Las revoluciones industriales.

INTRODUCCIÓN:

La llegada del siglo xviii representó para la humanidad una verdadera transformación que traspasó la barrera política, revolucionó el mundo económico i tuvo repercusiones imposibles de calcular en el campo social. El mundo en el que convivimos actualmente no se podría entender sin los cambios revolucionarios que en todos los aspectos se produjeron en el transcurso del siglo precedente.

La revolución Industrial:

Con el nombre de revolución industrial, se conoce la serie de transformaciones económicas y sociales ocurridas en algunos países europeos a partir de finales del siglo XVIII.

Esta revolución se inició en Inglaterra en el último tercio del siglo 19, y desde allí se extendió por Europa, Estados Unidos y Japón.

La industrialización europea que causó la revolución industrial fue posible gracias a la conjunción de diversos factores. Los cuales fueron:

• La aparición de la máquina con su aplicación al mundo del trabajo, y el desarrollo de nuevas y revolucionarias formas de energía.

• El trasvase de la población activa des de las zonas rurales hacia las zonas urbanas, con la consecuencia del aumento de la mano de obra.

• La mejora y el abaratamiento de los transportes y las comunicaciones. De este modo, los productos industriales se pudieron vender a precios más baratos en todas las regiones del país, e incluso en otros países.

• La acumulación de capital estaba en mano de los sectores más activos de la sociedad -la burguesía -. Este capital, que provenía, en su mayor parte del comercio internacional, fue invertido en el desarrollo de los medios de transporte y en la creación de nuevas industrias.

La revolución Agrícola:

La revolución agrícola del siglo XIX se debió fundamentalmente a la introducción de numerosos avances técnicos, que favorecieron el cultivo de nuevas tierras y el aumento de la productividad en las tierras ya cultivadas.

• Se empezaron a usar máquinas, como segadoras y trilladoras, para realizar los trabajos agrícolas, lo que provocó la reducción de la mano de obra necesaria y el aumento de la productividad.

• Los adelantos de la química posibilitaron, por una parte el uso de abonos artificiales y, por otra, el uso de insecticidas en la lucha contra las plagas que amenazaban los cultivos.

• Se inició el cultivo a gran escala de especies agrícolas, como el maíz<, la patata y la remolacha. Y de plantas forrajeras que, como la alfalfa, produjeron importantes mejoras en la ganadería.

Por último, el gran auge experimentado por los transportes posibilitó la aparición de una agricultura comercial, que estimuló el incremento de la producción al poder vender los productos agrícolas de cara a otros mercados.

La revolución en los Transportes:

A finales del siglo XVIII, la aplicación de la caldera de vapor a las máquinas de tejer y de hilar supuso el principio de la revolución industrial en Inglaterra.

A su vez, la necesidad de hierro para fabricar nuevas máquinas llevó a la mejora de las fundiciones y a la sustitución de la madera, como combustible por la hulla, que tiene un mayor poder calorífico. En el último tercio del siglo XIX se comenzó a utilizar el petróleo como nueva fuente de energía. Por otra parte, el invento de la dinamo y del transformador y la construcción de las primeras centrales hidroeléctricas pusieron la electricidad a disposición del desarrollo industrial. Siguiendo este camino, llegaron los avances tecnológicos hasta los transportes, de manera que el inglés Stephenson fue el primero que aplicó la caldera a una máquina que se deslizaba sobre raíles. Surgió así el ferrocarril.

La caldera de vapor se aplicó también en la navegación. El estadounidense Fulton logró en 1807 que un barco de vapor remontara el río Hudson.

La revolución Demográfica:

Durante el siglo XIX se produjo a Europa un fuerte crecimiento de la población, que fue posible gracias a la reducción de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida. . La intensificación del comercio internacional, que reducía los efectos de las malas cosechas, los progresos de la medicina, la adopción de normas higiénicas como la construcción de cloacas y conducciones de agua hacia las ciudades, y una mayor disponibilidad de alimentos como consecuencia de la revolución agrícola, son los principales factores que permitieron este descenso de la mortalidad.

A parte de este hecho, también se produce una revolución demográfica teniendo en cuenta el éxodo del campo a las ciudades, dando como consecuencia el aumento de las ciudades y la especulación de sus terrenos y la migración a ultramar (emigración a América).

Los efectos sociales de la revolución industrial:

Las profundas transformaciones económicas producidas por la revolución industrial provocaron a su vez grandes cambios sociales:

• La aparición de la fábrica. La introducción de maquinaria en la industria hizo

desaparecer los pequeños talleres artesanales, que no podían competir ni en producción ni en precios, con las fábricas.

Estas nuevas fábricas eran grandes naves donde trabajaban numerosos obreros que hasta entonces habían trabajado en la agricultura o en los pequeños talleres artesanales. Estos obreros trabajaban en condiciones infrahumanas, con horarios de hasta 16 horas diarias, sin cobrar por enfermedad . . .

• El crecimiento de las ciudades. La industria se desarrolló en las ciudades,

adonde llegaron campesinos en busca de trabajo. Este rápido crecimiento de las ciudades se produjo de una forma incontrolada, y la falta de viviendas y de servicios originó el hacinamiento de la población en los suburbios, creándose grandes problemas sanitarios.

Estos factores ocasionaron el proletariado, la nueva clase trabajadora, los cuales se empezaron a unir en sindicatos con el fin de establecer unos derechos hacia los suyos.

Arqueologia Industrial