Historia


Raíces de la España Contemporánea


I. LAS RAÍCES HISTÓRICAS DE LA ESPAÑA CONTEMPORÁNEA

  • LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN.

  • El siglo XVIII fue en España y en toda Europa un periodo de crecimiento demográfico y económico.

    El aumento de población se debió a la disminución de la mortalidad catastrófica. Se erradica la peste.

    El crecimiento demográfico fue mayor en la periferia peninsular. Madrid, Valencia, Barcelona, Sevilla y Cádiz. La mayoría de la población vivía en el campo.

    Creció la producción agraria debido a la extensión de la superficie cultivada (roturación de bosques y desecación de pantanos) y a la introducción de nuevos cultivos (maíz, patata y arroz). En cuanto a cambios técnicos, fueron más localizados, destacan construcciones de algunas obras hidráulicas. En algunas regiones, las mulas sustituyeron a las yuntas de bueyes, esto aceleró el ritmo del trabajo y también el número de tierras cultivadas por un mismo campesino. En algunas zonas se consiguió reducir el barbecho y se inició la estabulación de rebaños. En algunas regiones litorales (Cataluña, Valencia y algunas zonas de Andalucía) se produjo la especialización agraria. Esto supuso el aumento de los excedentes agrarios, lo que permitió el crecimiento de las ciudades y una mejora del nivel de vida de los campesinos, éstos pasaron de la producción para el autoconsumo a la producción para la venta.

    Además de los tradicionales talleres artesanales, durante este siglo apareció el sistema domiciliario, que ocupaba a familias campesinas en las épocas de poco trabajo en el campo. La materia prima y las herramientas, las proporcionaba un comerciante que pagaba la producción a tanto la pieza. Este sistema se dedicaba a los productos textiles baratos y de consumo popular. También se dieron las manufacturas que concentraban a decenas o cientos de trabajadores urbanos.

    Ejemplo: Las manufacturas reales (Guadalajara, Ávila y Segovia) se dedicaban a la fabricación de productos de lujo; y las manufacturas privadas (Barcelona) se dedicaban a tejidos de algodón para la exportación.

    El comercio interior no mejoró debido a las dificultades en los transportes y a la pervivencia de una agricultura de autoconsumo en muchas regiones de España. El comercio con América si que aumentó.

    En cuanto a la sociedad, en el siglo XVIII, continúan existiendo los estamentos privilegiados (nobleza e Iglesia). Poseían la mayor parte de las tierras, debido al mantenimiento de los mayorazgos señoriales y de la vinculación de los bienes eclesiásticos. La alta nobleza (los grandes de España) vivía en la capital y llevaba un estilo de vida suntuoso.

    En las ciudades se dio una gran diferenciación social. La burguesía aumentó sus ingresos, y algunos sectores artesanales se arruinaron. Se dictaron medidas de control de mendigos y vagabundos, que fueron obligados a realizar trabajos forzados o a enrolarse en el ejército.

    En el campo también había desigualdad. En el Norte y Este predominaban familias campesinas que tenían tierras con contratos de alquiler. Fuera de las regiones litorales mediterráneas, seguían en el autoconsumo. En el Centro y Sur, predominaban los jornaleros, que no tenían tierras y vivían en malas condiciones, con bajos salarios y estacionalidad en el trabajo.

  • LAS CONTRADICCIONES DE LA MONARQUÍA ABSOLUTA. LA CRÍTICA DE LOS ILUSTRADOS Y EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA. LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812.

  • LAS CONTRADICCIONES DE LA MONARQUÍA ABSOLUTA.

  • La entronización de la dinastía de los Borbones (con Felipe V), supuso la imposición de una monarquía absoluta. Felipe V, con los Decretos de Nueva Planta, abolió los fueros de Valencia, Aragón, Mallorca y Cataluña, sometiendo a estos reinos a las leyes de Castilla. Además, los Decretos de Nueva Planta estuvieron acompañados de una represión política, cultural y lingüística.

    Los Borbones fortalecieron el poder real en todo el territorio. Las Cortes de Castilla quedaron reducidas a un poder simbólico.

    Los reyes concentraron los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Eran la única autoridad en materia fiscal y tenían un gran poder en el terreno eclesiástico.

    Impusieron una nueva fiscalidad, pero no en todo el territorio, sino en la Corona de Aragón.

    Se produjo la centralización política.

    En cuanto a política internacional, Felipe V intentó recuperar los territorios cedidos por el Tratado de Utrecht (Cerdeña, Sicilia, Nápoles, Menoría) pero no recuperaron Gibraltar, Cerdeña, Milán y Flandes.

    La política internacional se caracterizó por el acercamiento a Francia (Pacto de familia) entre los Borbones franceses y españoles, y por la rivalidad con Gran Bretaña que ambicionaba las colonias españolas en Latinoamérica.

  • LA CRÍTICA DE LOS ILUSTRADOS Y EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA.

  • Durante la segunda mitad del siglo XVIII se optó por un sistema de gobierno conocido con el nombre de Despotismo Ilustrado. Consistía en la aplicación de un programa de reformas desde el poder absoluto. Se corresponde con el reinado de Carlos III. Según los políticos ilustrados, eran tres las reformas que tenían que darse: la reforma fiscal, que tenía diversidad de impuestos, muchos privilegios y escasa recaudación. Se pretendió hacer un catastro en Castilla, pero los grupos sociales privilegiados se opusieron, y el gobierno renunció al intento de reforma fiscal. Como la Hacienda Pública era deficitaria, para obtener ingresos se recurrió a la explotación de monopolios y estancos, y a la emisión de deuda pública; se creó el Banco de San Carlos y la lotería. Otra reforma era la de la enseñanza superior donde la Iglesia ejercía el monopolio. El absolutismo de los Borbones dio origen a conflictos en la relación Iglesia- Estado, pues los Borbones aplicaban una política regalista (supremacía de la autoridad del rey en los asuntos eclesiásticos). Se produjo la expulsión de los jesuitas, ya que esta orden incluía la obediencia al Papa por encima del rey, y controlaba la educación superior, mientras que los Borbones pretendían que fuera el Estado el que controlara la educación. Además, los Jesuitas defendieron en América las aspiraciones independentistas de los indios. La tercera reforma que planteaban los ilustrados era la reforma agraria, los ilustrados culpaban del atraso de España al mantenimiento de los privilegios y a la persistencia de obstáculos que dificultaban el crecimiento económico, principalmente en el campo. Los problemas que acuciaban al campo español eran: yermos, campesinos sin tierras y grandes extensiones que no se podían vender. Se proponía como soluciones: poner en manos de labradores las tierras incultas y comunales, repartir tierras a los campesinos pobres y concederles créditos para que pudieran trabajarlas, y sustituir los contratos de arrendamiento, que solían ser a corto plazo, por los de enfiteusis. Se propuso la abolición de los mayorazgos de la nobleza y de las manos muertas de las instituciones eclesiásticas. Pero la reforma Agraria no se llegó a aprobar nunca. Lo único que se dio fue la expropiación de las propiedades de instituciones de beneficencia administradas por el clero y su posterior venta (primera desamortización). Esta medida sólo afectó a una parte de las tierras de la Iglesia y se llevó a cabo sólo para recaudar fondos para la Hacienda Pública.

    Los políticos ilustrados si que introdujeron las siguientes reformas:

    • Se repoblaron zonas deshabitadas y no cultivadas, con lo que creció la producción y la población.

    • Se liberalizó la economía (libertad de precios y circulación para los cereales, libertad de comercio con las Indias para todos los puertos, supresión de los sistemas de control de los gremios, declaración de honradez de todas las profesiones…).

    Por lo que respecta al impacto de la Revolución Francesa, ésta se inicia en 1789. Los cambios políticos, sociales y culturales que se produjeron afectaron a la sociedad de la época. Los monarcas absolutistas europeos, los nobles, el clero, vieron con temor cómo se producía con esta revolución el final del Antiguo Régimen en Francia, y surgió el miedo a la difusión de las ideas revolucionarias. Por este motivo, el gobierno de Carlos IV, cerró la frontera y paralizó la política de reformas que habían estado realizando los políticos ilustrados. Cuando el rey de Francia (Luis XVI) fue ejecutado, España se unió al resto de monarquías europeas en una amplia coalición contra la Francia revolucionaria.

    Pero en 1796, España, firmó la paz con Francia (Tratado de San Idelfonso), a causa de la amenaza que Gran Bretaña representaba para el mercado americano.

  • CORTES DE CÁDIZ Y CONSTITUCIÓN DE 1812.

  • En 1808 se produce la invasión napoleónica de España. Previamente, Napoleón había firmado con España (Carlos IV) el Tratado de Fontainbleau, que preveía la ocupación y la partición de Portugal entre España y Francia. Las tropas francesas entraron en España sin que las autoridades españolas se opusieran. El descontento popular creció. El príncipe Fernando, hijo de Carlos IV promovió el motín de Aranjuez, lo que provocó la abdicación de Carlos IV a favor de Fernando. Napoleón aprovechando las desavenencias entre Carlos IV y Fernando VII, logró que los dos abdicaran en su favor, y nombró a su hermano José I, rey de España. El 2 de mayo de 1808 en Madrid se produjo un alzamiento popular que fue reprimido por el ejército francés. Los españoles actuaban en pequeños grupos (guerrillas), lograron resistir en ciudades como Zaragoza y Gerona. No obstante, a partir de 1810, exceptuando una pequeña zona de Andalucía occidental, el dominio francés fue aplastante. A partir de 1812, las tropas británicas apoyan al ejército español, además, los franceses habían empezado a ser derrotados en Rusia, y Napoleón vio la necesidad de concentrar sus esfuerzos en el centro de Europa, descuidando la campaña española. Finalmente, en 1814, se rindieron los franceses, José I abandonó España y regresó Fernando, que durante la guerra había permanecido arrestado en Bayona (Francia).

    Durante la guerra, la resistencia española se coordinó en una Junta Suprema Central, que asumió la soberanía en nombre del rey Fernando VII, convocó las Cortes y en 1810 cedió su poder a una Regencia, que actuaba en nombre de Fernando VII y que se estableció en Cádiz por ser la única ciudad no ocupada por los franceses.

    Los españoles contrarios a la ocupación francesa (la mayoría) fueron llamados patriotas, que querían la expulsión de los franceses y el retorno de Fernando VII, pero había dos grupos de patriotas: los patriotas absolutistas (querían monarquía absoluta) y los patriotas liberales (querían el establecimiento de un régimen liberal: Cortes que expresaran la soberanía popular, sufragio universal y libertades y derechos individuales).

    Un reducido grupo de españoles apoyaron a José I, eran los afrancesados, solían ser españoles ilustrados que defendían la ocupación francesa, porque consideraban que tal ocupación podría permitir la modernización política y social de España.

    LAS CORTES DE CÁDIZ

    Las Cortes que había convocado la Junta central se constituyeron en la ciudad de Cádiz en 1810.

    Debido a la ocupación francesa, la elección de diputados fue difícil y sólo algunas zonas libres pudieron elegir abiertamente a sus diputados, sin embargo en la mayoría de las provincias, los diputados fueron elegidos por las juntas provinciales.

    En estas Cortes la representación era individual y no estamental.

    La mayoría de los diputados, había tres tendencias: absolutistas (querían el mantenimiento del Antiguo Régimen), los reformistas (querían reformas pero manteniendo el poder del rey) y los liberales (querían la soberanía nacional y un régimen liberal). Los diputados liberales no eran mayoría pero impusieron sus criterios a la mayoría.

    Las Cortes de Cádiz se atribuyeron la representación de la soberanía nacional. Toda su obra supuso la sustitución de las estructuras sociales, económicas y políticas del Antiguo Régimen por las de un Estado Liberal.

    Las Cortes establecieron la igualdad de todos ante la ley, abolieron los privilegios sociales y económicos de la nobleza mantuvo la propiedad de la tierra (señoríos territoriales). Desamortización de las propiedades eclesiásticas. Abolición de la inquisición.

    En el plano económico, las Cortes establecieron la libertad de producción agrícola e industrial (abolición de los gremios) y de comercialización (abolición de las aduanas interiores y libertad de precios).

    La obra más importante de las Cortes de Cádiz fue la Constitución de 1812: fue la primera Constitución de España, incluía en sus artículos una declaración de derechos del hombre y establecía los principios de la soberanía nacional (el poder lo tienen los ciudadanos, no el rey), también incluía libertades individuales y propiedad. España se convertía en una monarquía liberal y parlamentaria con separación de poderes: ejecutivo (rey), legislativo (Cortes y rey), y judicial (jueces). Existía una sola cámara elegida por sufragio universal masculino.

    Es importante resaltar que tanto la labor de las Cortes como la Constitución de 1812, se hicieron en nombre de la nación española, pero debido a la ocupación francesa, el pueblo no participó en todo esto, es decir, desconocía la obra de Cádiz. Por este motivo, cuando acabó la guerra, el pueblo español se limitó a aclamar a Fernando VII como rey pero no defendió la obra de las Cortes, no exigió al rey que defendiera las Cortes ni la Constitución.

  • EL REINADO DE FERNANDO VII (1814- 1833).

  • RESTABLECIMIENTO DEL ABSOLUTISMO.

  • En 1814, tras la Guerra de la Independencia, Fernando VII regresa a España. A su llegada a valencia es recibido por un grupo de absolutistas que le presentaron el Manifiesto de los Persas, documento que criticaba la obra de las Cortes de Cádiz y pedía que se restableciese el Antiguo Régimen, Gran parte del ejército tenía una posición ultraconservadora, también la nobleza y el clero. El 4 de mayo de 1814 mediante un real decreto, Fernando VII anuló la Constitución de 1812 y recuperó todo el poder (plena soberanía), se restableció el Antiguo Régimen, comenzó la represión contra los patriotas liberales y contra los afrancesados. Durante esta etapa también se dieron intentos fracasados de golpe de estado (pronunciamientos) por parte de los liberales para restablecer la Constitución.

    Se produjo una grave crisis económica. Tras la guerra, la agricultura estaba arruinada, también las manufacturas y el comercio. La única forma de evitar la quiebra del Estado era que los privilegiados (nobleza y clero) pagasen impuestos, pero éstos no estaban de acuerdo y el rey tampoco era partidario de esta medida porque estos estamentos le habrían retirado el apoyo.

  • TRIENIO LIBERAL (1820- 1823).

  • En 1820 se produjo un pronunciamiento con éxito, fue el coronel Rafael del Riego, que se pronunció a favor de la Constitución de Andalucía. Pocos días después, hubo otros pronunciamientos en varias ciudades españolas, que tuvieron el apoyo de la burguesía y de amplios sectores populares, descontentos por la mala situación económica. Fernando VII no tuvo más remedio que restablecer la Constitución de 1812, comenzando así un período de gobierno liberal que duró tres años. Durante este período se restableció toda la legislación de las Cortes de Cádiz. El comercio se vio favorecido por la eliminación de las aduanas interiores, se decretó la libertad de industria. Se impuso una reforma tributaria que no satisfizo a las clases populares, se suprimieron monasterios y conventos y sus bienes se desamortizaron. Se restableció la Milicia Nacional.

    A partir de 1822, el gobierno liberal comenzó a radicalizarse y fueron tomando fuerza los detractores del liberalismo (realistas), que tenían el apoyo del rey, de la nobleza y de la Iglesia, y de muchos campesinos descontentos con los impuestos. Además, las potencias absolutistas habían firmado la Santa Alianza, pacto por el que se comprometían a intervenir en cualquier país donde triunfaran las ideas revolucionarias o liberales. Estas potencias decidieron en el Congreso de Viena (1822) que Francia se encargara de restablecer el absolutismo en España mediante un ejército conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis. Dicho ejército restableció al rey como monarca absoluto.

  • LA DÉCADA OMINOSA.

  • Con la vuelta del absolutismo se dio una represión muy dura contra los liberales. Se anuló toda la legislación del Trienio Liberal y la Iglesia recuperó sus bienes. Debido a la crisis económica, el rey se vio obligado a aplicar medidas económicas favorables a la burguesía (arancel proteccionista para las manufacturas nacionales). Esta actitud provocó el descontento de los sectores más ultrarrealistas (apostólicos). Éstos proponían como rey a Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII. Éste no tenía descendencia de sus matrimonios anteriores, por lo que el heredero al trono era su hermano, que se había enfrentado con él por cuestiones políticas. Al casarse con María Cristina y tener una hija, Isabel, ordenó la publicación de la Pragmática Sanción por la que anulaba la Ley Sálica, por la que las mujeres no podían reinar en España. De este modo, Carlos quedó excluido de sus derechos a la corona.

    En 1832, el rey enfermó y su esposa favoreció una apertura al régimen para conseguir el apoyo de los liberales para asegurar la corona para su hija Isabel, de este modo, concedió una amnistía para los liberales.

    Fernando VII muere en 1833, y deja al país a las puertas de una guerra civil entre los partidarios de Carlos María Isidro (ultrarrealistas) y los partidarios de Isabel (absolutistas moderados y liberales moderados).




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    Enviado por:Buttermoon
    Idioma: castellano
    País: España

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