Salud


Reacciones postransfusionales


REACCIONES POSTRANSFUSIONALES

Se denomina reacción postransfusional a los efectos desfavorables que pueden aparecer en un paciente durante o después de la transfusión de algún hemoderivado a consecuencia del mismo. A pesar de los avances desarrollados en la obtención y conservación de la sangre, la transfusión conlleva riesgos que no hay que olvidar a la hora de su indicación que derivan de la naturaleza del producto ( diversidad antigénica , potencial infectivo…), alteraciones del producto en su almacenamiento y cambios de volumen y de electrolitos en el sujeto. Desde la aparición del SIDA la actitud de la población frente a la transfusión ha cambiado, demandando una transfusión sin riesgos. Dicha demanda no es actualmente alcanzable. Se distinguen reacciones transfusionales inmediatas y tardías según el momento de aparición.

A.- Reacciones postransfusionales inmediatas.

1.- Reacciones hemolíticas agudas por incompatibilidad eritrocitaria.

Se producen por la lisis intravascular de los hematies transfundidos. Suelen deberse a incompatibilidad ABO ( muy frecuentemente en relación con error en la identificación del paciente o de la muestra de sangre ), más raramente pueden causar reacciones hemolíticas los sistemas Kidd y Duffy.

Los síntomas observados son fiebre, escalofríos, urticaria, opresión torácica, dolor lumbar, taquicardia , náuseas y vómitos. Si la reacción es severa se produce un colapso circulatorio debido a la activación del complemento por la lisis intravascular y liberación de sustancias vasoactivas . En ocasiones se desarrolla coagulación intravascular diseminada ( CID ) a consecuencia de la liberación de sustancias intraeritrocitarias ( tromboplastina tisular ) que activan la coagulación. Como consecuencia de la hipotensión ( colapso ) y CID se puede producir oliguria y anuria ( insuficiencia renal aguda ).

El diagnóstico se realiza tras repetir la prueba cruzada que demuestra la incompatibilidad y observar la evidencia de hemólisis ( hemoglobinuria, hemoglobinemia, LDH, bilirrubina total y no conjugada ). La prueba de Coombs directa es positiva.

El tratamiento se basa en promover la diuresis ( procurar flujo urinario mayor de 100 ml/hora ) y mantener la tensión arterial( tensión arterial sistólica mayor de 100 mm de Hg ) mediante adecuada hidratación/transfusión y diuréticos ( furosemida / manitol ) . En caso de CID, el tratamiento sustitutivo mediante plasma fresco congelado según sea preciso. Si fuera necesario por fracaso renal se realizará hemodiálisis.

2.- Reacciones febriles no hemolíticas.

Suelen estar causadas por anticuerpos antileucocitarios ( leucoaglutininas ). Se producen en pacientes previamente sensibilizados a antígenos del sistema HLA con historia de transfusiones previas o embarazos. Clínicamente se manifiestan por fiebre y escalofríos. Son las más frecuentes.

El tratamiento dada la escasa repercusión del cuadro es con antipiréticos tipo paracetamol u otro. En caso de no ceder se pueden emplear derivados opiáceos tipo meperidina. Se pueden prevenir este tipo de reacciones en pacientes con antecedentes mediante medicación pretransfusional ( esteroides + antihistamínicos + antitérmicos ) y utilizando sangre pobre en leucocitos.

3.- Reacciones alérgicas .

En general, no suelen ser graves. Se atribuyen a anticuerpos en el receptor contra las proteínas del plasma del donante. Se producen en 1-2% de las transfusiones y se manifiestan con signos y síntomas de urticaria. Responden al tratamiento con antihistamínicos como polaramine, no siendo preciso suspender la transfusión.

Las reacciones anafilácticas son muy raras. La causa suele ser la existencia de anticuerpos antiinmunoglobulina A en individuos con déficit hereditario de dicha inmunoglobulina. Son reacciones muy graves que precisan tratamiento urgente mediante hidratación, adrenalina, esteroides y otras medidas de soporte vital.

4.- Reacciones por sobrecarga circulatoria.

Se producen más fácilmente en pacientes con alteraciones cardiológicas que además se ven agravadas por la situación de anemia. La infusión demasiado rápida o de demasiado volumen son factores contribuyentes a esta complicación, sobre todo en caso de sangre con largo periodo de almacenamiento.

Por este motivo, en este tipo de enfermos se debe transfundir muy lentamente, aunque sin sobrepasar las 4 horas límite con cada unidad y valorar el volumen a infundir. Se recomienda también transfundir la sangre más fresca posible y la administración de un diurético previo.

5.-Edema pulmonar no cardiogénico

6.-Hemólisis no inmunológicas.

7.- Sepsis bacteriana

8.-Complicaciones por transfusión masiva

B.- EFECTOS ADVERSOS RETARDADOS.

Son aquellos efectos atribuibles a la transfusión que aparecen en un periodo no inmediato ( al cabo de días, semanas o meses ).

1.-Reacciones hemolíticas demoradas o tardías.

Se deben a la producción de anticuerpos de forma rápida frente a antígenos transfundidos, haya o no existido inmunización previa por embarazo o transfusión. Se detecta anemización del paciente unos días después de la transfusión. Pueden producirse escalofríos o fiebre, así como aumento de la bilirrubina y positivización de la prueba de Coombs. Ocasionalmente pueden ser graves con marcada hemoglobinemia y hemoglobinuria. La mayor destrucción eritrocitaria se produce entre el día 4 y el 13 postransfusión.

El tratamiento pasa por la identificación del anticuerpo y la transfusión si es preciso de hematies que carezcan del antígeno, y conseguir una buena hidratación y diuresis.

2.-Transmisión de enfermedades infecciosas.

A pesar de los avances en los tests microbiológicos a que se someten todas las donaciones de sangre , y el test de autoexclusión previo a la donación, el riesgo de transmisión de enfermedades no está completamente erradicado. Tan sólo los productos que pueden ser tratados con las últimas técnicas tienen un riesgo prácticamente nulo como es el caso de las inmunoglobulinas, albúmina y los factores de concentrados de la coagulación. Los principales agentes infecciosos que pueden ser trasmitidos a través de la transfusión son los siguientes :

A.- Hepatitis C.

B.- Hepatitis B

C.- Virus de la inmunodeficiencia humana - VIH -.

D.- Sífilis.

E.- Otras infecciones (Malaria, otras hepatitis ( p.e. virus de la hepatitis G ), Citomegalovirus, Virus de Epstein-Barr, HTLV-1 y Toxoplasmoxis )

3.- Enfermedad injerto contra huésped.

4.- Hemosiderosis.

AFERESIS

Buenos Aires, Junio 2003 - La Aféresis es un procedimiento especial de donación de sangre, mediante el cual se extrae sangre entera de un donante y se separa en sus componentes. Luego se almacena el componente deseado -en éste caso plaquetas- y se restituye el resto de la sangre al donante. Como es factible recolectar gran cantidad de plaquetas de un solo donante, la aféresis reduce el número de exposiciones del paciente.

¿Por qué se separa la sangre en sus componentes?

La sangre entera se compone de varios tipos de células, que incluyen glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y además, el plasma. Cada componente tiene una función especial.

Las Plaquetas son las células sanguíneas más pequeñas, producidas por la médula ósea y tienen una vida media de 6-7 días. Las Plaquetas intervienen cuando es producida una ruptura en la pared de algún vaso sanguíneo; se adhieren rápidamente a este sitio deteniendo la hemorragia y dando tiempo a la formación del coágulo definitivo.

Cada unidad de sangre entera contiene sólo 50 ml de concentrado de plaquetas. Para suministrar a un paciente la cantidad suficiente de plaquetas, se requieren entre seis y diez donaciones normales de sangre entera.

Sin embargo, una donación de aféresis proveniente de un solo donante puede suministrar la cantidad de plaquetas necesaria para una transfusión, y si es un niño hasta dos o tres dosis.

¿Quién necesita la Aféresis?

Los pacientes que se benefician mediante la transfusión de productos sanguíneos provenientes de la aféresis son aquellos que sufren cáncer o leucemia, los que probablemente reciban un trasplante y los pacientes que tienen trastornos sanguíneos tales como anemia aplásica.

A menudo, los tratamientos con quimioterapia y radiación destruyen tanto las células cancerígenas como las sanas, lo cual hace que los pacientes necesiten transfusiones para evitar hemorragias o para defenderse contra las infecciones.

¿Quién puede ser donante de Aféresis?

Los requerimientos para los donantes de aféresis son parecidos a los requerimientos para las donaciones de sangre entera. Además deben cumplir con las siguientes condiciones:

Pesar como mínimo 50 Kg.

Realizar examen médico y de laboratorio en el Banco de Sangre previo a la donación, realizando las determinaciones contra el virus del SIDA, Hepatitis C, Hepatitis B, pruebas reagínicas de la sífilis, detección de anticuerpos para Chagas y Brucelosis.

Además se determinan los siguientes parámetros hematológicos:

Poseer buenos accesos venosos periféricos.

Estar dispuesto a dar 2 horas de tiempo por cada donación.

No haber tomado aspirinas, ibuprofeno u otros antiinflamatorios no esteroideos 72 horas previas a la donación.

No concurrir en ayunas, el procedimiento es mejor tolerado cuando se ingiere líquidos y/o alimentos (no grasos).

¿Cómo funciona la Aféresis?

La sangre se extrae del brazo del donante a través de una conexión estéril, que la dirige a un compartimiento centrífugo ubicado dentro de un equipo separador de células.

El equipo centrifuga la sangre para separar las plaquetas de los otros componentes. Las plaquetas se recogen y los demás componentes se restituyen al donante por el otro brazo. La donación dura entre 1 y 2 horas.

El separador celular es un sistema cerrado y estéril, que emplea agujas desechables y equipos descartables de único uso.

¿Son inofensivas las donaciones de plaquetas?

Sí. Cada donación se hace bajo la estricta supervisión de personal capacitado, observando al donante minuciosamente a lo largo de todo el proceso.

La donación no disminuye mucho el número de plaquetas en el cuerpo del donante, y las plaquetas donadas son reemplazadas en menos de 48 horas. Es imposible contraer SIDA o alguna otra enfermedad viral a causa de la donación de plaquetas.

Sin esta práctica, sería imposible en algunos pacientes sostener en el tiempo el apoyo transfusional de concentrados plaquetarios, sobre todo en pacientes de grupos sanguíneos de baja frecuencia o en aquellos que se han sensibilizado a antígenos plaquetarios (anti-HLA o específicos), haciéndose refractarios a las transfusiones de plaquetas.

Siempre que se recolectan componentes por aféresis, el donante debe otorgar su consentimiento informado.

A los efectos de cumplir con los estándares de la Asociación Argentina de Hemoterapia e Inmunohematología, que asimismo se rige por los estándares de la Asociación Americana de Bancos de Sangre (AABB), es menester contar con los protocolos y archivos de todos los procedimientos de aféresis.




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Enviado por:Daniel De La Rosa
Idioma: castellano
País: República Dominicana

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