Ecología y Medio Ambiente
Resíduos radiactivos
ORIGEN Y CLASIFICACIÓN DE LOS RESIDUOS RADIACTIVOS
1 Introducción......................................................................................................................... 4
2 Criterios de clasificación de los residuos radiactivos.............................................................. 4
2.1 Estado físico.................................................................................................................. 4
2.2 Tipo de radiación emitida........................................................................................... 4
2.3 Período de semidesintegración.................................................................................. 4
2.4 Actividad específica.................................................................................................... 5
2.5 Radiotoxicidad............................................................................................................. 5
3 Clasificación de los residuos radiactivos.................................................................................. 6
4 Origen de los residuos radiactivos............................................................................................. 6
4.1 Residuos del ciclo de producción de energía eléctrica......................................... 7
4.2 Residuos generados en la medicina, industria e investigación............................ 11
4.3 Clausura de instalaciones nucleares y radiactivas................................................ 12
5 Producción de residuos en España.......................................................................................... 13
5.1 Situación actual.......................................................................................................... 13
5.2 Previsiones de generación........................................................................................ 14
6 Opinión personal............................................................................................................... 18
7 Bibliografía......................................................................................................................... 20
1 Introducción
Se considera residuo radiactivo a cualquier material o producto de desecho, para él
cual no está previsto ningún uso, que contiene o está contaminado con radionucleidos
en concentraciones o niveles de actividad superiores a los establecidos por él
Ministerio de Industria y Energía, previo informe favorable del Consejo de Seguridad
Nuclear.
2 Criterios de clasificación de los residuos radiactivos
Hay una amplia gama de residuos radiactivos. Algunos de los criterios más importantes
que pueden servir de base para el establecimiento de clasificaciones de residuos
son: el estado físico, el tipo de radiación emitida, el período de semidesintegración,
la actividad específica y la radiotoxicidad.
2.1 Estado físico
Por su estado físico los residuos se clasifican en sólidos, líquidos y gaseosos.
Este criterio es importante por el distinto tratamiento o acondicionamiento que reciben
los residuos radiactivos según sean sólidos, líquidos o gaseosos.
2.2 Tipo de radiación emitida
Los radionucleidos contenidos en los residuos radiactivos pueden desintegrarse de
diferentes formas, dando lugar a la emisión de diversas partículas o rayos. Desde
este punto de vista, los residuos radiactivos se clasifican en emisiones alfa, beta y gamma.
Debido a que cada tipo de radiación interacciona de distinta forma con la materia, presentando diferentes longitudes de penetración o lo que es lo mismo, alcances en el
medio irradiado, este criterio condiciona las barreras de protección, el manejo de los
residuos y en general la exposición a las radiaciones en el lugar de almacenamiento.
2.3 Período de semidesintegración
Como es sabido, la radiactividad decrece regularmente con el tiempo. En función del
período de semidesintegración de los radionucleidos contenidos en los residuos (o
tiempo al cabo del cual la radiactividad se reduce a la mitad), se puede hacer la siguiente
clasificación:
-
Residuos radiactivos de vida corta: estos residuos están contaminados
básicamente con isótopos radiactivos cuyo período de semidesintegración
es inferior a 30 años.
-
Residuos radiactivos de vida larga: estos residuos están contaminados
con isótopos radiactivos cuyo período de semidesintegración es superior
a 30 años.
Este criterio condiciona las soluciones a poner en práctica a largo plazo por cuestiones
de riesgo potencial, ya que el período de semidesintegración da idea del tiempo necesario
para que un radionucleido reduzca su actividad hasta niveles aceptables. Así, los
residuos de vida corta reducen su actividad inicial a menos de la milésima parte en un
plazo como máximo de 300 años (es decir, 10 períodos). Sin embargo, los residuos de
vida larga pueden conservar una actividad apreciable durante miles de años.
2.4 Actividad específica
Otro de los parámetros más significativos para la clasificación de residuos es la actividad
por unidad de masa o volumen de material radiactivo (actividad específica). Su
unidad de medida en el SI es Bq/gr.
Una cierta porción del residuo, en general, contendrá distintos radionucleidos, cada
uno de ellos con una determinada actividad específica. Para cada radionucleido hay
definido un umbral por encima del cual se considera al residuo como de alta actividad
y recíprocamente, por debajo, como de baja.
Este criterio determina los problemas de protección a corto plazo, ya que el nivel de actividad de los residuos condiciona el blindaje durante su manejo normal y transporte.
2.5 Radiotoxicidad
La radiotoxicidad es una propiedad de los residuos radiactivos que define su peligrosidad
desde el punto de vista biológico.
La radiotoxicidad de un radionucleido engloba varios parámetros como el tipo de radiación,
el período de semidesintegración, la mayor o menor rapidez con que es expulsado
del organismo por los procesos orgánicos, y también depende de si tiende a
fijarse selectivamente en determinados órganos o tejidos.
Tanto la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), como el Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA), y el Organismo de Energía Atómica de las Comunidades Europeas (EURATOM), han recomendado una clasificación en cuatro grupos
de los radionucleidos, según su grado de radiotoxicidad por unidad de actividad.
-
El primero de dichos grupos o Grupo A comprende los radionucleidos de
más alta toxicidad, entre los que figuran como ejemplos representativos el
226Ra, el 239Pu y el 241Am.
-
El segundo grupo o Grupo B comprende los radionucleidos de toxicidad
entre media y alta, como por ejemplo el 90Sr y los yodos-125, 126 y 131.
-
El tercer grupo o Grupo C comprende los radionucleidos de toxicidad entre
media y baja y figuran en él como ejemplos típicos en 32P, el 198Au y el99Mb.
-
Finalmente, el cuarto grupo o Grupo D comprende los radionucleidos de
baja toxicidad entre los que se encuentran el 3H, el 51Cr y el 99Tc. En este
grupo se puede considerar también incluido el uranio natural.
Este criterio sirve de base para fijar los requisitos de protección y seguridad que han
de cumplir las instalaciones en las que se manipulen sustancias radiactivas, a fin de
reducir adecuadamente el riesgo de irradiación interna.
3 Clasificación de los residuos radiactivos
La clasificación más aceptada internacionalmente es la propuesta por el Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA) que divide a los residuos sólidos, líquidos y
gaseosos en distintas categorías.
En España, desde el punto de vista de su gestión, los residuos radiactivos se clasifican
generalmente en:
a) Residuos de baja y media actividad
Sus características principales son:
-
Actividad específica por elemento radiactivo baja.
-
No generan calor.
-
Contienen radionucleidos emisores beta-gamma con períodos de semidesintegración
inferiores a 30 años, lo que quiere decir que reducen su actividad a
menos de la milésima parte en un período máximo de 300 años.
-
Su contenido en emisores alfa debe ser inferior a 0,37 Gbq/t. (0,01 curios/tonelada
en promedio)
Algunos ejemplos de radionucleidos contenidos en los residuos de baja y media
actividad son el 137Cs, el 90Sr y el 60Co.
b) Residuos de alta actividad
Sus características principales son:
-
Contienen radionucleidos emisores alfa de vida larga en concentraciones
apreciables por encima de0,37 Gbq/t (0,01 Ci/t).
-
Pueden desprender calor.
Los radionucleidos contenidos en residuos de alta actividad tienen un período de
semidesintegración superior a 30 años, llegando algunos a alcanzar decenas de
miles de años.
4 Origen de los residuos radiactivos
Los residuos radiactivos se generan en las siguientes actividades:
1) Producción de energía eléctrica de origen nuclear. Se incluyen los residuos
generados en todas las etapas por las que pasa el combustible nuclear hasta
ser usado en los reactores nucleares, los residuos de funcionamiento de las
centrales nucleares y los residuos generados en la gestión del combustible
gastado.
2) Aplicaciones de los radisótopos en la medicina, industria e investigación.
3) Clausura de instalaciones nucleares y radiactivas. De todas las actividades que
producen residuos radiactivos, las que originan una mayor cantidad de residuos
tanto en lo que respecta a su volumen, como a su actividad específica,
son las relacionadas con la generación de energía eléctrica.
A continuación vamos a describir los residuos que se producen en cada una de estas
actividades.
4.1 Residuos del ciclo de producción de energía eléctrica
Según su origen se pueden distinguir tres tipos:
a) Residuos de la primera fase del ciclo del combustible. Comprende los residuos
generados en las etapas de minería del uranio, fabricación de concentrados,
conversión a hexafluoruro de uranio y enriquecimiento del uranio y fabricación
de los elementos combustibles.
b) Residuos generados en el funcionamiento de las centrales nucleares
c) Residuos de la segunda fase del ciclo del combustible
Dependiendo de la estrategia de gestión del combustible gastado, tendremos residuos
generados en el reproceso del combustible (ciclo cerrado), o bien en caso de
ciclo abierto, el propio combustible gastado se considera como residuo (en España
los ciclos de energía eléctrica son ciclos abiertos).
a) Residuos de la primera fase del ciclo del combustible nuclear
Estériles de minería de uranio
En los yacimientos de mineral de uranio (U3O8 ), los residuos sólidos están constituidos
por partes de la roca extraída, con tan bajo contenido en uranio que no es
económico su aprovechamiento. Para evitar riesgos biológicos, estos estériles
se apilan en áreas de la propia mina de forma tal que su lixiviación y erosión por
los agentes atmosféricos sea mínima.
Fabricación de concentrados
En la fabricación de concentrados las pulpas de los rechazos del mineral de las
que se ha separado el máximo posible de uranio (estériles de planta), se apilan en
diques, generalmente en las inmediaciones de la fábrica de concentrados.
Desde el punto de vista radiactivo estos estériles sólo contienen radionuclidos
naturales, principalmente derivados del decaimiento del U-238, siendo los de
vida superior a un año el 234U, 230Th, 226Ra y 210Pb.
El agua de infiltración a través de los diques conteniendo 226Ra y 230Th es recogida
por una red de drenaje y, si es necesario, tratada antes de su vertido.
Las emisiones del gas radón (222Rn) a la atmósfera, y la dispersión de pequeñas
partículas por el viento se evitan cubriendo los diques de estériles con una capa
de tierra o de asfalto.
Así pues, aunque los subproductos que se originan en la concentración del uranio
son de muy baja actividad específica y de origen natural, han de ser tratados
desde el punto de vista de protección radiológica, debido a que los isótopos contenidos
han pasado de un medio geológico natural, que los ha retenido durante
grandes períodos de tiempo, a un nuevo emplazamiento donde son almacenados
y apilados en superficie.
Conversión a hexafluoruro y enriquecimiento del uranio
La conversión del concentrado de U3O8 en UF6 (volátil), y su enriquecimiento,
generan pequeñas cantidades de residuos, siendo los de mayor entidad las colas
de uranio empobrecido en forma de UF6, que no suele ser tratado como residuo,
pero que por su toxicidad química es aconsejable su reconversión final a óxido de
uranio (UO2) que es el paso siguiente en el proceso de fabricación del combustible.
En los procesos de descontaminación y operaciones auxiliares, también se generan
algunos residuos líquidos. Éstos se descargan en unos estanques de retención,
para su posterior tratamiento, con el fin de recuperar el uranio. Este tratamiento
de los residuos líquidos da lugar a barros con pequeñas cantidades de
metales precipitados, no necesitando almacenamiento.
Fabricación de elementos combustibles
Los residuos sólidos producidos durante la fabricación de elementos combustibles,
incluyen papeles, plásticos, ropas, vidrios, metales, etc. así como los filtros
de los sistemas de tratamiento de gases y los barros obtenidos en el tratamiento
de los residuos líquidos.
Los residuos líquidos se originan en el sistema de tratamiento de gases en la conversión
del UF6 a polvo de UO2. También se generan en la descontaminación de
equipos y personal, laboratorios, etc.
Se estima que del total de UO2 procesado en la fabricación desde la llegada del
polvo a la fábrica de combustible, hasta que son introducidas las pastillas cerámicas
en las vainas, alrededor del 0,1% en peso, se pierde en forma de residuos,
que son finalmente almacenados en bidones metálicos, sin necesidad de blindaje
adicional.
b) Residuos generados en el funcionamiento de las centrales nucleares
La producción de residuos radiactivos en una central nuclear tiene su origen en el
proceso de fisión del combustible que se produce en el reactor. En este proceso
se originan productos de fisión que contienen isótopos radiactivos de diferentes
elementos y neutrones libres.
La experiencia de funcionamiento de los reactores de agua ligera, ha mostrado
que una pequeña fracción de los productos de fisión producidos pasa al agua del
circuito de refrigeración, bien a través de defectos de las vainas de las barras de
combustible o bien por difusión a través de las mismas.
También aparecen productos de activación radiactivos originados por bombardeo
neutrónico de los materiales estructurales de los elementos combustibles y
de las impurezas del refrigerante primario del reactor, así como transuránidos de
vida larga por procesos de captura neutrónica.
Entre los residuos radiactivos de operación, se incluyen los equipos y dispositivos
que son utilizados para la purificación y limpieza de los circuitos de refrigeración.
Los isótopos radiactivos quedan finalmente incorporados o acumulados en
forma sólida en resinas de intercambio iónico, o en filtros, así como en forma de
concentrados de evaporación, con el objeto de disminuir el volumen de los residuos
líquidos que son acondicionados en matrices sólidas. Estos residuos son
clasificados como de baja y media actividad.
Para una central de agua ligera, se estima que el volumen de residuos generado
por Gw/año de operación, es de 150 m3, una vez acondicionados.
Otros residuos radiactivos incluyen herramientas, uniformes de trabajo, trapos,
papeles, etc. que han sido contaminados durante los trabajos de reparación y
mantenimiento de la central y son también de baja y media actividad.
c) Residuos de la segunda fase del ciclo del combustible
El combustible nuclear, una vez ha cubierto su etapa de producción de energía en
el reactor, es almacenado en las piscinas de combustible gastado de la misma
central nuclear, para evacuar el calor residual que produce. A partir de este momento
aparecen dos líneas básicas de actuación:
-
Una de las opciones es proceder, después de un período indefinido de almacenamiento
temporal (bien en piscinas, bien en contenedores en seco), al
acondicionamiento y encapsulado del combustible para seguidamente almacenarlo
de forma definitiva en una formación geológica profunda. Esta opción
se denomina ciclo abierto.
-
Otra opción básica es proceder, después de un período de almacenamiento
temporal, al reproceso del combustible gastado con objeto de separar el uranio
y el plutonio del resto de componentes para su utilización posterior en un
nuevo proceso de fisión nuclear. Esta opción se denomina ciclo cerrado.
-
Otra tercera opción básica, en estudio, es la del ciclo cerrado avanzado que incluye
la separación del uranio y el plutonio de los actínidos y productos de fisión. El uranio y el plutonio se reprocesan para su posterior utilización y los actínidos y productos de fisión se someten a un proceso de transmutación para disminuir su actividad.
La primera opción implica que todo el combustible gastado es considerado como
residuo, mientras que en la segunda, una vez retirados el uranio y el plutonio, los
residuos resultantes son acondicionados mediante vitrificación para su posterior
manejo y almacenamiento. La tercera opción, en estudio, contempla la transmutación
de los residuos resultantes para disminuir su actividad.
Ciclo abierto: el combustible gastado como residuo
Cuando se toma la decisión de planificar la energía nuclear en ciclo abierto, el
combustible gastado debe gestionarse como un residuo sólido de alta actividad.
El combustible quemado en las centrales nucleares se traslada a las piscinas situadas
en las propias centrales, donde se enfría. Dado que la capacidad de estas
piscinas es limitada, es necesario el paso del combustible gastado por un almacenamiento
intermedio, donde su radiactividad y, consecuentemente, su calor
residual, decaiga hasta niveles aceptables para el almacenamiento definitivo.
Existen dos técnicas utilizadas para el almacenamiento intermedio del combustible
gastado: el almacenamiento en piscinas y el almacenamiento en seco (bóvedas,
contenedores metálicos o de hormigón, etc.).
En el almacenamiento en piscinas, el agua se contamina con productos de corrosión
activados y productos de fisión escapados de elementos defectuosos. El
mantenimiento de la calidad del agua da lugar a la aparición de residuos tales
como filtros y cambiadores de iones. Otros residuos generados son los filtros de
ventilación y los absorbentes de yodo.
Ciclo cerrado: reproceso del combustible gastado
En las plantas de reelaboración se generan residuos sólidos, líquidos y gaseosos
con características radiactivas muy diferentes. Desde este punto de vista, cabe
diferenciar las siguientes corrientes:
-
Residuos sólidos de alta actividad constituidos por los componentes estructurales
de los elementos combustibles, tales como cabezas, vainas, espaciadores,
muelles, etc. Contienen principalmente productos de activación y una pequeña
porción de productos de fisión y transuránidos. Después de un almacenamiento
temporal para decaimiento, se compactan e inmovilizan en matrices sólidas.
-
Residuos líquidos de alta actividad procedentes del primer ciclo de extracción
por disolución del uranio y plutonio. Estos residuos contienen aproximadamente
el 99,5% de los productos de fisión del combustible, casi la totalidad
de los actínidos (transuránidos) y el uranio y el plutonio no recuperados. Después
de concentrados por evaporación y de un tiempo de decaimiento en depósitos de diseño especial, estos residuos se inmovilizan en matrices de vidrio,
confinándose en contenedores de acero inoxidable que se cierran por soldadura. Han de almacenarse unas decenas de años antes de enviarlos al almacenamiento definitivo.
-
Residuos sólidos de actividad baja e intermedia, entre los que hay que distinguir
los que contienen radionucleidos de larga vida (emisores alfa), por encima y
por debajo de un determinado nivel. Proceden del tratamiento de corrientes líquidas
y gaseosas contaminadas que aparecen en los procesos químicos a
que se somete el combustible y en el mantenimiento de la instalación.
Están constituidos, principalmente, por concentrados de evaporación, resinas
de intercambio iónico, filtros para gases, filtros de ventilación gastados,
equipos contaminados, etc., que se inmovilizan mediante matrices sólidas o
mediante conglomerados hidráulicos. Todos ellos se introducen en contenedores,
con o sin blindaje.
-
Residuos gaseosos constituidos fundamentalmente por los gases nobles de
fisión, xenón y kriptón, que se desprenden junto con el tritio, yodo, carbono,
etc. al cortar y disolver los elementos combustibles. En tratamientos sucesivos
se absorben todos los gases, excepto los gases nobles citados, dando lugar
a residuos sólidos de media y baja actividad. Por su parte, el xenón y el
kriptón se retienen por procedimientos criogénicos o por absorbentes específicos,
almacenándose posteriormente en recipientes metálicos a presión.
Ciclo cerrado avanzado: separación y transmutación de radionucleidos de vida larga
En la opción del ciclo cerrado, si de los residuos líquidos de alta actividad que
aparecen en el proceso, se separan los actínidos minoritarios (Np, Am y Cu), se
puede reducir notablemente el inventario radiotóxico de los mismos antes de su
vitrificación. Además de los actínidos minoritarios, pueden separarse algunos
productos de fisión de vida larga de alta radiotoxicidad. En este proceso de separación,
además de los actínidos y los productos de fisión y del uranio y plutonio
obtenidos, se generan residuos radiactivos de baja y media actividad.
Posteriormente los actínidos minoritarios y productos de fisión de vida larga separados
deben ser transmutados en sistemas adecuados para su transformación
en radionucleidos de vida corta o estables. La transmutación se puede realizar
mediante fisión o por captura neutrónica, necesitándose un flujo elevado de neutrones
de espectro energético adecuado. Adicionalmente, la transmutación requiere
la fabricación de combustible o “blancos”, a partir de las diversas corrientes
separadas en los procesos anteriores y disponer de instalaciones nucleares
específicas donde poder efectuar el proceso transmutador de forma óptima para
los diversos blancos preparados. Los sistemas propuestos inicialmente para llevar
a cabo la transmutación han sido los reactores nucleares, térmicos y rápidos,
aunque en la actualidad están cobrando mucho interés los sistemas subcríticos
accionados por aceleradores de partículas.
En este proceso de transmutación cabe esperar la producción de residuos, tanto
de baja y media como de alta actividad, que deben ser almacenados.
En resumen, las operaciones conjuntas de separación y transmutación pueden
reducir significativamente el inventario radiotóxico a largo plazo de los residuos
de alta actividad.
4.2 Residuos generados en la medicina, industria e investigación
Distinguimos tres grupos diferentes de instalaciones radiactivas en función del fin
para el que los isótopos radiactivos son utilizados: instalaciones sanitarias, industriales
y centros de investigación.
-
En las instalaciones médicas y hospitalarias, el uso de isótopos radiactivos
para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades ha ido creciendo a lo
largo de los últimos cincuenta años. Así, elementos radiactivos no encapsulados,
normalmente en estado líquido, son utilizados para fines diferentes
como son el diagnóstico mediante trazadores (99Tc, 201Tl, 67Ga, 131I, 125I)
que permiten el estudio de órganos como el corazón, glándula tiroides, hígado
y glándulas hormonales, o bien para el tratamiento de enfermedades
del tiroides (131I) o de la sangre (32P), o para investigación (3H ó 14C).
Estas actividades generan residuos radiactivos sólidos: algodones, guantes
de goma, jeringuillas, etc. así como residuos líquidos, fundamentalmente
líquidos de centelleo.
En el tratamiento de tumores se emplean fuentes encapsuladas, siendo
muy frecuente el uso del 60Co. Estas fuentes, frecuentemente de mucha
actividad, han de ser cambiadas debido al decaimiento cuando su actividad
disminuya por debajo de un determinado nivel y por tanto, dejan de
ser útiles para estos fines. Estas fuentes constituyen un residuo radiactivo
que es necesario gestionar.
-
En las aplicaciones de los isótopos radiactivos en los procesos industriales,
está especialmente extendido el uso de fuentes encapsuladas. Mediante
el uso de este tipo de fuentes -generalmente de baja actividad-, se
suelen obtener medidas de nivel, humedad, densidad o espesor en procesos
continuos o de difícil acceso.
También se utilizan fuentes encapsuladas de radiación gamma para ensayos
no destructivos en construcciones metálicas (gammagrafía) y en esterilización
industrial. En estos casos, se necesitan fuentes de una actividad
mayor que en los anteriores.
Al igual que las fuentes encapsuladas utilizadas en medicina, cuando decae
su nivel de actividad, deben ser retiradas considerándose residuos radiactivos
a gestionar.
-
En los centros de investigación nuclear, los residuos proceden de reactores
de enseñanza e investigación, celdas calientes, metalúrgicas (instalaciones
auxiliares de investigación donde se realizan ensayos, manipulaciones,
pruebas, etc.) plantas piloto y servicios de descontaminación. Estos
residuos son de naturaleza física, química y radiactiva muy variable debido
a la gran diversidad de isótopos utilizados y la amplia gama de procesos en
que son aplicados.
4.3 Clausura de instalaciones nucleares y radiactivas
Cuando se da por finalizada la vida útil de las instalaciones nucleares y radiactivas, se
procede a cerrarlas con carácter permanente y comienza la operación de clausura.
-
En las instalaciones del ciclo del combustible previas al reactor, los residuos
están contaminados con radionucleidos naturales (uranio y sus productos
de decaimiento) siendo los estériles de minería y de fabricación de
concentrados los de mayor volumen. Éstos se deben estabilizar para evitar
riesgos radiológicos.
-
Si después de la vida útil de una central, se opta por su desmantelamiento
total (lo que implica la retirada, de todos los materiales, equipos y partes
de la instalación que contengan radiactividad por encima de los niveles
aceptables, dejando el emplazamiento en condiciones seguras para un futuro
uso) se originan los siguientes tipos de residuos radiactivos:
-
Vasijas del reactor y componentes existentes en el interior del blindaje
biológico. Son residuos de gran tamaño, altamente activados y contaminados,
que requieren, para facilitar su manejo y transporte, reducción
de tamaño en instalaciones blindadas de alta integridad con el
consiguiente control ambiental.
-
Componentes externos al blindaje biológico (cambiadores de calor,
bombas de circulación, tuberías, etc.). Aunque están menos contaminados
que los anteriores, su gestión es semejante.
-
Hormigón activado y contaminado. Su demolición da lugar a la formación
de aerosoles radiactivos a retener mediante filtros. La mayor parte
de la radiactividad se encuentra en las capas del hormigón más próximas
a las zonas radiactivas, por lo que, cuando es posible, se separan
del resto de las zonas sustancialmente inactivas, que son estructuras
de tipo convencional. Hay que tener en cuenta que una gran parte de
una central nuclear (alrededor del 80%) no es radiactiva, y, tras exhaustivos
controles de seguridad y medidas radiológicas, establecidos por
los Organismos Nacionales y Supranacionales, se puede proceder a su
derribo, reutilización o evacuación sin restricción alguna.
-
Sistemas auxiliares y estructuras de edificios. Son materiales ligeramente
contaminados, susceptibles de descontaminación.
-
En todas las operaciones de desmantelamiento, se generan residuos secundarios
(líquidos de descontaminación, filtros de gases, etc.) que requieren
un tratamiento similar a los residuos del funcionamiento del
reactor.
-
En el desmantelamiento de las instalaciones de etapas posteriores al reactor,
se obtienen residuos contaminados con productos de fisión y trazas
de transuránidos. Presentan un alto nivel de radiactividad las celdas calientes
donde se efectúa el proceso de reelaboración del combustible, así
como las piscinas de almacenamiento.
En el capítulo siguiente se abordan con mayor precisión los aspectos de la clausura
de las instalaciones nucleares y radiactivas.
5 Producción de residuos en España
5.1 Situación actual
Los generadores de residuos radiactivos en España pueden clasificarse esquemáticamente
en: instalaciones nucleares, fábrica de elementos combustibles (Juzbado),
Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT)
y pequeños productores (hospitales, centros de investigación, industrias, etc.)
Los residuos de baja y media actividad producidos en las centrales nucleares, fábrica
de elementos combustibles y el CIEMAT, son acondicionados en sus propias instalaciones,
mientras que los de pequeños productores son acondicionados en las instalaciones
de almacenamiento de Residuos de Baja y Media Actividad de “El Cabril”
(Córdoba).
Los únicos generadores de residuos radiactivos de alta actividad son las centrales
nucleares, al considerarse como tal el combustible gastado de sus reactores o los
productos resultantes del reproceso de ese combustible. Los elementos combustibles
gastados son almacenados temporalmente en las piscinas de que disponen a
tal efecto en las propias centrales nucleares.
En la tabla 5.1 se muestra cuál es el estado al 31 de diciembre de 1998, de los almacenes
de residuos existentes en España.
5.2 Previsiones de generación
Para hacer una estimación de las cantidades de residuos que se van a generar en el
futuro, además de los productores anteriormente citados, hay que considerar otras
actividades o instalaciones no existentes en el momento actual (almacenamiento intermedio
de combustible gastado, desmantelamiento de instalaciones, etc.)
Tabla 5.1
Residuos radiactivos y combustible gastado
almacenados a 31/12/98
RBMA = Residuos de Baja y Media Actividad
(1) No se considera la central de Vandellós I, de tipo grafito-gas, en fase de desmantelamiento.
El combustible gastado se ha enviado a Francia para reprocesar y los RBMA de operación
(2.000m3) se almacenan en El Cabril, excepto algunas corrientes (grafitos, estribos,
etc.) que de momento se mantienen en la central.
(2) El volumen almacenado en El Cabril es la suma de los residuos existentes en los almacenes
temporales (4.471m3) y los depositados en las celdas de almacenamiento definitivo
(11.808 m3). Estos últimos corresponden a 2.478 contenedores de hormigón, cuyo volumen
unitario es 11,14 m3, que suponen un grado de ocupación del 28% respecto a los
8.960 contenedores totales, que es la capacidad actual de almacenamiento en celdas de
la Instalación.
(3) Grado de ocupación de los almacenes temporales de residuos que disponen estas instalaciones, hasta su retirada por ENRESA, considerando, en el caso de las CC.NN., las posibles
pérdidas de disponibilidad de huecos en sus almacenes, por albergarse en ellos determinados
materiales distintos de los bultos de RBMA.
(4) Grado de ocupación de las piscinas de las CC.NN. y fechas de saturación previstas, considerando una reserva de capacidad igual a un núcleo, así como el cambio de bastidores
ya efectuado en todas ellas. La ausencia de fechas para José Cabrera y Santa María de
Garoña, indica que sus piscinas no se saturarán durante la vida útil supuesta para las mismas
(40 años).
Como utilizar en todos los casos, las hipótesis de cálculo disponibles que sean más
fiables. Pero quizás, el factor más importante a tener en cuenta a la hora de estas estimaciones es el período de vida útil para el parque actual de instalaciones de generación
nuclear.
En la tabla 5.2 se resumen las cantidades totales de residuos ya producidos y a producir,
tanto de baja y media actividad, como de combustible gastado, que será necesario
gestionar en España.
Tabla 5.2
Cantidades totales estimadas de residuos radiactivos y combustible
gastado a gestionar en España
(1) Incluye la fábrica de elementos combustibles, la futura planta de encapsulado y el desmantelamientode instalaciones en el CIEMAT
(2) Incluye como más significativos la operación de las instalaciones de almacenamiento, así
como una previsión de chatarras contaminadas y otros residuos derivados de incidentes
de contaminación.
(3) El volumen total equivalente, en base al tipo de cápsula supuesto para su almacenamiento
definitivo, sería de unos 10.000 m3. A dicha cantidad habría que añadir, en una aproximación
conservadora, los residuos tecnológicos derivados del desmantelamiento de las
centrales nucleares y otros que, por sus características, no serían susceptibles de almacenarse
junto con los RBMA, como los de media actividad procedentes del reproceso de
C.N. Vandellós I, algunas fuentes, etc. También habría que tener en cuenta las pequeñas
cantidades de materiales fisionables recuperados en el proceso del combustible de C.N.
Santa María de Garoña enviado al Reino Unido con anterioridad al año 1983. El volumen total
estimado de estos otros residuos, a efectos de cálculo, se ha supuesto en unos 5.000m3.
(4) 59% elementos combustibles tipo PWR y 41% tipo BWR.
En relación con los estériles de minería y fabricación de concentrados de uranio, la
tabla 5.3 presenta los valores acumulados de los estériles producidos al 31/12/98,
junto con una estimación de las cantidades anuales esperadas para las instalaciones
de Saélices el Chico, cuya gestión está previsto que sea realizada por los actuales explotadores.
Tabla 5.3
Estériles de minería y de producción de concentrados
de uranio (31/12/98)
(1) Paralizadas las actividades productivas en junio-93. En fase de Parada Definitiva.
(2) En la fase de operación.
(3) En fase de Vigilancia y Control, tras finalizar las operaciones de Clausura en 1997.
(4) En fase de Vigilancia y Mantenimiento, tras la finalización en 1994 del proyecto de Clausura.
(5) Parada de las actividades extractivas y de tratamiento de minerales y comienzo de las
operaciones de Clausura, previstas hasta el año 2008. Los lodos generados a partir del
2001 son debidos a la producción residual de concentrados (descontaminación de
aguas) que se mantendrá durante el período de clausura.
6 Opinión personal
La generación de residuos radiactivos hoy por hoy es inevitable estoy de acuerdo en que son perjudiciales para el medio ambiente, incluso para los seres vivos, pero tenemos que ser coherentes las centrales nucleares generan más del 55 % de electricidad útil de España, si estas centrales fueran cerradas en España y en casi todos los países donde hay de estas centrales se produciría una decaída notable del abastecimiento eléctrico, lo cual indica que no habrá electricidad suficiente para los ciudadanos de un país.
No obstante cabe destacar que tenemos varios tipos de residuos los de baja y media actividad y los de alta actividad. Los cuales tienen mayor o menor duración de vida, normalmente los residuos obtenidos no suelen ser de larga duración pero todo ello de penden de que industria provengan.
Hoy en día los residuos nucleares pueden proveer de las centrales nucleares, de la industria y de la investigación medica.
Una central nuclear obtiene su energía por la fisión del átomo de uranio, esto quiere decir que una central de este tipo no envía a la atmósfera óxidos de carbono, de azufre, de nitrógeno, ni otros productos de combustión tales como las cenizas, por lo que los argumentos de los ecologistas no tienen fundamento, si siguiéramos su doctrina también deberíamos de acabar con el petróleo pues los coches despiden gases contaminantes y que yo sepa ellos los utilizan aunque en el caso de los coches gracias a dios se ha investigado y se ha llegado a desarrollar el motor de hidrógeno, motor que saldrá a la venta dentro de 2 años ya en precios razonables y que sin ninguna duda revolucionara el mercado de la energía, se pueden estar preguntando bueno y a que viene eso de los coches ahora, pues bien yo quiero hacer referencia al agujero de la capa de ozono agujero según el cual la utilización de la energía nuclear hace más grande, pues sin duda estas personas lo que no saben es que este agujero siempre ha estado hay y que hay estudios que lo demuestran, estudios los cuales ratifican que el tamaño del agujero no radica en la contaminación si no en factores naturales desconocidos.
De aquí se puede sacar un tema muy interesante el cual daría mucho de que hablar “Los ecologistas protestan utilizando la razón o no”, bueno creo que sería un tema en cual ambas partes ecologistas y los que están a favor de la energía nuclear tendrían razón.
Bueno creo que la utilización de productos radiactivos esta mas que justificado no obstante creo que el problema de que haya gente que se oponga a la utilización de este tipo de energía radica en la educación, creo que seria favorable para el desarrollo de la energía en si el concienciar a los niños cuando son pequeños que hay energías que aunque pueden generar residuos perjudiciales para el ser humano son muy benefíciales no obstante también habría que decirles que solo son perjudiciales si se esta expuesto a ellos durante un período de tiempo largo y sin ninguna protección.
A mí personalmente me parece muy bien cuando hablan de las energías renovables que no contaminan, pero hay que ser consecuentes y no negar lo evidente las energías renovables hoy día no están desarrolladas lo suficiente como para producir la misma energía que produce una central nuclear, si es cierto que en determinados lugares si es rentable poner estos sistemas pero como todos sabemos son muy pocos los lugares adecuados para poner esos sistemas. Por ello yo apoyo incondicionalmente la utilización de la energía nuclear aunque de ella se deriven residuos radiactivos, los cuales son tratados y almacenados por empresas competentes como ENRESA (empresa la cual visitamos), empresas que para mí tienen un sistema bastante bueno para su almacenaje y digo bastante bueno porque como todos sabemos todo se puede mejorar en esta vida, y ya sea tarde o temprano todo es mejorado.
Conclusión: la energía nuclear es vital para la producción de energía eléctrica, y que por su gran cantidad de productividad de energía útil es aconsejable cargar con los residuos que esta puede generar.
7 Bibliografía
Enciclopedia Larousse
Enciclopedia Oxford
Enciclopedia Microsoft Encarta 2002
http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/l11020.htm
http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/l11022.htm
http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/s15002.htm
http://europa.eu.int/scadplus/leg/es/lvb/l28097.htm
http://www.ciemat.es/proyectos/pdfnresiduos.html
Origen, gestión y clasificación de residuos radiactivos
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Enviado por: | Nikemerlin O Daviss |
Idioma: | castellano |
País: | España |