Una película que trata sobre cómo se rueda otra película, una película histórica, una película que cuenta un clásico de la historia del cine... cualquiera de las tres afirmaciones podría sernos válida para definir “Celuloide”.
La recreación de una de las obras de Roberto Rossellini sirve como punto de partida para navegar a bordo del inestable barco que supone el rodaje de una película. Carlo Rosselli aporta el punto de vista del que fuera el creador de “Roma, ciudad abierta” y nos narra una historia que , ante todo, habla de cómo se hace el cine.
Uno de los logros de la película es cómo el espectador se va impregnando de los detalles que cuenta la historia que más tarde se filmará. Mediante un flash-back ( aspecto discutible que luego pasaré a debatir ), con imágenes en blanco y negro que ilustran el desarrollo de la película, el público va contemplando lo que más tarde será el filme. ¿ O ve lo que fueron realmente los acontecimientos que se narran ?, aquí está el dilema.
En el momento en el que se rodó “Roma, ciudad abierta”, 1945 Roberto Rossellini contempla los hechos reales que va a narrar en un tiempo pasado, por lo tanto debemos entender que lo que en “Celuloide” se nos muestra en blanco y negro y con formato envejecido es un “flash-back”. Pero gracias a la magia del cine podríamos entender que Carlo Rosselli, nos anticipa lo que más tarde sería “Roma, ciudad abierta”, mediante un “forward-back” que sí que se corresponde con las imágenes reales del filme de Rossellini. Este complicado planteamiento del antes y el después es parte del encanto de esta película, y depende de cómo se observe podemos entenderlo de una u otra manera.
Si bien la realización técnica , la caracterización y el diseño de vestuario del ambiente de 1945 está logrado con cierta brillantez, la interpretación de sus protagonistas es de un nivel medio que sólo supera su protagonista ( el papel de Roberto Rossellini ).
Todo el mérito de la película lo situaría en el guión, ya que Rosselli se atiene en todo momento a lo que aconteció en el rodaje de “Roma, ciudad abierta”.
También es reseñable la puntería con la que se acierta al elegir el título del filme, “Celuloide” define lo que es una película por dentro, el material del que se hace ; así como en ella podemos ver cómo fue el filme de Rossellini en toda su interioridad.