imaginación en la creación poética y se rechazan las formas y los temas literarios
convencionales. De esta forma, en el avance de la literatura romántica se destaca la
imaginación sobre la razón, la emoción sobre la lógica y la intuición sobre la ciencia, esto
es lo que facilita la pasión que distingue el contenido a la forma, estimula el desarrollo de
tramas rápidas y complejas y se presta a la mezcla de géneros (la tragicomedia y la
combinación de lo grotesco y lo sublime), al tiempo que permite una mayor libertad
estilística.
Las convenciones clásicas, como el tiempo, espacio y acción, quedaron en desuso, y la
creciente demanda de lirismo y espontaneidad, cualidades que los románticos
encontraron en la poesía popular y los romances medievales, generó un gran rechazo de la
regularidad métrica, la rigidez formal y otros aspectos de la tradición clásica. Los
escritores románticos suplantaron a los héroes universales de la literatura dieciochesca
por héroes más complejos e idiosincráticos. Gran parte del teatro, la novela y la poesía
romántica, se entregan a la celebración del "hombre corriente" de Rousseau.
Los grandes temas románticos
Con la propagación del movimiento romántico a los demás países de Europa, ciertos
temas y actitudes, que a menudo se encuentran entremezclados, se ubican en el centro de
las preocupaciones de los escritores del siglo XIX.
La Libertad:
La libertad absoluta es el ideal romántico, el principio de toda ética romántica:
libertad formal en el arte, conocida como una necesidad del individuo para explorarse a si
mismo y explorar el mundo exterior, y para lograr la comunicación del Uno con el Todo.
El romántico se proyecta como un ser libre, el que se manifiesta como un querer ser y un
buscador de la verdad. No puede aceptar leyes ni entrega a ninguna autoridad
La libertad es más una aspiración que una realidad. A través de ella el romántico cree poder
superar los límites del Yo y reconciliar sujeto con objeto.
El amor y la muerte:
El romántico relaciona amor y muerte. El amor atrae al romántico como camino al
conocimiento, como sentimiento puro y fe en la vida. El romántico ama el amor por el
amor mismo, y éste le apresura la muerte y se la hace desear, descubriendo en ella un
principio de vida, y la posibilidad de convertir la muerte en vida: “la muerte de
amor es vida, y la vida sin amor es muerte”.
En el amor romántico hay una aprobación de la autodestrucción, porque en el amor se
impone la esperanza en un renacer, en la armonía del Uno y el Todo. En el amor se encarna
toda la rebeldía romántica: "Todas las pasiones terminan en tragedia, todo lo que es
limitado termina muriendo, toda poesía tiene algo de trágico" (Novalis).
Naturaleza :
Uno de los aspectos principales del romanticismo era la preocupación por la
naturaleza. El placer que entregan los lugares intactos y la inocencia de los habitantes del
mundo rural se ve por primera vez como tema literario en la obra 'Las estaciones' (1726-
1730), del poeta escocés James Thomson. Esta obra se nota a menudo como una
influencia en la poesía romántica inglesa y su visión de la naturaleza.
La pasión por lo exótico:
Los escritores románticos ampliaron sus horizontes imaginarios
en el espacio y en el tiempo. Volvieron a la edad media en busca de temas y escenarios con
los que ambientaron sus obras. Una obra determinante fue la colección de antiguas baladas
inglesas y escocesascreada por Percy Thomas, las que ejercieron una influencia notable,
tanto formal como temática, en la poesía romántica posterior. La nostalgia por el pasado
gótico se forma con latendencia a la melancolía y crea una especial atracción hacia las
ruinas, los cementerios y losobrenatural.
El elemento sobrenatural:
Los elementos irracionales y sobrenaturales figuran entre las principales características de
la literatura inglesa y alemana del periodo romántico. Esta tendencia se vio mejorada por
la desilusión con el racionalismo del siglo XVIII, y por la recuperación de una numerosa
cantidad de literatura antigua (cuentos populares y baladas). Muchos escritores
románticos, especialmente los alemanes, se mostraron fascinados con este concepto, que
en cierto modo refleja la preocupación romántica por la propia identidad.
La religión de los románticos:
Las posturas románticas acerca de la religión son variadas. En general la creencia no la
crean los románticos en ninguna norma fijada, sino en un sentimiento interior y en una
intuición primordial de lo divino que lleva a una unión mística con Dios.
Lo que hay de nuevo en la religión de los románticos, sobre todo en Alemania, es el
sentimiento interior. El intercambio o comunicación entre el individuo y el universo indica
una vida superior, y la primera condición de la vida moral. La conciencia de pertenecer a un
todo, de formar parte de él desde la propia individualidad, conlleva una responsabilidad
moral.
Para todos los románticos no existe Dios fuera del mundo y del hombre, y deben actuar
motivados por el entusiasmo y el amor. Una comunicación directa entre el hombre y la
Naturaleza, el hombre y Dios, el Uno y el Todo.
Modelos románticos de la subjetividad
El perfil propio del movimiento romántico es su arraigo en lo subjetivo. El centro, el
principio de formación es el sujeto, proyectado como Yo individual. Y la labor del
romanticismo fue representar la subjetividad como Yo individual, de una forma en que los
lectores interpretaran su existencia inmediata.
Los románticos transformaron al sujeto individual en el punto de vista desde el que había
de considerarse el mundo, por lo que tuvo este movimiento un carácter muy reflexivo, de
forma que el verdadero tema del arte romántico no suele ser el tema externo, sino la vida
psicológica íntima.
Un resultado de su postura individualista fue que el universo podía reflejarse dentro de un
sujeto individual. El poeta romántico define, crea y transforma en sus textos la realidad y da
vida al yo creativo.
El Yo representado por el texto romántico es el autor en el proceso de formarse a sí mismo
y anima al lector a confundir al verdadero escritor-persona con el sujeto narrador o el sujeto
de la acción creado por el texto. Pero la obra romántica podía leerse también como imagen
del deseo colectivo, de una subjetividad generalizada y no sólo como autorrepresentación
de un individuo.
La estructura del Yo romántico se puede resumir en tres arquetipos conectados a los que
correspondían casi todos los héroes o imágenes poéticas: el yo prometeico, el individuo
superior y alienado socialmente; y la conciencia fragmentada.
1) El Yo prometeico
Los románticos hicieron del deseo el núcleo de una figura arquetípica del Yo. Vinculada a
Prometeo y Lucifer, esta figura da una identidad al impulso deseador y su lucha contra un
mundo que se resiste (Yo frente a no-Yo). La rebelión romántica es un tipo de Yo
prometeico; la energía irresistible del deseo del rebelde, que reclama libertad y poder, hace
estallar todo tipo de barreras, políticas, estéticas, físicas y morales.
2) El Yo solitario: la alienación
El ejemplo central de los arquetipos románticos es el solitario, el hombre alienado de todos
y de él mismo por una conciencia de sí excesiva.
Esta versión del Yo exagera la distinción Yo no-Yo. El Yo se define en los términos de su
diferencia de la realidad externa: su profunda sensibilidad contra la insensibilidad del
mundo , sus aspiraciones ansiosas contra la presencia bruta de la realidad. Mientras el Yo
prometeico se centra en el deseo en relación a su objeto, el Yo solitario está construido en
el espacio vacío inevitable que hay entre ambos.
El sujeto se aparta del mundo histórico que lo rodea, representándose como víctima de una
sociedad hostil y como alma superior que rechaza la impropiedad de la sociedad.
3) El sujeto dividido
La individualidad, y especialmente el Yo no social es el punto de partida para una literatura
romántica. Buscando la base del Yo irreductible, los románticos comenzaron procesos
mentales aislados del control de la conciencia racional, experimentados como "diferentes".
Gran parte de la literatura romántica toma la forma de un diálogo íntimo, por tanto el Yo
poético está construido como diálogo de dos entidades: la mente consciente y las fuerzas
inconscientes de la fantasía. Para unos esa otridad interna era fuente de placer como
actividad creativa, pero para otros era fuente de locura ante la dificultad de una identidad
personal.
El Yo doble de los románticos conduce a una interrogación principal de la identidad del
Yo: de la identidad que se centraría y ordenaría el cosmos.
La herencia romántica
Las actitudes románticas se siguen manifestando en literatura, música, pintura, etc. El
término se sigue utilizando y sus connotaciones han evolucionado, a veces banalizándolo.
La llegada de la modernidad está contenida en el Romanticismo y este supuso una
regeneración frente a la caída estética del Neoclasicismo. Pero el Romanticismo no sólo
supuso la irrupción de la modernidad a principios del siglo XIX, sino la creación de la
esencia de lo moderno tal como se entiende hoy día, por cuanto legalizó la libertad de la
forma artística e imaginó al hombre como una unidad superior. Todo el arte actual nace en
de la revolución que ideó el Romanticismo.
La clave del complejo fenómeno que es el romanticismo permanece en que éste cambia el
orden de acercamiento humano a la realidad. El individuo modela el mundo, lo interior
determina lo exterior sin aceptar nada que de fuera imponga el Yo. Libertad interior,
libertad, meta suprema.
Esta libertad ha dirigido el proceso libertador del mundo actual hasta hoy mismo: liberación
del individuo frente a la sociedad, de la mujer frente al hombre, de la región frente a la
nación, de la colonia frente a la metrópoli y del obrero frente al burgués. Liberación en la
palabra, admitiendo lo vulgar. Liberación en la religión, admitiendo la convivencia de
cultos. Liberación en la educación, permitiendo el desarrollo de la personalidad.
Pero toda esta liberación tiene un precio, que suele ser un hondo sentimiento de soledad y
vacío. Romper con un orden, con una seguridad, con una obediencia lleva consigo ese
doloroso desgarramiento en que el individuo se encuentra de pronto consigo mismo, sin
nadie más. Aquí radica sin duda el pesimismo, la angustia, la melancolía con su
insatisfacción imposible de colmar, que tan admirablemente expresaron los románticos y
tras ellos sigue expresando la cultura occidental moderna.
El declive del romanticismo
Hacia mediados del siglo XIX el romanticismo comienza a dar paso a nuevos
movimientos literarios: los parnasianos y el simbolismo en la poesía y el realismo y el
naturalismo en la prosa, pero siguió cultivándose en toda Europa y América, sin su carga
original audaz, como un calco repetitivo y con gran éxito de lectores.
Conclusión
A través de este trabajo pude concluir que :
-
El romanticismo es un movimiento que se creó en la primera mitad del siglo XIX.
-
Su origen y sus bases se encuentran en Alemania, en los movimientos nacionalistas.
-
Rousseau creo al culto individuo al afirmar “siento antes de pensar”.
-
El romanticismo destaca la importancia del sentimiento y la imaginación.
-
En el avance de la literatura romántica se destaca la imaginación sobre la razón, la
-
emoción sobre la lógica y la intuición sobre la ciencia.
-
Al propagarse el movimiento romántico empezaron a crearse temas, los que
ocuparon el centro de las preocupaciones de los escritores. (Ej: libertad, naturaleza,
la pasión por lo exótico, el amor y la muerte, etc)
-
El tema del arte romántico es la vida psicológica intima.
-
La estructura del Yo romántico se divide en tres arquetipo: el Yo prometeico, el Yo
solitario y el sujeto dividido.
-
A mediados del siglo xix el romanticismo comienza con nuevos movimientos
-
literarios y siguió cultivándose en Europa y América.
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País: | Chile |