Filosofía


René Descartes

RENÉ DESCARTES

Proyecto filosófico

Supone una reconstrucción del saber desde sus raíces y una unificación de todas las ciencias en una sola. Esto es posible gracias a un método universal aplicable a todas las ciencias y a que todas las ciencias forman una única unidad orgánica.

La filosofía se compara con un árbol: las raíces son la metafísica, el tronco la física y las ramas la medicina, la mecánica y la moral.

El método

Es el conjunto de reglas ciertas y fáciles gracias a las cuales todos las que las observen exactamente alcanzarán el conocimiento verdadero. Este método permite evitar el error. Además de demostrar lo ya conocido, permite descubrir nuevas verdades. Es sencillo para no perderse en su aplicación.

Reglas del método:

  • Admitir únicamente ideas evidentes, es decir, claras y distintas. Con esto se evita el no saber de qué se está hablando, como ocurría con las ideas de alma, cuerpo o fuerza.
  • Analizar las ideas no evidentes. La evidencia se consigue mediante intuición, acto racionar por el que la mente “ve” de modo transparente e inmediato una idea. Sólo se intuir ideas simples, por lo que las complejas deben ser reducidas.
  • Reconstruir la idea previamente analizada. Síntesis deductiva.
  • Realizar comprobaciones del análisis y revisiones de la síntesis deductiva. Esto permite alcanzar la evidencia buscada de que la solución es correcta.

La metafísica

  • El cógito: Descartes utiliza la duda metódica para encontrar algo cierto que resista a toda duda y derivar de ello la metafísica. Encuentra una (cógito, ergo sur), la propia existencia, que es algo indudable. Es el primer principio que permite explicar la realidad. Para ello, hay que examinar qué soy yo (una sustancia cuya esencia es pensar), examinar si tengo alguna idea que me permita demostrar otra existencia (y así, demostrar la existencia de Dios) y sólo entonces pasar a demostrar qué es el mundo.
  • Las definiciones: no se demuestran, sino que son los principios de toda demostración:
  • Sustancia: es lo concreto existente, la cosa. No necesita de nada más que de ella misma para existir. Dos tipos de sustancia: infinita (Dios) y finitas (almas y cuerpos). Por tanto, el alma no necesita del cuerpo para vivir, es el dualismo cartesiano.
  • Atributo: constituye la esencia de la sustancia y se identifica con ella, siendo específico de cada una. El ama es pensamiento y los cuerpos extensión.
  • Modos: diversas formas en las que está dispuesta la sustancia. Un cuerpo (sustancia) es una extensión (atributo) con una figura determinada (atributo).
  • La sustancia infinita: Descartes descubre dentro de sí mismo, que es imperfecto, ya que duda, una idea de perfección que no puede ser construida por uno mismo (ideas facticias) ni ser captada por los sentidos (ideas adventicias). Esta ha sido puesta por Dios, el ser perfecto. Dios es la clave del sistema de Descartes por tres motivos: es la garantía final de que las ideas claras y distintas son siempre verdaderas, las sustancias se mantienen en la existencia por creación continua y el mundo se mueve gracias al primer impulso de Dios.
  • Sustancias finitas: el alma es una sustancia, cuyo atributo es el pensamiento, y los diferentes modos del pensamiento (juzgar, razonar, querer…) son todos conscientes. Para Descartes no hay lugar para el inconsciente, por lo que llama al alma res cogitans y demuestra que el pensamiento es el único atributo del alma.

El cuerpo es extensión, que es su único atributo y sus dos modos son figura y movimiento. Descartes geometriza el mundo corpóreo.

Es una concepción dualista: alma y cuerpo, que al tener existencia material, dependen una de otra.

La física

  • El método científico: adaptación del método único. Es un método deductivo estricto a partir de la idea de Dios y de ideas innatas de la mente. Se procede de las causas a los efectos, por lo que la física es una larga serie de ordenadas cadenas deductivas que parte de las causas primeras (Dios y las leyes de la naturaleza). Cuando se llega a un límite en que los efectos pueden ser contingentes, se utiliza la experiencia.
  • El mecanicismo: todo se reduce a materia y movimiento, pero la materia no es más que extensión, lo que conduce a tres consecuencias:
  • No existen últimas partículas indivisibles, ya que resulta inconcebible que la extensión no pueda ser divisible indefinidamente.
  • No existe el vacío, sino que todo está lleno de materia, ya que si la materia es extensión, un espacio vacío y extenso sería contradictorio.
  • Se niega la objetividad del peso y existencia de cualquier principio activo intrínseco a las cosas.
  • Las leyes de la naturaleza: dos argumentos para explicar la causa del movimiento:
  • Dios es la primera causa del movimiento y conserva siempre la misma cantidad de movimiento en el mundo. Se deduce la inmutabilidad divina.
  • De la inmutabilidad divina, se derivan tres leyes de la naturaleza: principio de inercia, todo cuerpo que se mueve tiende a continuar en línea recta y ley de conservación del movimiento.

El universo

Puesto que el espacio está lleno de materia o extensión, cualquier movimiento de un cuerpo origina el desplazamiento de todos los demás, lo que resulta un anillo de cuerpos que se mueven juntos. Descartes concibe un universo compuesto por torbellinos de materia de distinto tamaño que se tocan entre sí.

El sistema solar sería un conjunto de esos torbellinos y los cometas, porciones de materia que escapan de ellos. Además, admite tres clases de materia: una caracterizada por la luminosidad, otra por la transparencia y otra por la opacidad.

Descartes, basándose en el descubrimiento de la circulación sanguínea, concibe a los organismos como complejas máquinas. El ser humano que es alma espiritual e inmortal queda netamente separado del mundo animal y la relación del alama con el cuerpo o máquina queda sin explicar suficientemente, y Descartes supone que la relación se realiza a través de la glándula pineal.

El universo de Descartes se caracteriza por su dualismo: cuerpo-extensión y alma-pensamiento. En medio de los dos mundos paralelos difícilmente interrelacionables queda el ser humano, sin encontrar lugar propio.




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Idioma: castellano
País: España

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