Psicología
Psicoanálisis de los cuentos de hadas; Bruno Bettelheim
PSICOANALISIS DE LOS CUENTOS DE HADAS
De Bruno Bettelheim
1º Bachillerato A
INDICE:
ASPECTO FORMAL...........................................................................................(p.3)
ANÁLISIS TEMÁTICO...........................................................................(p.4 - p.10)
CRITICA PERSONAL............................................................................(p.11 - p.12)
BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................(p.13)
Aspecto formal:
1.1
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Titulo: Psicoanálisis de los cuentos de hadas
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Autor: Bruno Bettelheim
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Edición: Ares y Mares
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Fecha de publicación: año 1977
1.2
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Tipo de obra: Novela pedagógica
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Estructura formal: dividido en dos partes; la primera, es una descripción de los aspectos psicoanalíticos del desarrollo de los niños en la infancia, y en la segunda, los expone en los cuentos de hadas y mitos.
Análisis temático / contenidos:
2.1 Contexto histórico de la obra, biografía del autor y repercusiones:
La infancia de Bruno Bettelheim transcurrió durante el reinado del emperador Francisco José en Viena, donde las condiciones en las que vivían los judíos eran bastante mejores que en otros lugares de Europa, como familia Bettelheim.
Su padre era un hombre enfermo, por lo que tuvo que renunciar a su carrera humanística para cuidar a la familia, no obstante luego pudo asistir a cursos de Historia del Arte y obtuvo una Licenciatura en Filosofía.
Al poco tiempo, Bettelheim fue llevado a un campo de concentración. Su libertad fue comprada antes de que la Segunda Guerra Mundial comenzara. Todavía no se habían desarrollado del todo los campos de exterminio y, gracias a los oficios de su familia, pudo ser liberado. Inmediatamente pidió asilo en Estados Unidos, donde creó su currículum en el que hacía gala, entre otras cosas, de una gran experiencia como terapeuta de niños autistas, y de su vinculación con Freud y con el círculo freudiano. También dirá que fue su enorme prestigio el que hizo que el embajador de Estados Unidos y la propia Eleanor Roosevelt intercedieran ante los nazis para obtener su liberación.
En 1942, Bruno Bettelheim publicó un artículo en el que revelaba las terribles crueldades de los nazis en los campos de concentración, cosa que se sospechaba, pero de la que nadie hablaba en voz alta y tal vez tampoco terminara de creer. Pero cuando terminó la guerra, y se supo de Auschwitz y de los seis millones de judíos asesinados por los nazis, el testimonio de Bettelheim se volvió realidad , en 1945, le ofrecieron la dirección de una escuela para niños gravemente perturbados. Escribió libros acerca de la psicología normal y anormal de los niños, por lo que obtuvo gran respeto a lo largo de su vida.
En Estados Unidos, en la década de los 50, coexistían dos figuras contrapuestas: la Bettelheim y la del pediatra Benjamin Spock. Mientras éste predicaba la libertad y criticaba las posturas autoritarias en la educación de los niños, Bettelheim afirmaba la puesta de límites y el ejercicio de la autoridad (y los cuentos de hadas).
Bettelheim defendió la importancia de los cuentos de hadas en la constitución subjetiva. Después de la guerra, Estados Unidos comenzó a imponer el modelo cultural del American way of life. Esta receta de la felicidad, que Estados Unidos comienza a construir después de la guerra, hizo que el psicoanálisis perdiera importancia. Sin embargo, Bettelheim nunca dejó de escribir sobre la guerra y sobre la muerte (como supresión del conflicto). Se trata de la primera idea de Freud, la reducción a cero de las tensiones. Para el psicoanálisis, si no hay conflicto psíquico no hay vida psíquica.
Su suicidio en 1990 (por asfixia, con una bolsa de plástico) causó un profundo impacto, dada su permanente apuesta en favor de la vida, desde su testimonio sobre los campos hasta los cuentos de hadas. Poco después fue muy criticado, mayormente por ex pacientes de la Escuela Ortogénica.
Bettelheim estaba convencido de que el autismo no tenía ninguna base orgánica, sino que era originado por madres frías y padres ausentes. Su punto de vista ahora se considera erróneo, debido a algunos avances de la neurología en términos de autismo. Bettelheim escribió un libro titulado “La fortaleza vacía”, donde hablaba acerca del autismo.
Todo este tiempo en campos de exterminio durante la segunda guerra mundial junto con sus vivencias personales y estudios, hicieron una gran huella en su personalidad lo que se plasmó notablemente en sus libros.
2.2 Antecedentes:
El significado de los cuentos de hadas ya fue pronosticado por los poetas, que al igual que Schiller tuvieron influencia de los filósofos como Kant y Rosseau y escritores como Shakespeare, Lessing y Klopstock.
Los temas tratados en el momento versaban sobre la relación entre la naturaleza animal y la espiritualidad del hombre, el arte trágico, la dignidad, la belleza, la poesía, etc que influyeron notablemente en los escritos y estudios posteriores.
Los antecedentes en Psicología son:
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las corrientes filosóficas del siglo XIX: dualista, empírico experimental, sensacionista y asociacionista;
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la Fisiología: ley de la conducción nerviosa y del arco reflejo, la transmisión del impulso nervioso y la frenología;
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otras ciencias, en la medición de los tiempos de reacción, el umbral sensorial y los métodos psicofísicos;
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la biología en la teoría de la evolución de Darwin-Spencer,
La psicología adoptó progresivamente las técnicas del método científico inductivo desde las perspectivas de la psicología comparada, evolutiva, diferencial y adaptativa.
2.3 Resumen de la obra:
La obra nos muestra como los cuentos de hadas (relatos imaginarios), nos ayudan a desarrollarnos internamente. De ellos se puede aprender mucho más de los problemas internos de los seres humanos y sobre la búsqueda de soluciones correctas a problemas con los que nos podamos encontrar, a partir de otro tipo de historias.
La misión de los cuentos (contribuir al crecimiento interno del niño), será plenamente efectiva cuando éstos son lo suficientemente atractivos como para que el niño se comprometa con ellos y así comenzar el proceso de crecimiento( nos convence por el atractivo resultado de los sucesos, que nos tienta, y por el llamamiento que hace a nuestra imaginación. Además algunos, como La Cenicienta, bajo el contenido básico y superficial se encuentra una complejidad subyacente lo que hace despertar un mayor interés).
Este proceso comienza con la lucha hacia los padres y el temor a la madurez y finaliza cuando el adolescente adquiere una madurez moral (discernir de la bondad de las situaciones, actuaciones, etc) y una independencia emocional (ser capaz de identificar y mostrar tus propios sentimientos) en el caso de los cuentos morales y confianza en uno mismo para llegar a conseguir deseos que en principio parecen inalcanzables, en el caso de los cuentos amorales.
Los cuentos son terapéuticos porque el lector encuentra sus propias soluciones mediante la repercusión que la historia tiene en su propia vida.
El libro nos indica que los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, preconsciente e inconsciente, ya que éstos tratan problemas humanos universales y estas historias calan en el niño, concretamente en su pequeño yo en formación, estimulando su desarrollo y al mismo tiempo liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones.
Los cuentos de hadas transmiten a los niños que la lucha ante las dificultades de la vida son inevitables y por ello debemos aprender a superarlas con éxito, no a evitarlas y no como ocurre en los cuentos modernos, en los que se evitan los problemas existenciales que nos ayudan a nuestro desarrollo personal.
También hay que tener en cuenta que la contribución de los cuentos depende de la edad, sexo y estadio de desarrollo que posee el niño e incluso del énfasis que se le otorga al relato de la historia.
Nos ayudan a realizarnos en las distintas etapas o periodos, mediante símbolos y personajes prototípicos que llegan en primera instancia al subconsciente del niño, a través del cual él lo asimilará dependiendo de su estado psicológico y necesidades. Además estos permiten al niño expresar y superar sus temores, ayudándole a no basarse en el principio del placer y actuar conforme al yo según lo aprendido en los relatos, tanto positivo como negativo.
En los mitos (el de Edipo, Hércules, Teseo, etc) el sentimiento principal es único (no habrá ocurrido a ningún otra persona ni de ningún otro modo, y los héroes míticos se presentan sobrenaturales, lo que ayuda a que el niño se sienta menos abrumado) y se presentan hechos que se describen como tal (naturales), al contrario que en los cuentos de hadas (personajes tipificados que se repiten en las historias, relatos parecidos con casi las mismas intenciones, etc) y estos se muestran como fantásticos e improbables. Y el cuento de hadas no nos enfrenta directamente ni nos dice abiertamente qué es lo que hemos de escoger, sino que ayuda a los niños a desarrollar su conciencia a través del contenido de la historia. Además el final es contrapuesto, pues en los mitos es trágico y pesimista, y en los cuentos de hadas feliz y optimista.
Aclarando que ellos realmente no son admonitorios (como podría ser una fábula), es decir, que estos no nos provocan una gran ansiedad para que esta nos haga actuar de modo correcto con el fin de no perjudicarnos. Estos proyectan una personalidad ideal que actúa con las demandas del super-yo, mientras que los cuentos de hadas representan una integración del yo que permite una satisfacción adecuada de los deseos del ello.
Al plasmar en imágenes fantásticas lo que el niño experimenta en su interior, la historia consigue que el niño la vea como una cualidad de verdad.
Las historias de los cuentos de hadas se podrían dividir en dos grupos: el grupo en el que el niño reacciona sólo de modo inconsciente a la vedad inherente del relato, sin poder verbalizar sus impresiones; y el otro en el que el niño capta, a nivel preconsciente o consciente el verdadero sentido y por lo tanto puede comentarlo, aunque en realidad no quiere manifestar lo que sabe.
En el cuento de “El pescador y el Genio” el niño aprende la necesidad de poseer una buena tolerancia a la frustración, que debemos mantener una buena capacidad de esfuerzo y no tirar la toalla a la primera de cambio y por último que si utilizamos bien nuestros propios recursos y medios, siendo astutos, conseguiremos las metas que nos propongamos.
La asimilación de “los tres cerditos” supone para el niño el aprendizaje de las ventajas del crecimiento intelectual y físico, así como que debemos estar alerta y esforzarnos para conseguir una recompensa, aunque ésta sea a largo plazo.
En “la reina de las abejas” el niño aprende a distinguir el concepto de equidad, dando lo que corresponde a cada uno. Por otro lado aprenden que pueden llegar a ser héroes a través de la cooperación con otras partes implicadas, en este caso con los patos, hormigas y abejas.
En el cuento de “los dos hermanitos” representa la manera de integrar la personalidad de una forma diferente a la reina de las abejas. El niño aprende a reconocer sus procesos internos y así aclarar la confusión producida por una dualidad. Por último el niño aprende a adaptarse ante situaciones novedosas, bien sean negativas (el abandono de la casa paterna) bien positivas (la creación de la propia familia).
“Simbad el marino y Simbad el cargador” ayuda al niño a conocerse mejor interiormente y le hace ver las ventajas que obtenemos cuando integramos los aspectos discordantes de nuestra personalidad. No obstante destacar que al formar parte de “Las mil y una noches” el lector se siente decepcionado al no tener el final esperado. Está realizado así para dar continuidad a las siguientes noches.
“Los tres lenguajes” aporta al niño la visión de la evolución personal hasta llegar a la adolescencia, etapa en la que tiene que aprender a pensar, sentir y luchar por uno mismo, comprendiendo todos los elementos del mundo (tierra, agua y aire) y de nuestro interior (ello, yo y super yo).
En el cuento de “Las tres plumas” se desprende el aprendizaje del aprovechamiento de los recursos cuando somos capaces de atender a nuestro inconsciente. Pese a que un niño inteligente se encuentre en un entorno que le trata como a un inútil, saldrá victorioso ante situaciones novedosas para él utilizando sus recursos.
“La guardadora de gansos” enseña al niño el aprendizaje de ser uno mismo para conseguir plena autonomía y construir su propio destino.
2.4 Introducción de los cuentos y estudio de personajes:
Los personajes expresan las naturalezas dispares de las tres instancias psíquicas
(ello, yo y super-yo) encarnadas en personajes diferentes: un hada buena que representa los pensamientos generosos; los impulsos destructivos del niño son concentrados en una bruja malvada; y sus temores, a través de un lobo hambriento.
Estos personajes o son buenos o son malos, no son ambivalentes, no son buenos y malos al mismo tiempo.
Incluso, muchas veces, uno de los padres es bueno y el otro es malo (es el caso de Hansel y Gretel, o de Cenicienta, que se enfrenta a su madrastra, quien la somete a limpiar día y noche, mientras que su padre no se da cuenta de esa situación y ama a su hija incondicionalmente).
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CAPERUCITA ROJA:
Este cuento trata los deseos agresivos y sexuales en la pubertad, las pasiones humana, y la voracidad oral.
Gracias a la violencia que expone, ayuda a niño a entender que el mundo no es fácil, que para evitar lo que temes, debes enfrentarte a ello. También advierte de que si uno se guía por el principio del placer y su yo, acabará por encontrarse con las consecuencias.
Este contrapone madurez oral del niño controlado con los instintos principales.
La niña necesitaba temporalmente desviarse del camino recto, desafiando a su madre y al super-yo, para alcanzar un estado superior de organización de la personalidad.
Caperucita roja perdió su inocencia infantil al encontrarse con los peligros que su deseos pueden acarrear.
Caperucita roja: es una niña encantadora e inocente, cuyo nombre proviene de la caperuza roja que siempre llevaba porque le sentaba muy bien, y además se la había hecho su abuelita con la que tenía un fuerte vínculo, ya que ésta en el cuento representa, aunque sin ser uno de los puntos de apoyo más importante, a su propia madre. Ambas dos son comidas por el lobo, hecho muy relevante ya que este es de gran impacto para el subconsciente de un niño.
Caperucita está dominada por el ello, a pesar de que se le advierte que no se desvíe de su camino y no se entretenga con las flores, ella no duda en hacerlo. Por una parte esto puede responder a que es infantil y despreocupada, además de que esta dominada como ya he expuesto antes por el ello, por lo que, como cualquier niño, tiene interés y curiosidad por las cosas. Pero por otro lado, se puede interpretar como que ésta no quiere llegar realmente a la casa de su abuelita. Hay que recalcar también que Caperucita sólo deja el principio del placer cuando, por ejemplo, no puede coger más flores, y es entonces cuando se da cuenta de sus obligaciones.
La casa de Caperucita no carece de nada, y ella, puesto que ha pasado ya la fijación oral, lo comparte todo con su abuelita llevándole comida.
El mundo externo no representa para ella un peligro.
Parece que está entrando en la pubertad, ya que, en unas ocasiones da la impresión de que quiere que la seduzcan (como cuando el lobo, aunque ella crea que es su abuelita, le pide que se meta en la cama con él), y en otras parece que le de miedo el enfrentarse a ello como acto de maduración (como cuanto se encuentra al lobo y le da la dirección de su abuelita, dando a entender que este se debe de ir con su abuelita porque es más madura que ella y puede afrontar lo que el lobo requiere). Esta nunca rechaza ni hace ningún movimiento para escapar u oponerse a ello.
Caperucita muestra algunos problemas cruciales que una niña en esa edad debe de resolver si las fijaciones edípticas siguen en el inconsciente, ya que harán que se enfrente a la posibilidad de ser seducida.
Tras haber sido sacada de la barriga del lobo, ya no es una niña y vuelve a la vida convertida en una doncella.
Caperucita roja externaliza los procesos internos del niño que ha llegado a la pubertad
Abuelita: es una señora mayor cariñosa y afable, aunque no es del todo cierto porque, para caperucita, ésta debería representar una figura sólida que la proteja y no lo hace, al contrario, cede a sus propias necesidades sin tener en cuenta lo que le conviene a la niña. Además la abuelita muestra su atracción hacia los hombres y se la transmite a Caperucita dándole una atractiva capa roja (que representa las emociones violentas, sobretodo de tipo sexual).
Cazador: Este representa la figura paterna, fuerte y responsable que salva a Caperucita y a la abuela de la tripa del lobo. Tiene gran importancia en el desenlace del cuento. Es un personaje atractivo tanto para niñas como para niños porque salva al bueno y castiga al malo. Este no se deja llevar por sus emociones, puesto que no mata directamente al lobo, sino que se controla y su yo vence a pesar de los impulsos de ello reprimiéndose y cortando con unas tijeras la barriga del lobo.
Lobo: es un animal mentiroso y egoísta.
Se come a la abuelita aunque ella aparentemente no le ha hecho nada, ni se ha comportado en el cuento de manera malvada, como para que este actúe de esa manera, por lo que se puede pensar que este lo hace con el fin de posteriormente poderse comer a Caperucita, ya que sino no hubiera podido. También existe una interpretación de que no se come a Caperucita en el bosque, porque primero quiere acostarse con ella.
No obstante, en otros cuentos se le trata como una metáfora por lo que pierde gran parte de su potencial ya que no deja nada a la imaginación.
Representa, además de la seducción masculina, las tendencias asociales y primitivas que hay dentro de cada uno de nosotros.
El lobo es la externalizacion de la maldad que el niño experimenta cuando actúa contrariamente a las advertencias de sus padres y se permite tentar o ser tentado en el aspecto sexual.
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LA BELLA DURMIENTE:
En este cuento se inicia en el adolescente un tiempo de descanso y pasividad, y se encuentra caracterizado porque ayuda a que éste no se preocupe por este lago periodo, ya que posteriormente llegará la pubertad (lo que significa vuelta a la actividad). AL igual que ocurre en el cuento de Blancanieves.
Al llegar e este estado, pierde su inocencia por lo que tendrá que aprender a tener seguridad y vencer sus temores y angustias (representadas, por ejemplo, por animales).
Además simboliza también la pasividad con respecto al sexo, es decir, que en él se da a entender que no hay que tener prisa respecto al sexo, y que no por esta espera las relaciones serán menos satisfactorias.
A parte de las connotaciones y símbolos sexuales, las asociaciones más importantes que representa en el inconsciente del niño se refieren a la menstruación(la “maldición”que sufre la muchacha y el muchacho aunque de distinta forma), observándose en el cuento al caer en un profundo sueño, que se produce como defensa a un contacto sexual prematuro. Al esta alcanzar la plena madurez sexual y, con ello, los 100años de maldición, estará lista para su pretendiente. Aunque este prolongado letargo también tiene otras connotaciones. Al igual que pasa en Blancanieves, que en el ataúd de cristal (o cama en el otro caso) este periodo que el adolescente sufre, es solo eso, un sueño.
Este produce en el niño, por un lado, el logro de la identidad y concordancia entre el ello, el yo, y el super-yo (en la edad temprana del niño), y por otra, una concepción mayor y más rica que se convertirá en el logro de la armonía con el otro para que ambos vivan felices (a partir de la pubertad).
Por lo tanto, este cuento trata, fundamentalmente, el desarrollo de una mujer (autorrealización, menstruación, enamoramiento, relaciones, etc.), en el que el punto culminante para esta es el periodo de letargo (sin el no llegara a conseguirlo).
La bella durmiente: es una adolescente, cuyos padres intentan detener su florecimiento sexual, aunque este se desarrolle inevitablemente, y se encuentra simbolizado en este cuento por todos los años que la muchacha se encuentra “dormida” (que son el proceso de maduración desde el despertar sexual hasta la unión con el príncipe. No obstante, hay que detallar que generalmente en los cuentos de hadas esta unión significa más bien una conjunción de mente y espíritu en la pareja, que una unión de deseo puramente sexual).
La madre: es un personaje verdaderamente importante, pues se representa como la(s) hada(s); está disociada en su aspecto bueno y malo.
La madre (o madrastra) se utiliza en el cuento como una representación del mal, con el fin de que este sea eliminado para que así se desarrolle el bien y, con él, la felicidad.
El príncipe: este es el amante que da el beso a la bella durmiente, el cual rompe el hechizo, produciendo el paso de doncella a mujer.
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LA CENICIENTA:
Trata la esperanzas y angustias que producen la rivalidad fraterna, en la que aparece el triunfo de la heroína rebajada por las dos hermanastras que abusan de ella.
En la Cenicienta, como en otros cuentos de hadas, permite explicar y aceptar los problemas que uno no desearía que existiera entre los hermanos, representados como hermanastros, aunque también puede generar sentimientos positivos, como en “los dos hermanitos”.
Además Cenicienta no recibe ninguna gratificación, cada vez se le exige más y más, por lo que es niño lo plasmará en su propio conflicto aunque la posición con sus hermanos no parezca dar motivo para ello.
Aquí se ve representado el complejo de Edipo, en el que la niña se siente celosa al no poder estar con su amante (padre).
Este cuento es tan simple como Caperucita, pues trata de los sufrimientos que la rivalidad fraterna origina, la realización de los deseos, del triunfo de todo lo humilde, del reconocimiento del mérito aunque se encuentre oculto (como en Cenicienta con harapos), de la virtud recompensada y del castigo malvado, aunque debemos añadir que a pesar de todo este contenido superficial se encuentran muchos otros detalles que ayudan a nuestras asociaciones inconscientes.
Esta historia pertenece, como ya e expuesto antes, al tipo de historias en las que el niño se jacta de los que se dice realmente en el cuento pero no quiere contarlo, ya que algunos niños al comienzo de leer la obra piensan que los que le sucede a Cenicienta se lo merece pues éstos opinan igual de sí mismos, aunque no quieren que nadie lo sepa y así en el desenlace, cuando la heroína sale airosa del conflicto estos esperan que les suceda lo mismo.
Uno de los mayores atractivos de este cuento es la confianza que nos da la sinceridad de Cenicienta, pues el niño, así, pretende que creamos en la suya.
Cenicienta: es degradada y menospreciada tanto por sus hermanas (rivalidad fraterna) como por su madre. Aunque no se nos muestre que quiera que desaparezca su madre o madrastra, la historia ya la plantea como la mala y el objeto que la tendrá que vencer para que, finalmente se desarrolle el final feliz.
Madrastra: esta se presenta como con dos dualidades: un personaje bueno, y malo.
El primero responde a que Cenicienta la ve como la madre que nunca murió, buena y bondadosa, y el segundo como la posterior mujer que engañó a su padre para casarse con él y la cual le amarga la existencia superponiendo sus principios y los de sus hijas (las hermanastras) a los suyos propios.
Hermanastras: la función de estos personajes es que el niño no se sienta culpable al desear que les ocurran las cosas malas que él desea a sus hermanastras, puesto que estará totalmente justificado al ser estas crueles y despiadadas.
Critica personal:
3.1 Ideas, teorías e hipótesis que aparecen en la novela:
La rivalidad fraterna consiste en un conjunto de sentimientos y sus causas inherentes. Al leer los relatos el niño siente maltratado, incomprendido, menospreciado, etc aunque en realidad este sabe que eso no se produce de manera tan desmedida (a como en Cenicienta). Además el triunfo de la heroína le ayuda a extraer sus esperanzas futuras y contrarrestar la penas al sentirse atacado por ducha rivalidad. Por ejemplo el tener que vivir entre cenizas simboliza la inferioridad respecto a los propios hermanos (sin tener en cuenta el sexo).
Esta rivalidad se produce por el temor de un niño a se comparado con sus hermanos por el hecho de no lograr el apoyo, amor y cariño de los padres.
Aparece también el narcisismo, que es el amor a sí mismo y la creencia de que es el centro de universo. Este es dañado cuando el niño se da cuenta de que la madre mantiene relaciones con el padre. Hay que resaltar que este se produce únicamente del varón hacia la madre, dado que de la niña con respecto al padre se denomina Complejo de Electra.
El principio del placer explica la externalizacion de las tensiones, descargando la líbido o el impulso de tipo sexual en un objeto que provoque satisfacción, eliminando la sobreexcitación y volviendo el equilibrio. Al desarrollarse el niño se ajusta a la realidad, dejando de lado la satisfacción inmediata de los deseos. Por ejemplo en Caperucita Roja la niña se detiene a recoger flores (principio del placer) y sólo cuando se da cuenta que no le caben más en las manos deja de hacerlo (principio de la realidad).
El fracaso del egocentrismo, la soledad y falta de afecto, la satisfacción del deseo (casa de chocolate) y el triunfo sobre el peligro (la bruja) están simbolizados en el cuento Hansel y Gretel; el complejo de Edipo, en Blancanieves; la pubertad en Caperucita roja; la rivalidad entre hermanos en La Cenicienta; el temor sexual en La Bella y la Bestia, y el incesto. El rey y la reina simbolizan a los padres, la flor al desarrollo sexual, y la casa a la seguridad y armonía en el hogar. El árbol simboliza la vida, el crecimiento, o la maduración física y psíquica del individuo.
El niño pasa por unas fases del desarrollo: la oral, la anal, la fálica (o complejo de Edipo), la del periodo de lactancia y la genital.
En relación a la obra la más destacada es la fase fálica o el complejo de Edipo.
Al principio del periodo edíptico, parece natural e inocente el querer sustituir al progenitor del mismo sexo con el fin de poder amar al del sexo contrario, pues un hay sentimiento de culpabilidad alguna. Los conflictos edípticos, que aparecen al finalizar el estadillo de desarrollo, hacen que el niño adquiera un valor de sí mismo en el que se ve como un ser que no se merece el cariño de sus padres puesto que sino estos no le habrían frustrado ni criticado por lo que entiende que debe ser un error suyo. Todas estas incertidumbres crecen y se hacen más profundas al desarrollarse socialmente, puesto que se ve obligado a cumplir normas, actuar contrariamente a sus deseos, cumplir exigencias, etc y estas últimas son generalmente propuestas por los padres, por lo que el niño sentirá más rabia hacia ellos y a su vez le aparecerán sentimientos de culpabilidad creándose un círculo vicioso. Al finalizar el periodo edíptico, el sentimiento de culpabilidad por sus deseos de encontrarse sucio (a no querer aceptar las exigencias de sus padres) y desaliñado, se une a la culpabilidad de querer sustituir al progenitor del mismo sexo en el cariño del otro.
3.2 Valoración personal:
A todos nosotros nos han contado alguna vez, por lo menos un cuento de hadas, como puede ser “Hansel y gretel” o “Los tres cerditos”; lo que nosotros nunca habríamos podido imaginar es qué influencia ejercían éstos en nuestra mente consciente e inconsciente, lo que, evidentemente, guía nuestras acciones. No obstante, jamás un niño deberá de enterarse del significado que para él produce, ya que al hacerlo éste pierde todo su valor, además de que es desagradable interpretar los pensamientos inconscientes de una persona y hacer consciente lo que ésta desea mantener en el preconsciente (elementos que por motivos tanto de miedo, problemáticos, difíciles, etc oprimen al niño por lo que este decide relegarlos al inconsciente).
Estos son verdaderamente importantes pues enriquecen su vida estimulando su imaginación, ayudándole a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones, a la vez que proporciona seguridad y esperanza que , junto al final feliz, se convierte en el gran compañero del niño.
Otro de los elementos fundamentales para el desarrollo de un niño, es la presencia de los padres, ya que , además de servir como los progenitores que proporcionan las necesidades básicas, son modelos de comportamiento en las primeras fases de muestro desarrollo (también debido a la herencia genética), y a través de estas presencias, y a medida que el niño crece, adquiere la capacidad de comprenderse a sí mismo y de comprender al mundo del que es parte.
Todos, o casi todos los cuentos, acaban por castigar al malo, y por consiguiente, premiar al bueno.
Puesto que un niño no es capaz de, por sí solo, mirar con optimismo y fuerza hacia el futuro encontrará un gran alivio al contar con la fantasía.
Problemas que nos parecen tan cotidianos como el control de esfínteres, vocabulario, el aseo, etc para el niño son “pruebas” que el niño debe pasar, y no debe frustrarse en el caso de, en un principio, no conseguirlo, pues él lo entiende como un sentimiento de inutilidad hacia sí mismo. Este es uno de los ejemplos que nos demuestra la falta de objetividad del niño.
Nuestra necesidad más urgente y difícil es encontrar significado a nuestras vidas, por tanto a la hora de educar a un niño, nuestra tarea es la de ayudarle a encontrar sentido en la vida. Para ello nos podemos ayudar de los cuentos de hadas. Como dice Bettelheim: “Para poder dominar los problemas psicológicos del crecimiento (superar las frustraciones narcisistas, los conflictos edípticos, las rivalidades fraternas, renunciar a las dependencias de la infancia, obtener un sentimiento de identidad y autovaloración, y un sentido de obligación moral), el niño necesita comprender lo que está ocurriendo en su yo conciente y enfrentarse, también, con lo que sucede en su inconsciente”.
El autor nos sugiere una visión más profunda de los cuentos y así encontrar en ellos claves que ayuden al adulto en la educación de un niño.
Desde mi punto de vista estos cuentos aportan más que una historia con la que entretenernos, favorecen el proceso evolutivo del niño, ya que gracias a la forma en la que los personajes se enfrentan a los sentimientos, el niño por imitación encuentra un vehículo para canalizar los suyos.
Como dice Jorge Bucay: “Los cuentos sirven para entretener, estimular y dormir a los niños, y para despertar a los adultos”
Bibliografía:
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Google (para buscar contexto histórico y antecedentes)
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Yahoo (para lo mismo)
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Enviado por: | Marta |
Idioma: | castellano |
País: | España |