Literatura


Relato español del siglo XX


RESUMENES

Y va de cuento (Miguel de Unamuno):

Miguel va a escribir un cuento. Para su cuento necesita un héroe, o sea un protagonista y por supuesto necesita un argumento, que es la trama con la que se va hilando el cuento. El cuento según Miguel no debe tener un solo desenlace, sino dos o más y que el lector escoja entre ellos el que más le agrade.

En un buen cuento son muy importantes las situaciones, ya sean patéticas o emocionantes, que es lo que hace que el lector se aflija o se alegre, llore o ría. El cuento debe entretener y distrae, y hacer pasar el rato.

El ponerse a escribir no es porque se halla encontrado un argumento sino para encontrarlo, porque el supremo heroísmo es que el héroe haga a su hacedor y para que esto no se convierta en el cuento de nunca acabar Miguel sacó una moraleja: todo se acaba en este mundo miserable hasta los cuentos.

Beatriz (Ramón María del Valle-Inclán):

Este es un cuento de terror y a la vez fantástico. Se desarrolla en un palacio con grandes jardines en el que vivía la condesa Carlota y su hija, Beatriz. Carlota era muy devota y tenia su propio capellán que se llamaba Fray Angel.

La condesa tenia una gran pena porque pensaba que su hija estaba poseída por el demonio. Entonces le dijo al capellán que fuese a buscar a una saludadora. El capellán dudaba en hacerlo pero al final fue a buscar a una. Mientras el capellán iba a buscarla, un canónigo intentaba exorcizar a Beatriz. El canónigo penso que Beatriz no estaba poseída y se lo dijo a la condesa. También le dijo que su hija le había confesado que Fray Angel había abusado de ella. A media noche llegó la saludadora y le dijo que había tenido un sueño y vino a sanar a Beatriz. Según ella Beatriz estaba embrujada. La condesa le ordenó condenar a Fray Angel y al día siguiente este apareció muerto.

Elizabide el vagabundo (Pío Baroja):

Elizabide era un inmigrante que, después de pasar varios años en Uruguay volvía a su tierra, un pueblecito de Guipúzcoa. No solo no había hecho dinero en América sino que también había perdido el poco que le llevaba. Elizabide no tenía tratos con nadie del pueblo excepto con su hermano, su cuñada, sus sobrinos y la hermana de su cuñada de la que estaba enamorado.

Cuando llegaron las fiestas del pueblo, el hermano, que era boticario, y su familia decidieron celebrar la romería de Arnazabal como todos los años e invitaron a Elizabide el cual no quería ir, ya que era muy solitario, pero finalmente lo convencieron entre su cuñada y la hermana de esta.

Él quería pedirle a la hermana de su cuñada que se casara con él, pero pensó que ella estaba enamorada del médico del pueblo. Por la noche de vuelta a casa le dijo a la chica que pensaba volver otra vez a América debido al rechazo de ella. Ante esto, ella le confesó que también le amaba y Elizabide se quedo allí.

El reverso del tapiz (José Martínez Ruiz, Azorin):

Este cuento trata sobre Félix, un poeta que quiere escribir un cuento. Al protagonista de su cuento le llama como a el, Félix, el cual había estado enfermo pero tras recuperarse vuelve a su trabajo de payaso en un circo.

En el cuento también hay un taller de automóviles y ha este taller entra un hombre que necesitaba arreglar un foco de un camión, porque tenia que salir de viaje para Albacete, pero al mozo del taller se le olvida arreglarlo. El mismo día que el conductor del camión sale para Albacete, Félix sale de Vitoria hacia Albacete. Félix se cruza con él en la carretera y cuando ve un solo faro en el camión no se imagina que sea un camión y se choca. Este es uno de los finales que Félix el poeta le da a la historia. El otro es que Félix (el protagonista) se queda ha comer con una amiga y no sale de viaje en ese momento.

Yo y el ladrón (Wenceslao Fernández Flórez):

La historia trata de dos amigos. Uno de ellos, Garamendi, se iba de veraneo y le pidió a su amigo que le echara un vistazo a su casa de vez en cuando para evitar que le robaran.

El amigo se olvidó de vigilar la casa y al cabo de unos días decidió llamar por teléfono y ante su extrañeza contesto alguien al otro lado de la línea, el cual le dijo que era un ladrón. Durante su conversación el ladrón le fue contando las cosas que iba a robar y le dio a entender que aunque el señor Garamendi presumía mucho, tenia muy pocas cosas de valor y no solo eso, sino que además le ofreció las pieles de la señora Garamendi para que se las diera a su novia.

Fueron testigos (Rosa Chacel):

Es un relato fantástico que sucede en una calle de una ciudad cualquiera. En esta calle apareció un hombre que según iba andando se iba inclinando hasta que se calló. Un muchacho lo vio y, viendo que no se levantaba, fue a ayudarle. Al llegar a su lado quedo paralizado de terror. Después de esto fue corriendo a avisar a otras personas que estaban comiendo en un bar. Uno de ellos llamó a una ambulancia y los otros se acercaron a el hombre caído, pero el hombre ya no era hombre, era una masa sin contornos. Sus manos ya no eran manos, eran una masa lo mismo que sus pies y su ropa.

Poco a poco su cuerpo se fue convirtiendo en una masa líquida y viscosa, que empezó a volatilizarse. Cuando llegó la ambulancia ya no quedaba nada del hombre. Solo había gente silenciosa y espantada por lo que habían visto.

Medusa artificial (Francisco Ayala):

Mari Tere trabajaba de mecanógrafa en una oficina. Todos los días a las seis de la tarde dejaba su trabajo y se iba a su casa. Pero aquel día al llegar al escaparate de la peluquería decidió entrar. El peluquero le convenció para hacerle la permanente, que la convertiría en una nueva mujer capaz de dejar a los hombres de piedra. Salió muy contenta de la peluquería pero cuando la vio su padre y su hermana toda su alegría se desvaneció por lo que le dijeron. Su hermana era una artesana que tenia el taller en casa y no comprendía a Mari Tere.

Mientras Mari Tere estaba haciendo la cena entró su padre y este intentó tirarla por la ventana. Al día siguiente el padre y la hermana decidieron para acabar con ella vestir al maniquí de la costurera con un vestido blanco de Mari Tere y clavarle una aguja de acero en el corazón.

Don Anselmo (Camilo José Cela):

En este cuento Don Anselmo le cuenta a su amigo una historia de cuando él era joven: este se consideraba un hombre muy elegante y en la fiesta del pueblo se paseaba por las calles con sus zapatos, su gardenia y su bombín. Se pasaba las tardes charlando con sus amigos y entreteniendo a las muchachas del pueblo. Una tarde hicieron un duelo entre Don Anselmo y Don Knut. Escogieron las armas y empezaron a dispararse. El duelo duró bastante tiempo hasta que una de las flechas se clavó en el ojo del dueño del puesto de la feria y Don Anselmo tubo que marcharse aquella misma noche del pueblo, aunque no sin antes mandarle un saquito de 20 duros al dominicano ( el dueño del puesto).

Don Anselmo volvió al cabo de 8 años, casado con una puertorriqueña que murió al poco tiempo del parto. Un día Don Anselmo salió a dar una vuelta por unas barracas de feria y se le ocurrió entrar en la caseta del hombre fiera. Ante su sorpresa, el monstruo de la caseta era el dominicano. Este le dijo que estaba mucho mejor ahora ya que ganaba mucho más que cuando tenía los dos ojos.

En una noche así (Miguel Delibes):

La historia trata de un hombre que salió de la cárcel la noche de Navidad. Se encontraba solo y le dolía el hombro por el reuma. Iba andando por la calle hasta que tropezó con un hombre que estaba tocando el acordeón. En aquel momento interpretaba “El Danubio Azul”. El expresidiario comenzó a hablar con él y como ninguno de los dos tenían familia decidieron irse juntos para hacerse compañía esa noche. Entraron en una taberna y allí a la luz el expresidiario vio que el músico tenía media cara destrozada y éste le dijo que se había quemado.

El tabernero cerró la puerta y les invitó a pasas la nochebuena en su bar. Entre copa y canciones se contaron cada uno su historia. El tabernero les contó que había perdido a su mujer porque le había atropellado un conductor borracho. El expresidiario les contó que su mujer le había abandonado después de morir su hijo y el músico les contó la mala suerte que tubo cuando se quemó con aceite de la churrera, y así fue pasando la noche mientras afuera nevaba.

El veraneo (Carmen Laforet):

Rosa era una maestra de un pueblo perdido y ese verano recibió la visita de su hermano. Rosa había trabajado mucho pero se alegró muchísimo de la llegada de su hermano y le molestaba prepararle su comida preferida y trabajar para él.

Su hermano era muy egoísta. Después de comer, su hermano fue a dar un paseo mientras Rosa descansaba. A él no le gustaba el campo, era un hombre de ciudad. Durante su paseo se encontró con un pescador y al poco rato comenzó a charlas con él. El pescador era médico del pueblo y le invitó a tomar café. Le dijo que hacía unos años había estado enamorado de la maestra, sin saber que ella era su hermana. Le contó las virtudes que tenía hace años cuando la conoció. Le contó lo mal que lo había pasado la maestra cuando llegó al pueblo y cómo tubo que aprender a cuidad su huerto. Siempre esperando que le llamara su hermano para ir a vivir con él.

Su hermano se sintió muy avergonzado, pues él nunca había hecho nada por su hermana. Cuando volvió a casa, nada mas su hermana abrir la puerta le dijo: “mañana me marcho”.

Y aquí un poco de humo (Ignacio Aldecoa):

Este cuento trata de las relaciones de Doña Ricarda, una anciana, con su vecino Andrés. Cuando el niño tenia vacaciones sus padres le dejaban ir a merendar a casa de Doña Ricarda. Al él le encantaba el pan con miel y las nueces que ella le daba para merendar, pero sobre todo le gustaba escuchar las historias que ella le contaba. Le contaba historias sobre guerras, sobre miedos y sobre muertes.

Un día Andrés cayó enfermo. Tenia mucha fiebre y deliraba, y soñaba con las historias de muerte que Doña Ricarda le contaba. Cuando el niño se recuperó su madre le dijo que pasase a ver a Doña Ricarda pero luego se le olvidó ir y cuando a los pocos días fue a verla las historias que Doña Ricarda le contaba le parecían muy aburridas y buscó un pretexto para irse. Doña Ricarda se dio cuenta de que el niño había perdido el interés por ella.

Bernardino (Ana María Matute):

Bernardino vivía con sus tres hermanos en una bonita casa llamada “los lúpulos”. Era un niño extraño y muy mimado. Los niños del pueblo le tenían manía y tenia pocos amigos. Un día decidieron gastarle una pesada broma.

Lo que más quería en el mundo Bernardino era a su perro. Un día que Bernardino se encontró con los únicos dos amigos que tenia les contó que no encontraba a su perro. Fueron a buscarlo y se encontraron con la pandilla de chicos del pueblo que habían colgado al perro con una cuerda. Los chicos le dijeron que si le daba la medalla de oro que llevaba se lo devolverían y Bernardino se la dio. Pero uno de los chicos se la tiró y le dijo que si se dejaba pegar se lo devolverían. Le pegaron una gran paliza que él aguantó sin decir nada. Cuando los chicos se marcharon soltó al perro y lloró desconsoladamente abrazado a él.

La mariposa (Medardo Fraile):

Trata sobre un matrimonio que vuelve a su casa después de haber pasado un día en el campo. Ella se dedicó a colocar la ropa mientras él descansaba sobre la cama pensando en el día que había pasado. Pensaban pasar una velada tranquila leyendo el periódico, cenando algo o hablando, cuando de pronto vio una mariposa de luz que empezó a dar vueltas por la habitación tropezando con los muebles. Le arrojó su pañuelo y la mariposa cayó sobre la cama. La echó al suelo de un manotazo y la pisó. Salió del cuarto, su mujer estaba poniendo la mesa. Se acercó despacio y le dio un beso. Él consideraba que al matar a la mariposa había matado algo de su mujer.

Retirada (Carmen Martín Gaite):

Trata sobre una madre cansada de sus dos hijas y de pasar tres horas al día en el parque con ellas. Un día cuando volvía a casa estaba pensando que tendría que bajar a comprar patatas mientras iba riñendo a sus hijas por la calle. Estas iban jugando sin hacer caso de su madre. La madre estaba cansada de ver en lo que sé había convertido su vida.

Cuando llegaron a su casa les recibió la portera que se llamaba Victoria y a la que sus hijos llamaban Victoria cara zanahoria. Mientras subía las escaleras pensaba en que tenía que recoger los platos sucios y esperar la llegada de Eugenio, su marido, que vendría cansado del trabajo y sin ganas de escuchar los relatos sobre sus hijas y las cosas que ella hacia que siempre eran las mismas.

Reichenau (Juan Benet):

El cuento trata sobre un viajante que una noche se perdió en un cruce de carreteras. Sin poder orientarse en el mapa tomó al azar un camino y al cabo de varios kilómetros se encontró en un pueblo. A la salida de una curva vio un viejo caserón en el que ponía: “camas” y sin pensárselo se dirigió allí.

Le abrió un hombre en pijama y, sin tomarle ni siquiera la documentación, le dio la llave de la habitación 9. La habitación solo tenia una cama, un lavabo y una mesita. El hostelero solamente le dijo: “si desea usted algo solo tiene que llamarme”. Se durmió en un momento pero tardo poco en despertarse al oír unos murmullos fuera de la habitación. Pasó toda la noche oyendo los murmullos y risas que solo paraban cuando encendía la luz. No quería llamar al dueño del la posada y no durmió en toda la noche. Cuando pagó la cuenta él y el dueño no se dijeron ni una sola palabra.

Con el paso del tiempo alcanzó un bienestar económico y una independencia política. Cuando tenia que dormir fuera de casa se alojaba en buenos hoteles. Una noche en uno de esos hoteles volvió a oír los susurros y risas y comprendió que desde aquella remota región, muchos años atrás, hasta la actual región: Reichenau, le habían estado siguiendo las voces. Igual que aquella noche tampoco se atrevió a pedir ayuda.

EXPOSICIÓN

Elizabide el vagabundo:

1º Los personajes:

-Elizabide: es un hombre errante, atrevido con la vida pero tímido en el amor. Es audaz y perezoso, no daba importancia a nada, y así había gastado todo su dinero en sus correrías. Es un soñador que se entretiene mirando una nube o una estrella. Agradable en el trato y elegante en su aspecto. Solitario, porque no le preocupa lo que piense la gente sino que vive encerrado en sí mismo. Es un aventurero y valiente que no le importa marchar a América y escapar de allí para no casarse con una mujer que no le gusta.

-Maintoli: es una solterona religiosa y muy familiar y cariñosa con sus sobrinos. Le gustan las galanterías como a todas las mujeres y le encanta que los hombres la admiren.

2º El espacio:

La historia se desarrolla en un pueblo de Guipúzcoa al que habían llegado las fiestas. Era un pueblo muy sencillo, como su gente, que se dedicaba sobre todo a la agricultura. En este pueblo, como en muchos otros, había medico y boticario, y en él las personas se conocían muy bien unas a otras.

3º Tiempo:

La época en la que tiene lugar la historia es difícil de saber, ya que no esta concretada en el cuento. Yo creo que el cuento habla de principios del siglo XX aproximadamente, ya que fue escrito en 1902. Fijándose en la historia se podría adivinar por la forma de vivir de la gente y por su forma de expresarse.

OPINIÓN PERSONAL

Este libro me ha parecido algo difícil de entender, pero de que lo entiendes y te enteras de lo que los cuentos quieren transmitir, puede ser muy interesante, ya que las historias son de temas muy variados como el amor, la comedia, el terror, la fantasía, el misterio, etc…

El libro incluye cuentos antiguos en su mayoría, (como Elizabide el Vagabundo o Beatriz) y también cuentos que se acercan más a nuestra época, escritos por los mejores escritores españoles.

BIBLIOGRAFÍA

Titulo: Los mejores relatos españoles del siglo XX.

Autores: Unamuno, Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín, Fernández Flórez, Rosa Chacel, Ayala, Max Aub, Cela, Delibes, Laforet, Aldecoa, Ana Mª Matute, Fernández Santos, Medardo Fraile, Martín Gaite y Benet.

Editorial: Alfaguara Juvenil

Año: 1999

Lugar: Madrid

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Enviado por:Javi
Idioma: castellano
País: España

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