Psicología


Reflejo de la violencia escolar en la juventud universitaria


REFLEJO DE LA VIOLENCIA ESCOLAR

EN LA JUVENTUD UNIVERSITARIA

Un estudio de corte humanista, con visión retrospectiva

y propuesta en prospectiva

TESIS

Que para obtener del grado de

Doctor en Desarrollo Humano

Presenta

Director de Tesis

DR.

Culiacán Rosales, Sinaloa, Septiembre de 2012


CONTENIDO

Presentación

1

Introducción

4

PRIMERA PARTE

DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Y SU TRATAMIENTO TEÓRICO

CAPÍTULO I

MARCO DE REFERENCIA E IDENTIFICACIÓN

DE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL

1.1 Premisas de análisis

8

1.2 Indicadores sociales de referencia

9

1.2.1 Generalidades

9

1.2.2 El estado del arte: La violencia escolar en el mundo

12

1.2.3 Evidencias de la violencia escolar en México

15

1.2.4 La situación en Sinaloa

21

1.3 Definición del problema

25

1.3.1 Preguntas de análisis

26

1.3.2 Expresión del problema

27

1.4 Naturaleza y alcance de la investigación

27

1.5 Justificación del estudio

28

1.6 Propósito general

29

CAPÍTULO II

ENFOQUE TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN

2.1 De la Psicología del ser humano

31

2.1.1 La percepción, generalidades del concepto

32

2.1.1.1 Definición

34

2.1.1.2 Principales teorías sobre la percepción

36

2.1.1.2.1 Teoría cognitiva

36


2.1.1.2.2 Teoría asociacionista

38

2.1.1.2.3 Teoría Gestalt

38

2.1.1.3 Su enfoque en el presente estudio

39

2.1.2. Categorías de referencia

41

2.1.2.1 Memoria y recuerdo

41

2.1.2.2 Las Experiencias

43

2.2 De la esencia social del ser humano y su desarrollo como persona

45

2.2.1 La actitud, la conducta y los comportamientos

47

2.2.1.1 Significados y definiciones

47

2.2.1.2 A lo largo de la vida

51

2.2.1.3 Influencias sociales y culturales

52

2.2.1.4 La disciplina

56

2.2.2 El temperamento, el carácter y la personalidad

58

2.2.2.1 Conceptos y definiciones

59

2.2.2.2 Su relación con la conducta humana

61

2.2.2.3 Explicaciones biológicas de la agresión humana

61

2.2.3 Agresión, violencia y conflicto

64

2.2.3.1 Diferencias conceptuales

64

2.2.3.2 Teorías que explican la violencia y la agresión

68

2.2.3.3 La agresión y la violencia como ejercicio de poder

73

2.2.3.4 Entornos de convivencia más comunes en que

se vive la agresión y la violencia

74

2.2.3.4.1 En la familia

75

2.2.3.4.2 En la comunidad o barrio

81

2.2.3.4.3 En la escuela

84

2.2.3.5. El estado y el Control social

85

2.2.4 El Bullying, como fenómeno social

89

2.2.4.1 Generalidades

89

2.2.4.2 Su origen

91

2.2.4.3 Causas y entornos del bullying desde la teoría ecológica

93

2.2.4.4 Tipologías conocidas

97

2.2.4.5 Roles que se manifiestan

100


SEGUNDA PARTE

METODOLOGÍA Y TRATAMIENTO DE DATOS

E INFORMACIÓN

CAPÍTULO III.

MÉTODO DE ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN

3.1 Criterios metodológicos utilizados

104

3.1.1 El método mixto

104

3.1.2 El método cualitativo

105

3.1.3 El método cuantitativo

106

3.1.4 La Fenomenología

107

3.1.5 La longitudinalidad del proceso

108

3.2 Objetivos específicos del estudio

111

3.3 Hipótesis o supuestos de investigación

111

3.4 Características de los sujetos bajo estudio

113

3.4.1 Indicadores de orden escolar y académico

114

3.4.2 Perfiles y rasgos de personalidad

120

3.5 Instrumentos de medición y estudio

128

3.5.1 De significados actuales sobre agresión y

violencia escolar

128

3.5.2 Experiencias de agresión y violencia escolar

en la escuela Secundaria

129

3.5.3 Algunas conductas que sugieren formas de agresión y

violencia dentro del contexto escolar del bachillerato

130

3.6 Etapas del proceso de investigación

131

3.6.1 Prueba piloto y elección de los sujetos bajo estudio

131

3.6.2 Aplicación de los instrumentos

133


TERCERA PARTE

ANALISIS DE RESULTADOS Y EVIDENCIAS

PARA DISCUSIÓN

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS DE RESULTADOS

4.1 Respecto a los significados y experiencias de la violencia escolar

135

4.1.1 Justificación y propósito del instrumento

135

4.1.2 Análisis de resultados positivos de los significados

135

4.1.2.1 Aspectos de la personalidad

137

4.1.2.2 La violencia y la agresividad en las personas

138

4.1.2.3 Sobre el ser agredidos entre los 10 y los 16 años de edad

139

4.1.3 Análisis de resultados negativos de los significados

142

4.1.3.1 Aspectos de la personalidad

143

4.1.3.2 La violencia y la agresividad en las personas

144

4.1.3.3. Sobre el ser agredidos entre los 10 y los 16 años de edad

147

4.1.3.4 Significados de vivencias de los roles predominantes

148

4.1.3.4.1 En el rol de agresor

150

4.1.3.4.2 En el rol de víctima

151

4.2 Respecto a las experiencias de agresión y violencia vividas

153

4.2.1 Importancia de recordarlas

153

4.2.2 Tipos de agresión y violencia registradas

154

4.2.3 El perfil del agresor

160

4.2.3.1 La personalidad

161

4.2.3.2 Aspectos físicos

164

4.2.3.3 Aspectos familiares

166

4.2.3.4 Aspectos sociales

167

4.2.4 El perfil de la víctima

169

4.2.4.1 La personalidad

170

4.2.4.2 Aspectos físicos

172

4.2.4.3 El ámbito familiar

174


4.2.4.4 El ámbito social

175

4.3 Agresión y violencia dentro del contexto del bachillerato

176

4.3.1 Justificación del análisis en este contexto educativo

176

4.3.2 La estructura del instrumento y resultados generales

176

4.3.3 Manifestaciones de violencia física

179

4.3.4 Manifestaciones de violencia verbal

180

4.3.5 Manifestaciones de violencia social

182

4.3.6 Expresiones de violencia psicológica

184

4.3.7 Análisis comparativo

185

4.3.7.1 Entre los grupos de control y estudio

185

4.3.7.2 Entre ambos grupos y el Informe Cisneros

185

CAPITULO V

EVALUACIÓN, CONCLUSIONES Y

RECOMENDACIONES

5.1 Consideraciones previas

190

5.2 Evaluación del proceso de investigación

192

5.3 Respuesta a las preguntas que definen el problema a investigar

195

5.4 Conclusiones generales y específicas

199

5.4.1 La violencia en la escuela secundaria

199

5.4.2 La violencia en el Bachillerato

202

5.4.3 A manera de epílogo

205

5.5 Recomendaciones generales

207

5.6 Corolario

209

Referencias

211

A. Bibliografía

212

B. Libros Electrónicos

214

C. Sitios de Internet con referencias científicas

217

D. Otros Sitios de Internet libres

220

E. Videos relacionados

221

Anexo Documental

222


INDICE DE GRAFICAS Y CUADROS

Número:

Contenido

Pág.

Gráficas

Gráfica 1

Rasgos de temperamento activo por grupos, según categorías

121

Gráfica 2

Rasgos de temperamento vigoroso por grupos, según categorías

122

Gráfica 3

Rasgos de temperamento impulsivo por grupos, según categorías

123

Gráfica 4

Rasgos de temperamento dominante por grupos, según categorías

124

Gráfica 5

Rasgos de temperamento estable por grupos, según categorías

125

Gráfica 6

Rasgos de temperamento social por grupos, según categorías

126

Gráfica 7

Rasgos de temperamento reflexivo por grupos, según categorías

127

Cuadros

Cuadro 1

Materias cursadas y promedio general según grupo

117

Cuadro 2

Asistencias registradas y faltas acumuladas según grupo

118

Cuadro 3

Exámenes extraordinarios y cursos de regularización según grupo

119

Cuadro 4

Perfil de significados de diversos aspectos positivos relacionados con la agresión y la violencia

136

Cuadro 5

Significados de la personalidad, aspectos positivos

137

Cuadro 6

Significados de la agresividad y la violencia en las personas, aspectos positivos

139

Cuadro 7

Significado de ser agredido entre los 10 y los 16 años de edad, aspectos positivos

141

Cuadro 8

Perfil de significados de diversos aspectos negativos relacionados con la agresión y la violencia

142

Cuadro 9

Significados de la personalidad, aspectos negativos

144

Cuadro 10

Significados de la agresividad y la violencia en las personas, aspectos negativos

146

Cuadro 11

Significado de ser agredido entre los 10 y los 16 años de edad, aspectos negativos

148

Cuadro 12

Perfil de significados de experiencias relacionadas con la agresión y la violencia, según roles

149


Cuadro 13

Significado de experiencias en el rol de agresor

152

Cuadro 14

Significado de experiencias en el rol de víctima

153

Cuadro 15

Percepción de experiencias de agresión y violencia social, según tipo

155

Cuadro 16

Percepción de experiencias de agresión y violencia física

156

Cuadro 17

Percepción de experiencias de agresión y violencia verbal

157

Cuadro 18

Percepción de experiencias de agresión y violencia psicológica

158

Cuadro 19

Percepción de experiencias de agresión y violencia social

159

Cuadro 20

Percepción de experiencias del perfil del agresor, según ámbitos

161

Cuadro 21

Percepción de la personalidad del perfil del agresor

163

Cuadro 22

Percepción de los aspectos físicos del agresor

164

Cuadro 23

Percepción de las características del ámbito familiar del agresor

165

Cuadro 24

Percepción de las características del ámbito social del agresor

168

Cuadro 25

Percepción de experiencias del perfil de la víctima, según ámbitos

169

Cuadro 26

Percepción de la personalidad del perfil de la víctima

171

Cuadro 27

Percepción de los aspectos físicos de la víctima

172

Cuadro 28

Percepción de las características del ámbito familiar de la víctima

174

Cuadro 29

Percepción de las características del ámbito social de la víctima

175

Cuadro 30

Experiencias de agresión y violencia en el bachillerato, según tipo

178

Cuadro 31

Experiencias de agresión y violencia física en el bachillerato

179

Cuadro 32

Experiencias de agresión y violencia verbal en el bachillerato

180

Cuadro 33

Experiencias de agresión y violencia social en el bachillerato

172

Cuadro 34

Experiencias de agresión y violencia psicológica en el bachillerato

184

Cuadro 35

Comparativo de comportamientos de agresión y violencia

escolar en el bachillerato, según grupos

187

Cuadro 36

Comparativo de resultados de ambos grupos, con

el informe Cisneros

188


Frases célebres:

“La espiral de la violencia, solo la frena el milagro del perdón.”

Juan Pablo II.

“Sin amor, la sociedad se encuentra en estado muy crítico, y sin el, nos enfrentamos cada vez más en el futuro a graves problemas. El amor es el centro de la vida humana”

Dalai Lama.

“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.”

Martín Luther King.

Toda experiencia que nos obliga a mirar el miedo cara a cara, hace crecer nuestra fuerza, nuestro valor y nuestra confianza. Nos permite decir: He sobrevivido a esta terrible experiencia. Estoy en capacidad de manejar lo que venga.

Eleanor Roosevelt.

Primera dama de EEUU (1933-1945)

“Mientras que la agresividad es instintiva, la violencia es cultural y, por lo tanto, se puede prevenir educativamente. La violencia se produce cuando no se ha aprendido a controlar la propia agresividad a la del otro. La violencia es una manifestación posible del conflicto pero no una consecuencia inevitable del mismo. “

Juan Carlos Torrego.

Educador Español


Dedicatorias

A mi esposa, Irma Alicia

Quién con amor y paciencia ha sabido desde siempre, interpretar mis inquietudes personales y de superación profesional y ha colaborado en favor de que las cosas sucedan.

A mis hijos, Jorge René,

Irma Liliana y Ana Beatriz

Con todo mi amor y por ser personas excepcionales y comprometidas que comparten conmigo mis sueños y anhelos de ser mejor padre y mejor persona.

A mis nietos, David Alberto,

Jorge Miguel Díaz Meléndrez

Nicolás Spinola Meléndrez y

su hermanito(a) que está por

nacer

Que cada día, nos ratifican a mi esposa y a mí, la alegría de vivir y nos dan los alientos para seguir en la ruta del trabajo y el aprendizaje. ¡Los amo intensamente!

A mi madre, María del Rosario

Quezada Camacho de Meléndrez (+)

Quién con su amor y ternura, me dio siempre la libertad de elegir y que estoy seguro, disfruta estos momentos pues su mayor anhelo fue siempre verme realizado personal y profesionalmente.

A la Universidad de San Miguel

Noble institución de educación superior, que me ha dado la satisfacción de ver realizados mis sueños y anhelos de vida.

Al IDEHI y a todos mis Maestros

Por ser una institución formadora de alto contenido humanista, y cuyos profesores, con su sabiduría me impulsaron a abrevar lo mejor de la disciplina del desarrollo humano.


Presentación

El presente trabajo de investigación, se inscribe dentro del marco de estudio de la teoría humanista de Carl Rogers, la que se conoce como la tercera fuerza dentro de la psicología como disciplina científica, ya que el tema de análisis, que está referido a la violencia escolar, implica el estudio de las conductas, las motivaciones y las formas de comportamiento de los jóvenes que asoman en su pubertad a la reafirmación de si mismos como personas.

Carl Rogers, precursor de esta corriente, propugna la tesis de que el ser humano nace con una tendencia actualizante, de ahí que el desarrollo de su personalidad sea el resultado de las motivaciones del “self” (el sí mismo) organísmicamente hablando frente a las condiciones del medio ambiente, ya que la realización del yo es una de las principales fuentes de motivación, junto a las necesidades del organismo y las condiciones del ambiente; en tanto que a pesar de las condiciones del medio ambiente sean favorables pero no exista una fuerte motivación del individuo para su realización, esta se verá frustrada y sufrirá procesos de inadaptación socialmente hablando, lo que condicionará una personalidad disfuncional frente a las instancias de socialización donde interactúa.

Muchos de los aspectos referidos a la madurez emocional y la adaptación del individuo hacia su entorno, empiezan a tener mayor sentido en la etapa de la pubertad y la adolescencia temprana, período en el que educativamente hablando se encuentran en la etapa de ser estudiantes de secundaria, espacio de vida en el cual, también se caracterizan por ser más arriesgados en sus conductas o por decirlo de otra manera, miden menos los peligros a los que pueden enfrentarse, y por lo mismo, en ocasiones dan la impresión de que son proclives a manifestaciones agresivas, cuando en realidad son actitudes producto del desarrollo primigenio de la personalidad de los niños o jóvenes que despiertan a la vida y que canalizan sus inquietudes por medio de la violencia, sobre todo la relacionada con manifestaciones de supremacía y que se da de igual manera en la casa, en el barrio o en la escuela, como centros de interacción social de los mismos.

Desde siempre este tipo de violencia dentro de la escuela, ha sido tratado de manera muy variada por parte de los profesores y directivos, algunas veces con medidas disciplinarias muy laxas con llamadas de atención ligeras, otras tantas, con castigos más severos e involucrando a los padres de familia, y en algunos casos, soslayando la existencia del problema. Con relación a esto último, Vernieri (2010), señala que:

“…las escuelas se esforzaban por dejar todo lo feo o lo malo afuera, con el objetivo, consciente o no, de proteger el ámbito para poder cumplir con su función de educar, se pretendía una escuela limpia de realidades desagradables y quizás, aún sin darse cuenta, se gastaba una gran cuota de energía para conseguirlo.”

Fue quizás por esta actitud tolerante frente al problema por parte de la escuela, que en nuestro país, desde los años ochenta o noventa y los que van del presente siglo, la violencia escolar se presenta cada vez de manera más generalizada en nuestro medio social, e incluso ha evolucionado en grado y magnitud hasta lo que hoy se conoce como bullying, como un reflejo, tal vez de lo que se vive en sociedades más avanzadas que la nuestra, refiriéndonos a países de Europa o Estados Unidos, desde donde y merced a los adelantos en los medios de comunicación e información, incluyendo a las llamadas redes sociales, han venido permeando nuestras ideologías y culturas.

El tema de estudio de la presente investigación, está referido al análisis de tres vertientes, una referida a la estructura de significados que actualmente tienen los jóvenes sobre aspectos relacionados con la violencia y los componentes de la personalidad entre otras variables; otra más, que tiene que ver con las experiencias objetivas y subjetivas que sobre violencia escolar primigenia vivieron los jóvenes estudiantes universitarios, en sus etapas escolares precedentes y la tercera, orientada a averiguar si existe o no relación de éstas experiencias con las conductas distorsionadas en sus relaciones interpersonales y en el cumplimiento de sus responsabilidades y obligaciones como estudiantes de nivel superior.

La estructura del estudio está dividida en tres partes perfectamente definidas y a su vez, cinco capítulos en orden secuencial, y dentro de ellos, con numeración continua cada uno de los incisos que los componen. La primera parte, está referida a describir la definición del problema y su tratamiento teórico y está compuesto de dos capítulos, el primero orientado a describir el marco de referencia e identificación de la problemática social, y el segundo a definir el enfoque teórico de la investigación, que es abordada desde dos ámbitos, uno relacionado a la psicología del ser humano, y otro a la esencia social del ser humano y su desarrollo como persona, es decir, por un lado lo que pasa por su mente y define sus conductas y por el otro, como actúa e interactúa dentro de las instancias de socialización en las que se desenvuelve.

La segunda parte, está dedicado exclusivamente a la descripción del método y al tratamiento de los datos y la información, y contiene un solo capítulo, el tercero, donde se describen los criterios metodológicos utilizados, los objetivos generales y específicos y los supuestos de la investigación planteados a manera de hilos conductores del proceso investigativo.

La parte tercera, es el que hace referencia al análisis de los resultados y la discusión de las evidencias, incluyendo para ello, dos capítulos, el número cuatro, dedicado solo al análisis de los resultados obtenidos a través de los instrumentos aplicados con evidentes referencias de otros autores que han analizado el mismo fenómeno y las conclusiones generales que sirven como epílogo al trabajo de investigación.

Introducción

La idea de la presente investigación, nace de una experiencia real vivida a principios del ciclo escolar 2008-2009, en la Universidad de San Miguel. Esta fue una situación inédita, pues en casi 19 años de haber sido fundada, nunca había sucedido algo similar. Los hechos fueron, en síntesis, los siguientes:

“Un grupo de alrededor de tres o cuatro jóvenes de nuevo ingreso, entre juegos y bromas, combinados con burlas, hacían sentir mal a otro joven que en apariencia era más débil y menos extrovertido, quizá por venir de otro estado del país. Sin embargo, llegó el momento en el que el joven que era objeto de las burlas, decidió enfrentar el problema y en cierto momento del receso, siendo objeto de maltrato, le dio un empujón a uno de los agresores, quién se cayó al piso y acto seguido, fue sujeto de burla de parte del resto de sus compañeros. El orgullo herido del joven agresor que había recibido una inesperada lección de otro aparentemente más débil, fue el detonador para que al salir de clases y en compañía de otros compañeros, buscara agredir cobardemente al joven que se había defendido, pues -según él-, tenía que pagar su osadía de haberse defendido. La situación no llego a mayores, pues hubo una intervención a tiempo de parte de la autoridad de la escuela, iniciando una investigación para deslindar las responsabilidades y concientizar que no son prácticas propias de jóvenes en formación universitaria. Sin embargo, los hechos habían sucedido, fueron reales, y en los meses posteriores no ha vuelto a presentarse esta situación de agresión y violencia en las inmediaciones de la Universidad. El problema aparentemente fue resuelto.”

A pesar de que no se llegó a consecuencias mayores en el problema antes descrito, quedaron una serie de interrogantes sin respuesta, entre las que sobresalen las siguientes: ¿Por qué la actitud violenta frente al más débil?, ¿Qué antecedentes de violencia ha vivido el joven agresor en sus etapas escolares anteriores? ¿Qué problemas reales de autoestima subyacen en su vida interior? Estas preguntas aún siguen sin respuesta, sin embargo, como preámbulo de la investigación de las mismas, mediante el presente trabajo de tesis se busca describir y entender algunas de las causas que propician este fenómeno conductual dentro de las escuelas de nivel básico y que repercuten en los niveles subsiguientes.

Se ha elegido el tema de la violencia escolar para la elaboración de la tesis doctoral en Desarrollo Humano, por el simple hecho de que además de ser una conducta social generalizada y poco estudiada en nuestro medio socio cultural, es también una clara manifestación de un proceso embrionario de un desarrollo humano desequilibrado en los niños y jóvenes y por lo mismo, un antecedente de una sociedad también desequilibrada en sus relaciones sociales frente a las diversas instancias de socialización existentes.

A lo largo del desarrollo de la psicología, algunos autores que han estudiado la conducta humana desde distintos ángulos, afirman que la personalidad de los individuos es por una parte, el resultado de factores hereditarios, además de una gran variedad de procesos de aprendizaje y condicionamiento social, lo que significa que la violencia que se manifiesta en las escuelas por parte de los niños que despiertan a la pubertad, es motivada por aspectos derivados de necesidades no satisfechas, como sería su afirmación de género o bien, la necesidad de afecto que no reciben en el entorno familiar, situaciones que a la postre, si no son asumidas como conductas eventuales, pueden trastocar aspectos de la personalidad en etapas posteriores de adolescencia, juventud y madurez.

Abordar este tema desde el aspecto específico de la percepción de los mismos actores en su edad universitaria, tiene un significado muy especial para quién investiga, en virtud de que los hallazgos y evidencias encontradas, ayudarán a explicar muchas de las actitudes y conductas que asumen los estudiantes a partir de su ingreso a la universidad, las que por lo general, son manifestaciones de faltas de respeto entre ellos mismos o con los profesores ya sea dentro del aula o en los pasillos en los momentos de receso; así como también, actos que pueden calificarse como vandálicos al destruir parcialmente pupitres u otra clase de mobiliario y equipo e incluso, golpes en las paredes de las aulas.

En la universidad, se percibe que por lo general, aquellos estudiantes que protagonizan algunas de las conductas antes señaladas, son los que reportan bajas calificaciones, acumulación de faltas y deficientes hábitos de estudio, lo que de alguna manera, repercute en su rendimiento escolar a diferencia de aquellos estudiantes que por lo general son de mejores calificaciones y cuyo comportamiento es ejemplar.

La experiencia nos dice que este fenómeno, se pone de manifiesto en mayor medida en los jóvenes varones que en las mujeres, ya que estas últimas se comportan con mayor mesura y poseen mejores hábitos de estudio, sin embargo, el presente estudio buscará evidencias en ambos géneros, que expliquen la relación entre sus manifestaciones de carácter, conductas, comportamientos y rendimiento escolar actuales, con los roles de agresor, víctima o testigo que jugaron en su pubertad y adolescencia en la secundaria y bachillerato.

Conocer esto, permitirá establecer, dentro de la universidad, programas de diagnóstico temprano en relación al perfil de la personalidad de los alumnos de nuevo ingreso, así como programas de intervención en materia de desarrollo humano, a favor de los jóvenes estudiantes, con el fin de apoyarlos en la definición de su proyecto de vida y con ello, egresar profesionistas con una mejor actitud ante el mundo laboral.

PRIMERA PARTE

EL PROBLEMA ADVERTIDO Y SU

TRATAMIENTO TEÓRICO

CAPÍTULO I

IDENTIFICACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL

1.1 Premisas de análisis

La agresión y la intimidación que sufren los niños en la escuela primaria y secundaria, por parte de sus compañeros que abusan de su condición de más fuertes, es uno de los problemas cuyos efectos frente a su integración a la vida social, empiezan a ser estudiados, sobre todo en países del llamado primer mundo, y en mucha menor proporción, en países como el nuestro, a pesar de que sus manifestaciones son evidentes, sobre todo, en las ciudades de mayor concentración poblacional. Es por ello que aún no se vislumbran soluciones factibles tanto desde los grupos familiares, de los distintos niveles de autoridad de las escuelas y del sistema escolar del estado.

Habría que aclarar que las formas de agresión más recurrentes y menos graves pero no por ello menos importantes por sus secuelas, son la burla, los apodos, la descalificación y la marginación de los niños y niñas de parte de sus propios compañeros, así como también, la ridiculización o amenazas de parte de profesores a los alumnos, y las calificadas como violentas, que implican pleitos, retos, demostraciones de fuerza, golpes e iniciaciones a grupos de pandillas. Algunos autores que fueron consultados en sus artículos publicados de manera libre en la Internet, señalan que muchos de los casos más severos y calificados como agresiones de alto impacto, son cuando los niños y niñas sufren vejaciones en su intimidad y son forzados a mantener relaciones íntimas inadecuadas.

En cada una de estas formas de violencia, los roles más generalizados que viven los niños o niñas involucradas, son la de agresor, la de agredido o la de testigo; y entre estas, las variantes son muchas, ya que de ser simplemente testigo puede vivir cualquiera de las otras, y quién es agredido, no está exento de convertirse en un agresor frente a compañeros más débiles.

En cualquiera que sea el rol que les toque jugar en la época de su infancia hasta la pubertad en su etapa de educación secundaria, el niño desarrolla una serie de actitudes que pueden llevarlo por diversos caminos a partir de su adolescencia, y en el menos peor de los casos, a desarrollar una personalidad inmadura que repercuta en la conformación de su proyecto de vida; cuyas manifestaciones en su etapa de estudiante universitario, pueden ser el bajo rendimiento escolar y la falta de un proyecto de vida adecuado; acompañado de conductas agresivas frente a su entorno social y familiar, ni que decir de la posibilidad de que en su vida adulta sean personas inadaptadas, socialmente hablando.

De ahí que el presente estudio, aborde el problema desde una perspectiva de los efectos que tienen tanto la agresión como la violencia escolar, en la vida de los jóvenes estudiantes, cuyas secuelas se manifiestan de manera diversa pero que en esencia, tienen que ver con el carácter y las formas de reaccionar ante situaciones adversas, así como en la construcción de un proyecto de vida, entendido este como el fruto de una personalidad madura forjada en una serie de valores dentro del hogar y la escuela, que condicionan al ser humano a cumplir con el principio establecido por Rogers, relacionado con el autodesarrollo a través del ejercicio de sus potencialidades innatas.

1.2 Indicadores sociales de referencia

1.2.1 Generalidades

En un informe elaborado por un amplio grupo de expertos (Salomaky et-al 2001)/ bajo la coordinación de la Comisión Europea, se puede leer que las causas que generan la violencia escolar, son de carácter multifactorial, ya que inciden en su manifestación, una gran variedad de fenómenos de carácter social que se dan tanto hacia el interior de los actores de la misma, como en el entorno de sus vidas. Así, señalan como causales internas a ellos mismos, la crisis de valores en las familias, el abandono de los hijos por necesidades de sobrevivencia, la falta de oportunidades de trabajos bien remunerados así como el desempleo prevaleciente; ni que decir de la falta de límites en el hogar, el exceso de alcohol y otros estimulantes, la pérdida de valores, la situación política, económica y social, la influencia de la televisión, entre otros, pero lo importante es destacar que ninguno de estos factores es, por sí solo, causa de violencia en los individuos.

Esta realidad es por lo general, consecuencia de una combinación de factores que generan una descarga violenta, aunque también, habría que decirlo, podría existir en el individuo, una predisposición personal a desencadenar hechos de esta magnitud. Estas situaciones traen consigo una serie de consecuencias para la salud y el comportamiento de los alumnos que son víctima de la violencia escolar que conviene estudiar, si lo que se busca es la convivencia dentro de una sociedad sana en todos los sentidos.

En el mismo estudio europeo, se señala que tanto la agresión como la violencia no llegan solas a la vida de los niños que despiertan a su pubertad y adolescencia, sino que son el resultado del sinnúmero de referentes sociales catalogados como comportamientos de riesgo a los que están expuestos estos niños, y donde destacan el abuso de sustancias nocivas, el ausentismo escolar, las relaciones sexuales prematuras, e incluso la falta de estímulos para la definición de un proyecto de vida. Se destaca que si bien es cierto que las experiencias de agresión y violencia traen como consecuencia problemas de salud en los adolescentes, tanto en lo físico como en lo emocional, es igualmente cierto que se genera un círculo perverso, pues en ocasiones, son los problemas de salud los que pueden llevar a las personas hasta la violencia.

Es importante señalar que la violencia, en cualquiera de sus manifestaciones no forma parte de una infancia o adolescencia normales ni constituyen un proceso de fortalecimiento por el que deban pasar todos los niños y jóvenes, en cambio, sí pueden provocar graves daños físicos y afectivos al niño sometido a ellos.

Por lo anterior, es que como conclusión a priori, podemos decir que una de las medidas más importantes para solucionar, y en algunos casos prevenir la violencia escolar, está en manos de la escuela y la familia, donde juntos el profesorado, y los padres de familia, están obligados a abordar con objetividad y responsabilidad dicho problema.

La manifestación de conductas agresivas y de violencia en la escuela, tiene múltiples facetas, sin embargo, se pueden tipificar algunas como las siguientes: Verbales. Insultos, humillaciones o amenazas, Físicos. Golpes, zancadillas, pinchazos, patadas, o bien hurtos o estropeo de los objetos propiedad de la víctima, Sociales. Exclusión, ninguneo, difusión de rumores y calumnias contra la víctima, Psicológicas. Acecho, o gestos de desprecio o agresividad dirigidos contra la víctima, sobre todo cuando se dan de manera repetida y deliberada.

Todas estas manifestaciones de violencia son las que subyacen en el contexto del sistema escolar de nuestro país, y no son exclusivas de escuelas públicas o privadas, o de niños cuyos hogares son de cierto nivel socioeconómico y cultural, pues la información que reciben del entorno y de los medios de comunicación, ya sean periódicos o programas televisivos, que impactan de igual manera a todos los niños.

Al respecto, Benny Cruz Zapata (2007) periodista del Estado de Tamaulipas especializada en asuntos de violencia de género e interfamiliar, publicó en un blog intitulado “La mirada de Jokin”/, un artículo donde señala que:

“…el maltrato entre escolares se diferencia de las burlas, tomaduras de pelo, juegos bruscos y peleas características del patio de colegio, en que en el caso del maltrato la conducta es continua y el agresor, por lo general, es más grande, más fuerte y más poderoso que la víctima. El poder del agresor puede deberse no sólo a la superioridad física, sino también a que los otros niños se pongan de su lado, muchas veces con el objeto de protegerse a sí mismos. Es un hecho que el maltrato escolar se da de manera cotidiana en los planteles, aunque ante él, cierren los ojos los maestros, las autoridades y en ocasiones hasta los padres de familia. Queda claro que la violencia detrás de los muros escolares es una realidad, y aunque la resistencia de su existencia por parte de las autoridades es evidente, los alumnos la ponen en evidencia.”

En el mismo blog, hay un testimonio de un alumno que expresó:

“…Los maestros nos creen tontos pero no es así, yo una vez leí que la indiferencia también es una forma de maltrato, de violencia, porque también nos deja huella y nos lastima. Que un profesor nos descalifique delante de los demás, que se burle de nosotros, que nos rechace, que incluso obstaculice en lugar de impulsar nuestro aprendizaje, es también una forma de violencia psicológica. (Testimonio de Tomás Sánchez Gutiérrez, alumno de tercer año de la Escuela Secundaria Federal No. 1, Ciudad Victoria)”/

1.2.2 El estado del arte: La violencia escolar en el mundo

Un tema que en los últimos años y en la mayor parte del mundo civilizado ha venido acaparando las notas periodísticas y la atención de sociólogos, psicólogos, profesores y terapeutas familiares, entre otros, es el de las manifestaciones de la violencia de los niños en las escuelas. Esta preocupación, ha generado en algunos sectores sociales la necesidad de iniciar procesos de estudio de largo alcance, con el fin de establecer medidas correctivas tendientes a su control y erradicación a través de políticas educativas dirigidas especialmente en los niveles de la educación básica.

Como antecedente podemos señalar que en el año 2002, se celebró el Primer Coloquio Mundial de Violencia Escolar, donde se reunieron expertos de 26 países, entre los que figuraban Alemania, Holanda, Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Brasil, Argentina, Chile y México, y donde participaron alrededor de 400 especialistas en el tema. El objetivo de dicho encuentro internacional fue comparar los fenómenos de violencia escolar y la forma en que se abordan las soluciones en cada uno de estos países.

Eric Debarbieux,/ profesor e investigador de la Universidad de Bordeaux, Francia y Director del Observatorio de la Violencia en la escuela experto en esta problemática social, fue el organizador del coloquio antes señalado, y entre otras cosas expresó que la violencia en las escuelas es un problema de nuestras sociedades globalizadas, precisando además, que hay evidencias de que en los Estados Unidos de Norteamérica, es donde han tenido lugar la mayor cantidad de actos graves de violencia, siendo también el país donde se encuentran iniciativas locales tanto en Harlem o el Bronx (Nueva York), donde hay escuelas controladas por madres de color y que en su gran mayoría viven solas.

Por su parte, en el mismo Coloquio, el sociólogo brasileño Luis Alberto Oliveira Goncalves, profesor en la Universidad de Belo Horizonte, afirmó que la violencia escolar es un problema que concierne a todo el mundo y no es exclusivo de los países ricos o los países pobres. Hizo énfasis además, en el hecho de que a menudo en su país, la violencia escolar está vinculada al crimen organizado, razón por la cual, se han adoptado medidas de prevención para los niños de los barrios marginados, (las favelas) con el fin de que recuperen la autoestima, involucrándolos desde muy pequeños en actividades artísticas con el fin de mostrarles que la vida dentro de la violencia no es su única opción, sino que hay otras cosas por la cuales vivir y ser felices.

En otro orden de ideas, pero dentro del mismo tema, la Dra. Araceli Oñate (2006), en coordinación con el psicólogo e investigador Iñaki Piñuel, publicaron un libro intitulado: “Acoso y violencia escolar en España”, conocido como Informe Cisneros, que resume los resultados de un estudio realizado en casi 25 mil niños de edad escolar en todas las provincias españolas. Entre las conclusiones del estudio, se señala que:

“…el 23,3% de los estudiantes españoles, es decir, casi uno de cada cuatro, es víctima de sus compañeros y sufre agresiones u hostigamiento psicológico que pueden dejar graves secuelas de por vida en la víctima, y forjar futuros delincuentes entre los acosadores escolares”.

La muestra fue aplicada en niños desde segundo curso de Primaria (7 u 8 años) hasta Bachillerato (16 a 18 años), de más de 1,150 aulas completas en catorce comunidades autónomas, y sus conclusiones dejan pequeñas todas las estimaciones previas sobre el alcance del fenómeno.

Ya se señaló que las tradicionales manifestaciones de violencia en la escuela, ha venido evolucionando a tal grado, que hoy en día se ha convertido en una patología social denominada bullying. Al respecto, el Doctor Elías Arab, (2008)/ psiquiatra clínico de la Universidad de Chile, escribió un estudio científico sobre este problema en el que resalta que:

“…se habla de bullying cuando un alumno (o un grupo) más fuerte intimida o maltrata en forma repetida, de manera intencionada y a lo largo del tiempo, a un compañero más débil y que está indefenso. Requiere que haya abuso de poder, repetición en el tiempo. El maltrato se ejerce a través de diversas conductas, como amenazas, intimidaciones, agresiones físicas, aislamiento sistemático o insultos.”

Este mismo fenómeno fue originalmente descrito por Dan Olweus/ en el año 1970, en Noruega, Suecia, y ha sido el parteaguas para estudios posteriores en todo el mundo. Actualmente, en Chile se ha demostrado que cerca de 45% de los alumnos participa en un grupo que molesta a un compañero solo y 27% suele comenzar una pelea con otro compañero, según un estudio de la Universidad Católica./

1.2.3 Evidencias de la violencia escolar en México

El Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología, realizó su XXXVI Congreso Nacional con el tema: “Un encuentro para la expresión sin fronteras” y en el cual, se presentaron 254 trabajos tanto en forma de conferencias especiales, simposios y trabajos libres y cuyas temáticas principales fueron: Psicología de la salud, Psicología educativa, violencia, psicoanálisis, Psicología social, Burnout, y neuropsicología entre otras.

Dentro del mismo, las investigadoras Méndez Martínez Silvia Larisa y Tello Varela Belinda Maricruz, presentaron un interesante trabajo intitulado: “Modelo de Prevención ante las pautas de Interacción, en el cual reconocen, que la sociedad en general, no está estructurada para atender el fenómeno de la violencia en la escuela, ya que en los núcleos familiares existe polarización económica, transformación de valores, estilos de vida saturados y poco espacio para la convivencia familiar. Señalan además que:

“La violencia como fenómeno generalizado de la vida cotidiana ha dejado de ser un asunto privado y ha transitado a un hecho del orden de lo público, Sobre esto tenemos conocimiento a través de notas periodísticas, y las páginas Web que representan el escaparate idóneo para compartir con propios y extraños las hazañas de violencia contra compañeros de la escuela y conocidos. Riñas dentro y fuera de las instalaciones de las escuelas, en la vía pública y a plena luz del día, en ausencia y presencia de las autoridades competentes -padres de familia, profesores, directivos e incluso, oficiales de policía- son hechos cotidianos y frecuentes que ponen al descubierto la violencia en las interacciones entre jóvenes, independientemente del contexto, revelando otros cánones y estilos convivencia entre la juventud, ya sean compañeros de clase, hermanos, amigos o pareja.”

Ponemos de ejemplo lo anterior, ya que este tema apenas empieza ha ser estudiado y tratado de manera amplia en nuestro país, sin embargo, así como la publicación de algunos resultados y conclusiones del congreso antes mencionado, existen evidencias documentadas de estudios preliminares y notas periodísticas donde se señalan acciones y se explican algunas causas de este fenómeno en algunas escuelas del país.

En los últimos años, la Comisión de Derechos Humanos, la Administración Federal de Servicios Educativos para el Distrito Federal, y el Observatorio Ciudadano de la Educación auspiciado por la UNAM, han participado desde 1990, tanto de manera directa como indirecta, en la promoción y divulgación de diversos estudios sobre este tema, con el firme interés de que poco a poco se vaya conformando a nivel nacional, una masa crítica lo suficientemente grande como para incidir en la prevención y las soluciones dentro del sector educativo.

Precisamente en un breve informe de las conclusiones de un 11º Debate educativo con el tema de violencia escolar, publicado por el Observatorio Ciudadano de la Educación/, se expresa que ya existen en el país algunos pronunciamientos públicos recientes que señalan las difíciles condiciones en las que sobreviven algunos alumnos, ya sea por el castigo y maltrato de los docentes o entre los mismos alumnos, haciendo referencia a parte de las conclusiones del “Tercer parlamento de los niños y las niñas de 2005”, celebrado como una manifestación en contra de la violencia, donde puede leerse que:

“…en nuestros planteles educativos son varios los docentes que practican castigos para corregir malas conductas, argumentando que son medidas utilizadas por el propio bien de los niños, sin evaluar en algún momento si esos castigos y la violencia empleada han corregido efectivamente a alguien.”/

Algunas otras evidencias de violencia extrema, pueden verse en estudios publicados por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa, como el de la investigadora Martha Patricia Prieto García (2005), que reseña que:

“…cuatro alumnos de secundaria, el 14 de febrero, fueron por una compañera para ir a una fiesta de la cual no regresó. A las setenta y dos horas después, fue localizada aún con vida por la policía semienterrada y con lesiones de ultraje. Los agresores hicieron su declaración a la prensa y dijeron que era una presumida y que los quería ningunear. Estos estudiantes fueron confinados en el centro de rehabilitación para menores infractores.”/

Por otra parte, un estudio de dimensiones transversales y de largo alcance que fue realizado por los investigadores María Antonieta Aguilera García, Gustavo Muñoz Abundez y Adriana Orozco Martínez, (2007) todos ellos del Instituto Nacional para la Evaluación en México, (INEE) cuyos resultados fueron publicados en el 2007, muestran la realidad que se vive en la escuelas primarias y secundarias del país, donde las manifestaciones de violencia, incluso ya rebasan los límites de la escuela y llega a las calles de las colonias y barrios de las principales ciudades del país. Dicho estudio, ha sido publicado bajo el titulo de “Disciplina, violencia y consumo de sustancias nocivas a la salud en escuelas primarias y secundarias de México”, estudio en el cual, se señala que:

“…Se proporcionan datos puntuales sobre la magnitud de la violencia en las escuelas primarias y secundarias del país según la viven y la reportan los propios alumnos y docentes. El estudio es valioso, entre otras cosas, porque permite dimensionar en el sentido de representar su incidencia de manera general y con una perspectiva transversal el problema de la violencia en los planteles de educación básica de todo el país, además de que ofrece descripciones de lo que sucede en algunas escuelas secundarias específicas, integrando resultados de un acercamiento de gran escala (cuantitativo) con los de una aproximación de pequeña escala (cualitativo). Asimismo, los resultados de dicho trabajo invitan a reflexionar cuidadosamente acerca de una variedad de implicaciones en distintos aspectos asociados y sirven para estimular la reflexión sobre el tema en el contexto de las escuelas mexicanas.”/

Eduardo Delgado Gurrola, (2007) Coordinador de la Red de Escuelas Asociadas de Tamaulipas y del Programa Cátedras de la UNESCO, con sede en Ciudad Victoria Tamaulipas, señaló en entrevista periodística que:

“…La violencia escolar es una constante en las escuelas de Tamaulipas, es un mal persistente que llama a la atención inmediata a la suma de esfuerzos institucionales, de padres de familia, de sociedad civil, pues son los centros escolares los formadores de los seres humanos, que si bien es cierto, en primera instancia deben de recibir en sus hogares un cúmulo de valores, es en la escuela en donde deber de ser reafirmados”/

Rolando Cruz García, Doctor en Ciencias de la Educación y Maestría en Investigación y Administración de Instituciones Educativas, señala en una publicación reciente sobre los tipos de la agresión escolar, que las investigaciones sobre acoso escolar en México son muy escasas y los problemas de indisciplina y violencia no se han reportado en ningún estudio formal (Velázquez, 2005), por lo que no se tienen datos específicos sobre el acoso escolar en nuestro país./

En Nuevo León por ejemplo, no existen estadísticas de la Secretaría de Educación Pública sobre el acoso escolar (bullying); sin embargo, cuatro de cada diez adolescentes sufren algún tipo de hostigamiento psicológico o físico cuando asisten a la escuela, de acuerdo con los hallazgos del doctor Luis A. Lucio López, catedrático de la Preparatoria 16 de la Universidad Autónoma de Nuevo León, quien realizó una investigación con 1,600 estudiantes de nivel medio superior. Aunque no se tienen datos precisos sobre el acoso escolar en el centro del país y el resto de los estados, se han presentado situaciones que indican que no estamos exentos de padecerlo, por lo que es necesario estudiar este fenómeno y actuar en consecuencia. Por ejemplo en la ciudad de Monterrey, se han presentado ciertos eventos entre escolares en los que se ha visto confirmada la importancia y urgencia de intervención en este sentido. El 22 de febrero de 2007 algunos estudiantes de primero de secundaria de un colegio particular, vandalizaron la casa de uno de sus compañeros. Este hecho es narrado así:

“...Dieciocho niños entraron a hacer destrozos a mi casa. Se les pidió que se fueran y no obedecieron. Desde tirar cosas y tumbar muebles, hasta orinar y meter excremento en botes y embarrarlo dentro de la casa. Comentó el padre del niño en una nota del periódico El Norte publicada el 7 de marzo (Castañeda, 2007). Este suceso ha causado revuelo en los colegios, las familias y la comunidad en general, por lo que se han publicado diversos artículos concernientes al tema del acoso escolar.”

En Diciembre de 2007, la revista científica “Medigraphic, Artemisa en línea”, publicó un abstract como artículo de investigación, de un trabajo exploratorio realizado por la doctora Isabel A. Valadez Figueroa y por el Maestro en Ciencias Noé González Gallegos, ambos investigadores en el campo de la salud, ella con especialidad en Ciencias Sociomédicas en el Instituto Regional de Salud Pública, y él, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, bajo la premisa de que la escuela será una experiencia gratificante y positiva de acuerdo y en función del ambiente que logren crear tanto alumnos como profesores. El estudio se realizó en seis escuelas oficiales, tanto de nivel secundario como de bachillerato, donde los sujetos bajo estudio fueron alumnos seleccionados al azar en igual número de género. El estudio fue de corte cualitativo utilizando diario de campo y audio grabación de las entrevistas, diferenciando la información por niveles educativos.

De los resultados se destaca el hecho de que los alumnos mencionan que la violencia y la agresividad están presentes en las relaciones de compañeros y que son las formas que prevalecen en el ámbito escolar. Es un “todos contra todos” con episodios de carrilla por un tiempo para algunos y luego para otros y así sucesivamente, sin explicar el por qué dejan a unos y arremeten contra otros sin distinción de género.

De manera textual señalan que los alumnos reconocen la existencia del maltrato en mayor o menor grado, quienes lo expresan así:

“Aquí se respira agresividad por todos lados, de una u otra forma, a todos nos ha tocado ser víctimas…hay unos que se la pasan molestando a otros, les dicen cosas, los pelean, les roban, les tocan las partes íntimas, los agarran de bajada […] todos al principio de año molestamos a uno, los grandes molestan a los chicos, los de segundo a los de primero.”

Los autores reconocen y documentan los siguientes tipos de agresiones: Físicas, donde prevalecen los empujones, los jaloneos, los pellizcos, los coscorrones entre otros. Verbales, las que incluyen burlas, críticas, apodos, insultos, choteo, recados obscenos, por celular, por señalar tan solo algunos. Psicológicas, donde sobresalen el rechazo, la ridiculización, la discriminación, las amenazas, la marginación, los chismes y rumores, y todo aquello que socave la autoestima, su seguridad y autoafirmación. Sexuales, las que fueron reconocidas y mejor detalladas por las jovencitas, como, acercamientos libidinosos, besos morbosos, frotamientos en partes íntimas, mostrar imágenes pornográficas, entre otras situaciones de igual importancia. Además de las manifestaciones anteriores, describen daños a la propiedad como robo de dinero, de plumas y lápices, de instrumentos de estudio entre otros.

De acuerdo con los autores, las manifestaciones de violencia están presentes en todas las escuelas de múltiples formas, ya que esta ha dejado de ser una expresión de incidentes esporádicos para convertirse en una realidad multiforme, diversa, cambiante y presente en las interacciones que se dan diariamente entre los alumnos.

1.2.4 La situación en Sinaloa

Es importante mencionar que a pesar de que Sinaloa tiene uno de los mayores índices de violencia social a nivel nacional, y la evidencia de que muchos de los delitos de alto impacto son cometidos por jóvenes, aún no se han realizado estudios serios de largo alcance y cobertura en las escuelas de educación básica y de bachillerato existentes, o al menos, no se conoce publicación alguna al respecto, lo que resulta necesario dada la situación de violencia que prevalece en la entidad de algunos años a la fecha.

En el mes de Junio de 2009, la Fundación Sociedad Educadora de Sinaloa, A.C. auspició el Taller “Momento de Decisión” como parte del programa de jóvenes voluntarios y el programa de prevención de adicciones, y en la ceremonia de clausura y entrega de reconocimientos, a directores de escuelas y participantes, el Lic. Carlos Báez, entonces Subsecretario de Seguridad Pública reveló algunas cifras alarmantes, entre las que destacan que alrededor de 2 de cada 4 personas que delinquen por primera vez, son jóvenes entre los 16 y los 27 años de edad.

Ante la ausencia de estudios serios que nos ayuden a delimitar la situación real de este problema en nuestro estado, se ha recurrido a la consulta de notas periodísticas, sobre todo de personas vinculadas a instituciones públicas, como el Sindicato de maestros y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

En efecto, en el mes de agosto de 2010, el Profesor Jaime Quiñónez Muñoz, dirigente de la sección 27 de SNTE, comentó que los niños sobresalientes son quienes más sufren problemas de “bullying” o acoso escolar en las escuelas, por parte de sus propios compañeros, ya que por lo general, son los más serios y los más tímidos y además, por ser los más inteligentes, sus compañeros los ven como la torta del salón. […] Este problema es una cultura que no ha podido ser erradicada de las escuelas, debido a que anteriormente los maestros no recibían capacitación para tratar este asunto, por lo que en lugar de ir disminuyendo, se fue agravando. Sin embargo, a través de la Fundación SNTE, los maestros del estado reciben capacitación para que sepan tratar este problema, y por lo pronto se realizan cursos en Mazatlán, Culiacán, Guasave y Los Mochis, pero esperan reforzarlo el próximo ciclo escolar y llevarlo a maestros de otros municipios. Con relación a este curso añadió que la idea es reforzarlo el próximo ciclo escolar y poder llevarlo a otras ciudades, y que va dirigido principalmente a los maestros y será impartido por gente profesional, gente que tenga la capacidad de poder orientar a nuestros compañeros maestros”./

Por su parte, Verónica Ramírez Barrera, coordinadora de Difusión de la Dirección de Vinculación y Difusión de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Sinaloa, comentó en conferencia periodística que ha detectado al menos a diez niños víctimas de acoso escolar o bullying, en los niveles de primaria y secundaria. Manifestó igualmente, que los ofendidos fueron atendidos por instituciones como el Centro para Atención y Prevención de Violencia Intrafamiliar y el Instituto Sinaloense para la Mujeres y que como parte del trabajo de concientización, se ha trabajado con 18 mil 902 personas entre alumnos, maestros y padres de familia, pues los padres de familia necesitan saber qué es lo que sus hijos viven en las escuelas y qué medidas deben tomarse para protegerlos y que ellos se defiendan y vivan de mejor manera y no sea peleando. Los padres de familia, detalló, pueden darse cuenta que su hijo es víctima del bullying, cuando el menor no quiere ir a la escuela, baja su rendimiento escolar o constantemente dice que se siente mal mientras está en clase.”/

Por su parte, Miguel Ángel Millán Plaza, director de la Fundación SNTE de la Cultura del Maestro señaló que 6 de cada 10 jóvenes del nivel básico se convierten en algún momento en víctimas por parte de alguno de sus compañeros. También señaló que una de las características para que se dé el bullying, es que la víctima tenga alguna discapacidad, o una diferencia, ya sea religiosa, clase social o étnica, y que dicha diferencia se perciba dentro de un grupo, donde por lo general, también participa el atacante o abusador, quién es una persona más grande, más inteligente y que utiliza estos recursos para abusar.

Explicó que de acuerdo a una investigación realizada en el 2010 sobre el bullying y sus implicaciones en el contexto de la educación básica, destacó que un 80 por ciento de los estudiantes hombres son agredidos, y que la violencia física se da más dentro del salón de clases de la escuela. Detalló que cada vez son más alarmantes los tipos de agresiones que se dan desde el nivel preescolar sin importar el nivel socioeconómico, además de que utilizan la tecnología como medio para la victimización.

Manifestó además que este fenómeno lo ha venido previniendo desde primaria, pero donde detona y causa más conflictos es entre los 12 y los 16 años de edad, que es la etapa de secundaria. El primer paso que todos los padres de familia deben de dar, es darse cuenta que cuando sus hijos les digan: “no quiero ir a la escuela”, ya que por lo general podría ser una primera señal de que su hijo es víctima del bullying.”

Comentó que el bullying en las escuelas ha dejado graves consecuencias, sólo hay que recordar la muerte de José Martín Jiménez Tapia, de 12 años, el pasado 9 de enero de 2010, estudiante del grupo 1K de la Escuela Secundaria Técnica Industrial 75, ubicada, en el sector Barrancos en Culiacán Sinaloa y quién durante una riña fue golpeado salvajemente por otro alumno hasta quedar inconsciente. También, el suicidio de Celia "N", de 14 años de edad, del municipio de El Fuerte, quien a decir de los especialistas, fue víctima del bullying, siendo algunas de las causas para quitarse la vida ahorcándose en el salón de clases el 30 de septiembre de 2010.”/

Con lo anterior, puede verse que los efectos de la violencia escolar no están ausentes en nuestro país ni en la entidad. Sin embargo, aún no se han definido políticas educativas tendientes a erradicar este lacerante problema social, por lo que resulta necesaria la elaboración de estudios pertinentes que vengan a conformar criterios de solución factibles a corto y mediano plazo.

El presente estudio hace énfasis en la percepción de la violencia escolar que vivieron un grupo de jóvenes universitarios en su etapa de secundaria, y cuyos efectos en sus conductas actuales pueden ser medidos en términos de significados y actitudes frente a su responsabilidad como estudiantes, los que podrán ser considerados, como aspiración legítima del autor, por la autoridad educativa estatal con el propósito de establecer medidas de control dentro de las escuelas de este nivel y medidas de apoyo en los ámbitos familiares.

1.3 Definición del problema

Las manifestaciones de agresión y violencia escolar que tienen lugar entre los estudiantes del nivel básico, constituye un asunto importante para la sociedad que debe ser atendido antes de que se convierta en una patología más difícil de erradicar. Es un problema que ha sido atendido desde el discurso pedagógico por las autoridades escolares, y nada nos lleva a pensar que haya aumentado o disminuido o incluso que se haya corregido, pues todo indica que es un tema del que pocos quieren hablar y por lo mismo, no se tipifica ni se estudia adecuadamente.

Aun así, no porque siempre haya existido debe tolerarse, por lo que podemos afirmar que siendo un problema de carácter social en los niños que asoman a la pubertad y la adolescencia, su solución debe abordarse desde una perspectiva multifactorial, donde intervengan al menos, las instancias socializadoras que se indican a continuación:

  • Gobierno. Las autoridades educativas,

  • Familia. Las asociaciones de padres de familia,

  • Escuela. Los directivos y el personal docente

  • Medios de Comunicación. Prensa escrita, Radio y Televisión

  • Organismos no gubernamentales, Diversas Organizaciones de la sociedad civil

Cada una de estas instancias de socialización, tienen un rol dentro de la sociedad en la que actúan, y es su deber establecer sinergias adecuadas para la real solución de los problemas que afectan la vida interior, es decir el proceso natural de convertirse en personas, pues como bien señala Carl Rogers (1998) en una de sus obras:

“…El niño posee un sistema innato de motivación llamado tendencia a la actualización, que es propia de todo ser viviente, tendencia actualizante que dirige el desarrollo de cualquier organismo hacia la autonomía. Este proceso no es solo para preservar la vida sino que es un mecanismo que tiende a la superación, por lo tanto, se basa en la idea de una potencialidad inherente a crecer, tanto en el orden personal como filogenético de la especie.” /

1.3.1 Preguntas de análisis

Lo que se busca en la investigación, es encontrar evidencias de como las manifestaciones de carácter de los jóvenes universitarios, sus conductas, comportamientos y su rendimiento escolar actuales, tienen relación directa con el rol que jugaron en la época de estudiantes de la escuela primaria e incluso, en su adolescencia en la de secundaria y bachillerato, siendo los más conocidos, los de agresor, victima o de testigo.

Bajo lo antes señalado, las preguntas centrales de la investigación son las siguientes:

  • ¿Qué significados tienen actualmente para los jóvenes universitarios, los conceptos asociados a su desarrollo personal, como personalidad, agresividad, violencia en la escuela entre otros?

  • ¿Cómo recuerdan los jóvenes universitarios, sus experiencias de vida relacionadas con la violencia escolar que se vive en las escuelas del nivel básico?

  • ¿Cuáles fueron los roles que jugaron en su etapa de escolares de nivel básico, en aspectos de la violencia escolar, los jóvenes universitarios entrevistados?

  • ¿Cómo perciben los efectos de sus experiencias relacionadas con la violencia escolar, según el rol que hayan vivido?

  • ¿Qué cambios conductuales son los más frecuentes en las personas adultas derivados de sus experiencias de vida sobre la violencia escolar?

  • ¿Qué relación existe entre la violencia escolar vivida en el nivel básico y el rendimiento académico de los jóvenes universitarios?

  • 1.3.2 Expresión del problema

    Hasta este punto, y de acuerdo como lo señalan los principios de toda investigación de carácter cualitativo, se tiene muy clara la idea de lo que se pretende investigar, por lo que considerando las preguntas de análisis antes señaladas, el problema a resolver puede expresarse de la manera siguiente:

    “¿Que relación existe entre las experiencias de violencia escolar cualesquiera que haya sido el rol que los jóvenes estudiantes vivieron en su etapa del nivel básico y bachillerato, con sus actitudes y conductas y sus responsabilidades como estudiantes universitarios?”

    Puede observarse que en el planteamiento del problema, se pone en evidencia la necesidad de conocer las experiencias sobre violencia escolar, mas como un medio de relación con sus conductas, y no como elementos causales de sus motivaciones actuales, incluyendo en estas su responsabilidad como estudiantes de nivel profesional.

    1.4 Naturaleza y alcance de la investigación

    El estudio, es eminentemente cualitativo, ya que se fundamenta en la percepción que cierto número de alumnos seleccionados como representativos dentro de la Universidad de San Miguel, tienen acerca de sus experiencias en torno al fenómeno de la violencia escolar, y la posible conexión de los resultados que se obtengan, con las evidencias documentales que de ellos se tiene en lo referente a su aprovechamiento escolar y como promotores de ambientes de clima escolar prevaleciente dentro de la universidad de San Miguel. La naturaleza de la investigación es de carácter longitudinal, ya que ubica el nivel de percepción de los estudiantes actuales, con una edad promedio de 20 años, en sus comportamientos como estudiantes de secundaria (entre 11 y 13 años de edad) y de preparatoria (entre 16 y 18 años de edad).

    Como una forma de reiterar la importancia de analizar las conductas en estas edades es que de acuerdo con Fernando Corominas (1989) es que entre las características de los jóvenes en esas edades, es decir, entre la pubertad y el comienzo de la adolescencia los niños están sujetos:

    “…al descubrimiento del sí-mismo, del yo- espíritu, la crisis del desarrollo, la edad de las contradicciones, el comienzo de la independencia, una época en la que el egoísmo prevalece y la segunda afirmación del yo vuelve a ser natural. Y en el siguiente orden de edad, cuando el estudiante ya ingresa al bachillerato, de nueva cuenta se encuentra ante situaciones de rebeldía, inseguridad, obstinación e independencia, las que se manifestarán al mismo tiempo que una mayor capacidad de reflexión, anhelos de ser admirado, preocupación por lo social.”

    1.5 Justificación del estudio

    Una vez conocidos los resultados de la investigación, la Universidad de San Miguel, institución donde se realizó el estudio, se tendrán elementos suficientes para conformar uno o varios programas de intervención que ayuden a detectar la problemática de los jóvenes, y establecer programas de apoyo para elevar su rendimiento escolar con base en nuevos hábitos de estudio e investigación.

    Entre los programas de apoyo que pueden implementarse a favor de los jóvenes universitarios, sobre todos aquellos en los que se detectan actitudes y comportamientos en el período de inducción, se puede señalar a priori, la incorporación de un taller que les ayude a entender mejor su responsabilidad como estudiantes universitarios y mejorar sus conductas y actitudes y motivaciones frente a la vida, y durante el proceso formativo de su carrera, algunos programas de motivación a manera de seminarios sobre problemáticas actuales que aún sin ser del ámbito de su especialidad, los concientice de la responsabilidad social a la que se deberán en el futuro inmediato siendo profesionistas. Sin duda que los beneficios inmediatos podrán ser poco percibidos, pero en el largo plazo se mejoraría los aspectos de conductas y procesos de adaptación a la vida universitaria y profesional.

    Por otro lado, y de manera complementaria, los resultados del estudio pueden ser dados a conocer a los encargados del sistema de educación básica de la Secretaría de Educación Pública y Cultura, sobre todo a quienes coordinan escuelas secundarias, con el fin de que puedan elaborarse estudios de mayor envergadura que nos ayuden a identificar el nivel y grado de avance de este problema en los estudiantes de este nivel, y con ello, empezar a establecer programas de prevención en coordinación con las familias y otros grupos que participan en las diversas instancias de socialización, como podrían ser clubes de servicio, organizaciones no gubernamentales, iglesias, medios de comunicación y empresas entre otras.

    1.6 Propósito general

    Con el presente estudio, se busca conocer las opiniones, significados y experiencias, de un grupo de jóvenes universitarios, unos (Grupo B) que se distinguen por tener un bajo perfil como estudiantes, una escasa responsabilidad en el cumplimiento de sus deberes más elementales, un bajo nivel de rendimiento escolar y una clara tendencia a validar calificaciones por medio de los exámenes extraordinarios, reflejo inequívoco de que aún no tienen claro su plan de vida y carrera profesional, todo ello, contrastado con otros jóvenes (Grupo A) con características muy similares en cuanto al número y distribución de género, y que se distinguen por mantener un alto perfil como estudiantes, buena conducta en sus relaciones interpersonales con sus compañeros y profesores, buenas calificaciones y en general, un claro propósito de vida.

    Son evidentes también otros propósitos más particulares y que se vinculan estrechamente con el quehacer profesional del sustentante, y estos son, de alguna manera, influidos por ser el fundador y Rector de la Universidad de San Miguel, y la responsabilidad social que ello conlleva. Es por ello que como propósito adicional, podemos decir que las evidencias que se obtengan a través del presente estudio, serán de alta utilidad en el futuro inmediato para la conformación de programas de carácter extracurricular, que le permitan a la institución, rescatar a los estudiantes que caen en el perfil del grupo B señalado en primer término, sobre todo por el hecho de que la Universidad de San Miguel, busca distinguirse por la calidad de sus egresados una vez en ejercicio de su vida profesional.

    Por último, entre los propósitos de la presente investigación, se incluye que es un requisito insoslayable para la obtención del grado de Doctor en Desarrollo Humano, nivel de estudios promovido por el Instituto de Desarrollo Humano e Investigación, IDEHI de Culiacán Sinaloa, México, y demostrar mediante el mismo, que es factible a través de estudios de esta naturaleza, que estudiar al ser humano a través de sus actitudes, conductas y motivaciones, es una tarea que debe estar presente de manera permanente en todas las instituciones de educación superior.

    CAPÍTULO II

    ENFOQUE TEÓRICO DE LA INVESTIGACIÓN

    2.1 De la Psicología del ser humano

    Ser humano es la connotación con la cual describimos al hombre en las distintas visiones cosmogónicas, como son los aspectos externos, a saber: físicos y biológicos, e internos: como los emocionales, mentales y espirituales. Es el cumplimiento de la unidad en la diversidad, de la expresión de la vida en múltiples manifestaciones, incluyendo el mundo de lo social, instancia frente a la cual, el hombre se desenvuelve como ser humano y fundamentalmente el lugar en el que logra convertirse en persona, según la visión de Carl Rogers en su libro intitulado de la misma manera.

    Habría que decir que la imagen que el hombre proyecta de sí mismo en el contexto social donde se desenvuelve, no es una creencia que venga desde afuera, sino que es el conjunto de ideas prácticas, plasmado de valores y fines que constituyen la auto-interpretación que hace de sí mismo el ser humano. No hay ningún hombre que exista sin tener que comprenderse a sí mismo, de interpretar sus realidades subjetivas que se encuentran en su psique, anidadas en forma de recuerdos en su memoria, las que externamos cuando son satisfactorias y escondemos cuando no son experiencias gratificantes.

    Una de las grandes diferencias que distinguen al ser humano del resto del reino animal, tiene relación con la conciencia, pues mientras que los animales están consientes de que lo son, se reconocen en manada e incluso tienen sus propios códigos de comunicación, el ser humano es el único que puede manifestar una conciencia moral que implica la capacidad de juzgar la moralidad, es decir, su orientación hacia el bien o hacia el mal de la conducta propia o ajena. La conciencia humana pasa a ser consciencia, cuando además de autoconocerse es capaz de juzgarse en sus acciones, desplegando con ello su racionalidad e inteligencia, cualidades que están muy alejadas del instinto propio de los animales.

    De esta manera, utilizando la consciencia, es como el ser humano a través de sus percepciones, aprendizajes, vivencias, y recuerdos, se identifica con su ser real y conforma una personalidad que presenta como su yo personal ante la sociedad en la que convive. De ahí la importancia de abordar, aunque sea de manera breve, los aspectos de percepción, memoria y recuerdo como fenómenos que se dan en la vida interior del ser humano; como un preámbulo del estudio de sus conductas y motivaciones hacia la agresión y la violencia.

    2.1.1 La percepción, generalidades del concepto

    El concepto percepción proviene del latín “perceptio” y está referido a la acción y efecto de percibir a través de uno o más de los sentidos, alguna o algunas imágenes, impresiones o sensaciones externas, que generan en el sujeto una experiencia de comprensión y conocimiento de su realidad circundante. Este concepto, mantiene afinidades y concordancias con otros conceptos como son: aprehensión, cuyo significado está relacionado con la apropiación que hace el sujeto cognoscente de aquello que se le presenta en su propia realidad y lo suma como un conocimiento para si mismo.

    Especialistas en el estudio de la psicofisiología afirman que los sentidos del hombre, como son visión, olfato, gusto, tacto, y audición, y que son estudiados como parte periférica del sistema nervioso central, están conformados por un cierto número de células especializadas que tienen receptores que reaccionan a estímulos específicos/y por lo mismo, condicionan la experiencia en cada sujeto que aprende, podemos afirmar que tanto el fenómeno de la percepción como de la aprehensión, son complementarios, pues se incluyen mutuamente, ya que percibir es aprehender la realidad a través de los sentidos.

    Lo anterior, es comprensible, ya que por ejemplo, la sensación que tenemos de un aroma determinado, es la misma, siempre y cuando, nuestro olfato opere uniformemente, es decir, que no sufra alteraciones funcionales de alguna consideración. Pero si ese aroma se asocia a situaciones o impresiones particulares, con una importante carga emocional o cognitiva, es probable que adquiera otro significado en términos de la percepción que se tenga del mismo.

    Retomando el concepto de la percepción, diversas investigaciones han demostrado que algunos factores básicos de la percepción son biológicos y en la mayoría de los casos cumplen funciones adaptativas, en tanto que otros estudios han demostrado que la percepción es el resultado, en gran medida, de la ampliación y/o readaptación de las capacidades perceptivas innatas. Entre éstos últimos, Morales Ballesteros (2002), señala en su obra “Filosofía, aprender a filosofar” algunos aspectos sobre este fenómeno de la percepción, haciendo énfasis en que ésta:

    “…nos permite entrar en relación con la realidad en la que se desenvuelve nuestra vida y que tanto la memoria como la imaginación son las facultades que organizan las informaciones recibidas para hacer eficaz nuestra interacción con el medio. Pero la realidad que percibimos se muestra problemática, incierta, sorprendente y continuamente nueva, nos plantea problemas que nos exigen un esfuerzo permanente de acomodación y nos vemos obligados a ensayar y desarrollar todo tipo de conducta para solucionarlos.”

    En conclusión, y a esta altura del análisis, puede decirse que el fenómeno de la percepción, es un acto eminentemente humano que condiciona el aprendizaje que el ser humano hace de su realidad circundante a través de los sentidos, y que lo asimila (aprehende) de acuerdo con el nivel y grado de influencia que el medio ambiente genera sobre el individuo, es decir, que la forma como percibimos el “todo” que nos rodea, influye en la capacidad de aprehensión de los estímulos que recibimos y procesamos como conocimiento.

    2.1.1.1 Definición

    De acuerdo a lo señalado por A.A. Smirnov, S.L. Rubinstein, A.N. Leontiev y B.M. Tieplov (1960), la percepción se define como:

    “El reflejo del conjunto de cualidades y partes de los objetos y fenómenos de la realidad que actúan directamente sobre los órganos de los sentidos.”

    Estos mismos autores, señalan que la percepción, como fenómeno cognitivo, es decir, que nos genera un conocimiento, se complementa y perfecciona en un mayor o menor grado, con los conocimientos previamente adquiridos por experiencias anteriores.

    Con el propósito de aportar un particular punto de vista, y considerando nuestras experiencias y vivencias sobre el tema, aportamos nuestra propia definición, sobre el fenómeno de “percepción”, sobre la cual, se fincará el análisis subsecuente sobre el tema. En este sentido, entendemos que la percepción, es:

    “Un proceso cognitivo que le permite al ser humano, interpretar, comprender y procesar todo tipo de información que emana del entorno a través de un mecanismo de selección y organización de estímulos del ambiente, con el fin de adquirir, por este medio, una serie de experiencias significativas.”

    Recordar las experiencias percibidas sobre un fenómeno determinado y que hayamos vivido en el pasado reciente, nos proporciona un conocimiento de la realidad actual y nos ubica como personas experimentadas respecto al fenómeno que se estudia.

    De esta manera, podemos ver que a diferencia de la definición dada por Smirnov y otros, las palabras clave que sobresalen son: Proceso cognitivo, selección y organización de información, adquisición de experiencias significativas y recuerdo de las experiencias pasadas.

    Así, le damos un significado especial al recuerdo de lo aprehendido y sobre todo, vivido, que dejó una experiencia, buena o mala, pero significativa, en la vida del individuo.

    Es muy común que un mismo fenómeno o situación sea percibido de manera distinta por dos o más personas, esto es así en virtud de que los patrones culturales aprendidos le permiten a cada uno reafirmar su individualidad y nivel de conciencia frente a los fenómenos mismos. E incluso, a pesar de que el fenómeno haya sido percibido de la misma manera, también es común que pasado algún tiempo, este sea recordado de manera distinta y por lo mismo, la interpretación que se le de también sea diferente. Esto se explica por el hecho de que a pesar de que las personas reciban los mismos estímulos del medio ambiente a través de sus cinco sentidos, en algún momento específico, cada persona en particular presta atención en forma selectiva a ciertos aspectos del medio y de la misma manera, pasan por alto otros. Esto último se explica por el llamado “efecto Zeigarnik”/

    El proceso de selección de una persona comprende tanto factores internos como externos, filtrando las percepciones sensoriales y determinando cuál recibirá la mayor atención. Después, la persona organiza los estímulos seleccionados en patrones significativos.

    La forma en que las personas interpretan lo que perciben también varía en forma notable. La interpretación que hace una persona de los estímulos sensoriales que recibe, conducirá una respuesta, que sea manifiesta (acciones) o encubierta (motivación, actitudes y sentimientos) o ambas. Esto significa que cada persona en particular, selecciona y organiza los estímulos sensoriales de manera diferente y, por lo tanto, llega a interpretaciones y respuestas diversas.

    La diferencia de percepción ayuda a explicar por qué las personas se comportan en forma distinta en la misma situación. Con frecuencia se perciben las mismas cosas de manera diferente y las respuestas de comportamiento dependen, en parte, de dichas diferencias.

    2.1.1.2 Principales teorías sobre la percepción

    De manera breve y enunciativa, se analizarán tres de las principales corrientes de pensamiento que explican, cada una por su lado, el fenómeno de la percepción, aclarando que en esencia, coinciden en el hecho de que quien percibe un fenómeno, objeto o situación determinada, logra un aprendizaje que le condiciona en sus conductas.

    2.1.1.2.1 Teoría cognitiva

    Esta es una de las principales corriente de la psicología que se ha movido desde la orientación del comportamiento a la orientación cognitiva. Similarmente, el énfasis de entender e interpretar el comportamiento del individuo ha progresado de un acercamiento reforzado a un acercamiento cognitivo.

    Esta teoría es el fundamento de las modernas teorías del aprendizaje, sobre todo del constructivismo que incluye el concepto del aprendizaje significativo, donde el individuo que aprende y se construye a sí mismo, selecciona aquella información que percibe de su medio externo, la asocia a la ya conocida y finalmente obtiene un nuevo conocimiento.

    La teoría cognitiva es una corriente de pensamiento teórico que se encarga del estudio de los procesos mentales implicados en el aprendizaje y en ese sentido, estudia los mecanismos básicos y profundos por los que se elabora el conocimiento en las personas. Va desde la percepción, la memoria y el aprendizaje, hasta la formación de conceptos y razonamiento lógico. En este sentido, por cognitivo se entiende el acto de conocer y comprender, en sus acciones de almacenar, recuperar, reconocer, comprender, organizar y usar la información recibida a través de los sentidos.

    La percepción, desde la teoría cognitiva, es un fenómeno de cómo los individuos ven y le dan sentido a su ambiente. La percepción es sobre la selección, organización e interpretación del estímulo de los individuos de manera que ellos pueden comprender el mundo. Leslie de Chernatony (1993), nos da un buen ejemplo de la percepción desde el punto de vista de la teoría cognitiva y desde el enfoque de la mercadotecnia. Él nos dice que:

    “Los individuos están expuestos cada día a un tremendo número de estímulos, pues una investigación ha demostrado que un día típico cada consumidor está expuesto a más de 550 comerciales, sin contar con los miles de otras estimulaciones no-comerciales que encuentra. Dentro de este bombardeo sus órganos sensoriales seleccionan a aquellos estímulos que llaman más su atención, ya que hay una interpretación de los estímulos que son influenciados por actitudes, valores, motivos y experiencias pasadas así como el carácter del mismo estímulo. Los estímulos entonces, son seleccionados, organizados e interpretados.”/

    2.1.1.2.2 Teoría asociacionista

    Bajo esta denominación se conocen las aportaciones a la psicología de diversos autores filósofos de la humanidad, desde Aristóteles que planteaba un estudio de cómo asociar una idea con otra, pasando por los representantes del empirismo inglés, como John Locke y David Hume, que subrayaron la importancia de las asociaciones en la percepción sensorial. Continuando la línea de la historia, el asociacionismo ha derivado hasta nuestros días en que el término alude a la asociación que se establece entre un estímulo y la correspondiente respuesta.

    Esta teoría, considera la percepción como un mosaico de sensaciones, ya que señalan que primero se perciben las sensaciones aisladas y luego el cerebro asocia estas sensaciones para construir la percepción global del objeto. En este sentido, se dice, que el sujeto que percibe adopta un papel pasivo.

    La teoría asociacionista parte del principio de que relacionamos ciertas cosas en la memoria, en el pensamiento y en toda la vida mental, simplemente porque en nuestra experiencia original de las mismas se presentan vinculadas; y puesto que nuestros primeros encuentros con las cosas tienen lugar a través de los sentidos. Los asociacionistas sostienen que toda la complejidad de la vida mental puede reducirse a las impresiones sensoriales, es decir, a los componentes elementales de la conciencia en su vinculación con la experiencia.

    2.1.1.2.3 Teoría Gestalt

    De manera previa, se señala que el concepto “Gestalt” es un término de origen alemán, sin traducción directa al español, cuyo significado aproximado se relaciona con los conceptos “forma”, “totalidad”, “configuración” e “integración.” Esto significa que la forma o configuración de cualquier cosa está integrada por dos elementos sustantivos, que vienen a ser “la forma” y “el fondo”; situación que se percibe de manera cotidiana en todo aquello que percibimos de manera objetiva. Un buen ejemplo sería la pintura de Jean François Millet, “El Ángelus” donde las formas son la pareja orando junto a sus instrumentos de labranza, y el fondo, sería el campo y la capilla al final del horizonte.

    Una característica de este enfoque de la percepción, sobre todo cuando ambos elementos se encuentran en el mismo plano, es que forma y fondo pueden invertirse mediante la manipulación del “enfoque” del observador, a voluntad del mismo.

    Desde el punto de vista de esta teoría, los individuos perciben los estímulos como un todo y no de manera aislada, de ahí que se afirme que al percibir el ser humano un conjunto de sensaciones, éste las organiza en una Gestalt, es decir en una forma completa o total.

    2.1.1.3 Su enfoque en el presente estudio

    Como se ha podido observar en los puntos anteriores sobre la percepción, su tratamiento teórico ha estado desde hace muchos años en el ámbito de la psicología y la psicofisiología. Luz María Vargas Melgarejo/ (1994) es una profesora universitaria que ha definido el concepto siguiendo las ideas de (Allport, 1974, Cohen y Ward, 1973, Ardila, 1980, Day, 1981 y Rock, 1985) de la manera siguiente:/

    “Se entiende por `percepción', el proceso cognitivo de la conciencia que consiste en el reconocimiento, interpretación y significación para la elaboración de juicios en torno a las sensaciones obtenidas del ambiente físico y social, en el que intervienen otros procesos psíquicos entre los que se encuentran el aprendizaje, la memoria y la simbolización.”

    Vargas Melgarejo señala también, que dentro de la psicología, se ha generado una nueva corriente de pensamiento que habla sobre el concepto de “percepción social” para designar el fenómeno donde el individuo “aprehende”, por influencia de los distintos factores sociales, ambientales y culturales en los que se desenvuelve. Añade la autora que:

    “…lo que finalmente hacen los individuos, es abordar otros aspectos sociales como las creencias, las actitudes, las opiniones, los valores o los roles sociales.”

    En otra parte del análisis sobre la naturaleza de la percepción, la autora señala que:

    “En las últimas décadas el estudio de la percepción ha sido objeto de creciente interés dentro del campo de la antropología, sin embargo, este interés ha dado lugar a problemas conceptuales pues el término percepción ha llegado a ser empleado indiscriminadamente para designar otros aspectos que también tienen que ver con el ámbito de la visión del mundo de los grupos sociales, independientemente de que tales aspectos se ubiquen fuera de los límites marcados por el concepto percepción. Es común observar en diversas publicaciones que los aspectos calificados como percepción corresponden más bien al plano de las actitudes, los valores sociales o las creencias.”

    Para los fines de nuestro estudio, la percepción, está referida a ambos enfoques, por un lado al recuerdo de las vivencias propias en torno a las experiencias de violencia escolar en su etapa de la pubertad, como un acto puro de memoria, pero sobre todo, relacionado con los significados que hoy en día tienen sobre los conceptos implicados alrededor de dichas experiencias, las que si fueron traumáticas, dejaron una secuela, o en su caso, pudieron ser superadas.

    Se reitera que el tema de estudio es el de la violencia que se genera en la escuela y que tiene como trasfondo la competencia o la reafirmación de género, y donde no subyacen aspectos de daño deliberado como sería el caso del bullying, que hoy en día es considerado como una patología de carácter social, pues quién lo practica lo hace para satisfacer un problema de supremacía sobre los demás a quienes victimiza con sus actitudes agresivas, infundiendo miedo por medio de golpes o amenazas.

    Confirmando lo anterior, y siguiendo las ideas de Vargas Melgarejo, no podemos dejar de señalar que uno de los elementos importantes que definen la percepción es el reconocimiento de las experiencias cotidianas. Esto, ella lo explica así:

    “…El reconocimiento es un proceso importante involucrado en la percepción, porque permite evocar experiencias y conocimientos previamente adquiridos a lo largo de la vida con los cuales se comparan las nuevas experiencias, lo que permite identificarlas y aprehenderlas para interactuar con el entorno.”

    2.1.2 Categorías de referencia

    2.1.2.1 Memoria y recuerdo

    La memoria es una facultad del individuo que está íntimamente ligada con el fenómeno de la percepción, pues es mediante ésta como se establecen las relaciones de ciertos estímulos actuales, con percepciones vividas con anterioridad o a la inversa, ciertas percepciones que se viven de manera cotidiana, generan estímulos en la memoria como sensaciones ya conocidas. Es la razón por la cual es importante explicar, aunque sea de manera breve, algunos aspectos relacionados con la memoria, pues será mediante esta facultad humana como la investigación logrará que los sujetos bajo estudio, respondan a las preguntas específicas que se les planteen en cada uno de los instrumentos o cuestionarios preelaborados.

    La memoria es una función del cerebro y, a la vez, un fenómeno de la mente que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar información para ser utilizada en diversos procesos del desarrollo del individuo. Como explicación biológica simple, puede decirse que la memoria surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales o potenciación a largo plazo.

    De acuerdo con una serie de artículos consultados/ La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se clasifica convencionalmente en:

    • Memoria a corto plazo, (consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente),

    • Memoria a mediano plazo y,

    • Memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las correspondientes).

    En términos prácticos, los recuerdos, están ligados a la memoria, pues es ésta el lugar que sirve de almacenaje de todos aquellos sucesos, hechos o fenómenos que le hayan significado al individuo una experiencia determinada.

    En este sentido, los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria y que nos sirven para traer al presente algo o a alguien. Se definen también como una reproducción de algo anteriormente aprendido o vivido, por lo que están vinculados directamente con la experiencia.

    Cuando el recuerdo de las vivencias, sean éstas positivas o negativas continúan frescas en la memoria del individuo, sirve como elemento para la conformación de una conducta social determinada. Esta es la explicación del por qué algunas personas que tuvieron experiencias como víctimas, testigos o agresores en su etapa de pubertad, cuando son adultos continúan narrando la historia tal y como la vivieron, y muchas de las veces con un mal sabor de boca al respecto. Según el psicoanálisis, el aferrarse a un recuerdo puede generar depresiones y, en casos extremos, incluso una ruptura con la realidad actual.

    Los recuerdos de un colectivo humano nos dan una aproximación más cercana de la realidad que la propia historia, ya que ella suele saltarse los hechos individuales para centrarse en los acontecimientos más generales.

    Las impresiones y los recuerdos que tienen las personas sobre hechos de la infancia, así como la educación otorgada en el hogar junto con la recibida dentro de la comunidad y las variadas experiencias vivenciadas, tanto en la niñez como en la adolescencia, influencian en alto grado las creencias y la conformación de la personalidad adulta y de alguna manera se “reflejan” en las conductas y comportamientos de los individuos.

    2.1.2.2 Las Experiencias

    Las experiencias son, en principio, una forma de conocimiento, ya que el individuo que las experimenta, aprende algo nuevo necesariamente, ya sea en sentido positivo o negativo. Asumir que existen experiencias en los individuos, es aceptar que ha tenido, en algún momento de su vida, vivencias personales sobre un determinado hecho o fenómeno que le han dejado un conocimiento previo y que le sirve en el futuro, para mejorar, sobre todo cuando son positivas, o no volver a experimentarlas en el caso de que sean experiencias negativas o poco gratificantes.

    En el Diccionario del Español actual, puede leerse que experiencia es: “El conocimiento directo por haber realizado, vivido, sentido o sufrido uno mismo.”/ De ésta definición, se infiere que para asimilar y comprender un hecho determinado, es necesario haberlo vivido, ya que existe el aprendizaje indirecto que se da por las experiencias ajenas o por observación.

    Al respecto, y abundando en el término de experiencia y con relación a nuestro tema de estudio, Velázquez Reyes (2005), comenta en un estudio intitulado “Experiencias estudiantiles con la violencia en la escuela” que:

    “Si en su travesía escolar, los estudiantes, observaron que la forma privilegiada de resolver conflictos o encarar el encuentro con el otro es vía la violencia, que se puede esperar cuando más tarde ellos se enfrentan a situaciones similares si se sabe que la violencia, como cualquier otro aprendizaje social, se adquiere por imitación.”

    Líneas más adelante, en el apartado de discusión final de su documento, la autora señala que:

    “Si la experiencia es, como dice Larrosa (1998-22) no lo que pasa sino lo que nos pasa, lo que nos acaece, lo que nos forma o transforma entonces podemos asegurar que la experiencia de la violencia se conoce tempranamente y a lo largo del tránsito por la escuela. Al menos una parte de los alumnos se han enfrentado a alguno o varios tipos de violencia en la escuela que se constituye como una experiencia profunda, para muchos de los estudiantes, ya que deja una huella indeleble. Varios jóvenes señalaron: más que la violencia lo que lastima es la impunidad, experiencia profunda que nos acompañará por el resto de la vida.”/

    Estamos de acuerdo con la autora, en el sentido de que muchas de las conductas del individuo dentro del contexto social en el que actúan, tienen su origen en las experiencias que hayan vivido en su etapa de pubertad y adolescencia, sobre todo cuando no son superadas por experiencias positivas posteriores, de tal manera que es importante incidir, mediante cierto tipo de acciones de culturización, en cambiar las perspectivas del desarrollo individual de las personas, haciéndolos conscientes de su potencial como personas, siendo la edad ideal y el momento adecuado, la reafirmación de su identidad y su sentido de vida, en el momento en el que se estudia el bachillerato, por ser esta la etapa escolar en la que se definen las vocaciones y los proyectos de vida futura profesionalmente hablando.

    2.2 De la esencia social del ser humano y su desarrollo como persona

    A lo largo de la vida, desde la infancia hasta la senectud, los individuos están en un proceso permanente de perfeccionamiento y autorrealización, de ahí que como bien señala Flavio Mota Enciso/, en un artículo citando a Carl Rogers, que:

    ”…toda persona tiene poderosas fuerzas constructivas en su personalidad que necesitan manifestarse y que se les dejen operar. La persona tiene una tendencia innata -por lo tanto natural- al desarrollo y a la actualización.”

    De acuerdo con lo anterior, es interesante observar como una personalidad determinada nos condiciona, y como el transcurso de la vida y nuestras actitudes a su vez, cierran el círculo y refuerzan nuestra personalidad.

    Rogers suponía que si dejamos al niño en completa libertad para actuar, sin poner trabas a su desarrollo, todo lo que haga y aprenda siempre estará correcto y será bueno para él, bajo el supuesto de una total ausencia de restricciones. En efecto, en su libro “Psicoterapia centrada en el cliente”, hacia el final de la obra, donde esboza buena parte de su teoría psicológica, podemos leer algunas de sus proposiciones iniciales que son el sustento y los pilares de toda su obra que culmina en el concepto actual de desarrollo humano.

    Algunas de estas son las que se enuncian a continuación:

    “El organismo tiene una tendencia o impulso básico a actualizar, mantener y desarrollar al organismo experienciante” (Rogers, 1977: 414)

    “La persona necesita crecer, no que se le cultive. Solamente requiere contar con las condiciones propicias para desarrollarse. No hay que desarrollar estas fuerzas; debemos permitir que se desarrollen.”

    “La tendencia a la actualización es inherente al hombre. Debido a ésta, el hombre se ve impulsado a ser lo que genéticamente está diseñado para ser.”

    Otro supuesto de Rogers relativo a la naturaleza humana es la idea del que el hombre se encuentra en un continuo devenir. Todo cambia, tanto la persona misma como su entorno. Esto lo señalaba de la siguiente manera:

    "Todo individuo vive en un mundo continuamente cambiante de experiencias de las cuales es el centro" (Rogers, 1977: 410).

    “El hombre cambia y es bueno que cambie. Su campo `experiencial' está cambiando continuamente y con él su propio `yo'.” (Rogers, 1977: 416).

    De lo anterior, se colige la importancia de esbozar una serie de ideas sobre estos puntos categóricos de la psicología humana en una investigación sobre las experiencias de violencia escolar que vivieron los jóvenes en su etapa de pubertad y adolescencia temprana, pues estas experiencias fueron parte del cúmulo de motivaciones que tuvieron en su momento para crecer y solucionar algunos de sus ataduras como seres humanos en proceso de crecimiento.

    En buena medida, podemos afirmar que estas experiencias que el ser humano vive, forman parte del hilo conductor que va formando a los individuos, y las experiencias relacionadas con las manifestaciones de carácter agresivo y violento en su despertar a la vida, dejaron, estoy seguro, sus secuelas que hoy en día se manifiestan de múltiples maneras.

    Son precisamente estas manifestaciones, las que sirvieron de evidencias iniciales en los estudiantes sujetos de estudio (Grupo B) y de control (Grupo A), y de motivación para estudiar este fenómeno social de la violencia en la escuela en la etapa de pubertad y adolescencia temprana, a través de un estudio de carácter cualitativo y de corte longitudinal, ya que se proyectó a los estudiantes bajo estudio, para que a través de la memoria, lograran recuerdos de experiencias vividas de manera personal.

    2.2.1 La actitud, la conducta y los comportamientos

    2.2.1.1 Significados y definiciones

    La actitud es una categoría que se estudia dentro del ámbito de la psicología y ha sido definida como:

    “El vínculo existente entre el conocimiento adquirido por un individuo y la acción que realizará en el presente y en el futuro.

    Esta definición, contiene de manera implícita la facultad humana de la memoria, ya que cada individuo lleva depositada en ella, la influencia de experiencias del pasado, y toda acción que de él provenga, vendrá influenciada por sus expectativas sobre el futuro, ya que la información depositada nos inducirá proyectos, ambiciones y objetivos a realizar.

    La actitud frente a la vida está relacionada con la visión que tengamos del mundo que nos rodea. De ahí aquello de que lo que influye en cada uno de nosotros depende de la opinión que tengamos de los hechos antes que de los hechos mismos.

    La actitud proviene esencialmente de la información que llevamos grabada en nuestra mente, de ahí que nuestra actitud cambiará si también lo hacen nuestras opiniones y nuestras creencias. Al respecto, Morales Ballesteros (2002) señala que:

    “…la conducta siempre debe aparecer vinculada, en mayor o menor grado, a la conciencia, ya que a nuestro juicio, si se estudia solo la conducta, eliminando la conciencia, desaparece esa dimensión íntima que permite a cada sujeto comprender sus propias acciones y, por tanto, se elimina la `significación' humana de la acción. Por el contrario, si solo se estudia la conciencia, nos situamos al margen de la acción humana y de sus raíces biológicas y sociales. Así pues, no se puede olvidar la interdependencia que existe entre la conducta y la conciencia.”

    Además de los conceptos anteriores que son considerados, como emanados de la práctica social y la experiencia de investigadores de la psicología social, otros autores han estudiado y definido el concepto de la actitud, habiéndose encontrado los siguientes:

    F. H. Allport / (1924): “Una actitud es una disposición mental y neurológica, que se organiza a partir de la experiencia y que ejerce una influencia directriz o dinámica sobre las reacciones del individuo respecto de todos los objetos y a todas las situaciones que les corresponden”.

    R. Jeffress /: “La actitud es nuestra respuesta emocional y mental a las circunstancias de la vida”

    R. H. Fazio & D. R. Roskos-Ewoldsen/ (1992): “Las actitudes son asociaciones entre objetos actitudinales (prácticamente cualquier aspecto del mundo social) y las evaluaciones de esos objetos”.

    C. M. Judd/: “Las actitudes son evaluaciones duraderas de diversos aspectos del mundo social, evaluaciones que se almacenan en la memoria”.

    Kimball Young/: “Se puede definir una actitud como la tendencia o predisposición aprendida, más o menos generalizada y de tono afectivo, a responder de un modo bastante persistente y característico, por lo común positiva o negativamente (a favor o en contra), con referencia a una situación, idea, valor, objeto o clase de objetos materiales, o a una persona o grupo de personas”.

    Tomando en cuenta lo anterior, se reitera que el objetivo del estudio es determinar o identificar a través del análisis de las experiencias que sobre la violencia y la agresión escolar han tenido los jóvenes universitarios y sus significados actuales sobre una serie de categorías o conceptos relacionados, la forma como ellos han venido canalizando estas fuerzas que los condicionan como seres sociales aptos para vivir en convivencia, dentro del orden y el respeto a las normas.

    De igual manera, explicar el como las diversas actitudes que asumen los individuos frente a su propio entorno afecta la convivencia social, y del como también, se generan conductas y comportamientos que van en contra de los valores éticos y morales que debieran prevalecer en una sociedad eminentemente cosmopolita como lo es la ciudad de Culiacán.

    Como parte de fenómenos de la realidad social actual relacionados con la actitud como factor determinante de la conducta humana, Meléndrez Quezada Jorge René (2008-19)/ señala al respecto que:

    “Todas las actitudes se expresan como reacciones afectivas provocadas por las personas y las situaciones, y así es como las ve el observador.”

    “El significado que tiene una situación para el individuo depende menos de sus factores reales, `objetivos', que de la forma en que aparece ante él y de la impresión que le produce, o sea de la actitud que el individuo asume ante la situación.”

    “Las actitudes se desarrollan. Unas veces el origen se ve claramente, pero otras veces está incrustado tan profundamente en relaciones anteriores, que se requiere un gran esfuerzo y mucha habilidad para comprender el `tema' total.”

    “Las actitudes de una persona, son y están creadas e influenciadas por las actitudes de los demás, las que repercuten en ellas y pueden modificarlas, favorable o desfavorablemente; éstas son, por consiguiente, determinantes esenciales del desarrollo de la personalidad y de la conducta.”

    Por lo anterior, podemos decir que la conducta es la forma como las personas ya sea de manera individual o colectiva, se comportan en la vida, y como orientan sus acciones de interrelación permanente tanto en su entorno o con su mundo de estímulos.

    Se advierte que el concepto conducta contiene el de comportamiento, pues éstos últimos son los elementos observables que nos llevan a concluir sobre la conducta, la cual se percibe y se procesa en los individuos, desde tres áreas específicas, como son la mente, su cuerpo físico y su ambiente natural donde se desenvuelve. Lo que podemos percibir en el individuo son pues sus comportamientos, lo que nos llevará a considerar el origen de sus conductas. Un ejemplo de ello es: Una conducta violenta o iracunda, se manifiesta a través de un comportamiento agresivo.

    2.2.1.2 A lo largo de la vida

    No hay duda que el ser humano, tal como lo define Carl Rogers (1964), es un ser en constante proceso de desarrollo, es decir, se construye a sí mismo, de acuerdo a sus circunstancias, siempre en sentido positivo y trascendente, a pesar de que en muchas de las ocasiones, requiera ponerle máscaras a sus actitudes, conductas y comportamientos, las que le ayudan a encontrar mejores formas de convivencia, pues es innegable que vivimos de igual manera, en un mundo donde también prevalecen los egos y las malas conductas, con las virtudes y las buenas actitudes. Es por esta razón por la que Rogers plantea lo siguiente:

    “…Por qué razón, por debajo del nivel de la situación-problema que aqueja al individuo, -es decir, más allá de la preocupación generada por los estudios, la esposa, el empleador, su conducta extraña e incontrolable, o sus propios sentimientos inquietantes- se advierte una búsqueda primordial. Pienso que en el fondo todos se preguntan: ¿Quién soy yo realmente? ¿Cómo puedo entrar en contacto con este sí mismo real que subyace a mi conducta superficial? ¿Cómo puedo llegar a ser yo mismo?”

    Hoy en día y de acuerdo a la teoría evolutiva o del desarrollo humano, los psicólogos denominan desarrollo al cambio psicológico sistemático que se da a lo largo de la vida, ya que durante este proceso, la persona va accediendo a estados más complejos y mejores que los anteriores. Esta corriente de pensamiento centra su atención y objeto de estudio, en la búsqueda de razones que expliquen los cambios que tienen lugar en las personas con el paso del tiempo, es decir, con la edad, los aprendizajes y las experiencias.

    Entre las razones más socorridas, señalan que los cambios que se dan en las personas a lo largo de la vida pueden ser explicados a través de unos factores que se encuentran enfrentados o que son excluyentes tales como: la continuidad versus la discontinuidad, la herencia versus el ambiente, la normatividad versus la ilegalidad, el orden frente al desorden entre muchos otros, que subyacen en un contexto social en el que se desarrollan los sujetos y que les permiten comprender mejor su evolución; contextos entre los que destacan el histórico, el socio-económico, el cultural, el político, el religioso e incluso el étnico, por citar los más importantes.

    A lo largo del último siglo han sido varias las corrientes y los modelos teóricos que han aportado sus descubrimientos e investigaciones para explicar el fenómeno del cambio y puede decirse que en lo general, cada uno de estos modelos tiene sus propias explicaciones, incluso algunas francamente contrarias entre sí, sin embargo, es precisamente esta diversidad de paradigmas explicativos, lo que enriquece la comprensión del fenómeno del desarrollo del ser humano.

    De manera significativa, podemos citar como modelos explicativos que han creado corriente de pensamiento los siguientes: El psicoanálisis, (Freud, 1891), el desarrollo cognitivo (Piaget, 1955), el modelo socio-cultural (Liev Vygotsky, 1978) las teorías del aprendizaje (Watson, Thorndike, Skinner, Bandura entre otros) y más recientemente, el modelo ecológico (Bronfenbrenner, 1987) por citar tan solo algunos.

    2.2.1.3 Influencias sociales y culturales

    Como ya se ha señalado antes, Carl Rogers, precursor de la psicología humanista, señala que el ser humano está impulsado por una tendencia a la autorrealización, lo que significa que el hombre está dotado de todas las potencialidades necesarias para su completo desarrollo.

    Ahora bien, considerando que toda autorrealización en sentido positivo tiene rasgos de ser buena, bondadosa, magnánima y generosa, todos los seres humanos disfrutan de la disposición innata de hacer el bien, lo que significa que todas las personas somos buenas por naturaleza y que la oportunidad de hacer el mal, o desarrollar la maldad como un sentimiento negativo, está dada por las circunstancias que nos despiertan la falta de armonía de nuestras relaciones con otros seres humanos.

    De lo anterior, se deriva entonces que la premisa principal de que para poder desarrollar la virtud de la bondad, o deben perderse de vista otras virtudes íntimamente ligadas a esta como son la comprensión, la tolerancia y la generosidad, pues son estas últimas las que nos ayudarían a comprender y tolerar a nuestros semejantes, y adoptar una actitud generosa frente a la maledicencia que nos transmitan.

    Ahora bien, conociendo el qué de las cosas, habría entonces que entender el cómo, pues es lo que en última instancia nos permitirá orientar nuestras acciones en el sentido de la autorrealización positiva o hacia la bondad. En este aspecto la sicología humanista considera que todos lo seres humanos son capaces de cambio y de orientación al bien, por lo que para poder desarrollar las virtudes de la comprensión, la generosidad y la tolerancia como pilares de la bondad, habría que seguir los pasos que el mismo Rogers nos señala en el proceso terapéutico de entender al otro, que son la aceptación incondicional, la congruencia y la empatía, pues no hay duda que la aceptación incondicional significa también generosidad, la comprensión empatía, y la tolerancia congruencia.

    El ser humano es por naturaleza, un ser social que tiende a relacionarse con los demás y es precisamente en esa interrelación donde se hace posible su desarrollo personal, entendiendo éste como un proceso integral, holístico y dialéctico que abarca todas las dimensiones del ser y en el cual intervienen aspectos biológicos, naturales, históricos y culturales. Por lo mismo, el desarrollo y el crecimiento de las personas, es un proceso complejo en el cual se integran regularmente distintas funciones y transformaciones que enmarcan el avance sistemático de las relaciones sociales y culturales.

    El vehículo gestor de todas estas relaciones sociales es precisamente la comunicación, ya que ésta acompaña al hombre en todas sus actividades, siendo el lenguaje el elemento primordial en la interacción humana, seguida de signos, gestos y representaciones gráficas.

    De acuerdo con Piaget, las estructuras de la inteligencia incluyen el desarrollo del lenguaje, ya que sostiene que si un sujeto no interactúa no desarrolla la inteligencia ni el lenguaje. Piaget destaca la prominencia racional del lenguaje y lo asume como uno de los diversos aspectos que integran la superestructura de la mente humana. El lenguaje es visto como un instrumento de la capacidad cognoscitiva y afectiva del individuo, lo que indica que el conocimiento lingüístico que el niño posee depende de su conocimiento del mundo.

    Por lo anterior, podemos afirmar que la especie humana empezó su proceso de desarrollo intelectivo desde el momento mismo en que descubrió el lenguaje como medio de comunicación, aunque algunos autores prefieren señalar que fue en una etapa previa con la utilización de los dedos índice y pulgar para sujetar con fuerza objetos como palos o piedras entre otros. Lo cierto es que el lenguaje, ha servido a lo largo de la historia, como un elemento para que los seres humanos puedan intercambiar puntos de vista, opiniones y demás, y establecer los acuerdos necesarios para la cordial convivencia. En ese sentido, la comunicación es el medio ideal para la identificación y conservación de los valores esenciales en las relaciones humanas.

    Reafirmando lo antes señalado, Jorge Bucay (2001-63), en uno de sus capítulos dedicado al amor, en su libro “El Camino del encuentro” señala citando a Humberto Maturana, que:

    “El homo sapiens no se volvió sapiens por el desarrollo de su intelecto sino por el desarrollo de su lenguaje. Es el lenguaje y su progresiva sofisticación lo que produjo el desarrollo intelectual y no al revés. Entonces, se pregunta el brillante chileno: ¿Para qué apareció el lenguaje? ¿Para comunicar qué? Y se contesta: el amor. Y por supuesto que no se refiere solamente al amor romántico sino al liso y llano afecto por los demás. Se refiere, creo, al encuentro afectivo con el prójimo.”

    Al pensar en las relaciones humanas, y sobre todo afectivas, debemos estar conscientes que atrás del simple hecho de que dos personas establezcan una comunicación, existen una amplia gama de valores de coincidencia de ambas personas, como son por ejemplo, el idioma, la raza, las creencias religiosas, la moral colectiva, las preferencias políticas, la cultura entre otras, aspectos todos que permiten una adecuada fluidez en la comunicación y por lógica, acuerdos o compromisos de ambas partes.

    Este tipo de valores individuales son, por decirlo así, los elementos que delinean una personalidad inherente a cada ser humano, y sirven como ventanas desde las cuales cada quién ve el mundo y sus diferencias. Pongamos por ejemplo el aspecto de los valores religiosos. Dos personas de distinta religión abordan un tema determinado y por lo diferente de sus visiones, pueden requerir más tiempo para establecer acuerdos que quienes mantienen una creencia similar, muy a pesar de hablar el mismo idioma y mantener patrones culturales similares. Lo mismo podría decirse de quienes tienen preferencias o afiliaciones políticas distintas; ello en virtud de que existen en el ser humano, valores que sirven como sello para delinear la conducta en todas sus manifestaciones.

    Podemos decir que en este tipo de relaciones interpersonales, también existen algunas diferencias que pueden ser obstáculo para la comunicación, siendo aquí donde entra en juego un valor universal que debe ser observado por todos, y que viene a ser el respeto que debe existir entre las diferencias de pensamiento y patrones culturales de los interlocutores. Dejar el valor del respeto a un lado, equivale a cerrar la brecha comunicacional dificultando el proceso del entendimiento, en tanto que si el respeto es el valor que acompaña a las personas en todo el proceso, significa abrir la puerta a la concordancia y comprensión mutua.

    De esta manera, es como los principios de la psicología humanista, que mantienen intrínseca la capacidad afectiva del individuo, nos llevan también a que todos los seres humanos, con la ayuda del otro, desarrollen y dimensionen el verdadero sentido de la bondad o benevolencia, que en última instancia es en aspecto similar al del amor.

    2.2.1.4 La disciplina

    La disciplina es en principio un valor humano que emana del carácter del individuo y que es producto de una actitud seria y responsable ante la vida. Las personas que desde pequeños reciben en el hogar el ejemplo del deber ser, cuando grandes, reflejan la disciplina aprendida, es por ello, que se dice que la disciplina es el valor de la armonía, por el simple hecho de que todo guarda su lugar y su proporción.

    Los seres humanos deben tender a su propia armonía de ser, pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin. Para conquistar este valor hay que empezar por aprovechar la necesidad de orden en el hogar y para ello, hay que tener un lugar para cada cosa y por medio de la disciplina, poner siempre allí esas cosas; ni que decir que también hay que practicar el orden en el hablar, en el vestir y en las pertenencias.

    Este valor humano, tiene la virtud de que blinda el carácter del individuo y lo conforma para la realización de todo aquello que se proponga, pues por lo general, se hace acompañar de otros dos valores como la templanza y la perseverancia, la primera para vencer las adversidades y la segunda para no desistir en el intento.

    Así como la disciplina se practica en el seno de la familia, de la misma manera debe de hacerse en el seno de la escuela, donde los docentes procuren reforzar las normas de la casa y darle sentido al proceso del aprendizaje, estableciendo las reglas propias de dicho proceso.

    La disciplina en la escuela es también un valor supremo en la formación de niños y adolescentes. Baste recordar que la escuela es como el puente que une a la familia con la sociedad, razón por la cual, toda institución educativa debiera de mantener un código mínimo de normas disciplinarias, como por ejemplo, la asistencia y puntualidad, el cumplimiento de los deberes y tareas, el buen comportamiento y el orden dentro del aula. De estos podrán derivarse otros más que sean distintivos de cada centro escolar.

    Un niño formado con permisibilidad en el seno de la familia, le significará a la escuela una doble tarea e incluso un retraso en el proceso educativo cuando el niño se comporta de manera irresponsable, por lo que es necesaria la estrecha vinculación de la familia con la escuela y a su vez, de la escuela con la familia.

    Al respecto, Concepción Gotzens (1997) psicóloga y educadora española, señala que existe una tendencia generalizada a considerar que la escuela debe resolver la mayoría, por no decir todos los problemas de los ciudadanos que asisten o deberían asistir a ella, de donde se deriva la idea de que cualquier problema de comportamiento de un alumno es incumbencia de la escuela y en ella debe resolverse. De manera contundente, señala su desacuerdo expresando que:

    “La escuela constituye tan solo uno de los microcosmos donde habitan los alumnos, a nuestro entender altamente significativo y valioso, pero existen muchos otros que cuentan en su vida, por supuesto la familia, el vecindario, los amigos entre otros, por ello, pretender que la escuela se responsabilice de todo cuanto afecta al alumno, nos parece una forma de sobredimensionar sus posibilidades de actuación reales; con ello se torna ineficaz y contribuye a despreocupar a otros sectores de la sociedad que, cuando menos, son tan responsables de la educación del sujeto, como puede serlo la misma escuela.”

    Coincidimos con el comentario antes señalado y afirmamos que para solucionar este problema de considerar solo a la escuela como la responsable de formar buenos ciudadanos, es importante escolarizar a la familia y familiarizar a la escuela, binomio que coadyuvaría a mejorar las relaciones inter e intrapersonales de los educandos y por lo mismo, el respeto a sus semejantes y la contención de todo aquello que signifique manifestaciones negativas del carácter, como son la agresividad y la violencia.

    Hay una realidad que subyace en nuestro entorno social, y es el hecho de que la educación y todo lo que ello implica en la vida escolar, empezó a cambiar a fines del siglo pasado, y no solo en contenidos de la enseñanza sino también en todo lo que implica el contexto educativo respecto a lo social. Se cuestionaron las medidas disciplinarias relacionadas con las sanciones y las amonestaciones, para dar paso a una laxitud en las reglas y las normas de conducta dentro del seno de la escuela, razón por la cual, el enorme desafío que hoy en día tiene la escuela, y en especial la secundaria por ser el nivel educativo donde los niños empiezan a vivir los cambios bio-psico-sociales producto de la edad, no es tan solo procurar sostener normas disciplinarias, sino rescatar los valores que le dan sustento y sin los cuales, las normas no son mas que palabras huecas y sin sentido difíciles de cumplir.

    La caída de los viejos modelos disciplinarios, provocó una crisis aún no resuelta, que obliga a buscar alternativas de convivencia armónica, indispensables para la operatividad de cualquier propuesta educativa. Esta sería una explicación muy cercana de la transformación que ha tenido la simple agresión y violencia escolar producto de las diferencias de opinión entre los niños y jóvenes, a las claras manifestaciones de patología social que conlleva el fenómeno del bullying.

    2.2.2 El temperamento, el carácter y la personalidad

    Al hablar del concepto “personalidad”, no podemos dejar de lado los conceptos que lo implican, ya que son parte de su esencia y por lo mismo, no pueden aislarse, aunque para fines didácticos, puedan verse por separado. Nos referimos, en este caso, a los conceptos “temperamento” y “carácter.”

    Estos tres términos, temperamento, carácter y personalidad, con relativa frecuencia se entremezclan en la literatura sobre psicología, ya que son términos de alta proximidad en su significado, de tal manera que incluso, no son pocos los estudiosos que les parece que pueden verse como sinónimos, sin embargo, a pesar de la proximidad, no son idénticos en su esencia significativa.

    2.2.2.1 Conceptos y Definiciones

    Los estudiosos de la psicología han tratado siempre de entender y comprender las diferentes manifestaciones del concepto “personalidad” en los seres humanos, sin embargo, en lo que por lo general están todos de acuerdo, es que el origen del término proviene del latín persona que hace referencia a la máscara que utilizaban para proyectar una imagen idílica, los actores en la Roma antigua en sus representaciones de las tragedias griegas.

    Fue a principios del siglo pasado que empezaron a realizar, de manera sistemática, observaciones de carácter científico con el fin de ir obteniendo conclusiones relevantes para el estudio de esta categoría psicológica; siendo así, como unos descubrieron la importancia de ciertos factores hereditarios o genéticos en la definición de algunos rasgos de la personalidad en los individuos, en tanto que otros establecieron un cierto nivel de influencia del entorno social en el que el individuo se desarrolla. De estos enfoques, se derivaron la necesidad de realizar estudios de mayor profundidad, en los aspectos genéticos y de igual manera en los del medio ambiente, denominando a lo derivado de lo genético como “temperamento” y “carácter” a lo resultante de los comportamientos influenciados por el medio social donde actúa el individuo.

    Algunos teóricos ponen énfasis en las experiencias de la primera infancia, otros en la herencia, y otros atribuyen el papel fundamental al medio ambiente. Hay quienes analizan únicamente como se comportan las personas congruentes en distintas situaciones y momentos y les restan importancia al concepto de una personalidad única y consciente.

    De esta manera, fue que Allport (1961) citando a Hall & Lindzey, (1957, p. 262), definió a la personalidad como:

    “La organización dinámica en el individuo de aquellos sistemas psicofísicos que determinan su conducta y pensamiento característicos.”

    En tanto que con respecto al temperamento, el mismo autor (Allport) lo señala como:

    “El conjunto de fenómenos característicos de naturaleza emocional de un individuo, entre los que se cuentan la sensibilidad a la estimulación emocional, su intensidad y velocidad de la respuesta habi­tual, su estado de humor preponderante y sus fluctuaciones, la suscep­ti­bi­lidad, entre otros, dependientes de la estructura constitucional heredada".

    Con respecto al carácter, Allport aporta una definición bastante sencilla y clara a saber:

    “El carácter es, simplemente, Una serie de rasgos de la personalidad que son evaluados desde el punto de vista ético, ya que ambos conceptos, personalidad y carácter son parte de la misma esencia, y prácticamente lo mismo, pero en la valoración del carácter se introduce un juicio de valor subjetivo.”

    Finalmente lo que debemos tener claro para fines del presente estudio, es que la personalidad es algo único de cada individuo, y es lo que nos caracteriza como entes independientes y diferentes, o lo que es lo mismo, la personalidad es el patrón de pensamientos, sentimientos y conductas que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida a través de diferentes situaciones. Es importante aclarar que es en este proceso en el cual el individuo va adquiriendo experiencias y saberes que lo condicionan al cambio de ciertos rasgos de su personalidad, cambios que generalmente son para bien del propio individuo y sus relaciones interpersonales con la sociedad. A esto se le llama ir adquiriendo madurez y sabiduría.

    2.2.2.2 Su relación con la conducta humana

    Como ya se señaló, la conducta es la expresión de todas las características personales, es la manera como cada individuo realiza su propia cualidad, y manifiesta lo que es. Todo lo que la personalidad tiene de íntimo, la conducta lo tiene de externo, y en ese sentido, personalidad y conducta están ligadas entre sí, pues son parte de la misma esencia.

    La personalidad se reconoce por la conducta, pues es la manera de ser que la persona muestra externamente. Consecuentemente, al considerar la personalidad y la conducta como hechos correlativos, la cuestión de cómo estudiar la personalidad, como peculiaridad de cada uno de los sujetos, se resuelve al considerar que, siendo la conducta la proyección de la personalidad, el estudio de aquella es el camino para el conocimiento de ésta. Así pues, el estudio de la personalidad de los individuos se hace a través del estudio de la conducta de los mismos.

    Vale aclarar que realizar un estudio de la personalidad a través de la conducta, es referirse sólo al aspecto psicológico de la misma, ya que también está constituida por elementos somáticos y funcionales, que se pueden apreciar directamente como son el peso, la estatura, el rigor, las agudezas sensoriales entre otras que constituyen una realidad concreta del individuo. El estudio de la conducta nos proporciona pues, el conocimiento de algunos rasgos psicológicos de la personalidad./

    2.2.2.3 Explicaciones biológicas de la agresión humana

    Partiendo de la base de que el temperamento de los individuos es una parte innata de su personalidad, se infiere por lo mismo, que siendo la agresividad una expresión del temperamento, esta última tiene una connotación biológica sustantiva. En efecto, la agresividad, como manifestación del temperamento, puede ser explicada como el aspecto emotivo de la personalidad, ya que es la forma peculiar como el individuo reacciona ante los estímulos externos. Lo anterior, no significa de manera alguna que el temperamento no pueda ser modificado con el tiempo, ya que la cultura principalmente, es el elemento que propicia cambios favorables en el temperamento de las personas.

    Eysenck/, (1976) señala la existencia de dos dimensiones principales de temperamento a saber: Neuroticismo y extraversión-introversión. Al respecto, la Maestra Covarrubias de la Torre (2006) en un ensayo publicado por la Universidad de Guadalajara, explica que por neuroticismo, Eysenck hace referencia a la existencia de una dimensión que oscila entre aquellas personas normales, calmadas y tranquilas y aquellas que tienden a ser bastante “nerviosas.” El demostró que estas últimas tienden a sufrir más frecuentemente de una variedad de “trastornos nerviosos” conocidas como neurosis, de ahí el nombre de la dimensión, aunque se puede precisar que él no se refería a que aquellas personas que puntuaban alto en la escala de neuroticismo fuesen necesariamente neuróticas, sino que son más susceptibles a sufrir problemas neuróticos y por lo mismo, se caracterizan por ser de carácter agresivo.

    Este autor, señala la investigadora, estaba convencido de que ya que todo el mundo se ubicaba en algún punto de esta dimensión de normalidad a neuroticismo, esto era un indicador verdadero del temperamento; es decir, que esto era una dimensión de la personalidad apoyada genética y fisiológicamente. Posteriormente, él se dirigió hacia la investigación fisiológica para buscar posibles explicaciones.

    Por su parte, la dimensión extraversión-introversión es la que hace referencia a personas tímidas y calmadas frente a las personas proactivas e incluso escandalosas. Esta dimensión también se halla en todas las personas, pero su explicación fisiológica es un poco más compleja. Eysenck hipotetizó que la extraversión-introversión es una cuestión de equilibrio entre “inhibición” y “excitación” en el propio cerebro, muy similar a las ideas de las que Pavlov se sirvió para explicar algunas de las diferencias halladas en las reacciones al estrés de sus perros.

    Alguien que es extravertido, decía Eysenck, tiene una buena y fuerte inhibición: cuando se le enfrenta a una estimulación traumática (como un choque en un automóvil), el cerebro del extravertido se inhibe, lo que significa que se vuelve “insensible”, podríamos decir, al trauma y por tanto recordará muy poco de lo que ha ocurrido, en tanto que el introvertido tiene una pobre o débil inhibición: cuando hay un trauma, como el accidente de coche, su cerebro no le protege lo suficientemente rápido; no se “apaga” en ningún momento, más bien están muy alertas y aprenden bastante, de manera que pueden recordar todo lo que ha pasado e incluso, dirían que han visto el accidente en cámara lenta. El introvertido es muy poco dado a querer conducir después del accidente e incluso podría llegar a dejar de hacerlo para siempre.

    Abundando en la explicación biológica de la agresión, no podemos dejar de lado los estudios de un grupo de investigadores de España (Gil Verona y cols., 2002), citados por Muños-Delgado, Díaz y Moreno (2010) p. 165, quienes hacen una revisión extensamente documentada de las bases biológicas de la agresión y la violencia que permite conclusiones en este campo. En dicho documento del grupo de investigadores puede leerse lo siguiente:

    “…Se puede afirmar, que existe una amplia evidencia científica del papel de la testosterona como promotora de la agresión. La testosterona forma parte de un complejo de factores endocrinos y cerebrales estrechamente vinculado a la conducta reproductiva en relación muy patente y comprensible con la competencia por territorios y parejas sexuales. De esta manera, los episodios de agresividad y los ataques de rabia son mucho más abundantes durante la adolescencia entre los machos de diferentes especies, desde los peces hasta los primates y humanos, por lo que se ha involucrado a la testosterona como un factor contribuyente crucial. De hecho, existe evidencia de que los andrógenos son necesarios no solo en el proceso de pubertad, sino que tienen efectos desde antes del nacimiento.”

    2.2.3 Agresión, violencia y conflicto

    Analizar estos conceptos, tiene su justificación en el hecho de que son manifestaciones de la conducta humana, y la violencia escolar, tema de nuestra investigación, es también a su vez, la expresión de una conducta social muy generalizada en nuestra sociedad y de otros países por las evidencias encontradas, que a su vez, son el reflejo del nivel de competitividad al que estamos sujetos los seres humanos.

    2.2.3.1 Diferencias conceptuales

    Al hablar de violencia y agresión, es importante distinguir que se trata de dos fenómenos distintos, aunque por lo general, se consideran como sinónimos o cuando mucho, la diferenciación práctica se hace señalando que la violencia es el punto culminante de la agresión y a su vez, es una la expresión patológica del conflicto. A este respecto, Muñoz-Delgado, Díaz y Moreno (2010) p. 321, señalan que:

    “Agresividad y violencia son dos conceptos diferentes que se usan de forma indiscriminada; la primera, “es una conducta innata que se despliega automáticamente frente a determinados estímulos y se inhibe frente a otros. La violencia en cambio, es una conducta intencional, más que automática, que puede dañar, es decir, es la agresividad deliberada. Es la que nos distingue de algunos animales.”(San Martín 2008).”

    Acevedo y González (2010) señalan que violencia no es lo mismo que agresividad, y para ello argumentan lo siguiente:

    “…la agresividad que no es necesariamente negativa, nos permite sobrevivir a situaciones difíciles. Ser agresivo en determinadas circunstancias no implica hacerle daño a alguien. Ser violento en cambio, es utilizar la agresividad no para sobrevivir a una situación sino únicamente para destruir a otros.”

    De igual manera y en apoyo a la diferencia semántica, los autores J. Henri Bouché Peris y Francisco L. Hidalgo Mena (2005)/, señalan que:

    “…se trata de dos conceptos diferentes que merecen ser reconocidos en las orientaciones técnicas. Así, por agresión se entiende un movimiento de raigambre instintiva o pulsional que se desencadena por motivos que tienen que ver con la alimentación o con la prole y que busca, en general la supervivencia. Vale decir, es un concepto del orden de lo biológico y del comportamiento animal (Lorenz), instintivo y por tanto, estereotipado para todos los individuos de una misma especie.”

    Por lo que respecta al término “violencia”, los mismos autores señalan que ésta:

    “…es un concepto que hace referencia al orden social, por tanto es humano, ya que el hombre vive en sociedad, y que tiene que ver con un poder de sometimiento sobre otros que han perdido a su vez el poder. La violencia tiene que ver con la jerarquía que existe en la sociedad y dice de una relación en la cual no hay escape posible ya que la ley que somete, está vigente en todas partes. De la agresión es posible huir, de la violencia no, porque la ley tarde o temprano termina imponiéndose.”

    Continúan señalando los mismos autores que:

    “…la agresión es personalizada, se combate por un lugar en la especie, por defenderse o defender a la prole. La violencia es impersonal porque el que la ejerce no lo hace a título personal sino en representación del orden social instituido.”

    Por lo que respecta al concepto de conflicto, este por lo general aparece cargado con una valoración negativa, debido a que se confunde conflicto con violencia, es decir con su patología, sin embargo, un conflicto, más allá de la simple diferencias de opinión, puede resolverse también de manera no violenta.

    Mientras la violencia no es innata en los seres humanos sino que es un aprendizaje, el conflicto si es consustancial a la vida humana, algo natural y por tanto inevitable. De esta manera, más que eliminar el conflicto, de lo que se trata es de saber regularlo creativa y constructivamente de forma no violenta, ya que es una energía y una oportunidad para el cambio.

    Al respecto, Rogers señala que las exigencias de la vida individual y social son distintas, razón por la cual las relaciones humanas se enmarcan dentro de los límites del conflicto, y que cuando éste se presenta, por lo general es que existe en un sistema social distorsionado que lesiona al individuo en su integridad personal.

    Es por ello que su teoría propugna la existencia y desarrollo de una fuerza innata en el individuo a la que denomina “tendencia a la actualización” cuya expresión indicará la eficacia del modo ideal de vida. Cuando Rogers habla de conflicto entre el individuo y su contexto social, se refiere a la defensa o deformación de esa fuerza central que significa la tendencia hacia la auto actualización. Al respecto señala que:

    “…el conflicto no es inevitable entendiendo como modo ideal de vida como un proceso de trascender a la sociedad. Las características que un individuo debe desarrollar son la espontaneidad, autoconfianza, individualidad, apertura a la experiencia, imaginación y profundo autoconocimiento.”

    Esta forma de manifestarse el conflicto, pone en riesgo el principio de la auto actualización, lo que podría dar paso a un estilo de vida conformista.

    De acuerdo con estudiosos de la conducta humana, la personalidad de los individuos, está relacionada de manera directa tanto con factores inherentes a ellos mismos como son los de carácter genético, como a factores externos o del entorno donde se desenvuelven socialmente, y que de alguna manera influyen de manera determinante.

    El problema se complica cuando la agresividad como medio de defensa, se convierte en medio de agresión hacia otros, en busca de definir una personalidad dominante. En este sentido, La agresividad como conducta en muchos de los casos, corresponde a una característica aprendida desde pequeños en el hogar, ya que las relaciones que se dan y los comportamientos presentados por la familia, ejercen una influencia en su generación y mantenimiento.

    Sabemos que el temperamento es consustancial al ser humano y tiene su origen en aspectos genéticos, sin embargo, puede ser atenuado o magnificado según sea el entorno en el que desde la infancia el individuo crece y se desenvuelve. Es atenuado cuando quienes lo rodean le ayudan con reforzamientos positivos orientados a los valores humanos y es magnificado cuando ya sea de manera directa o indirecta, hay quién le aplaude conductas agresivas con expresiones o comentarios como: ¡eso es, no te dejes!”, “¡tú eres mas fuerte!”, “¡si te la hacen que te la paguen!”, entre otros. Con esos comentarios el niño puede conformar una sensación de aprobación al obtener el apoyo y percibe que sus malas conductas le son validadas como mecanismo de defensa frente a lo que él considera de los otros, una agresión, real o ficticia.

    Estos comportamientos agresivos pueden irse anidando en el subconsciente de los niños que crecen asumiéndolos como parte de su conducta habitual, y al llegar la adolescencia y posteriormente al ser adultos, los conflictos pueden agudizarse y propiciar serios problemas en sus relaciones interpersonales, que pueden generar conductas antisociales, y por ende, dificultades en la adaptación a la pareja, la familia y el trabajo principalmente.

    Diversos estudios nos indican que en una mayor proporción son conductas que presentan los varones, sin embargo actualmente, se sabe que también las mujeres presentan conductas agresivas, que si bien son un tanto encubiertas, también se caracterizan por ser violentas.

    2.2.3.2 Teorías que explican la violencia y la agresión

    Ya se comentó que la agresión, como conducta, es un modo de actuar de las personas, y que cuando tiene connotación positiva o asertiva, sirve como una fuerza que impulsa hacia la acción, hacia el logro, sin embargo, cuando se manifiesta de manera negativa como una conducta de incomodidad o insatisfacción hacia algo o hacia alguien, entre muchos otros sentimientos, puede decirse que es un fuerza mal canalizada, sobre todo cuando las reacciones ante lo que no les gusta, la mayoría de las ocasiones son desproporcionadas con respecto al problema original; esta desproporción es como ver las cosas en una magnitud demasiado grande y la respuesta automática se traduce en un insulto, desprecio, crítica, golpe, amenaza y otras tantas conductas que se catalogan como actitudes violentas sean éstas de orden físico, verbal o psicológica, entre otras; todas ellas son conductas que buscan el castigo de la otra u otras personas.

    Numerosas teorías psicológicas plantean que la agresión, es un patrón de respuestas adquiridas en función de determinados estímulos ambientales o familiares según una variedad de procedimientos. Al respecto, Christian Zakzyk (2002) señala en el capítulo 3 de su libro intitulado: “La Agresividad; comprenderla y evitarla” y que está dedicado a describir la hipótesis Frustración-Agresión, que:

    “Desde la década de 1940, Freud es asociado a la idea de que la agresividad es la consecuencia de una frustración de los deseos libidinales. En esa misma época, investigadores norteamericanos conductistas de la Universidad de Yale como Dollard (1939) y Miller (1941), intentan explicar los comportamientos agresivos por la hipótesis de la frustración-agresión definiendo esta última como una conducta cuya meta consiste en herir a otro o a su sustituto.”

    En efecto, Freud (1955) es uno de los autores que a lo largo de su vida buscaron explicar científicamente aspectos de la personalidad y la conducta, quién consideraba que la agresividad, en principio, era una categoría de impulso sexual, razón por la cual, a lo largo del tiempo le fue dando la categoría de dogma. Sin embargo, años después, afirmaba que ésta era flexible y que quién la infringía, (agresor) se deleitaba con el sufrimiento de la víctima.

    Al respecto, en la obra de Feist & Feist, dedicada a Teorías de la Personalidad, puede leerse, siguiendo las ideas de Freud con relación a esta categoría psicológica, que:

    “La agresividad es flexible y puede adoptar diversas formas como la burla, los cotilleos, el sarcasmo, la humillación, el humor y el disfrute con el sufrimiento de los demás. Las tendencias agresivas están presentes en todo el mundo y son la causa de las guerras y de las atrocidades y persecuciones por motivos religiosos.”

    Hay que recordar que en esos años, Freud vivió los estragos en la mente humana de la primera guerra mundial y que por lo mismo participó en el análisis conductual de muchos pacientes neuróticos, merced a lo cual, llegó a la indiscutible conclusión que el hombre tiene dos fuerzas instintivas contrapuestas, una que significa la conservación de la vida y la otra, que lo lleva a la destrucción y a muerte. Puede verse que Freud avala el hecho de que la agresión puede manifestarse de manera diferente, cuando afirma sobre la existencia de dos fuerzas instintivas contrapuestas.

    De igual manera Adler (1936)/ sostenía que algunas personas utilizan la conducta agresiva para protegerse de un profundo sentimiento o complejo de superioridad, el cual definió como un mecanismo inconsciente, neurológico, en el cual tratan de compensarse los sentimientos de inferioridad de los individuos, resaltando aquellas cualidades en las que sobresalen. Es lógico pensar que cada individuo posea aspectos positivos y otros negativos. Posiblemente los aspectos negativos del ser son obviados por su psiquis para obstinarse sólo con los positivos. Adler sostenía también que la conducta agresiva estaba relacionada con la necesidad de proteger una autoestima frágil.

    Esta forma de establecer protección frente a amenazas externas, decía Adler, puede adoptar la forma de menosprecio, acusación o autoacusación. En el primer caso, se da la tendencia a infravalorar los logros de otras personas y a sobrevalorar los propios, buscando con ello, menospreciar las acciones del otro.

    Por lo que respecta a la acusación, aquí la actitud distintiva, era culpar a otros de los errores propios, matizada con una buena carga de “no aceptación” de las malas decisiones personales. Y en el caso de la autoacusación, esta forma se caracteriza por una aceptación simulada de las culpas propias, con el fin de buscar la conmiseración de los demás, y con ello, someterlos a sus sufrimientos.

    Asimismo, Maslow (1964) precursor de las ideas humanistas y con las que estamos de acuerdo dada la trascendencia que hoy tienen y que han perdurado a lo largo de los años, le otorga a la agresión un origen cultural más que hereditario, pues entre sus escritos señala que esta es una reacción ante la frustración de las necesidades biológicas o ante la incapacidad de satisfacerlas. Estas conclusiones estuvieron basadas en la observación que realizó en un verano que pasó en la tribu india blackfoot, en la cual, encontró registros de solamente cinco actos agresivos, al analizar quince años previos. Durante su estancia, anotó que nunca observó muestras de crueldad y agresión, y que rara vez los adultos castigaban a los niños. La fama de hostilidad que tenía esta tribu, era más por la forma como se expresaban del hombre blanco, en respuesta al desdén y menosprecio recibido por éstos.

    Por su parte, Carl Rogers (1959) padre de la teoría humanista centrada en la persona, explica que la mayoría de las personas adoptan actitudes defensivas como una forma de protegerse frente a las amenazas externas, lo que no exime de agresión frente a otros. Las dos formas de defensa más importantes frente a la agresión, señala Rogers, son la distorsión y la negación, donde con la primera, el individuo busca tergiversar alguna experiencia con el fin de que empate con algún concepto del yo personal, en tanto que mediante la negación, lo que se busca es inhibir en la conciencia, alguna experiencia determinada con el fin de que no simbolice ninguna amenaza a nuestra integridad como persona. Feist & Feist (2007), señalan en su obra (página. 315) que:

    “Según Rogers (1959), la distorsión y la negación cumplen el mismo objetivo: procurar que nuestra percepción de las experiencias organísmicas sea congruente con nuestro concepto del yo, lo que nos permite ignorar o reprimir experiencias que de otro modo provocarían ansiedad y amenaza.”

    Bandura (1986) por su parte, es el iniciador de la llamada “Teoría del aprendizaje social”, mediante la cual, su autor hace una importante distinción entre los conceptos de aprender a agredir, y cometer un acto agresivo. Bandura inicio sus estudios sobre este tema, desde el año de 1965, realizando un experimento con un cierto número de niños, que observaron, a través de una película como un adulto golpeaba a un muñeco, en tanto que un igual número de niños no vieron dichas escenas. Posteriormente el grupo de niños que había observado el castigo al muñeco, hicieron lo mismo en cuanto fueron puestos frente al muñeco, en tanto el resto de los niños que no tenía la experiencia observada, se comportaron menos agresivos frente al muñeco.

    Esta teoría llevada al seno de la familia, explica el por qué los castigos que de manera agresiva aplican los padres a los niños, buscando corregir e inhibir este tipo de conductas aprendidas, resultan contraproducentes, ya que lo único que logran es aumentar el resentimiento frente a la autoridad manifiesta de los padres lejos de disminuir o eliminar dichas conductas.

    Finalmente, podemos mencionar una serie de autores que hicieron referencias en sus trabajos de investigación, a aspectos de la agresividad y la conducta humana. Entre ellos, tenemos a Ellis (1986), es quién afirma que las conductas agresivas son actitudes que se aprenden socialmente a través de la observación; la teoría de Aprendizaje de Skinner (1952), que evidencia que la agresión es adquirida por condicionamiento operante, la de Mussen y otros (1990), nos dicen que la agresión es resultado de las prácticas sociales de la familia y que los niños que emiten conductas agresivas, provienen de hogares donde la agresión es exhibida libremente, existe una disciplina inconsistente o un uso errático del castigo por señalar tan solo algunas en el gran universo de teorías sobre este tema.

    2.2.3.3 La agresión y la violencia como ejercicio de poder

    Es importante señalar, que entre los ingredientes que propician que los individuos manifiesten conductas y comportamientos violentos, están dos de capital importancia, por un lado, las frustraciones que se viven frente a las expectativas no cumplidas y por otro lado, las actitudes de `poder' o `influencia' que pretenden ejercer sobre los demás. Es decir, la frustración genera incertidumbre y sensación de minusvalía, misma que pretende ser compensada con el interés por recuperar la influencia y el poder que se siente perdido frente a los demás, incluso cuando no se haya tenido. Para fines del presente estudio, se centrará la mirada en el concepto del “poder”, por la estrecha connotación que tiene éste como principal motivador para que unos ejerzan además de influencia a través de la intimidación dominio sobre la voluntad de otros.

    El concepto de poder para Tawney (1941), en su obra “Trayectoria del poder” se centra en la imposición de la propia voluntad sobre otras personas. Literalmente el poder se puede definir como:

    “La capacidad de un individuo o grupo de individuos para modificar la conducta de otros individuos o grupos en la forma deseada y de impedir que la propia conducta sea modificada en la forma en que no se desea.”/

    En un sentido amplio, el poder se refiere a todos los tipos de influencia entre personas o grupos, incluyendo los que se ejercen en las condiciones en las cuales, existen transferencias de favores, donde ambas personas o grupos, resultan beneficiados.

    Otros autores establecen incluso que en el ejercicio del poder, algunas personas o grupo de personas, imponen su voluntad frente a otros, aún incluso en contra de su propia voluntad o a pesar de poner resistencia, por el simple hecho, de quienes lo ejercen, utilizan el recurso de la intimidación o bien, el retiro de cierto tipo de recompensas o incluso la amenaza de castigo. En cualquiera de estos casos, el poder así ejercido constituye un ejercicio negativo socialmente hablando, pues degrada, como seres humanos, a las personas que son sometidas.

    Otro autor, Talcott Parsons, sociólogo estadounidense, escribió varias obras entre las que destacan “La estructura de la acción social” (1937) y “El sistema social” (1951), estableciendo la teoría que sostiene que todas las sociedades tienden hacia la autorregulación, señalando que el poder, se usa para referirse a la capacidad de una persona o grupo, para imponer de forma recurrente su voluntad sobre otros.

    Como se observa, ambos autores, Tawney y Parsons coinciden en el hecho de que “poder”, es la actitud humana de hacer que otros hagan lo que uno quiere que hagan.

    Galtung (1995:26) señala con relación a la violencia, como categoría social que propicia en los individuos el ejercicio del poder y la influencia, que ésta se presenta:

    “…cuando los individuos se ven influidos de tal manera que sus realizaciones afectivas, somáticas y mentales, están por debajo de sus realizaciones,” mientras que otro autor, Romans (2000) sugiere que la violencia: “…supone hacer uso de la fuerza como recurso para producir intimidaciones o coacción moral o física a fin de obligar a otras personas a adoptar un comportamiento que de otra manera no se hubiese producido”/

    Por lo anterior, es importante que se entienda el papel que juegan las relaciones de poder en el fenómenos de la agresividad; pues éste es el elemento que le motiva al individuo a actuar de diferentes maneras frente a sus semejantes y su acción puede variar desde un acto sumamente violento a una expresión de control psicológico.

    2.2.3.4 Entornos de convivencia más comunes en que se vive la agresión y la violencia

    Uno de los primeros entornos de convivencia con los que aprendemos a relacionarnos, es la familia, donde también se adquieren hábitos de agresión y defensa, principalmente entre hijos-padres, hermano-hermano, siguiéndole en orden de importancia el barrio o comunidad donde vivimos, espacio común donde convergen los niños y donde se aprende a solucionar diferencias vía los pleitos, que van desde un partido de futbol, hasta la supremacía por lograr la mirada complaciente del compañero o compañera del sexo opuesto; y por último, la escuela, como lugar común de convivencia y aprendizaje aunque también de solución de conflictos.

    Es precisamente en estos entornos de convivencia social, donde afloran los rasgos de la personalidad, siendo el factor de agresividad, el que se manifiesta de manera más recurrente, de acuerdo a la naturaleza misma del individuo que busca para sí mismo la seguridad y la sobrevivencia en medios hostiles.

    2.2.3.4.1 En la familia

    Cualquier tipo de abuso de poder de parte de un miembro de la familia sobre otro, es considerado como violencia familiar, sin importar que este abuso se manifieste como maltrato físico, psicológico o de cualquier otro tipo. Si en un hogar se vive de manera recurrente o aislada cualquier tipo de abuso de poder, ahí existe violencia intrafamiliar.

    La violencia dentro del núcleo familiar tiene múltiples manifestaciones, las que van desde la violencia entre cónyuges, el maltrato de los padres hacia sus hijos, el maltrato de los hijos adultos a sus padres ancianos, el maltrato de los hermanos mayores hacia los menores entre otros, y la verdad sea dicha, es un problema cuya manifestación ha estado siempre dentro del contexto familiar desde tiempos remotos, y que en los años recientes empieza a estudiarse en cada una de sus facetas con enfoques de carácter psicológico y sociales, y a concientizarse como fenómeno muy grave que daña el clima de armonía de la familia, la salud de la población y el tejido social en general.

    La víctima de violencia intrafamiliar es cualquier persona que forme parte de la familia del agresor o que conviva de alguna manera con él, como puede ser un descendiente o pariente consanguíneo o bien uno de los cónyuges. En este último tipo de maltrato el más común es de parte de los hombres hacia las mujeres; sin embargo, existen también algunos casos de violencia de mujeres hacia hombres. Es importante destacar además, que también están considerados las manifestaciones de maltrato infantil, violencia hacia el adulto mayor y hacia minusválidos.

    Los tipos de actos considerados como parte de la violencia intrafamiliar son golpes o incidentes graves, insultos, amenazas, chantajes, control de actividades, abuso a la integridad personal, aislamiento, prohibición de trabajar fuera de casa, abandono afectivo, humillación y no respeto de opiniones entre otros, que son la semilla de un joven agresivo en la escuela.

    Todos estos tipos de maltratos se pueden clasificar en físicos, si se atenta contra el cuerpo de la otra persona; psicológicos, si existe el intento de causar miedo, la intimidación o cualquier tipo de insulto, descalificación o intento de control; sexuales, si hay un acto sexual impuesto o en contra de la voluntad de la víctima; y económicos, si no se cubren las necesidades básicas de la persona.

    Estudiosos de este tema señalan que una manera de reconocer el nivel y grado de violencia en una persona, es identificando la capacidad que tiene para controlarse frente a una situación de diferencias de opinión. Si la persona reacciona con gritos o golpes para defender su postura, entonces se puede hablar de un agresor.

    Los factores que se consideran como causas de que una persona sea violenta, se asocian principalmente al aspecto psicológico y al social. El agresor, generalmente no tiene capacidad de autocontrol y actúa impulsivamente.

    Lo anterior puede deberse a experiencias infantiles de violencia que dejaron secuelas en el individuo; también existe la posibilidad de que sea causa de la presión social y el estrés. Los asuntos económicos también pueden ser una causa importante de tensión que genera violencia.

    Cuando algunos hombres no son capaces de generar suficientes ingresos para mantener a su familia, surge en ellos una actitud violenta para demostrar hombría de esa manera, no habiendo podido hacerlo de la otra. Por otra parte, otra teoría también expone que mientras más equilibrado sea el poder del hombre y de la mujer en la familia, o el nivel de preparación de ambos, hay menos riesgos de violencia intrafamiliar.

    Otros factores incluyen el uso excesivo del alcohol, enfermedades mentales, autoritarismo y otros. Tanto el hombre como la mujer son responsables de violencia intrafamiliar. Mientras el hombre es más propenso a maltratar físicamente, la mujer lo hace psicológicamente. De todas maneras, el porcentaje es mucho mayor de parte de los hombres. Lo importante de todo es saber actuar, dado que en todos los países existen leyes que protegen al maltratado y castigan al agresor, siendo importante que las personas pidan ayuda antes de que la violencia pueda llevar a consecuencias fatales.

    El reconocimiento de este fenómeno, se debe a múltiples factores. En primer término, la familia ha dejado de ser un reducto privado infranqueable, sujeto a las decisiones internas y a la autoridad de quien la gobierna, todo ello derivado de políticas públicas estatales que tienden a la protección integral de la familia y de los miembros que la componen; por lo que la autoridad del pater familias se ha modificado y hoy en día, la posición de la mujer en la sociedad y el niño es considerado sujeto de derechos.

    Hay una serie de factores que hoy en día, en pleno siglo XXI, aún se siguen considerando de manera rígida y que en la actualidad, significan fuente de violencia dentro de las estructuras familiares, nos referimos a la rigidez de las estructuras familiares y la verticalidad de las mismas y la falsa creencia de que los principios de obediencia y respeto, se logran a través del castigo y normas disciplinarias coercitivas, malas prácticas que lejos de crear ambientes sanos de convivencia, promueven la desunión y la intolerancia

    Todos estos supuestos, implícitos y consensuados socialmente, corresponden a un modelo autoritario de familia, donde el respeto no es entendido como reciprocidad entre los miembros, sino que es definido a partir de una estructura de poder vertical.

    La dependencia de los más débiles frente a los más fuertes se refuerza, y la autonomía se vuelve un derecho no reconocido igualitariamente para todos los miembros del sistema familiar. La pubertad y la adolescencia, son dos etapas de la vida donde se generan los mayores cambios físicos, hormonales, cognoscitivos y emocionales, que abren la puerta del crecimiento a la edad adulta y a la madurez de las personas.

    Es una edad difícil, en la que el protagonista, hombre o mujer, viven períodos de inestabilidad y de acomodo en su personalidad, por el hecho de que aparecen situaciones y condiciones, experiencias y responsabilidades que les cuesta trabajo enfrentar, entre los que podemos señalar, su necesidad de pertenencia, su identificación de roles sociales, su imagen personal, su interacción con el medio familiar, escolar y social entre otros. Algunos autores sugieren que de cada diez jóvenes, dos o tres transitan venciendo dichas dificultades, sobre todo por tener una formación familiar de sólidos principios morales; cuatro o cinco lo hacen con mayor grado de dificultad, sobre todo por las influencias del medio ambiente, y el resto, que son al menos dos o tres de cada diez, tienen verdaderas dificultades en el manejo de su conducta y hábitos de vida y son los que a la postre, son etiquetados como inmaduros, o rebeldes, término, éste último, con el que les reconoce por su franca oposición a todo lo que signifique control social o límites de autoridad, ni que decir de las reglas, valores y costumbres de las familias y la sociedad en general.

    Se ha debido luchar muy duramente para cerrar la imagen idílica que tenía el concepto de familia, y que oscurecía el reconocimiento de hechos aberrantes cometidos en el seno de la misma.

    La observación clínica, la investigación empírica, las noticias periodísticas, y los boletines informativos, nos describen dolorosos actos de violencia entre esposos, de adultos hacia los niños a su cuidado, y hacia los ancianos dependientes en el núcleo familiar.

    En un artículo libre publicado en Internet,/ puede leerse lo siguiente:

    “Algunos datos extraídos de realidades de varios países nos ponen a tono con la magnitud del problema. […] “Noticias de Gran Bretaña basadas en archivos policiales y de la Corte indican que el 42% de los asesinatos incluyen “disputas domésticas” y un tercio de las víctimas de la violencia doméstica son niños. La Sociedad Nacional para la prevención de la Crueldad hacia los Niños (Reino Unido) informa que de tres a cuatro niños mueren por semana víctimas de malos tratos por parte de sus padres. […] “En los EE.UU., aproximadamente el 40% de los homicidios son el resultado de la violencia en el interior de la familia. […] “El índice de homicidios producidos por violencia intrafamiliar es similar para el Reino Unido (42%) y Australia (44%). Cifras similares aunque no oficiales se manejan en los países latinoamericanos. […] “Esta compleja realidad encuentra a nuestro sistema social inadecuadamente preparado para aliviar el sufrimiento de las víctimas y sus familias.”

    Al leer notas como las anteriores, lo que uno puede preguntarse es ¿Dónde quedó la cordura dentro de las familias y la sociedad en su conjunto? ¿Qué papel juegan el amor y el respeto dentro de las familias donde se ejerce la violencia? ¿Qué aprenden los hijos de sus padres que se comportan con violencia al dirimir sus diferencias? Las respuestas son tema de una investigación especial, sin embargo, una reflexión a priori nos lleva a la conclusión de que hoy en día la familia ya no cumple con el rol social y moral de ser la formadora de las conciencias y además, que la unión de una pareja puede ir más de la mano de intereses de otro tipo, muy lejos de la de conformar una familia dentro del contexto del amor. Al respecto, Ahumada Irma Margarita (2011) señala que:

    “…el comportamiento que muchos seres `humanos' están desarrollando tanto en el gobierno como en la sociedad en general, carece por completo de humanidad, pues la familia ya `no' es el vínculo de sentimientos humanos y civilizados”

    La familia, como una organización social, se ordena jerárquicamente de acuerdo con principios que varían históricamente. Sin embargo, hay uno que se ha mantenido estable a través de los siglos: el de la estructuración jerárquica en función de la edad y del sistema de “género”, esto es, las creencias y valores sostenidos culturalmente acerca del comportamiento de hombres y mujeres, de las relaciones entre ellos y de las características de los sexos. Las consideraciones valorativas acerca de lo que es predominantemente masculino y femenino, determinan los modelos sociales acerca del lugar del hombre y de la mujer, de las relaciones en el seno de la familia, del lugar de los hijos.

    Así se forman supuestos implícitos que subyacen a la organización familiar, y que regulan la distribución del poder entre sus miembros. Algunos de estos supuestos implícitos culturalmente son, por señalar los más importantes, el que la familia está organizada en jerarquías de poder desiguales entre hombres y mujeres, también, el hecho de que la desigualdad proviene de un ordenamiento biológico entre los sexos que otorga superioridad al hombre y que las mujeres están destinadas a ejercer funciones maternales, más allá de su capacidad reproductiva, condición natural la que les otorga características de debilidad, pasividad y sensibilidad, en tanto que los hombres dominan la naturaleza por medio de la intrusión, la acción y la fuerza.

    Hay otro conjunto de supuestos implícitos que gobiernan las relaciones con los hijos, que "legitiman” socioculturalmente las acciones violentas hacia ellos, entre los que podemos citar, por ejemplo, la creencia de que los hijos son propiedad privada de los padres, cuando en realidad se tiene un tiempo límite para educarlos en la conformación de su propio proyecto de vida; de igual manera, la creencia de que todo lo que sucede dentro de las cuatro paredes del hogar es de incumbencia exclusiva del ámbito privado, cuando en realidad, hoy en día la mayor parte de los países del mundo han establecido legislaciones a favor de los derechos de las personas, incluyendo a niños y a jóvenes y por último, la creencia de que el mejor método formativo son las restricciones excesivas y los castigos físicos, cuando la realidad es que lejos de educarlos, los convertimos en personas sin ánimo de vida, cuando lo que los hijos necesitan es educarlos en la voluntad,

    Castillo Ceballos (2000) señala en su obra que “…formar la voluntad es formar el carácter, lo que supone conseguir una voluntad decidida, tenaz, con capacidad para el esfuerzo habitual, para el esfuerzo mantenido en el tiempo.” Lo más importante para ello, señala, es la educación dentro de un esquema de valores, donde la formación de hábitos, sobre todo buenos hábitos, sean la palanca para crear hijos independientes.

    Una de las cosas más difíciles de los padres de familia hoy en día, está relacionada con la llamada “emancipación de los hijos” ya que cada vez es más frecuente, encontrar hijos mayores de edad, es decir, en el umbral de la juventud, que aún viven en la casa paterna. La causa o las causas de este fenómeno familiar, son múltiples y variadas, sin embargo, no debemos soslayar la responsabilidad de los padres en este extraño fenómeno social.

    2.2.3.4.2 En la comunidad o barrio

    Una de las primeras manifestaciones que tienen los jóvenes que inician su pubertad y adolescencia temprana para establecer pertenencia, y con ello mecanismos de defensa frente a lo externo, son la conformación de grupos solidarios dentro del barrio. Estos grupos se denominan en nuestra cultura pandillas, y se caracterizan por un fuerte sentido de cohesión entre sus integrantes, que están conscientes de que deben aprender a defenderse frente a las adversidades que les esperan cuando sean mayores.

    El fenómeno de la violencia que se manifiesta en el entorno del barrio o la colonia, es tan solo una extensión del que suele darse en el marco escolar, ya que por lo general, las rivalidades se trasladan de ámbito pero los actores son los mismos. Estas manifestaciones de violencia, constituyen una clara situación de riesgo social fundamentalmente para las víctimas, pero también para los agresores y los observadores. Todos ellos están haciendo un aprendizaje social y construyendo un esquema de socialización, en el que los límites del poder están en la agresividad y la prepotencia, alterando cualquier esquema normalizado de dominio-sumisión.

    Quizá una de las primeras formas de establecer rivalidades frente a otros grupos, son la conformación de grupos deportivos, bajo el auspicio de los propios padres de familia, los cuales en ocasiones son el embrión de pleitos por inconformidades en los resultados obtenidos, sin embargo, conforme van creciendo en edad sus integrantes, la pandilla se va transformando y asumiendo roles de mayor riesgo, de tal manera que si no se tiene, dentro de la familia una debida orientación al respecto, se puede caer en el vandalismo o en último grado, la delincuencia juvenil, algo que desde la época de los ochentas, se torna en algo común en las principales ciudades de las capitales de nuestra América Latina.

    En efecto, Miriam Abramovay, socióloga argentina que coordina estudios e investigaciones sobre convivencia escolar y violencia, con el auspicio de la Red de Información Tecnológica Latinoamericana, señala en un artículo publicado en Junio de 2008,/ que:

    “La formación de pandillas está fuertemente asociada con las culturas juveniles y los procesos de afirmación de identidades, y consisten básicamente en aglomeraciones reunidas en torno de actividades relacionadas con la música, el ocio y, a menudo, también con varias prácticas ilícitas. Los jóvenes, tanto hombres como mujeres, se adhieren a las pandillas en busca de un sentimiento de pertenencia, de modo que sus miembros comparten códigos específicos de lenguaje, ropa y comportamiento. Sus integrantes tienden a ser solidarios entre sí, y son comunes las referencias a la pandilla como una especie de familia y un espacio de protección. Entre las actividades asociadas a esos grupos, podemos citar la diversión, las pintadas, las disputas por espacios, los ataques a algún “enemigo” común o a pandillas antagonistas y, en algunos casos, los robos, asaltos, compra o venta de drogas y depredación. Así y todo, la mayoría no llega a entrar en el tráfico de drogas.”

    Esta realidad que expresa la autora y que corresponde a una cultura muy similar a la nuestra, aunque con profundas raíces europeas, define muy bien los criterios bajo los cuales otros países, tanto de Centroamérica como del sur, deben emprender con el fin de atenuar las asechanzas de los grupos delictivos de alta organización, que pueden ver en los jóvenes latinoamericanos, la carne de cañón para la conformación de grupos armados en contra del orden establecido. Como ejemplo, de lo anterior, en México, Carlos Mario Perea Restrepo, se ha especializado en estudios relacionados con las pandillas/ señala en un largo ensayo de corte fenomenológico y etnográfico, publicado en el mes de Abril de 2008, que:

    “…Teniendo en cuenta que en México la violencia se atenúa sin que ello se traduzca en ausencia de criminalidad, estas páginas abordan las fuerzas que detienen la proliferación de las violencias en México, tal y como lo revela una mirada sobre el conflicto urbano. Para ello se acude a la experiencia de un pandillero de Tijuana. Primero se transcribe el testimonio, y se tiene una versión directa y sin mediaciones de ese inaccesible mundo de las pandillas. Segundo, se exponen los rasgos mediante los cuales el personaje forma parte de los “modos” propios del universo pandillero, hoy extendidos a lo largo del mundo entero. Tercero, se pone en evidencia la singularidad mexicana, es decir, aquellos rasgos que diferencian la violencia de sus pandillas. Y, por último, se proponen los elementos de la cultura que explican la contención violenta propia de México.”

    De alguna manera, puede verse que los niveles de violencia y agresión en las escuelas no han llegado aún a nuestro país, a los niveles a los que se vive en otras partes del mundo, sin embargo, es tiempo de iniciar estudios de diagnóstico que nos permitan establecer criterios y políticas de orden educativo donde se involucren, además de las autoridades públicas, los maestros y directivos de las escuelas, los líderes sindicales y sobre todo los padres de familia. Hay que tomar en cuenta, que de no hacerlo, estaremos posponiendo las soluciones preventivas y que será mucho más difícil, desterrar el fenómeno cuando este se convierta en una patología social.

    2.2.3.4.3 En la escuela

    La investigadora Muñoz Quezada (2007) promotora de un estudio relacionado con la violencia que viven los jóvenes estudiantes adolescentes en un liceo municipal de Chile, y auspiciado por el Ministerio de Educación, señala que:

    “…el tema de la violencia en las escuelas está relacionado con la cultura y la convivencia escolar. La cultura escolar se refiere a un conjunto de conocimientos, estados anímicos, acciones y nivel de desarrollo alcanzado por una comunidad educativa. Por otro lado, la convivencia escolar alude a la interrelación que se da entre docentes, alumnos, directivos, para-docentes, padres y apoderados de cada establecimiento educacional. Tanto la cultura como la convivencia escolar son una construcción colectiva y, por lo tanto, es de responsabilidad social. Por otro lado, el conflicto se refiere a diferencias de criterios, de intereses o de posición personal frente a temas, situaciones o puntos de vista. Los conflictos son inherentes a la sociabilidad humana y son esperables en toda comunidad educativa”

    Por su parte, la maestra e investigadora Velázquez Reyes (2005), señala de acuerdo con Jackson (1968), que la escuela:

    “…puede ser paraíso o infierno, o ambas cosas al mismo tiempo, [ya que] para muchos estudiantes ser víctimas de acoso y agresiones es una de las caras que adquiere el infierno escolar. […] Diversos investigadores se preocupan por el incremento de comportamientos violentos en el ámbito escolar, sin embargo, aunque se trata de un tema de moda, exige un tratamiento particular, por lo cual, aceptamos la sugerencia de hablar en plural, es decir, de las violencias”

    En el mismo orden de ideas, señala la autora estar de acuerdo con Dufet (1994), quién establece una diferenciación importante y habla de tres clases de violencia: “Violencia exterior a la escuela, violencia contra la escuela y violencia en la escuela”, es decir, violencia fuera de la escuela, violencia contra la escuela y violencia dentro del ámbito de la escuela.

    Algunos autores al analizar la violencia escolar, tienden a darle un significado similar al fenómeno del “bullying”, ya que la definen como una especie de tortura sistemática, en la que el agresor mantiene a la víctima, a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros.

    2.2.3.5 El Estado y el Control social

    Se está consciente de que corresponde al Estado, como instancia de socialización el que promueve y facilita la educación básica por mandato constitucional, establecer los mecanismos de control social en el resto de las instancias, siendo la escuela una de ellas, entendido éste como el conjunto de normas y principios que regulan la vida de los individuos en la esfera social, sin embargo, la familia es, conjuntamente con el estado, la instancia responsable de que el problema de la violencia escolar se atenúe en la medida en la que se inculquen y se vivan los valores más esenciales de la convivencia hacia el interior de la misma.

    Por lo general, el concepto del control social, se identifica como un concepto sociológico genuinamente formulado como expresión de autorregulación del orden social, y a la vez, ha sido muy bien admitido por los enfoques funcionalistas del consenso social, aunque en ocasiones tiende a asumirse como sinónimo de respuestas del sistema de control social punitivo, en el sentido de actuaciones de vigilancia-sanción, represión y castigo llevadas a cabo por diferentes mecanismos de control formal.

    La paternidad científica de la expresión Control Social pertenece al sociólogo norteamericano Edward Ross (1901), quién la utilizó por primera vez como categoría enfocada a los problemas del orden y la organización social, en la búsqueda de una estabilidad social integrativa resultante de la aceptación de valores únicos y uniformadores de un conglomerado humano disímil en sus raíces étnicas y culturales, de ahí que por definición, el control social signifique de acuerdo con diversos autores:

    “…el conjunto de prácticas, actitudes y valores destinados a mantener el orden establecido en las sociedades y como un medio de fortalecimiento y supervivencia.”

    Estudiosos de la materia, han podido determinar que el problema social, referido a la agresión y violencia en las escuelas, por lo regular, se inicia en la edad temprana y que se pone de manifiesto en los niños y niñas que viven sus primeras experiencias de competencia con otros niños durante su educación básica. Dichos efectos, pueden ir desde simples complejos de minusvalía que de alguna manera trastocan la personalidad de las personas, hasta el extremo de que el individuo pueda convertirse en un resentido social con distintas y variadas formas de agresión y violencia. En el primero de los casos, los problemas pueden ser resueltos mediante procesos de intervención que le permitan al individuo conocer y estar consciente de sus patologías y encontrar a través de la asesoría psicológica profesional, la mejor manera de convivir socialmente, en cambio, cuando las patologías son de alto impacto social por el hecho de que el individuo que las padece es un agresor en todos los órdenes de la vida, lo más probable es que sea una persona que tiene que vivir aislado del mundo ya sea en reclusorios o en hospitales psiquiátricos, lo que evidentemente le resta a la sociedad, capacidad real de desarrollo.

    Evidentemente, lo anterior no significa que no existan formas de solución a dicho problema social, desde la construcción y diseño de políticas públicas en materia educativa, sobre todo en el nivel básico, que se considera uno de los escenarios embrionarios de dicho problema, sino al contrario, es posible trabajar en esta materia, a través de adecuados programas de orientación en los niños entre los 10 y los 15 años de edad, etapa en la que se manifiestan los problemas de definición y reforzamiento de la personalidad adulta y edad en la que cursan sus estudios secundarios.

    Estadísticamente, el tipo de violencia dominante en la escuela es de carácter emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros educativos. Los protagonistas de los casos de violencia escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas y de niños en el de victimarios.

    Una justificación válida para que el estado inicie, a través de políticas públicas en el ámbito escolar que pongan freno a las manifestaciones de agresión y violencia en las escuelas, es lo que un estudio de la OCDE, publicado en junio de 2009, refleja y que resulta alarmante, ya que ubica a nuestro país, como el que tiene el mayor índice de percepción de los profesores de nivel secundaria, respecto a la “intimidación o abuso verbal entre los jóvenes”, evaluación hecha respecto al clima escolar durante el ciclo 2007-2008. La mayor parte de los países considerados fueron europeos, solo dos del oriente medio y dos latinoamericanos, México y Brasil.

    Según, los resultados, el reporte dado a conocer señala que México tiene un índice de percepción de los profesores del 61.2%, ya que dicen:

    “…en las aulas se dan situaciones de agresión verbal y hasta física por parte de un alto porcentaje de alumnos hacia sus compañeros, lo que genera un enrarecido clima en el aula y dificulta los procesos de enseñanza-aprendizaje.”/

    El resto de los países, con índices elevados, son Malta con el 48.8%, Hungría con el 48.2%, Estonia con el 47.2%, Eslovenia con el 46.3%, España con el 40.6% y Brasil con el 39.3%. El porcentaje promedio se ubica en el 34.6% de los 24 países estudiados.

    El estudio en cuestión no refleja ni la metodología ni el tamaño de la muestra y las entidades donde fue aplicado en nuestro país, sin embargo, el estudio es comparativo entre un total de 24 países afiliados a dicho organismo y debe ser considerado como un indicador de referencia del fenómeno bajo estudio.

    Es evidente que en materia de violencia escolar, en nuestra entidad es palpable la falta de atención de las autoridades educativas tanto estatales como del nivel federal, incluyendo entre estos a los sindicatos de maestros, quienes parecen no preocuparse por la solución del problema a través de mecanismos de control social en los ámbitos escolares y además, de la falta de atención de este tipo de asuntos por parte de los padres de familia, que también dan la impresión de muy ocupados en tareas de sobrevivencia y participación social en mayor medida que en atender la problemática por la que atraviesan sus hijos en su entrada a la pubertad y adolescencia.

    2.2.4 El Bullying como fenómeno social

    2.2.4.1 Generalidades

    Es importante señalar como preámbulo del presente apartado, que el tema de nuestra investigación hace referencia a la violencia que se genera en la escuela, en el ámbito de las rivalidades propias de la edad y por circunstancias baladíes, y donde lo que prevalece es el juego brusco, la carrilla y otros tipo de expresiones de fuerza o de poder que los jóvenes ejercen entre sí mismos y que por lo general son conciliables a través de un proceso de intervención entre los mismos compañeros.

    El bullying en cambio, es en principio una patología social que manifiestan los jóvenes que no han sabido canalizar sus energías y resentimientos y los descargan en contra de otros más débiles. Este tipo de violencia que se da en las escuelas, se caracteriza, por ser una manifestación derivada de un proceso evolutivo e imperceptible de las rivalidades antes señaladas. En efecto, cuando las rivalidades no son resueltas y se genera una reacción de resabio o rencor por parte de alguno de los participantes, se inicia un proceso de acoso e intimidación, donde uno asume el papel de victimario o agresor, y el otro el de víctima o agredido.

    No podemos negar que esto existe en algunas escuelas, aunque como casos aislados, son la punta del iceberg que indica el camino que estamos recorriendo y de alguna manera alerta sobre los peligros de no tomarlo en serio y ponerle remedio.

    El bullying en este sentido, se aplica a la situación que se presenta y que se caracteriza por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor de mayor fortaleza, ya sea esta real o percibida subjetivamente. El sujeto maltratado queda, de esta manera, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas dignas de ser estudiadas.

    Es común que el sujeto acosado por la violencia escolar, viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos extremos sobre la validez y el propósito de su propia existencia, de donde pueden originarse patologías suicidas.

    Todo acto de violencia es negativo, pues significa en esencia el enfrentamiento y la confrontación de una persona más fuerte frente a otra u otras más débiles, tal como lo señala la Dra. María José Díaz-Aguado, (2005) catedrática de Psicología de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid cuando en un artículo / publicado cita a varios autores consultados como: Olweus, (1993) Pellegrini, Bartini y Brooks, (1999); Salmivalli y otros, (1996); Schwartz, Dodge, Pettit y Bates, (1997) quienes en esencia consideran que las características más frecuentes observadas en los alumnos de escuelas que acosan a sus compañeros, destacan las siguientes:

    “ Una situación social negativa, aunque cuentan con algunos amigos que les siguen en su conducta violenta; es una acentuada tendencia a abusar de su fuerza (suelen ser físicamente más fornidos que los demás); alta tendencia a la impulsividad, con escasas habilidades sociales, muy baja tolerancia a la frustración, y con dificultad para cumplir normas; relaciones negativas con relación a los adultos y un bajo rendimiento, problemas que se incrementan con la edad; no son muy autocríticos, por lo que cabe considerar el hecho observado en varias investigaciones al intentar evaluar la autoestima de los agresores y encontrarla media o incluso alta. Entre los principales antecedentes familiares, suelen destacarse: la ausencia de una relación afectiva cálida y segura por parte de los padres, sobre todo de la madre, que manifiesta actitudes negativas o escasa disponibilidad para atender al niño; y fuertes dificultades para enseñar a respetar límites, combinando la permisividad ante conductas antisociales con el frecuente empleo de métodos autoritarios y coercitivos, utilizando en muchos casos el castigo corporal.”

    2.2.4.2 Su origen

    El psicólogo Dan Olweus (1973) es el primer estudioso del tema, y como tal comienza a preocuparse de la violencia escolar en su país noruega, y retoma a partir de 1982 el estudio de este tema, a raíz del suicidio de tres jóvenes en ese año. En Europa se estaba trabajando ya en los países nórdicos, también en Inglaterra en donde desde hace mucho existen tribunales los “bully coufls” o tribunales escolares creados en el Reino Unido. Allí existe desde 1989 una línea directa a la que acuden aquellos que quieran consejos sobre situaciones de bullying.

    Díaz Aguado (2006 p.11), en su libro “Del Acoso escolar a la Cooperación en las aulas”, señala, citando las conclusiones del estudio de Olweus, que:

    “…la violencia entre escolares afecta directamente al 15 por ciento de los alumnos de primaria y secundaria, de los cuales el 9 por ciento se reconoce como victima, el 7 por ciento como agresor y el 1.6 por ciento en ambos papeles”

    De entonces a la fecha, han pasado casi 30 años, y seguramente la espiral de violencia que se vive en el mundo y que hoy llega de manera más rápida a todos los hogares por medio de los medios de comunicación vía redes satelitales, ha creado un efecto imitativo que afecta a los niños dentro de las familias y la escuela, a los que habría que añadir, los videojuegos que trastocan los valores de convivencia y hacen sentir que la violencia es normal en la vida, cuando en realidad son detonadores, mentalmente hablando de las conductas agresivas.

    Al respecto, investigadores de la Universidad de Birmingham, Inglaterra, revisaron seis estudios previos sobre la materia y publicaron sus conclusiones en la revista The Lancet (2005). Para ellos, las imágenes violentas de los videojuegos (y de la televisión) aumentan el riesgo de que los chicos se vuelvan más agresivos y sean perturbados emocionalmente.

    Retomando el fenómeno del bullying, y merced a los estudios pioneros de Olweus, algunos países de Europa, como ejemplo España, han establecido programas educativos de prevención, así como también, en los Estados Unidos de Norteamérica, que ha hecho lo propio a raíz de los hechos violentos que han sacudido las conciencias de educadores, sociólogos, psicólogos entre otros. Solo basta recordar Columbine (1999) y Virginia Tech (2007). En efecto, el interés suscitado en la opinión pública de distintos países, ha propiciado por parte de las administraciones educativas correspondientes, campañas de ámbito nacional para prevenir y alertar a alumnos, padres y público en general del carácter traumático del bullying.

    De igual manera y como un ejemplo de que en nuestro país ya se iniciaron acciones para estudiar y prevenir este fenómeno social, tenemos que el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Dirección Ejecutiva de Educación Básica de la Secretaría de Educación del Distrito Federal, promovió ante la Asamblea Legislativa del distrito Federal, la Ley de Prevención de Maltrato entre Escolares, la que incluye la integración de un observatorio conformado por autoridades,  maestros, padres de familia y organizaciones no gubernamentales, ya que el combate al Bullying es una responsabilidad conjunta de varios sectores de la sociedad./

    Asimismo, mantiene implementado una serie de programas orientados a la prevención de los efectos de este fenómeno social que trastoca las estructuras de la familia, la escuela y de la sociedad misma y que es factible de establecerse en el resto de las entidades federativas.

    Uno de los subprogramas implementados es el denominado: “Escuela Sana y Segura, Por una cultura de no-violencia y buen trato en la comunidad educativa”. El objetivo explícito de éste subprograma es: “Contribuir al mejoramiento del clima escolar y la calidad educativa, mediante acciones de prevención y atención a las problemáticas relacionadas con la violencia en el entorno escolar, a partir de la promoción de la cultura de no-violencia y buen trato, en el marco de Equidad y Derechos Humanos de las niñas, niños y jóvenes, con la finalidad de incidir en la disminución de la deserción de los centros escolares de nivel básico de la Ciudad de México y mediante estudios exploratorios sobre la problemática de maltrato entre escolares” Las actividades relevantes para el logro del objetivo tienen que ver con: “Acciones de prevención y atención a las problemáticas relacionadas con la violencia en el entorno escolar, a partir de la promoción de la cultura de no-violencia y buen trato, en el marco de Equidad y Derechos Humanos de las niñas, niños y jóvenes, con la finalidad de incidir en un clima de seguridad, responsabilidad, respeto y convivencia, así como de mejorar de manera interinstitucional e interdisciplinaria las condiciones del entorno educativo de los centros escolares de nivel básico de la Ciudad de México.”

    Como se puede ver, para implementar programas de prevención en Sinaloa no se partiría de cero, sino que bastaría con hacer las adaptaciones necesarias para adecuar estos programas a la realidad de nuestras escuelas y la cultura familiar y social prevaleciente./

    2.2.4.3 Causas y entornos del bullying desde la teoría ecológica

    Urie Bronfenbrenner (1987), iniciador de la llamada “teoría ecológica”, que consiste en un conjunto de sistemas que guardan relación entre sí por el hecho de que está basada en los contextos en los que se relaciona el individuo desde su nacimiento, señala que este enfoque teórico nos permite entender las influencias tan grandes que tienen los ambientes en el desarrollo del individuo, pues contienen los entornos donde el ser humano se desarrolla de manera cotidiana, los que se denominan tambien instancias de socialización.

    Bronfenbrenner denomina a estos entornos como: Microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema, siendo éstos donde se pueden generar entre otros, los ambientes de conductas como bullying. Este autor, expuso las bases para explicar una serie de conductas y comportamientos del ser humano, advirtiendo, como bien lo señala (Valadez Figueroa et-al, 2008) en el hecho de que la conducta:

    “…surge en función del intercambio de la persona con el ambiente, ya que la persona es una entidad creciente y dinámica que poco a poco va estructurando el medio en que vive. La interrelación individuo-medio ambiente es bidereccional y recíproca. El ambiente va más allá del entorno inmediato, incluyendo entornos más amplios y sus respectivas influencias o interconexiones. Un entorno es el lugar donde las personas pueden fácilmente actuar cara a cara.”[…] El ambiente ecológico se concibe como un conjunto de estructuras seriadas y estructuradas en diferentes niveles en donde cada uno de esos niveles contiene al otro; en el nivel más interno está el entorno que contiene a la persona en desarrollo, para este caso, sería el joven y su familia, (microsistema familiar); también está la escuela, y dentro de ella la clase y/o el grupo de pares y docentes que integran la clase y pares y docentes fuera de la clase (microsistema escolar). El vecindario que constituye el entorno del hogar y de la escuela (microsistema vecinal), la presencia de amigos y vecinos, la seguridad del barrio.”

    Más allá del microsistema donde el ser humano se desarrolla, existen tres entornos más, que vienen a ser, de manera inmediata el mesosistema, que comprende la interrelación de los microsistemas donde actúa el individuo; es decir, el microsistema familiar se relaciona con el microsistema escolar, componiendo el mesosistema. De manera inmediata, está el exosistema, donde el individuo se relaciona con otras instancias fuera de su ámbito como son por ejemplo: El sistema de gobierno, el ambiente polìtico-social, los espacios laborales o empresas, los medios de comunicación, donde todos en conjunto influyen de alguna manera, en las conductas del individuo. Y todavía más allá, se encuentra el macrosistema, que consiste en las tendencias culturales preexistentes, los espacios de expresión de las ideas que propugnan los cambios necesarios, las organizaciones de la sociedad civil, los partidos políticos entre otros.

    De acuerdo con lo anterior, y tomando en cuenta las conclusiones de diversos autores, por ejemplo Peter K. Smith, que han estudiado este fenómeno en los últimos quince años, podemos concluir en el hecho de que el comportamiento agresivo y las desigualdades del poder son lugares comunes en los grupos humanos, incluyendo grupos de iguales en la escuela, en la familia, en el gobierno, en los espacios políticos, en las empresas, en los medios de comunicación entre otras instancias de socialización, de tal manera que bullying puede ser estudiado en variados entornos tales como los siguientes:

    Nivel individual: Aquí entran en juego los llamados factores temperamentales, tales como ser irascible, para ser acosador; o ser tímido y no asertivo, para ser una víctima. Tener una discapacidad o necesidades educativas especiales es otro factor de riesgo para ser una víctima. Los niños con necesidades especiales están de 2 a 3 veces más en peligro de ser intimidados; y también están más en riesgo de aceptar la participación en el acoso a otros (Nabuzoka y Smith, 1993)./

    Nivel familia: Es común encontrar que algunas víctimas vienen de familias demasiado protectoras o demasiado imbricadas (Smith y Myron-Wilson, 1998)/; los niños que acosan con mayor probabilidad es más probable que vengan de familias que carecen de cariño, en las cuales la violencia es común, y la disciplina es errática.

    Los padres que eran acosadores en la escuela probablemente tendrán hijos que intimiden en la escuela (Farrington, 1993; Olweus, 1993). Los niños que son matones y víctimas (víctimas agresivas) puede que vengan de familias particularmente probemáticas o abusadoras (Schwartz et al. 1997). Una proporción significativa de niños son intimidados o intimidan a otros en las escuelas. Esto puede deberse a que el comportamiento de intimidación tiene su origen en la crianza de los hijos, así como en el entorno escolar. Poco trabajo se ha hecho directamente en esta área. Sin embargo, varios estudios en Europa, Australia y los EE.UU. han vinculado la conducta violenta y dura disciplina de los padres con el comportamiento de intimidación, y la sobreprotección de los padres con la victimización. Otra causa de la violencia dentro del contexto de la familia, puede residir en la ausencia de un padre o la presencia de un padre violento.

    La situación antes descrita, puede generar un comportamiento agresivo en los niños y llevarles a la violencia cuando sean adolescentes. Además de eso, las tensiones matrimoniales, la situación socioeconómica o la mala organización del hogar, también pueden contribuir para que los niños tengan una conducta agresiva.

    Nivel interpersonal: Algunos estudios han demostrado que las personas que reflejan altos índices de inseguridad personal, dificultades para relacionarse con los demás y que asumen una actitud de aislamiento frente a grupos de personas, es que fueron por lo general, víctimas de bullying en sus etapas de la adolescencia. En un artículo elaborado por Fuensanta Cerezo (2008), intitulado “Acoso Escolar, efectos del bullying” y publicado en el Boletín de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria, Castilla y León, señala que:

    “Los efectos a medio y largo plazo son de diversa índole y afectan tanto anímica como físicamente. Las consecuencias de la victimización escolar se presentan en un continuo que va desde la pérdida de la capacidad de establecer relaciones de amistad estables, de la confianza en los demás y en uno mismo hasta altos grados de depresión que, en ocasiones le lleva a desear “desaparecer”, en otras acrecienta un el deseo de “venganza” como fórmula de escape ante la violencia sufrida.”/

    Nivel escuela: Cuando no existe un clima escolar de calidad en las relaciones entre los alumnos, así como entre alumnos y profesor y una ausencia de criterios y políticas de sanciones escolares en contra de la violencia escolar se recrudece la presencia del fenómeno de bullying. En ocasiones tiene también preponderancia el ambiente físico de la escuela, es decir, la apatía para mantener las instalaciones en un nivel adecuado por parte de las autoridades escolares. Adicionalmente, podíamos señalar el hecho de cuando en la escuela existen niños con problemas de aprendizaje, ya que son los más propensos a ser víctima en casos de agresión o acoso, dado que generalmente tiene una baja autoestima. Es importante entonces estar atentos a conductas de retraimiento o agresión en casa para indagar si el niño con dificultades de aprendizaje padece esta problemática.

    Nivel comunidad: Esto tiene que ve con el ambiente que se genera en la colonia, el barrio o zona habitacional. En ello tienen predominancia, por lo general, las condiciones socioeconómicas y culturales de quienes conforman dichas comunidades, así como el nivel de cohesión social que se da alrededor de otro tipo de actividades complementarias de la vida en la comunidad, como son las iglesias, los centros de recreación y escuelas.

    Nivel sociedad: Cuando el responsable del llamado “control social” no cumple con lo que la sociedad requiere y necesita o incluso, cuando manifiestan a través de actos de corrupción, tolerancia de la violencia, acoso y abuso de poder en la sociedad. En un ambiente social bajo estas características, el fenómeno de la violencia social se generaliza, y mucho más los del bullying, como una manifestación focalizada al ambiente de la escuela y su entorno social.

    2.2.4.4 Tipologías conocidas

    La gran mayoría de los autores consultados sobre el tema, coinciden en el hecho de que este fenómeno social se presenta en al menos, cinco formas o tipos de agresión, que han sido estudiadas y documentadas en sus manifestaciones. Estas son las siguientes:

    Agresión física. Este tipo incluye toda acción corporal como golpes, empujones, patadas, formas de encierro, daño a pertenencias, entre otros. Es la forma más habitual de bullying. En los últimos años, el bullying físico se ha mezclado con una frecuencia alarmante, con diversas formas de abuso sexual. Se identifica porque suele dejar huellas corporales.

    Acoso sexual. Puede ser esa forma aparentemente distraída con que se toca a una persona y negar inmediatamente la acción. Presionar a una persona a hacer algo que no quiere, como por ejemplo ver pornografía; insistir en dar un beso cuando no se quiere; cuando se manipula o se condiciona el afecto o la amistad y se pone a prueba al otro a través del chantaje. El extremo de esta práctica es el abuso sexual, al usar la fuerza para obligar al otro a tener relaciones contra su voluntad.

    Expresiones verbales. Por lo general, estas incluyen acciones no corporales como poner apodos, insultar, amenazar, generar rumores, expresar dichos raciales o sexistas con la finalidad de discriminar, difundir chismes, realizar acciones de exclusión, bromas insultantes y repetidas entre otras variadas formas de denigrar la personalidad y el carácter del otro.

    Tortura psicológica. Esta manifestación de bullying, es considerada mucho más dañina que la agresión física y el acoso sexual, ya que va directamente contra la autoestima de la persona. Es una de las formas de agresión más difíciles de detectar ya que por lo general se presenta como amenaza o exclusión, pues a la víctima se le ignora, se le aísla de forma deliberada, se le aplica la famosa “ley del hielo”. Muchas veces la víctima tarda en entender la intención de tal exclusión y el agresor se complace al ejercer dicho rechazo frente a otros que actúan solo como observadores o testigos. También se presenta en ocasiones como señales obscenas, miradas provocativas, gestos denigrantes entre otros.

    En muchas ocasiones, estas manifestaciones de violencia se llevan a cabo a espaldas de cualquier persona que pueda advertir la situación, por lo que el agresor puede permanecer en el anonimato. Incrementan la fuerza del maltrato, pues el agresor exhibe un poder mayor al mostrar que es capaz de amenazar aunque esté “presente” una figura de autoridad. En el agredido aumenta el sentimiento de indefensión y vulnerabilidad, pues percibe este atrevimiento como una amenaza que tarde o temprano se materializará de manera más contundente.

    Cyberbullying. Este es el más moderno tipo de agresión, derivado de los grandes avances tecnológicos. Se lleva a cabo a través de correos electrónicos, blogs, páginas personales, chats, páginas de la red social, telefonía celular a través de llamadas y mensajes de texto. Se ha popularizado la práctica de grabar las riñas en las escuelas y subirlas a sitios como YouTube, con el fin de poner en evidencia las actitudes de otros, como si las propias fuesen inocentes. Por este medio, se practica también la ofensa sexual e incluso la psicológica y las formas de manifestación que a la fecha han sido documentadas, son las que se indican a continuación:

    • Subir a Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.

    • Iniciar una cadena de mensajes dando de alta con foto incluida, a la víctima en un sitio Web, donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente entre otros, cargándole puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.

    • Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales.

    • Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quién ha sufrido la usurpación de personalidad.

    • Dar de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos.

    • Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad.

    • Provocar a la víctima en servicios Web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.

    • Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.

    • Enviar mensajes amenazantes por correo electrónico, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.

    2.2.4.5 Roles que se manifiestan

    Aunque por lo general se acepta que los protagonistas principales de bullying sean el agresor y la víctima, en realidad tienen en mayor o menor grado, cierta responsabilidad toda la comunidad escolar o de barrio, por el hecho de que tienen un papel dentro del mismo ya sea como testigo o espectador, cómplice, seguidor o partidario, posible defensor o defensor, siendo éstas las formas más conocidas de los roles participantes.

    A pesar de lo anterior, para fines descriptivos del presente estudio, se hará referencia al llamado “triangulo del bullying”, donde intervienen, como participantes activos, los agresores o acosadores, la víctima y los espectadores, en sus distintos niveles y grados de participación.

    Los agresores o acosadores. En general, éstos suelen ser fuertes físicamente hablando, impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas. Se pueden distinguir tres tipos de acosadores: 1. El Inteligente, que es aquel que con buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que cumplan sus órdenes. En definitiva, es aquel que es capaz de enmascarar su actitud intimidatoria. 2. El poco Inteligente, aquel que manifiesta un comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo. Gracias a su comportamiento de acoso consigue su rol y status dentro del grupo, por lo que puede atraer a otros. 3. El agresor víctima: Es aquel que molesta a compañeros más jóvenes que él pero que a la vez es acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia casa.

    Las Víctimas. Son quiénes reciben las ofensas, los maltratos y son atemorizados psicológicamente. Por lo general, son de complexión débil y de carácter taciturno. Se identifican dos tipos de víctima a saber: 1. Víctimas pasivas: Quienes suelen ser débiles físicamente e inseguros, por lo que resulta un objetivo fácil para el abusador. Otras características de las víctimas pasivas serían: introversión, escasa autoestima, ausencia de amigos, depresión, aunque algunos de estos rasgos podrían ser consecuencia del acoso. 2. Víctimas Provocadoras: Estos suelen tener un comportamiento molesto e irritante para los demás, y en algunos casos podría tratarse de niños hiperactivos que reaccionan negativamente. En ocasiones, sus iguales les provocan para que reaccionen de manera inapropiada, por lo que el acoso posterior que sufren podría llegar a parecer justificado.

    Los Espectadores o testigos. Estos protagonistas que aparentemente permanecen al margen de los conflictos, juegan también en ocasiones cualesquiera de los otros roles implicados. Estos por lo general se identifican también a favor del agresor como: 1. Cómplices, pues son quienes los apoyan y en muchas ocasiones, sirven de “paleros” o “celestinos”. 2. Reforzadores, pues aunque no lastiman ni agreden de manera directa, si aprueban o incitan las agresiones en contra de la víctima. Cuando están a favor de la víctima o del agredido, éstos pueden jugar dos roles: 1. posibles defensores, ya que se caracterizan por ser justos y leales, además de contar con cierto liderazgo moral dentro del grupo, o bien, 2. defensores o protectores, por intervenir de manera directa para solucionar el conflicto a favor de la víctima, y finalmente, 3. los neutrales, pero no por ello sin responsabilidad alguna, pues conociendo del conflicto, prefiere permanecer al margen, pecando de tolerante.

    SEGUNDA PARTE

    METODOLOGÍA Y TRATAMIENTO DE DATOS

    E INFORMACIÓN

    CAPÍTULO III

    MÉTODO DE ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN

    3.1 Criterios metodológicos utilizados

    3.1.1 El método mixto

    La presente investigación se enmarca dentro de lo que en metodología de la investigación se denomina “diseños mixtos”, enfoque que de acuerdo con autores expertos en el tema, aún se encuentra en una fase preliminar ya que de alguna manera significa un proceso de reconciliación entre ambos métodos de análisis, el cuantitativo experimental muy utilizado en las ciencias duras, y el cualitativo que ha sido ampliamente difundido por las ciencias humanas. Al respecto, Hernández Sampieri (2006) señala que:

    “…el enfoque mixto va más allá de la simple recolección de datos de diferentes modos sobre un mismo fenómeno, sino que implica desde el planteamiento del problema, mezclar la lógica inductiva y la deductiva”

    Este mismo autor, señala que la utilización del enfoque mixto en la investigación, ofrece varias ventajas o bondades para ser utilizado, señalando, entre una serie de ventajas de acuerdo a Tood, Nerlich y Mckeown (2004) las que se resumen a continuación:

    • Se logra una perspectiva más precisa del fenómeno, más holística,

    • Ayuda a clarificar mejor el planteamiento del problema,

    • La multiplicidad de observaciones produce datos más ricos y variados,

    • Se potencian la creatividad teórica con suficientes procedimientos críticos de valoración,

    • Se aumenta la posibilidad de ampliar las dimensiones del proyecto de investigación.

    El método mixto tiene como antecedente los trabajos de investigación desarrollados a principios de la década de los setenta, por S. Sieber (1973), quién introdujo por vez primera una mezcla de estudios de caso cualitativos, con encuestas que requerían análisis estadísticos comparativos, creando así, un nuevo estilo de investigación y la integración de dos tipos de métodos hasta entonces excluyentes dentro de un mismo estudio.

    Después de varios años de discusión acerca de la efectividad de esta mezcla metodológica, a finales de la década de los noventa, el enfoque mixto se empezó a considerar en diversos campos como la Educación, la Comunicación, la Psicología, la Medicina y la Enfermería; se realizan varios congresos para debatir el tema; Denzin y Lincoln (2000) presentan una amplia discusión sobre la triangulación; Creswell, Plano, Clark, Guttman, y Hanson (2003) presentan una tipología de diseños mixtos; Tashakkori y Teddlie (2003) efectúan una revisión del estado del arte en la materia. Finalmente, en el 2004 y 2005 se realizan diversas revisiones de las posibilidades del enfoque mixto (Creswell, 2005; Mertens, 2005; Grinnel y Unrau, 2005)./

    3.1.2 El método cualitativo

    El método cualitativo se distingue por ser de enfoque eminentemente inductivo, donde el razonamiento se va construyendo de la observación de un fenómeno particular entre varios individuos hasta generalizar el fenómeno observado como un fenómeno predecible. Este método, permite al investigador extraer de los participantes, experiencias, emociones, actitudes, puntos de vista, percepciones entre otros aspectos de carácter aparentemente subjetivos, que más sin embargo, al contrastarlas con grupos de interés, se obtienen conclusiones relevantes que explican un fenómeno determinado.

    Desde éste enfoque, y por la naturaleza del problema planteado, se buscaron dos cosas: por un lado, identificar y entender las ideas y pensamientos que tienen los jóvenes universitarios sobre la violencia y la agresión escolar y por el otro, conocer sus propias experiencias y vivencias que sobre este mismo fenómeno, percibieron o vivieron en su etapa de estudiantes de secundaria y bachillerato; la investigación estuvo enmarcada dentro del contexto de este método de investigación ya que se trata de un problema de carácter social que se busca ser entendido con el fin de aportar propuestas de solución que ayuden a atenuar este fenómeno tan nocivo en nuestras escuelas.

    3.1.3 El método cuantitativo

    La esencia de éste método de investigación es que sirve para medir y comparar características o variables por medio de valores numéricos y facilitar la búsqueda de posibles relaciones e inferencias mediante el análisis estadístico. Para ello, se utilizan técnicas de muestreo tanto de forma experimental, aleatoria o cuasi-experimentales, dentro de un universo de estudio, estableciendo de manera previa, los criterios sustentados en la teoría del límite central.

    En la presente investigación, lejos de aplicar este método para fines de selección de la muestra, la cual sirve para la obtención de parámetros como nivel de confianza y margen de error o bien, comprobar hipótesis establecidas previamentes, solo se utilizó, de manera complementaria, para fines de interpretación y comparación estadística de las evidencias, en las que se consideraron proporciones expresadas en cifras porcentuales. De esta manera, se pudieron establecer parámetros comparativos de los resultados entre los dos grupos considerados, teniendo siempre como eje o hilo conductor, los conceptos relacionados con la violencia y la agresión escolar en los jóvenes adolescentes.

    3.1.4 La fenomenología

    El escenario de estudio se abordó desde la fenomenología, por ser éste un diseño que toma en cuenta las experiencias individuales de los participantes y porque permite estudiar la relación que hay entre los hechos o fenómenos que generan dicha experiencia y el nivel de conciencia de los individuos frente a la realidad de los mismos. En síntesis y para señalarlo en términos de Bogden y Biklen (2003), mediante este enfoque metodológico “…se pretende reconocer las percepciones de las personan y el significado de un fenómeno o experiencia.”

    Abundando en la justificación del enfoque fenomenológico, podemos decir que de acuerdo con Creswell (1998), Álvarez-Gayou (2003) y Martens (2005) citados por Hernández Sampieri (2006), algunas de las premisas en las que se fundamenta son las siguientes:

    • En el estudio se pretende describir y entender los fenómenos desde el punto de vista de cada participante y desde la perspectiva construida colectivamente.

    • Se basa en el análisis de discursos y temas específicos, así como en la búsqueda de sus posibles significados.

    • El investigador contextualiza las experiencias en términos de su temporalidad (tiempo en que sucedieron), espacio (lugar en el que ocurrieron), corporalidad (las personas físicas que la vivieron) y el contexto relacional (los lazos que se generaron durante las experiencias).

    • En la recolección enfocada, se obtiene información de las personas que han experimentado el fenómeno que se estudia.

    En resumen, puede decirse que con frecuencia, el investigador asume un papel activo en sus actividades cotidianas, observando lo que ocurre y pidiendo explicaciones e interpretaciones sobre las decisiones, acciones y comportamientos.

    Este enfoque de análisis, permite a los investigadores de un fenómeno social determinado, construir paso a paso y por medio de cuestionarios o entrevistas variadas, primero la descripción cabal de un problema y posteriormente, la comprobación de las hipótesis iniciales que se manejan como supuestos básicos de la investigación.

    Asimismo, la aplicación de este método, permite al investigador conocer parte de la vida de los participantes de la investigación así como su propio mundo, relacionados con el fenómeno en estudio, lo que significa que su punto de partida es la vida de las personas, de ahí que se enfoque en cómo las experiencias, significados, emociones y situaciones en estudio son percibidos, aprendidos, concebidos o experimentados por los sujetos bajo estudio. Además, de manera complementaria, le permite al investigador asumir una posición personal a la luz de de la investigación del fenómeno, lo que lo lleva a aportar soluciones factibles para la solución del problema bajo estudio.

    3.1.5 La longitudinalidad del proceso

    Es importante señalar que dentro de los distintos diseños de análisis que se conocen en el contexto metodológico, sobre todo en los de carácter cuantitativo, existe uno denominado “diseño longitudinal o evolutivo”, que consiste, de acuerdo con Hernández Sampieri (2006), en el tipo de investigación que sirve para recabar datos de un determinado grupo de individuos en diferentes periodos de tiempo, con el fin de realizar inferencias acerca del cambio, sus causas y sus efectos de un fenómeno determinado.

    Este tipo de diseños metodológicos pueden ser, de acuerdo al mismo autor antes citado, de tres tipos, uno de tendencia, otro de evolución de grupo o cohorte y otro más de panel, donde cada uno de ellos tiene características que los distinguen. Por ejemplo, el “de tendencia” estudia los mismos conceptos durante un tiempo determinado a un cierto grupo de personas, que a pesar de que no son las mismas, si pertenecen a una misma población, la que se define por su patrón cultural, nivel de estudios o religión. En cambio, en el denominado “de evolución de grupo o cohorte”, se considera también un determinado período de tiempo y los individuos bajo estudio tienen la característica de que se identifican por una misma situación de vida, como puede ser un mismo año de nacimiento, o que hayan vivido en su época un suceso común, como puede ser un terremoto, una inundación o cualquier otro suceso que los una entre sí. Por su parte, en el diseño “de panel”, la característica es que los mismos conceptos de estudio se realiza a los mismos grupos de individuos a lo largo de ciertos periodos de tiempo, pues lo que se busca es conocer la evolución del objeto de estudio en el mismo grupo de personas.

    Tomando en consideración los distintos diseños metodológicos de longitudinalidad antes descritos, para el propósito de la presente investigación de carácter cualitativo con rasgos de cuantitativo (método mixto) se consideró una modalidad especial del panel, que aunque no se menciona en el estado del arte de los criterios metodológicos actuales, se consideró conveniente ensayarlo con el fin de aportar algo nuevo en los diseños metodológicos de carácter cualitativo.

    Este nuevo diseño, al que se le ha denominado “panel en retrospectiva”, consiste en considerar al mismo grupo de individuos, en este caso estudiantes universitarios, clasificados a su vez en dos grupos con características similares pero que se distinguen entre sí por algunos rasgos de personalidad y de conductas, y el asunto de la temporalidad, se resolvió llevándolos a ellos en un análisis en retrospectiva, del tiempo presente al tiempo pasado, con el fin de que recordaran y recrearan una serie de hechos en cada una de las etapas de su vida como estudiantes un mismo fenómeno de estudio. Es decir, el mismo concepto de estudio, el de la violencia escolar, estudiado en el mismo grupo de individuos con instrumentos y enfoques diferentes en cada periodo de tiempo analizado. Las ventajas del presente diseño, dentro de la fenomenología son las siguientes:

    • Se ahorra tiempo en el proceso ya que se estudia todo en el momento presente,

    • Los sujetos bajo estudio, son trasladados al tiempo pretérito, mediante ejercicios de visualización y retrospectiva a pesar de que realiza en el aquí y en el ahora,

    • Los sujetos bajo estudio, hacen un recuerdo de su propia realidad y vivencias personales en cada una de las etapas de tiempo,

    • Los sujetos de estudio son los mismos tal como lo son en el panel,

    • Los cortes temporales se marcan de acuerdo a los tiempos que requieren ser estudiados,

    • Los instrumentos que se utilizan mantienen el mismo hilo conductor del tema bajo estudio,

    • Los sujetos de estudio se involucran tanto como actores principales como secundarios dentro de los temas de estudio,

    Los grupos de estudiantes seleccionados para la realización del estudio, y que conformaron el “panel en retrospectiva”, tienen muchos puntos en común, entre los que podemos considerar los siguientes: Están unidos entre sí por el hecho de que son sujetos en el mismo rango de edades, comparten una misma experiencia como estudiantes de la misma institución educativa de nivel superior, provienen de la clase media alta, la que se supone con una misma cultura familiar, pertenecen a una generación en la que prevalecen los avances de la tecnología y el acceso a las redes sociales de Internet entre otros.

    3.2 Objetivos específicos del estudio

    Los objetivos tienen una gran importancia para todo tipo de investigación ya que son, por decirlo así, los que marcan el camino por donde va a transitar la investigación; una formulación errónea de los mismos, conduce necesariamente a tomar el camino equivocado.

    Según Grau, Correa y Rojas (1999) los objetivos de investigación son la guía del estudio; expresan de manera muy sintética qué se pretende con la investigación y guardan relación directa con las actividades, comenzando con un verbo en infinitivo o señalando una intención de cambio o afectación de algún aspecto de interés en particular. Para el propósito de la presente investigación, se consideran dos objetivos específicos:

    1. Identificar y conocer los posibles efectos que pudieron tener, sus experiencias de violencia escolar y los roles vividos durante su pubertad, con las conductas y actitudes en su etapa de jóvenes universitarios.

    2. Comprobar si existe alguna relación entre el rendimiento escolar de nivel universitario, con sus experiencias y roles vividos en el contexto de la violencia escolar antes señalado.

    3.3 Hipótesis o supuestos de investigación

    Por la naturaleza de la investigación, que en esencia es de carácter cualitativo, se plantean supuestos a manera de hipótesis, y nos sirven al igual que esta última, como un vínculo entre los hechos que la investigación nos permite ir aclarando o conociendo y al mismo tiempo, ir generando explicaciones lógicas del porqué se produce este vínculo entre los supuestos y la realidad.

    Al respecto, Tamayo (1989-75), afirma que:

    “La hipótesis es una proposición que nos permite establecer relaciones entre los hechos y cuyo valor reside en la capacidad para establecer mas relaciones entre los hechos y explicar el por qué se producen.”

    Tomando en cuenta lo anterior, y la relación con los objetivos antes señalados, el supuesto principal o hipótesis de la presente investigación se plantea de la manera siguiente:

    “Las experiencias vividas por los jóvenes universitarios en materia de violencia escolar en su etapa de estudiantes de la escuela secundaria, según el rol que hayan vivido, se reflejan en sus conductas y comportamientos y en su rendimiento escolar en la universidad”.

    Como una forma de reforzar nuestra hipótesis o supuesto de investigación antes señalada, se cita de manera textual la expresión de Miriam Abramovay (2005) que señala al respecto:

    “La violencia afecta de modo especial el ambiente escolar y el deterioro de las relaciones perjudica la calidad de las clases y el desempeño académico de los alumnos, [ya que] un ambiente escolar hostil perjudica las relaciones entre las personas que componen la escuela (profesores y alumnos, profesores y administración, alumnos y alumnos y alumnos y administración). Sin duda, la violencia [en las escuelas] hoy en día, es uno de los factores que más peso tiene en la baja calidad de la enseñanza. A partir de tal premisa, todos somos víctimas.”

    De igual manera, Daniela Alejandra Muñoz Muga psicóloga titulada de la Universidad de Valparaíso en Chile y que escribe artículos sobre estos temas, señala que entre una de las causas del bajo rendimiento que afecta a muchos niños, es la violencia escolar entre pares o Bullying, aclarando que cuando se habla de violencia no se trata solo de violencia física, sino también de violencia verbal. En un artículo que publicó de manera libre en la red, puede leerse lo siguiente:

    “Según un estudio acerca de soluciones para la violencia escolar de la Fundación Paz Ciudadana (2005) de Chile, `los niños victimizados disfrutan menos de ir al colegio, tienen menos amigos y encuentran menos utilidad en lo aprendido', afectando de esta forma su motivación y autoestima, los cuales -como se revisó anteriormente- son factores estrechamente ligados al rendimiento escolar, por lo que si sus hijos están siendo víctimas de Bullying, probablemente descenderán su rendimiento académico.”/

    3.4 Características de los sujetos bajo estudio

    Analizar y estudiar desde la sociedad misma el fenómeno social denominado violencia escolar, como un aspecto que vivieron los jóvenes universitarios en su adolescencia temprana, entre los 12 y 15 años de edad dentro del contexto de la escuela secundaria, implica adentrarse en las motivaciones que propician los aspectos negativos de la conducta y el comportamiento humano, ya que es la etapa de desarrollo del individuo en la que afloran los aspectos más evidentes desde el punto de vista biológico, que determinarán en los años posteriores a la adolescencia, su reafirmación de género.

    Este abordaje en perspectiva, implica que los jóvenes estudiantes que cuentan en promedio con 20 años de edad actualmente, ubiquen en su memoria las experiencias que vivieron y al recordarlas, puedan explicarse a sí mismos algunas de las conductas, actitudes y comportamientos que delinean en la actualidad su carácter y personalidad.

    Es importante hacer notar que los jóvenes participantes en la investigación, se encuentran en el umbral de iniciar en pocos años, una vida productiva profesionalmente hablando, y buena parte del éxito que obtengan, estará fincado en su capacidad para establecer relaciones interpersonales adecuadas, de ahí que si durante el proceso de dar respuesta a las preguntas lo hacen de manera seria y reflexiva, a través del recuerdo de los hechos y las experiencias vividas, puede afirmarse siguiendo a Rogers, que serán capaces de sacar lo mejor de sí mismos en el proceso de convertirse en personas, pues se despertará en ellos un motivo de reflexión positiva sobre su perspectiva de vida.

    Aunque pueda parecer utópico, es ineludible e insoslayable que la construcción de una sociedad en la que prive la armonía y las relaciones fincadas en el respeto y la tolerancia, es responsabilidad única y exclusiva de los miembros o integrantes de dicho grupo social, aportando lo mejor de sí mismos como personas en lo individual, y siendo solidarios y subsidiarios como se actúa como grupo de convivencia. En resumen, es la sociedad misma a través de sus integrantes, quienes están obligados a mejorar la calidad de la relaciones, dejando de lado las conductas abusivas que lesionan la dignidad de las personas y construyendo una sociedad fincada en el respeto a lo humano principalmente, y a las normas sociales de convivencia en segunda instancia implícitas en el control social.

    3.4.1 Indicadores de orden escolar y académico

    Una premisa para la selección de los alumnos participantes dentro del universo de estudiantes de la Universidad de San Miguel, fueron los indicadores de orden escolar y académico, como son, el número de materias cursadas, el total de asistencias registradas, las faltas acumuladas, los exámenes extraordinarios presentados y los cursos de regularización necesarios en ocasión de insuficiencia de asistencias y el promedio académico acumulado, todos como indicadores del nivel y grado de compromiso con su rol de estudiantes.

    Con estos criterios, fueron seleccionados un total de 50 estudiantes, conformando dos grupos con balance de género, donde en un grupo de 25 fueron incluidos alumnos de un mayor compromiso como estudiantes y con buenos indicadores en términos de asistencias, promedios y bajo índice de exámenes extraordinarios y cursos de regularización a los que se les denominó grupo de control identificándose como “Grupo A, en tanto que otro grupo de 25 alumnos, fueron seleccionados para ser Grupo de Estudio bajo el criterio de contar con bajos promedios de rendimiento escolar, mayor frecuencia de faltas y de exámenes extraordinarios y cursos de regularización a los que se les identificó como “Grupo B”.

    Esta selección, se llevó a cabo buscando demostrar el supuesto de la investigación planteado, de que quienes, han demostrado un nivel más bajo de compromiso (del Grupo B), debieron haber tenido experiencias mayores en los temas de agresión y violencia escolar en su etapa de estudiantes de secundaria.

    Los resultados que se observan en el cuadro 1, nos permiten relacionar a priori, que el rendimiento escolar de aquellos alumnos que pudieron haber tenido experiencias de violencia escolar en la secundaria, sobre todo con perfil de agresor, es más bajo que los de quienes no vivieron de manera intensa esa experiencia.

    De hecho, tal señalamiento no es algo nuevo, pues Pilar Barría Bustamante, (et-al 2004), bajo la dirección del profesor Enrique Riquelme, elaboraron un trabajo de tesis intitulada “Bullying y Rendimiento Escolar” en la Facultad de educación de la Universidad Católica de Temuco, y en su análisis, señalan que:

    “Los agresores o sus víctimas son personas que presentan una autoestima deteriorada o una baja motivación escolar, según esto, estos dos factores son pieza fundamental del aprendizaje ya que en el rendimiento se relaciona con diversos factores tales como: la inteligencia general, los estilos cognitivos, la atención, la concentración, memoria, pensamiento, autoestima y motivación escolar. Por ende, para alcanzar un buen rendimiento, es necesario lograr una adecuada integración de todos ellos. Reasoner (1982) plantea que la autoestima afecta cualquier área de la vida, especialmente la del rendimiento escolar, lo cual concuerda con una de las áreas que se ve mayormente afectada en el caso de las víctimas de maltrato por parte de los pares.”[…] Según Milicic, (1985) se habla de la existencia de un bajo rendimiento producto de que las mismas dificultades de aprendizaje harían del alumno abusador o agresor, un sujeto menos reflexivo. Por eso se dice de ellos que "actúan lo que piensan" lo que les impediría tener relaciones sociales adecuadas, estos alumnos frecuentemente se ven involucrados en problemas por carecer de mecanismos inhibitorios de la conducta. Son poco populares entre sus pares, pero no necesariamente marginados. Por su estilo de comportamiento suelen recibir demasiadas críticas, se muestran sensibles a ellas y se frustran con facilidad.”

    Medina Solares (2010) afirma de manera contundente, que es en manos de los agentes educativos donde está la posibilidad de mejorar el ambiente para facilitar la labor prioritaria de enseñar y aprender, así podrán dedicar todas sus energías para seguir con éxito el proceso educativo, el cual es el objetivo que se persigue. Con relación a la mejora del clima escolar, dice:

    “Es necesario también que desde la escuela se eduque para la prevención de riesgos y para aprender a desplegar una vida saludable. El éxito de la escuela no sólo es académico, sino también social. Las instituciones de la comunidad pueden trabajar con la escuela elaborando un dialogo de mensajes no violentos que proporciona un gran apoyo a las iniciativas escolares.”

    Cuadro 1

    MATERIAS CURSADAS Y PROMEDIO GENERAL

    SEGÚN GRUPO

    Registro

    Materias cursadas

    Promedio general

    Grupo A

    Grupo B

    Grupo A

    Grupo B

    1

    24

    12

    9.83

    7.75

    2

    12

    24

    9.83

    8.13

    3

    12

    24

    9.25

    8.42

    4

    54

    24

    8.81

    8.29

    5

    54

    24

    9.74

    7.42

    6

    24

    12

    9.88

    6.58

    7

    39

    24

    9.62

    8.04

    8

    24

    39

    10.0

    7.97

    9

    24

    39

    9.67

    7.15

    10

    39

    12

    9.77

    7.50

    11

    39

    12

    9.64

    6.42

    12

    24

    24

    9.42

    8.13

    13

    24

    12

    9.67

    8.42

    14

    12

    24

    9.75

    8.04

    15

    39

    12

    9.23

    8.04

    16

    24

    12

    9.96

    8.83

    17

    39

    12

    10.0

    8.17

    18

    24

    12

    9.33

    7.00

    19

    39

    24

    9.10

    8.38

    20

    12

    12

    10.0

    7.42

    21

    39

    39

    9.23

    7.95

    22

    12

    39

    9.75

    7.90

    23

    54

    12

    9.56

    8.25

    24

    54

    24

    9.54

    7.54

    25

    24

    12

    8.71

    8.42

    Suma

    765

    516

    239.29

    196.2

    Promedio

    30.6

    20.6

    9.57

    7.84

    Fuente: USM, Departamento de Control escolar y estadísticas

    Cuadro 2

    ASISTENCIAS REGISTRADAS Y FALTAS ACUMULADAS

    SEGÚN GRUPO

    Registro

    Asistencias registradas

    Faltas acumuladas

    Grupo A

    Grupo B

    Grupo A

    Grupo B

    1

    1417

    605

    23

    115

    2

    690

    1327

    30

    113

    3

    704

    1223

    16

    217

    4

    2997

    1326

    243

    114

    5

    3195

    1098

    45

    342

    6

    1423

    594

    17

    126

    7

    2256

    1288

    84

    152

    8

    1433

    2110

    7

    230

    9

    1414

    1787

    26

    553

    10

    2275

    633

    65

    87

    11

    2228

    658

    112

    62

    12

    1404

    1238

    36

    202

    13

    1419

    644

    21

    76

    14

    719

    1242

    1

    198

    15

    2166

    614

    174

    106

    16

    1435

    683

    5

    37

    17

    2335

    611

    5

    109

    18

    1398

    657

    42

    63

    19

    2192

    1302

    148

    138

    20

    709

    659

    11

    61

    21

    2268

    2092

    72

    248

    22

    710

    2012

    10

    328

    23

    3192

    642

    48

    78

    24

    3195

    990

    45

    450

    25

    1405

    681

    35

    39

    Suma

    44579

    26716

    1,321

    4,244

    Promedio

    1,783

    1,069

    52.8

    170

    Fuente: USM, Departamento de Control escolar y estadísticas

    Cuadro 3

    EXÁMENES EXTRAORDINARIOS Y CURSOS DE REGULARIZACIÓN SEGÚN GRUPO

    Registro

    Exámenes extraordinarios

    Cursos de Regularización

    Grupo A

    Grupo B

    Grupo A

    Grupo B

    1

    0

    1

    0

    2

    2

    0

    5

    0

    2

    3

    0

    3

    0

    8

    4

    2

    5

    1

    0

    5

    1

    4

    0

    10

    6

    0

    5

    0

    4

    7

    0

    6

    0

    3

    8

    0

    11

    0

    4

    9

    1

    9

    0

    6

    10

    0

    1

    0

    2

    11

    0

    0

    0

    2

    12

    0

    3

    0

    4

    13

    0

    4

    0

    0

    14

    0

    5

    0

    1

    15

    0

    0

    0

    3

    16

    0

    1

    0

    0

    17

    0

    0

    0

    4

    18

    0

    4

    0

    3

    19

    0

    3

    0

    3

    20

    0

    2

    0

    3

    21

    1

    12

    0

    5

    22

    0

    6

    0

    5

    23

    0

    1

    0

    3

    24

    0

    7

    0

    9

    25

    3

    1

    1

    0

    Suma

    8

    99

    1

    86

    Promedio

    0.32

    4

    0.04

    3.44

    Fuente: USM, Departamento de Control escolar y estadísticas

    3.4.2 Perfiles y rasgos de personalidad

    Una vez seleccionados ambos grupos de estudiantes y clasificados según sus indicadores antes señalados, se procedió a analizar sus expedientes en los cuales, se archivan los resultados de sus evaluaciones iniciales al momento de ingresar a la Universidad, siendo uno de los documentos, el de evaluación de rasgos de temperamento, de acuerdo con el instrumento diseñado por Louis L. Thurstone (1887-1995), psicólogo norteamericano que dedicó buena parte de su vida profesional a las mediciones estadísticas, ya que además de psicólogo era ingeniero en manufacturas.

    La prueba diseñada por este autor y que aún es aplicable en muchas instituciones tanto educativas como laborales, tiene la característica de que no es de carácter clínico, ya que pone de manifiesto los rasgos que son relativamente estables en cada persona, sin incluir, claro está, los que de alguna manera están influidas por situaciones sociales recientes, nuevas experiencias perturbadoras en la personalidad del individuo, o las que se derivan, como factores de influencia, por los medios de comunicación e instituciones gubernamentales. Esta prueba, es la denominada “Inventario de Rasgos temperamentales IRT” y consta de un total de 140 reactivos mediante los cuales, se logran descubrir algunos rasgos predominantes en el individuo en el momento mismo en que es aplicada.

    Hay que recordar que un rasgo temperamental no es de ninguna manera el perfil del individuo en lo general, sino tan solo una disposición congénita que sirve para responder de manera uniforme a un determinado tipo de estímulos, o para reaccionar en forma más o menos idéntica en situaciones similares.

    Los rasgos que son medidos por esta prueba, son 7 áreas temperamentales a saber: 1. Activo, 2. Vigoroso, 3. Impulsivo, 4. Dominante, 5. Estable, 6. Sociable y 7. Reflexivo, cuyas características se indican a continuación:

    Activo. La persona que obtiene alto puntaje en está área acostumbra a trabajar y moverse con rapidez. Es inquieta aun en circunstancias en que debiera permanecer tranquila. Le gusta estar siempre ocupada en algo y tiene la tendencia a estar de prisa. De ordinario habla, camina, escribe con rapidez, aun cuando estas actividades no lo requieran.

    Gráfica 1

    Como puede apreciarse en la gráfica 1, los estudiantes del Grupo B de estudio, reflejan un temperamento alto y muy alto en lo social, en tanto que los del Grupo A, presentan rangos de “bajo”, “medio bajo” y “medio”, en mayor proporción. Esto significa que los alumnos bajo estudio, son mucho más inquietos y por lo mismo, proclives a situaciones donde predominen actividades de mucha actividad y los del Grupo A, de control, con más tendencia a la tranquilidad.

    Vigoroso. La persona con alto puntaje gusta de tomar parte en deportes, trabajos manuales que requieren uso de herramientas, y actividades al aire libre. Está área pone de manifiesto la actividad física que implica un considerable desgaste de energía y pone en movimiento el sistema muscular. Este rasgo se describe con frecuencia como “masculino” aun cuando muchas mujeres adultas y adolescentes pueden lograr alto puntaje en él.

    Gráfica 2

    De acuerdo a los resultados que se aprecian en la gráfica 2, el temperamento vigoroso predomina en el Grupo A en la categoría de “alto”, sin embargo, en la referida a “muy alto”, los del Grupo B presentan mayor proporción. Si se toman en cuenta las categorías con mayor concentración de alumnos, puede apreciarse que ambos grupos se ubican en las categorías de “medio bajo, “medio” y “medio alto”. En este rasgo, ambos grupos parecen ser muy afines.

    Impulsivo. Altos puntajes son indicadores de una persona despreocupada, temeraria, confiada en su buena suerte, que actúa bajo la presión del momento y sin medir las consecuencias de sus actos. Personas de esta clase toman sus decisiones rápidamente, les agrada la competencia y cambian fácilmente sus actividades. La decisión para actuar o cambiar es rápida, independientemente de la manera como se mueve la persona, lenta o rápidamente (Activo), o de si le agrada o no la actividad que requiere un notable esfuerzo (Vigoroso). Una persona que queda a menudo como en suspenso mientras actúa o piensa, obtiene un bajo puntaje en esta área.

    Gráfica 3

    De acuerdo con los resultados graficados, (Gráfica 3) los integrantes del Grupo B, presentan un temperamento “impulsivo” en niveles muy bajos comparativamente con los que conforman el Grupo A, que concentra un mayor número de integrantes en las categorías “medio bajo” y “medio”, de lo que se infiere, que este rango predomina en ambos grupos de estudiantes. Este rango es importante en cuanto se considera positivo, por que propicia en los individuos seguridad en sí mismos.

    Dominante. Las personas con alto puntaje se consideran a sí mismas como capaces de tomar la iniciativa y la responsabilidad de actuar como lideres. Les gusta hablar en público, organizar actos sociales, promover nuevos proyectos y convencer a los demás. Son de aquellas personas probablemente se harían cargo de la situación en caso de accidente.

    Gráfica 4

    La grafica 4 refleja situaciones realmente interesantes, pues el Grupo A, manifestó una tendencia mayor dentro de las categorías “medio” y “medio alto”, lo que significa que reflejan una actitud responsable mayor frente a situaciones donde es necesario tomar decisiones con iniciativa, sin embargo, 6 integrantes del Grupo B, se mostraron con mayor puntaje en la categoría de “alto”. Lo anterior refleja igualdad de circunstancias, en ambos grupos frente a este rasgo temperamental.

    Estable. Las personas que tiene alto puntaje en esta área son generalmente alegres y tranquilas. Pueden reposar en un medio de bullicioso y no pierden la cabeza en situaciones críticas. Afirman que pueden concentrarse en medio de muchas distracciones. No se molestan si se les interrumpe mientras están meditando y no se irritan a causa de los pequeños contratiempos de la vida cotidiana; no les incomoda dejar una tarea inconclusa o terminarla dentro de un plazo fijo de antemano.

    Gráfica 5

    Este es un rasgo que refleja de manera contundente el perfil deseable de todo joven estudiante, que además de seguridad en sí mismo, conserva la calma en situaciones críticas. Puede observarse que los estudiantes del Grupo B, presentan en mayor medida niveles bajos, ya que concentran un mayor número de integrantes en estas categorías de “muy bajo”, “bajo” y “medio bajo”, en tanto que los jóvenes del Grupo A, en las categorías de medio a muy alto, lo que significa que éstos últimos, son más confiables al momento de tomar decisiones.

    Sociable. Las personas que obtienen alto puntaje en el área de sociabilidad buscan la compañía de los demás, fácilmente traban amistades y son generalmente simpáticas y agradables en su trato con la gente; están siempre dispuestas a cooperar y a prestar ayuda. Los extraños les confían fácilmente sus problemas personales.

    Gráfica 6

    Los resultados que se aprecian en la grafica, nos indican que ambos grupos son altamente sociables, empáticos y de facilidad para establecer relaciones interpersonales, aunque levemente se aprecia que algunos integrantes del Grupo B, presentan rasgos muy bajos. Una explicación válida para estos resultados, es que en ambos grupos, predominan jóvenes con los mismos gustos, intereses personales y aficiones que les permiten buenos niveles de sociabilidad, además de que pertenecen a similares niveles socioeconómicos y son representativos de una misma generación.

    Reflexivo. El alto puntaje en esta área indica que la persona se inclina a la meditación y a la reflexión y encuentra más a su gusto tratar asuntos teóricos que problemas prácticos. Es propio de las personas reflexivas analizarse a sí mismas. Estas personas son generalmente tranquilas; encuentran placer en el tipo de trabajo que requiere precisión y esmero en los detalles. Tiene la tendencia a hacerse cargo de más obligaciones de las que pueden atender y en general prefieren más bien planear que ejecutar los planes.

    Gráfica 7

    Se puede fácilmente apreciar que este rasgo de temperamento, es predominante en mayores proporciones en los jóvenes que integran el Grupo A, ya que concentran más puntajes en las categorías de “medio bajo”, “medio”, “medio alto” y “alto”, y a la inversa, los jóvenes del Grupo B, se concentran en mayores proporciones en las categorías de “muy bajo” y “bajo”. No hay duda que los jóvenes con mejores actitudes frente al estudio, mejores promedios y con menores índices de experiencias frente a la violencia escolar, son los integrantes del Grupo A que se perfilan como más reflexivos.

    3.5 Instrumentos de medición y estudio

    3.5.1 De significados actuales sobre agresión y violencia escolar

    Este cuestionario, fue elaborado y estructurado con el fin de medir, en los jóvenes participantes, su perfil de pensamientos, ideas y significados, acerca de una serie de conceptos que tienen que ver con la personalidad y las conductas de agresión y violencia. Se buscó que el entrevistado pudiese expresar sus criterios u opiniones sobre una serie de conceptos, a manera de respuesta de un total de diez indicadores previamente enlistados, utilizando para ello, una “escala de Likert,” o método de evaluaciones sumarias. Este tipo de escala, se llama así en honor a Rensis Likert /, quién publicó en 1932 un informe describiendo su uso.

    El instrumento consta de cuatro indicadores básicos y cada uno de estos con diez conceptos a calificar siguiendo la escala mencionada, cuyos ítems, van desde: “Totalmente de acuerdo”, “De acuerdo”, “Ni de acuerdo ni en desacuerdo”, “En desacuerdo” y “Totalmente en desacuerdo”.

    El primer indicador se refiere a conceptos sobre la personalidad de las personas, el segundo indicador a la agresividad y la violencia de las personas, el tercer indicador al concepto de ser agredido durante la pubertad (entre 10 y 16 años), y el cuarto indicador a experiencias personales de agresión y violencia escolar. Estos indicadores, se consideró cumplen con los objetivos esenciales de la investigación, pues de sus respuestas, se obtendrá información valiosa para la comprobación de las hipótesis o supuestos básicos de la investigación.

    El objetivo que se busca con la aplicación de este cuestionario estructurado, es que los entrevistados tengan un primer acercamiento conceptual relacionado con la naturaleza y alcances de la investigación, y con ello, un cierto grado de sensibilización hacia su participación más comprometida como informantes.

    3.5.2 Experiencias de agresión y violencia escolar en la escuela secundaria

    En el mes de Abril de 2008, Yarelys L. Forero A., Jeohanna Antonia Montero y Geomary A. Quintero, pertenecientes a la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Barat” del municipio de Cabinas del Estado de Zulia en Venezuela, llevaron a cabo un trabajo de investigación que tuvo como objetivo general identificar el perfil psicosocial de los sujetos que intervienen en los tipos de violencia escolar. Al decir de las autoras:/

    “…el modelo teórico utilizado se apoya en los postulados de autores como, Olweus (1983), Menéndez (2004), Chávez (2001), Sierra (1989), Bavaresco (2001), Hernández y otros (2003), entre otros y está enmarcado dentro de la tipología descriptiva, apoyada en un diseño no experimental de tipo transeccional y cuyo instrumento fue un cuestionario, con una escala dicotómica (Si/No).”

    Fue este mismo cuestionario, el que se consideró para nuestra investigación, ya que en su estructura define los perfiles de los sujetos participantes en el fenómeno de la violencia escolar, no sin antes haber realizado una adaptación al mismo, tanto en la redacción de los conceptos, como a la escala de respuestas, eliminando la dicotómica por una de Likert. Dicho cuestionario modificado, sirvió para medir las “Experiencias de Agresión y Violencia escolar en la escuela secundaria.”

    El cuestionario adaptado, puede decirse que es más amplio ya que consta de un total de doce indicadores que en total acumulan cincuenta conceptos a investigar. Se reafirma que la adaptación principal consistió, además de los “ítems” de respuestas en escala de Likert, que en nuestro caso, van desde los conceptos: “Siempre”, “Casi siempre”, “A veces”, “Casi nunca” y “Nunca” y en que las preguntas incluidas en los conceptos, fueron redactadas, la gran mayoría en tercera persona, con el propósito de que el entrevistado no hiciera, de manera directa, alusión a sus propias conductas, sino a la de los otros, considerando que de alguna manera, estaría la propia incluida.

    El propósito de este instrumento, fue conocer una serie de experiencias que vivieron en materia de agresión y violencia escolar durante la etapa de estudiantes de la segunda parte de su nivel básico, entre los 10 y los 16 años de edad, lo que significa que abarca los últimos años de primaria y los 3 años de secundaria. Es importante resaltar que las respuestas estuvieron fincadas en aspectos del recuerdo y la memoria, ya que los conceptos que serán evaluados están redactados en tiempo pretérito.

    Los indicadores están referidos a los tres tipos principales de violencia, la física, la verbal y la psicológica, con al menos tres (3) conceptos cada uno de ellos. También, a la violencia social, en función de que los conceptos hacen referencia a aspectos que afectaban el entorno de socialización en el que se desenvolvían. Este indicador también con tres (3) conceptos.

    Otros indicadores hacen referencia a aspectos del agresor, sobre todo, a la percepción que tienen de ellos en aspectos de su personalidad, aspectos físicos, características de su ámbito familiar y de su ámbito social. En el mismo tono, se analizan los aspectos básicos de la víctima, es decir, quienes eran abusados por aquellos agresores antes definidos.

    3.5.3 Algunas conductas que sugieren formas de agresión y violencia dentro del contexto escolar del bachillerato

    Este cuestionario comprende un total de 30 conceptos que significan y reflejan conductas y comportamientos de los propios entrevistados en los años previos a sus estudios universitarios, y donde algunos corresponden a manifestaciones de tipo físico, otros de carácter psicológico y otras más que caen dentro del ámbito de lo social.

    La fuente principal para la elaboración del presente instrumento, fueron parte de las conclusiones de Oñate y Piñuel (2004) en el que describen 25 ítems de conductas perniciosas que los jóvenes aceptaron haber practicado como estudiantes de nivel bachillerato y que fueron publicadas en el llamado “Informe Cisneros”./

    La premisa fundamental para la aplicación de este instrumento, es que este nivel de estudios es muy reciente en la vida de nuestros estudiantes, y seguramente sus experiencias serán mejor recordadas.

    La idea principal de este cuestionario, es que cada uno de los entrevistados se familiaricen con estas manifestaciones de conducta y logren identificarse, a través del recuerdo con algunas de ellas, y en función de esto, responder de acuerdo a una escala donde los conceptos son, al igual que los anteriores instrumentos, “Siempre”, “Casi siempre”, “A veces”, “Casi nunca” y “Nunca”.

    Con este instrumento, podemos decir que los entrevistados nos darán una riqueza de información que servirá para conocer si las hipótesis o supuestos previos, concuerdan o no con los resultados, y en consecuencia, concluir sobre la validez de las mismas o la necesidad de reenfocarlas de acuerdo a los mismos resultados.

    3.6 Etapas del proceso de investigación

    3.6.1 Prueba piloto y elección de los sujetos bajo estudio

    En una etapa inicial se seleccionaron un grupo de jóvenes alumnos a quienes se les pidió darle respuesta a los instrumentos preparados de manera previa, sugiriéndoles anotarán en un apartado de “observaciones y sugerencias”, todo aquellos que a su juicio mejorara el diseño del mismo, además de cierto tipo de preguntas que fuese conveniente incluir. Este grupo fue de 14 jóvenes elegidos al azar, y representativos de los grupos del primero al tercer grado universitario.

    Para la selección final de los 25 jóvenes que conformaron el Grupo B a quienes se les aplicaron los instrumentos ya corregidos, se consideraron en principio dos variables, la primera, referida a algunas manifestaciones de conductas, actitudes y comportamientos cotidianos en su desempeño como estudiantes, y la segunda, al expediente de rendimiento escolar a la fecha del estudio.

    La selección de los 25 jóvenes representativos del Grupo A por su parte, obedeció a un criterio más simple, el ser ejemplo de buena conducta y buen nivel de responsabilidad escolar.

    Es importante hacer notar que la muestra elegida de 50 jóvenes, no tuvo la pretensión de una precisión estadística, sino solamente que fuera representativa de un grupo de estudiantes de nivel superior, y de la universidad de San Miguel en particular, cuya característica de ser institución privada, ubica a los sujetos como provenientes de familias cuyo nivel socioeconómico y cultural está dentro de la clase media de nuestra ciudad capital.

    Se reitera que un detalle que se cuidó en la clasificación de dicha muestra, fue que estuviese igualmente representada por cuestiones de género, es decir, hombres y mujeres en proporciones muy similares.

    Como una forma de reforzamiento de lo antes descrito, podemos señalar que en un trabajo de campo realizado en el mes de Marzo del año 2000, en 9 escuelas preparatorias en el Estado de México, se utilizaron criterios similares aunque con una muestra de casi 350 estudiantes. En dicho estudio se señala que como afirman Schanapper y Hanet (1993:75):

    “…el problema de la representatividad es secundario pues, la lógica no es la de la estadística, sino la de la calidad de las entrevistas y de la información que contiene, y desde esta perspectiva, se puede afirmar que cada individuo seleccionado, es un testimonio de su sociedad.”/

    Fue durante esta etapa de selección de los sujetos bajo estudio, cuando se les explicó de manera individual a cada uno de los jóvenes a entrevistar, la naturaleza, alcances y objetivos de la investigación con el fin de motivarlos a participar de manera consciente, por lo que la investigación final se hizo solamente con quienes aceptaron participar, y quienes desistieron que fueron los menos, fueron sustituidos con los mismos criterios de selección antes señalados.

    Como puede observarse, se conformaron dos grupos cuya características seleccionadas a priori, sirvieron para contrastar los resultados y con ello, comprobar, en alguna medida, los supuestos que motivaron la investigación.

    Como ya se señaló, al mismo tiempo que se realizaba la selección de los estudiantes que conformarían cada uno de los grupos, se llevó a cabo la prueba piloto para validar los instrumentos a utilizar, misma que sirvió para la obtención de valiosa información y sugerencias que permitieron reelaborar algunas de las preguntas planteadas, lo que facilitó la obtención de mejores respuestas por parte de los entrevistados.

    3.6.2 Aplicación de los instrumentos

    Una vez identificados los sujetos a investigar, se iniciaron los trabajos de concientización conformando tres grupos, dos de 16 y uno de 18 integrantes con el fin de explicarles el propósito, los objetivos y los alcances de dicha investigación, haciendo hincapié en que los resultados obtenidos, servirían para que las autoridades educativas del estado, pudiesen en el futuro, establecer algunos programas de prevención del fenómeno de la violencia en las escuelas secundarias. Este argumento, fue bien recibido por la totalidad de los participantes. Fue en estas mismas reuniones, donde se les aplicaron los cuestionarios, proceso que duró aproximadamente 45 minutos, realizando pequeños ejercicios de relajación y visualización de los lugares comunes, sobre todo, en la aplicación del segundo instrumento que hace referencia a su etapa de estudiantes de secundaria.

    TERCERA PARTE

    ANÁLISIS DE RESULTADOS Y EVIDENCIAS

    PARA DISCUSIÓN

    CAPÍTULO IV

    ANÁLISIS DE RESULTADOS

    4.1 Respecto a los significados sobre la agresión y la violencia escolar

    4.1.1 Justificación y propósito del instrumento

    Preguntarle a los entrevistados acerca de los significados de una serie de conceptos relevantes relacionados con la agresión y la violencia escolar, tiene el propósito de conocer, aunque sea de manera enunciativa, parte de la estructura mental de los mismos, así como también, la forma como conceptualizan y definen, con su nivel de experiencia y cultura actuales, conceptos como: la personalidad, la agresividad y la violencia, el ser agredido en la pubertad, y de manera muy especial, el cómo vivieron su etapa de estudiantes de secundaria en estos aspectos tan nocivos socialmente hablando; la agresión y la violencia en la escuela. Se advierte que este último concepto, se incluyó con el fin de motivar, de acuerdo a sus significados reflejados en su nivel subconsciente, sus experiencias al respecto.

    4.1.2 Análisis de resultados positivos de los significados

    Con relación a este punto, podemos observar que los resultados obtenidos son altamente significativos para los propósitos de la investigación, ya que los estudiantes que conforman el Grupo B, reflejan un esquema mental muy diferente, comparado con los resultados emitidos por los integrantes del Grupo A cuyos resultados son más asertivos, lo que de alguna manera, corrobora el supuesto de que las conductas y comportamientos de los jóvenes del Grupo B, son el reflejo de un esquema mental de significados no asertivos.

    Como ya se indicó, el instrumento estaba conformado de aspectos que definen la personalidad, unos verdaderos (positivos) y otros no verdaderos (negativos), los que estaban incorporados de manera desordenada, lo que permitió que al momento de emitir sus respuestas, no pudiesen reflexionar y comparar, sino que lo hicieran de manera emotiva.

    Cuadro 4

    PERFIL DE SIGNIFICADOS DE DIVERSOS ASPECTOS

    POSITIVOS RELACIONADOS CON LA AGRESIÓN Y LA VIOLENCIA

    Puntos: 350 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    ASPECTOS POSITIVOS DE LA PERSONALIDAD.

    67

    17

    16

    53

    22

    25

    2

    ASPECTOS POSITIVOS DE SER AGREDIDO ENTRE LOS 10 Y LOS 16 AÑOS

    97

    7

    21

    56

    31

    38

    3

    ASPECTOS POSITIVOS DE LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA DE LAS PERSONAS

    83

    10

    32

    61

    17

    47

    Suma:

    243

    34

    73

    170

    70

    110

    (%)

    69.43

    9.71

    20.86

    48.57

    20.00

    31.42

    Fuente: Investigación directa.

    Como puede apreciarse en el cuadro 4, en el que se concentran los resultados de los ítems analizados, el Grupo B, estuvo de acuerdo, en menor proporción, 48.57%, con los criterios y significados positivos relacionados con la personalidad, el ser agredido entre los 10 y los 16 años (la pubertad) y la agresividad y la violencia en las personas, mientras que el Grupo A reflejó un índice del 69.43%. Visto a la inversa, el Grupo B estuvo en desacuerdo en mayor proporción 20.00%, que el Grupo A que reflejó solo el 9.71%.

    Aunque las diferencias no sean altamente significativas, estos índices, nos reflejan claramente, que los estudiantes que se caracterizan por tener actitudes, conductas y comportamientos más cuestionados en la actualidad, lo hacen en función de un perfil de creencias distinto a aquellos estudiantes que tienen una mejor evaluación como tales. Estos últimos, los estudiantes del Grupo A, reflejan un esquema mental mejor orientado hacia el deber ser.

    4.1.2.1 Aspectos de la personalidad

    Abundando en los resultados podemos ver en el cuadro 5, como en los conceptos verdaderos o afirmativos de la personalidad, como son los que tienen relación con el hecho de que la personalidad es “un factor derivado de aspectos genéticos (temperamento) y la influencia del medio ambiente (carácter)”, el que es “un elemento vital para el desarrollo de las personas”, y además que “cuando es fuerte, refleja liderazgo y éxito” ambos grupos emitieron prácticamente resultados muy diferentes, mejor estructurados por los integrantes del Grupo A que estuvieron “de acuerdo” en un 67.0% contra un 53.0% del Grupo B.

    Cuadro 5

    SIGNIFICADOS DE LA PERSONALIDAD

    ASPECTOS POSITIVOS

    Puntos: 100 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En

    desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En

    desacuerdo

    Neutral

    1

    Un factor derivado de la herencia (genética) y la influencia del medio ambiente.

    19

    3

    3

    15

    3

    7

    2

    Un elemento vital para el desarrollo de las personas.

    20

    3

    2

    15

    8

    2

    3

    Cuando es fuerte, refleja liderazgo y éxito.

    16

    5

    4

    13

    3

    9

    4

    Cuando es débil, propicia seres inadaptados.

    12

    6

    7

    10

    8

    7

    Suma:

    67

    17

    16

    53

    22

    25

    (%)

    67.00

    17.00

    16.00

    53.00

    22.00

    25.00

    Fuente: Investigación directa

    Es importante señalar, que el hecho de que los criterios de “significados” sean diferentes, solo nos indica que los jóvenes del Grupo B se caracterizan por haber tenido experiencias que de alguna manera, no les ha permitido estructurar criterios de evaluación más acertados.

    4.1.2.2 La violencia y la agresividad en las personas

    Estos dos conceptos, “violencia y agresividad en las personas”, motivó en los entrevistados significaciones que fueron analizados a la luz de 5 (cinco) respuestas todas de carácter positivo, es decir, que son verdaderas o afirmativas. Por ejemplo, no hay duda que estos conceptos significan “que degradan al ser humano”, por lo que 13 de los 25 entrevistados dentro del Grupo B, estuvieron de acuerdo con dicha afirmación, y en cambio, en el Grupo A, fueron 21 de 25, lo que nos permite suponer que esta afirmación, fue mejor evaluada por los alumnos del Grupo A. Lo mismo puede decirse del resto de los conceptos, donde los jóvenes integrantes del Grupo A, manifestaron estar “de acuerdo” un mayor número de ellos, tal y como se aprecia en el cuadro 6.

    Cuadro 6

    SIGNIFICADOS DE LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA EN LAS PERSONAS

    ASPECTOS POSITIVOS

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Degrada al ser humano

    21

    3

    1

    13

    8

    4

    2

    Es una actitud que predispone a las personas en contra de otros

    14

    3

    8

    17

    0

    8

    3

    Es una expresión de debilidad, complejos y baja autoestima

    17

    0

    8

    12

    4

    9

    4

    Propicia una personalidad totalmente antisocial

    17

    3

    5

    10

    3

    12

    5

    Es un elemento pernicioso que trastoca la personalidad de los individuos en la vida adulta

    14

    1

    10

    9

    2

    14

    Suma:

    83

    10

    32

    61

    17

    47

    (%)

    66.40

    8.00

    25.60

    48.80

    13.60

    37.60

    Fuente: Investigación directa

    Lo mismo puede decirse del resto de los conceptos que sirvieron como respuestas alternativas, donde el Grupo B, estuvo de acuerdo, en lo general, en una proporción menor, un 48.80%, respecto a un 66.40% en el Grupo A. La excepción fue en una respuesta que sugiere que “la agresión y la violencia” son actitudes que predisponen a las personas en contra de otras. Todo esto se puede ver en el cuadro 6 que se incluye de manera previa.

    4.1.2.3 Sobre el ser agredidos entre los 10 y los 16 años

    Por lo que respecta a este concepto, también fue analizado en un contexto de cinco conceptos afirmativos, y donde el Grupo A, se manifestó en una proporción mayor, pues en total acumularon 97 de 125 respuestas afirmativas, que significan el 77.60%, en tanto que los integrantes del Grupo B, acumularon una proporción menor, el 44.80%, resultado de 56 respuestas con sentido “de acuerdo” de un total de 125, lo que significa también que 69 de los entrevistados, compartieron opiniones entre estar “en desacuerdo” (31) y opinión “neutral” (38). Si el análisis lo hacemos hacia el interior de los conceptos, podemos ver que todos, en mayor o menor proporción, fueron mejor respondidos por los integrantes del Grupo A, como por ejemplo, la afirmación de que el ser agredido en esa edad: “fue una experiencia traumática, de los 25 integrantes del Grupo B, solo 10 eligieron estuvieron “de acuerdo”, en tanto que en el Grupo A fueron 21 personas.

    Las afirmaciones significativas del ser agredido en esa edad, como por ejemplo: “genera traumas y limita el desarrollo de una personalidad madura”, el Grupo B respondió en una proporción más baja, lo que nos permite inferir, que la estructura de significados en los estudiantes de este grupo, es diferente a los estudiantes seleccionados dentro del Grupo A, y por lo mismo, sus pensamientos al respecto están menos acercados a la realidad, lo que por otro lado, refleja también, como ya se comentó, un criterio más estructurado hacia lo verdadero por parte de los jóvenes del Grupo A.

    De igual manera, se puede inferir como evidencia encontrada, que si el Grupo A, admitió, en una mayor proporción, que el hecho de ser agredido en la época de estudiante de secundaria, “fue una experiencia traumática”, y que además, propicia la conformación de individuos con baja autoestima y debilidad de carácter, da lugar a pensar al menos dos cosas a saber: Primero, que están conscientes de que en esa edad fueron agredidos y de alguna manera cumplieron un rol de “víctimas”, o bien, en segundo lugar, que fueron mucho más honestos al momento de emitir sus respuestas; premisa difícil de comprobar, sin embargo, lo señalado en primer término se podrá comprobar al analizar las experiencias vividas según, los roles vividos.

    Cuadro 7

    SIGNIFICADO DE SER AGREDIDO ENTRE LOS 10 Y LOS 16 AÑOS DE EDAD

    ASPECTOS POSITIVOS

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Es una experiencia traumática

    21

    1

    3

    10

    9

    6

    2

    Afectan el aprendizaje y la dedicación al estudio

    21

    2

    2

    14

    7

    4

    3

    Es algo que desatienden los profesores y directivos de las escuelas

    15

    2

    8

    10

    4

    11

    4

    Genera traumas y limita el desarrollo de una personalidad madura

    23

    1

    1

    14

    6

    5

    5

    Propicia individuos de carácter débil y baja autoestima y con pocas posibilidades de éxito en la vida

    17

    1

    7

    8

    5

    12

    Suma:

    97

    7

    21

    56

    31

    38

    (%)

    77.60

    5.60

    16.80

    44.80

    24.80

    30.48

    Fuente: Investigación directa

    Cuadro 8

    PERFIL DE SIGNIFICADOS DE DIVERSOS ASPECTOS

    NEGATIVOS RELACIONADOS CON LA AGRESIÓN Y LA VIOLENCIA

    Puntos: 400 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    ASPECTOS NEGATIVOS DE LA PERSONALIDAD.

    79

    30

    41

    92

    16

    42

    2

    ASPECTOS NEGATIVOS DE SER AGREDIDO ENTRE LOS 10 Y LOS 16 AÑOS

    19

    87

    19

    40

    51

    34

    3

    ASPECTOS NEGATIVOS DE LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA DE LAS PERSONAS

    13

    90

    22

    44

    60

    21

    Suma:

    111

    207

    82

    176

    127

    97

    (%)

    27.75

    51.75

    20.50

    44.00

    31.75

    24.25

    Fuente: Investigación directa

    4.1.3 Análisis de resultados negativos de los significados

    Como ya se señaló, con la misma intención, el instrumento contenía conceptos no verdaderos (negativos), los que al ser analizados, nos permiten corroborar la estructura mental de los entrevistados.

    En efecto, en el cuadro 8, que también es concentrador, se observa como los estudiantes del Grupo B, están “de acuerdo”, en los conceptos señalados, en una proporción mucho mayor que los estudiantes del Grupo A. Aquellos, reflejan un índice del 44.00%, en aspectos no verdaderos, en tanto que éstos solo en el 27.75%; y visto de manera complementaria, los del Grupo B cuestionaron señalando estar “en desacuerdo”, con los aspectos negativos que definen los puntos bajo estudio en un 31.75%, en tanto que los del Grupo A, con mayor claridad de los significados, reflejó un índice del 51.75%.

    Al analizar los índices, se puede observar que los estudiantes del Grupo B, tienen ideas distorsionadas o no verdaderas, sobre algunos de los conceptos, en tanto que los jóvenes incluidos en el Grupo A, reflejan un pensamiento y creencias mejor estructuradas hacia lo verdadero. El análisis de los índices que reflejan “estar en desacuerdo”, significa lo antes señalado, y claramente se puede observar, que los jóvenes del Grupo A, ubican mejor como “no verdaderas” o negativas, aquellas afirmaciones sobre los conceptos bajo estudio.

    4.1.3.1 Aspectos de la personalidad

    El instrumento que sirvió para la recolección de los datos, contenía algunas afirmaciones “no verdaderas”, como las que pueden observarse en los significados acerca de la personalidad de las personas. Se preguntaba, por ejemplo, que: “es un factor derivado de origen hereditario, principalmente”, o bien, que: “es un concepto que se aprende en la escuela” o bien, que “es un factor que define la inteligencia y la adaptación social” conceptos todos que no son verdaderos, pero que sin embargo, a pesar de que las respuestas de los jóvenes no son totalmente precisas, en ambos grupos, los del Grupo B estuvieron “de acuerdo”, en mayor medida que los jóvenes del Grupo A, lo que de alguna manera, refleja, como ya se ha señalado, un pensamiento mejor estructurado. Esto puede verse en el cuadro 9 que se indica a continuación.

    Cuadro 9

    SIGNIFICADOS DE LA PERSONALIDAD

    ASPECTOS NEGATIVOS

    Puntos: 150 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Un factor de origen hereditario, principalmente

    8

    7

    10

    14

    3

    8

    2

    Un factor derivado de la influencia del medio social

    19

    2

    4

    22

    0

    3

    3

    Un concepto que se aprende en la escuela

    2

    12

    11

    7

    6

    12

    4

    El resultado de la voluntad del propio individuo

    18

    1

    6

    18

    0

    7

    5

    Un factor que define la inteligencia y la adaptación social

    12

    6

    7

    14

    6

    5

    6

    Un factor que se aprende y se moldea en la familia

    20

    2

    3

    17

    1

    7

    Suma:

    79

    30

    41

    92

    16

    42

    (%)

    52.66

    20.00

    27.33

    61.33

    10.66

    28.00

    Fuente: Investigación directa

    4.1.3.2 La violencia y la agresividad en las personas

    Al preguntar sobre estos conceptos clave de la investigación, con afirmaciones negativas, los resultados fueron muy representativos del pensamiento de los jóvenes entrevistados. En lo general, se puede observar en el cuadro 10, que un 35.20% de los entrevistados del Grupo B, estuvieron de acuerdo en este tipo de afirmaciones, y en el grupo de control, este porcentaje fue de solo el 10.40%.

    Si el enfoque del análisis se hace hacia el interior de los conceptos se puede apreciar las desviaciones conceptuales que ambos grupos de jóvenes tienen, y que confirman, de alguna manera, las premisas de análisis del presente trabajo de investigación.

    En efecto, al afirmar que tanto la agresividad como la violencia en las personas “fortalecen el carácter del individuo”, o que “predispone al individuo para una personalidad fuerte y positiva”, o bien, que “le genera a las personas una imagen de respeto social y aceptación”, los jóvenes están emitiendo sus opiniones, y por lo mismo, reflejan la esencia de su pensamiento. Estas respuestas afirmativas a elegir, le sugieren a los entrevistados proporciones como por ejemplo, en el primer caso: 12 jóvenes de de 25 del Grupo B afirman estar de acuerdo, en tanto que del Grupo A solamente 2 lo afirman; en el caso de la afirmación señalada en segundo término, las proporciones fueron de 10 y 4 en el mismo orden, y la tercera afirmación, registra proporciones de 9 y 2 respectivamente.

    No podemos perder de vista que las respuestas contenidas en los cuestionarios, son indicativas para la búsqueda de una estructura de pensamiento, mismo que puede estar o no empatado con la realidad del deber ser y por lo mismo, representan la psicología del individuo.

    Cuadro 10

    SIGNIFICADOS DE LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA EN LAS PERSONAS,

    ASPECTOS NEGATIVOS

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Fortalece el carácter del individuo

    2

    19

    4

    12

    12

    1

    2

    No tiene ningún impacto en el desarrollo de la personalidad del niño ni de adulto

    1

    24

    0

    5

    16

    4

    3

    Predispone al individuo para una personalidad fuerte y positiva

    4

    16

    5

    10

    12

    3

    4

    A la larga, propicia rasgos de liderazgo social

    4

    17

    4

    8

    10

    7

    5

    Le genera a las personas, una imagen de respeto social y aceptación

    2

    14

    9

    9

    10

    6

    Suma:

    13

    90

    22

    44

    60

    21

    (%)

    10.40

    72.00

    17.60

    35.20

    48.00

    16.80

    Fuente: Investigación directa

    4.1.3.3. Sobre el ser agredidos entre los 10 y los 16 años de edad

    Preguntarle a los entrevistados sobre el significado de haber sido agredido en la edad en la que cursaban sus estudios en la secundaria, tenía el propósito de situar emocionalmente al joven en una experiencia vivencial, con el fin de que se reflejara en su mente, emanada del subconsciente, el significado de la misma en su vida. Las respuestas fueron muy evidentes y enriquecedoras para el propósito de la investigación, pues de un total de 5 (cinco) ítems cuyos significados enunciados no son verdaderos, un 32.0% de los entrevistados del Grupo B, que significan 40 puntos acumulados, señalaron estar de acuerdo en los mismos, en tanto que los del Grupo A, acumularon solamente un 15.20%, es decir, solamente 19 afirmaciones sobre un total de 125 puntos obtenidos.

    Haciendo un breve análisis de los cinco ítems, y considerando solo dos de ellos, el que enuncia que el ser agredido en esa edad, tiene el significado de que: “sirve para modelar el carácter y la personalidad” y que es “un síntoma de popularidad y aceptación por parte de los compañeros”, cuyos índices fueron 9 respuestas emitidas por los integrantes del Grupo B y solamente 4 del Grupo A en el primer caso, y 10 y 2, respectivamente. Se aprecia pues, que los jóvenes del Grupo A, reflejan un pensamiento con ideas más claras sobre estos conceptos y contrario sensu, un pensamiento menos efectivo de los integrantes del Grupo B.

    Tomando en cuenta que el significado de la existencia de rasgos de agresividad en los individuos, los resultados antes señalados nos indican que existen diversos mecanismos en el ser humano frente a la agresividad, como por ejemplo, el despertar de un mecanismo de defensa por el que se desplaza la hostilidad hacia el agresor u otra víctima, o bien, el sentimiento de temor que inhibe la madurez sana en los individuos.

    Cuadro 11

    SIGNIFICADO DE SER AGREDIDO ENTRE LOS 10 Y LOS 16 AÑOS DE EDAD

    ASPECTOS NEGATIVOS

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Genera un aprendizaje para una personalidad férrea y madura socialmente hablando

    3

    22

    0

    7

    11

    7

    2

    Sirve para modelar el carácter y la personalidad

    4

    17

    4

    9

    12

    4

    3

    Es un síntoma de popularidad y aceptación por parte de los compañeros

    2

    20

    3

    10

    9

    6

    4

    Es responsabilidad de la familia, ya que no enseñan a defenderse de los demás

    5

    13

    7

    5

    13

    7

    5

    Es algo intrascendente en la vida de los niños y los adolescentes

    5

    15

    5

    9

    6

    10

    Suma:

    19

    87

    19

    40

    51

    34

    (%)

    15.20

    69.60

    15.20

    32.00

    40.80

    27.20

    Fuente: Investigación directa

    4.1.3.4 Significados de vivencias de los roles predominantes

    En el cuestionario de significados, había una serie de ítems, donde 5 hacían referencia a identificarse con el rol de agresor, y 4 con el rol de víctima, de manera que las respuestas, reflejan de manera puntual, los roles predominantes con los cuales se identifican, tanto cuando las respuestas son “de acuerdo” o “en desacuerdo”, pues al invertirse los resultados, los significados son casi los mismos.

    En el cuadro 12, se presenta un concentrado de éstos significados, en el que se puede apreciar, que entre los estudiantes del Grupo B, 58 de 125 estuvieron de acuerdo con las afirmaciones que significaban experiencias de ser agresor, en tanto que los del Grupo A fueron solamente 27; y a la inversa, quienes estuvieron de acuerdo en el rol de víctima, los del Grupo B fueron 15, y los del Grupo A 30. Con esto se aprecia que los jóvenes bajo estudio, aceptaron haber tenido experiencias de agresores, en una proporción mayor, en tanto que los estudiantes del Grupo A en ambos roles, y en proporciones muy similares, el haber sido tanto víctimas como agresores y en el primer caso, el doble de los del Grupo B y como agresores, menos de la mitad de aquellos.

    Cuadro 12

    PERFIL DE SIGNIFICADOS DE EXPERIENCIAS

    RELACIONADAS CON LA AGRESIÓN Y LA VIOLENCIA, SEGÚN ROLES

    Puntos: 225 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    Acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    EXPERIENCIAS EN EL ROL DE AGRESOR.

    27

    85

    13

    58

    48

    19

    2

    EXPERIENCIAS EN EL ROL DE VÍCTIMA.

    30

    58

    12

    15

    73

    12

    Suma:

    57

    143

    25

    73

    121

    31

    (%)

    25.33

    63.56

    11.11

    32.44

    53.78

    13.78

    Fuente: Investigación directa

    Lo anterior nos ejemplifica muy bien, dos cosas importantes a saber: Primero, que todos los niños en edad escolar de secundaria o quizá desde antes, han sufrido en algún momento de su vida una experiencia en la que se ven envueltos en el rol de víctima o de agresor, y que depende de su estructura de valores familiares, y del entorno social donde se desenvuelve, asumir en mayor o menor medida uno u otro, y en segundo lugar, que al crecer y convertirse en joven estudiante de mayor edad, no todos arrastran las secuelas de traumas que en algún momento les haya dejado cualquiera de los roles vividos, y posiblemente quienes los reflejan con actitudes irresponsables y de bajo perfil como estudiantes de nivel profesional, es por que dichas secuelas aún no han sido adecuadamente tratadas y resueltas.

    4.1.3.4.1 En el rol de agresor

    Como se pudo apreciar en el cuadro 13, ambos grupos tuvieron experiencias tanto de agresor como de víctimas, inferencia emanada de la revisión de los grados de aceptación de las afirmaciones que ambos grupos contestaron en el sentido de estar “de acuerdo.”.

    En el caso del rol de agresor, los ítems se pueden apreciar en el cuadro 13 así como los índices de respuesta obtenidos, sin embargo, destacamos aquí, solo los que resultan más relevantes, como por ejemplo, el que dice: “Agredirnos y molestarnos mutuamente era parte de la diversión cotidiana”, donde los resultados fueron estar de acuerdo en proporciones de 14 y 6, de un total de 25 en el Grupo B y Grupo A respectivamente. Destaca de igual manera, el ítem que señala: “Reaccione con violencia en más de una ocasión contra un compañero o compañera”, en el que ambos grupos estuvieron de acuerdo aunque en proporciones diferentes, como se observa, 16 de los entrevistados del Grupo B, y sólo 10 en el Grupo A.

    Del análisis de estos ítems, se deriva el hecho de que no hay duda que ambos grupos de estudiantes vivieron estos roles en mayor o menor medida, aunque en el caso de los estudiantes del Grupo B se perfilan más como haber sido “agresores” y en el caso de los del Grupo A, en mayor medida como “víctimas”. Vale aclarar que en ambos grupos y para ambos roles, las frecuencias de “estar en desacuerdo” son las más altas.

    4.1.3.4.2 En el rol de víctima

    Lo que a ambos grupos le significaron las experiencias vividas como “victimas” es también muy relevante al interior de cada uno de los conceptos afirmados, entre los que destacamos los que expresan. “Fui objeto de burlas y apodos incómodos”, donde las respuestas fueron en mayor medida en el Grupo A, 9 de 25 entrevistados, en tanto que en el Grupo B fueron solamente 3.

    Otro concepto relevante es el que señala: “Sentía mucha impotencia por no saber cómo defenderme”, donde los resultados son que estuvieron de acuerdo, 7 y 3 alumnos del Grupo A y del Grupo B respectivamente. De igual manera, el concepto que afirma: “Me sentía débil e indefenso ante quienes me agredían con golpes o verbalmente”, que reflejan índices de 6 y 4 en el mismo orden.

    Lo que puede advertirse con claridad, es que a pesar de que en ambos grupos los más respondieron estar “en desacuerdo” con ambos roles, 73.0% en el Grupo B y 58.0% en el Grupo A, los primeros manifestaron más experiencias como “agresores” y los del Grupo A como “víctimas”. Hay que recordar que estos resultados están enmarcados en el renglón de significados relevantes, más que en experiencias vividas de manera personal.

    Cuadro 13

    SIGNIFICADO DE EXPERIENCIAS EN EL ROL DE AGRESOR

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Agredirnos y molestarnos mutuamente, era parte de la diversión cotidiana

    6

    16

    3

    14

    10

    1

    2

    Nos agredíamos por igual entre hombres y mujeres, no había ninguna diferencia

    6

    16

    3

    11

    10

    4

    3

    Reaccioné con violencia en más de una ocasión contra un compañero o compañera

    10

    13

    2

    16

    6

    3

    4

    Me gustaba manifestar mi fuerza frente a los demás, y los molestaba constantemente

    2

    20

    3

    8

    12

    5

    5

    Cuando alguien me caía mal o le miraba un defecto, lo molestaba por cualquier motivo

    3

    20

    2

    9

    10

    6

    Suma:

    27

    85

    13

    58

    48

    19

    (%)

    21.60

    68.00

    10.40

    46.40

    38.40

    15.20

    Fuente: Investigación directa

    Cuadro 14

    SIGNIFICADO DE EXPERIENCIAS EN EL ROL DE VICTIMA

    Puntos: 100 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    De

    acuerdo

    En desacuerdo

    Neutral

    1

    Fui objeto de burlas y apodos incómodos

    9

    14

    2

    3

    18

    4

    2

    Me sentía débil e indefenso frente a quiénes me agredían con golpes o verbalmente

    6

    16

    3

    4

    18

    3

    3

    Sentía mucha impotencia por no saber como defenderme

    7

    14

    4

    3

    21

    1

    4

    Me quejaba ante los profesores o la dirección de la escuela, buscando un apoyo

    8

    14

    3

    5

    16

    4

    Suma:

    30

    58

    12

    15

    73

    12

    (%)

    30.0

    58.0

    12.0

    15.0

    73.0

    12.0

    Fuente: Investigación directa

    4.2 Respecto a las experiencias de agresión y violencia vividas

    4.2.1 Importancia de recordarlas

    La problemática de ambiente escolar violento que se observa en todo tipo de instituciones escolares hoy en día y que está afectando el desarrollo cognitivo del sujeto en su proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de las aulas, solo se puede entender a partir de las experiencias sobre el cómo la han vivido los propios protagonistas, así como del estudio de las variables sociales, donde destaca el contexto histórico social de violencia que se vive y se reproduce en las relaciones familiares, escolares, ambientales y políticas entre otras.

    Que el individuo recuerde a través de un análisis retrospectivo situaciones de su etapa de adolescencia y juventud temprana y proceda a una análisis de sus experiencias en materia de agresión y violencia en la escuela, le ayudará a entender muchas de sus conductas actuales, e iniciar un proceso de readaptación y reaprendizaje de sus conductas y comportamientos sociales, ya que son mensajes del subconsciente que al aflorar mediante el recuerdo al consciente, lo pueden condicionar a una mejora actitudinal.

    4.2.2 Tipos de agresión y violencia registradas

    Las formas de agresión que fueron documentadas de acuerdo a la investigación, fueron la violencia física, la que implica golpes, empellones, patadas entre otras, e incluso, la amenaza de daño físico; la violencia verbal, que incluye insultos, burlas continuas, ofensas, humillaciones e incluso bromas pesadas que implican que los demás se rían de la víctima; la violencia psicológica, denominada también violencia emocional, ya que afecta directamente la autoestima de la persona, agresión más sutil y de mayores secuelas en la personalidad del individuo y la violencia social, que implica excluir al otro de las actividades cotidianas principalmente o bien, contar chismes y divulgar rumores sobre una persona con el propósito de desprestigio.

    Cada uno de estos tipos de agresión se documentaron y sirvieron fundamentalmente para “descubrir”, por así decirlo, aquellas formas más generalizadas que cada uno de los entrevistados vivió en su época de estudiante de nivel secundaria e inferir el nivel y grado de identificación con el rol con el cual más se identificaron.

    Cuadro 15

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN

    Y VIOLENCIA SOCIAL, SEGÚN TIPO

    Puntos: 300 = 100%

    Ítem

    Percepción y tipo de

    Experiencias Según tipo

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    FÍSICA

    4

    14

    57

    9

    16

    50

    2

    VERBAL

    29

    13

    33

    45

    17

    13

    3

    PSICOLÓGICA

    16

    22

    37

    30

    22

    23

    4

    SOCIAL

    11

    19

    45

    7

    22

    46

    Suma:

    60

    68

    172

    91

    77

    132

    (%)

    20.00

    22.66

    57.33

    30.33

    25.66

    44.00

    Fuente: Investigación directa

    Se aprecia, en el cuadro 15, que resume los tipos de violencia registrados, que la mayor proporción de alumnos, el 44.0 y el 57.33% respectivamente del Grupo B y del Grupo A, manifestaron “nunca” haber sufrido una agresión de algún tipo, y aceptaron, en cambio, haberla recibido “a veces”, en una proporción muy parecida en ambos grupos, el 25.66% en el Grupo B y el 22.66% en el Grupo A y en cambio, expresaron haber sido “siempre” objeto de algún tipo de agresión en proporciones del 30.33 y 20.00% en el mismo orden. Es importante aclarar que para fines de análisis, las opciones de “nunca” y “casi nunca” fueron agrupados en una sola expresión de “nunca” así como también, el de “siempre” y “casi siempre”.

    Cuadro 16

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA FÍSICA

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    ¿Fuiste golpeado por otro estudiante, sin causa aparente?

    0

    4

    21

    2

    2

    21

    2

    Durante la hora del recreo, los juegos preferidos de todos incluían golpes, empujones, puñetazos, patadas entre otro tipo de agresiones

    4

    7

    14

    5

    10

    10

    3

    ¿En tu escuela se presentaron casos de agresión con objetos cortantes como: vidrios, navajas, tijeras o puntas de compás entre otros objetos

    0

    3

    22

    2

    4

    19

    Suma:

    4

    14

    57

    9

    16

    50

    (%)

    5.33

    18.67

    76.00

    12.0

    21.33

    66.67

    Fuente: Investigación directa

    Es muy notorio que en ambos grupos de estudiantes, no se registren experiencias significativas de haber recibido algún tipo de agresión física, (Cuadro 16), excepción hecha de aquellos que implicaban formar parte de los juegos cotidianos a la hora del recreo principalmente, aceptados como “siempre” y “a veces” en proporciones conjuntas de 33.33% en el Grupo B (12.0% + 21.33%), y del 24.0% en el Grupo A haciendo la misma suma.

    Cuadro 17

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA VERBAL

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    ¿Tus compañeros se comunicaban con gritos, insultos, groserías, sobrenombres o comentarios sarcásticos entre ellos?

    11

    2

    12

    18

    2

    5

    2

    ¿Alguno o algunos de los estudiantes fueron objeto de menosprecios en público a través de comentarios como: “eres un inútil”, “no sirves para nada”, “solo vienes a perder el tiempo” entre otros?

    5

    6

    14

    8

    12

    5

    3

    ¿Fuiste alguna o algunas veces, testigo de cómo otro compañero fue objeto de burlas por su apariencia física?

    13

    5

    7

    19

    3

    3

    Suma:

    29

    13

    33

    45

    17

    13

    (%)

    38.66

    17.33

    44.00

    64.00

    22.66

    17.33

    Fuente: Investigación directa

    Por lo que respecta a la violencia verbal, esta fue aceptada en una mayor proporción que la física, quizá por ser mucho más fácil de expresar y de alguna manera aceptar, como parte de la diversión cotidiana. Llama la atención, sin embargo, que en ambos grupos, se aceptó de manera muy generalizada, haber sido “testigos” de agresiones por medio de burlas a otro compañero, cuya apariencia física era diferente. En esta forma de agresión verbal, convergen, por así decirlo, también las formas de agresión psicológica y social, por el menosprecio y la exclusión que ello implica. En síntesis, el Grupo A señaló “nunca” haber experimentado este tipo de agresión en un 44.0%, en tanto que en el Grupo B, lo manifestaron en un 17.33%. La explicación a este tipo de experiencias es que los jóvenes del Grupo B, recuerdan estas vivencias en mayor proporción, sin embargo, no puede decirse que haya sido por haber sido “agresores” o “víctimas”, pues en cualquiera de los casos, lo recordarían igual.

    Cuadro 18

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA PSICOLÓGICA

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Algunos de tus compañeros eran muy pasivos y tolerantes frente a las agresiones que hacían los demás

    8

    9

    8

    15

    9

    1

    2

    Algunos compañeros no se atrevían a participar en actividades deportivas por temor a ser rechazados o ser objeto de burlas

    7

    11

    7

    8

    12

    5

    3

    Algunos compañeros tuvieron comportamientos autodestructivos contra sí mismos

    1

    2

    22

    7

    1

    17

    Suma:

    16

    22

    37

    30

    22

    23

    (%)

    21.33

    29.33

    49.33

    40.00

    29.33

    30.66

    Fuente: Investigación directa

    En efecto, tal y como se señaló en el punto anterior, los conceptos referidos a acciones donde prevaleció violencia psicológica, los integrantes del Grupo B señalaron “nunca”, en un 30.66%, en tanto que los del Grupo A lo hicieron en un 49.32%. Analizado de esta manera, podemos inferir que alrededor de 6 de cada 10 jóvenes estudiantes, aceptaron haber tenido experiencias de violencia psicológica, al menos las que se identifican con las afirmaciones de que “algunos de los compañeros eran muy pasivos y tolerantes frente a las agresiones” y que “no se atrevían a participar en actividades deportivas o de otro tipo, por temor a ser rechazados o ser objetos de burlas”, que fueron las que tuvieron puntuaciones más altas en ambos grupos.

    Cuadro 19

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA SOCIAL

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Fuiste objeto de aislamiento y marginación (Ley de hielo), pues no te incluían en los grupos y no te invitaban a fiestas entre otras cosas

    0

    4

    21

    0

    4

    21

    2

    Alguno o algunos de tus compañeros fueron rechazados por los demás porque eran becados o de escasos recursos económicos

    1

    7

    17

    1

    7

    17

    3

    Alguno o algunos de tus compañeros fueron objeto de chismes, intrigas, rumores descalificadores, tratos humillantes que provocaron exclusión y aislamiento

    10

    8

    7

    6

    11

    8

    Suma:

    11

    19

    45

    7

    22

    46

    (%)

    14.66

    25.33

    60.00

    9.33

    29.33

    61.34

    Fuente: Investigación directa

    Por último, la percepción de experiencias vividas en materia de exclusión social, forma de violencia altamente denigrante y discriminatoria, ambos grupos indicaron en proporciones muy similares, no haberla sufrido “nunca” en su etapa de estudiantes de secundaria, de lo que se infiere que al menos 4 de cada 10, aceptaron haber tenido alguna forma de exclusión por parte de sus compañeros. Esto se explica mejor analizando los conceptos hacia el interior del cuestionario; como por ejemplo, la expresión de que: “Fuiste objeto de aislamiento y marginación (ley de hielo), por no ser incluido en grupos o no tener invitaciones a fiestas”, o bien, que: “alguno o algunos de los compañeros fueron objeto de intrigas y descalificaciones humillantes que provocaron exclusión y aislamiento”; y en el primer caso, 21 de los estudiantes del Grupo B señalaron “nunca” y 4 que “a veces”, y en iguales proporciones los integrantes del Grupo A, en tanto que la segunda afirmación, 17 integrantes ( 6+11) del primer grupo, aceptaron positivamente, en tanto que en el Grupo A fueron 18 (10 +8), considerando la suma de las respuestas de “siempre” y “a veces”.

    4.2.3 El perfil del agresor

    Sánchez Aneas (2009) describe el perfil del agresor señalando que por lo general, “…va probando hasta encontrar a una víctima apropiada, obteniendo el reconocimiento y la atención, cualidades de las que en realidad carece. A esto, se añade que rápidamente se rodea de un grupo de compañeros que se convierten en observadores y, a veces en colaboradores de la conducta de hostigamiento.” Se advierte del comentario anterior, que el perfil del agresor es atractivo para otro grupo de jóvenes, que buscan su acercamiento tal vez con el interés de no ser víctimas del mismo.

    El instrumento utilizado daba la oportunidad de conocer algunos aspectos relacionados con el perfil del agresor, donde los relacionados con la personalidad del mismo, se midió a través de siete conceptos, los concernientes a los aspectos físicos del mismo, mediante cuatro conceptos o afirmaciones, de igual manera, los vinculados al ámbito familiar también siete conceptos, y los que tienen que ver con el aspecto social, cuatro conceptos.

    En términos generales, y considerando los ámbitos investigados del perfil del agresor, como son su personalidad, los aspectos físicos, el ámbito familiar y el ámbito social, se puede advertir que los alumnos correspondientes al Grupo B, reflejan experiencias relacionadas con el perfil del agresor, en una proporción mayor que los estudiantes del Grupo A, evidencia que se infiere por el hecho de que los primeros, señalaron 161 veces, que “nunca” tuvieron una experiencia de este tipo, en tanto que los del segundo grupo, dijeron 193 veces lo mismo, lo que significa que las veces que “siempre” y “a veces” identificaron el perfil del agresor, fueron mayores en el Grupo B y menores en el Grupo A.

    Cuadro 20

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DEL PERFIL

    DEL AGRESOR, SEGÚN ÁMBITOS

    Puntos: 550 = 100%

    Ítem

    Percepción y tipo de

    Experiencias según perfil

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    SU PERSONALIDAD

    83

    45

    47

    62

    69

    44

    2

    ASPECTOS FÍSICOS

    35

    29

    36

    49

    23

    28

    3

    ÁMBITO FAMILIAR

    46

    37

    92

    57

    45

    73

    4

    ÁMBITO SOCIAL

    55

    27

    18

    51

    33

    16

    Suma:

    219

    138

    193

    219

    170

    161

    (%)

    39.82

    25.09

    35.09

    39.81

    30.90

    29.27

    Fuente: Investigación directa

    4.2.3.1 La personalidad

    Enfocado el análisis en el concepto de la personalidad del agresor, es significativo advertir que quienes manifestaron una percepción de actitudes proclives a la agresión, fueron en mayor medida los estudiantes entrevistados del Grupo A, ya que señalaron en el renglón de “siempre” en una proporción mayor que los del Grupo B, situación que a nuestro juicio, se fundamente en el hecho de que éste último grupo, prefirió no reconocer o no sentirse aludidos en aspectos relacionados con la personalidad del agresor.

    Para reforzar lo antes señalado, ponemos como ejemplo algunos de los conceptos a los que dieron respuesta, señalando en primer término, el relacionado con: “Los estudiantes que demostraban ser agresivos y abusivos, también eran los que sacaban calificaciones más bajas” Ante esta afirmación, los jóvenes entrevistados del Grupo B, señalaron que “siempre” y “a veces”, en proporciones de 15 y 6 respectivamente, lo que nos da un total de 21 respuestas de aceptación, en tanto que en el Grupo A, las respuestas fueron 20 y 3, es decir, un mayor grado de aceptación. Igualmente, a la afirmación “Los estudiantes que eran agresores, le faltaban el respeto a las normas y las reglas de la escuela y a los profesores”, donde al igual que el anterior, los estudiantes del Grupo B, dieron respuestas afirmativas en una mayor proporción que los del Grupo A, aceptando que “siempre” 12 y 17 veces respectivamente.

    Otro ítem que también refleja la misma situación, es el relacionado con la afirmación que dice: “Estos malos estudiantes hacían también alarde de las agresiones que cometían y además, en tono de burla como si hubieran hecho algo bueno” Aquí, en el Grupo B se obtuvieron 13 respuestas aceptando que “siempre”, mientras que en el Grupo A fueron 19, evidentemente una mayor aceptación en éste último, que de alguna manera, reflejan mayores experiencias como víctimas de conductas abusivas por parte de otros compañeros.

    Cuadro 21

    PERCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL PERFIL DEL AGRESOR

    Puntos: 175 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Algunos de tus compañeros reaccionaban con molestia y coraje agrediendo a otros por cualquier cosa

    4

    12

    9

    3

    15

    7

    2

    Tú y otros compañeros estaban a la defensiva por temor a ser agredidos por otros

    2

    4

    19

    1

    7

    17

    3

    Los estudiantes que demostraban ser agresivos y abusivos, también eran los que sacaban calificaciones más bajas

    20

    3

    2

    15

    6

    4

    4

    Los estudiantes que eran agresores, le faltaban el respeto a las normas y las reglas de la escuela y a los profesores

    17

    6

    2

    12

    10

    3

    5

    Los estudiantes más agresivos eran también los más simpáticos

    6

    9

    10

    7

    10

    8

    6

    Los estudiantes que eran agresivos, también se mostraban fanfarrones, engreídos y arrogantes

    15

    8

    2

    11

    12

    2

    7

    Estos malos estudiantes hacían también alarde de las agresiones que cometían y además, en tono de burla como si hubieran hecho algo bueno

    19

    3

    3

    13

    9

    3

    Suma:

    83

    45

    47

    62

    69

    44

    (%)

    47.43

    25.71

    26.86

    35.43

    39.43

    25.14

    Fuente: Investigación directa

    4.2.3.2 Aspectos físicos

    Por lo que respecta a los aspectos físicos del agresor, el instrumento indicaba cuatro ítems donde dos hacían referencia a varones y dos a mujeres; y cuyos resultados reflejan un alto grado de coincidencia, excepción hecha de que los más agresivos eran también los más fuertes, físicamente hablando y que en ocasiones, cuando las agresiones no eran de carácter físico sino verbal, las mujeres eran las que los propiciaban en mayor medida. Estos resultados se aprecian en el cuadro 22.

    Cuadro 22

    PERCEPCIÓN DE LOS ASPECTOS FÍSICOS DEL AGRESOR

    Puntos: 100 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Los estudiantes que eran los más agresivos, eran también los más fuertes físicamente hablando.

    10

    13

    2

    20

    3

    2

    2

    Cuando se presentaban problemas como reclamos, peleas, golpes, los que participaban eran los varones.

    22

    3

    0

    22

    2

    1

    3

    La mayoría de los problemas donde se daba agresión física, quienes participaban eran las mujeres.

    2

    2

    21

    2

    9

    14

    4

    Cuando las agresiones no eran de golpes ni de empujones, sino de burlas, estas las propiciaban las mujeres.

    1

    11

    13

    5

    9

    11

    Suma:

    35

    29

    36

    49

    23

    28

    (%)

    35.00

    29.00

    36.00

    49.00

    23.00

    28.00

    Fuente: Investigación directa

    Cuadro 23

    PERCEPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL ÁMBITO FAMILIAR DEL AGRESOR

    Puntos: 175 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    En las familias de los estudiantes que se caracterizaban por ser los más abusones, existían fuertes lazos de integración familiar.

    0

    8

    17

    4

    15

    16

    2

    Desde entonces y hasta la fecha, tu familia en momentos de dificultades, te brinda todo su apoyo.

    24

    1

    0

    23

    2

    0

    3

    Cuando te involucraste en problemas, tu familia te decía: ¡Haz lo que tú quieras!, ¡No vengas con esas cosas, ese es tu problema!, ¡A nosotros nos da lo mismo!, ¡A ver cómo le haces, tú te metiste, tú sales solo!, entre otras cosas.

    1

    1

    23

    3

    5

    17

    4

    Eres capaz de controlar tu ira y tu coraje cuando te llaman la atención en tu familia.

    18

    5

    2

    9

    10

    6

    5

    Por lo general, para conseguir algo con tu familia, te manifestabas molesto y altanero. Actualmente también.

    0

    8

    17

    4

    6

    15

    6

    Fuiste y en la actualidad eres castigado físicamente por tus padres cuando no los obedeces.

    1

    4

    20

    3

    2

    20

    7

    Las películas que más te gustan son de acción y violencia. Son las que ves con más frecuencia.

    2

    10

    13

    11

    5

    9

    Suma:

    46

    37

    92

    57

    45

    73

    (%)

    26.29

    21.14

    52.57

    32.57

    25.71

    41.71

    Fuente: Investigación directa

    4.2.3.3 Aspectos familiares

    Uno de los puntos importantes de la investigación, indicaba que los entrevistados pudieran identificar y describir, las características familiares del agresor, tomando en cuenta que es en la familia donde se originan buena parte de los problemas de conducta de los individuos, sobre todo cuando inician su despertar a la vida en su etapa de pubertad y pre adolescencia. En términos generales, se tiene la seguridad de que los ítems fueron respondidos en un contexto de libertad ya que los resultados son relevantes para la investigación. Se destaca, en primer lugar, que de los siete ítems que respondieron los entrevistados de ambos grupos, el relacionado con el apoyo y la confianza que sus familias les brindan desde que eran estudiantes de secundaria a la fecha, es muy relevante, pues la respuesta fue unánime en el sentido positivo, es decir, que “siempre” han recibido atención a sus problemas.

    Del resto de las preguntas, destacan dos que a nuestro juicio definen muy bien la percepción de los entrevistados y que a pesar de que estaban incluidas entre las relacionadas con el ámbito familiar, corresponden más a sus actitudes conductuales y preferencias por cierto tipo de diversiones. Una, que decía concretamente: “Eres capaz de controlar tu ira y tu coraje cuando te llaman la atención en tu familia” las respuestas sorprenden pues dentro del Grupo B, solo 6 señalaron que “nunca”, y 9 y 10 señalaron que “siempre” y “a veces”, mientras que en el Grupo A, las respuestas fueron, aparentemente diferentes, pero en esencia son similares, ya que en el renglón de “nunca”, solo dos alumnos respondieron, en tanto que en “siempre” y “a veces”, fueron exactamente el doble y la mitad respectivamente, con 18 y 5 afirmaciones. Estas respuestas, dan la impresión de ser más sinceras, sin embargo, en la mezcla exceptuando el “nunca” son muy similares. El otro ítem, estaba relacionado con la afirmación: “Las películas que más te gustan son de acción y violencia y son las que ves con más frecuencia”, pregunta que tiene que ver con la orientación personal hacia este tipo de temas, ya que en el ser humano persisten la idealización de la hombría, la que tiene su punto culminante en actitudes como la dureza, la agresividad, la ausencia de sentimientos, la glorificación de la competitividad, la exaltación de la rivalidad y sobre todo, el predominio del bien sobre el mal, que es al fin y al cabo con lo que todos nos identificamos.

    Aquí las respuestas fueron muy disímbolas, más sin embargo con un significado muy similar, pues en el Grupo B, 11 afirmaron que “siempre”, en tanto que en el Grupo A fueron solamente 2; la respuesta de “a veces”, el primer grupo lo afirmó 5 veces, en tanto que en el segundo fueron 10, y ambas respuestas sumadas nos dan un total de 15 y 12 afirmaciones.

    En lo general, dentro del ámbito familiar puede decirse que ambos grupos emitieron respuestas que definen muy bien sus percepciones sobre este importante aspecto del perfil del agresor.

    4.2.3.4 Aspectos sociales

    Por lo que respecta al ámbito social, aquí también las respuestas resultaron muy similares, lo que refleja, de alguna manera, que identifican muy bien este importante aspecto del perfil del agresor. Como ejemplo, podemos señalar que frente a la afirmación “Los estudiantes con problemas de agresividad, tenían dificultades para integrarse a un Grupo B, de deporte o de otro tipo” cuyas respuestas fueron en el orden de “siempre”, “a veces” y “nunca” en proporciones de 6, 11 y 8 en el Grupo B y de 6, 10 y 9 en el Grupo A. Otra afirmación que señalaba “Los estudiantes con agresividad, estaban rodeados de amigos que apoyaban sus actos violentos” donde las proporciones fueron de 13, 10 y 2 y 20, 4 y 1 respectivamente y en el mismo orden de análisis del punto anterior.

    De los cuatro ítems que comprendió este ámbito de análisis, y que en conjunto sumaron un total de 100 puntos, 16 respondieron que “nunca” en el Grupo B y 18 en el Grupo A, proporciones que reflejan percepciones muy similares como se afirmó al principio.

    Cuadro 24

    PERCEPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL ÁMBITO SOCIAL DEL AGRESOR

    Puntos: 100 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Los estudiantes con problemas de agresividad, tenían dificultades para integrarse a las actividades de un Grupo B, de deporte o de otro tipo.

    6

    10

    9

    6

    11

    8

    2

    Los estudiantes que tenían problemas de agresividad, manifestaban poco interés en las actividades escolares.

    19

    3

    3

    19

    4

    2

    3

    Los estudiantes que maltrataban a otros eran castigados por los profesores o directivos de la escuela.

    10

    10

    5

    13

    8

    4

    4

    Los estudiantes con agresividad, estaban rodeados de amigos que apoyaban sus actos violentos.

    20

    4

    1

    13

    10

    2

    Suma:

    55

    27

    18

    51

    33

    16

    (%)

    55.00

    27.00

    18.00

    51.00

    33.00

    16.00

    Fuente: Investigación directa

    A manera de explicación, podemos decir que dicha situación resulta obvia, en función de que ambos grupos de estudiantes pertenecen a una generación donde los criterios y percepciones varían sólo en matices, pues son una generación que han tenido acceso a los mismos medios de comunicación, videojuegos y han sido formados bajo patrones culturales muy similares y corresponden a niveles socioeconómicos muy parecidos.

    Cuadro 25

    PERCEPCIÓN DE EXPERIENCIAS DEL PERFIL

    DE LA VÍCTIMA, SEGÚN ÁMBITOS

    Puntos: 450 = 100%

    Ítem

    Percepción y tipo de

    Experiencias según perfil

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    SU PERSONALIDAD

    84

    59

    32

    76

    70

    29

    2

    ASPECTOS FÍSICOS

    60

    39

    26

    63

    32

    30

    3

    ÁMBITO FAMILIAR

    44

    20

    11

    39

    28

    8

    4

    ÁMBITO SOCIAL

    38

    25

    12

    31

    35

    9

    Suma:

    226

    143

    81

    209

    165

    76

    (%)

    50.22

    31.78

    18.00

    46.44

    36.67

    16.89

    Fuente: Investigación directa

    4.2.4 El perfil de la víctima

    El significado del concepto “víctima” más comúnmente aceptado es el que se refiere a toda persona que sufre un daño o perjuicio en su ser mismo tanto en lo físico como en lo emocional, así como en su patrimonio, y que es provocado de manera deliberada por otra persona, o por situaciones de carácter fortuito e inesperado. Algunos estudios recientes (Sánchez Aneas 2009), han demostrado que

    “…un buen número de personas que han sido víctimas cuando eran jóvenes, con el paso de los años, cuando adquieren más confianza en sí mismos, se convierten en agresores, algunos incluso lo hacen contra una sola persona que se convierte en el blanco de todas sus frustraciones.”

    4.2.4.1 La personalidad

    En la investigación, se le dedicó un apartado especial orientado a determinar el perfil de la victima, considerando experiencias relacionadas con aspectos como rasgos de la personalidad de la misma, algunos aspectos físicos relevantes, otros relacionados con el ámbito familiar y otros más con el ámbito social en el que se desenvuelve.

    Un resumen de estos aspectos, nos señala que los jóvenes entrevistados dentro del Grupo B, tuvieron un menor número de respuestas en el renglón de “siempre” comparados con los del Grupo A, y ligeramente mayor en la respuesta de “a veces”. La interpretación que se le puede dar a este hecho, es que en la mentalidad de los jóvenes bajo estudio, tendieron a minimizar en mayor medida algunos rasgos de la personalidad de este rol, quizá porque en sus experiencias, eran igualmente predominantes tanto el de victima como el de agresor, y por lo mismo, las respuestas están matizadas con un sentimiento de inseguridad.

    Visto el análisis hacia el interior de cada uno de los conceptos, se percibe una situación muy similar, ya que de los siete ítems que contenía el cuestionario relacionados con el perfil de la personalidad de la víctima, en cuatro de ellos, el Grupo B estuvo por abajo en los puntos de “siempre”, aunque compensaban la puntuación en el renglón de “a veces” que también implica cierto grado de aceptación, en tanto que uno mostró resultados muy similares y solo dos reflejaron un mayor número de respuestas en el renglón de “siempre” por parte del Grupo B.

    Cuadro 26

    PERCEPCIÓN DE LA PERSONALIDAD DEL PERFIL DE LA VICTIMA

    Puntos: 175 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    Veces

    Nunca

    1

    Los compañeros que eran víctimas de violencia, eran los más inseguros y temerosos.

    21

    3

    1

    16

    8

    1

    2

    Los estudiantes que constantemente eran agredidos física o psicológicamente, tenían baja autoestima.

    16

    8

    1

    14

    10

    1

    3

    Los compañeros que eran agredidos, se mostraban débiles, sumisos, temerosos.

    17

    5

    3

    11

    12

    2

    4

    Los compañeros que eran agredidos constantemente, se mostraban tímidos, solitarios e introvertidos.

    17

    6

    2

    11

    12

    2

    5

    Quiénes eran agredidos constantemente, manifestaban alto nivel de ansiedad como preocupación, angustia, intranquilidad y zozobra.

    6

    15

    4

    13

    8

    4

    6

    Esos compañeros que eran siempre agredidos física o psicológicamente, eran los peores estudiantes y los de más malas calificaciones.

    1

    10

    14

    5

    7

    13

    7

    Los compañeros que en la secundaria eran las víctimas de las agresiones, hoy se comportan muy inseguros de sí mismos.

    6

    12

    7

    6

    13

    6

    Suma:

    84

    59

    32

    76

    70

    29

    (%)

    48.00

    33.71

    18.29

    43.43

    40.00

    16.57

    Fuente: Investigación directa

    Los dos ítems fueron los que afirmaban: “Quienes eran agredidos constantemente, manifestaban alto nivel de ansiedad, preocupación, angustia, intranquilidad y zozobra” y el que indicaba: “Esos compañeros que eran siempre agredidos física o psicológicamente, eran los peores estudiantes y los de más malas calificaciones.” Aquí, las puntuaciones de “siempre”, fueron de 13 y 5 puntos en el Grupo B, frente a 6 y 1 en el Grupo A. Como se observa, existen proporciones mayores en los jóvenes del Grupo B, lo que de alguna manera puede indicar que opinan bajo la óptica de ser agresores.

    Cuadro 27

    PERCEPCIÓN DE LOS ASPECTOS FÍSICOS DE LA VICTIMA

    Puntos: 125 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Los estudiantes que eran más débiles y menos fuertes físicamente, eran los más agredidos.

    11

    12

    2

    14

    6

    5

    2

    Quienes recibían más agresión eran por lo general los varones.

    19

    4

    2

    22

    2

    1

    3

    Las mujeres eran las que recibían el mayor número de agresiones.

    1

    7

    17

    1

    6

    18

    4

    En general, los hombres y mujeres que demostraban ser los más serios del grupo, eran quienes recibían más burlas o marginación de las actividades.

    9

    11

    5

    9

    11

    5

    5

    Eran más agredidos quiénes tenían algún rasgo especial en su persona, pues era gordo, chaparro, flaco o con algún defecto físico.

    20

    5

    0

    17

    7

    1

    Suma:

    60

    39

    26

    63

    32

    30

    (%)

    48.00

    31.20

    20.80

    50.40

    25.60

    24.00

    Fuente: Investigación directa

    4.2.4.2 Aspectos físicos

    La importancia de comentar los aspectos físicos de la víctima, es con el fin de reforzar la percepción que ambos grupos entrevistados tuvieron en aquel entonces, y que recuerdan actualmente, y con ello, percibir el nivel y grado de identificación que puedan tener con este rol.

    En el cuadro 27, se puede apreciar que no existen diferencias significativas en la percepción de este concepto, pues las respuestas están dentro de los mismos rangos, tanto en lo que se refiere a las afirmaciones de “siempre”, “a veces” y “nunca”. Como ejemplo, podemos señalar la pregunta o concepto afirmativo: “En general, los hombres y mujeres que demostraban ser los más serios del grupo, eran quiénes recibían más burlas o marginación de las actividades.” Las respuestas de ambos grupos fueron coincidentemente las mismas, de 9, 11 y 5 puntos respectivamente. De igual manera, a la que señalaba: “Las mujeres eran las que recibían el mayor número de agresiones.” Aquí, las respuestas fueron de 1, 6 y 18 puntos en el Grupo B, y de 1, 7 y 17 en el Grupo A. Las diferencias como se observa no son significativas.

    Como explicación de lo anterior, vale decir que la coincidencia en la manera de pensar, sentir y actuar de los jóvenes de esa época y a pesar de que casi todos los de ambos grupos bajo investigación provienen de distintas escuelas secundarias cuyos ambientes también son diferentes, prevalece entre ellos un patrón de conducta muy similar fuertemente influido por el entorno cultural prevaleciente, de tal manera que son éstos últimos los que determinan de alguna manera, las conductas y actitudes, tal y como lo analizó Bronfenbrenner en su estudio y acuñado en los principios de la teoría ecológica. En efecto, las relaciones individuales que se daban entre los jóvenes en secundaria en su “microsistema” de la escuela, estaba afectada o influida de modo significativo, por las interacciones que los mismos jóvenes tenían en los otros sistemas, como podría ser el de la interacción de la familia con la escuela, (mesosistema) o en denominado “exosistema”, en el cual se dan las relaciones de carácter social y donde subsisten espacios recreativos, culturales y de otro tipo.

    Cuadro 28

    PERCEPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL ÁMBITO FAMILIAR DE LA VÍCITIMA

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Los padres de tus compañeros que eran más débiles y víctimas de otros más abusivos, se preocupaban de que les pasara algo.

    18

    5

    2

    15

    10

    0

    2

    Cuando tú tenías problemas en la escuela con maestros u otros compañeros, tus padres acudían a resolverlos.

    11

    8

    6

    12

    8

    5

    3

    Tus actos y comportamientos han sido frecuentemente controlados por tus padres.

    15

    7

    3

    12

    10

    3

    Suma:

    44

    20

    11

    39

    28

    8

    (%)

    58.67

    26.67

    14.66

    52.00

    37.33

    10.67

    Fuente: Investigación directa

    4.2.4.3 El ámbito familiar

    Es precisamente éste ámbito donde puede apreciarse mejor lo que se señaló anteriormente, pues el promedio de los tres indicadores incluidos en este rubro, reflejan proporciones también muy similares, de donde se deduce que la percepción de ambos grupos de estudio, se ubica dentro de los mismos rangos de criterios. Por ejemplo, ante la pregunta: “Tus actos y comportamientos han sido frecuentemente controlados por tus padres” ambos grupos de estudio reflejaron solamente 3 respuestas en el renglón de “nunca”, y en la suma de “siempre” y “a veces”, ambos grupos coincidieron en 22 puntos. Esto puede apreciarse en el cuadro 28.

    En este ámbito, es donde habitualmente se encuentran niños dependientes y apegados a los padres o hermanos mayores, lo que de alguna manera se les condiciona como sobreprotegidos y por lo mismo, se incapacitan para desenvolverse en ambientes agresivos fuera del hogar.

    Cuadro 29

    PERCEPCIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL ÁMBITO SOCIAL DE LA VÍCTIMA

    Puntos: 75 = 100%

    Ítem

    Conceptos

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Los estudiantes que eran objeto de agresiones físicas o psicológicas, tenían pocos amigos.

    15

    8

    2

    13

    11

    1

    2

    Los que eran constantemente agredidos, eran invitados a participar en actividades grupales como fiestas, paseos entre otras.

    5

    14

    6

    6

    13

    6

    3

    Los estudiantes que eran los más sometidos a agresiones, (tortas del salón), eran poco comunicativos.

    18

    3

    4

    12

    11

    2

    Suma:

    38

    25

    12

    31

    35

    9

    (%)

    50.67

    33.33

    16.00

    41.33

    46.67

    12.00

    Fuente: Investigación directa

    4.2.4.4 El ámbito social

    Al igual que el ámbito familiar, el análisis del ámbito social reflejó respuestas muy similares. Por ejemplo, el concepto que señalaba: “Los estudiantes que eran objeto de agresiones físicas o psicológicas, tenían pocos amigos.” Obtuvo por parte del Grupo B, un total de 13 respuestas en el renglón de “siempre”, comparativamente con 15 que reflejó el Grupo A. Lo mismo puede decirse del concepto que señalaba: “Los estudiantes que eran los más sometidos a agresiones, (tortas del salón) eran poco comunicativos,” que acumuló 23 puntos en las respuestas de “siempre” y “a veces”, mientras que los estudiantes del Grupo A, respondieron con 21 puntos.

    Muchas de estas conductas han sido estudiadas y los resultados reflejan que este tipo de niños victimizadas, lo son en función de que carecen de las habilidades necesarias para establecer relaciones no dependientes, situación que puede ser orientada desde el ámbito familiar.

    4.3 Agresión y violencia dentro del contexto del bachillerato

    4.3.1 Justificación del análisis en este contexto educativo

    Tomando en cuenta que el estudio se diseñó con enfoque longitudinal, muy a pesar de que se considera a los mismos individuos bajo estudio con una edad promedio de 20 años, éstos fueron trasladados mentalmente mediante un ejercicio de visualización, a lugares y espacios reales ubicados en su memoria a una edad promedio de 11 o 12 años de edad; con el propósito de que pudieran responder a las afirmaciones sobre experiencias vividas en la escuela secundaria. Es importante señalar que previamente fueron motivados a responder un cuestionario de significados con el fin de conocer su perfil de creencias en la edad actual.

    Como parte del mismo proceso indagatorio, y posterior al cuestionario de experiencias en la escuela secundaria, se procuró ubicarlos mentalmente en una edad intermedia (entre los 16 y 18 años de edad) época en la que eran estudiantes de bachillerato, con el fin de que expresaran sus vivencias y experiencias personales, ya que el diseño del cuestionario así lo requería.

    La longitudinalidad del estudio, se cumplió ya que a los sujetos bajo análisis, se les fue ubicando en distintos escenarios en el tiempo, con el fin de encontrar evidencias de sus experiencias propias y ajenas de este fenómeno social como lo es la violencia y la agresión en la escuela.

    4.3.2 La estructura del instrumento y resultados generales

    A mediados del año de 2005, los investigadores Araceli Oñate e Iñaki Piñuel, elaboraron un estudio en el que participaron alrededor de 4,600 alumnos con rangos de edades de entre los 7 y 18 años de edad, con el propósito de conocer la gravedad del problema de violencia y acoso escolar. Dicho estudio, generó un reporte denominado “Informe Cisneros”, entre los que destacan alrededor de 25 ítems que hacen referencia especialmente a los estudiantes de bachillerato, mismos que fueron considerados en nuestra investigación, para evaluar el nivel y grado de experiencias que en éstos rubros, tuvieron los jóvenes sujetos de investigación, tanto los del Grupo B como del Grupo A, e incluso, con la oportunidad de poder establecer alguna comparación de resultados.

    Una variación que nos permitimos elaborar, fue eliminar un concepto del informe Cisneros, por considerarlo muy similar en su planteamiento, e incorporar seis adicionales dadas las características de nuestra cultura y por qué fueron considerados en la prueba piloto. Otra variación que nos permitimos hacer para nuestro análogos, fue la de clasificar los 30 ítems considerados en nuestro estudio, según su naturaleza, es decir, de violencia física, verbal, social y psicológica.

    De esta manera, nuestro cuestionario contenía 30 preguntas a manera de afirmaciones que los entrevistados debían responder según su grado de aceptación en “siempre”, “a veces” y “nunca”, y de este total, 4 ítems correspondieron a experiencias personales de “agresión o violencia física”, 7 a “verbal”, 13 a “social” y 6 a “psicológica”

    Los resultados son en realidad importantes, pues se pudo comprobar, de acuerdo con los hallazgos anteriores, que los jóvenes del Grupo B, tuvieron un mayor número de experiencias de algún tipo de agresión o violencia que el resto de sus compañeros del Grupo A.

    Cuadro 30

    EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA EN EL BACHILLERATO, SEGÚN TIPO

    Puntos: 750 =100%

    Ítem

    Tipo de agresión y violencia

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    FÍSICA

    7

    13

    80

    12

    22

    66

    2

    VERBAL

    11

    22

    142

    32

    34

    109

    3

    SOCIAL

    9

    19

    297

    29

    68

    228

    4

    PSICOLÓGICA

    5

    24

    121

    26

    38

    86

    Suma

    32

    78

    640

    99

    162

    32

    (%)

    4.27

    10.40

    85.33

    13.20

    21.60

    62.50

    Fuente: Investigación directa

    En efecto, en el renglón de “siempre”, acumularon un total de 99 ítems, que en proporción significan el 13.2% de los 750 puntos acumulados, mientras que en el renglón de “a veces”, el porcentaje fue de 21.6%; señalando el resto, el 62.5%, en la afirmación de “nunca” haber tenido alguna experiencia en algunos de los ítems de violencia física, verbal, social o psicológica.

    Comparados estos resultados contra los obtenidos en el grupo de control, se puede apreciar que éstos manifestaron una mayor proporción de “nunca” haber tenido alguna experiencia de este tipo, con el 85.33%, mientras que afirmaron, en los renglones de “siempre” y “a veces”, proporciones del 4.27 y 10.4% respectivamente.

    Se aprecia una conducta mucho más orientada a la tolerancia y el respeto en los jóvenes del Grupo A.

    Cuadro 31

    EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA FÍSICA EN EL BACHILLERATO

    Puntos: 100 =100%

    Ítem

    Manifestaciones

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Robarle sus cosas

    0

    1

    24

    1

    3

    21

    2

    Esconderle cosas de su propiedad

    1

    5

    19

    4

    8

    13

    3

    Darle golpes o puñetazos intencionados

    1

    2

    22

    3

    3

    19

    4

    Estar contra él (ella) y darle carrilla

    5

    5

    15

    4

    8

    13

    Suma

    7

    13

    80

    12

    22

    66

    (%)

    7.00

    13.00

    80.00

    12.00

    22.00

    66.00

    Fuente: Investigación directa

    4.3.3 Manifestaciones de violencia física

    Como ya se señaló, del total de 30 ítems incluidos en el cuestionario, solo 4 hacían alusión a alguna acción que reflejase violencia física, como por ejemplo: “Esconderle cosas de su propiedad” donde los jóvenes del Grupo B, 4 aceptaron haberlo hecho “siempre” y 8 “a veces”, mientras que los integrantes del Grupo A, acumularon solamente 6 puntos en ambos ítems. Lo mismo puede decirse del ítem que señala: “Darle golpes y puñetazos intencionados”, donde los jóvenes del Grupo B, acumularon solo 6 puntos, contra 3 del Grupo A.

    Cuadro 32

    EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA VERBAL EN EL BACHILLERATO

    Puntos: 175 = 100%

    Ítem

    Manifestaciones

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A veces

    Nunca

    Siempre

    A veces

    Nunca

    1

    Llamarle con apodos o motes incómodos

    5

    7

    13

    10

    9

    6

    2

    Hacerle gestos de desprecio

    1

    1

    23

    3

    6

    16

    3

    Gritarle con molestia por cualquier cosa

    -

    2

    23

    1

    4

    20

    4

    Cambiar el significado de lo que decía el otro.

    -

    3

    22

    3

    7

    15

    5

    Ponerlo(a) en ridículo frente a los otros(as)

    2

    2

    21

    7

    1

    17

    6

    Insultarle con groserías

    2

    5

    18

    4

    5

    16

    7

    Hablar mal de el (ella) o de sus familiares

    1

    2

    22

    4

    2

    19

    Suma:

    11

    22

    142

    32

    34

    109

    (%)

    6.29

    12.57

    81.14

    18.29

    19.43

    62.29

    Fuente: Investigación directa

    4.3.4 Manifestaciones de violencia verbal

    Esta es quizá una de las manifestaciones de violencia más fáciles de cometer, ya que el lenguaje ha venido siendo tergiversado y muchos términos con significados antaño conocidos, ya no son tan relevantes en la actualidad y más aún, las niñas y jóvenes del sexo femenino, han venido perdiendo el pudor y el recato frente a sus pares, con expresiones con el mismo nivel de vulgaridad que el de los varones.

    Lo anterior, puede verse en el contenido del cuadro 32, donde en general, los jóvenes del Grupo A, manifestaron, en un mayor número de veces, 142 de 175 ítems, la respuesta de “nunca” haber participado en este tipo de agresiones con sus compañeros, mientras que en el Grupo B, las respuestas fueron de 109. Contrario sensu, éstos últimos aceptaron haber practicado este tipo de actos de agresión en un mayor número de veces.

    Esto se puede apreciar, por ejemplo, en la práctica cotidiana de: “Llamarlo con apodos o motes incómodos” frente a la cual, los jóvenes del Grupo B, lo aceptaron un total de 19 de 25, tanto en lo que se refiere a “siempre” como “a veces”, mientras que los jóvenes del Grupo A, fueron solamente 12. Otro ejemplo sería el que señala la práctica de: “Ponerlo(a) en ridículo frente a los otros(as)” donde las frecuencias fueron 8 del Grupo B y solamente 4 en el Grupo A, acumuladas en el mismo orden de respuestas.

    De igual manera, aceptaron que con frecuencia les gustaba: “Cambiar el significado de lo que decía el otro” en proporciones de 3 en “siempre” y 7 “a veces”, en tanto que los integrantes del Grupo A, lo aceptaron solamente 3 en el renglón de “a veces”.

    No puede soslayarse que este tipo de violencia es la más frecuente en casi todos los ámbitos escolares, ya que poner apodos, burlarse, insultar a otros es una manifestación de desahogo emocional en quién lo infringe, ya que por lo general, no puede descargar sus emociones en quién verdaderamente le está haciendo daño. Francisco Escalante (2010), señala incluso que esta manifestación de violencia, es:

    “…de efectos desastrosos para las víctimas que no aciertan a responder ante estos ataques que conforme pasa el tiempo los hacen más vulnerables y los estigmatizan.”

    Cuadro 33

    EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA SOCIAL EN EL BACHILLERATO

    Puntos: 325 = 100%

    Ítem

    Manifestaciones

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Acusarlo(a) de cosas que no había hecho

    1

    3

    21

    4

    4

    17

    2

    No dejarlo(a) jugar en el equipo

    0

    0

    25

    1

    5

    19

    3

    No dejarlo(a) hablar en grupos o reuniones

    0

    0

    25

    1

    7

    17

    4

    Dejar de hablarle o ignorarlo(a)

    1

    1

    23

    2

    10

    13

    5

    Difundir mentiras acerca de él (ella)

    0

    0

    25

    2

    1

    22

    6

    Motivar a otros para que no le hablaran

    0

    1

    24

    3

    4

    18

    7

    Burlarse de su apariencia física

    3

    4

    18

    3

    9

    13

    8

    Criticarle por todo lo que hace

    1

    3

    21

    4

    2

    19

    9

    Hacer que se enoje o se pelee con otro(a)

    1

    3

    21

    4

    5

    16

    10

    Ignorarlo(a) aplicando ley de “hielo”

    1

    1

    23

    2

    8

    15

    11

    Dejarlo(a) plantado(a) intencionalmente

    0

    0

    25

    1

    2

    22

    12

    Mostrarle o hacer que vea cosas ofensivas

    1

    2

    22

    2

    6

    17

    13

    Decirle cosas por e-mail de forma anónima

    0

    1

    24

    0

    5

    20

    Suma:

    9

    19

    297

    29

    68

    228

    (%)

    2.77

    5.85

    91.38

    8.92

    20.92

    70.15

    Fuente: Información directa

    4.3.5 Manifestaciones de violencia social

    Este tipo de violencia es también una de las más recurrentes en los jóvenes de esta época, ya que refleja el nivel y grado de irreverencias a las que han llegado como producto de la deficiente atención dentro de su estructura familiar, aunado a un avance exacerbado de carácter tecnológico, que ha deteriorado la mayor parte del tejido social y sus estructuras. Las nuevas generaciones no han aprendido a comunicarse de manera adecuada, y por lo tanto, la solución de controversias es cotidianamente por medio de la violencia, la que incluso hoy en día llega, a la utilización de armas, las que utilizan como una clara falta de sentimientos, emociones y consideraciones hacia la vida humana.

    Este es el escenario donde los jóvenes de la primera década del siglo XXI están creciendo, y la escuela no es la excepción de un entorno social desfavorable. Esto se puede apreciar en los resultados que se indican en el cuadro 33, en el cual, se analizaron 13 ítems que reflejan experiencias personales en materia de agresión y violencia en el contexto social.

    De estos 13 ítems analizados, los integrantes del Grupo B aceptaron, en una mayor proporción, haber realizado al menos alguna vez, agresiones en contra de compañeros, lo refleja el número de veces que respondieron “siempre” y “a veces”, que suman un total de 97 respuestas en este sentido, que de un total de 325 ítems, significan el 29.84%; en tanto que los estudiantes del Grupo A, lo aceptaron tan solo un total de 28 veces, apenas un 8.61% del total.

    Estos resultados sin duda, reflejan que las experiencias y las conductas orientadas hacia la burla, el daño y la agresión, fuera esta o no deliberada y/o mal intencionada, prevalecen más en los jóvenes del Grupo B que en los jóvenes del Grupo A, lo que de alguna manera nos demuestra que muchas de sus conductas y comportamientos actuales, están matizados por este esquema de valores y forma de ver la vida tanto en un grupo como en el otro, más grave, obviamente en el grupo de jóvenes del Grupo B, que con ello, confirman el supuesto básico de esta investigación.

    4.3.6 Expresiones de violencia psicológica

    El cuadro 34, refleja cifras muy elocuentes en este renglón de violencia y agresión, pues al igual que en los tipos de violencia antes analizados, también los jóvenes del Grupo B, expresaron respuestas mucho más significativas que los del Grupo A, lo demuestra el hecho, por ejemplo, en el número de respuestas obtenidas como “siempre” y “a veces” que suman 64, de un total de 150, en tanto que en el otro grupo, las respuestas fueron solamente 29 de un total similar.

    Aquí prevalecen las respuestas que implican imitar al otro con el fin de burlarse, molestarlo con el propósito de hacerlo llorar, despreciarlo sin causa o razón aparente, reírse del otro cuando se equivocaba en algo entre otras manifestaciones.

    Lo más grave del asunto es que por lo general, este tipo de violencia, es tan solo el preludio de la violencia física, donde la víctima, además de un sentimiento de minusvalía, es sometida a la tortura de ser maltratado.

    Cuadro 34

    EXPERIENCIAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA PSICOLÓGICA EN EL BACHILLERATO

    Puntos: 150 = 100%

    Ítem

    Manifestaciones

    Grupo A

    Grupo B

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    Siempre

    A

    veces

    Nunca

    1

    Imitarlo para burlase de el(ella)

    1

    6

    18

    6

    11

    8

    2

    Molestarlo(a) con la intención de que llore

    0

    2

    23

    1

    6

    18

    3

    Odiarlo(a) o despreciarlo(a) sin razón

    0

    1

    24

    3

    3

    19

    4

    Reírse o burlarse cuando se equivocaba en algo

    4

    6

    15

    6

    7

    12

    5

    Meterse con él (ella) solo por su forma de ser

    0

    5

    20

    4

    7

    14

    6

    Meterse con él (ella) por su forma de hablar

    0

    4

    21

    6

    4

    15

    Suma

    5

    24

    121

    26

    38

    86

    (%)

    3.33

    16.00

    80.67

    17.33

    25.33

    57.33

    Fuente: Investigación directa

    4.3.7 Análisis comparativo

    4.3.7.1 Entre grupos de Control (Grupo A) y de Estudio (Grupo B)

    Se hizo una agrupación de los resultados de las categorías “siempre” y “a veces”, excluyendo obviamente el resultado de “nunca”, con el fin de comparar ambos grupos en términos de la frecuencia de sus afirmaciones.

    Los resultados son muy evidentes, en el sentido de que los integrantes del Grupo B, manifestaron un mayor número de veces haber llevado a cabo expresiones de agresión o violencia de este tipo, comparado con los jóvenes del Grupo A. Estos resultados se aprecian en el cuadro 35, donde el Grupo B, registró 261 frecuencias, frente a 110 del Grupo A, y cuya diferencia expresada porcentualmente es de 1.37 veces más. La evidencia es que los jóvenes bajo estudio, aceptaron haber sido, en su época de estudiantes de bachillerato, mucho más “molestones” que sus compañeros del Grupo A.

    4.3.7.2 Entre ambos grupos frente al Informe Cisneros

    Como se comentó al inicio del presente apartado, los ítems que se consideraron fueron los que aparecen en el estudio elaborado por Oñate y Piñuel y que generó lo que se conoce como Informe Cisneros. Los ítems del informe son de 25, sin embargo, por razones de índole cultural de nuestros jóvenes, se redactaron acorde a los términos más utilizados en nuestro medio, eliminando uno que a nuestro juicio es muy similar y podía confundir a los entrevistados, nos referimos a los que señalan: “meterse con el por su forma de ser” y “meterse con él por ser diferente”, sin embargo, se añadieron seis más, por haber sido sugeridos en la entrevista piloto del cuestionario de prueba. Estos ítems son los que se enlistan a continuación: 1. “Hacer que se enoje y se pelee con otro”, 2. Ignorarlo(a), aplicando la ley de hielo”, 3. “Dejarlo (a) plantado (a) intencionalmente”, 4. “Mostrarle o hacer que vea cosas ofensivas”, 5. “Decirle cosas por e-mail de forma anónima” y 6. “Hablar mal de él (ella) o de sus familiares”.

    Los resultados comparativos se aprecian en el Cuadro 36, siendo los más relevantes, en términos de similitud, en primer lugar, el que en ambos casos apareció como el de más alto porcentaje, nos referimos al que a la letra dice: “Llamarle con apodos o motes incómodos”, que en nuestro estudio tuvo una frecuencia, la más alta de todas, de 8.36%, en tanto que en el Informe Cisneros, también con la puntuación más alta, el 13.90. La coincidencia es muy significativa. El resto de los conceptos que más que coincidentes, nos parece que guardan proporciones muy similares, aparecen en el cuadro referido en recuadro de color.

    Podemos concluir de manera preliminar que en este apartado, los jóvenes se mostraron tal y como fueron en esa etapa de su vida, sin esconder acciones ni mostrar algún síntoma de culpabilidad por haberlo hecho, pues fueron sinceros incluso al señalar que recuerdan con agrado esa etapa de su vida como estudiantes.

    Cuadro 35

    COMPARATIVO DE COMPORTAMIENTOS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA

    ESCOLAR EN EL BACHILLERATO, SEGÚN GRUPOS

    Comportamiento

    Grupo

    A

    Grupo

    B

    Variación

    (f)

    (f)

    (%)

    1. Acusarlo(a) de cosas que no había hecho

    4

    8

    100.0

    2.No dejarlo(a) jugar en el equipo

    0

    6

    n.d.

    3. No dejarlo(a) hablar en grupos o reuniones

    0

    8

    n.d.

    4. Dejar de hablarle o ignorarlo(a)

    2

    12

    500.0

    5. Difundir mentiras acerca de él (ella)

    0

    3

    n.d.

    6. Motivar a otros para que no le hablaran

    1

    7

    600.0

    7. Burlarse de su apariencia física

    7

    12

    71.42

    8. Criticarle por todo lo que hace

    4

    6

    50.00

    9. Hacer que se enoje o se pelee con otro(a)

    4

    9

    125.0

    10. Ignorarlo(a) aplicando ley de “hielo”

    2

    10

    400.0

    11. Dejarlo(a) plantado(a) intencionalmente

    0

    3

    n.d.

    12. Mostrarle o hacer que vea cosas ofensivas

    3

    8

    166.7

    13. Decirle cosas por e-mail de forma anónima

    1

    5

    400.0

    14.Imitarlo para burlase de él (ella)

    7

    17

    142.85

    15. Molestarlo(a) con la intención de que llore

    2

    7

    250.0

    16. Odiarlo(a) o despreciarlo(a) sin razón

    1

    6

    500.0

    17. Reírse o burlarse cuando se equivocaba en algo

    10

    13

    30.0

    18. Meterse con él (ella) solo por su forma de ser

    5

    11

    120.0

    19. Meterse con él (ella) por su forma de hablar

    4

    10

    150.0

    20. Robarle sus cosas

    1

    4

    300.0

    21. Esconderle cosas de su propiedad

    6

    12

    100.0

    22. Darle golpes o puñetazos intencionados

    3

    6

    100.0

    23. Estar contra él(ella) y darle carrilla

    10

    12

    20.0

    24. Llamarle con apodos o motes incómodos

    12

    19

    58.33

    25. Hacerle gestos de desprecio

    2

    9

    350.0

    26. Gritarle con molestia por cualquier cosa

    2

    5

    150.0

    27. Cambiar el significado de lo que decía

    3

    10

    233.3

    28. Ponerlo(a) en ridículo frente a los otros(as)

    4

    8

    100.0

    29. Insultarle con groserías

    7

    9

    28.57

    30. Hablar mal de él (ella) o de sus familiares

    3

    6

    100.00

    Suma:

    110

    261

    137.27

    (%)

    100.0

    137.27

    Fuente: Investigación directa

    Cuadro 36

    COMPARATIVO DE RESULTADOS DE AMBOS GRUPOS,

    CON EL INFORME CISNEROS

    Conceptos

    Menciones afirmativas en ambos grupos

    Informe Cisneros (2006)

    (%)

    (f)

    (%)

    Acusarlo(a) de cosas que no había hecho

    12

    3.23

    7.50

    No dejarlo(a) jugar en el equipo

    6

    1.62

    5.40

    No dejarlo(a) hablar en grupos o reuniones

    8

    2.16

    3.90

    Dejar de hablarle o ignorarlo(a)

    14

    3.77

    10.40

    Difundir mentiras acerca de él (ella)

    3

    0.81

    6.30

    Motivar a otros para que no le hablaran

    8

    2.16

    3.60

    Burlarse de su apariencia física

    19

    5.12

    5.80

    Criticarle por todo lo que hace

    10

    2.70

    4.40

    Hacer que se enoje o se pelee con otro(a)

    13

    3.50

    n.d.

    Ignorarlo(a) aplicando ley de “hielo”

    12

    3.23

    n.d.

    Dejarlo(a) plantado(a) intencionalmente

    3

    0.81

    n.d.

    Mostrarle o hacer que vea cosas ofensivas

    11

    2.96

    n.d.

    Decirle cosas por e-mail de forma anónima

    6

    1.62

    n.d.

    Imitarlo para burlase de él (ella)

    24

    6.47

    4.30

    Molestarlo(a) con la intención de que llore

    9

    2.43

    3.52

    Odiarlo(a) o despreciarlo(a) sin razón

    7

    1.89

    4.20

    Reírse o burlarse cuando se equivocaba en algo

    23

    6.20

    9.30

    Meterse con él (ella) solo por su forma de ser

    16

    4.31

    6.00

    Meterse con él (ella) por su forma de hablar

    14

    3.77

    3.30

    Robarle sus cosas

    5

    1.35

    3.20

    Esconderle cosas de su propiedad

    18

    4.85

    3.90

    Darle golpes o puñetazos intencionados

    9

    2.43

    4.00

    Estar contra él(ella) y darle carrilla

    22

    5.93

    3.70

    Llamarle con apodos o motes incómodos

    31

    8.36

    13.90

    Hacerle gestos de desprecio

    11

    2.96

    5.10

    Gritarle con molestia por cualquier cosa

    7

    1.89

    5.00

    Cambiar el significado de lo que decía

    13

    3.50

    4.00

    Ponerlo(a) en ridículo frente a los otros(as)

    12

    3.23

    3.90

    Insultarle con groserías

    16

    4.31

    8.70

    Hablar mal de él (ella) o de sus familiares

    9

    2.43

    n.d.

    Suma:

    371

    100.0

    100.00

    Fuente: Oñate y Piñuel; Informe Cisneros e Investigación directa

    CAPÍTULO V

    EVALUACIÓN, CONCLUSIONES

    Y RECOMENDACIONES

    CAPÍTULO V

    EVALUACIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

    5.1 Consideraciones previas

    Analizar como tema de tesis en desarrollo humano el fenómeno de la agresión y la violencia en la escuela, la que de manera primigenia se vive cuando se inicia la pubertad y se abandonan los patrones bio-psico-sociales de la niñez, ha sido un reto personal, ya que, por un lado, existe muy poca información al respecto y la que abunda son los estudios sobre el bullying, una forma de conducta patológica en la que se ha venido convirtiendo el fenómeno de la violencia, esa que desde siempre, se ha vivido en la escuela, como una manifestación de poder de uno sobre otro o sobre otros, dentro de escenarios de juegos, bromas y expresiones burlescas, pero que de alguna manera, sirven como pretexto para dejar aflorar la esencia del temperamento y el carácter de los jóvenes que despiertan a la vida.

    Así que fue, precisamente con esta abundante información sobre el bullying, cómo se establecieron las correlaciones necesarias, guardando la proporción entre la simple conducta abusiva como manifestación de violencia escolar, frente a la condición patológica que, como se pudo entender, genera el bullying en la psicología de los niños en la pubertad. Este fue el caso de Jokin, un niño Vasco que a la edad de 14 años, decidió la vía del suicidio como una forma de escapar de sus acosadores (bullys), y que en su momento, ha servido como motivador para muchos investigadores sociales y psicólogos educativos de muchos países de habla hispana y del mundo, promuevan mecanismos de intervención en la escuela y mejora en las relaciones entre las autoridades educativas y las familias en sus respectivos países.

    En México aún no se da este salto cualitativo a pesar de que existen ya estudios a manera de tesis, ponencias y ensayos publicados en ciertas revistas arbitradas científicamente, esperando que en el futuro inmediato, este tipo de investigaciones se generalicen y propicien mejora en los sistemas escolares de nivel básico y medio superior.

    Otra de las cosas que de alguna manera dificultaron el proceso de la investigación, fue la falta de información derivada de estudios serios acerca de la relación entre las experiencias de violencia en la escuela, en cualquiera de las manifestaciones conocidas o de los roles manifiestos, con los hábitos de estudio y el rendimiento escolar, aunque lo poco que se logró conseguir, sobre todo en la Internet, sirvió para correlacionarlo con los resultados obtenidos en la investigación y con ello, considerar que dicha relación es real, aunque no se abundó, pues no era el propósito, explicar las formas como afectan a la psicología del joven, en los problemas de inseguridad personal, miedos y fobias, niveles de autoestima, sentimientos de rechazo entre otros de igual importancia.

    A pesar de lo anterior, la investigación y el proyecto de tesis generado cumplió, a nuestro juicio su propósito, pues se pudo identificar y demostrar, que las premisas planteadas al inicio así como el problema planteado y su supuesto básico de investigación son las adecuadas.

    Se confirma que la línea o hilo conductor metodológicamente hablando y que refleja el interés principal de esta investigación, se centró en conocer primero, la estructura de significados que los jóvenes universitarios tienen acerca de los conceptos violencia, agresión, ser agredido, estructura de la personalidad entre otros, para luego pasar a conocer, mediante el recuerdo de los hechos, sus experiencias tanto directas como indirectas y los roles de violencia vividos en la escuela secundaria, que como se advierte, sucedieron al menos entre siete u años anteriores, y de manera muy particular, las experiencias que vivieron como protagonistas directos en el bachillerato. De hecho, una de las preocupaciones centrales fue lograr identificar algunas conductas de este tipo con sus actitudes como estudiantes universitarios y su posible correlación con su rendimiento escolar. La tarea de hecho no fue fácil, sin embargo, los resultados obtenidos nos da elementos de juicio para establecer correlaciones válidas.

    A manera de síntesis pudiera decirse que la investigación dio entre sus principales frutos el haber podido identificar algunos comportamientos antisociales derivados de conductas agresivas dentro del entorno escolar de los jóvenes que hoy, a sus 20 o 21 años de edad, reconocen haber vivido ya sea de manera directa o indirecta cuando tenían entre 12 y 14 años de edad, en la secundaria, o entre los 15 y los 18 siendo estudiantes de bachillerato y, sobre todo, que este tipo de comportamientos vividos y experimentados, les da una perspectiva de vida hoy que están en el umbral de culminar sus estudios universitarios. Esta última afirmación, es además de un buen deseo personal, una percepción de que al recordar este tipo de situaciones, asumen que su nuevo rol de vida, les exigirá mejores actitudes en su desempeño profesional.

    5.2 Evaluación del proceso de investigación

    A continuación se enlistan una serie de consideraciones que explican de manera sucinta el proceso de la investigación y una evaluación del mismo, con el propósito de que el lector, pueda percatarse de que se siguieron las pautas de una investigación seria y con objetivos muy específicos.

  • El presente trabajo de tesis, se diseñó bajo el método mixto, ya que por un lado, tuvo los elementos básicos de toda investigación de corte cualitativo, ya que se identificó a la fenomenología como método de análisis específico dada la problemática a investigar y el análisis longitudinal del proceso bajo una nueva modalidad del panel, al que se le denominó “panel en retrospectiva”, conjuntamente con una serie de criterios de carácter cuantitativo, que sirvieron para expresar las razones y comparaciones entre conceptos y resultados.

  • La elección de los sujetos que conformaron el panel, se realizó bajo criterios muy específicos, ya que se consideraron dos criterios, en primer lugar, los resultados más relevantes del expediente escolar que a la fecha tienen como alumnos universitarios, donde se incluyen, materias cursadas, promedios de calificaciones obtenidos, faltas acumuladas, exámenes extraordinarios presentados entre otros, y en segundo lugar, una serie de cualidades que definen sus rasgos de temperamento, medidos a través del instrumento “Inventario de Rasgos temperamentales IRT” diseñado por Louis L. Thurstone (1877-1995) y que se aplicó desde su ingreso a la universidad. Esta prueba, consta de un total de 140 reactivos mediante los cuales, se logran descubrir siete rasgos predominantes en el individuo en el momento mismo en que es aplicada. Los rasgos de temperamento que son medidos por esta prueba, son a saber: 1. Activo, 2. Vigoroso, 3. Impulsivo, 4. Dominante, 5. Estable, 6. Sociable y 7. Reflexivo.

  • Los cuestionarios que sirvieron como instrumentos para la recolección de los datos relevantes, fueron diseñados con base en otros ya probados en anteriores investigaciones. El que se aplicó en la etapa de secundaria, es una versión ligeramente modificada del instrumento que aplicaron los investigadores Y.L. Forero, J.A. Montero y G.A. Quintero de la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Barat” de Venezuela. Las modificaciones del mismo consistieron en una redacción más clara de los conceptos y la obtención de respuestas en escala de Likert, ya que el original incluía respuestas dicotómicas (sí-no). Por otra parte, el que se utilizó para la obtención de datos de su paso por el bachillerato, se estructuró tomando en cuenta parte de las conclusiones obtenidas por los investigadores Oñate y Piñuel (2004), y que fueron aplicados en este grado escolar en más de 2,400 planteles en diversas ciudades de España y que fueron publicados como “Informe Cisneros”. Por último, el cuestionario que se utilizó para conocer la estructura de pensamientos de los jóvenes actualmente alrededor de una serie de conceptos como agresión, violencia, el ser agredido, personalidad entre otros, fue diseñado especialmente para esta investigación.

  • El abordaje del marco teórico, consideramos que fue el adecuado, ya que se hizo desde dos aspectos, uno, el eminentemente relacionado con la psicología del ser humano, en el que se analizaron aspectos sobre la percepción y sus principales teorías que la explican, así como el que tiene que ver con la forma como el ser humano percibe, en su conciencia, lo que aprende y experimenta y cómo lo aplica en sus comportamiento socialmente hablando y en interacción con otros. Lo mismo podemos decir de la brevedad pero sustanciosa forma de abordar los aspectos de la memoria, los recuerdos y las experiencias, como categorías de referencia para el comportamiento humano. El otro aspecto, estuvo enfocado al análisis de la esencia del ser humano y su desarrollo como persona, punto en el cual, fueron determinantes, las citas bibliográficas de autores como Carl Rogers, que sustenta la teoría de la tendencia actualizante y de autodesarrollo positivo, y las relacionadas con el estudio de las actitudes, que fueron abordadas desde el punto de vista de autores conductistas como Allport, Jeffress, Young y Bandura entre otros, que afirman que éstas, son producto de las experiencias y funcionan como respuestas emocionales a las circunstancias de la vida. Vale citar también, la validez del abordaje teórico que se le da al concepto de “disciplina”, como categoría humana que le ayuda a modelar el carácter y su armonía frente a la vida, con el fin de que el ser humano, en constante proceso formativo, logre a través de este valor supremo, la autorregulación de sus impulsos y asuma una personalidad madura. Es importante señalar también, la forma como fueron abordados, desde el marco teórico, los conceptos biológicos que explican la agresión, la violencia y el conflicto, elementos todos que a pesar de que contienen diferencias específicas fundamentales, forman parte de la misma esencia del ser humano en su lucha por trascender, como bien lo señala Rogers, “…el conflicto no es inevitable y se define vida ideal como un proceso de trascender a la sociedad. Las características que un individuo debe desarrollar son la espontaneidad, autoconfianza, individualidad, apertura a la experiencia, imaginación y profundo autoconocimiento.” No podemos dejar de mencionar, el abordaje teórico que se hace para entender las motivaciones del ser humano frente al poder, fenómeno que se asocia con la idea de manipulación de conductas ajenas con el fin de sometimiento, lo que en esencia subyace en el fenómeno de agresión o violencia dentro de la escuela.

  • Se reconoce que parte del hilo conductor de lo que se denominó la esencia social del ser humano, nos llevó hasta el análisis de los entornos de convivencia más comunes donde se vive el fenómeno de la violencia, hasta los criterios de cómo el estado, entiéndase el poder público, establece las normas del control social. Y finalmente, como corolario de este importante capítulo, el breve análisis de cómo el fenómeno de la violencia escolar, se ha venido trastocando en las motivaciones de los individuos, hasta convertirse en una patología social que afecta a cientos de miles de jóvenes en todo el mundo, en especial, lo señalado en la teoría ecológica de Uri Bronfenbrenner, que concibe el ambiente social donde el individuo se desarrolla, como un conjunto de estructuras seriadas y de amplia interrelación entre sí, y donde el individuo, al mismo tiempo que aprende y absorbe la cultura prevaleciente, deja su huella para que sea seguida por otros. Finalmente esto es lo que hay que cuidar, que la huella que cada individuo va dejando, sea de carácter ejemplar y dentro de la ética y la moral ciudadanas.

  • 5.3 Respuesta a las preguntas que definen el problema a investigar

    El diseño de la investigación estuvo fundamentado en la identificación de un problema, y éste a su vez en una serie de preguntas previas de análisis y reflexión que motivaron el enfoque de la misma. Dar respuesta a cada una de estas interrogantes, una vez concluida la investigación, es lo más acertado dentro del capítulo de conclusiones, de ahí que se incluyan en apartado especial.

  • ¿Qué significados tienen actualmente para los jóvenes universitarios, los conceptos asociados a su desarrollo personal, como personalidad, agresividad, violencia en la escuela entre otros?

  • Por lo que se refiere a los aspectos de la personalidad, los resultados obtenidos reflejan ideas y pensamientos mejor estructurados por parte de los integrantes del Grupo A, quienes estuvieron “de acuerdo” en un 67.0% contra un 53.0% del Grupo B. Con respecto a la agresividad y la violencia, conceptos que fueron medidos con afirmaciones tanto positivas como negativas, es decir, verdaderas y falsas, los resultados, confirman que los estudiantes del Grupo B, mantienen creencias más distorsionadas que los integrantes del Grupo A; por ejemplo, en las afirmaciones positivas o verdaderas, 13 de los 25 entrevistados dentro del Grupo B, estuvieron de acuerdo con dicha afirmación, y en cambio, en el Grupo A, fueron 21 de 25, lo que nos permite suponer que esta afirmación, fue mejor evaluada por los alumnos del Grupo A.

  • ¿Cómo recuerdan los jóvenes universitarios, sus experiencias de vida relacionadas con la violencia escolar que se vive en las escuelas del nivel básico?

  • Con relación a cómo recuerdan sus experiencias de violencia en la escuela, es importante aclarar que el instrumento hacía referencia a cuatro tipos de violencia a saber: Física, verbal, psicológica y social, y los resultados reflejan que ambos grupos de estudiantes recuerdan haber vivido tanto de manera directa como indirecta este tipo de experiencias. Las cifras estadísticas son muy elocuentes, pues en un análisis conjunto de los tipos antes señalados, los estudiantes del Grupo B, aceptaron en el renglón de “siempre”, en un 30.33%, en tanto que los del Grupo A, en solo un 20.0%. De lo anterior, se infiere que fueron precisamente los estudiantes del Grupo B, quienes recuerdan mejor haber vivido experiencias de este tipo, en una proporción mayor que sus compañeros del Grupo A.

  • ¿Cuáles fueron los roles que jugaron en su etapa de escolares de nivel básico, en aspectos de la violencia escolar, los jóvenes universitarios entrevistados?

  • Esta pregunta fue importante para fines del estudio y los resultados fueron también concluyentes. Los roles analizados fueron los de “Agresor” y “víctima” y el instrumento utilizado contenía 5 ítems en el primer caso y 4 en el segundo. En el cuadro 13 se puede apreciar que los jóvenes que conformaron el Grupo B, estuvieron de acuerdo en haber desempeñado el rol de “agresor”, en una proporción mayor que los del Grupo A, 46.4% contra 21.6%, mientras que en el rol de víctima, las cifras son inversas, tal y como se indican en el cuadro 14,30.0% en el que puede verse que los jóvenes del Grupo A, un 30.0% de ellos estuvo de acuerdo en haber vivido este rol, y en cambio, en el Grupo B solo un 15.0% de los integrantes.

  • ¿Cómo perciben los efectos de sus experiencias relacionadas con la violencia escolar, según el rol que hayan vivido?

  • Algo que parece significativo desde el punto de vista de los roles vividos, tanto como agresor como víctima, es que en el primer caso, es decir, en el rol de “agresor”, los alumnos que conformaron el Grupo B reflejaron experiencias en una proporción mas alta que los estudiantes del Grupo A; evidencias que pueden verse en el cuadro 20, donde a pesar de que la aceptación en términos de “siempre” son iguales, la diferencia se marca en el renglón de “a veces”; en tanto que la negación de experiencias de este tipo, fueron mayores en el Grupo A (193 veces), que en el Grupo B que registró solo 163 ítems. De lo anterior, se infiere las respuestas afirmativas en el Grupo A fueron mas altas y que en esencia significa una aceptación de mas experiencias vividas en este rol. Visto el mismo análisis desde el punto de vista del rol de “víctima” los resultados parecen estar en la misma línea, ya que dentro del Grupo B, tuvieron un menor número de respuestas en el renglón de “siempre” comparados con los del Grupo A, y ligeramente mayor en la respuesta de “a veces” (Cuadro 25). Como ya se señaló, parece ser que los jóvenes bajo estudio, tendieron a minimizar en mayor medida algunos rasgos de la personalidad de este rol, quizá por que en sus experiencias, eran igualmente predominantes tanto el de víctima como el de agresor, y por lo mismo, las respuestas están matizadas con un sentimiento de inseguridad.

  • ¿Qué cambios conductuales son los más frecuentes en las personas adultas derivados de sus experiencias de vida sobre la violencia escolar?

  • De acuerdo a los resultados obtenidos en la investigación, puede afirmarse que todas aquellas personas, hombres o mujeres que en su pubertad tuvieron experiencias directas o indirectas de violencia y agresión en la escuela, conforme pasa el tiempo y van avanzando en su grado de estudios hasta llegar a la universidad, sus conductas sobre todo las relacionadas con su responsabilidad como estudiantes, se manifiestan más positivas en aquellos cuyas experiencias fueron más bajas, y quiénes tuvieron experiencias más significativas e incluso roles más predominantes tanto como agresores como víctimas, su sentido de responsabilidad frente al estudio es mucho más bajo que en aquellos. En este hecho, no puede decirse que exista una relación causa-efecto, sin embargo, no deja de llamar la atención el grado de correlación que existe en este fenómeno. Se aclara que se habla de grado de correlación existente, a pesar de que no hubo una medición estadística al respecto.

  • ¿Qué relación existe entre la violencia escolar vivida en el nivel básico y el rendimiento académico de los jóvenes universitarios?

  • Tal y como se señaló en la respuesta de la pregunta anterior, todas las evidencias del estudio, nos llevan a concluir que los jóvenes universitarios que fueron agrupados en el Grupo B en razón precisamente de su bajo rendimiento escolar y otros indicadores como calificaciones promedio, materias reprobadas, exámenes extraordinarios entre otros, fueron quiénes reportaron haber tenido, tanto en la secundaria como en el bachillerato, mayores experiencias tanto de violencia como de agresión en sus relaciones interpersonales.

    5.4 Conclusiones generales y específicas

    Se advierte que las conclusiones a que se pudo llegar con el presente trabajo de investigación, reclaman, por si mismas ser consideradas para seguimiento y profundización en estudios posteriores tanto del autor como por otros investigadores interesados en el tema, ya que un próximo esfuerzo con propósitos similares, deberá contener por ejemplo, recursos de exploración más profundos en grupos de estudiantes de secundaria, a quienes conformando un panel, se les pueda dar seguimiento desde esa edad hasta su ingreso a la universidad, así como también, involucrar en la investigación, al resto de los actores que participan en el fenómeno de la violencia en la escuela, como son, los profesores, los directivos escolares, los padres de familia y los tutores, ni qué decir de todas aquellas personas que de alguna manera conforman los núcleos de interacción de los jóvenes de acuerdo a la teoría ecológica.

    5.4.1 La violencia en la escuela secundaria

    Se reitera que los resultados obtenidos en esta etapa escolar, fueron obtenidos mediante preguntas donde cada participante, recordó haber vivido tanto de manera directa como indirecta, y que están sujetos a la memoria de los hechos principalmente.

  • De acuerdo a los resultados obtenidos con relación a la estructura de significados de los participantes, en ambos grupos de estudiantes analizados, se refleja un esquema mental diferente, de ahí que se destaque a manera de conclusión que:

  • “Los estudiantes del Grupo B, tienen en su nivel subconsciente, ideas distorsionadas o no verdaderas, sobre algunos de los conceptos, en tanto que los jóvenes incluidos en el Grupo A, reflejan un pensamiento y creencias mejor estructuradas hacia lo verdadero, lo que de alguna manera, corrobora el supuesto de que sus conductas actuales, son un fiel reflejo de la forma como conceptualizan y le dan significado a los conceptos bajo estudio, como: agresión, violencia, ser agredido en la pubertad y de manera muy especial, aspectos positivos y negativos de la personalidad y el cómo vivieron su etapa de estudiantes de secundaria en estos aspectos tan nocivos socialmente hablando .”

  • Asimismo, de acuerdo a los resultados del cuestionario que sirvió para conocer algunas experiencias de agresión y violencia vividas en su etapa de estudiantes de secundaria, en la primera parte del mismo, en el que se les pedía opinar sobre las diferentes formas de expresión de la violencia como son la física, la verbal, la psicológica y la social, ambos grupos reflejaron:

  • “Haber percibido experiencias muy similares, de donde se infiere, que todos los estudiantes participantes, vivieron muy de cerca este tipo de conductas, quedando un poco en el aire, el por qué algunos de ellos, principalmente del Grupo B, han transitado sus estudios con menos dedicación hacia el estudio.”

  • Otra parte del cuestionario hacia alusión a rasgos de la personalidad del agresor, cuyas preguntas hacían suponer involucramiento mental de los entrevistados, sin embargo:

  • “Es significativo advertir que quiénes manifestaron una percepción de actitudes proclives a la agresión, fueron en mayor medida los estudiantes entrevistados del Grupo A, ya que señalaron en el renglón de “siempre” en una proporción mayor que los del Grupo B, situación que a nuestro juicio, se fundamente en el hecho de que los de éste último grupo, prefirieron no reconocer o no sentirse aludidos en aspectos relacionados con la personalidad del agresor.”

  • Al preguntarle a los entrevistados por aspectos físicos, de quiénes se caracterizaban como agresores, también los resultados obtenidos conservan cierta similitud por lo que no pueden establecerse marcadas diferencias.

  • Por lo que respecta a la percepción del ámbito familiar de los agresores, apenas se vislumbran ciertas diferencias de criterio en las opiniones, pues en ambos casos, aceptan que la participación de los padres ha sido siempre en su apoyo.

  • Los resultados relacionados con el ámbito social, tampoco reflejan diferencias significativas en ambos grupos, quizá debido a que pertenecen a una generación que disfruta de los mismos satisfactores y concurren a los mismos ambientes de convivencia.

  • El análisis del perfil de la víctima, dentro de los mismos parámetros del agresor, nos indica que se alcanzan a vislumbrar algunas diferencias entre los criterios de ambos grupos, ya que:

  • “Por los resultados obtenidos por parte del Grupo B, estos dan la impresión de que opinan desde la óptica del haber sido en mayor medida “agresores” y no “víctimas”. Esto último, se aprecia al analizar conceptos relacionados con la personalidad de la víctima.”

  • Por lo que se refiere a los aspectos físicos de quienes fueron percibidos como víctimas:

  • “No existen diferencias muy relevantes entre ambos grupos que puedan inducir que unos u otros hayan tenido experiencias significativas.”

  • Por lo que respecta a los ámbitos familiares y sociales de quiénes pudieron ser percibidos como víctimas, en ambos grupos se obtuvieron respuestas muy similares.

  • 5.4.2 La violencia en el bachillerato

    Se recuerda que los resultados obtenidos en esta etapa de su vida como estudiantes, son el reflejo de las experiencias directas que los jóvenes entrevistados vivieron.

  • En lo concerniente a los resultados del cuestionario de experiencias vividas en el bachillerato, las evidencias encontradas nos llevan a comprobar que:

  • “Los jóvenes del Grupo B, tuvieron un mayor número de experiencias de algún tipo de agresión o violencia que el resto de sus compañeros del Grupo A, donde éstos últimos, manifestaron mayor sensatez y respeto a sus compañeros. De hecho, los indicadores relacionados con manifestaciones de violencia física, fueron más altos en los jóvenes del Grupo B que los del Grupo A.”

  • Al revisar los resultados obtenidos en lo que se refiere a la violencia verbal, se observa que:

  • “Los integrantes del grupo de los jóvenes del Grupo A, manifestaron, en un mayor número de veces, 142 de 175 ítems, la respuesta de “nunca” haber participado en este tipo de agresiones con sus compañeros, mientras que en el Grupo B, las respuestas fueron de 109, lo que significa que éstos últimos, aceptaron haber practicado este tipo de actos de agresión en un mayor número de veces en esta etapa de su vida como estudiantes de preparatoria.”

  • Al analizar los resultados de la violencia social en esta etapa de estudios:

  • “Los integrantes del Grupo B aceptaron, en una mayor proporción, casi tres veces más, haber realizado al menos alguna vez, agresiones en contra de compañeros, lo refleja el número de veces que respondieron “siempre” y “a veces”, que suman un total de 97 respuestas en este sentido, que de un total de 325 ítems, significan el 29.84%; en tanto que los estudiantes del Grupo A, lo aceptaron tan solo un total de 28 veces, apenas un 8.61% del total.”

  • Los resultados anteriores, sin duda, reflejan que las experiencias y las conductas orientadas hacia la burla, el daño y la agresión, fuera ésta o no deliberada y/o mal intencionada:

  • “Prevalecen más en los jóvenes bajo estudio que en los jóvenes del Grupo A, lo que de alguna manera nos demuestra que muchas de sus conductas y comportamientos actuales, están matizados por este esquema de valores y forma de ver la vida tanto en un grupo como en el otro, más grave, obviamente en el grupo de jóvenes del Grupo B, que con ello, confirman el supuesto básico de esta investigación.”

  • En el renglón de violencia y agresión psicológica, al igual que en los tipos de violencia antes analizados también:

  • “Los jóvenes del Grupo B, expresaron respuestas mucho más significativas que los del Grupo A, lo demuestra el hecho, por ejemplo, en el número de respuestas obtenidas como “siempre” y “a veces” que suman 64, de un total de 150, en tanto que en el otro grupo, las respuestas fueron solamente 29 de un total similar. Aquí prevalecen las respuestas que implican imitar al otro con el fin de burlarse, molestarlo con el propósito de hacerlo llorar, despreciarlo sin causa o razón aparente, reírse del otro cuando se equivocaba en algo entre otras manifestaciones.”

  • Se hizo un análisis comparativo de todos y cada uno de los ítems incluidos en el cuestionario, haciendo previamente una agrupación de los resultados de las categorías “siempre” y “a veces”, excluyendo obviamente el resultado de “nunca”, con el fin de comparar ambos grupos en términos de la frecuencia de sus afirmaciones. Los resultados fueron muy evidentes, en el sentido de que:

  • “Los integrantes del Grupo B, manifestaron un mayor número de veces haber llevado a cabo expresiones de agresión o violencia de este tipo, comparado con los jóvenes del Grupo A. El Grupo B, registró 261 frecuencias, frente a 110 del Grupo A, y cuya diferencia expresada porcentualmente es de 1.37 veces más, reflejo inequívoco de una mayor propensión a la agresión y la violencia por parte de los jóvenes del Grupo B.”

  • Finalmente, se hizo un agrupamiento de los resultados de ambos grupos, y se determinó la proporción o porcentaje de frecuencias, todo con el fin de hacer un análisis comparativo de éstas proporciones con las publicadas en el Informe Cisneros de Iñaki y Piñuel.

  • “Los resultados obtenidos en este ejercicio, nos muestran similitudes en al menos 10 ítems, lo que de alguna manera demuestra que la naturaleza humana prevalece y que hay cierta edad en la que los jóvenes, sin importar la dimensión geográfica o la diferencia de escenarios culturales, mantienen la tendencia en sus relaciones interpersonales de agredir al otro por medio de motes o apodos incómodos, burlarse de la apariencia física, reírse en tono de burla cuando alguien se equivoca, esconderle o robarle cosas de su propiedad, molestarlo con la intención de que llore, ponerlo en ridículo frente a los demás entre otras manifestaciones de violencia.”

  • En términos generales, podemos decir que cumple el supuesto de la investigación planteado, pues en efecto:

  • “Aquellos jóvenes con mayor tendencia a la violencia y la agresión en la escuela, tanto en la secundaria como en el bachillerato, han resultado ser menos eficientes como estudiantes de nivel profesional, lo que demuestran sus bajos hábitos hacia el estudio, la tendencia a reprobar materias y presentarlas en extraordinario y los malos hábitos de acumular faltas y sobre todo, promedios generales más bajos, ni que decir que sus perfiles de temperamento, fueron también más proclives a la impulsividad y menor tendencia a la estabilidad emocional.

    5.4.3 A manera de epílogo

    Puede decirse que los resultados de la presente investigación, han sido satisfactorios ya que las evidencias encontradas nos dan pie a pensar que las experiencias de violencia escolar vividas por los jóvenes universitarios en la pubertad y la adolescencia temprana, guardan una relación directa con las conductas actuales, y la forma como asumen su responsabilidad como estudiantes, muy positivas tratándose de los jóvenes integrantes del Grupo A, y más orientadas a la laxitud frente a sus obligaciones por parte de los estudiantes del Grupo B.

    No hay duda de la utilidad de las evidencias encontradas frente a la justificación y el alcance social originalmente planteado, pues ya se han iniciado los trabajos internos dentro de la estructura académica y administrativa de la Universidad de San Miguel, para establecer en el futuro inmediato, una serie de programas que permitan una mejor selección de aspirantes a las licenciaturas, y programas de intervención que motiven a los jóvenes a ser mejores estudiantes y obtener así mejores calificaciones .

    Se observa igualmente, que cada una de las siete preguntas de análisis (página 33) que sirvieron de base para la expresión del problema, y a su vez, para la elaboración de los instrumentos de estudio, se corroboraron de manera puntual en los resultados obtenidos, así como también, que la expresión del problema planteado, se comprobó toda vez que se analizaron los resultados obtenidos.

    No puede pasarse por alto el abordaje teórico conceptual realizado, pues al analizar los conceptos de la violencia y la agresión desde la perspectiva de la psicología y la esencia social del ser humano, se analizaron diversas teorías que de alguna manera, nos ayudaron a entender la magnitud de este problema y el impacto que tiene en la forma cómo el ser humano vive en sus entornos de convivencia y la influencia que el estado tiene desde la perspectiva del control social.

    Lo mismo podría decirse del marco referencial que sirvió para identificar lo que se llama “el estado del arte” de los conceptos bajo estudio y al cuidado que se le dio al capítulo relacionado con los indicadores sociales de la violencia en el mundo y sobre todo en nuestro país, apoyados en estudios recientes.

    También, se resalta el hecho de que el enfoque metodológico utilizado, fue el adecuado, pues se obtuvieron desde el punto de vista cuantitativo, una serie de indicadores que hicieron posible la medición y la comparación de cómo han vivido los jóvenes este problema en el pasado, así como también, por la aportación metodológica del enfoque cualitativo desde la fenomenología y el diseño del mismo desde la perspectiva de la longitudinalidad, al utilizar el panel en retrospectiva, como el mejor elemento para la obtención de la información relevante. Se destaca igualmente, la utilidad mostrada de los instrumentos diseñados para la obtención de datos e información sobre el tema de la violencia, pues fue gracias a estos, como se pudieron obtener los elementos necesarios para cumplir con los objetivos originalmente planteados.

    5.5 Recomendaciones generales

    Se sugiere que a partir del próximo ciclo escolar 2012-2013, a todos los jóvenes que ingresen a la Universidad de San Miguel, se les aplique una batería de pruebas psicométricas que tengan como fin, detectar su proclividad hacia la agresión y la violencia, con el fin de establecer durante el periodo propedéutico, talleres de intervención que les permitan, tomar conciencia de la necesidad de cambio conductual.

    De igual manera, se sugiere que además de las pruebas psicométricas antes señaladas, se les aplique el cuestionario que mide las experiencias de agresión y violencia vividas en su etapa de bachillerato, con el fin de que ellos mismos tomen consciencia de sus propias experiencias.

    Asimismo, y tomando en cuenta que existe una relación entre experiencias de agresión y violencia con malos hábitos de estudio, se sugiere incorporar en la currícula desde el primer año, talleres que les permitan identificar sus hábitos de estudio e incorporar mejores prácticas de aprendizaje.

    Se incluye como anexo 18, un formato de cuestionario sugerido para llevar a cabo un estudio preliminar que nos muestre los niveles de agresión y violencia escolar que viven actualmente los niños y jóvenes de secundaria, con la recomendación además, de que se inicie un estudio de mayor profundidad y de corte longitudinal y cada año se vayan obteniendo resultados similares, que nos permitan ver la evolución del fenómeno.

    Se recomienda igualmente, que de acuerdo a los resultados obtenidos en la primera aplicación de este estudio, se diseñe un modelo de intervención aplicable en las escuelas secundarias de al menos los seis municipios de mayor concentración de estudiantes, como son: Culiacán, Mazatlán, Ahome, Guasave, Salvador Alvarado y Navolato, modelo que incluya de una serie de módulos que contengan:

  • Ciclos de conferencias sobre la violencia y la agresión primigenias.

  • Ciclos de conferencias sobre el Bullying orientados a estudiantes y padres de familia.

  • Diseño de un plan de estudios especializado en las instancias formadoras de docentes, que permita la formación de profesores facilitadores y orientadores sobre estos temas.

  • Cine club con películas sobre estos mismos temas.

  • Concursos de composiciones literarias e historias de la vida real donde el eje sean los temas de violencia, agresión y bullying.

  • Torneos intramuros de carácter deportivo, donde los niños y jóvenes tengan la oportunidad de canalizar sus energías vitales.

  • Talleres vivenciales donde los jóvenes aprendan a vivir en armonía y sana convivencia y alejados de las manifestaciones de la violencia y la agresión.

  • 5.6 Corolario

    La reflexión sobre el tema de la violencia en la escuela, podemos decir que apenas se inicia y que lo más importante y relevante está por venir, pues es seguro que a este primigenio estudio, vendrán otros más que nos ayuden socialmente a resolver, poco a poco, los problemas derivados de la naturaleza humana y la forma como el individuo maneja sus instintos de agresividad y violencia así como también, los que le nacen derivados de los estímulos externos merced a la convivencia con otros seres humanos.

    Por ser éste un problema evolutivo de carácter social, y por el simple hecho de que la sociedad es un conjunto de individuos organizados frente a intereses comunes, todo lo que sucede dentro de la sociedad es producto de las circunstancias que los propios seres humanos propician en su interactuar permanente, de ahí que las estructuras sociales se rijan por normas de aceptación general dentro de las instancias de socialización en la que actúan los seres humanos. La escuela es una de esas instancias donde este problema se ha venido incubando y en la que es indispensable establecer normas de control social adecuado a la magnitud del problema.

    No hay duda que niños bien instruidos y mejor orientados en sus capacidades y estímulos serán mejores ciudadanos, más respetuosos de los derechos de los demás, exigentes con los propios pero sobre todo, promotores de una cultura de paz y constructores de un mundo sin violencia.

    Hago propias las palabras de Vernieri (2010-101) quién señala que la violencia de hoy:

    “…es consecuencia de lo sembrado en este mundo desde hace ya varias décadas. La irresponsabilidad de muchos, las políticas equivocadas promotoras del individualismo más extremo, la apatía generalizada, la falta de compromiso social, la carencia de objetivos claros y la desesperanza universal se imponen diariamente a la cordura y la sensatez. Comprometernos a cambiar lo que podemos cambiar y reflexionar sobre cómo estamos educando a nuestros niños, qué les mostramos con nuestras conductas, qué es lo acertado y en qué nos estamos equivocando son pasos previos, pero fundamentales para comenzar a prevenir la violencia de mañana. Esta es mi tarea y éste es mi compromiso, los invito a compartirlo.”

    Es por esta razón que debemos apostarle a la escuela como centro de interacción social donde se formarán las conciencias del ser humano que en el futuro, sea capaz de resolver el problema de la convivencia; y a la familia, como el núcleo donde se abrevan los valores más esenciales del respeto, la tolerancia y la subsidiariedad entre los individuos. Así, escuela y familia, se convertirán en el futuro cercano, en el binomio de instancias de socialización en las cuales recaerá todo el peso de la solidaridad social.

    REFERENCIAS

    Referencias:

    A. Bibliografía

  • A.A. Smirnov, S.L. Rubinstein, A.N. Leontiev y B.M. Tieplov, PSICOLOGÍA, editorial Grijalvo, 1960.

  • Ahumada Irma Margarita, CONDUCTAS ABUSIVAS, Origen, consecuencias y prevención. Editorial PAX, México, D.F. 2011.

  • Annie de Acevedo y Mimi González, ALGUIEN ME ESTÁ MOLESTANDO: El Bullying, Ediciones B, S.A. 2010.

  • Bucay Jorge. EL CAMINO DEL ENCUENTRO. Editorial Océano de México, S.A. de C.V. 2001.

  • Castillo Ceballos Gerardo CAUTIVOS EN LA ADOLESCENCIA, Grupo Editor Colección Alfa omega, S.A. de C.V. México, D.F. 2000.

  • Corominas Fernando, EDUCAR HOY, Editorial MI-NOS, S.A. de C.V. México, D.F. 1989.

  • David G. Myers, PSICOLOGÍA SOCIAL, Octava Edición, Editorial Mc. Graw Hill, 2005.

  • Díaz Aguado María José. DEL ACOSO ESCOLAR A LA COOPERACIÓN EN LAS AULAS, Editorial Person Educación, S.A. Prentice Hall; Madrid España, 2006.

  • Escalante Francisco. MO PREVENIR CONDUCTAS DESTRUCTIVAS, Una guía para padres y maestros de niños y adolescentes. Serie Educadores contemporáneos, Editorial Producciones Educación aplicada, Editor: Vidal Schmill, Tercera reimpresión, 2010.

  • Hernández Sampieri Roberto, Carlos Fernández Collado y Pilar Baptista Lucio. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN, Cuarta edición McGraw Hill, 2006.

  • Isaacs David, LA EDUCACIÓN DE LAS VIRTUDES HUMANAS, Editorial MI-NOS, S.A. de C.V. México, D.F. 1995.

  • Jairo Muñoz-Delgado, José Luis Díaz y Carlos Moreno B. Compiladores. AGRESIÓN Y VIOLENCIA, Cerebro, comportamiento y bioética. Editorial Herder, México, 2010.

  • Jess Feist & Gregory J. Feist, TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD Sexta Edición, Editorial Mc.Graw Hill 2006.

  • Lafarga Corona Juan y José Gómez del Campo, DESARROLLO DEL POTENCIAL HUMANO, Vol. 3, Editorial Trillas, 2006.

  • Lafarga Corona Juan y José Gómez del Campo. DESARROLLO DEL POTENCIAL HUMANO. Vol. 4 Editorial Trillas, Segunda edición, 2006.

  • Larrosa, J. LA EXPERIENCIA DE LA LECTURA, Ed. Alertes, Barcelona España. 1998.10

  • Martínez Meleros Miguel. COMPORTAMIENTO HUMANO, Editorial Trillas, Nuevos métodos de investigación. Editorial Trillas, México, Reimpresión 2006.

  • Mainoud y Abad Víctor, EL ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA, Vida y obra de Carl Rogers, Ed. Compañía Editorial y Distribuidora S.A. 2004.

  • Meléndrez Quezada Jorge René, PERCEPCIÓN SOCIAL SOBRE VALORES Y EDUCACIÓN, EN LAS INSTANCIAS DE SOCIALIZACIÓN DE CULIACÁN. Tesis de Grado de Doctor en Ciencias de la Educación, CESUS, Culiacán, Sin. México, Diciembre 2008.

  • Melvin H. Marx y William A. Hillix, SISTEMAS Y TEORÍAS PSICOLÓGICOS CONTEMPORÁNEOS, Editorial Paidós, Edición revisada 1999.

  • Nélida Asili, Compiladora, UN MUNDO SIN VIOLENCIA: ¿Realidad posible o sueño inalcanzable? Editorial PAX, México, 2011.

  • P. Baumgardner. TERAPIA GESTALT, Teoría y práctica, Fritz Perls. Editorial PAX México, Segunda Edición, 2006.

  • Rogers Carl. EL PROCESO DE CONVERTIRSE EN PERSONA. Editorial Paidós, Reimpresión 2002.

  • Romans, M. DE PROFESIÓN EDUCADOR(A) SOCIAL. Editorial Paidós, Barcelona España. 2000.

  • Sánchez Aneas, Asela. ACOSO ESCOLAR Y CONVIVENCIA EN LAS AULAS, Manual de Prevención e Intervención. Editorial Formación Alcalá, 2009.

  • Vernieri María Julia. VIOLENCIA ESCOLAR, ¿Se puede hacer algo? Propuestas y taller de reflexión Editorial Bonum, Buenos Aires Argentina, 2010.

  • B. Libros Electrónicos

    Isabel de la A.Valadez Figueroa, VIOLENCIA ESCOLAR: MALTRATO ENTRE IGUALES EN ESCUELAS SECUNDARIAS DE LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA. (Informe de Estudio) Impresora Mar-Eva, Primera Edición, Octubre de 2008.

    http://cvsp.cucs.udg.mx/drupal6/documentos/libros/libros/violencia_escolar_libro.pdf

    D. Olweus, CONDUCTAS DE ACOSO Y AMENAZA ENTRE ESCOLARES, Editorial MORATA, Segunda Edición, Madrid España, 1993.

    http://books.google.com.mx/books?id=S0wSk71uQz0C&printsec=frontcover&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

    Torrego Juan Carlos, MODELO INTEGRADO DE MEJORA DE LA CONVIVENCIA, Editorial GRAO de IRIF, Barcelona España, 2006.

    http://books.google.com.mx/books?id=BmcsagMyf0IC&pg=PA172&dq=CONVIVENCIA+Y+DISCIPLINA+EN+LA+ESCUELA;+EL+APRENDIZAJE+DE+LA+DEMO+CRACIA&hl=es&ei=dHpzTpu6CoKnsQLu6fmLBQ&sa=X&oi=book_result&ct=bookthumbnail&resnum=5&ved=0CEQQ6wEwBA#v=onepage&q&f=false

    Christian Zackzyk, LA AGRESIVIDAD COMPRENDERLA Y EVITARLA, Editorial Paidós, Saberes Cotidianos, Titulo original, L´Agrsissivité au quotidien, primera edición en francés en 1998, por Bayard Éditions, Paris. Traducción al español por Jordi Terré. 2002. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

    http://books.google.com.mx/books?id=1gbPRZSnKu4C&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

    Maestra Covarrubias de la Torre (2006) Ensayo intitulado AGRESIVIDAD VERSUS VIOLENCIA, publicado por la Universidad de Guadalajara. (2006)

    http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/eysenck.htm

    Pilar Barría Bustamante, Carol Matus Cartagena, Daniela Mercado Yáñez, Carolina Mora Reyes, BULLYING Y RENDIMIENTO ESCOLAR, Tesis, Universidad Católica de Temuco, Facultad de Educación, Julio de 2004. Temuco Chile.

    http://biblioteca.uct.cl/tesis/waleska-barria-carol-matus-daniela mercado-carolina-mora/tesis.pdf

    Medina Solares Sandra, del Instituto de Ciencias y Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo; “EL BULLYING O ACOSO ESCOLAR A NIVEL BÁSICO”, Memoria Académica del Primer Congreso Latinoamericano de la Educación, Mexicali, B.C. Septiembre 27, 28 y 29 de 2010.

    http://fch.mxl.uabc.mx/lateduca/150.pdf

    Hugo Fernando Morales Ballesteros, FILOSOFÍA 10, Ediciones Paulinas, Bogotá Colombia, Primera edición 2002. Libro Electrónico.

    http://books.google.com.mx/books?id=wG5RuAuXb1YC&pg=PA61&dq=TEORIA+ASOCIACIONISTA+EN+LA+PERCEPCION&hl=es&ei=ITYjTqKmGoausAPFnfg6&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=5&ved=0CD4Q6AEwBA#v=onepage&q&f=false

    Gotzens Concepción, LA DISCIPLINA ESCOLAR, I.C.E. Universitat Barcelona, Editorial Horsori, Barcelona, España. Septiembre 1997.

    http://books.google.com.mx/books?id=kyWVZK5vACQC&pg=PA28&lpg=PA28&dq=La+escuela+constituye+tan+solo+uno+de+los+microcosmos+donde+habitan+los+alumnos,+a+nuestro+entender+altamente+significativo+y+valioso,+pero+existen+muchos+otros+que+cuentan+en+su+vida,+por+supuesto+la+familia,+el+vecindario,+los+amigos+entre+otros,+por+ello,+pretender+que+la+escuela+se+responsabilice+de+todo+cuanto+afecta+al+alumno&source=bl&ots=m0RSG_OM7_&sig=ylRq_4NyJNJ7r-voWYxo3XXk6jM&hl=es&ei=_seATqFw8I2wAoaFxT4&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBkQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false

    B. Sitios de Internet con Referencias científicas:

    1. ACERCA DE LA PERCEPCIÓN. SÍNTESIS ACADÉMICA DE LA ASIGNATURA DE “PSICOLOGÍA” DEL INSTITUTO PROFESIONAL LOS LEONES.

    http://pdf.rincondelvago.com/la-percepcion-en-psicologia.html

    2. Antonio Petrus Rotger CULTURA DE LA VIOLENCIA Y EDUCACION SECUNDARIA, Revista Española de Educación Comparada, número 7, 2001, p.p. 23-49

    http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2139564&orden=183861&info=link

    3. Cándido J. Inglés, F. Xavier Méndez y M. Dolores Hidalgo, DIFICULTADES INTERPERSONALES EN LA ADOLESCENCIA: ¿FACTOR DE RIESGO DE FOBIA SOCIAL?, Revista De Psicopatología y Psicología Clínica, Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología, 2001, Volumen 6, número 2, p.p. 91-104.

    http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:Psicopat-2001-7BB8CA83-3DB4-B4DC-298D-A776AFE1B113&dsID=PDF

    4. D. Michael Kaufman, PhD, LAS SIETE P's DE LA VIOLENCIA DE LOS HOMBRES, Fundación Mujeres, Artículo. Documentación de apoyo. Director Internacional, Campaña del Lazo Blanco, Vancouver Canadá. 1999 Traducido con autorización del autor por: Laura E. Asturias (Guatemala) (Michael Kaufman, Ph.D., es un conferencista, educador, escritor y consultor, cuyos enfoques innovadores para hombres y los niños en la promoción de la igualdad de género y la transformación de su vida lo ha llevado alrededor del mundo)

    http://cvu.rediris.es/pub/nj_bscw.cgi/d610638/8.1.5.Las%207%20Ps%20de%20la%20violencia%20de%20los%20hombres.pdf.%20D.%20Michael%20Kaufman,%20Ph.D.pdf

    5. Elisa Larrañaga y Santiago Yubero. FORMACION DE LOS JÓVENES UNIVERSITARIOS Y PERCEPCIÓN DE LA VIOLENCIA, Artículo de investigación, Escuela Universitaria de Trabajo Social. Cuenca. Universidad de Castilla-La Mancha. p.p. 445-457.

    http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/5685/1/ALT_10_34.pdf

    6. Enrique Chaux, AGRESIÓN REACTIVA, AGRESIÓN INSTRUMENTAL Y EL CICLO DE LA VIOLENCIA, (Redalyc) Revista de Estudios Sociales, Junio, número 015, Universidad de Los andes, Bogotá, Colombia, p.p. 47-58.

    http://redalyc.uaemex.mx/pdf/815/81501504.pdf

    7. Fuensanta Cerezo, VIOLENCIA Y VICTIMIZACIÓN ENTRE ESCOLARES. EL BULLYING: ESTRATEGIAS DE IDENTIFICACIÓN Y ELEMENTOS DE INTERVENCIÓN A TRAVÉS DEL TEST BULL-S. Revista Electrónica de Investigación Psico-educativa, Volumen 4, número 9. 2006, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Universidad de Murcia. p.p. 333-352.

    http://www.fundacio.es/ficheros/Violencia_articulo.pdf

    8. Isabel Valadez Figueroa y Noé González Gallegos, VIOLENCIA ESCOLAR: MALTRATO ENTRE IGUALES EN DOS NIVELES EDUCATIVOS. Artículo de Investigación, Revista: Medigraphic Artemisa, Volumen IX, número 3, Diciembre de 2007. p.p. 184-189

    http://www.medigraphic.com/pdfs/invsal/isg-2007/isg073g.pdf

    9. Isabel de la A. Valadez Figueroa, y Laura Ernestina Barragán Ledezma, Noé Albino González Gallegos, Josefina Fausto Guerra y Rosalva Montes Barajas. VIOLENCIA ESCOLAR: MALTRATO ENTRE IGUALES EN ESCUELAS SECUNDARIAS DE LA ZONA METROPOLITANA DE GUADALAJARA. (Informe de Estudio), Primera Edición Electrónica, Octubre de 2008.

    http://books.google.com.pe/books?id=S02ploCVymYC&printsec=frontcover&hl=en&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

    10. Luz María Velázquez Reyes. EXPERIENCIAS ESTUDIANTILES CON LA VIOLENCIA ESCOLAR. Revista Mexicana de Investigación Educativa, Julio- Septiembre 2005, Volumen 10, número 26, p.p. 739-764.

    http://redalyc.uaemex.mx/pdf/140/14002607.pdf

    11. María Teresa Prieto Quezada/José Claudio Carrillo Navarro/ José Jiménez Mora. LA VIOLENCIA ESCOLAR Un estudio en el nivel medio superior. Revista Mexicana de Investigación Educativa, Octubre-Diciembre 2005, Volumen 10, número 27, p.p. 1027-1045.

    http://redalyc.uaemex.mx/pdf/140/14002704.pdf

    12. Méndez Martínez Silvia Larisa, Tello Varela Belinda Maricruz. MODELO DE PREVENCIÓN ANTE LAS PAUTAS DE INTERACCIÓN VIOLENTAS DE LOS ADOLESCENTES. Ensayo auspiciado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, y publicado en la página 1046, del número especial del XXXVI Congreso Nacional, “Enseñanza e Investigación en Psicología.” Mayo 2009.

    http://www.cneip.org/congresos/cuernavaca/revista/Numero_Especial_CNEIP_2009.pdf

    13. Miriam Abramovay. VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS: UN GRAN DESAFÍO, Revista Iberoamericana de Educación. No. 38 (2005) p.p. 53-66.

    http://www.rieoei.org/rie38a03.pdf

    14. Nelly Ugarriza, NEUROTICISMO, EXPRESIONES EMOCIONALES Y PERCEPCIÓN DE LA VIOLENCIA EN ESCOLARES. Universidad de Lima Perú, Revista PERSONA, Número 2, 1999, p.p. 79-110.

    http://fresno.ulima.edu.pe/sf%5Csf_bdfde.nsf/imagenes/FC7B53EF6F7EC7DF05256F39004DF270/$file/ugarriza.pdf

    15. Peter K. Smith, EL ACOSO: UN RETO PARA LA CONVIVENCIA ESCOLAR, Unidad de Estudios de la Familia y la Escuela, Goldsmiths College, Universidad de Londres, Reino Unido. Traducción de Rocío A. Barquero, Estudiante de Filología Inglesa, Universidad de Córdova, España. 2006.

    http://www.deciencias.net/convivir/5.noticias/N.congresos/II_Educacion_valores(Zgza-2006)/ponencia5/ponenciaPSmithSP.doc

    16. Richard E. Tremblay, THE ORIGINS OF YOUTH VIOLENCE (Los orígenes de la violencia de los jóvenes), Revista: ACCIÓN PSICOLÓGICA, Universidad de Montreal, Volumen 2, Número 1, 2003, p.p. 63-72.

    http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:AccionPsicologica2003-numero1-0006&dsID=pdf

    17. Rosario Ortega / Rosario Del Rey / Joaquín A. Mora-Merchán VIOLENCIA ENTRE ESCOLARES. CONCEPTOS Y ETIQUETAS VERBALES QUE DEFINEN EL FENÓMENO DEL MALTRATO ENTRE IGUALES Revista Interuniversitaria de Formación de Profesorado, Agosto, número 041 Universidad de Zaragoza, Zaragoza, España pp. 95-113

    http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/html/274/27404107/27404107.html

    18. Rubén M. Álvarez Solís, Marcela del P. Vargas Vallejo. VIOLENCIA EN LA ADOLESCENCIA, Revista, Salud en Tabasco, Año: 2002, Volumen 8, número 002, Secretaría de Salud del Estado de Tabasco, Villahermosa, México. P.p. 95-98

    http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/480/487/48708210.pdf

    19. Silva, Alejandrina. (2005). La Percepción de la Violencia Cotidiana en los Jóvenes de la Ciudad de Mérida. Diseño de investigación. FERMENTUM. Revista Venezolana de Sociología y Antropología, mayo-agosto, 237-251.

    http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=70504306#

    D. Otros sitios de Internet libres

  • Salomäki, U. & otros (2001). The proposal for an Actino Plan to Tackle Violence in the school in Europe. Report Finland. Finish Centre for Health Promotion (Connect, 006-Fi).

  • http://argijokin.blogcindario.com/

  • http://edant.clarin.com/diario/2001/03/06/s-255949.htm (Agosto 3 de 2001)

  • http://www.mednet.cl/link.cgi/Medwave/Reuniones/RCPsiquiatria/3/2377 (Enero 1 de 2008)

  • http://www.observatorio.org/comunicados/29a979d88ada.pdf

  • http://www.enlineadirecta.info/nota.php?art_ID=66051&titulo=Escuelas__entre_la_violencia_y_la_indiferencia.html Septiembre 7 de 2008)

  • http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/397198.los-tipos-de-agresion-escolar.html (Noviembre 29 de 2008)

  • http://www.slideshare.net/guest975e56/teoria-cognitiva

  • http://www.uam-antropologia.info/alteridades/alt8-4-vargas.pdf

  • http://www.desdelared.com.mx/2009/notas/090616-ocde-agresion-escuelas.html (Junio 16 de 2009)

  • / http://www.emigracionlegal.com/nota.asp?articuloID=250 (Junio 24 de 2010)

  • http://www.clinicapsi.com/carl%20rogers.html

  • http://argijokin.blogcindario.com/2007/03/06400-mexico-la-violencia-escolar-es-un-mal-persistente-en-las-escuelas-de-tamaulipas.html (Marzo 20 de 2007)

  • http://argijokin.blogcindario.com/2007/01/05876-el-libro-acoso-y-violencia-escolar-en-espana-recoge-el-informe-cisneros-x-de-septiembre-2006.html (Enero 19 de 2007)

  • www.jornada.unam.mx (Junio 13 de 2007)

  • http://www.observatorio.org/comunicados/debate011_2.html

  • http://www.inee.edu.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=3448&Itemid=1101 (Agosto 12 de 2009)

  • www.enlineadirecta.info

  • http://www.sccalp.org/documents/0000/0147/BolPediatr2008_48_353-358.pdf

  • http://ldx.sagepub.com/content/36/4/336.abstract

  • http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=590304 (Agosto 6 de 2010)

  • http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=576562 (Abril 24 de 2010)

  • http://www.lineadirectaportal.com/publicacion.php?noticia=41668 (Junio 20 2011)

  • http://kepler.uag.mx/temasedu/CarlR.htm

  • http://www.monografias.com/trabajos58/perfil-violencia-escolar/perfil-violencia-escolar3.shtml

  • http://convivencia.wordpress.com/2009/05/04/informes-cisneros-vii-viii-y-x/

  • E. Videos Relacionados

  • http://www.youtube.com/watch?v=2n1AHDFVi58&feature=player_detailpage

  • http://www.youtube.com/watch?v=0-n5k6JZ_Og&feature=related

  • http://www.youtube.com/watch?v=PNpnhMWCi5M&feature=related

  • http://www.youtube.com/watch?v=UUNE0mzYWx8&feature=related

  • ANEXO DOCUMENTAL

    CUESTIONARIO DE SIGNIFICADOS

    Anexo 1

    cuestionario de significados

    INDICADOR : LA PERSONALIDAD DE LAS PERSONAS ES:

    Conceptos

    Totalmente

    de

    acuerdo

    De

    acuerdo

    Ni de acuerdo

    ni en

    desacuerdo

    En

    desacuerdo

    Totalmente

    en

    desacuerdo

    OBSERVACIONES

    Un factor de origen hereditario principalmente

    Un factor derivado de la influencia del medio social

    Un factor derivado de ambas cosas a la vez

    Un elemento vital para el desarrollo de las personas

    Un concepto que se aprende en la escuela

    El resultado de la voluntad del propio individuo

    Cuando es fuerte, refleja liderazgo y éxito

    Define la inteligencia y la adaptación social

    Cuando es débil, propicia seres inadaptados

    Un factor que se aprende y moldea en la familia

    Anexo 2

    cuestionario de significados

    INDICADOR: SER AGREDIDO EN LA ETAPA DE ENTRE

    LOS 10 Y LOS 16 AÑOS (Más o menos):

    Conceptos

    Totalmente

    de

    acuerdo

    De

    acuerdo

    Ni de acuerdo

    ni en

    desacuerdo

    En

    desacuerdo

    Totalmente

    en

    desacuerdo

    OBSERVACIONES

    Genera un aprendizaje para una personalidad férrea y madura socialmente hablando

    Una experiencia traumática

    Sirve para moldear el carácter y la personalidad

    Afecta el aprendizaje y la dedicación al estudio

    Es un síntoma de popularidad y aceptación por parte de los compañeros

    Es algo que desatienden los profesores y los directivos de las escuelas

    Es responsabilidad de la familia, donde no enseñan a defenderse de los demás

    Es algo intrascendente en la vida de los niños y adolescentes

    Genera traumas y limita el desarrollo de la personalidad

    Propicia individuos de carácter débil y baja autoestima, con pocas posibilidades de éxito en la vida

    Anexo 3

    cuestionario de significados

    INDICADOR : EXPERIENCIAS PERSONALES DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA EN LA ESCUELA:

    Conceptos

    Totalmente

    de

    acuerdo

    De

    acuerdo

    Ni de acuerdo

    ni en

    desacuerdo

    En

    desacuerdo

    Totalmente

    en

    desacuerdo

    OBSERVACIONES

    Fui objeto de burlas y apodos (Señala en las observaciones a qué edad o en qué grado de estudios)

    Me sentía débil e indefenso frente a quiénes me agredían con golpes o verbalmente

    Agredirnos y molestarnos mutuamente, era parte de la diversión cotidiana.

    Nos agredíamos por igual entre hombres y mujeres, no había diferencia alguna

    Reaccioné con violencia en más de una ocasión contra un compañero o compañera.

    Solo veía como otros se agredían entre sí y no me importaba lo que sucediera

    Me gustaba manifestar mi fuerza frente a los demás y los molestaba constantemente

    Cuando alguien me caía mal, o le miraba un defecto, lo molestaba por cualquier motivo

    Sentía mucha impotencia por no saber defenderme

    Me quejaba ante los profesores o la dirección de la escuela

    Anexo 4

    cuestionario de significados

    INDICADOR : LA AGRESIVIDAD Y LA VIOLENCIA EN LAS PERSONAs :

    Conceptos

    Totalmente

    de

    acuerdo

    De

    acuerdo

    Ni de acuerdo

    ni en

    desacuerdo

    En

    desacuerdo

    Totalmente

    en

    desacuerdo

    OBSERVACIONES

    Fortalece el carácter del individuo

    Degrada al ser humano

    No tiene ningún impacto en el desarrollo de la personalidad del niño ni del adulto

    Es una actitud que predispone a las personas contra otros

    Es una expresión de debilidad, complejos y baja autoestima

    Propicia una personalidad totalmente antisocial

    Predispone al individuo para una personalidad fuerte y positiva

    A la larga, propicia rasgos de liderazgo social

    Le genera a las personas, una imagen de respeto social y aceptación

    Es un elemento pernicioso que trastoca la personalidad de los individuos en la vida adulta.

    CUESTIONARIO DE EXPERIENCIAS EN LA ESCUELA SECUNDARIA

    Anexo 5

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN VIOLENCIA FISICA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Fuiste golpeado por otro estudiante, sin causa aparente? (Si está entre siempre y a veces, en observaciones señala cuantas veces aproximadamente.)

    ¿Durante la hora del recreo, los juegos preferidos de todos incluían golpes, empujones, puñetazos, patadas entre otras agresiones?

    ¿En tu escuela se presentaron casos de agresión con objetos cortantes como: vidrios, navajas, tijeras, puntas de compás entre otros?

    Anexo 6

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN VIOLENCIA VERBAL

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Tus compañeros se comunicaban con gritos, insultos, groserías, apodos o sobrenombres, comentarios sarcásticos entre otros?

    ¿Alguno o algunos de los estudiantes fueron objeto de menosprecios en público a través de comentarios como: “eres un inútil”, “no sirves para nada”, “solo vienes a perder el tiempo” entre otros?

    ¿Fuiste alguna o algunas veces testigo de cómo otro compañero fue objeto de burlas por su apariencia física? (Chaparro, gordo, alto, flaco, con lentes gruesos, minusválido, etc.)

    Anexo 7

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN VIOLENCIA PSICOLÓGICA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Algunos de tus compañeros eran muy pasivos y tolerantes frente a las agresiones que les hacían los demás?

    ¿Algunos compañeros no se atrevían a participar en actividades deportivas por temor a ser rechazados ó ser objeto de burlas?

    ¿Algunos compañeros tuvieron comportamientos autodestructivos contra si mismos? (intento de suicidio, fuga del hogar, drogas.)

    Anexo 8

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN VIOLENCIA SOCIAL

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Fuiste objeto de aislamiento y marginación. “Ley de hielo”, pues no te incluían en los grupos y/o no te invitaban a fiestas entre otras cosas?

    ¿Alguno o algunos de tus compañeros fueron rechazados por los demás porque eran becados o de escasos recursos económicos?

    ¿Algún o algunos de tus compañeros fueron objeto de chismes, intrigas, rumores descalificadores, tratos humillantes que provocaron exclusión y aislamiento?

    Anexo 9

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN PERSONALIDAD DEL AGRESOR

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Algunos de tus compañeros reaccionaban con molestia y coraje agrediendo a otros por cualquier cosa?

    ¿Tú y otros compañeros estaban a la defensiva por temor a ser agredidos por otros?

    ¿Los estudiantes que demostraban ser agresivos y abusivos, también eran los que sacaban calificaciones mas bajas?

    ¿Los estudiantes que eran agresores, le faltaban el respeto a las normas y reglas de la escuela y a los profesores?

    ¿Los estudiantes más agresivos eran también los más simpáticos?

    ¿Los estudiantes que eran agresivos, también se mostraban fanfarrones, engreídos o arrogantes?

    ¿Estos malos estudiantes hacían también alarde de las agresiones que cometían y además en tono de burla como si hubiesen hecho algo bueno?

    Anexo 10

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR: PERCEPCIÓN ASPECTOS FISICOS DEL AGRESOR.

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Los estudiantes que eran los más agresivos eran también los más fuertes físicamente hablando?

    ¿Cuando se presentaban problemas como reclamos, peleas, golpes, los que participaban eran los varones?

    ¿La mayoría de los problemas donde se daba agresión física, quienes participaban eran las mujeres?

    Cuando las agresiones no eran de golpes ni empujones, sino de burlas, ¿éstas las propiciaban las mujeres?

    Anexo 11

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN CARACTERISTICAS DEL AMBITO FAMILIAR DEL AGRESOR

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿En la familia de los estudiantes que se caracterizaban por ser los más abusones, existían fuertes lazos de integración familiar?

    ¿Desde entonces y hasta la fecha, tu familia en momentos de dificultades, te brindan todo su apoyo?

    ¿Cuándo te involucraste en problemas, tu familia te decía: ¡Haz lo que tú quieras!, ¡No vengas con esas cosas, ese es tu problema!, ¡A nosotros nos da lo mismo!, ¡A ver cómo le haces, tú te metiste, tu sales solo! entre otras cosas?

    ¿Eres capaz de controlar tu ira y tu coraje, cuando te llaman la atención en tu familia?

    ¿Por lo general, para conseguir algo con tu familia, te manifestabas molesto y altanero? ¿Y el día de hoy, en tu edad actual? (Responde en observaciones)

    ¿Fuiste y en la actualidad eres castigado físicamente por tus padres cuando no los obedeces?

    ¿Las películas que más te gustan son de acción y violencia? ¿Son las que ves con mayor frecuencia?

    Anexo 12

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN CARACTERISTICAS DEL AMBITO SOCIAL DEL AGRESOR

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Los estudiantes con problemas de agresividad, tenían dificultades para integrarse a las actividades de un Grupo B, de deporte o de otro tipo?

    ¿Los estudiantes que tenían problemas de agresividad, manifestaban poco interés en las actividades escolares?

    ¿Los estudiantes que maltrataban a otros eran castigados por los profesores o directivos de la escuela?

    ¿Los estudiantes con agresividad estaban rodeados de amigos que apoyaban sus actos violentos?

    Anexo 13

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN ASPECTOS BASICOS DEL PERFIL DE LA VICTIMA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Los compañeros que eran víctimas de violencia, eran los más inseguros y temerosos?

    ¿Los estudiantes que constantemente eran agredidos física o psicológicamente tenían baja autoestima?

    ¿Los compañeros que eran agredidos se mostraban débiles, sumisos, temerosos?

    ¿Los compañeros que eran agredidos constantemente, se mostraban, tímidos, solitarios, introvertidos?

    ¿Quiénes eran agredidos constantemente, manifestaban alto nivel de ansiedad como preocupación, angustia, intranquilidad, zozobra etc.?

    ¿Esos compañeros que eran siempre agredidos física o psicológicamente, eran los peores estudiantes y los de más malas calificaciones?

    Los compañeros que en la secundaria eran las víctimas de agresiones, hoy se comportan muy inseguros de sí mismos?

    Anexo 14

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN ASPECTOS FISICOS DE LA VICTIMA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    Los estudiantes que eran más débiles y menos fuertes físicamente ¿eran los más agredidos?

    Quiénes recibían más agresión ¿eran por lo general los varones?

    ¿Las mujeres eran las que recibían mayor número de agresiones?

    ¿En general, hombres y mujeres que demostraban ser los más serios del grupo, eran quienes recibían más burlas o marginación de las actividades?

    Eran más agredidos, quienes tenían algún rasgo especial en su persona, pues era gordo, chaparro, flaco, ó con algún defecto físico.

    Anexo 15

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN AMBITO FAMILIAR DE LA VICTIMA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Los padres de tus compañeros que eran más débiles y víctimas de otros más abusivos, se preocupaban que les pasara algo?

    Cuando tú tenías problemas en la escuela, con maestros u otros compañeros ¿tus padres acudían a resolverlos?

    ¿Tus actos y comportamientos han sido frecuentemente controlados por tus padres?

    Anexo 16

    cuestionario de experiencias

    INDICADOR : PERCEPCIÓN AMBITO SOCIAL DE LA VICTIMA

    Conceptos

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    OBSERVACIONES

    ¿Los estudiantes que eran objetos de agresiones físicas o psicológicas, tenían pocos amigos?

    ¿Los que eran constantemente agredidos, eran invitados a participar en actividades grupales como fiestas, paseos entre otras?

    ¿Los estudiantes que eran los más sometidos a agresiones (tortas del salón) eran poco comunicativos?

    CUESTIONARIO DE ESXPERIENCIAS EN EL BACHILLERATO

    Anexo 17

    ALGUNAS CONDUCTAS QUE SUGIEREN FORMAS DE AGRESIÓN Y VIOLENCIA DENTRO

    DEL CONTEXTO ESCOLAR DEL BACHILLERATO

    Nombre:______________________________________________________________ Grupo:_________

    A continuación encontrarás una serie de manifestaciones que son comunes, tanto en hombres como en mujeres dentro del contexto de la escuela preparatoria. Por favor, responde con honestidad la frecuencia con la que tú te identificas en cada una de ellas. Gracias por tu participación.

    Mis manifestaciones de conducta con mis compañeros de la Preparatoria fueron:

    Siempre

    Casi siempre

    A veces

    Casi nunca

    Nunca

    1. Llamarle con apodos o motes incómodos

    2. Acusarlo (a) de cosas que no había hecho

    3. No dejarlo jugar en el equipo

    4. Imitarlo para burlarse de él (o ella)

    5. No dejarlo hablar en grupos o reuniones

    6. Molestarlo(a) con la intención de que llore

    7. Robarle sus cosas

    8. Dejar de hablarle o ignorarlo(a)

    9. Difundir mentiras acerca de el (o ella)

    10. Hacerle gestos de desprecio

    11. Odiarlo (a) o despreciarlo (a) sin razón

    12. Esconderle cosas de su propiedad

    13. Motivar a otros (as) para que no le hablaran

    14. Reírse o burlarse cuando se equivocaba en algo

    15. Meterse con el (ella) solo por su forma de ser

    16. Gritarle con molestia por cualquier cosa

    17. Cambiar el significado de lo que decía

    18. Ponerlo (a) en ridículo frente a los otros (as)

    19. Meterse con el (ella) por su forma de hablar

    20. Insultarle con groserías

    21. Burlarse de su apariencia física

    22. Criticarle por todo lo que hace

    23. Darle golpes o puñetazos intencionados

    24. Estar contra el (ella) y darle carrilla

    25. Hablar mal de el (ella) o de sus familiares

    26. Hacer que se enoje o se pelee con otro (a)

    27. Ignorarlo (a) aplicando “ley de hielo”

    28. Dejarlo (a) plantado (a) intencionalmente

    29. Mostrarle o hacer que vea cosas ofensivas

    30. Decirle cosas por e-mail de forma anónima

    CUESTIONARIO PROPUESTO PARA APLICAR A ESTUDIANTES DE

    ESCUELAS SECUNDARIAS

    Anexo 18

    CUESTIONARIO SOBRE PERCEPCIÓN DE

    VIOLENCIA ESCOLAR EN LA ESCUELA SECUNDARIA

    Autores del original: ORTEGA, R., MORA-MERCHÁN, J. A. y MORA, J. Universidad de Sevilla, Junta de Andalucía, ESPAÑA.

    Adaptación especial: MELÉNDREZ QUEZADA Jorge René, Universidad de San Miguel, Instituto de Desarrollo Humano e Investigación, IDEHI. Culiacán, Sinaloa MÉXICO. La adaptación ha sido adecuando la forma de redacción y añadiendo algunas preguntas clave según nuestros patrones culturales

    Estimado joven:

    El cuestionario que tienes en tus manos, nos servirá para conocer mejor cómo son las relaciones que se entablan entre los jóvenes de tu edad. Con la información que tú y tus compañeros nos den, podremos identificar algunos de los problemas que a veces surgen entre ustedes como jóvenes y con ello, proponer soluciones en materia de desarrollo humano y de comportamiento escolar.

    Confiamos en que solo tú puedes darnos la información que necesitamos, por lo que te pedimos por favor que seas muy sincero en tus respuestas, pues es la única forma de tener un mejor diagnóstico de la situación. Es opcional poner tu nombre y apodo, pero obligatorio responder todas las preguntas.

    Nombre de la escuela:_____________________________________________________

    Nombre del alumno:__________________________________ Apodo:_____________

    Colonia: ___________________________________Ciudad:_______________________

    Edad:________ Sexo: F___ M___ Año que cursa:_______ Grupo:___________________

    Fecha: Día ____Mes ___Año _____

    INSTRUCCIONES PARA RESPONDER EL CUESTIONARIO

  • Lee las preguntas detenidamente. Revisa todas las opciones y elige la respuesta que prefieras.

  • Elige sólo una respuesta, rodeando con un círculo la letra que tiene la opción a su lado.

  • Hay preguntas donde debes responder seleccionando más de una opción y otras donde puedes elegir todas las respuestas que quieras. En ambos casos se te indica en la misma pregunta.

  • En algunas preguntas aparece una opción que pone “otros”. En estas preguntas, elígela si lo que tú responderías no se encuentra dentro de las otras opciones. Si rodeas esta opción escribe sobre la línea de puntos tú respuesta.

  • Cada vez que termines de contestar una hoja del cuestionario pasa a la siguiente.

  • Para rellenar el cuestionario utiliza un lápiz. Si te equivocas al responder corrige borrando, no taches.

  • Si te surge alguna pregunta mientras rellenas el cuestionario levanta la mano y te responderemos.

  • ASPECTOS PERSONALES Y FAMILIARES

    1. ¿Con quién vives?

  • Con mi padre y mi madre

  • Sólo con mi padre

  • Solo con mi madre

  • Con otros familiares

  • Otros

  • 2. ¿Cuántos hermanos de padre y madre tienes? (sin contarte a ti).

  • Ninguno.

  • Uno

  • dos

  • tres

  • cuatro ó más.

  • 3. ¿Cómo te sientes viviendo en casa?

  • Muy Bien

  • Bien

  • Ni bien ni mal.

  • Mal

  • Muy mal

  • 4. Señala cuáles de estas situaciones suceden en tu casa (puedes elegir más de una respuesta).

  • Discusiones entre mis padres.

  • Peleas entre hermanos

  • Fiestas y reuniones frecuentes.

  • Todo transcurre normalmente

  • Otras situaciones:__________________________________________________________

  • 5. Las películas que más te gustan son:

  • Musicales o románticas

  • De miedo y terror

  • De violencia

  • De todos los géneros

  • 6. ¿Qué piensas de los videojuegos de violencia?

  • Son muy dañinos para la mente

  • Son inofensivos

  • A la larga te condicionan para ser violento

  • Son adictivos y distraen de cosas más útiles

  • RELACIONES SOCIALES Y COMPAÑERISMO

    7. ¿Cómo te llevas con la mayoría de compañeros y compañeras?

  • Muy bien

  • Bien

  • Ni bien ni mal

  • Mal

  • Muy mal

  • 8. ¿Cuántos buenos amigos y amigas en quienes confías de verdad, tienes en tu escuela?

  • Ninguno.

  • Solamente 1 (uno).

  • Entre 2 y 5.

  • 6 o más.

  • 9. ¿Cuántas veces te has sentido solo o sola en el recreo porque tus amigos no han querido estar contigo?

  • Nunca.

  • Casi nunca

  • Pocas veces

  • Muchas veces

  • Siempre

  • 10. ¿Cómo te tratan tus profesores?

  • Todos con mucho respeto

  • Algunos no me toman en cuenta

  • Uno o algunos de manera burlona

  • 11. ¿Cómo sientes que te va en la escuela en aprovechamiento escolar?

  • Muy Bien. Calificaciones entre 9 y 10

  • Bien Calificaciones entre 8 y 9

  • Regular Calificaciones entre 7 y 8

  • Mal. Calificaciones entre 6 y 7

  • Muy mal Calificaciones menores de 6

  • 12. Normalmente, te reúnes con tus compañeros para:

  • Estudiar

  • Hacer relajo

  • Jugar deporte

  • Ir a divertirnos a algún lado

  • Planear bromas

  • CONDUCTAS DE INTIMIDACIÓN, AGRESIÓN Y VIOLENCIA

    13. ¿Te han intimidado o maltratado algunos de tus compañeros o compañeras?

  • Nunca

  • Pocas veces

  • Muchas veces

  • 14. Si tus compañeros te han intimidado en alguna ocasión ¿desde cuándo se producen estas Situaciones?

  • Nadie me ha intimidado nunca

  • Desde hace una semana

  • Desde hace un mes

  • Desde principios de curso

  • Desde siempre

  • 15. ¿Hay alguien en particular que te intimide con frecuencia?

  • No, ninguno

  • Sí, uno en especial

  • Si, varios compañeros

  • 16. Si te han intimidado en alguna ocasión ¿por qué crees que lo hicieron? (puedes elegir más de una respuesta)

  • Nadie me ha intimidado nunca

  • No lo sé, lo ignoro

  • Porque los provoqué

  • Porque soy diferente a ellos

  • Porque soy más débil

  • Por molestarme

  • Por gastarme una broma

  • Otros (Señale que cosa)_______________________________________________________________

  • 17. ¿En qué salón (grado) están los chicos y chicas que suelen intimidar a sus compañeros? (puedes elegir más de una respuesta)

  • No lo sé

  • En el mismo curso y salón de clase que yo

  • En el mismo curso, pero en otro salón de clase

  • En un curso superior

  • En un curso inferior

  • 18. ¿Quiénes suelen ser los que intimidan a sus compañeros o compañeras?

  • No lo sé

  • Un varón

  • Un grupo de varones

  • Una mujer

  • Un grupo de mujeres

  • Un grupo de hombres y mujeres

  • 19. ¿En qué lugares se suelen producir estas situaciones de intimidación o maltrato? (puedes elegir más de una respuesta).

  • No lo sé, lo desconozco

  • En el salón de clase

  • En el patio

  • En la calle

  • Otros (Señale que cosa)_______________________________________________________________

  • 20. ¿Quién suele parar las situaciones de intimidación?

  • Lo ignoro

  • Nadie lo hace

  • Algún profesor

  • Algún compañero

  • 21. Si alguien te intimida ¿hablas con alguien de lo que te sucede? (puedes elegir más de una respuesta).

  • Nadie me intimida

  • No hablo con nadie

  • Con los profesores

  • Con mi familia

  • Con compañeros

  • 22. ¿Haz intimidado a alguno de tus compañeros en alguna ocasión?

  • Nunca

  • No me acuerdo

  • Sí, si me provocan

  • Sí, si mis amigos lo hacen

  • Otros (Señale que cosa)________________________________________________

  • _______________________________________________________________________

    23. Si has intimidado a algunos de tus compañeros ¿te ha dicho alguien algo al respecto? (puedes elegir más de una respuesta).

  • No he intimidado a nadie

  • Nadie me ha dicho nada

  • Si, a mis profesores les ha parecido mal

  • Si, a mi familia le ha parecido mal

  • Si, a mis compañeros les ha parecido mal

  • Si, mis profesores me dijeron que estaba bien

  • Si, mi familia me dijo que estaba bien

  • Si, mis compañeros me dijeron que estaba bien

  • 24. Si has participado en situaciones de intimidación hacia tus compañeros ¿Por qué los hiciste? (Puedes elegir más de una respuesta).

  • No he intimidado a nadie

  • No lo sé

  • Porque me provocaron

  • Porque son distintos en algo (nacos, baja condición social, vienen de fuera)

  • Porque eran más débiles

  • Por molestar

  • Por gastar una broma

  • Otros (Señale que cosa)_______________________________________________

  • PERCEPCIÓN SOBRE INTIMIDACIÓN, VIOLENCIA Y AGRESIÓN EN LA ESCUELA

    25. Según tu criterio, ¿Cuáles son las cuatro formas más frecuentes de intimidación o maltrato entre compañeros? (Encierra en un círculo junto a la letra, del 1 al 4)

  • No lo sé

  • Poner motes incómodos

  • Dejar en ridículo

  • Intimidarlo u ofenderlo por Internet (Chat)

  • Insultarlo con groserías

  • Burlarse de su apariencia física

  • Acusarlo o hacerlo responsable de cosas que no ha hecho

  • Mostrarle cosas ofensivas e inmorales (en revistas, dibujos o Internet)

  • Ignorarlo (Aplicarle la “Ley de Hielo”)

  • Hablar mal de él o ella

  • Hacer daño físico (pegar, dar patadas, empujar)

  • Robarle cosas

  • Amenazarlo por cualquier cosa

  • Rechazarlo o no juntarse

  • Hablar mal de él o ella o de algún familiar

  • Otros (Pueden ser varios, pero señale que cosa)____________________________

  • 26. ¿Con qué frecuencia se dan intimidaciones en tu escuela?

  • Nunca

  • Casi nunca

  • Pocas veces

  • Muchas veces

  • Siempre

  • 27. ¿Cuántas veces has participado en grupo para intimidar tus compañeros?

  • Nunca

  • Casi nunca

  • Pocas veces

  • Muchas veces

  • Siempre

  • 28. ¿Por qué crees que hay quienes intimidan y practican la violencia con otros compañeros?

  • Por nada, me es indiferente que lo hagan

  • Me parece muy mal

  • Es normal que pase entre compañeros

  • Hacen bien, tendrán sus motivos

  • Para demostrar fuerza y poder

  • Porque también han sido intimidados

  • 29. ¿Por qué crees que algunos compañeros maltratan e intimidan a otros? (puedes elegir más de una respuesta)

  • No lo sé

  • Porque se meten con ellos

  • Porque son más fuertes

  • Por gastar una broma

  • Otros (Señale que cosa)_______________________________________________

  • _____________________________________________________________________

    30. Cuando un compañero intimida a otro, ¿Qué haces generalmente)

  • Nada, aunque creo que debería hacer algo

  • Aviso a alguien que pueda parar la situación

  • Intento cortar la situación personalmente

  • Me es indiferente, prefiero no meterme

  • Aprovecho para también intimidarlo

  • PROPUESTAS DE SOLUCIONES FACTIBLES

    31. ¿Crees que habría que solucionar este problema?

  • No sé, lo ignoro

  • No

  • No se puede solucionar

  • 32. ¿Qué tendría que suceder para que se arreglase?

  • No se puede arreglar

  • No lo sé

  • Que se haga algo (explica brevemente que):

  • Los directivos y profesores de la escuela __________________________________________________________________________

    ___________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    Los Padres de familia _________________________________________________________________________

    ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    Los mismos compañeros a través de la sociedad de alumnos __________________________________________________________________________

    ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    La Secretaría de Educación Pública y Cultura del Gobierno del Estado _________________________________________________________________________

    ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________

    33. Si tienes algo que añadir sobre el tema y que no te hayamos preguntado, puedes escribirlo a continuación._________________________________________________________________________________________________________________________________________

    __________________________________________________________________________

    / Salomäki, U. & otros (2001). The proposal for an Actino Plan to Tackle Violence in the school in Europe. Report Finland. Finish Centre for Health Promotion (Connect, 006-Fi).

    / Jokin, fue un alumno de 14 años de nivel secundaria en Hondarribia, Guipúzcoa del país Vasco, que sufrió maltrato psicológico y físico por parte de sus compañeros del instituto, abocándolo al suicidio, el 21 de septiembre de 2004. Este hecho detonó las alarmas sociales, políticas y educativas, generando múltiples debates, seminarios, estudios Sin embargo, no sólo no se ha conseguido frenar el problema, sino que los casos de bullying escolar, afloran como algo natural y normal, en una sociedad cada vez más competitiva y poco solidaria. http://argijokin.blogcindario.com/

    / http://argijokin.blogcindario.com/2007/03/06400-mexico-la-violencia-escolar-es-un-mal-persistente-en-las-escuelas-de-tamaulipas.html

    / http://edant.clarin.com/diario/2001/03/06/s-255949.htm

    / http://www.mednet.cl/link.cgi/Medwave/Reuniones/RCPsiquiatria/3/2377

    / Olweus nació en Suecia, y tomó su título de doctorado en la Universidad de Umea, en el año de 1969. From 1970 up to 1995 he was professor of psychology at the University of Bergen, Bergen, Norway. Desde 1970 hasta 1995, fue profesor de psicología en la Universidad de Bergen, Bergen, Noruega. Por sus trabajos es reconocido por la comunidad científica como un pionero y padre fundador de las investigaciones sobre la intimidación y el acoso escolar, acuñando para ello el término “Bullying”. Por sus estudios posteriores en la mayor parte del mundo, se le considera como un líder de expertos en esta materia, tanto por la comunidad científica como por la sociedad en general.

    / http://www.mednet.cl/link.cgi/Medwave/Reuniones/RCPsiquiatria/3/2377

    / http://www.observatorio.org/comunicados/29a979d88ada.pdf

    / Publicado en el Periódico La Jornada, Mayo 28 de 2005. Publicado en el site: http://www.observatorio.org/comunicados/29a979d88ada.pdf

    / Revista correspondiente al trimestre Octubre-Diciembre de 2005. Número 27, paginas 1005-1026.

    / http://www.inee.edu.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=3448&Itemid=1101

    / Tomada del sitio de Internet: www.enlineadirecta.info. y del site: http://www.enlineadirecta.info/nota.php?art_ID=66051&titulo=Escuelas__entre_la_violencia_y_la_indiferencia.html

    / http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/397198.los-tipos-de-agresion-escolar.html

    / Tomado del site : http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=590304 (Agosto 6 de 2010)

    / Tomado del site: http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=576562 (Abril 24 de 2010)

    / Tomado del site: http://www.lineadirectaportal.com/publicacion.php?noticia=41668 (Junio 20 2011)

    / Tomado del sitio Web: http://www.clinicapsi.com/carl%20rogers.html

    / Estas células están conectadas por medio del sistema nervioso periférico al cerebro. Las sensaciones se detectan en forma primitiva en las células y se integran como sensaciones en el sistema nervioso central. La vista es probablemente el sentido más desarrollado de los seres humanos, seguido inmediatamente por la audición. Tomado del site: http://www.buenastareas.com/ensayos/Organos-De-Los-Sentidos/1903905.html

    / Este concepto organizativo del cerebro define su tendencia a recordar lo incompleto. Se denomina Efecto Zeigarnik en honor a la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik que descubrió que las personas tienden a recordar mejor las tareas incompletas o interrumpidas, que las ya terminadas. Tomado del site: http://makememinimal.com/2009/concepto-el-efecto-zeigarnik/

    / Para mayor información, se puede consultar el site: http://www.slideshare.net/guest975e56/teoria-cognitiva

    / Licenciada en Antropología Física, ENAH, Maestría en Ciencias Antropológicas, UNAM, Candidata a Doctora en Antropología, ENAH, Profesora de asignatura, ENAH.

    / Tomado del sitio: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=74711353004 También aparece en el sitio: http://www.uam-antropologia.info/alteridades/alt8-4-vargas.pdf

    / http://es.wikipedia.org/wiki/Memoria_(proceso)

    / Sueco Reymundo M., Adrés Puente O. y Ramos González G., Diccionario del Español Actual. Aguilar, Vol. 1,1er ed., México, 1999, pp. 2074-2075.

    / Tomado del sitio: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/140/14002607.pdf

    / Artículo publicado en la Revista “Academia” con temas educativos de la Universidad de Guadalajara y tomado del site: http://kepler.uag.mx/temasedu/CarlR.htm

    / F. H. Allport “Theories of perception and the concept of structure”; Ed. New York: Wiley & Sons .1955. Citada en la página de Internet de la cita 3.

    / http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud

    / Journal of Personality and Social Psychology, 1992 - content.apa.org.

    / http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud

    / http://es.wikipedia.org/wiki/Actitud

    / Meléndrez Quezada Jorge René. Tesis de Grado de Doctor en Ciencias de la Educación intitulada: “PERCEPCIÓN SOCIAL SOBRE VALORES Y EDUCACIÓN, EN LAS INSTANCIAS SOCIALIZADORAS DE CULIACÁN” Centro de Estudios Sinaloa Baja California, CESUS. Diciembre de 2008.

    / Algunas de las ideas aquí expuestas, fueron consultadas de un estudio libre publicado en el sitio de Internet que se indica a continuación: http://html.rincondelvago.com/la-conducta-humana_1.html

    / Mtra. María Guadalupe Covarrubias de la Torre, Universidad de Guadalajara, 2006, autora del ensayo intitulado Agresividad versus Violencia, publicado en el site:

    http://www.psicologia-online.com/ebooks/personalidad/eysenck.htm

    / J. Henri Bouché Peris y Francisco L. Hidalgo Mena, MEDIACIÓN Y ORIENTACIÓN FAMILIAR. Editorial DYKINSON, S.L. Madrid España, 2005. Pagina 249.

    / Estas ideas sobre el pensamiento de Alfred Adler, fueron consultadas en un material preparado por la Dra. Iris Ilona Lieber, autora del curso intitulado: “ALFRED ADLER: SU INFLUENCIA EN LA PSICOLOGÍA Y PSICOPATOLOGIA DEL NIÑO, ADOLESCENTE Y FAMILIA” dictado en Buenos Aires Argentina, publicados en el sitio: http://psicoadolescencia.com.ar/docs/final0112.pdf

    / Tomado del sitio de Internet: http://www.monografias.com/trabajos35/el-poder/el-poder.shtml

    / Ambos autores, son citados por Luz María Velázquez Reyes, docente e investigadora del ICEM y del programa de Doctorado en Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en su ensayo: “Aplastando las hojas secas o de la violencia en la escuela” Enero-Marzo de 2002.

    / http://www.emigracionlegal.com/nota.asp?articuloID=250

    / http://argijokin.blogcindario.com/2008/06/09169-ar-pandillas-espacios-e-identidad.html

    / Investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y profesor del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia. E-mail: carlosmario06@cable.net.co

    / http://www.desdelared.com.mx/2009/notas/090616-ocde-agresion-escuelas.html

    / Artículo publicado en la Revista Iberoamericana de Educación, 2005, 37, 17-47

    / Para mayor información, se puede consultar el site: http://www.educacion.df.gob.mx/prepasi/2011/05/12/acciones-continuas-contra-el-bullying/

    / Para mayor información, se puede consultar el site: http://www.educacion.df.gob.mx/docs/Programa_SEDF_2011.pdf

    / http://ldx.sagepub.com/content/36/4/336.abstract

    / http://ccp.sagepub.com/content/3/3/405.short

    / http://www.sccalp.org/documents/0000/0147/BolPediatr2008_48_353-358.pdf

    / Tomado del sitio de Internet: http://arosa.uprrp.edu/disertacion/enfoque_mixto.pdf

    / / http://daniela-alejandra-munoz-muga.suite101.net/bajo-rendimiento-causas-frecuentes-de-esta-problemtica-escolar-a33251 (Diciembre 26 de 2010)

    / Educador estadounidense y psicólogo organizacional conocido por sus investigaciones sobre estilos de gestión organizacional. Sus estudios fueron sumamente populares en Japón y su impacto ha sido aplicado en la organización de las empresas japonesas modernas. Realizó también investigaciones sobre las grandes corporaciones de todo el mundo, y sus estudios han predicho con exactitud el desempeño posterior de las mismas.

    / http://www.monografias.com/trabajos58/perfil-violencia-escolar/perfil-violencia-escolar3.shtml

    /http://convivencia.wordpress.com/2009/05/04/informes-cisneros-vii-viii-y-x/

    / Luz María Velázquez Reyes, EXPERIENCIAS ESTUDIANTILES CON LA VIOLENCIA ESCOLAR, Revista Mexicana de Investigación Educativa, Julio- Septiembre de 2005, Vol. 10 numero 26, p.744.

    234

    Doctorado en Desarrollo Humano




    Descargar
    Enviado por:Jorge René
    Idioma: castellano
    País: México

    Te va a interesar