Psicología


Psicología de la memoria


Psicología de la memoria

TEMA 1 : INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA MEMORIA

  • Introducción

Desde los inicios de la humanidad, sus habitantes siempre han estado preocupados por dejar su huella, así como por festejar evocaciones de acontecimientos que representan la memoria colectiva (aniversarios, fechas de hitos históricos, etc). Parece que esto se hace como única forma positiva para perdurar a su condición mortal. Fuera aparte de esto, la memoria esta presente en cada acción humana (identificar alimentos buenos o malos, determinar aromas o melodías que nos evocan algo, etc). La memoria no se toma en cuenta casi hoy día, pero la pérdida de señales de identidad, de nuestra individualidad formada culturalmente es uno de los precios a pagar por la amnesia. Por ello, el estudio de la memoria es necesario para abordar en el futuro diferentes trastornos y situaciones sociales.

  • Concepto de memoria

De siempre a existido la creencia común de que la memoria es un almacén donde se depositan todos los conocimientos, pero a finales del siglo XIX, Ebbinghaus escribe “Sobre la memoria” refuerza la memoria como función de la inteligencia. Los estudios experimentales concluyen que en el recuerdo final influye en diferente grado el fenómeno de construcción y reconstrucción de esas historias a partir de lo almacenado y de los prejuicios. Además, cuando hay que memorizar pasajes o historias, se recuerda lo esencial y se reconstruyen los detalles de acuerdo a su conocimiento previo. De todos modos, esta reconstrucción puede contener distorsiones de la realidad recordada por nuestras expectativas y prejuicios, lo que hace que la memoria sea maleable, dinámica e imperfecta (a tenerlo en cuenta con los testigos, por ejemplo). Por ello, la memoria es un complicado sistema de procesamiento de la información que opera a través de los procesos de almacenamiento, codificación, construcción, reconstrucción y recuperación de la información. La memoria sirve para adaptarse al mundo (como el resto de sistemas de la conducta humana) y es muy vulnerable a variables internas y externas, que hacen que se alteren o distorsionen nuestros recuerdos. A su vez, ésta no es una función unitaria porque consta de una serie de sistemas complejos interconectados que tienen diferentes propósitos y se comportan de maneras distintas.

  • Análisis histórico del estudio de los procesos mnésicos

    • Edad Antigua y Media: Para los griegos “Mnemósyne” era la madre de las musas, y fueron estos los que inventaron un arte de la memoria, que consistía en una técnica con la que se imprimían en la memoria lugares e imágenes. Este arte, llamado método del loci (55 a.C.), pasó a Roma para ir después a la tradición europea (surgió de la obra “De Oratore” de Cicerón, historia de Simónide de Ceos). Los principios generales de la mnemónica o método del loci son:

    • Imprimir en la memoria una serie de loci (lugares), para lo que hay que recordar un lugar y proporcionar a cada una de sus estancias una marca distintiva.

    • La secuencia de los lugares dentro del edificio fija el orden.

    • El arte de la memoria descansa en el hecho de que la vista es el sentido más riguroso.

    • Con esto, Simónide de Ceos consideró la memoria como una de las cinco partes de la retórica, descubrió la supremacía de la vista y se llamó el inventor del sistema de “ayudas-memoria”.

      En el 400 a.C. se distinguen dos clases de memoria: la memoria rerum (de las cosas) y la memoria verborum (de las palabras). Entre el 86-82 a.C., un profesor romano de retórica escribe un texto para sus alumnos en el que divide la memoria en memoria natural, la nacida simultáneamente con el pensamiento, y la memoria artificial, fortalecida y consolidada por el ejercicio. Según este, para entender la memoria hay que entender las reglas de las imágenes, sabiendo que hay dos clases de imágenes: la res (para las cosas; confecciona imágenes para recordar un argumento, una noción una cosa) y la verba (para las palabras; encuentra imágenes para recordar cada palabra). Cicerón explicaba para esto que para mantener algo en la memoria había que excitar afectos emocionales mediante imágenes sorprendentes y desacostumbradas. Además, en “De Inventione”, éste considera la memoria como una de las partes de la prudencia, junto con la inteligencia y la providencia, definiéndola como la facultad por la que la mente recuerda lo que ha ocurrido. Asimismo, Platón dice que lo almacenado en la memoria supone una copia exacta del mundo. Esto ha sido criticado con cosas como que normalmente no somos capaces de recordar detalles exactos de las cosas o que nuestro recuerdo nos da un conocimiento complejo de la simple copia. Platón además, distingue entre la posesión del conocimiento y su accesibilidad: uno puede poseer el recuerdo pero igual no puede cogerlo. Aristóteles, en los libros “De Anima”, “De Insomniis" o “De Memoria et Reminiscentia" discute sobre la búsqueda de nuestros recuerdos, proponiendo que no es posible pensar sin imágenes.

        • Edad Moderna: Los empiristas británicos proponen que el conocimiento se deriva de la experiencia de los sentidos, de nuestras impresiones sensoriales. Hobbes, Locke, Berkeley y Hume recuperan la idea platónica de que la mente es un espacio vacío que espera ser ocupado por el conocimiento. En 1793, David Hume con su “Tratado sobre la naturaleza humana”, representa la visión empirista de la memoria, diciendo que ésta trata del acto de reexperimentar las imágenes mentales que son copias de la experiencia original. Además, dice que las ideas de la memoria son más fuertes y vívidas que las de la imaginación.

        • Edad Contemporánea: En este periodo podemos hacer dos grandes divisiones temporales:

            • Siglo XIX: Se realizan los primeros estudios clínicos de personas con trastornos de memoria y, de las formulaciones asociacionistas sacadas del empirismo, se empieza a teorizar sobre las estructuras y funciones de los procesos básicos de la memoria, todo ello sin una sistematicidad científica. Durante este periodo destacan los siguientes estudiosos:

      * En 1881, Ribot estudia los procesos de los trastornos de amnesia, diciendo en su libro “Les Maladies de la Memoire” que la memoria es un proceso activo y afirma que hay que considerar diferentes clases de memoria.

      * En 1883, Galton se interesa por las memorias autobiográficas, para lo que solicita la colaboración de gente ilustre, como su primo Darwin, y les dice que describan con imágenes las mesas de sus desayunos.

      * En 1885, se publica el “Tratado sobre la memoria” de Ebbinghaus con el que se inicia la tradición experimental de ésta y echa por tierra la afirmación de Ribot sobre que la memoria no podía ser medida.

      * En 1889, Korsakoff describe una forma amnésica derivada del alcoholismo, que ahora se llama síndrome de Korsakoff.

      * En 1890, James, en su libro “Principios de psicología”, diferencia entre memoria primaria, que hace mención al hecho de la conciencia del conocimiento acumulado, y memoria secundaria, que implica la no conciencia de dicho saber.

      * En 1895, Cattell demuestra problemas de memoria de escenas familiares y clima reciente.

      * En 1896, Freud introduce el concepto de represión, existencia de un procedimiento por el que ciertos periodos traumáticos de la infancia se olvidan y emergen en la edad adulta. De esto, Freud observó que los humanos no recuerdan periodos anteriores a los tres años (Edipo).

            • Siglo XX: Es la etapa donde se da el estudio científico de la memoria y el aprendizaje, desarrollando métodos y teorías. En este periodo, se destacan dos etapas:

      * De 1900 a 1950: Se destaca el predominio del modelo conductista, que analiza lo que hacen las personas, dándole predominio a la correspondencia y equipotencialidad, que dice que basta con manipular los estímulos, premios y castigos para modificar la conducta. Dentro de ésta, Watson define la memoria como el hecho de encontrarnos con un estímulo después de su ausencia. Entre 1920 y 1940, el término memoria desaparece de las publicaciones de los estudiosos del aprendizaje, permaneciendo tan solo en dos libros: “Experimental psychology” de Woodworch, que afirma que la distinción entre memoria y aprendizaje es incorrecta, y “Remembering” de Bartlett, que formula las primeras críticas a las sílabas sin sentido de Ebbinghaus, que en 1940 se retoma, después queda en desuso y hoy se vuelve a tener en cuenta. En 1900, Mueller y Pilzecker propusieron que el almacenamiento de la memoria se desarrolla gradualmente, tras adquirir el material. En 1902, Franz explora áreas del cerebro combinando los métodos de entrenamiento de Thorndike y la técnica de lesiones cerebrales.

      * De 1950 a hoy día: Aparece la revolución cognitiva, por la insatisfacción al conductismo (se deja de creer que los estímulos producen respuestas, creyendo que son su percepción las que lo producen, por lo que la memoria es una forma de reconstruir o imaginar, no de reproducir o registrar), y la insatisfacción de la investigación aplicada al fenómeno psicológico de la 2ª Guerra Mundial (los que estaban mirando el radar de aviación mucho tiempo, tenían muchos errores). Esto último hace que se demuestre gran interés por los procesos por los que se trasmite, codifica y recibe la información estimular. En 1956, sale el artículo “El mágico número 7, más o menos 2” de Miller, que trata por primera vez de la memoria a corto plazo. Asimismo, Brown y Peterson descubrieron simultáneamente un método de medida de esta memoria en 1958-9, método de Brown-Peterson, tras lo que la década de los 60 estuvo dominada por esta memoria. En este momento, Mandler destaca la importancia de la organización de la información en la formación del recuerdo, y Atkinson y Shiffrin elaboran una teoría de la memoria a corto y largo plazo. También en esta época, Tulving y Osler formulan la hipótesis de la especificidad de la codificación, y Collins y Quillian presentan uno de los modelos iniciales de la memoria semántica. Finalmente, las décadas 70-80 tienen muchos y muy buenos estudios, prestando mayor interés a la memoria a largo plazo, con contribuciones de:

      ·· Tulving en 1972 propone discriminar entre memoria semántica y episódica.

      ·· Craik y Lochart en 1972 proponen un modelo interesado por los niveles de procesamiento (cuanto más interesado estés en algo, etc, más fresco lo tendrás en la memoria).

      ·· Baddeley y Hitch destacan el nivel más activo de la memoria a corto plazo, la que llamaron memoria de trabajo (que sirve para hacer dos cosas a la vez).

      ·· Cohen y Squire en el 80 definen la memoria declarativo como de lo que eres consciente.

      ·· Tulving en el 83 clasifica la memoria procedimental (lo inconsciente) y proposicional.

      ·· Anderson en el 83 comienza la teoría de las redes de índole asociacionista.

      ·· Graff y Schacter en el 85 distinguen entre memoria explícita e implícita.

      • Los comienzos del estudio experimental de la memoria

        • Los trabajos de H. Ebbinghaus: Sus primeros trabajos nacen con la aplicación del método ideado por Fechner para analizar las sensaciones al fenómeno de la memoria. En 1885 publica “Uber das gedächtnis” (Sobre la memoria) en el que demuestra su propuesta de objetivar y medir la unidad básica de la memoria en situación experimental. En el trabajo intenta superar la necesidad de controlar las condiciones causales con pruebas bajo condiciones controladas usando el método de las sílabas sin sentido (pero no supo explicar la facilidad/dificultad del aprendizaje de estas) y la necesidad de disponer de medios para medir los procesos mentales con el método de los ahorros (estimar el tiempo necesario para el primer aprendizaje y el tiempo para el reaprendizaje, con un intervalo de retención; se resta el tiempo del primer aprendizaje al tiempo del reaprendizaje y salen los segundos de ahorro en aprender). Con esta última técnica se estableció la tasa de olvido mediante la curva del olvido. Ebbinghaus, con esto, introdujo por primera vez el método científico (no la introspección) y diseñó el primer material estandarizado (test psicológicos), pero se olvidó de la complejidad de la memoria.

        • Los trabajos de F. Bartlett: Éste saca un libro llamado “Remembering” en el que critica el método usado por Ebbinghaus porque dice que sus sílabas sin sentido (trigramas) pueden tener sentido en un idioma distinto al alemán. Para su estudio usó dos métodos (con historias, etc):

        • La reproducción serial: Una persona cuenta una historia a otra, ésta a una tercera, etc. Al final, se compara la última versión con la versión original (que han quitado, inventado, etc).

        • La reproducción repetida: Una persona lee una historia y la cuenta varias veces. Aquí, las reproducciones se hacen cada vez más breves, se omiten detalles que no encajan con las expectativas del sujeto y se distorsiona el contenido para que concuerde con sus experiencias.

        • Tras esto, Bartlett concluyó que el recuerdo es un proceso esquemático subjetivo, que funciona por esquemas basados en la experiencia del sujeto que hacen que amoldemos las historias.

          • Paradigmas y modelos teóricos

          A lo largo de este siglo hay dos grandes enfoques teóricos a destacar:

          Paradigmas

          Modelos teóricos de memoria

          Asociacionismo

          El estudio de la memoria se reduce al aprendizaje y el condicionamiento animal. Lo que importa es el centrarse en el estudio de la adquisición, sendo la contigüidad la condición fundamental para establecer las conexiones. La propiedad más importante de una asociación es su fuerza, cuanto mayor sea la frecuencia en que dos estímulos aparecen juntos, mayor será su fuerza. Para los conductistas, la retención es la persistencia de conexiones y la recuperación es la reactivación de conexiones para el recuerdo.

          Hay tres etapas en ésta:

        • Codificación: Es alimentar el sistema con informaciones, donde los estímulos se tratan sólo por sus características físicas superficiales.

        • Almacenamiento: Es conservar estas informaciones. El enfoque del procesamiento distribuido en paralelo (PDP) dice que la memoria es almacenada de forma distribuida a través de muchas neuronas.

        • Recuperación: Es acceder a las informaciones almacenadas a través del recuerdo, la clave y el reconocimiento.

        • Cognitivismo

          Pretende identificar los sucesos mentales inobservables, que constituyen las experiencias subjetivas privadas. Su contribución es su énfasis en la organización y la importancia a las interferencias de viejos/nuevos aprendizajes.

          El procesamiento de la información es un enfoque cognitivo que postulaba que la manipulación de la información en humanos es muy parecida a la de los ordenadores.

          Frente a la memoria tenemos el olvido, que es necesario para desembarazarse de la gran cantidad de informaciones que tratamos sin utilidad. Éste se da cuando se presenta un estímulo y después otro del mismo tipo, lo que produce la interferencia con el anterior. Además, el sueño es el momento restaurador de la memoria, para desconectar y no volvernos locos.

          Los modelos de memoria tienen su punto de partida en el modelo general del sistema del procesamiento de la información humano de Broadbent, en el que se incluyen atención, percepción y memoria para explicar como atendemos a unos estímulos mientras ignoramos otros. Los dos principales modelos que existen sobre la memoria son:

        • Modelos estructurales: Estos modelos, también llamados modales, hacen hincapié en las estructuras de almacenamiento e incluyen un almacén sensorial, un almacén a corto plazo y un almacén a largo plazo. El modelo estructural más conocido es el de Atkinson y Shiffrin en 1968, en el que distinguen dos dimensiones: La primera son las características estructurales permanentes. Dentro de estas están

          • El registro sensorial: Se supone que existe uno por cada modalidad sensorial de los dos almacenes (ACP y ALP). Éste tiene naturaleza específica de la modalidad sensorial, gran capacidad y transitoriedad de sus contenidos (entre 0'5 y 4 segundos).

          • El almacén a corto plazo: Es la memoria de trabajo o activada. Toda la información que entra aquí desaparece rápido por un proceso de desplazamiento, pero la tasa de olvido es menor que la del registro sensorial (entre 15 y 30 segundos). Aquí el control se da mediante la repetición y la información presentada visualmente puede ser codificada y almacenada en el ACP en un formato fonológico o auditivo-verbal-lingüístico.

          • El almacén a largo plazo: Es relativamente permanente y su capacidad no tiene límite, codificando la información según sus características semánticas. Su función es explorar la información de los registros sensoriales y almacenar la información importante del ACP.

          • La segunda dimensión son los procesos de control, que son las actividades de la memoria de carácter transitorio y que están bajo el control del sujeto; tras la presentación del estímulo, éste se registra inmediatamente en las dimensiones sensoriales, donde se produce una exploración controlada por el sujeto, mientras se lleva a cabo una tarea de búsqueda de asociaciones en el ALP. Tras esto, la información seleccionada pasa al ACP y la no seleccionada se pierde rápidamente por decaimiento.

          • Modelos procesuales: La más destacada es la teoría de los niveles de procesamiento de Craik y Lockhart en 1972, que propone la memoria como el producto de los distintos análisis o procesos a los que es sometida la información externa, por lo que se basa en los procesos de codificación. La entrada de un estímulo inicia una serie o jerarquía de fases de procesamiento que puede guardarse a lo largo de un continuo de profundidad, cuyos extremos van definidos por el análisis sensorial y la elaboración semántico-cognitiva. Los estímulos se procesan a un nivel superficial o profundo según su naturaleza y el tiempo disponible para el procesamiento, por lo que la retención es una función de la profundidad de los análisis.

            • Modelos recientes de memoria

            Estos modelos son integradores porque son capaces de distinguir diferentes estructuras y

            describir los procesos subyacentes dinámicos. Hay dos modelos a destacar.

          • El modelo de “cruz de Malta” de Broadbent: De 1984, propone la existencia de cuatro estructuras con posición similar a una cruz de Malta: un almacén sensorial, una memoria de trabajo abstracta, un almacén asociativo a largo plazo y un almacén de salidas motoras, todas conectadas mediante flechas bidireccionales con un sistema de procesamiento, cuya función es transferir la información de un almacén a otro. En este modelo, el sistema no depende de que un estímulo inicie el procesamiento, se postula que el procesamiento no es necesariamente lineal, e abajo-arriba, y se critica a los modelos estrictamente procesuales porque niegan el hecho del almacenamiento persistente. Comparte con los modelos actuales la propuesta de distintos almacenes en el sistema de procesamiento de la información.

          • El modelo de Cowan: Distingue tres almacenes de memoria, organizados en un sistema diferente y un procesador o ejecutivo central. Estos son:

            • Una memoria sensorial: Tiene dos fases: una breve, que produce sensación continua durante unos milisegundos, y una que retiene información sensorial más elaborada durante unos segundos y que produce la activación de características de la memoria a largo plazo y es parte de la memoria a corto plazo.

            • Un almacenamiento a corto plazo: Subconjunto activado de la memoria a largo plazo. Tanto la memoria sensorial como ésta son subconjuntos de otros almacenes y ambas tienen atención selectiva; un foco de atención es un subconjunto de la memoria activada (MCP) y ésta a su vez lo es de la MLP. Los contenidos de la memoria activada son conscientes y sólo cuando los procesos atencionales se focalizan entran en la conciencia. Al igual que en la MPL, en ésta la información está codificada fonética y semánticamente. El número de elementos del ACP tiene su límite en el número siete pero el subconjunto consciente de estos elementos es de dos/tres.

            • Un almacenamiento a largo plazo: Contiene información tanto fonética como semántica y su propiedad es el resultado de tipos de procesamiento usados para su recuperación eficaz (elaboración semántica), mientras que en el ACP es la repetición.

            • * El ejecutivo central: Equivale a los procesos de control de Shiffrin y Schneider y al concepto de esfuerzo de Kahneman. Algunas operaciones de procesamiento de la información están bajo control del sujeto (implican al ejecutivo central), mientras que otras se llevan a cabo automáticamente (sin éste). Las operaciones que efectúa el ejecutivo central son actividades de solución de problemas, la selección de los canales de información de la MCP, el rastreo de la MCP para seleccionar entre los ítems procedentes del estímulo y los procedentes de la MLP, el mantenimiento de la información mediante la repetición en la MCP y los procesos de búsqueda en la MLP para elaborar al máximo el almacenamiento en ella de la información procedente de la MCP. El funcionamiento de los cuatro componentes es en paralelo o en cascada: cuando se da un estímulo entra en el almacén sensorial que retiene sus propiedades físicas durante milisegundos; a la vez empieza a activarse información de la ALP que dará por resultado la codificación del estímulo entrante y el almacenamiento a corto plazo del conjunto de códigos activados de la MLP (como consecuencia de las operaciones de codificación emergerá un subconjunto activado o almacenamiento a corto plazo). Los códigos activados que correspondan a estímulos a los que se estén habituados se mantendrán en la MCP, sin acceso a la conciencia, pero los estímulos discrepantes o significativos entrarán en el foco de atención, poniendo en funcionamiento el ejecutivo central, el cual dirigirá el proceso de atención voluntaria durante el que los ítems se colocarán en la conciencia; esto hará que la presencia de la información se prolongue en la memoria activada, para ser transferida a un sistema de memoria (episódica o autobiográfica) en el ALP, mientras que la que no pasa por la conciencia se transfiere a un sistema de memoria procedimental a largo plazo.

              • Sistemas de memoria

              Para algunos psicólogos, la memoria es una entidad unitaria (Anderson), mientras que para otros es una rúbrica que hace mención a diferentes sistemas interrelacionados, de estructura cerebral, conductual y cognitiva idiosincrásica (Schacter, Tulving, Squire). Hay doble acepción, estructural y funcional, sobre el concepto de sistema de memoria:

                          • Definición de corte estructural: Los sistemas de memoria consisten en estructuras organizadas de componentes operantes más elementales, como el sustrato neural y sus correlatos conductuales o cognitivos (Tulving, 1985).

                          • Definición de corte funcional: Un sistema de memoria es una interacción entre mecanismos de adquisición, retención y recuperación que se caracteriza por ciertas reglas de funcionamiento. Los sistemas múltiples de memoria son dos o más sistemas que se caracterizan por reglas de funcionamiento básicamente diferentes (Sherry y Schacter, 1987).

              Los argumentos a favor de ésta propuesta provienen de diferentes evidencias:

                            • La lógica de las disociaciones: Se produce una disociación si encontramos que la variable que manipulamos afecta a la ejecución de los sujetos en una de las tareas y no en la otra, o afecta a las dos tares pero en diferentes sentidos. Varios autores demuestran que la disociación entre la memoria episódica (de recuerdo y reconocimiento) y la memoria semántica (identificación de palabras fragmentadas, completar raíces de palabras e identificación perceptiva) y, por tanto, la existencia de diferentes sistemas.

                            • Principales sistemas de memoria: Se distingue entre memoria a corto plazo, aquella cuyas bases fisiológicas están en la actividad de los circuitos neuronales reverberatorios, y memoria a largo plazo, cambio estructural permanente en el sistema nervioso. A favor de esto está:

              • Evidencias neuropsicológicas: Caso H.M., que se le sometió a una intervención tras ser afectado por una enfermedad cerebral, que consistía en una escisión en algunas zonas subcorticales (zona temporal media de la amígdala, giro hipocampal y dos tercios anteriores del hipocampo), con lo que éste mantuvo intacta su MLP, aunque no la MCP y que estos dos sistemas funcionaban de forma independiente.

              • Evidencia cognitiva: Se refiere a los efectos de primacía (tiene que ver con el buen recuerdo de las palabras al principio, relacionado con la MLP) y de recencia (tiene que ver con el buen recuerdo de las palabras del final de la lista, relacionado con la MCP) que han sido demostrados en pruebas de retención de listas de palabras. La curva de posición serial (forma de U) es la gráfica de la frecuencia o el porcentaje de las palabras recordadas. Otros elementos cognitivos a favor de la distinción entre sistemas serían que la MCP se basa en una codificación acústica o fonológica, mientras que la MLP se basa en la codificación semántica de la información; además, la capacidad de la MCP es reducida, mientras que la de la MLP es limitada.

              • Subsistemas de memoria a largo plazo

              La MLP no es un sistema unitario, ya que esta integrada por dos subsistemas:

                            • Memoria episódica: Propuesta por Tulving, es aquella referida al recuerdo de los acontecimientos pasados en la vida de alguien, una especie de memoria autobiográfica ya que el recuerdo siempre es almacenado en términos de su referencia autobiográfica. Ésta tiene dos funciones centrales: permite recordar sucesos específicos, y las informaciones procedentes de cada hecho aislado aumentan la memoria semántica. Además, Baddeley dice que es necesaria para orientarse en el tiempo/espacio, para recordar lo que se he hecho y lo que ha de hacerse. Esta memoria se ve afectada tras lesiones o accidentes en pacientes amnésicos.

                            • Memoria semántica: Se refiere al conocimiento del mundo y es necesaria para el pensamiento y reflexión, además de hacer mención a información organizada, como hechos, conceptos y vocabulario. La utilización de la información en esta memoria no requiere de una recogida consciente de la situación en la que se adquiere la información.

              Además de estas, hay otras divisiones de la memoria a largo plazo:

              • Memoria declarativa y procedimental: De Squire y Cohen. La declarativa (“saber qué”) es la que está accesible al recuerdo consciente e incluye hechos, episodios, lista, relaciones e itinerarios de la vida cotidiana. Se llama así porque todo el conocimiento puede ser declarado, e incluiría tanto la memoria episódica como la semántica. La procedimental (“saber cómo”) está contenida en las habilidades o destrezas perceptivas, motoras y cognitivas adquiridas, y solo podemos acceder a ella a través de la acción.

              • Memoria explícita e implícita: De Graf y Schacter. La explícita es la que se revela cuando la ejecución de una tarea requiere el recuerdo consciente de experiencias previas y se asemeja a la memoria episódica. La implícita es la que se revela cuando la ejecución de una tarea se ve facilitada en ausencia de recuerdo consciente y se asemeja a la memoria semántica.

              TEMA 2 : NEUROPSICOLOGÍA COGNITIVA DE LA MEMORIA

                • Introducción

              Hasta ahora, tras los estudios con animales vertebrados y no, y con personas, aún no sabemos las estructuras cerebrales que están implicadas en el proceso de la memoria.

                • En busca del engrama

              En 1904, R. Semon publica “Die Mneme”, donde intenta unificar el campo de la herencia con el de la memoria, diciendo que tanto uno como otro tienen como función transmitir la información entre generaciones (memoria genética) y transmitir las experiencias y recuerdos. Además, presentó el concepto de engrama, que se refiere al hecho de que los recuerdos codificados de un modo elaborado se estabilizan y permanecen. Desde entonces se ha intentado identificar el área o áreas del cerebro donde se encuentran los recuerdos (localizacionismo), y en 1950 Lashley trata de identificar el engrama, es decir, la representación de los recuerdos en forma de código biológico de las tramas nerviosas, diciendo que el cerebro es un agregado de células nerviosas potencialmente idénticas, de modo que no existirían zonas responsables de funciones específicas. A partir de esto, se dan tres tradiciones en el estudio de las funciones cerebrales:

              • Los que defienden la existencia de zonas especializadas en funciones específicas: Como W. Penfield, que investigó con pacientes con enfermedades neurológicas severas y, estimulando ciertas zonas del lóbulo temporal, observó que algunos tenían recuerdos remotos.

              • Los que defienden que e cerebro es una estructura plástica en la que la función cognitiva (ej: memoria) es la resultante de la acción en masa de todo el sistema nervioso central.

              • Los que defienden una postura intermedia o gestáltica: Dicen que hay áreas en el cerebro encargadas de ciertas funciones, pero la acción resultante de estas áreas supera a la suma de acciones de cada área.

              La postura de Lashley de que la memoria reside en todas partes tiene de verdadero que aun no se ha demostrado que las experiencias están en un grupo concreto de neuronas, y tiene de falso que algunas zonas del cerebro son esenciales para codificar y recuperar recuerdo. Sin embargo, es aventurado dar una respuesta final al enigma de donde está la memoria. Un ejemplo de esto es la polémica actual entre dos corrientes dentro de la neuropsicología:

                • Postura evolucionista: Su mayor representante es Gazzaniga y defiende que el aprendizaje, experiencias o recuerdos no modifican el sistema neural, ya que al aprender, el sistema nervioso es el que elige una serie de respuestas genéticamente preinstaladas (el cerebro prepara células nerviosas para emprender determinadas acciones, tras lo que estaremos preparados para realizarlas). Además, no toman al cerebro como un dispositivo para acumular experiencias que transforman sin pausa su configuración para acomodarse a la experiencia. Asimismo, defienden la existencia de una especialización adaptativa, es decir, que cada zona del cerebro tiene una función específica y no que todo el cerebro se encarga de todo. También defienden que los sistemas instalados en el cerebro trabajan por sí solos, automáticamente, y concluyen su trabajo medio segundo antes de que lleguemos a ser conscientes, por lo que no planificamos los actos sino que observamos su rendimiento. Para Gazzaniga nuestras decisiones son ajenas a la realidad y es el intérprete (en el hemisferio izdo) el que busca la explicación a hechos internos y externos, convenciéndonos de que tenemos el control, de que somos dueños de nuestros actos (PERO NO!!), y es por su culpa por lo que nuestros recuerdos son imprecisos.

                • Constructivismo neural: Tiene su origen en los estudios con monos de Merzenich sobre el fenómeno de la dependencia de la actividad, observando que en el área 36 de la corteza

              somatosensorial de éstos tras cortarles dos dedos, con el paso del tiempo, se daba una reorganización de la representación topográfica (las zonas de la corteza somatosensorial que correspondía a los dedos amputados eran ocupadas por los demás dedos). Así, esta corriente neuropsicológica, basada en la teoría hebbiana de la plasticidad de las sinapsis, afirma que las perturbaciones en el ambiente producen alteraciones en el patrón normal del ensamblaje de las células nerviosas. Asimismo, las conexiones nerviosas no están preestablecidas por los genes, sino que las características representacionales se pueden construir progresivamente por la interacción dinámica (el crecimiento neuronal, del número de conexiones sinápticas, y la actividad neural está condicionada por los estímulos exteriores), por lo que el cerebro se toma como un dispositivo multifuncional sujeto a cambios.

                • La plasticidad de la sinapsis

              En 1949, Hebb publica el libro “La organización del comportamiento”, en el que formula uno de los postulados más importantes en la investigación del cerebro: la sinapsis de Hebb. Ésta es una sinapsis plástica porque la eficacia con la que se conectan dos neuronas puede variar en función de la actividad pasada (si hay dos o más neuronas conectadas (por la representación mental de algo) y se estimula a ambas en el mismo momento (asamblea celular), la sinapsis ve aumentada su eficacia de transmisión), por lo que así puede entenderse la consolidación de la memoria. Así, Hebb (con el término de célula), igual que James (con el término 60 años antes, de proceso cerebral), dice que el cerebro está organizado para asegurar la supervivencia del organismo, que los procesos mentales no pueden ser estudiados fuera del contexto físico del medio que se supone que representan, y que la capacidad del cerebro para adaptarse al medio se basa en reglas de asociaciones entre diferentes procesos cerebrales. En resumen, cuando una neurona A activa por sinapsis a una neurona B y si esta activación consigue de manera repetida disparar la actividad de B, la eficacia de la conexión aumenta (ganancia sináptica), como una especie de condicionamiento clásico. Según Fisbach, estas conexiones se agrupan en:

              • La facilitación a corto plazo: Cambios sinápticos asociados a formas sencillas de aprendizaje, que van acompañados de modificaciones celulares proteínicas (leer un libro interesante…)

              • La facilitación a largo plazo: Cambios sinápticos asociados a formas de condicionamiento complejo y a conservación de recuerdos perdurables (conducir…), donde se exigen alteraciones más estables que requieren la síntesis de nuevas proteínas y cambios en la expresión del ARN.

              La correlación más sorprendente de la plasticidad de la sinapsis de Hebb se ha hallado en el hipocampo (Bliss y Lomo), donde una serie de potenciales de acción de alta frecuencia de una de las vías neuronales intensificaba la fuerza sináptica de dicha ruta, lo que revela que la exposición a estimulación produce incrementos persistentes de la efectividad sináptica. Así, e refuerzo tiene la capacidad para producir modificaciones funcionales, lo que se llama potenciación a largo plazo (PLP), sinónimo de huella sináptica, la cual describe las íntimas conexiones entre procesos psicológicos (memoria y aprendizaje asociativo). Abeles estudió después que la plasticidad de Hebb está bajo control de procesos atencionales, es decir, que el acoplamiento funcional entre las dos neuronas sólo se produce cuando en ese mismo momento el animal recibe una conducta que le despierta la atención (solo se da activación con sonidos que oímos, p.e.). De esto se deduce que la correlación entre la actividad de las dos neuronas es necesaria para la plasticidad, pero no suficiente, ya que se necesita una evaluación interna, la atención.

                • La anatomía de la memoria: la corteza y el hipocampo

              Los clínicos sierre han profundizado en el conocimiento de las estructuras cerebrales de la

              memoria por descubrimiento accidental. Así se supo, con el caso de H.M., que la estructura implicada en el proceso de la memoria es el hipocampo, estudiando más estructuras con:

              • Invertebrados: Identificando áreas vinculadas con las memorias táctiles en los lóbulos frontal interior y subfrontal en estudios con cefalópodos.

              • Vertebrados: Subrayando el papel del hipocampo en los procesos de codificación, almacenamiento y recuerdo, con técnicas de descargas eléctricas breves aplicadas en las mismas estructuras subcorticales o consecuencias cognitivas de la extirpación del hipocampo.

              El hipocampo es una región muy intrigante que está bien definida y se encuentra alejada de vías específicas y motoras, aunque tiene conexión con otras estructuras, como la amígdala, de lo que se deduce la conexión entre memoria y aprendizaje. Una de las características de éste es que, al tener un papel en la memoria, las sinapsis tienen propiedades que cambian con el uso, y que la potenciación (respuesta sináptica de ciertas células) crezca durante un tiempo está asociado con aumentos en el tamaño de las espinas dendríticas de las células del hipocampo y en la microestructura de las sinapsis (Bliss y Lomo). Los recuerdos más antiguos se distribuyen por los circuitos nerviosos de la corteza (neocortex) tras un periodo y después de que la región temporal media haya codificado, agrupado en categorías y otorgado un significado a los recuerdos. Por ello, la corteza actúa como archivo y el hipocampo como archivador. Así, puede afirmarse que el hemisferio temporal medio izquierdo y el hipocampo izquierdo tienen que ver con los recuerdos de tipo semántico (lenguaje, razonamiento…), el hemisferio temporal medio derecho y el hipocampo derecho tienen que ver con los recuerdos visuales y espaciales (visión de conjunto y analogías) y el hemisferio occipital derecho tiene que ver con el reconocimiento acústico de sonidos y de recuerdos visuales.

                • Memoria y cerebro enfermo

              Una aproximación al fenómeno neuropsicológico de la memoria nace del estudio de lesiones en:

              • El neocortex: Las lesiones en estas zonas provocan amnesias focalizadas, que producen un deterioro en el aprendizaje y uso de algunas capacidades cognitivas. Dependiendo qué parte del neocortex se dañe sabremos que recuerdos se modifican: si es el lóbulo temporal izquierdo, serán los recuerdos del lenguaje; si es el derecho, serán los visuales, si es la zona prefrontal, ocasiona dificultades para codificar nuevas experiencias y clasificarlas en de categorías, etc. El recuerdo de un acontecimiento complejo requiere la participación simultánea de diversas zonas del neocortex, que procesan y almacenan cada categoría que constituye el recuerdo.

              • El paleocortex: El sistema límbico y los ganglios basales: Las lesiones aquí producen la amnesia global, incapacidad para formar y almacenar nuevos recuerdos (amnesia anterógrada), olvidando rápidamente todos los acontecimientos de la vida cotidiana, aunque recuerden muy bien cosas anteriores a la lesión. A pesar de esto, la memoria implícita, de la que se encargan los ganglios basales y que es la que no requiere de ningún consciente en el momento en que se forma, se conserva intacta. Los ganglios basales son el 2º gran sistema de memoria (junto con e sistema límbico), y la alteración en ellos (enfermedad de Huntintong) incapacita realizar una tarea sensomotriz, pero permite tener buena memoria de los hechos cotidianos. El sistema límbico, punto de convergencia de las vías nerviosas procedentes de las zonas cerebrales responsables del procesamiento de las sensaciones visuales, olfativas y auditivas, es el área cerebral relacionada con la memoria explícita o consciente. Así, la lesión en él impide la confluencia de las vías nerviosas y, por tanto, la formación de asociaciones de las diferentes percepciones sensoriales de un estímulo (condicionamiento clásico) y su posterior representación en forma de recuerdo. Frente al recuerdo y el reconocimiento (memora explícita), la información sobre las estructuras que intervienen en la formación de los hábitos (memoria implícita), de lo que se encargan los ganglios basales, es menor. Así, los ganglios basales permiten la formación de un vínculo entre un estímulo y una respuesta (condicionamiento instrumental), quedando reforzada la red de neuronas activadas de los ganglios cuando una respuesta va seguida de una recompensa, y aumentando así la probabilidad de producir la respuesta. A diferencia del sistema límbico que recibe informaciones de las etapas finales de las vías sensoriales (mensajes altamente integrados), los ganglios basales reciben informaciones de todas las áreas corticales que constituyen las vías sensoriales.

                  • LOS TRASTORNOS DE LA MEMORIA: EL SÍNDROME AMNÉSICO

                    • Introducción

              El interés por el síndrome amnésico ha crecido en estos 20 años para la evaluación de pacientes con trastornos de memoria y planificación de estrategias de rehabilitación.

                    • Aspectos históricos

              En la neuropsicología de la memoria cabe citar estudios hito de la misma:

                      • Estudios de Karl Lashley: En 1950 publica “En busca del engrama”, en el que defiende que la memoria está mediada por procesos neurológicos que ocurren en diferentes áreas del cerebro (crítica al localizacionismo de Gall), hecho que vio tras un experimento en el que hacía aprender a las ratas y éstas usaban varias zonas del cerebro para ello. Así, la memoria se forma por la acción en masa del cerebro y el daño parcial de esta no afecta plenamente a la memoria, pero el daño extendido sí.

                      • Estudios de Scoville y Milner: En 1957 publican el estudio del paciente H.M., quien tras ser operado del lóbulo temporal (incluyendo el hipocampo, produciendo desconexión entre su zona derecha e izquierda) por una epilepsia, genera una gran amnesia anterógrada: imposibilidad de codificar nueva información en la memoria a corto plazo, aunque el resto de las habilidades cognitivas queden intactas. Esto puso en entredicho la acción en masa cerebral de Lashley, diciendo que las diferentes funciones y sistemas se sirven de distintas estructuras cerebrales: la construcción de recuerdos a largo plazo está mediatizada por la actividad del lóbulo temporal y, especialmente, por el hipocampo.

                      • Estudios de Shallice y Warrington: En 1970 estudian el caso K.F. que, tras la lesión cerebral, disminuyó su memoria a corto plazo pero la memoria a largo plazo permanecía intacta, lo que demostraba que los que decían que la memoria a corto plazo era necesaria para el procesamiento de la memoria a largo plazo se equivocaban. Éstos destacaron que, bajo ciertas condiciones, los pacientes amnésicos eran capaces de aprender nuevo material, aunque la recuperación de éste estaba limitada bajo ciertas condiciones.

                    • Definición

              Un síndrome es un conjunto de síntomas que se dan con persistencia y que hay que considerarlos como consecuencia de una ruptura en el funcionamiento de los sistemas o subsistemas subyacentes. Éste se usa en las ciencias médicas para designar conjuntos de rasgos clínicos que indican un diagnóstico específico. También se aplica a trastornos conductuales con o sin base orgánica conocida y para describir a aquellos pacientes que experimentan e mismo patrón de déficits psicológicos. El término síndrome amnésico identifica a un grupo de pacientes cuyas afectaciones de memoria son de la misma forma de déficit.

                    • Taxonomía de trastornos de memoria

              La amnesia es solo una de los trastornos de memoria existentes que tiene distintos enfoques:

              • Esquema etiológico de Kapur: Esta autora considera la pérdida de memoria en términos de la enfermedad o el trauma que originó el déficit, por lo que no se pueden enfatizar las similitudes funcionales entre pacientes de diferentes patologías.

              • Esquema de Warrington: Considera la amnesia en términos (conductuales) de déficits funcionales y procesos psicológicos de memoria/aprendizaje, sin atender a rasgos neurológicos.

              • Esquema de Parkin: Destaca la relación entre área lesionada y déficit conductual y analiza la posibilidad de que pacientes con diferentes etiologías tenga déficits funcionales distintos, ya que las distintas áreas anatómicas de la memoria pueden dar diferentes aspectos de los procesos de ésta, dando lugar a la prueba de que existen diferencias funcionales en la naturaleza de los trastornos de memoria. Así, se establece una división entre un trastorno orgánico, en el que el desorden de memoria puede ser atribuido a una lesión cerebral o deficiencia metabólica, y trastorno psicogénico, en el que el déficit de memoria tiene naturaleza ambiental (teniendo en cuenta el fenómeno mente-cuerpo, éste solo puede entenderse como una acción del cerebro), por lo que en él se daría una vulnerabilidad fisiológica que se dispara en momentos de estrés. Veamos ahora estos dos trastornos más ampliamente:

                • Trastornos psicogénicos: Provienen de diferentes déficits disociativos o estados histéricos, pudiendo variar estos últimos en severidad y oscilando de la amnesia selectiva hasta una completa disociación entre el self y la memoria (como es el estado de fuga, donde no conocen su pasado, a sus parientes, nuevas personalidades como en el síndrome de Jerusalén…). Otro trastorno psicogénico es el trastorno de personalidad múltiple, en el que el paciente es capaz de establecer diferentes conductas experienciales personales atribuidas para varios individuos separados que existen dentro de él (Lucy tenía 4, una para cada parte de su terrible pasado).

                • Trastorno orgánicos: Donde pueden estar los de naturaleza transitoria y los de permanente:

                  • Trastornos transitorios: Son los de amnesia global transitoria, en e que se dan los síntomas entre 1 y 24 horas. Esto puede darse por la reducción del flujo sanguíneo cerebral o por la “epilepsia del lóbulo temporal”, donde se llama amnesia epiléptica transitoria, en la que te olvidas de lo que ha pasado justo antes y durante el episodio convulsivo. También está la amnesia post-terapia electroconvulsiva, que aparece tras emplear esa terapia a pacientes psiquiátricos y desaparece en 12 días. La amnesia postraumática se da por daño cerebral por una lesión, apareciendo episodios de pérdida profunda de memoria y desorientación. Durante esta amnesia se puede producir gran incapacidad para aprender material nuevo (amnesia anterógrada) y pérdida de recuerdos de antes de la lesión (amnesia retrógrada). En la recuperación de esta amnesia, a medida que los pacientes mejoran, las experiencias más remotas retornan antes que las más recientes y, cuando se recuperan totalmente, solo tienen amnesia para los sucesos justo precedentes al daño cerebral; esto es la Ley de Ribot.

                  • Trastornos permanentes: La función de la memoria no se recupera y pueden clasificarse en:

                  • Trastornos estables: El trastorno permanece inalterable en el tiempo y puede establecerse una subdivisión entre los de material específico y los globales. En trastornos de material específico, la lesión es unilateral (accidentes cardiovasculares y lobotomias) y afecta selectivamente a la capacidad para recordar cierta clase de información. Las lesiones diestro dan problemas en el recuerdo gráfico e información facial y las de la izquierda, de aprendizaje verbal. Lesión subcortical unilateral da problemas de lo anterior.

                  • Trastornos globales: Se dividen en síndrome amnésico y amnesia frontal, la cual se da por daño en el cortex frontal, generando incapacidad, aunque no de la magnitud del síndrome amnésico.

                          • El síndrome amnésico

                    El síndrome amnésico es un trastorno permanente, estable y global de la memoria debido a una disfunción orgánica cerebral que ocurre en ausencia de cualquier otro desorden perceptivo o cognitivo, pudiéndolo producir una gran gama de etiologías (daño cerebral, daño cerebral penetrante, infarto cerebral, hemorragia subaracnoidea, hipoglicemia, hipoxia, tumor, encefalitis por herpes simples, enfermedad de Wernicke y otras enfermedades metabólicas) y produciendo daños en diferentes regiones del cerebro. Para Parkin y Leng, los rasgos definitorios del síndrome amnésico son que no hay evidencia de afectación de la memoria inmediata (medida por pruebas como dígitos), que la memoria semántica y otras funciones intelectuales permanecen intactas, que hay una forma severa y permanente de amnesia anterógrada (en test de recuerdo y reconocimiento), así como un grado de amnesia retrógrada extremadamente variable entre pacientes, y que la memoria procedimental permanece intacta.

                          • Formas de afectación de memoria

                    La clasificación de trastornos de memoria según el tipo de material afectado es:

                    • Amnesia anterógrada: Dificultad para recordar o reconocer acontecimientos producidos desde el momento del accidente o inicio de la enfermedad. El mejor ejemplo es el caso de H.M., quien tras ser sometido a la operación, presento síntomas de amnesia anterógrada como: incapacidad de recordar información novedosa, localización de objetos, como he llegado hasta aquí?, donde estoy?, quienes son esos?, etc.

                    • Afectación de nuevos recuerdos: Los pacientes con amnesia anterógrada muestran afectación más severa en el recuerdo que en el reconocimiento. Dependiendo del tipo de lesión o enfermedad, el grado de afectación en la retención de nuevos recuerdos varía (los de lesiones en el lóbulo frontal apenas están afectados, los de la enfermedad de Huntington tienen afectado el recuerdo, pero menos el reconocimiento). También hay pacientes no amnésicos con problemas severos de recuerdo pero ninguno de reconocimiento, de igual modo que existe lo contrario (como el caso de R.W.).

                    • Déficit de material específico de memoria: Algunos pacientes con epilepsia de lóbulo temporal pueden tener afectada la memoria verbal (al hacerles recordar un pasaje de prosa, p.e.) y con una lobotomía temporal esto puede hacerse más severo. Un paciente con lesiones unilaterales del hemisferio derecho presenta afectación en tareas de memoria visual (errores al reconocer fotos mostradas antes, p.e.). Los pacientes con lesiones unilaterales del hemisferio izquierdo presentan dificultades en el recuerdo de series de dígitos.

                    • Pérdida de la memoria visual reciente: Se comprueba en pacientes con lesiones bilaterales y del hemisferio izquierdo, experimentando problemas de orientación espacial en el ambiente en que viven y dificultades en la identificación de rostros de personas con las que ha estado recientemente (caso de E.L.D., que no conocía caras que había visto a partir de su enfermedad).

                    • Amnesia retrógrada: Dificultad de recuperar información relativa al periodo anterior a una enfermedad o accidente. Los pacientes con síndromes de Korsakoff tienen esta, y recuerdan mejor los rostros de famosos y sucesos de su infancia que rostros y acontecimientos del momento cercano al inicio de su enfermedad, lo cual puede ser una consecuencia de la amnesia anterógrada producida por el abuso del alcohol. En pacientes con el virus del herpes simples, accidentes cardiovasculares, anoxia, Alzheimer y corea de Huntington se ve déficit de memoria para reconocer rostros de personas célebres. En la mayoría de los casos que se da esta amnesia, también hay afectación de la amnesia anterógrada.

                    • Confabulación: Lo hacen los pacientes (“mentirosos honestos”) que tienen problemas para recordar su pasado, proporcionando vívidos, fluidos y detallados relatos de sucesos que afirman con total convicción que ocurrieron en etapas tempranas de su vida. Esto ocurre a poca gente, como a los que sufren una lesión del lóbulo frontal o, a veces, a los que tienen el síndrome de Korsakoff o los que están en las fases iniciales de recuperación tras intervenciones quirúrgicas para tratar aneurismas de la arteria comunicante anterior. Baddeley y Wilson estudiaron esto mediante un procedimiento ideado para investigar la memoria autobiográfica, en el que se les presenta a los sujetos una serie de palabras (feliz, perro, etc.) y se les pide que recuerden un incidente personal relacionado con cada una. Se piensa que quizá el prolongado intento de recobrar información de difícil recuperación para estos pacientes, conduce a la activación temporal de asociaciones entre conceptos no relacionados en realidad.

                    • Pérdida del significado: Hay pacientes con amnesia retrógrada que experimentan pérdida de la memora semántica, significado de palabras que conocían bien (concretas y/o abstractas). También se da en pacientes con virus del herpes simplex, enfermedad que daña los lóbulos temporales, además de un escaso desempeño de la memoria episódica. También existen diferencias según la naturaleza del concepto que se le pide que defina o identifique al paciente (A.B. no sabía definir palabras concretas como aguja, pero sí las abstractas como suplicar; J.B.R. sabía definir objetos pero no animales ni plantas). A la hora de diagnosticar este déficit en el recuerdo del significado de determinados grupos de palabras, no hay que confundirlo con la anomia, en el que los pacientes no recuerdan el nombre de lo que se les pregunta por un problema de recuperación de los nombres, pero en los que tienen pérdida del significado ni se acuerdan del nombre de lo que se les pregunta ni la función que tiene eso (E.S.T. era anómico y, al ver una foto de Jonh Waine, dijo que era actor de pelis del oeste, pero no sabía su nombre).

                    • Dificultades en el reconocimiento de rostros: Estos son pacientes prosopagnósicos, que puede ser originado tanto por un déficit perceptual como por una afectación de la memoria de las caras. Además del problema del reconocimiento de las caras, estos también pueden tener problemas para reconocer estímulos únicos (casas, coches, etc.), por lo que les falla el hecho de reconocer un ejemplar como individuo único (hay casos que no presentan esta dificultad).

                    • Déficit en el reconocimiento topográfico: Dicen que los que tienen pérdida en la memoria visual tienen dificultades para reconocer caras y encontrar caminos, pero esto no pasa con los prosopagnósicos (L.H. no reconocía a su mujer pero sabía dibujar todos los estados de América y situar su casa en un mapa). No todos los ejemplos de problemas topográficos parecen deberse a un deterioro en la memoria espacial, ya que estos problemas parecen originarse en el reconocimiento de entornos y límites familiares al buscarlos (pueden decir donde se pierden).

                    • Deficits de la memoria operativa: Los sujetos rinden bien cuando las secuencias de estímulos son presentadas visualmente y mal cuando se presentan auditivamente. Según Baddeley, es el lazo articulado de la memoria operativa lo que falla, ya que éste está asociado con el efecto de recencia en el recuerdo libre, experimentando un efecto de recencia alterado Caso K.F. o caso P.V., que no recuerda una lista dicha, pero sí lo hace cuando la ve).

                    TEMA 3 : LAS MEMORIAS SENSORIALES

                      • Introducción

                    La percepción no es el resultado inmediato de la estimulación, son que requiere tiempo, y las impresiones llegan a desvanecerse con gran rapidez, desapareciendo por completo. Algunas estructuras neurofisiológicas están especializadas en alargar la duración de la estimulación, como las memorias sensoriales o registros sensoriales (que hay tantas como sentidos), almacenes de información que alargan la duración de la estimulación y nos permiten tomar decisiones incluso a partir de exposiciones breves de los eventos.

                      • La memoria visual o icónica

                    Tiene importancia en que la relación que se establece entre el ser humano y su entorno es esencialmente visual. La memoria icónica es el registro sensorial visual que retiene la información detallada sobre la imagen visual por una duración muy breve, permitiendo que, tras la desaparición de la imagen, la huella continúe durante un lapso de tiempo que excede a la duración de la imagen misma. La exploración de la velocidad a la que el sistema visual puede recoger información se ha hecho con el taquitoscopio, ideado para mostrar material visual bajo condiciones experimentales. Esta memoria se ha estudiado con 3 paradigmas experimentales:

                  • La técnica del informe total: Tras un breve exposición a una serie de estímulos, se solicita al individuo que informe de todos los ítems que pueda. Cattell defiende que la información correctamente recordada, llamada “amplitud de aprehensión”, no excede de 4'5 ítems.

                  • La técnica del informe parcial: La exposición de los ítems va seguida de algún tipo de señal (acústica o visual), que indica al sujeto que parte del conjunto de ítems va a ser informada. En el paradigma de Sperling, la señal es un tono que indica la fila de letras que hay que informar. En el paradigma de Averbach y Coriell, la señal es una barra vertical u horizontal que indica la(s) letra(s) que hay que informar. De todos modos, esta técnica de informe parcial tiene imperfecciones como que puede desviar la atención hacia la señal anticipatorio en vez de al estimulo de análisis, que se puede producir enmascaramiento o que se puede dar la interferencia mientras el sujeto está informando de los ítems que ha percibido.

                  • La técnica del enmascaramiento: El enmascaramiento es la interacción o interferencia destructiva que se produce entre dos estímulos cuando afectan a un receptor con estrecha contigüidad espacial o temporal. Cuando la máscara sigue al estímulo, se habla de enmascaramiento retroactivo, y cuando le precede es enmascaramiento proactivo. Cuando el intervalo interestimular es muy breve, los dos estímulos son tratados como simultáneos y registrados como una única imagen, lo cual se llama efecto de sumación. Si aparece antes, se produce el fenómeno de la interrupción, caracterizado por la no identificación del estímulo crítico y siendo reemplazado éste por la máscara.

                  • La memoria visual o icónica tiene unos rasgos definitorios, que son:

                          • Capacidad: Los resultados de las técnicas se calculan mediante porcentajes: número correcto de ítems reconocidos por el número total de ítems que hay.

                          • Duración: Si la memoria visual no tuviera límite, la persistencia continua de imágenes visuales produciría un solapamiento y un caos de información. Con la técnica de informe parcial, la duración de un icón es menor de un segundo, igual que en el enmascaramiento retroactivo.

                          • Contenido: No existe acuerdo de si el almacén icónico está o no sin categorizar, ya que cada estudio dice una cosa. Pero todos dan prueba en contra de la opinión de que el contenido de la memoria icónica es solo de naturaleza precategorial.

                      • La memoria auditiva o ecoica

                    Mientras que la memoria icónica se extiende en el espacio, la memoria ecoica se mueve en el tiempo. Esta memoria tiene 4 paradigmas experimentales:

                  • La técnica del informe total: Consistiría en informar de todos los tonos y/o letras en cualquiera de las posiciones que se presentan.

                  • La técnica del informe parcial: El sujeto recibe simultáneamente cuatro mensajes en cuatro posiciones. En el momento en que acaba la presentación auditiva, se enciende una de cuatro luces colocadas en el tablero que señala la posición, y el sujeto deberá informar de las letras del alfabeto emitidas en la posición indicada por la señal. Los sujetos disponen de un mayor porcentaje de letras cuando se pide el informe parcial, aunque el grado de ejecución parece depender de la demora de la señal.

                  • La técnica del enmascaramiento: Tiene dos posibles modelos experimentales:

                    • Con estímulos tonales: Analizar los efectos de un tono enmascarante sobre la identificación de otro tono previo (habiendo dos tonos a identificar por el sujeto: tono alto o bajo, tras haber sonado el tono enmascarante). Massaro, quien inventó esto, observó que cuando el intervalo entre ambos tonos (variable independiente; el enmascarante y el alto/bajo) era de 40 miliseg. o menos, el reconocimiento del estímulo crítico es ligeramente superior al azar, mientras que si el intervalo es mayor de 40 miliseg., la ejecución mejoraba mucho.

                    • Con estímulos verbales: Se presentan los sonidos de dos posibles vocales que van seguida de un sonido enmascarante de la misma intensidad, y la tarea es identificar después de la máscara la vocal que ha sido presentada. La identificación de las vocales están en función directa con la demora de la máscara.

                    • La técnica del sufijo: Este efecto tiene su origen en el efecto de la posición serial, que tiene mucho que ver con la modalidad de presentación de los ítems. Se presenta una lista de dígitos visualmente (ej: 1 8 5 0 9 6 2) y a algunos sujetos se les pide que permanezcan callados hasta la prueba de recuerdo, mientras que a otros se les dice que vayan diciendo los números en voz alta a medida que aparecen. Así, los últimos ítems en la condición de silencio estaban en desventaja, mientras que en la otra condición mejoraban sensiblemente. Una interpretación es que la presentación no-silenciosa deja una huella ecoica en los últimos ítems de la lista, por lo que la adición de un estímulo auditivo irrelevante (sufijo) al final de la lista alterará la huella ecoica y disminuirá el nivel de ejecución del último ítem. Tras esto de Conrad y Hull, Crowder diseñó otro experimento en el que se presentaba una lista auditiva de nueve dígitos a una tasa de cuatro por segundo, y después del último ítem el sujeto podía oír un sufijo que era o un tono o el dígito cero, tras lo que tenían que comenzar a informar los nueve ítems presentados en orden correcto. El sufijo cero tiene un efecto perjudicial sobre el último ítem (efecto sufijo), lo cual no ocurre con el tono, con lo que se observó que cuanto menor es el intervalo temporal último ítem-sufijo, mayor es la perturbación, que la similitud física entre el sufijo y los ítems de la lista es de máxima importancia y que el significado del sufijo es irrelevante (los sufijos físicamente distintos pero de igual significado tendrán efectos mínimos sobre el recuerdo).

                    • Así, las características de la memoria auditiva o ecoica son:

                            • Duración: Los datos de la técnica del informe parcial atribuyen a esta memoria una duración de 2 segundos. Los experimentos de enmascaramiento, en cambio, le dan una duración de entre 2 y 6'4 segundos. Por tanto, ésta depende de la técnica, aunque también del material usado, ya que con material no verbal la duración estimada es de 250 miliseg., mientras que con material verbal es de 2 segundos.

                            • Contenido: No hay consenso sobre su naturaleza categorial o precategorial.

                        • La memoria olfatoria

                      Los seres humanos poseen un sentido del olfato muy agudo que permite detectar muchos aromas (por nuestros antepasados), aunque éste se va perdiendo con la edad. En contraste, la habilidad del hombre para identificar (dar nombre) a un estímulo odorífero es extremadamente pobre (solo 16 aromas), aunque ésta pueda mejorarse mediante entrenamiento (familiarizando los aromas, presentando asociaciones aroma-nombre, y dando ayuda para recordar los nombres). Este entrenamiento tiene la limitación de que se basa en la identificación de los aroma y la función natural de la experiencia olfativa no es la de identificar olores individuales, sino sus fuentes (si una comida está mala, p.e.). Para percibir un aroma, solo son necesarias tres conexiones neuronales (receptores nasales » bulbo olfatorio » cortex olfatorio); la cuarta conexión se da en el sistema límbico y es aquí cuando se guarda ese aroma en la memoria. Los psicólogos, en honor a la cita de las magdalenas en el té citada en el libro de Marcel Proust, han denominado a la memoria olfatoria como Síndrome de Proust, lo cual hace mención a la capacidad que tiene esta memoria de registrar, a la vez que el olor, todo su contexto sensorial y emocional, resistiendo mucho mejor el tiempo y funcionando de forma diferente a las otras dos memorias sensoriales. Las características diferenciales de ésta es que, al darse el recuerdo de experiencias sensoriales no verbalizadas, actúa como un sistema sensorial perceptivo a largo plazo, siendo el más antiguo y primitivo de todos, con el acceso más directo al cerebro de itinerario corto hacia el paleocórtex (en la vista y oído se tramita la información al tálamo y neocórtex). Aún así, la asociación olor-nombre es mucho más débil de la que puede ser entre color/sonido -nombre. Las características de la memoria olfatoria son:

                            • Codificación: Los olores son codificados de forma global e inconsciente, como una percepción única que no es descomponible, inanalizable de forma parcial y que resiste las interferencias de otras percepciones. La asociación entre un olor y su nombre, como ya hemos dicho, es débil, porque nos es muy difícil nombrar los olores, y asimétrica, porque aún es más difícil evocar un olor partiendo de su nombre. La “teoría del doble código de Lyman y McDaniel” afirma que hay dos códigos diferentes en los olores: uno que implica una representación llena de imágenes y otro una descripción verbal del olor. Según estos, se reconoce mejor un olor por factores verbales que por la representación visual de los mismos.

                            • Almacenamiento, reconocimiento, identificación y olvido de los olores: La ausencia de una degradación sensible de la memoria a corto plazo evidencia que el porcentaje medio de respuestas positivas correctas alcanza el 82% de reconocimiento (conozco este aroma, aunque no logro identificarlo), y, estudios realizados han averiguado que el olvido de esta memoria olfatoria es escaso, lo cual parece que tiene que ver con su extremada resistencia al fenómeno de la interferencia retroactiva, es decir, el olvido producido por posteriores experiencias de aprendizaje (no hay evidencia de la interferencia proactiva, el reconocimiento a corto plazo de aromas no se afecta por el nº de estímulos que lo precedan). En los olores, el poder evocador de imágenes puede ser tanto fortuito como intenso, ya que el sujeto no es consciente de la presencia de un olor en un acontecimiento concreto. La significación de un olor se adquiere por la experiencia individual, y la intensidad del recuerdo varía según la importancia del acontecimiento. En los estudios de esta memoria parece demostrarse que lo que influye en la tasa de respuestas positivas correctas y en las falsas alarmas depende de la actitud del sujeto: si el sujeto es conservador, tendrá pocos aciertos y pocas falsas alarmas, pero si es arriesgado tendrá más respuestas positivas y más alarmas.

                      Según la teoría de los olores, Engen propone un marco teórico dividido en dos partes:

                    • Un olor no es codificado separadamente como sensación simple, sino en conjunto con otros datos sensoriales y mecanismos neuronales. Las sensaciones olfatorias están íntimamente mezcladas con otros sistemas sensoriales desde el principio y no se pueden separar de ellos.

                    • La anatomía y fisiología del olfato facilita el aprendizaje de asociaciones mentales ligadas a episodios específicos de la existencia. El sistema olfativo está fuertemente ligado al sistema límbico y a las estructuras unidas al cortex temporal, lo que explica su alta capacidad para establecer conexiones.

                    • Blaney describe el fenómeno de congruencia del humor para referirse al hecho de que cuando alguien tiene un estado de humor negativo es más susceptible de evocar recuerdos con valencia negativa y viceversa. Este fenómeno, en términos de la teoría de redes asociacionistas, se explica diciendo que los materiales perceptivos, cognitivos y afectivos pueden automáticamente activar otro material con los que están relacionados. Según esto, Hoffman dice que es posible destacar tres vías en las que el afecto puede ser generado:

                    • Las respuestas afectivas directas (afectos primarios: emociones) a aspectos sensoriales o físicos de los estímulos (ej: reacción de disgusto ante el olor de queso de cabrales).

                    • Las respuestas afectivas al emparejamiento entre estímulos físicos y sus representaciones internas (ej: reflejos condicionados).

                    • Las respuestas afectivas al significado de los estímulos (sus causas, consecuencias, implicaciones para el self...).

                    • Para Hoffman, lo que distingue a las emociones es su escaso nivel de actividad cognitiva, por lo que algunos aromas poseerían la capacidad de elicitar experiencias placenteras y displacenteras, es decir, producir efectos sobre la memoria. En este sentido, y como defensa a la capacidad de los olores para sesgar recuerdos hacia unos de contenido afectivo u otro, está el hecho de que el olfato se describe como un sentido emocional, en contraste con los sentidos cognitivos de la visión y audición. Los olores pueden ser efectivos en sesgar la memoria hacia contenidos hedónicamente (placenteramente) congruentes, pero no está claro si el efecto del olor sobre la recuperación es una consecuencia directa de la valencia hedónica compartida de la experiencia del olor y de los recuerdos almacenados, o está mediada por un cambio de humor inducido por el aroma.

                      TEMA 4 : MEMORIA A CORTO PLAZO

                      • Introducción

                      Las primeras investigaciones de la MCP son de Broadbent (1958), Brown (1958) y el matrimonio Peterson (1959). La mayoría de investigadores están de acuerdo en que la MCP es la segunda estructura de memoria que opera después de que los registros sensoriales actúen y antes de que la MLP almacene la información. La memoria a corto plazo es un sistema de retención de información en la que confluyen la información precategorial de las memorias sensoriales y la información altamente elaborada de la memoria a argo plazo. El concepto de MCP ha sufrido transformaciones: en 1890 James la llamó memoria primaria (información que está recibiendo atención); en 1960 Hebb y Broadbent, memoria a corto plazo para referirse a un sistema que retiene la información del exterior por tiempo muy breve; en 1970 Baddeley y Hitch, memoria operativa, sistema capaz de retener y manipular temporalmente la información mientras participa en tareas cognitivas como aprendizaje, recuperación, comprensión y razonamiento. No hay acuerdo sobre si la memoria a corto plazo y la operativa es lo mismo, aunque algunos prefieren referirse a la memoria a corto plazo para distinguir al input y al almacenamiento de la información nueva, y a la memoria operativa para significar el espacio de trabajo que se usa para recuperar y tratar la información de la MLP. Hasta hoy, las evidencias empíricas que apoyaban la división entre MCP y MLP se ceñían a los casos de amnesia investigados y a los estudios experimentales efectuados con listas de ítems y de dígitos sobre el efecto de primacía y el efecto de recencia. Durante los 80, varios trabajos cuestionan la asociación entre el efecto de recencia y la MCP; como Bjork y Whitten, que dicen que a pesar de que se consume un tiempo lo suficientemente largo como para eliminar la influencia de la MCP, el efecto de recencia se mantiene, por lo que debería ser atribuido al papel de la MLP.

                      • La codificación

                      La codificación en la MCP se caracteriza por su diversidad y flexibilidad. Los estudios en los 70 de Conrad y Baddeley reforzaron que la MCP utiliza un código fonológico o acústico, y el paradigma usado para corroborar esto es el de emplear secuencias de letras o palabras que son fonológicamente similares y secuencias disímiles, y emplear secuencias de adjetivos con un significado similar o disímiles. Así, se comprobó que entre palabras o letras fonológicamente similares existe un error significativamente más alto que en las diferentes, y que la variable significado que tenía un pequeñísimo efecto sobre la ejecución. Así, parece confirmarse que la porción de recencia de la curva de posición serial es alterada por la similitud fonológica y no por la semántica, y al contrario ocurre en el caso de la porción de primacía.

                      • El almacenamiento y la recuperación de la información

                      El paradigma más relevante en el estudio de la recuperación de la información de la MCP se debe a Sternberg, en el que su modelo parte del estudio de la variable dependiente (reconocimiento) usando el tiempo de reacción (TR) como un indicador de los procesos subyacentes. Este psicólogo postula cuatro fases de procesamiento en la tarea de reconocimiento a corto plazo: la codificación estimular, la comparación serial, la decisión binaria y la organización de la respuesta. La tarea típica de Sternberg consiste en presentar al sujeto un conjunto de dígitos de 1 a 6 durante un segundo (conjunto positivo), después presentarle un solo dígito (dígito-test), y, finalmente, tendrá que responder sí o no de si dicho dígito pertenece al conjunto positivo, respondiendo lo más rápido posible y midiendo el tiempo desde la presentación de dígito hasta la emisión de la respuesta. Sternberg concluyó que, en este experimento, el sujeto debe hacer tres operaciones: identificar el dígito, explorar en su MCP el conjunto positivo para comprobar si el dígito teste esta incluido y seleccionar la respuesta apropiada. Así, el tiempo de reacción está en función del tamaño del conjunto positivo y es el mismo para la respuesta si que para la no. Para explicar todo esto, Sternberg apeló a un proceso de búsqueda exhaustiva en la MCP, en el que el sujeto compara serial y rápidamente el dígito test con el conjunto positivo. Este proceso de búsqueda es exhaustivo porque el sujeto explora y compara todos los elementos del conjunto positivo.

                      • El olvido a corto plazo

                      Los primeros estudios sobre la pérdida de información en la memoria a corto plazo surgen en los 50 con Brown-Peterson, gracias al paradigma o tarea de Brown-Peterson, que consiste en que el experimentador presenta un trigrama de consonantes y después le da al sujeto una tarea distractora presentándole tres cifras, como objeto de impedirle que repita mentalmente las tres letras consonantes (ya que éste tiene que contar hacia atrás). Entre 0 y 18 seg., el experimentador pide al sujeto que deje de contar y le diga el trigrama y así, se determina el tiempo en el que el sujeto olvida el trigrama una vez que la atención se ha desviado a la tarea distractora. Con esto se comprobó que el trigrama de letras se olvida casi por completo después de 18 seg. si al sujeto no se le permite repetirlo, aún sin estar la MCP sobrecargada.

                      Existen varias hipótesis sobre el mecanismo psicológico que motiva al olvida en esta tarea:

                        • Hipótesis del decaimiento: Peterson y Peterson interpretaron el olvido a corto plazo como un decaimiento en las huellas de memoria, que se da como resultado del desvanecimiento automático de las huellas por el paso del tiempo.

                        • Hipótesis de la interferencia: Postula que el aprendizaje verbal nace de la formación de las asociaciones entre ítems y el olvido como resultado de la competición de las nuevas y viejas asociaciones, pero esto aplicado al paradigma no daría explicación de interferencia porque los dígitos de la tarea distractora son de naturaleza distinta a las consonantes. Aún así, se demostró que la interferencia proactiva si podría contribuir al olvido, ya que el recuerdo empeoraría a medida que los sujetos realizan más ensayos de aprendizaje, por lo que el olvido se debe a la interferencia que iba aumentando con el número de ensayos.

                      La cuestión decaimiento vs. interferencia no se ha resuelto y, según dicen. El fenómeno del olvido depende de la similitud existente entre la tarea distractora y los ítems a recordar: cuanto más similar es la tarea distractora a la tarea a recordar, mayor será la probabilidad de que se genere inhibición retroactiva, y cuanto menos similar sena, mayor será la probabilidad de que el olvido se deba tanto al decaimiento como a la inhibición retroactiva.

                      • Hipótesis de la intervención de la memoria a largo plazo: Afirma que el rendimiento (entendido como tasa de recuerdo y de olvido) está en función del número de repeticiones que el sujeto da a los ítems (intervención de la MLP) antes de que comience la tarea distractora.

                      La interferencia puede acelerar el olvido del material de la MCP. Hay 2 tipos interferencias:

                      • Interferencia proactiva: Se produce cuando los materiales más viejos (viejos hábitos) perturban el aprendizaje de materiales nuevos (ej: conducir en Inglaterra). Si la interferencia depende de la similitud, será posible deshacerse de ella cambiando la naturaleza del material de la memoria tras los primeros ensayos, a lo que se le denomina liberación de la interferencia o inhibición proactiva (ej: cambiando, tras varios ensayos, trigramas por dígitos).

                      • Interferencia retroactiva: Se produce cuando los materiales nuevos perturban el recuerdo de los materiales viejos. La MCP pierde información rápidamente cuando se presenta y evalúa material, por lo que la cantidad de interferencia depende de la similitud de materiales empleados (ej: el simultanear el estudio de esto con la música puede favorecer la labor).

                      • Características de la memoria a corto plazo

                        • La amplitud: Capacidad espacial de almacenamiento de la MCP. Miller (“El mágico número siete, más o menos dos: límites de nuestra capacidad para procesar información”) descubrió que la amplitud media de un adulto es de 7 ítems no relacionados, proponiendo el chunk como la unidad de retención a corto plazo, unidad que se define subjetivamente y que se organiza de acuerdo con una regla o algún patrón familiar (ej: 4 chunks = ENRT; 1 chunk = TREN). Aunque el número de chunks es fijo, su complejidad y capacidad no tiene restricción porque es igual de difícil recordar seis letras, que seis palabras o frases. El chunking sería el proceso de agrupamiento de los ítems en orden superior (ej: nº de teléfono). La entonación es igual de eficaz para recordar grandes cantidades de ítems (ej: forma de aprenderse la tabla de multiplicar). En los 70 se duda de esto que dice Miller y estudios de la MCP concluyen que su capacidad no supera los 3 ítems. Broadbent cree que Miller no tuvo en cuenta la MLP y que en las estimaciones superiores a 2 o 3 ítems se debe considerar siempre su intervención. Finalmente, la capacidad temporal de la MCP parece comprenderse entre 15-30 segundos.

                        • La capacidad y la edad: No existen diferencias entre jóvenes y adultos en lo que respecta con la porción de recencia, es decir, que lo que cambia con la edad no es la capacidad de la MCP sino la manera de procesar la información. Según Belmont y Butterfield, los adultos y adolescentes difieren de los niños en la manera de atender a los estímulos auditivos relevantes, en más uso del proceso de repaso y repetición y en un uso mayor y más eficaz de las pausas.

                        • Recencia negativa y capacidad: Hace mención al papel que tiene la MLP en las tareas de la MCP. La MLP empieza a formarse en segundos o milisegundos tras la entrada de la información en la MCP. Craik observó que con el recuerdo final de 10 listas el efecto de primacía se mantenía mientras que el efecto de recencia no solo aparecía, sino que las palabras correspondientes a esta porción eran las que peor se recordaban.

                      • La memoria operativa

                      La memoria operativa es un sistema que permite tener varios elementos de información en mente al mismo tiempo e interrelacionados. Los estudios de esta memoria destacan que la MCP no puede calificarse solo como una estructura de repaso. Baddeley y Hitch, en estudios realizados en 1974, refuerzan la opinión de la existencia de subsistemas dentro de la estructura de la MCP que se dividen las funciones, demostrando así que la ejecución de las tareas de razonamiento verbal, comprensión y aprendizaje dependen de la capacidad de un sistema de memoria operativa de recursos limitados. En 1981, Baddeley propone que el sistema de memoria operativa está integrado por tres subsistemas de almacenamiento temporal:

                      • El lazo articulado o bucle fonológico: Sistema que puede actuar como bucle de repaso y sirve para que la información visual sea codificada fonológicamente (esta afirmación viene de observaciones de efecto de similitud fonológica, longitud de palabras y supresión articulatoria).

                      • La agenda visoespacial: Sistema cuya función se centra en la visualización (codificación) del material espacial. Interviene en la solución de problemas espaciales simples o en las fases tempranas de un juego complejo de ordenador.

                      • El ejecutivo central: Es un espacio de trabajo que se divide entre las demandas de almacenamiento y las de procesamiento de control. Es como un supervisor que dirige la atención y coordina las actividades de los otros componentes.

                      TEMA 5 : LA MEMORIA A LARGO PLAZO

                        • Introducción

                      La memoria a largo plazo es lo que se entiende por memoria, la idea de que la experiencia e va acumulando en alguna forma de almacén permanente, estructura que se localiza en alguna región cortical o subcortical y que, por una lesión, enfermedad o trauma psicológico, se vacía de contenido. La MLP tiene una capacidad ilimitada y sus contenidos no se pierden jamás. Dentro de ella, hay contenidos como el modelo espacial que nos rodea, el conocimiento de leyes naturales, físicas y de las propiedades de los objetos, las creencias culturales y antropológicas, los prejuicios adquiridos, os valores y las metas sociales, las habilidades motoras y de solución de problemas y las habilidades perceptivas. Es decir, que la MLP es una base de datos donde se acumula la información proveniente de la MCP, y que es recuperable gracias a las demandas que se ejercen sobe el ser vivo para facilitar su adaptación y supervivencia en el ambiente cambiante. La permanencia de lo almacenado es una propiedad exclusiva de la MLP, no pudiéndose hablar de olvido en ella, sino de déficit de recuperación. Los procesos responsables del funcionamiento de la MLP son la codificación, almacenamiento, recuperación y organización.

                        • La codificación

                      El objetivo de este mecanismo psicológico es el de almacenar información para su uso posterior, aunque la primera vez que un sujeto integra un conocimiento no tiene por qué ser consciente de las dimensiones estimulares procesadas. El sistema e memoria está capacitado para codificar una amplia gama de características de cualquier suceso que nos ayude a recuperar un recuerdo (color, sonido, olor, forma, etc.). La hipótesis de los niveles de procesamiento de Craik y Lockhart (1972) dice que la memoria puede ser considerada como un subproducto de las actividades de procesamiento que son aplicadas a la información entrante; los niveles altos de rendimiento mnésico serían atribuibles a un “procesamiento profundo o semántico”, mientras que los niveles bajos serían atribuibles a un “procesamiento superficial o no semántico”. Esta hipótesis se basa en los siguientes supuestos:

                          • Los trazos de memoria son el resultado del análisis perceptivo, que implica una jerarquía de niveles de procesamiento. Así, el procesamiento más superficial incluye el análisis de las características físicas o sensoriales de un estímulo, mientras que el nivel de procesamiento más profundo implica el análisis semántico o cognitivo.

                          • A mayor procesamiento, mayor duración de los trazos e memoria y mayor retención. El procesamiento más profundo corresponde a la elaboración semántica que se produce entre diferentes elementos de la memoria.

                          • Un mejor rendimiento de la memoria solo se relaciona con un nivel más profundo de análisis y no con la repetición de análisis ya realizados. Así se distinguen dos tipos de procesamiento:

                          • Procesamiento tipo 1: Corresponde al mantenimiento de la información mediante procesos superficiales y repetitivos de reciclaje de la información.

                          • Procesamiento tipo 2: Supone un procesamiento más complejo de la repetición, que toma como base el significado de la información para procesarla más profundamente (se produce un proceso elaborativo). Esto sería el método de loci o de la construcción de frases con palabras de una lista que queremos aprender.

                        • La memoria debería ser investigada mediante un paradigma incidental, donde el experimentador tiene control sobre el procesamiento que sigue el sujeto con el material y el sujeto desconoce que tras aplicarle la prueba se le administrará una prueba de retención.

                        • Un problema que se les planteó a Craik y Lockhart fue qué se entiende por procesamiento profundo frente a procesamiento superficial, sobre lo que se ha concluido que:

                          • El recuerdo es mejor cuando la tarea requiere considerar el significado de la palabra en vez e la estructura de esta. Es decir, que el recuerdo es mejor con un procesamiento semántico que con uno no semántico.

                          • Los ítems que se procesan más profundamente reciben una codificación más distintiva, ya que un procesamiento profundo requiere un procesamiento más elaborado. Efecto de distintividad es aquella huella que comparte con otras un número relativamente pequeño de características. Este efecto esta en la base del efecto de Von Restorff, que dice que los elementos no similares o incongruentes de un conjunto se recuerdan mejor que los elementos similares.

                          • La proporción de palabras recordadas que encajan en oraciones complejas suele ser el doble que la obtenida con palabras insertas en oraciones simples. Esto encaja con la idea de que la información más elaborada se recuerda mejor. Por tanto, cuanto mayor es el grado de los marcos oracionales y cuanto más distintiva o novedosa sea la información en esos contenidos, mayor probabilidad habrá de que se recuerde mejor. Si la elaboración significa riqueza de la huella y la distintividad contraste, la 1ª no tiene porque conducir a la 2ª, ni viceversa.

                          • La cantidad de esfuerzo empleado en una tarea es importante para el posterior recuerdo.

                          • La cantidad de tiempo que se dedica a procesar la información no es sinónimo de profundidad.

                          • Ninguna forma de codificación es mejor que otra. El mejor código es el que es más compatible con el test utilizado para medir la memoria.

                            • La recuperación de la información: Reconocimiento y recuerdo

                          La posibilidad de disponer de información almacenada parece depender de los procesos de recuperación. Las pruebas de recuperación suelen ser de nivel de reconocimiento y de recuerdo. Para evaluar tales magnitudes, existen dos métodos de análisis:

                        • Los test de reconocimiento: Se le presenta al sujeto la información que queremos que recupere. Dentro del test, el material aprendido va acompañado de una serie de distractores. Dentro de estos test, hay tres tipos de métodos:

                          • Presentación de ítems de uno en uno: Decir sí o no.

                          • Elección forzosa: Se exponen dos o más ítems (algunos distractores).

                          • Presentación en conjunto de todos los ítems: Hay uno correcto, el resto distractores (caras).

                          • Los test de recuerdo: Dentro de estos tenemos varias modalidades:

                            • Test de recuerdo libre no serial: Se debe recordar libremente lo aprendido, sin orden.

                            • Test de recuerdo libre serial: Se debe recordar el material en el mismo orden.

                            • Recuerdo con claves: Se incluye alguna pista o clave para ayudar a recordar lo aprendido.

                            La probabilidad de recuperar la misma información es mayor con la prueba de reconocimiento que con recuerdo libre, siendo el nivel de ejecución medio si la prueba es recuerdo con claves.

                              • Reconocimiento: Para estudiar el reconocimiento, se le presenta al sujeto el material estudiado y otro nuevo como distractor. Un factor importante en la probabilidad de que el sujeto identifique bien la información, según la Tª de detección de señales (TDS), es el estilo de respuesta de éste, que parece estar relacionado con ciertos rasgos de personalidad (arriesgados o conservadores). Otro factor importante para la TDS es el fenómeno de la fuerza o familiaridad: aquel estímulo presentado más recientemente o al que se ha dedicado más tiempo para su codificación y estudio tendrá mayor valor en el continuo de familiaridad. Algunos modelos teóricos postulan la existencia de dos tipos e procesos en el reconocimiento: 1) un proceso rápido que se basa en juicios de familiaridad; 2) un proceso más lento que implica recuperación o búsqueda de la información en la MLP. La Tª dual de reconocimiento fue corroborada por el estudio de Atkinson en 1974, que consiste en presentar a cada uno de tres grupos una lista de 16, 24 y 32 palabras, respectivamente; los sujetos aprenden la lista hasta alcanzar un criterio de recuerdo perfecto; tras esto, realizan un test de reconocimiento en el que la mitad de los ítems son de estudio y la otra mitad distractores; la variable dependiente de interés son los tiempos de respuesta. Los resultados de este trabajo indican que el tiempo de respuesta aumenta a medida que aumenta el tamaño de la lista y que la segunda presentación de un ítem produce un tiempo de respuesta más rápido. Estos resultados demuestran la influencia de los procesos de búsqueda y familiaridad en el reconocimiento, ya que la dependencia del tiempo de respuesta del tamaño de la lista indica la presencia de un proceso de búsqueda cuyo resultado es más lento cuantos más ítems haya entre los que buscar, y el efecto de presentación repetida de los ítems muestra que cuando aumenta la familiaridad de los ítems la respuesta de los sujetos se hace más rápida. En la primera presentación de un ítem el tiempo de respuesta es menor para los ítems distractores y su dependencia del tamaño de la lista (proceso de búsqueda) también es menor, mientras que durante la segunda presentación se invierten las funciones y los ítems de estudio producen tiempos de respuesta y de búsqueda menores. Según la Tª dual, la 1ª presentación de un ítem distractor producirá un valor de familiaridad muy bajo, por lo que la necesidad de la búsqueda exhaustiva no ocurre y la respuesta negativa se producirá rápidamente. Sin embargo, los ítems de estudio tienen un determinado valor de familiaridad por lo que la respuesta positiva estará determinada por ese grado de familiaridad sin necesidad de búsqueda, pero en otras ocasiones requerirá el proceso de búsqueda que producirá tiempos de respuesta más lentos.

                              • Recuerdo: Para esto el sujeto no tiene la información presente y tiene que generar sus propias claves presentes en el contexto para ayudarse a recordar. Hay quienes creen que tanto el reconocimiento como el recuerdo implican los mismos procesos de recuperación (reconocimiento, recuerdo libre y recuerdo con claves), pero otros no. En lo que sí hay acuerdo es en los factores que se han demostrado que afectan al reconocimiento y al recuerdo:

                            • Frecuencia de las palabras: Las frecuencias de alta frecuencia normativa producen mejor recuerdo en tareas de recuerdo libre y recuerdo con claves, mientras que en reconocimiento estas palabras tienen una menor probabilidad de ser reconocidas y son las palabras de baja frecuencia las que producen mayores tasas de aciertos.

                            • Organización categórica: Cuando la lista de ítems pertenece a categorías bien definidas dentro de la lista o grupo de palabras asociadas entre sí, hay un aumento en la probabilidad de recuerdo y los sujetos tienden a recordar los ítems agrupados por categorías o asociación.

                            • Contexto: Cambios contextuales de la fase de estudio a la fase de test producen un empeoramiento del recuerdo y en menor medida del reconocimiento.

                            • Tamaño de conjunto de pares asociados: Cuanto mayor es el número de asociados peor es el recuerdo, aunque esto no ocurre en el reconocimiento.

                            Las diferencias de los procesos psicológicos que intervienen en las tareas de reconocimiento y de recuerdo han sido explicadas mediante dos paradigmas:

                            • Hipótesis de la generación-conocimiento: Existen 2 procesos de recuperación en recuerdo:

                              • El proceso de generación: Alude al hecho de que dado que la información no está presente, el sujeto genera una búsqueda de posibles candidatos para el recuerdo, empleando para ello

                            principios organizativos y asociativos.

                              • El proceso de reconocimiento: Es el responsable de decidir si los ítems generados son los apropiados, mecanismo similar al que rige en las tareas de reconocimiento de la familiaridad de los ítems.

                            Mientras que en las tareas de reconocimiento tan sol se requiere del funcionamiento de uno de los dos procesos, en las de recuerdo libre y recuerdo con claves se necesitan los dos. Esta hipótesis explica factores como el efecto de frecuencia de palabras: aquellas palabras de alta frecuencia suelen tener asociaciones fuertes con otras palabras, estar asociadas a una gran diversidad de contextos y, por tanto, que ocurran con mayor frecuencia junto con otras palabras; esto mismo afecta negativamente al proceso de reconocimiento ya que las palabras de alta frecuencia, al ocurrir en mayor número de contextos y junto a mayor número de palabras, serán menos distintivas y discriminables (igual que en organización, contexto o tamaño de conjunto).

                            • Hipótesis de la especificada de la codificación: Postula que tanto en el recuerdo como en el reconocimiento funcionan los mismos procesos y, que la única diferencia entre ambos, está en la especificidad de las claves que se ofrecen para la recuperación de la información de estudio. Según Tulving y Osler, los procesos de recuperación son fijos e iguales para distintas tareas e implican el acceso a información almacenada en la memoria por alguna clave de recuperación. La única diferencia entre distintas tareas reside en el tipo de clave de recuperación al sujeto:

                          • En el recuerdo libre, la única clave que se le ofrece es el contexto (inespecífica).

                          • En el recuerdo con claves, la clave es más específica.

                          • En reconocimiento, la clave es la información que a de recordar (especificidad al máximo).

                          • La efectividad de las claves reside tanto en su especificidad como en la congruencia entre las operaciones realizadas durante la codificación y la recuperación. Es decir, que ninguna clave de recuperación, aún estando muy fuertemente asociada al ítem a recordar, puede ser efectiva a menos que sea codificada con el ítem a recordar en el momento de su estudio (ej: reconocer la cara de alguien en una reunión pero no saber quien es; si la sacamos de ese contexto, no sabremos nada de ella).

                              • El olvido

                            Cuando hablamos de olvido, o más bien de pérdida de recuperación, hay que distinguir entre disponibilidad y accesibilidad, que son los dos motivos por los que puede darse el olvido. Uno de los fenómenos relacionados con la accesibilidad es lo que se denomina “tenerlo en la punta de la lengua”, que suele ir acompañado por el recuerdo espontáneo de la información en un momento posterior, cuando abandonamos la esperanza de recordar. Este se da porque la recuperación de una palabra parecida bloquea el acceso a la recuperación de la información que buscamos. El problema del olvido tiene que ver con el desuso de información o con efecto de interferencia.

                            • El fenómeno del olvido: Fue descrito por 1ª vez por Ebbinghaus, que experimentó con una lista de sílabas sin sentido (trigramas) que recitaba a una tasa constante de 150 sílabas por minuto. Después medía la retención a través del “método de ahorro” (con lo que hizo la “curva del olvido”) que consistía en restar el tiempo que había necesitado para reaprenderse una lista del tiempo que había requerido en el aprendizaje original. Ebbinghaus entendía que el criterio perfecto de aprendizaje tenía lugar cuando ocurrían dos repeticiones consecutivas e una lista sin cometer ningún error. Para este, el olvido se debía tan solo al aso del tiempo, es decir, al desuso de la información que no se practica y decae. Cincuenta años más tarde, McGeoth dijo que el olvido, más que al paso del tiempo, se debía a la interferencia producida por actividades que tienen lugar entre el aprendizaje y el momento de recuerdo, es decir, cuando se da el aprendizaje de material nuevo. Esto lo confirmaron estudios posteriores de Jenkins y Dallenbach, con gente dormida que recordaba más que la gente despierta haciendo cosas.

                            • Tipos de interferencia: Hay tres interferencias que se han descrito como causas del olvido:

                              • Interferencia retroactiva: Ocurre cuando una nueva información bloquea el acceso a una antigua información con la que comparte algún tipo de relación lógica o semántica (ej: los estudiantes de medicina se acuerdan más de estudios psicológicos que los de psicología).

                              • Interferencia proactiva: Es el efecto perjudicial de aprendizajes previos sobre nuevos aprendizajes (ej: los que hablan castellano son más torpes para hablar italiano que un inglés).

                              • Efecto abanico: Hace mención a los efectos de interferencia relacionados con los tiempos de respuesta. En estos experimentos se estudian frases en las que se manipula las relaciones sujeto-verbo-lugar. Una vez aprendidas las frases, se mezclan estas con otras distractoras y se pide a los sujetos que indiquen los más rápidamente posible si cada una de estas frases se estudió en la fase de estudio. Los resultados demuestran que el tiempo de respuesta es mayor cuantos más hechos se han aprendido sobre un concepto determinado. La interferencia no solo produce un menor recuerdo, sino que también hace más lento el proceso de recuperación.

                            El fenómeno de la interferencia ha sido abordado por diversos marcos teóricos:

                                • Teoría de la competición de respuestas: Define que las respuestas aprendidas dentro de una misma situación compiten unas con otras a la hora del recuerdo y esto produce fenómenos de interferencia. La competición es menor cuando algunos ítems a recordar han sido recordados con mayor frecuencia que otros; uno de los contenidos a recordar bloquea al más débil, pero este último nunca se olvida, sino que está poco accesible.

                                • Teoría del desaprendizaje o extinción: Ocurre cuando se e pide a un sujeto que recuerde dos cualidades estimulares asociadas a una situación y que presumimos que compiten en el recuerdo. Aquí se ha visto que todavía se produce interferencia y se interpreta como evidencia de que el aprendizaje de respuestas nuevas produce la extinción de las respuestas originales.

                                • Hipótesis constructiva: Define que la información original no se pierde cuando se nos presenta nueva información, pero tampoco permanece inalterada. Lo que se produce es que uno de los efectos de la información entrante es cambiar o modificar la memoria original para acomodar la nueva información.

                            TEMA 7 : MEMORIA Y ENVEJECIMIENTO NORMAL

                                  • Introducción

                            A partir de la edad adulta se constata un declive en la habilidad de aprendizaje y recuerdo de nueva información. Y a los 40 ó 50 años la gente ve que su memoria ya no es tan buena como antes, y a los 60 ó 70 se manifiestan quejas de memoria e incapacidad para recordar.

                                  • La memoria en el envejecimiento normal

                            Los decrementos de memoria relacionados con la edad son obvios y universales en algunos casos, pero corregibles en otros. El declive en ancianos se constataría en que:

                                    • Los ancianos muestran un rendimiento menor en pruebas de recuerdo libre de listas de palabras no relacionadas entre sí y de recuerdo de un pasaje.

                                    • También muestran pérdidas en la memoria de fuentes y en la memoria contextual; pueden recordar un hecho, pero tienen dificultades al situarlo en un tiempo y un espacio. Esto explicaría la costumbre de repetir las anécdotas una y otra vez a la misma audiencia.

                            Otros aspectos de la memoria, en cambio, a penas muestran cambios:

                            • La memoria procedimental e implícita relacionada con habilidades motoras y cognitivas se deterioran muy poco. Tales habilidades automáticas se pueden demostrar en laboratorio con el efecto de preparación o priming, que consiste en la habilidad de completar un estímulo fragmentado (ej: palabra = c_s_), tras estudiar un conjunto de palabras.

                            • Otras memorias que se mantienen bastante bien son las relacionadas con recuerdo previamente bien fijados y de conocimiento (memoria semántica).

                            A pesar de que los ancianos digan tener una buena memoria episódica para los acontecimientos que ocurrieron en un pasado remoto (sobre todo en la infancia), esto se pone en duda diciendo que es más probable que sean falsos recuerdos o distorsiones.

                                  • La memoria a corto plazo y largo plazo

                                      • Memoria a corto plazo: En relación con esta memoria primaria cabe decir que cuando es evaluada mediante taras de amplitud de memoria se observa que decrece ligeramente con la edad, mientras que cuando se evalúa el efecto de recencia en el recuerdo libre no serial de listas de 20 palabras se observa que la recencia permanece relativamente intacta. En relación con la memoria de trabajo u operativa cabe destacar que cuando se plantean tareas sencillas (lea una lista de palabras y diga el mayor número de ellas en orden alfabético) se constatan diferencias de capacidad entre ancianos y adultos jóvenes, ya que los primeros presentan mayores dificultades. Las explicaciones para esto serían que el procesamiento cognitivo de la información en los ancianos es más lento (tardan más en almacenar información) y que se puede producir un efecto de desinhibición, es decir, mayor es la dificultad para inhibir información irrelevante asociada con el objeto de recuerdo, por lo que el anciano registra o codifica aspectos irrelevantes de estímulo y procesa peor su esencia.

                            En conclusión, los decrementos de memora son ligeros en pruebas en las que se trata de reproducir una serie de ítems en el mismo orden, aunque en las pruebas en las que se exige recabar de nuestra memoria claves internas para poder memorizar otra información los decrementos en edad son exagerados. A pesar de que la edad tiene escaso efecto sobre el bucle fonológico pasivo, tiene gran efecto negativo sobre el sistema ejecutivo central, que tiene que ver con un deterioro en la efectividad del lóbulo frontal del cerebro. Además, los ancianos son menos capaces de mantener la atención y más vulnerables a la distracción.

                                      • Memoria a largo plazo: Cuando los ancianos se quejan de fallos de memoria se refieren a un declive en la memoria episódica de acontecimientos ocurridos recientemente. Los principales problemas de memoria tendrían que ver con:

                                        • Procesos de codificación o registro: Los déficits de codificación relacionados con la edad implican que los ancianos codifican las palabras y otros acontecimientos de manera menos elaborada y distintiva, peor organizada y menos vinculada con conocimientos previos (procesamiento semántico menor). Las personas ancianas confían más en claves externas o ayudas para poder iniciar el recuerdo, mostrándose menos capaces de iniciar de forma efectiva los procesos de codificación, aunque si el ambiente les ofrece alguna clave su nivel de recuerdo es bastante bueno. Esta necesidad de orientarse por el ambiente está relacionada con una disminución en la eficiencia del procesamiento cortical. Cuando se facilita un tiempo ilimitado pero no se dan instrucciones específicas respecto a lo que se va a preguntar, el nivel de ejecución mnésico de los ancianos es menor que el de los jóvenes.

                                        • Procesos de almacenamiento: El olvido temporal de nombres de personas afecta mucho a los ancianos, aunque éste se ve mejorado si se le proporcionan claves para recordar dicho nombre. Otro fallo común en ellos es el de recordar un hecho o la cara de alguien y olvidar cuando y donde fue aprendido, lo que se llama amnesia de fuente y parece estar relacionada con puntuaciones bajas en test sobre el funcionamiento del lóbulo frontal, cuyas funciones son las de integrar detalles contextuales con el evento focal.

                                  • Memoria no verbal

                            Mientras que la capacidad de reconocimiento de escenas, dibujos o fotografías es similar entre ancianos y jóvenes, cuando se les pide a los viejillos que evoquen libremente algún estilo gráfico, presentan mayores dificultades. Respecto a la memoria espacial, los ancianos presentan una coordinación temporal/espacial más deficiente.

                                  • Memoria retrospectiva y prospectiva

                                          • Memoria retrospectiva o del pasado: Aunque los ancianos dicen que recuerdan muy bien eventos de hace 50 años, no puede afirmarse que esos acontecimientos se recuerden mejor que los acontecimientos ocurridos en la edad tardía, ya que puede estar cargado de significado emocional. Algunos dicen que el hecho del buen recuerdo de acontecimientos remotos puede deberse a que estas memorias autobiográficas se han cristalizado a fuerza de actos repetidos de recuperación, llegando a convertirse en parte del conocimiento generalizado de su mundo.

                                          • Memoria prospectiva o de futuro: Cuando se tarta de recordar una acción planeada el nivel de rendimiento de los viejillos suele ser mejor que el de los jóvenes, lo cual tiene que ver con el hecho de que suelen recurrir a ayudas mnésicas como anotaciones, etc. Además, si tenemos en cuenta los límites temporales sobre los que se proyecta la memoria, se descubre que a memoria prospectiva es más deficiente para actividades que se van a realizar inmediatamente que para las que se realizarán en mayor plazo.

                                  • Memoria semántica e implícita

                            • Memoria semántica: Dado que la memoria semántica no está asociada con unos ejes de tiempo y espacio, su rendimiento no parece declinar a diferencia de la memoria episódica. Donde los ancianos presentan más dificultades es al pedir que recuerden el nombre de una palabra cuando ha sido dada su definición, aunque éstos no mostrarían tanta dificultad de recuperar información semántica pasada como en aprender información nueva sobre hechos.

                            • Memoria implícita: Cuando se plantea una sencilla tarea consistente en presentar una lista de palabras para recordarlas posteriormente y luego se les pide 1) a unos que completen la palabra que incluye un prefijo de tres letras, relacionada con la lista anterior (memoria explícita); 2) a otros que la completen con las primeras letras que les venga a la mente, sin relacionarlo con a lista anterior (memoria implícita), se observa que la memoria explícita es menor en los ancianos que en los jóvenes, mientras que la memoria implícita en similar en los dos, dato que puede ser porque los ancianos tienen un mayor efecto de preparación o priming.

                                  • Conclusiones

                              • El rendimiento de memoria disminuye como una función del envejecimiento normal, pero declina más en unas situaciones que en otras: el recuerdo de una secuencia de ítems varía muy poco con la edad aunque se dan grandes pérdidas en la memoria operativa.

                              • La memoria a largo plazo muestra decrementos, si bien esto depende del tipo de material y de las condiciones en que fue codificado y almacenado.

                              • Los ancianos presentan un mejor reconocimiento de recuerdo libre.

                              • Los ancianos muestran dificultad para fijar en su memoria episodios y conocimientos nuevos.

                              • Frente a lo que se cree, no está demostrado que las diferencias dentro de la población anciana en funciones cognitivas como la memoria se deban al factor educación.

                              • El nivel motivacional (para estas pruebas...) no tiene porque ir asociado con menos memoria.

                              • Los problemas de salud suelen producir problemas de memoria. Los ancianos que experimentan un envejecimiento normal se diferencian de los ancianos demenciados en que los últimos presentan tanto problemas de recuerdo libre como de reconocimiento.

                            TEMA 8 : MEMORIA Y DEMENCIA

                                • Introducción

                            La demencia es un término genérico referente a síndromes neuropsicológicos caracterizados por la aparición de daño cognitivo adquirido en múltiples esferas, aunque con preservación de la conciencia. Un aspecto que tienen todas las demencias es la afectación en la capacidad para aprender nueva información. El término demencia no implica en sí mismo un desorden progresivo o irreversible como en la enfermedad de Alzheimer. Con respecto a su prevalencia, cabe decir que un 15% de la población de mayores de 65 años presentan alguna forma de demencia, incrementándose al 25-47%, dependiendo del tipo de demencia, con más de 85 años.

                                • Quejas de memoria y epidemiología de la afectación de la memoria en ancianos

                            El término negligencia (en sentido de persona olvidadiza) benigna senescente describe a una entidad clínica en el que se aprecia una pérdida de la memoria superior a la media respecto a los individuos ancianos sanos (hecho que algunos denominan afectación de la memoria asociada a la edad), el cual tiene que tener los siguientes criterios:

                          • Persona de 50 años o más.

                          • Quejas de problemas de memoria en la vida diaria.

                          • Puntuaciones de test de memoria con, al menos, una desviación estándar por debajo de la media de la población joven.

                          • Ausencia de demencia.

                          • Inteligencia media o por encima de la media.

                          • Las depresiones severas en ancianos a menudo van acompañadas de un síndrome demencial que se asemeja a la demencia degenerativa en varios aspectos, pero es reversible cuando es tratada. Este síndrome que se llama pseudodemencia, puede diferenciarse de la demencia en que en esta última se ve una degeneración cerebral que se corresponde con quejas de afectación cognitiva y nivel de ejecución cognitiva en distintos test. Las personas con depresión severa y cuadros de pseudodemencia se quejarían de indecisión, concentración disminuida y procesamiento más lento de la información respecto a los sujetos moderadamente esenciados. Además, presentan puntuaciones más altas en la Escala de Depresión Geriátrica que las personas con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer.

                                • Memoria y diagnóstico precoz de la demencia

                            El recuerdo de una lista de palabras es uno de las técnicas más efectivas para distinguir los individuos demenciados de los sanos, pero se suele criticar el problema de la circularidad de la mayoría de los procedimientos diagnósticos cuando intentan diferenciar la demencia del envejecimiento normal basado solo en el desempeño en los test cognitivos, ya que los fallos cognitivos son fundamentales en el diagnóstico clínico de la demencia.

                                • Trastornos mnésicos en la enfermedad de Alzheimer

                            La enfermedad del Alzheimer es la enfermedad más común causante de demencia en los ancianos, explicando el 50% de todos los casos de demencia en personas de más de 65 años. En esta enfermedad se puede establecer la siguiente graduación según criterio C.D.R.:

                          • Estadio 0: Independencia en el trabajo, compras, finanzas y actividad social.

                          • Estadio 0'5: Aparición de negligencia moderada y dificultades para encontrar palabras y afectaciones leves en la eficiencia mental. Durante esta fase las personas pierden con frecuencia objetos y olvidan nombres familiares. Además pueden aparecer problemas de “tenerlo en la punta de la lengua” y de percepción espacial (perderse en sitios, etc. y va a más).

                          • Estadio 2: Es la etapa intermedia de la enfermedad y los pacientes refieren quejas moderadas de memoria y lenguaje, sintiéndose incapaces de funcionar independientemente fuera del hogar y requiriendo asistencia para la higiene, vestimenta, alimentación…

                          • Estadio 3: Es la etapa final de la enfermedad donde el paciente puede que ya no reconozca a sus familiares más cercanos o incluso su propio reflejo en un espejo, Su lenguaje está deteriorado hasta el punto de mostrar mutismo o balbuceo incoherente. Además, las alucinaciones, delirios y conductas bizarras (almacenar cosas sin propósito, p.e.) son comunes en ellos. A menudo exhiben claros signos de disfunción neurológica, como convulsiones, incontinencia y liberación de reflejos infantiles.

                          • En esta enfermedad del Alzheimer podemos observar los siguientes problemas de memoria:

                              • Memoria episódica: Las afectaciones en esta memoria son los síntomas más importantes en esta enfermedad, y en los test psicológicos se expresan en déficits de aprendizaje y de recuerdo de listas de palabras. El diagnóstico del Alzheimer respecto a otras demencias se efectúa mediante indicadores de capacidad para nombrar, reconocimiento, fluidez verbal y praxias constructivas, pero el desempeño de recuerdo verbal demorado no es adecuado como criterio discriminante. En todo caso, el recuerdo verbal funciona mejor como una medida de detección de las afectaciones iniciales de esta enfermedad, mientras que el deterioro en la capacidad de reconocimiento funciona mejor como medio para documentar la progresión de ésta. En pruebas de aprendizaje, estos enfermos muestran una curva de aprendizaje superficial y una dramática pérdida de información después de haber transcurrido tan solo unos minutos. Además, al pedir que recuperen la información, producen un excesivo número de intrusiones semánticamente relacionadas (ej: confundir un término y su significado). La memoria no verbal también se ve severamente afectada (bajo nivel de ejecución para designar objetos geométricos tras haberlos palpado), así como el reconocimiento de rostros.

                              • Memoria semántica: Los problemas de esta memoria en el Alzheimer provienen de su capacidad para designar o nombrar y de la fluidez verbal (generar lisas de palabras). En las pruebas de designación pueden equivocarse a la hora de generar categorías ordenadas (rinoceronte: animal) o de estímulos semánticos asociados (hipopótamo: mamífero), y, por otro lado, de generar palabras pertenecientes a una categoría semántica (alimentos, profesiones, etc.), tendiendo más bien a producir categorías supraordenadas (carne, vegetales…) que ítems específicos (hamburguesa, coliflor…), lo que suele interpretarse como un deterioro en la formación de redes semánticas. Estos pacientes suelen dar respuestas adecuadas pero incompletas en pruebas de definición de palabras o descripción de objetos. Aún así, los pacientes de Alzheimer pueden manifestar escaso deterioro cuando son evaluados con pruebas que hacen mínimas demandas en los esfuerzos de recuperación.

                              • Memoria implícita: Estos pacientes presentan una memoria implícita relativamente preservada en test de aprendizaje de habilidades motoras, mostrando en contraste, afectación significativa en otras pruebas de habilidad cognitiva, como el efecto de preparación o priming (como completar una palabras (C_S_) o completar una frase (la chica corta papel con las __)).

                                • La memoria en las demencias corticales y subcorticales

                            Las demencias corticales son, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer, mientras que las demencias subcorticales son la parálisis supranuclear progresiva, enfermedad de Huntington, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, depresión, enfermedad de Wilson, infección del virus HIV y degeneración talámica. Esta división cortical/subcortical ha tenido sus críticas porque hay enfermedades subcorticales que tienen daños corticales y viceversa. Aún así, los rasgos clínicos principales de las demencias subcorticales son la lentitud de pensamiento y movimiento, ineficiencias de memoria, pobre planificación, afectación de juicio y razonamiento y cambios afectivos. De las patologías subcorticales, desde el punto de vista neuropsicológico, las mejor conocidas son:

                            • Enfermedad de Huntington: Enfermedad neurodegenerativa hereditaria, de lento inicio sobre los 40 años. El signo más conocido es la realización de movimientos involuntarios en las extremidades y falta de coordinación. Los síntomas cognitivos más importantes son dificultad de atención/concentración, problemas al planificar/organizar actividades y declive de memoria.

                            • Enfermedad de Parkinson: Enfermedad neurodegenerativa cuyo rasgo más importante es el trastorno de movimiento, y que el 30% de las personas afectadas tienen signos de demencia.

                                • Comparación de la memoria en las demencias corticales y subcorticales

                                • Memoria explícita

                                  Memoria implícita

                                  Amnesias

                                • La afectación de la memoria episódica es menor en demencias subcorticales que en la enfermedad de Alzheimer. En las demencias subcorticales destaca la memoria primaria intacta, el reconocimiento cercano a la normalidad, menos intrusiones.

                                • En demencias subcorticales se aprecia un nivel de ejecución menor en pruebas de recuerdo libre que en reconocimiento. La capacidad de reconocimiento en estas demencias es mayor que en el Alzheimer, lo que señala que el nivel de almacenamiento esta reservado, no así la capacidad de recuperación de la información.

                                • Mayor incidencia de intrusiones en el Alzheimer que en las demencias subcorticales en pruebas e recuerdo libre demorado.

                                • El aprendizaje de habilidades motoras está mejor preservado en enfermos de Alzheimer que en demencias subcorticales como la enfermedad de Huntington, por la afectación de los núcleos basales.

                                • El efecto de preparación o priming esta menos afectado en las demencias subcorticales que en las corticales.

                                • Amnesia retrógrada: la sufren tanto los de demencias subcorticales como los de demencias corticales, aunque los enfermos de Alzheimer la presentan más grave, por problemas ara codificar y almacenar información. Los enfermos de Huntington tiene problemas para recuperar información del pasado remoto o reciente.

                                • Amnesia remota: Los enfermos de Alzheimer suelen recordar mejor los acontecimientos más remotos que los más recientes, porque, al tener la enfermedad una evolución lenta, desde su aparición la persona puede mostrar dificultades para codificar nueva información y recordarla posteriormente. Según se evalúe esta amnesia con pruebas de recuerdo libre o de reconocimiento, las diferencias son mayores; el nivel de reconocimiento en el Alzheimer es mejor que el de recuerdo libre.

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Enviado por:Nere
Idioma: castellano
País: España

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