Lenguaje, Gramática y Filologías


Rimas; Gustavo Adolfo Bécquer


Eloi Pico

Primero de Bachillerato

RIMA VII

Del salón en el ángulo oscuro,

de su dueña tal vez olvidada,

silenciosa y cubierta de polvo,

veíase el arpa.

¡Cúanta nota dormía en sus cuerdas,

como el pájaro duerme en las ramas,

esperando la mano de nieve

que sabe arrancarlas!

¡Ay!, pensé; ¡cuántas veces el genio

así duerme en el fondo del alma,

y una voz, como Lázaro, espera

que le diga: “Levántate y anda”!

  

'Rimas; Gustavo Adolfo Bcquer'

Gustavo Adolfo Bécquer

Comentario

El Romanticismo es un movimiento social y cultural complejo y amplio, que repercutió en todos los aspectos de la cultura. Presenta actitudes contradictorias: nos encontramos en una sociedad cada vez más materialista, y algunos románticos añoran la sociedad medieval.

La mentalidad romántica se caracteriza por los siguientes rasgos: el individualismo (el arte y la literatura se convierten en la manifestación del yo), el racionalismo (frente al racionalismo ilustrado, el romanticismo valora lo irracional: sueños, emociones y fantasías), la defensa de la libertad en todos los ámbitos, el idealismo (el romántico considera al artista capaz de penetrar en lo desconocido, y se lanza a la búsqueda de ideales inalcanzables, en especial en el amor) y el espíritu rebelde y juvenil.

Debido a las circunstancias históricas que vivió España el romanticismo se implantó de manera tardía y duró poco, de 1834 a 1844. Después, hasta 1868, sobreviene un movimiento de Postromanticismo hasta que la literatura evoluciona al Realismo.

Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla el 1838 y murió el 1870. Su infancia quedó marcada por la muerte de sus padres, estudió pintura y a los 18 años viajó hacia Madrid para triunfar como poeta. Pasó dificultades económicas.

En 1858 se enamoró platónicamente de Julia Espín, quien sería más adelante una conocida cantante de ópera. Ella parece ser su principal inspiración en las Rimas, que empezó a escribir en esta época. Su obra poética queda enmarcada en el Postromanticismo.

Los temas de las rimas hacen referencia a la reflexión sobre la poesía (entre las rimas I y IX), sucede la exaltación amorosa (XII-XXXIX); tras ésta, el desengaño (XXX-LI) y, finalmente, un sentimiento de dolor y angustia que se proyecta sobre la condición humana, la muerte, la pregunta por la inmortalidad (LII-LXXIX).

Este poema pertenece al primer apartado temático de su obra, trata de la propia poesía, de la figura del poeta, más concretamente, de la inspiración poética.

Contiene tres estrofas de cuatro versos cada una. La primera estrofa es la evocación de un objeto, un arpa. En este fragmento se puede apreciar un claro hipérbaton. El sujeto de la oración aparece nombrado al final de la estrofa, después de varios complementos y del verbo. Las ideas del poeta están representadas por las cuerdas del arpa que buscan qué o quién les dé expresión. El arpa sería el lenguaje, el instrumento que utiliza el poeta que contiene multitud de palabras como las múltiples cuerdas del arpa.

La segunda estrofa es una reflexión sobre el instrumento en cuestión. Nos cuenta que sin las manos del artista, el arpa no sirve de nada, y este pensamiento le lleva a una comparación con el pájaro dormido. También apreciamos una exclamación que abarca los cuatro versos. Otro recurso expresivo implicado es la personificación del silencio de la nota “Cuánta nota dormía”, las notas no duermen. En el verso siete encontramos una metáfora “esperando la mano de nieve”, la mano no es de nieve, se refiere posiblemente a una mano femenina blanca, pálida y llena de pureza, siguiendo los cánones de belleza de la época. También apreciamos una sinécdoque ya que en realidad espera a toda la persona. Esta estrofa nos habla sobre la capacidad del arte simbolizada por la multitud de cuerdas que posee el arpa que tiene un paralelismo con la gran diversidad de registros que puede expresar la mente humana cuando el impulso representado por la mano de nieve despierta y pone en marcha la inspiración.

En la tercera estrofa aparece el poeta en primera persona “pensé” para contarnos cómo el arte está presente en la mente del poeta e ilustra esta imagen con otro ejemplo, el de Lázaro, personaje del evangelio que fue resucitado por Cristo, aquí también empieza y acaba con una exclamación, recurso usado para dar expresividad al texto. En esta última estrofa el poeta se lamenta de los recursos desaprovechados (que siguen latentes).

Las estrofas de cuatro versos usadas por Gustavo Adolfo Bécquer en esta rima están compuestos por tres versos de diez sílabas y uno de seis, las dos primeras y, cuatro versos decasílabos la tercera. La rima es asonante en los versos pares. Está estructurado como un romance usando versos de arte mayor y arte menor entremezclados.

Esta rima es una reflexión sobre el arte en general y la poesía en particular. Nos dice que en la cabeza (salón) tenemos gran cantidad de creaciones (arpa), muchas de las cuales no son posibles de expresar (salir de la oscuridad). Este poema nos dice que somos como el arpa sin el artista que “arranca las notas”. Como conclusión se puede llegar a pensar que de la misma forma que las notas perduran mientras suenan, los humanos buscan también permanecer en las memorias de las siguientes generaciones, y no sólo por lo que fueron, sino también por lo que un día quisieron ser.




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Enviado por:Eloi Pico Tomàs
Idioma: castellano
País: España

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