Historia


Pueblo judío

ENSAYO SOBRE EL PUEBLO JUDIO

Desde el principio de los tiempos el pueblo judío fue de alguna manera privilegiado puesto que este fue el pueblo elegido por Dios. Este pueblo siempre considero de manera firme la existencia de un solo Dios y fue su Dios único quien se manifestó en ellos dándoles a conocer a través de sus profetas su palabra, que finalmente fue considerada Ley para su pueblo.

En algún momento del inicio de la historia de este pueblo la ideología de la existencia de un solo Dios y de una palabra que solo era dicha a través de hombres aparentemente iguales a todos fue quebrantada, razón por la cual el pueblo judío a través de los miles de años a sido azotado por diferentes castigos.

El pueblo judío fue iniciado por los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob y estos fueron los portadores de la creencia de un solo Dios ya que en esa época las creencias de los demás pueblos hacían referencia a que existían diversos dioses tal como lo creyeron los egipcios. A través de los sueños y revelaciones que tuvieron los patriarcas fue cambiando su manera de creer hasta llegar a concebir la idea de un solo Dios.

El hambre comenzó a extenderse debido a la escasez de alimento ya que se había presentado un fuerte sequía, esta situación obligó a Jacob hijo de Isaac, y a sus hijos a emigrar a Egipto en busca de oportunidades para sobrevivir considerándose un pueblo elegido, un pueblo que cumplía con la ley de su único Dios, nunca imaginaron encontrar prueba más difícil que la esclavitud y ahí inicia uno de los azotes más difíciles que padeció el pueblo judío.

La esclavitud del pueblo judío por Egipto duró varios siglos hasta que dentro de su descendencia nación un hombre que sería el libertador de este pueblo. En aquél tiempo faraón mandó matar a los varones judíos recién nacidos, la madre de Moisés al ver el peligro que corre su hijo lo pone en una cuna y lo arroja al río con la esperanza de que alguien lo encuentre y pueda vivir, del otro lado del río se encontraba la hija de faraón al ver que el niño estaba dentro del agua en su cuna manda sacarlo y le pide a una mujer lo críe hasta que sea joven y lo traiga de regreso con ella, es así como Moisés siendo hijo de padres judíos es criado como egipcio.

Moisés por el poder que Dios le confiere logra sacar a los judíos de Egipto, y librarlos así de la esclavitud, él tenía la encomienda de llevar a su pueblo a la tierra prometida, durante cuarenta años erraron por el desierto del Sinaí donde se forjaron como nación y recibieron la ley de Moisés que incluye los diez mandamientos mismos que dieron forma y contenido a la fe monoteísta de sus patriarcas ancestrales.

En general la salida del pueblo judío de Egipto era el inicio del fin de la opresión del pueblo de Israel, y su formación como pueblo independiente, al llegar a Israel forman una ciudad en la cual comienzan a organizarse en la forma de gobierno para llegar a ser una monarquía.

El pueblo judío durante sus primeros años tiene diversas tribus las cuales quieren sobresalir unas de otras es por esto que se suscitan guerras y batallas para que cada una de estas tribus pueda gozar de un territorio determinado el cual es elegido por los integrantes más poderosos de las tribus.

Este es uno de los principales problemas que ha tenido el pueblo judío a través de los años, el establecerse en un territorio determinado y ser reconocido como estado con las características correspondientes a este.

Para el año 586 a C. Judea es conquistada por Babilonia y destruyen Jerusalem y el primer templo judío construido por Salomón y la mayoría de los judíos son exiliados a Babilonia.

Posteriormente la tierra fue conquistada por Alejandro Magno bajo su mandato los macabeas se rebelaron contra las restricciones en la práctica del judaísmo y la profanación del templo de esto surge la autonomía judía bajo la dinastía Hasmonea que se refiere a los macabeas. Jerusalem es capturada y conquistada por el dominio romano y es cuando el Rey Herodes gobierna la tierra de Israel nuevamente el templo modificado, para estos tiempos surge el ministerio de Jesús de Nazareth y con esta corriente distinta y arrasadora los judíos se rebelan contra Roma retomando su fe con mayor auge y seguridad de su Dios único y verdadero.

La presencia de Jesús, su vida austera y sus milagros extraordinarios traen como consecuencia una nueva revolución en el pensar de judíos y gentiles misma que provocó que el actual dominio romano tambaleara ante la posibilidad de perder su poder de dominio y fuerza ante su pueblo y territorios conquistados.

El pueblo Romano se resistía a la idea de que realmente los judíos tuvieran un Rey más poderoso que los dioses que adoraban y hasta del mismo César quien era su máxima autoridad terrenal, surgen el celo, la envidia, el resentimiento pero más el temor del pueblo romano de creerse perdidos espiritualmente y derrotados puesto que sus dioses les permitían disfrutar de una vida llena de libertinaje, desenfreno, lujuria y corrupción sin límites; a esto el pueblo judío continua siendo con más saña un pueblo oprimido intentando el pueblo romano de alguna manera limitar destruir y desterrar sus raíces que a través de los miles de años continúan presentes prueba de ello es otra dura prueba que ha tenido que sufrir este pueblo elegido a través de los tiempos.

En 1564 se logra la publicación del código de la ley judía y con esto la construcción del primer barrio judío fuera de las murallas de Jerusalem en 18601. La primera gran inmigración a escala se dio entre 1862 y 1903 principalmente a Rusia. La segunda gran inmigración fue principalmente hacia Rusia y Polonia en 1909 aparece la primera ciudad judía moderna y con esto concluyen 400 años de dominio otomano con la conquista británica el ministro de relaciones exteriores británico promete el apoyo para el establecimiento de un lugar nacional judío en Palestina.

La tercera inmigración fue principalmente a Rusia, y en mil novecientos veinte crean una confederación general de trabajadores y organización de defensa judía, a si mismo la comunidad judía establece un consejo nacional para la dirección de sus asuntos.

En mil novecientos veinte y dos la Gran Bretaña recibe el mandato sobre Palestina que era la tierra de Israel, de la liga de las naciones se establece Transjordania sobre tres cuartas partes del territorio quedando solo una cuarta parte para el ya establecido hogar nacional judío en Palestina.

Surge la cuarta inmigración que es principalmente a Polonia donde por primera vez en mil novecientos veinticinco abre sus puertas la primera universidad hebrea de Jersusalem.

Tras estos grandes avances y autonomía que el pueblo judío había ganado surgen dentro de todos estos alcances la opresión ya que en mil novecientos veintinueve los judíos de Hebrón son masacrados por militares Árabes aparentemente sin razón alguna tras esta masacre surge el miedo y temor entre el pueblo judío ya que nuevamente se ven amenazados pero ahora en tierras lejanas y sin contar con una seguridad establecida que los pueda respaldar en el momento más necesario.

Ante este temor el pueblo judío inconscientemente se ve en la necesidad de buscar formas clandestinas de organización. A pesar de los riesgos que los judíos corrían fuera de sus tierras surge la quinta inmigración ahora hacia Alemania y en mil novecientos treinta y seis una comunidad de Árabes militantes inician y provocan disturbios anti-judíos los cuales traen como consecuencia temor e inseguridad entre los mismos.

El gobierno alemán al ver que la comunidad judía era blanco de disturbios tomo la medida precautoria de limitar la inmigración judía hacia su territorio.

Apareciendo en mil novecientos treinta y nueve el llamado libro blanco británico, para este momento en Rusia, Polonia y en Alemania el pueblo judío ya padecía persecuciones, limitaciones, rechazo, evitación y restricción a una vida en paz y cotidiana, situación que los Árabes aparentaban eran provocados por la presencia judía ya que sus creencias eran diferentes y se contraponían totalmente a la vida religiosa de estos.

De mil novecientos treinta y nueve a mil novecientos cuarenta y cinco se desata la segunda guerra mundial donde los principales perseguidos eran los judíos.

Para estos momentos el pueblo judío ya había organizado diversos movimientos clandestinos con el fin de proteger su comunidad. El Holocausto fue la persecución y el asesinato sistemático, burocráticamente organizado y auspiciado por el Estado de aproximadamente seis millones de judíos por parte del régimen nazi y sus colaboradores. "Holocausto" es una palabra de origen griego que significa "sacrificio por fuego". Los nazis, que llegaron al poder en Alemania en enero de 1933, creían que los alemanes eran una "raza superior" y que los judíos, considerados "inferiores", eran una amenaza extranjera para la llamada comunidad racial alemana.

Durante la era del Holocausto, las autoridades alemanas persiguieron a otros grupos debido a su percibida "inferioridad racial": los romaníes (gitanos), los discapacitados y algunos pueblos eslavos (polacos y rusos, entre otros). Otros grupos fueron perseguidos por motivos políticos, ideológicos y de comportamiento, entre ellos los comunistas, los socialistas, los testigos de Jehová y los homosexuales.

En 1933, la población judía de Europa ascendía a más de nueve millones, y la mayoría de los judíos europeos vivía en países que la Alemania nazi ocuparía o dominaría durante la Segunda Guerra Mundial. Para el año 1945, los alemanes y sus colaboradores habían asesinado aproximadamente a dos de cada tres judíos europeos como parte de la "Solución final", la política nazi para asesinar a los judíos de Europa. Si bien las principales víctimas del racismo nazi fueron los judíos, a quienes consideraban el mayor peligro para Alemania, entre las otras víctimas se incluyen 200 mil romaníes (gitanos). Como mínimo, 200 mil pacientes discapacitados física o mentalmente, en su mayoría alemanes y que vivían en instituciones, fueron asesinados en el marco del llamado Programa de Eutanasia.

A medida que la tiranía nazi se propagaba por Europa, los alemanes y sus colaboradores perseguían y asesinaban a millones de otras personas. Entre dos y tres millones de prisioneros de guerra soviéticos fueron asesinados o murieron de inanición, enfermedades, negligencia o maltrato. Los intelectuales polacos no judíos fueron perseguidos y asesinados por los alemanes. Millones de civiles polacos y soviéticos fueron deportados para realizar trabajos forzados en Alemania o en la Polonia ocupada, donde generalmente trabajaban y muchas veces morían en condiciones deplorables. Desde los primeros años del régimen nazi, las autoridades alemanas persiguieron a los homosexuales y a otras personas cuyos comportamientos no se ajustaban a las normas sociales prescritas. Miles de oponentes políticos (incluidos comunistas, socialistas y sindicalistas), así como disidentes religiosos (como los testigos de Jehová), fueron perseguidos por oficiales de la policía alemana. Muchas de estas personas murieron como resultado de la encarcelación y el maltrato.

En los primeros años del régimen nazi, el gobierno nacionalsocialista estableció campos de concentración para detener a oponentes políticos e ideológicos tanto reales como supuestos. En los años previos al estallido de la guerra, los oficiales de las SS y la policía encarcelaban en estos campos a cada vez más judíos, romaníes y otras víctimas del odio étnico y racial. Para concentrar y controlar a la población judía y al mismo tiempo facilitar la deportación posterior de los judíos, los alemanes y sus colaboradores crearon ghettos, campos de tránsito y campos de trabajos forzados para los judíos durante los años de la guerra. Asimismo, las autoridades alemanas establecieron numerosos campos de trabajos forzados, tanto en el denominado Gran Reich Alemán como en territorios ocupados por los alemanes, para personas no judías a quienes los alemanes buscaban explotar laboralmente.

Después de la invasión de la Unión Soviética en junio de 1941, los Einsatzgruppen (equipos móviles de matanza) y más adelante, los batallones militarizados de oficiales de la Policía iban detrás de las líneas alemanas para llevar adelante operaciones de asesinato en masa de judíos, romaníes y oficiales del partido comunista y del estado soviético. Las unidades alemanas de las SS junto con otras autoridades, asesinaron a más de un millón de hombres, mujeres y niños judíos junto con cientos de miles de otras personas. Entre los años 1941 y 1944, las autoridades alemanas del régimen nazi deportaron a millones de judíos desde Alemania, los territorios ocupados y los países de muchos de sus aliados del Eje hacia los ghettos y los centros de exterminio, también llamados centros de la muerte, donde fueron asesinados en cámaras de gas diseñadas especialmente para tal fin.

Durante los últimos meses de la guerra, los guardias de las SS trasladaron a los prisioneros de los campos en tren o en marchas forzadas, también denominadas “marchas de la muerte”, en un intento por evitar que los Aliados liberaran a grandes cantidades de prisioneros. A medida que las fuerzas aliadas se trasladaban por Europa en una serie de ofensivas contra Alemania, empezaron a encontrar y liberar a prisioneros de los campos de concentración, así como a los prisioneros que estaban en el camino en marchas forzadas desde un campo hacia otro. Las marchas continuaron hasta el 7 de mayo de 1945, el día en que las fuerzas armadas alemanas se rindieron incondicionalmente a los Aliados.

Para los Aliados occidentales, la Segunda Guerra Mundial finalizó en Europa oficialmente al día siguiente, el 8 de mayo, mientras que las fuerzas soviéticas anunciaron su “día de la victoria” el 9 de mayo de 1945.

Después del Holocausto, muchos de los sobrevivientes encontraron refugio en los campos de refugiados que administraban las fuerzas aliadas. Entre 1948 y 1951, casi 700 mil judíos emigraron a Israel, incluidos 136 mil judíos refugiados de Europa. Otros judíos refugiados emigraron a Estados Unidos y a otros países. El último campo de refugiados se cerró en 1957. Los crímenes cometidos durante el Holocausto devastaron a la mayoría de las comunidades judías de Europa y eliminaron totalmente a cientos de comunidades judías de los territorios ocupados de Europa Oriental.

Esta creo fue una de las peores pruebas para el pueblo judío, quizás lo considero así pues es parte de la historia que en tiempo no esta tan desfasada a la realidad que hoy en día se vive con pueblos inferiores que por otras razones como la guerra sufren persecución, actualmente el mismo pueblo judío, la misma Tierra Santa Jerusalem es escenario de las peores y más recientes guerras, ilógicas e injustas para algunos pero que finalmente son sus creencias y la firmeza de su fé las que los han orillado a combatir dentro de las guerrillas.

No se conocen las cifras exactas de las muertes del pueblo judío pero se habla que dos terceras partes del pueblo judío fueron eliminados por el movimiento nazi, sufriendo así la mayor pérdida de su gente en todo el tiempo que llevan existiendo como pueblo.

A raíz de la obtención de la independencia política y la masiva inmigración que la siguió,  la población judía de Israel se duplicó de 650.000 a alrededor de 1,3 millones en los primeros cuatro años del estado (1948-52), cambiando la estructura y la textura de la sociedad israelí. El grupo social resultante quedó formado por dos elementos principales: una mayoría compuesta por la antigua comunidad sefardí, veteranos pobladores asquenazíes y sobrevivientes del Holocausto, y una gran minoría de nuevos inmigrantes judíos de los países islámicos de África del Norte  y del Medio Oriente. Si bien la mayor parte de la población preestatal estaba comprometida con fuertes convicciones ideológicas, un espíritu pionero y un modo de vida democrático, muchos de los judíos que vivieron durante siglos en los países árabes adherían a una organización social patriarcal, desconocían el proceso democrático y las exigencias de una sociedad moderna, y les resultó difícil integrarse en la sociedad israelí y en su economía que se desarrollaba con rapidez.

Hacia fines de la década del 50, los dos grupos virtualmente coexistían sin interacción social ni cultural, y los judíos de origen norafricano y mesoriental expresaban su frustración y alienación en protestas antigubernamentales que, en los años 60 y 70 se convirtieron en exigencias de mayor participación política, asignaciones de recursos compensatorias y una acción positiva para ayudar a cerrar la brecha entre ellos y los demás israelíes. Además de las tensiones generadas por la diversidad de su población durante esos años, la sociedad israelí tuvo que luchar por su independencia económica y a defenderse contra las acciones bélicas de países árabes en las fronteras. A pesar de esto, los denominadores comunes de religión, memoria histórica y cohesión nacional dentro de la sociedad judía demostraron ser lo suficientemente fuertes para hacer frente a los desafíos que se afrontaban.

A lo largo de los años, Israel ha seguido recibiendo inmigrantes en mayores o menores números, provenientes de los países libres del mundo occidental, así como de áreas económica y socialmente deprimidas. La más importante ola inmigratoria de las últimas décadas estaba formada por miembros de la gran comunidad judía de la ex Unión Soviética, que luchó durante años por su derecho a emigrar a Israel. Unos 100.000 lograron llegar en los años 70, y a partir de 1989 más de un millón se han establecido en el país. Entre ellos se cuentan muchos profesionales de alto nivel, conocidos científicos, aclamados artistas y músicos, cuya experiencia y talento contribuyen significativamente a la vida económica, científica, académica y cultural de Israel.

Los años 80 y 90 fueron testigos de la llegada en masa, en dos traslados aéreos, de la antigua comunidad judía de Etiopía, que según creencia popular se estableció allí en los tiempos del Rey Salomón. Aunque la transición de estos 50.000 inmigrantes de un ambiente agrario africano a una sociedad occidental industrializada tomará tiempo, la ansiedad de sus jóvenes por adaptarse apresurará la absorción de esta largamente aislada comunidad judía.

El espíritu de emancipación y nacionalismo que barrió a la Europa del siglo XIX ocasionó el desarrollo de una actitud más liberal en la educación, la cultura, la filosofía y la teología. Ese espíritu generó también varios movimientos judíos, algunos con líneas religiosas liberales, mientras que otros adoptaron ideologías nacionales y políticas que significaban una ruptura con la ortodoxia y su forma de vida, y abogaban por una integración completa en la sociedad no judía.

Hoy en día la sociedad judía de Israel está formada por judíos observantes y no observantes, en un espectro que va desde los ultraortodoxos hasta los completamente laicos. Sin embargo, las diferencias entre ellos no están claramente definidas. Desde el punto de vista de la adherencia a las leyes y prácticas religiosas judías, el 20 por ciento de la población cumple todos los preceptos religiosos, el 60 por ciento cumple algunos, de acuerdo a su inclinación personal y a sus tradiciones comunitarias, y un 20 por ciento es básicamente no observante. Pero dado que Israel fue concebido como un estado judío, el shabat (sábado) y todas las festividades judías han sido instituidas como fiestas nacionales y son celebradas por toda la población judía y observadas por todos, en mayor o menor medida.

La religiosidad se puede observar y de cierta manera cuantificar por el porcentaje de padres que otorga a sus hijos una educación religiosa conforme a todas las leyes que marca la misma o el porcentaje de quienes votan por partidos políticos religiosos en las elecciones nacionales. El significado de estas cifras, sin embargo, es incierto, dado que padres no observantes pueden inscribir a sus hijos en escuelas religiosas y muchos ciudadanos ortodoxos votan por partidos políticos no religiosos, quedando cubiertas las cifras de los judíos que realmente llevan al pie de la letra su religión.

Para concluir podemos decir que el pueblo judío es un conjunto de personas enriquecidas por su historia, tradición, costumbres, leyes que a través de los años han superado las dificultades que la vida o Dios le han puesto, aun con estas adversidades es un pueblo que confía y le es fiel a su Dios, esperando cumpla su promesa de proteger y exaltar a su pueblo desde su Padre Abraham y a toda su descendencia durante toda la eternidad. Es por esto que los judíos son reconocidos por todo el mundo como el pueblo que eligió Dios y que seguirán dándonos mucha historia conforme el paso de los años esperando por supuesto que pronto acabe los innumerables ataques contra este pueblo.




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Enviado por:Yoda
Idioma: castellano
País: México

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