TEMA 2. LA INNOVACIÓN EN LA NARRATIVA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX. EL REALISMO. GALDÓS

Desde finales del siglo XVIII, vuelve a triunfar la novela dramática, centrándose por encima de todo en la psicología de los personajes y en las reacciones espirituales.

A mediados de siglo, comienza el Realismo, empieza a imperar el espíritu burgués. La novela se acopla a la burguesía como nueva clase pudiente, que prefiere leer sobre sus preocupaciones cotidianas y su entorno más inmediato.

Hacia la década de los 80, es Realismo sufre una evolución que le llevará al Naturalismo.

Es un movimiento literario que surge en Francia y se extiende en la segunda mitad del siglo XIX por toda Europa. Pretende realizar una representación objetiva de su realidad social contemporánea.

Se abunda en detalles materialistas y se indaga en la psicología de los personajes y en las relaciones sociales que se establecen entre ellos. La novela realista pretende ser creíble, verosímil, objetiva y dando abundante información.

La narración realista suele seguir un esquema: se nos presenta a un individuo problemático que tiene que luchar para lograr sobrevivir e integrarse en la sociedad en la que vive.

El Naturalismo se extiende desde la década de los 70 hasta principios del siglo XX. Emile Zola, concibe la novela como un instrumento científico y experimental. Según Sola, son el entorno social y las características genéticas y físicas lo que marcan de forma determinante su destino.

La novela naturalista pretende ser objetiva y exacta de un trozo de vida, en la cual no se eluden las partes más crudas, y en el que se emplea un lenguaje coloquial y vulgar.

3.PRINCIPALES NOVELISTAS ESPAÑOLES

La novela realista llega a España en el siglo XIX. Destacamos los siguientes autores:

Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891). En una primera época escribe novelas de ideología liberal como El sombrero de tres picos, o El capitán Veneno. En una segunda época escribe novelas en las que defiende sus ideas políticas y sociales.

Juan Valera (1824-1905). Practica el realismo “espiritualista”. Sus mejores obras son Pepita Jiménez y Juanita la Larga. Sus tramas se centran principalmente en las relaciones amorosas.

José María de Pereda (1883-1906). Pereda retrata con afecto las costumbres de sus paisanos, defendiendo un pensamiento tradicionalista. Sus mejores obras son: Don Gonzalo González de la Gonzalera, El sabor de la tierruca, Peñas arriba...

Emilia Pardo Bazán (1851-1921). Defiende unas ideas más liberales y modernas. Será la primera en defender abiertamente el Naturalismo en su artículo La cuestión palpitante. Emplea un lenguaje más cercano al de la calle. Su obra más celebre es Los pazos de Ulloa.

Leopoldo Alas, “Clarín” (1852-1901). Catedrático de la Universidad de Oviedo. Autor de magníficos cuentos, publicados bajo el título de Adios, Cordera.

Pero a obra más importante de Clarín es La Regenta. En ella cuenta la desdichada vida de Ana Ozores, una joven que contrae matrimonio con un viejo burgués con el que Ana es muy infeliz. Ana busca el sentido de su existencia en la ilusión religiosa y en la tentación erótica. Clarín realiza un análisis de la psicología individual de sus personajes y del ambiente social burgués de una típica ciudad española de finales del siglo XIX.

VIDA

En 1862 llega a Madrid para estudiar Derecho, pero nunca acabó la carrera. Galdós escribió numerosísimas novelas. Fue diputado dos veces, defendiendo ideas progresistas y republicanas. Murió pobre, ciego y patéticamente caduco.

OBRA

Incluye ensayos y obras de teatro, pero lo más interesante es su obra novelística, que se divide en:

Novelas históricas: escribe 46 novelas históricas agrupadas bajo el nombre de Episodios Nacionales. Relata la historia reciente de nuestro país desde la invasión napoleónica hasta la Restauración Monárquica. Con este estudio pretende comprender el presente de su propio tiempo. La fontana de oro o Trafalgar, son algunos de los Episodios Nacionales más célebres.

Primera época: Galdós escribe novelas como Doña Perfecta o La familia de León Roch. También pertenece a esta época Marianela, en la que el autor critica la miseria y la explotación de los trabajadores en las minas del norte de España.

Segunda época: las novelas “contemporáneas”. Influido por el Naturalismo, Galdós logra mejores novelas mostrando el modo en que la herencia y la situación social condicionan por completo la conducta humana. La desheredada, Miau, El abuelo o Nazarí, son magníficas novelas, pero su obra maestra es Fortunata y Jacinta. Galdós realiza un retrato global de la ciudad de Madrid, nos cuenta la historia personal de la humilde y desgraciada Fortunata, la burguesa Jacinta y el caprichoso señorito Juanito Santa Cruz. Nos muestra las barreras que se establecen entre las clases sociales.