Historia


Problemas sociales en Valencia durante los siglo XVI y XVII


BANDOLERISMO Y DEMÁS PROBLEMAS SOCIALES DE LA VALENCIA DE LOS SIGLOS XVI Y XVII

Cogiendo como referencia el libro “Valencia bajo Carlos II” se ha analizado cronológicamente los problemas más importantes: Moriscos, piratería turco-berberisca, el bandidaje y “les bandositats”, las medidas antiforales y el bandolerismo. La fuente principal de este libro es claramente los textos sacados de las diferentes pragmáticas, bandos y “cridas” que los sucesivos reyes virreyes fueron promulgando. Estas estaban plagadas de comentarios referentes a las cuestiones que hacían promulgar esos decretos y de ahí se han sacado multitud de citas interesantes.

EL AUTOR DEL LIBRO “VALENCIA BAJO CARLOS II”: Sebastián García Martínez.

Nació en Villena en 1942, profesor titular de Historia Moderna en la Universidad de Valencia, ViceRector de la Universidad Literaria y Director del Colegio Mayor Universitario Luis Vives.

A los veintiséis años publicó su primer libro "Els Fonaments del País Valenciá Modern" seguidamente a éste seguirían numerosos artículos y publicaciones sobre la historia del País Valenciano bajo el reinado de los Austrias. Estudios como "Bandolers, Corsaris i Moriscos", "El Patriarca Ribera y la extirpación del erasmismo valenciano", "Valencia y la Casa de Austria" o su tesis doctoral "Valencia bajo Carlos II", son considerados por los expertos como referentes imprescindibles para conocer esta etapa de la historia del País Valenciano.
Sebastián García Martínez falleció en Valencia en Junio de 1986.

ESTADO DE LA CUESTIÓN________________________________________

No es comprensible todo lo relatado en este trabajo sin describir de una manera sucinta lo que estaba sucediendo a nivel general. En la España de los Austrias lo que más caracterizó a esta época fue el declive imperial de los siglos XVl y XVII. Desde que Colon descubrió las américas el comercio fue fluido hasta que estas empezaron a autoabastecerse lo que genero una bajada de precios en todo lo la península producía, en un principio para ellas. Generó crisis en el campo que no nos abandonará en varios siglos. La pirámide social era clara. Estaban los privilegiados, el clero, los pecheros y las clases más bajas entre ellos los moriscos. En el reinado de Felipe II las bancarrotas se sucedían y se empezaron a ver las primeras fisuras del imperio. Todo esto se canalizó en la crisis de 1568. Las causas de esta crisis fueron varias. Habían problemas de índole religiosos con los Hugonotes de Francia. Se intentó desde la corona que no entraran en contacto las gentes de la península con estas nuevas ideas religiosas aunque no fue posible. Los Bandoleros que después de acometer sus fechorías en Cataluña pasaban a Francia una temporada se impregnaron de estas ideas aunque no tuvieron mucho arraigo. Encontramos también la amenaza de invasión de la escuadra turco-berberisca que obligó a fortificar en muchas ocasiones las localidades costeras. Este problema se zanjó definitivamente en 1580 con la paz entre estas dos potencias la española y la otomana. Además teníamos el problema morisco. Una de las cuestiones que ayudaron a su expulsión fue las posibles revueltas que podían provocarse en los demás reinos de la península a continuación de la revuelta grandina de las “Aljamas”.

Problemas externos como los continuos conflictos con los países bajos y su pretensión de independencia. Las guerras de religión en Francia y el auge del protestantismo intervinieron en la instigación. Después del conocido “Viraje filipino” la política de la corona se volvió más absolutista. Siempre tendremos presente que también habían pugnas políticas internas como el problema de Antonio Pérez y Escobedo que se saldó con un Antonio Pérez en la corona de Aragón incitando a la revolución contra Felipe II. Ya con Felipe III comenzó la era del valimiento. El Duque de Lerma con este y el Conde-Duque de Olivares con su hijo Felipe IV. Este primer privado atrajo la corona hacia el reino de Valencia lo que supuso una fuerte carga económica a la endeble huerta valenciana.

Es importante nombrar a algunos de los virreyes, los más importantes que ha tenido Valencia y que salen expuestos en este libro. (Colocados por orden cronológico):

Duque de Segorbe (1559-1563); Benavente (1567-1570); Virreinato interino de Luis Ferrer (1570-1572); Marqués de Mondejar (1572-1575); Vespasiano Gonzaga (1575-1578); Duque de Najera 1578-1581); Aytona (1581-1594); Don Francisco de Borja (1635-1640); Duque de Arcos (1642-1645); Fray pedro de Urbina (165-1652); Duque de Montalvo (1652-1659); Marqués de Camarasa (1659-1663); Don Vasilio Cartellvi (1663-1664); último virrey de Felipe IV; Marqués de Leganés (padre e hijo: 1666-1668)

Generalmente estos virreinatos eran de tres años aunque hay casos como el virrey Aytona que este período se prolongó. Los virreyes estaban a las ordenes del Rey y hacían cumplir las demandas de la corona. A lo largo del libro se hacen referencia a multitud de “Cridás”, “pragmáticas” y “Bandos”. Estas salían del monarca y los respectivos virreyes las imponían a la población. La temática de estas era muy variada. En este libro sólo hacen referencia a todo lo que tenga que ver con bandoleros, defensa de la costa, sobre los moriscos ( donde se limitaban sus movimientos), vagabundos, bandidaje, el juego, control de forasteros, bandidos, armas blancas y de fuego como “els pedernals”, “bandositats”,

Para resumir todo lo contenido en este libro (en mi caso un capítulo de un libro mucho más extenso) haré una serie de apartados con un tema único que contendrán las informaciones más relevantes. Cada apartado estudiará un problema que atormentó a los diferentes reyes y a sus virreyes.

PROBLEMA CON LOS MORISCOS O CRISTIANOS NUEVOS_____________

El problema que tuvo la sociedad de la época de Felipe lll y los consiguientes reyes fueron entre otros lo moriscos (RAE: 2. adj. Se dice del moro bautizado que, terminada la Reconquista, se quedó en España.). Todos los apartados que estudiaremos a continuación estuvieron muy relacionados con este grupo de cristianos nuevos. Desde que los reyes católicos acabaron por expulsar a los musulmanes en su último bastión en la península, Granada en 1492, los que se quedaron fueron un problema continuo. Pertenecientes a la clase más baja, generalmente ubicados en el campo, fueron utilizados, por ejemplo, por los hombres con poderes para sus cuadrillas e incorporados también en las filas del más castizo bandolerismo montañés.

Las implicaciones de la cuestión morisca sobre el bandolerismo y la piratería ilustraban el grado de peligrosidad efectiva de esta minoría marginada. Además pesaba sobre la conciencia de los gobernantes un posible pronunciamiento de esta minoría siguiendo los pasos de sus correligionarios granadinos (Rebelión de las Aljamas) con la consiguiente preocupación de la monarquía. No es de extrañar que se repitieran los decretos hasta su definitiva expulsión por el Marqués de Caracena en 1609. Se les fue prohibiendo que salieran de sus pueblos de origen, cambiar de domicilio o de señor, circular cerca de la costa, embarcarse hacia Berbería (norte de África) o relacionarse con sus hermanos aragoneses y granadinos. Toda esta serie de prohibiciones culminaron con el desarme general de 1563. Como dice un autor que estudió la problemática morisca en estos años “ poco a nada resolvió el desarme como no fuese el haber aguzado la suspicacia de los moriscos en buscar nuevas armas y en vivir preparados esperando el momento de vender sus vidas a costa de mucha sangre” (Boronat, I, p,237).

Los moriscos eran un verdadero problema y queda reflejado en multitud de pragmáticas expedidas por la autoridad competente. Una pragmática de 1586 ponía de relieve la dura situación del país. (Véase: Garcia M, Sebastián, Valencia bajo Carlos II, p.96). Años después en 1595 surgieron rumores sobre la posible relación de los moriscos valencianos con los Ingleses aunque nunca fue probado ayudó a incrementar el temor a una revuelta de estos con ayuda inglesa. Cuatro años más tarde otra pragmática hacia referencia a las conexiones de los moriscos con el bandolerismo que en esos años asolaba las tierras valencianas con mucha dureza. Deberemos añadir a todo esto el problema de las armas. Se redactaron también muchos bandos referidos a este problema y su vinculación con una siempre posible revuelta. En esos años como veremos más adelante se mejoró y mucho la tecnología de las armas de fuego como las nuevas armas de “Pedrenyal” más manejables y con una mayor facilidad de esconder por parte de los que las portaban.

PIRATERIA TURCO BERBERISCA___________________________________

La hegemonía del imperio Otomano sobre el mediterráneo genero problemas hasta la “paz de echo” en la década de los 80´s. La posible invasión del vecino turco estuvo en las mentes de todos durante varias décadas. El 1542 se registraron multitud de incidentes con los otomanos y esto propició el cabotaje que reducía considerablemente la rapideza de los trasportes. Ya desde entonces se empezó desde la corona una fortificación de las costas en pos de repeler futuros ataques de la armada turca. Esta fortificación que estaba sufragada en parte por los impuestos de la seda fue realizada por el conocido arquitecto Antonelli.. Multitud de ciudades fueron asaltadas sin que el ejército pudiera hacer nada para evitarlo. En las cortes celebradas en Monzón en 1564 se trató ampliamente este tema. La pésima organización militar hizo que fueran las propias ciudades o incluso en algunas ocasiones la Generalitat la que se ocuparan de defenderse de estos constantes ataques. La dura campaña de saqueo que realizó un corsario muy conocido Dragut animó a la corona a fortificar la costa.

En 1559-1560 fue el esplendor de la escuadra otomana, además deberemos sumarle el desastre de “Djerba” y el naufragio del “Herradura”. Estos acontecimientos junto con la posibilidad de una invasión con ayuda de los moriscos peninsulares influenciaron al virrey Duque de Segorbe al conocido “Desarme general” de 1559. Las flotas de los conocidos piratas Pialí pacha y Barbaroja en 1558 generaron el pánico en las ciudades costeras. En la década siguiente se creó la Santa Liga junto a Venecianos y pontíficios para atajar el problema mediterráneo otomano. La ganada batalla de Lepanto en 1571 zanjó definitivamente este problema aunque se formalizo una “paz de echo” en 1581. También es verdad que los piratas argelinos no cesaron en su empeño de saquear la costa peninsular. No fue hasta 1587 cuando se resolvió definitivamente las vicisitudes mediterráneas entre estas dos potencias. Ya desde entonces la posible invasión otomana quedó descartada aunque los argelinos continuaran haciendo de las suyas.

BANDIDAJE Y “LES BANDOSITATS”_________________________________

Primero deberíamos definir el término Bandidaje. Este término es sinónimo de Bandolerismo que todos conocemos pero en este libro el autor lo ha equiparado a una variante muy concreta del bandolerismo. Lo que entendemos por bandidaje es el bandolerismo pagado por alguien para unas acciones muy concretas generalmente ajustes de cuentas. La zona en la que más relevancia y en la que más problemas causó fue en la comarca de la Ribera. Su composición nobiliaria ayudó y mucho a este echo.

Podríamos diferenciar dos tipos de bandidaje. El bandidaje aristocrático pagado por un noble para revolver algunas pesquisas pertinentes que le enfrentaban a otro noble o a otra familia. La segunda acepción es el bandidaje rural que se diferenciaba del otro porque este estaba pagado por un propietario de campo, por un noble menor. Dentro de estos asuntos podemos definir como “bandositat” la violencia ejercida por un pueblo hacia otro. Los motivos en ambos casos eran el mismo. Los nobles solventaban así sus diferencias. Estas estaban constituidas por “cuadrillas” de bandidos que a menudo estaba atestados de los sirvientes del señor, los moriscos. Podríamos poner como ejemplo el enfrentamiento entre el Señor de Albatera, Don Ramón de Rocafull, y la familia Masquefa entre 1547 y 1550.

El campo era la zona donde más adeptos recogieron estas cuadrillas debido primero a la crisis del campo ayudada por la tremebunda peste del año 1547 que diezmó a la mayoría de los campesinos y segundo porque las esperanzas puestas en que condiciones del campo mejoraran debido a la expulsión de los moriscos en 1609 se desvanecieron pronto. A comienzo del reinado de Felipe III la cuestión morisca se agrava y, por lo tanto, muchos campesinos no tienen otra opción que unirse a estas cuadrillas a cargo de la aristocracia. Aunque el auge del bandidaje se produjera después de dicha expulsión este ya estaba presente muchos años atrás aunque de menor intensidad.

Como ya se comentó en las cortes de Monzón de 1565 en las de 1585 también se hablará del problema de la criminalidad representado tanto por el bandidaje como por el bandolerismo propiamente dicho. Para intentar atajar lo inatajable se prohibieron en dichas ocasiones algunas armas que favorecían los actos violentos como pequeñas armas blancas o escopetas cortas. Las prohibiciones sobre estas fueron constantes en todos estos años aunque también es verdad que más bien no causaron mucho efecto.

MEDIDAS ANTI FORALES__________________________________________

Si hay una característica que defina las actuaciones de los diferentes virreyes, unos más que otros, son los de la consecución de una política marcadamente anti-foral. Los fueros son como dice la RAE: “4. m. Cada uno de los privilegios y exenciones que se conceden a una provincia, a una ciudad o a una persona”. En nuestro caso nos referimos a los privilegios concedidos al reino de Valencia. El primer caso alarmante de política antiforalista fue la llevada a cabo por Aytona (1581-1594) bajo el reinado de Felipe II. El corte absolutista de la política general seguida por el monarca era continuada por su virrey. Otro caso alarmante de antiforalismo fue el del Patriarca San Juan de Rivera aunque en este caso la implacariedad del virrey valió la pena porque redujo considerablemente el bandolerismo. A mediados de la centuria siguiente vemos también políticas duras como las de Fray pedro de Urbina (165-1652) y su sucesor el Duque de Montalvo (1652-1659).

Debiera ser comentado que respecto a esto ya en 1547 se creó una junta específica de contrafueros. Estaba formada por representantes de los tres estamentos el militar, el eclesiástico y el real. Se utilizaba para sacar a la luz infracciones producidas por los virreyes en materia foral. Estaba claro la constante tensión que surgía entre ambos. Su función tampoco trascendió a la mera denuncia ya que no actuó en muchas ocasiones.

También es interesante comprobar como el órgano judicial de la Valencia del siglo XVI y XVII. El Marqués de Caracena reestructuró la misma debido a que esta era poco eficaz contra su principal problema, el bandolerismo. Existía un bajo número de agentes que hicieran cumplir la ley y además no tenían casi ningún poder coercitivo. Esta real institución fue creada por Carlos I en 1543.

En las cortes de Monzón de 1563 esta audiencia se dividió en dos salas, la de lo penal y la de lo civil. Justo dos años antes de la expulsión de los moriscos en 1609 la sala de lo civil se dividió en dos. En multitud de ocasiones esta era utilizada como órgano consultivo y asesor del virrey.

BANDOLERISMO_________________________________________________

Este es el mal endémico del reino de Valencia casi desde sus inicios como reino. El nivel de bandolerismo en estos dos siglos fue fluctuando dependiendo de múltiples factores. El principal fue la política seguida por el virrey de turno. Algunos de ellos protagonizaron una auténtica batalla a muerte. San Juan de rivera, Astorga y Aytona fueron tenaces luchadores contra el bandolerismo en cualquiera de sus versiones. Aytona freno la auge del bandolerismo pero no importó porque este se revivió después de épocas de represión. A Felipe II no le importó ser absolutamente antimoral para intentar erradicarla. Dirigió una política represiva con la que obtuvo sus frutos. Aunque también hay que decir que este fenómeno nuca fue aplastado del todo. Con la coronación de Felipe lV el bandolerismo volvió a resurgir

Estos generalmente iban en cuadrillas vagando principalmente por las montañas. Hasta después de la expulsión de los Moriscos en 1609 la lacra del bandolerismo no se dejó sentir en la huerta valenciana. La zona más afectada por esta plaga estaba enclavada en el Ducado del Duque de Gandia.

En las ya famosas cortes de Monzón de 1564 se trataron temas referidos a la crisis social del país producido por el auge del bandolerismo, por la agravación de la cuestión morisca y por el aumento de la criminalidad en general. Poco después sobrevino la también conocida crisis de 1568 donde nos encontrábamos un país con problemas externos como las revueltas de los países bajos o las guerras de religión contra Francia (Hogonotes). Además problemas internos como la sublevación de las Aljamas en Granada y el temor de una invasión otomana. Todos estos problemas también propiciaron el descuido por parte de la corona de la costa haciendola más vulnerable a incursiones turcas en las localidades de la costa.

Con el ya comentado problema de las armas diremos también que la prohibición de llevar armar de ciertas característica también perjudico al clero. En más de una ocasión estos se quejaron porque decían que no podían defenderse de los asaltadores de caminos y de los malhechores. El desarme general perjudicó también a los no bandoleros. La cuestión morisca está muy relacionada con las actividades bandoleras debido a que en muchas ocasiones estos se unían fácilmente a una de estas cuadrillas debido a su precaria situación económica.

Hubieron en nuestras comarcas verdaderos “caps de cuadrilla” famosos como Xolvi, Alapont, “lo dotoret” y el más famoso Josep Artús que puso en jaque al virrey Astorga durante mucho tiempo. En estas fechas se incrementó la persecución de estos bandoleros e incluso la recompensa subió como la espuma para que un acuadrillado delatara al “cap” de turno. Deberemos sumar a esta incompetencia de la audiencia en la búsqueda de bandoleros a que el número de asalariados “blaus” eran claramente insuficientes.

VALORACIÓN PERSONAL_________________________________________

En muchas ocasiones algunos libros pecan de científicos. Parece que estén escritos solo para eruditos e iniciados en el tema pero no debería ser así. El texto que he leído (un capítulo de un libro más largo) creo que también cae en este error. Este tipo de libro especializados en un tema muy concreto y que posiblemente no guste a la mayoría deberían ser más divulgativos. Una lectura de un tema muy concreto si es ágil se agradece. En ciertas partes de que lo que he leído se me han hecho muy pesadas debido al carácter muchas veces demasiado legalista (centrado en disposiciones política que bien podrían haber sido resumidas como en otras partes del texto). Se expresaba mejor de un tema cuando venía a colación de otro tema (a modo de resumen). La extensión máxima de este trabajo se me ha quedado corta hay muchas cosas que se han quedado en el tíntero. En fin, aunque haya sido algo pesado (en algunas partes más que en otras), me ha parecido muy interesante todo lo aquí expuesto. El saber no ocupa lugar pero si tiempo…

BIBLIOGRAFIA___________________________________________________

-García Martínez. Sebastián: “Valencia bajo Carlos II” Ed, Ayuntamiento de Villena. 1991

-Páginas web : www.artehistoria.com; www.cervantesvirtual.com

-Ramos Vicent, Pilar: “Reyes y reinas de España”. Ed, Centro superior de cultura española.2004. Pp.110




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Enviado por:Tunante
Idioma: castellano
País: España

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