TEMA IV

1.REGIMEN DE LA RESTAURACIÓN Y SISTEMA CANOVISTA . OLIGARQUIA Y CACIQUISMO EN ANDALUCIA.

La Restauración de la monarquía borbónica de Alfonso XII se produjo mediante uno de los pronunciamientos militares, dado por el general Martínez Campos en Sagunto. El artífice del sistema político fue Antonio Canovas del Castillo, que hizo firmar al príncipe Alfonso el manifiesto de Sandhurst .

El período de la Restauración se suele dar por finalizado con la llegada de Alfonso XIII a la mayoría de edad (1902).

Cánovas atrajo a las élites políticas y sociales contrarias al absolutismo, los cuales rechazaban los excesos de la democracia y el desorden de la República. Dotó a la monarquía de un sistema liberal y autoritario que permitía a la vez la alternancia pacífica entre derecha e izquierda, ambas liberales y moderadas.

Los partidos antimonárquicos, antiliberales y antinacionales quedaron en un principio excluidos, al igual k las masas populares, ya k los resultados electorales de los partidos gobernantes se obtenían por medio de manipulación y fraude.

Los elementos clave del sistema fueron: la pacificación del país, el diseño de una nueva constitución y la creación de partidos k se adaptasen al juego político.

pacificación del país.

Implicaba también la exclusión de los militares en la actividad política. Quedaron relegados a sus funciones al final de la Tercera Guerra Carlista y de la Guerra d Cuba.

Los carlistas fueron neutralizados, su derrota supuso la supresión d los fueros y las instituciones vascas, lo cual alimentó al nacionalismo, aunke mantuvieron su autonomía fiscal.

La guerra de Cuba llegó a su fin, pero rebrotó en 1895 y desembocó en la independencia de la isla y la guerra con EEUU.

La Constitución de la restauración

Estuvo inspirada en la constitución moderada de 1845, fue fundamental y permaneció hasta 1931.

La creación de Partidos políticos.

Había k configurar dos fuerzas políticas k aceptasen las reglas del juego y pudieran alternarse.

El Partido liberal conservador, futuro Partido conservador, liderado por Cánovas y Francisco Silvela aglutinó a liberales moderados, a miembros de la unión liberal, a progresistas y a católicos tradicionalistas. Se situaron en la derecha moderada.

El partido fusionista, mas tarde partido liberal, dirigido por Sagasta, representó la izquierda liberal, se atrajo a conservadores desencantados y a antiguos demócratas y progresistas del Sexenio democrático. Incluso republicanos históricos como Castelar colaboraron con la monarquía, permitiendo la reconciliación de la generación de 1868 con los Borbones.

La alternancia en el Gobierno

El candidato a presidente de Gobierno debía ser designado por el rey y contar también con una mayoría sólida en las Cortes para gobernar. Promovía la convocatoria de elecciones y lograba una mayoría favorable que le permitiera seguir gobernando. El proceso era inverso al de una democracia de masa autentica.

El ministerio de gobernación era el encargado de controlar el proceso electoral a trravés de los gobernantes civiles y las personalidades locales, se ocupaba generalmente de elaborar el encasillado.

Los políticos que realizaban esta estas practicas fraudulentas para obtener votos eran los caciques, que llegaron a ejercer poderes paralelos al Estado. Conseguía que un sector importante de las clases populares no acudiera a votar en las elecciones y que las consideraran una farsa inútil. En muchas circunscripciones rurales ni siquiera se llegaba a proponer un candidato alternativo al que presentaba el cacique , ya que a partir de la ley de 1907, los candidatos únicos se designaban automáticamente sin votación alguna. El caciquismo era mas eficaz en las áreas rurales.

Tras la muerte de Alfonso XII en 1885, su esposa, Maria Cristina de Habsburgo, embaraza del que sería Alfonso XIII asumió la regencia. La muerte de los dos líderes, Cánovas y Sagasta, no afecto al funcionamiento del sistema.

Los gobiernos de la Restauración adoptaron una serie de medidas, entre las k destacaron las siguientes:

• La aprobación de normas liberalizadoras, promovidas por el partido de Sagasta, durante el período llamado Parlamento largo (1885-1890), en el k controló el gobierno. Trató de introducir todos los derechos individuales del texto constitucional de 1869, la libertad de imprenta, la de cátedra y la de asociación, k permitió la aparición de sindicatos como la UGT. También se aprobó la Ley del Jurado, el código Civil y el Sufragio universal masculino.

• En 1883 , por iniciativa de Segismundo Moret, los liberales crearon la comisión del reformas sociales para estudiar todas las cuestiones relativas el bienestar de las clases trabajadoras, consultaron a líderes obreros, incluidos los socialistas. Esta comisión fue el precedente del Instituto de Reformas Sociales(1903), posteriormente Ministerio de Trabajo.

• Adopción de medidas proteccionistas para proteger los intereses del a industria catalana y vasca, de la minería asturiana y de los productores de cereal castellanos.

2.REGIONALISMO Y NACIONALISMO

Regionalismos gallego y valenciano

El regionalismo gallego surgió más tardíamente que el catalán y el vasco, como una reacción contra el atraso y marginación de sus respectivas regiones. El teórico Alfredo Brañas reivindica la descentralización administrativa y el uso de la lengua gallega sin llegar a crear un partido unificado.

El regionalismo valenciano, también tardío rechazó el centralismo del Estado español y el nacionalismo catalán, ya que este consideraba a los valencianos parte de la misma comunidad lingüística y cultural.

El nacionalismo político catalán

Surgió durante el Sexenio democrático representado por el federalismo .

Pensadores eran partidarios de un nacionalismo de signo tradicionalista, rural y antiliberal. La Unió Catalanista intentó unificar todas las tendencias en torno a la burguesía nacionalista, ilustrada pero conservadora y promovió las bases de Manresa, el primer catalanismo que incluía un proyecto de Estatuto de Autonomía.

En el inicio del siglo XX, se formó el primer gran partido catalanista, la Lliga Regionalista, liderada por Enric Prat.

El nacionalismo político Vasco

Reivindicó la defensa de los fueros perdidos y rechazó el proceso de industrialización porque facturaba y erosionaba la sociedad tradicional vasca. Identificó el capitalismo y el centralismo con lo español y señaló a los inmigrantes o maketos como los culpables de la degeneración de la raza vasca a causa del mestizaje. A partir de 1898, el nacionalismo osciló entre el independentismo radical y la integración autónoma dentro de España.

4. CAÍDA DEL IMPERIO COLONIAL Y CRISIS DEL 98

Antecedentes; Cuestión cubana

Los brotes de conflictividad provocados por los independentistas cubanos se reprodujeron ocasionalmente; la guerra chiquita de 1879, las insurrecciones de 1883y 1885, unidos a una larga guerra (1868-1878), alimentaron el nacionalismo popular en Cuba, el que se sumaron esclavos y criollos ricos.

Los burócratas, comerciantes y azucareros españoles residentes en la isla se negaban a admitir ningún tipo de autonomía. En la península también había muchos intereses, pues el comercio con Cuba era un mercado en régimen de monopolio, proporcionaba a España un saldo positivo. La abolición de la esclavitud en la isla fue tardía; el proyecto de dotarla de autonomía no se llevó a cabo, se intentó convertir en una provincia mas de España enviando allí unos 700 000 emigrantes, sobre todo gallegos.

Cuba obtenía gran parte de sus ingresos de Estados Unidos, país al que exportaba más de 90% de la producción de azúcar y tabaco. La presión diplomática estadounidense sobre la isla se incrementó; en 1892, este país obtuvo un arancel favorable para sus productos y después financió a los independentistas con la intención de ejercer de árbitro cuando surgiera el conflicto entre cuba y la metrópolis.

Guerra de Cuba y conflicto con Estados Unidos

La guerra estalló en 1895, se proclamó el Manifiesto de Montecristi( República Dominicana). A esta revuelta se unió la de Filipinas en 1896, por el general Polavieja, el cual actuó con extrema dureza y ejecutó al principal intelectual independentista del archiélago , José Rizal. La rebelión fue sofocada en 1897.

En 1898 tuvo lugar un incidente: la voladura del Maine, un acorazado estadounidense que se encontraba en el puerto de la Habana, murieron más de 250 marineros norteamericanos. Aunque probablemente estalló a causa de algún accidente, la prensa y el Gobierno de Estados Unidos culparon a España de la voladura y se ofrecieron a comprar la isla. Los políticos de la restauración prefirieron una derrota honrosa antes que una paz comprada; la opinión pública y la prensa españolas se mostraron muy belicistas y nacionalistas. Estados Unidos declaró la guerra a España en abril de 1898.

La guerra se decidió en el mar: las escuadras estadounidenses derrotaron a la españolas primero en Cavite, frente a Manila, y después frente a Santiago de Cuba. El 10 de diciembre de 1898 se firmó el tratado de París, por el cual España reconocía la independencia de Cuba y Filipinas. En 1899, España vendía al imperio alemán los restos de su imperio insular en el Pacífico, las islas Carolinas, las Marianas y Palaos.

Las repercusiones del 98

La pérdida de las últimas colonias españolas fue conocida como el desastre del 98 y tuvo grandes repercusiones:

• El resentimiento de los militares hacia los políticos, que los habían utilizado haciéndoles perder la guerra; la oposición política, sin embargo, no rentabilizó políticamente la derrota.

• El crecimiento de un antimilitarismo popular. El reclutamiento para la guerra de Cuba afectó a los que no tenían recursos. Esta circunstancia unida a el espectáculo de la repatriación de los soldados heridos y mutilados, incrementó el rechazo al ejército entre las clases populares. El movimiento obrero hizo campaña contra reclutamiento injusto, lo que provocó la animadversión de los militares hacia el pueblo y hacia las organizaciones obreras.

La aparición de un importante movimiento intelectual y crítico, el regeneracionismo, el cual rechazaba el sistema político y social de la Restauración al considerarlo una lacra para el progreso de España. Entre sus representantes: Unamuno, Joaquín Costa y Ángel Ganivet. Tuvo una vertiente literaria, la generación del 98, que dio nuevos impulsos a la vida intelectual y política del país en las primeras décadas del siglo XX.