Historia
Revolución democrática española
Tema 4: Revolución democrática y Restauración borbónica
LA REVOLUCIÓN DE 1868: LAS FUERZAS POLÍTICAS
La Gloriosa
El 18 de septiembre de 1868, la escuadra de Cádiz, encabezada por Topete, se insurreccionó contra la monarquía con el grito de “Viva España con honra”. En la mayoría de las poblaciones se fundaron juntas revolucionarias, algunas de las cuales tomaron medidas muy radicales, como la de Barcelona, que abolió las quintas y los consumos e inició el hundimiento de la ciudadela militar.
Las fuerzas fieles a Isabel II atacaron las insurrecciones, pero fueron derrotadas cerca de la localidad de Alcolea por el general Francisco Serrano. Después de la derrota, la reina se exilió (29 sep.). La junta revolucionaria de Madrid exigió la disolución de las juntas locales y formó un gobierno provisional. Fue presidente el general Serrano, de la Unión Liberal, y ministro de guerra, el general Juan Prim, progresista.
Se convocaron elecciones por sufragio universal masculino en una Asamblea Constituyente para acordar la modalidad de estado: monarquía o república.
Características del Sexenio Democrático (1868-1874)
La fuerte participación popular en el proceso y la importante presencia del republicanismo dieron unas características muy radicales. Fue una etapa caracterizada por las amplias libertades y por el sufragio universal. Se pudieron formar sindicatos obreros.
La imposibilidad de constituir una nueva monarquía parlamentaria llevó a la proclamación de la Primera República (1873).
La Constitución de 1869
La coalición de unionistas, progresistas y demócratas dispuso una mayoría parlamentaria. Por la derecha el partido carlista se presentaba por primera vez a unas elecciones. La oposición de izquierdas estaba protagonizada por republicanos federales, que obtuvieron unos resultados bastante buenos y que en Cataluña resultaron vencedores.
La Asamblea proclamó una nueva Constitución el 1 de junio de 1869: era de carácter más democrático y progresista. Se caracterizó por: soberanía nacional, sufragio universal masculino para mayores de 25 años, monarquía como modelo del estado, declaración de derechos (el juicio para el jurado, la acción popular, el derecho de asociación, la libertad de enseñanza o libertad de culto).
La Constitución se decantó por una monarquía constitucional o parlamentaria como modelo de Estado.
Se tenía que encontrar un príncipe europeo dispuesto a llevar la corono española, tenía que cumplir unas características idóneas y tenía que disfrutar de un cierto consenso en los diversos estados europeos, para no romper el equilibrio político internacional.
EL INTENTO DE ELEVACIÓN AL TRONO UNA NUEVA DINASTÍA: AMADEO I DE SABOYA
El nuevo rey: Amadeo I
La implantación de una nueva dinastía tenía algunos precedentes en Europa: Suecia, Grecia y Bélgica.
Los pretendientes a la corona española eran:
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Fernando de Goburgo y su hijo Luis I, portugueses.
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Leopoldo de Hohenzollen, prusiano.
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Duque de Montpensier y Orleáns, cuñado de Isabel II.
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Amadeo de Saboya, hijo del rey Víctor Manuel II de Italia.
El nuevo monarca, Amadeo I, fue proclamado por la Asamblea en 1870 y se desplazó a la península a principios de 1871. Presentaba un perfil idóneo para la coalición gobernante. Pero la nueva dinastía sobrevivió dos años. La oposición tanto de derechas como de izquierdas al nuevo régimen imposibilitó la consolidación del nuevo sistema.
La crisis de coalición de gobierno
Los revolucionarios de 1868 habían llegado al poder en un contexto de fuerte crisis económica y financiera. Laureá Figuerola encendió una nueva política caracterizada por la ley de minas, librecambismo y unificación de los sistemas monetarios con la peseta. Esta política, a pesar de que a la larga significó una fuerte dependencia del capital extranjero, aflojó las deudas del Estado y restableció el clima de confianza necesario para la recuperación económica.
El clima político se caracterizó por una profunda inestabilidad Uno de los factores que más había contribuido fue el asesinato de Juan Prim, justo antes de que en nuevo monarca llegara a España. Juan Prim era el único capaz de mantener unida la coalición de gobierno. El bloque gubernamental se deshizo rápidamente. La falta de mayorías parlamentarias claras provocó la convocación de 3 elecciones en 2 años.
Las oposiciones al nuevo régimen
El nuevo régimen se enfrentaba, además, a enemigos peligrosos:
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Desde septiembre de 1868 la población cubana había empezado la lucha contra la metrópoli. El pueblo cubano se revelaba contra la autonomía y exigía la independencia. Recibió el soporte de los Estado Unidos de América. El ejemplo cubano fue seguido por otras colonias: Puerto Rico y Filipinas (1872).
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En abril de 1872 estalló la Tercera Guerra Carlista.
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Si el carlismo protagonizaba la oposición violenta de derechas, sectores del republicanismo federal optaron también por la insurrección y protagonizaron diversas revueltas en las grandes ciudades.
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La mayoría de los sectores moderados y conservadores no confiaron en el nuevo monarca. Surgió una nueva idea: la Restauración Borbónica en la figura del hijo de Isabel II, el príncipe Alfonso.
Amadeo I abdicó el 11 de febrero de 1873.
LA PRIMERA REPÚBLICA: LOS FEDERALES AL PODER
La república unitaria
El 11 de febrero de 1873 una reunión de la Cámara de Diputados y del Senado, constituida en Asamblea General, proclamó la República y eligió presidente a Figueras.
En la calle, la proclamación de la República dio lugar a un amplio movimiento popular. En la mayoría de las ciudades se unieron otra vez juntas populares que exigían una República federal. En Andalucía los jornaleros ocuparon tierras reivindicando una reforma agraria.
Las decisiones de gobierno tenían que ser pactadas con una mayoría parlamentaria, monárquica y unitarista.
La República Federal
En las elecciones de mayo de 1873 los republicanos federales obtuvieron una amplia mayoría. Las nuevas Cortes Constituyentes proclamaron la República Federal y eligieron como presidente, en junio de 1873, a Pi i Margall.
El proyecto de Constitución, que nunca fue aprobado, preveía la formación de 15 Estados Federados, a los cuales se unirían también las colonias.
Preveía una organización descentralizada.
La República Federal no se llegó a consolidar.
Los republicanos llegaron al poder sin ningún proyecto claro de Estado. Se representaban dos modelos políticos diferenciados:
El de una confederación de Estados y el de un Estado Federal.
En julio de 1873 se dio el Cantonalismo - es un movimiento provocado por los republicanos intransigentes (que no aceptan) con el objetivo de crear pequeñas unidades independientes que establecerían en Cortes libres entre ellos para formar un Estado Federal. Este movimiento tiene un componente obrerista importante (OIT). Se dio en la franja de Cádiz a Castellón. Los republicanos de Cartagena se constituyeron en cantón independiente. Cataluña restó al margen del movimiento, tal vez por la fuerte incidencia de la guerra Carlista.
La insurrección cantonal forzó la dimisión de Pi i Margall. Después fue presidente el republicano unitario Salmerón, que llamó al ejército para reprimir la insurrección cantonalista. Pero su negativa a firmar la pena de muerte de los líderes insurrectos le obligó a dimitir.
El nuevo presidente, el republicano conservador Castelar, suspendió las Cortes y anuló las garantías constitucionales durante tres meses (prohíbe el federalismo y da más poder al ejército). Cuando fueron reabiertas aprobaron una moción de censura contra Castelar. Pero el general Pavía dio un golpe de Estado el 3 de enero de 1874.
Quedó un gobierno provisional presidido por Serrano.
LA RESTAURACIÓN BORBÓNICA: ALFONSO XII
El retorno de los Borbones
Después del golpe de Estado del general Pavía se forma un gobierno provisional presidido por el general Serrano. Este ilegalizó a los republicanos Federales y los sindicatos obreros y concentró los esfuerzos militares en la lucha contra las tropas carlistas y los independentistas cubanos.
Antonio Canovas del castillo, que había sido miembro de la Unión Liberal de Isabel II, y fundador del Partido Liberal Conservador, durante el Sexenio Democrático, fue juntando fuerzas alrededor de su proyecto de Restauración Borbónica, en la persona del príncipe Alfonso. Quería un tipo de modelo inglés: monarquía liberal, burguesa y bipartidista con soberanía compartida.
Su proyecto fue respaldado por la aristocracia madrileña, los jóvenes oficiales del ejército, la burguesía catalana y los cubanos.
Así, consiguió la abdicación de la reina y redactó el manifiesto de Sandhurst a través del cual el príncipe se comprometía a establecer un sistema liberal.
Los planes de Canovas se vieron parcialmente truncados por el pronunciamiento alfonsino, del general Martínez Campos, en diciembre de 1874. Alfonso XII, el nuevo rey, pudo volver a España y constituyó un gobierno presidido por Canovas.
El gobierno de Canovas puso fin a los conflictos bélicos surgidos durante el Sexenio. La tercera guerra Carlista se acabó en Cataluña en 1875 y en el País Vasco al año siguiente. En Cuba, impusieron una solución al conflicto mediante la paz de Zanjón (1878). Por este acuerdo el gobierno otorgaba derechos políticos y la abolición de la esclavitud.
El régimen de la Restauración se caracterizó por la estabilidad constitucional.
La constitución de 1876 y el sistema de partidos políticos
Constitución de 1876
El gobierno de Canovas convocó unas elecciones por sufragio universal masculino a Cortes Constituyentes, que aprobaron la constitución de 1876:
- Conservadora.
- Soberanía compartida: Rey-Cortes.
- La corona tiene amplios poderes, puede nombrar y cesar ministros, puede convocar y disolver las cortes y promulga y sanciona las leyes.
- Amplia declaración de derechos.
- Se proclamaba el catolicismo como religión oficial y ofrecía tolerancia a los otros cultos.
- Leyes electorales: · Conservadores: ley electoral de 1878: sufragio censatario.
· Liberales: ley electoral de 1890: Sufragio universal masculino.
La vida de la constitución transcurrió en dos etapas:
- 1875-1885. Nombrada la de Alfonso XII, el Pacificador, y que acabó con el Pacto del Pardo, que contemplaba la alternancia de conservadores y liberales.
- 1885-1902. Bajo la regencia de Maria Cristina, marcada por las escisiones (separación de grupos), la oligarquía, el Caciquismo (el que manda), el problema regional, y sobretodo, por la pérdida de las colonias en 1898.
- 1902-1923. Es la de Alfonso XII, en la que el sistema político se mantiene, pero se revisa. Es la época de las llamadas “crisis orientales”, los problemas sociales, y la progresiva caída de los 4 pilares de la Restauración.
El sistema de partidos políticos
Se instauró el bipartidismo y un régimen regular de alternancia en el poder. Bipartidismo (partidos monárquicos): defiende la monarquía, la propiedad privada, la consolidación del Estado liberal unitario y centralista.
De esta manera, el régimen de la Restauración se basó en dos grandes partidos:
- Partido Conservador de la derecha, liderado por el mismo Canovas. Lo constituyeron antiguos Moderados, Unionistas, algunos Progresistas y algunos Carlistas. Dispuso de una amplia base social entre la burguesía, los terratenientes y la iglesia.
- Partido Liberal Fusionista, dirigido por Sagasta, recogió sectores Progresistas, Demócratas y Republicanos decepcionados, y juntó una amplia base social entres las clases medias, o medias altas, profesionales, funcionarios y comerciantes, y pequeños industriales.
LAS BASES DEL SISTEMA: CACIQUISMO Y PUCHERAZOS (ENGAÑO ELECTORAL)
El falseamiento del sistema electoral
De las 10 elecciones llevadas a cabo entre 1876 y 1898, seis fueron ganadas por los Conservadores, y cuatro por los Liberales Fusionistas.
La minoría parlamentaria era la encargada de gobernar, cuando la mayoría perdía la confianza de un sector importante de la cámara del rey; entonces, convocaba elecciones.
El falseamiento del sistema electoral era una realidad que el partido confinado a la oposición aceptaba. Se estructuraba a partir de dos instituciones básicas: el ministro de la Gobernación, y los caciques locales.
El ministro de la Gobernación, era el encargado de elaborar el encasillado o nómina de diputados que tenían que salir elegidos.
Las órdenes emanadas del ministerio eran seguidas con diligencia por los gobernadores civiles y por la administración provincial del Estado.
Los pucherazos o trampas electorales, incluían todas las fases del proceso.
- En la elaboración del censo éste era engrandecido con un gran número de difuntos.
- El día de las elecciones, algunos funcionarios votaban en nombre de los muertos.
- Se añadían votos o se falsificaban los recuentos.
Los caciques eran individuos o familias que controlaban una determinada demarcación electoral. Una buena parte de la población estaba supeditada a sus intereses.
El caciquismo fue común en los ámbitos rurales y urbanos de España.
Todas estas prácticas respaldaban el abstencionismo. A pesar de que la mayoría de los actos electorales fueron falseados, los pocos recuentos limpios nos permiten afirmar que la participación electoral casi nunca superó el 20%. La apatía (analfabetismo) de la población y el desengaño de las fuerzas de la oposición explican esta tendencia.
Las fuerzas de la oposición
El Republicanismo padeció de entrada, una durísima represión. El hundimiento de la Primera República, abocó a las fuerzas Republicanas a la división. Un pequeño segmento oportunista, encabezado por Castelar, creó el Partido Posibilista. El resto de sectores fundaron la Unión Republicana. Un importante segmento del Federalismo Catalán, encabezado por Almirall, formó los Partidos Catalanistas.
Un sector muy significativo del Carlismo abandonó la causa dinástica en 1888, hecho que dio lugar a la creación de un Partido Ultracatólico y Tradicionalista.
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Enviado por: | Laura |
Idioma: | castellano |
País: | España |