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Primeros auxilios
CONCEPTO DE PRIMEROS AUXILIOS.
Los primeros auxilios son todas aquellas medidas o actuaciones que realiza un auxiliador, en el mismo lugar donde ha ocurrido el accidente y con material prácticamente improvisado, hasta la llegada de personal especializado. Los primeros auxilios no son tratamientos médicos, son acciones de emergencia para reducir los efectos de las lesiones y estabilizar el estado del accidentado. Esto último es lo que le concede la importancia a los primeros auxilios, de esta primera actuación va a depender en gran medida el estado general y posterior evolución del herido.
En una urgencia, pueden tener que aplicarse uno de estos dos tipos de primeros auxilios:
primeros auxilios emergentes: en los que existe peligro vital para la vida del accidentado, estas son: una parada cardio-respiratoria, la asfixia, el shock, las hemorragias importantes y los envenenamientos graves.
primeros auxilios no emergentes: en los que no existe dicho peligro, por ejemplo: una fractura en un brazo, dolor abdominal, etc.
Por tanto, una emergencia es una urgencia en la que existe una situación de muerte potencial para el individuo sino se actúa de forma inmediata y adecuada.
Concluyendo, en las urgencias (sean o no emergencias) los primeros auxilios juegan un papel importante para el estado posterior del individuo.
PRINCIPIOS EN LA ACTUACIÓN DE PRIMEROS AUXILIOS.
PRINCIPIOS BÁSICOS.
Todo socorrista en sus actuaciones debe conocer y aplicar siempre en este orden los siguientes principios básicos:
1º. PROTEGER, en primer lugar, a él mismo y después a la víctima. Podemos evitar nuevos accidentes, si señalizamos el lugar del accidente. SÓLO si hay peligro para el accidentado se le desplazará, manteniendo recto el eje cabeza-cuello-tronco.
2º. AVISAR, llamar al número de emergencias y dar el número y estado aparente de los heridos, si existen factores que pueden agravar el accidente (caídas de postes eléctricos) y el lugar exacto dónde se ha producido el accidente. Saber que de la información que nosotros demos, va a depender tanto la cantidad como la calidad de medios humanos y materiales, que allí nos lleguen.
3º. SOCORRER. Esta es la finalidad principal de los primeros auxilios, pero para hacerlo correctamente previamente hace falta realizar la evaluación del herido.
PRINCIPIOS GENERALES
Primero: Estar tranquilo, pero actuar rápidamente.- Con tranquilidad se da confianza a la víctima y a aquellos que se encuentren cerca. Los testigos suelen tener miedo, con frecuencia pánico o están sobreexcitados. El auxiliador ha de dar ejemplo mostrando su tranquilidad.
Segundo: Hacer una composición de lugar.- Cuando se llega al lugar del accidente no se debe comenzar a actuar curando al primer herido que se encuentre. Pueden haber otros heridos más graves y que, por tanto, necesiten atenderse en primer lugar. Hacer, pues, un rápido examen del lugar. Debe intentarse saber si existen heridos ocultos. Hay que darse cuenta también de las posibles fuentes de peligros que aún existan: amenaza de derrumbamiento, ruptura de canalizaciones de gas o de agua, fuego, etc.
Tercero: Mover al herido con gran precaución.- Jamás se cambiará de sitio al accidentado antes de cerciorarse de su estado y haberle proporcionado los primeros cuidados. Además, un herido grave, no debe ser movilizado excepto por estas tres razones: 1) para poderle aplicar los primeros auxilios; 2) evitar el agravamiento de sus heridas; y 3) protegerle de un nuevo accidente.
Cuarto: Examinar bien al herido.- Investigar si respira, si tiene pulso, si está consciente, si sangra, si tiene una fractura, si presenta quemaduras, si ha perdido el conocimiento. Estar bien seguros de no haber dejado escapar nada.
Quinto: No hacer más que lo indispensable.- Si se intentan hacer demasiadas cosas, se retrasará el traslado de la víctima. El papel del auxiliador no es el de reemplazar a los servicios sanitarios, sino que se ha de limitar a proporcionar aquellas medidas estrictamente necesarias para un correcto transporte del herido.
Sexto: Mantener al herido caliente.- Evitar, no obstante, un calor excesivo, manteniéndole a una agradable temperatura. Si hace frío, todo el cuerpo debe ser calentado; para ello lo mejor será envolverlo en una manta.
Séptimo: No dar jamás de beber a una persona inconsciente.- En este estado no podrá tragar y existirá peligro de ahogarla al penetrar el líquido en las vías aéreas. Si la víctima conserva la consciencia y no presenta una herida profunda en el vientre, se le puede dar de beber, lentamente, y solo a pequeños sorbos. No darle alcohol, es preferible café o té caliente, sobre todo si hace frío.
Octavo: Tranquilizar a la victima.- El accidentado tiene miedo. Hay que hablarle ya que está angustiado; el curso de su vida se ha visto truncado bruscamente y padece por los que le acompañan o por su familia. Hay que tranquilizarle, calmar sus temores y levantarle el ánimo. Hay que decirle que hay gente cerca que se ocupa de él, que los servicios de urgencias han sido avisados y que vendrán pronto. No se le debe dejar ver su herida.
Noveno: No dejar nunca solo al accidentado.- El estado del mismo puede gravarse en un corto espacio de tiempo.
LA RESPIRACIÓN.
La frecuencia respiratoria normal es de 16 a 20 R.P.M. (se cuenta como una respiración la suma de inspiración y espiración). El aumento de dicha frecuencia, o taquipnea se produce de manera fisiológica tras el ejercicio o la excitación; igualmente, la permanencia en alturas considerables o en grandes profundidades acelera el ritmo respiratorio. Dado que la respiración normal depende de muchos factores, son muchas también las posibles causas de disnea: la falta de oxígeno en el aire, la falta o escasez de hemoglobina en la sangre, la obstrucción de las vías respiratorias, etc.
PULSO: MANERA DE APRECIARLO Y DATOS QUE SUMINISTRA.
El pulso es la trasmisión a todas las arterias del organismo del impulso cardíaco sistólico, esto es, durante la contracción del corazón. Por ello, puede ser apreciado en cualquier parte del cuerpo en que exista una arteria cerca de la superficie de la piel y, mejor aún, si descansa sobre el plano duro de un hueso.
La arteria más utilizada para valorar el pulso es la radial, localizada en la parte externa de la cara anterior de la muñeca. También puede explorarse en la carótida, a ambos lados de la gargantaPor la facilidad de su localización y por su importancia, al informarnos sobre la irrigación sanguínea cerebral, el pulso carotideo es el que debemos valorar en una situación de primeros auxilios. Éste se debe buscar a la altura de las arterias carótidas situadas superficialmente a ambos lados de la linea media del cuello. El auxiliador procederá de la siguiente forma:
- Se colocará al lado de la víctima;
- Situará los dedos indice y medio en la linea media del cuello (a la altura de la
laringe), deslizándolos unos dos centímetros a uno de los lados y
- Presionará con los dedos suavemente, intentando localizar el pulso.
Conviene señalar que NO se deben palpar ambas carótidas a la vez, puesto que si se interrumpe o dificulta el paso de sangre al cerebro, puede ponerse en peligro al herido.
Aunque tres son las características del pulso, a saber, frecuencia, ritmo y amplitud; a nosotros nos interesa fundamentalmente la primera. La FRECUENCIA normal del pulso es muy variable en un adulto sano. En reposo suele ser de 60 a 80 pulsaciones por minuto, con variedades de hasta 44 en individuos robustos y entrenados y de 90 a 100 en sujetos más débiles o nerviosos, así como en los niños.
PRESIÓN ARTERIAL: Información que aporta.
| SIGNOS | SÍNTOMAS |
HIPOTENSIÓN | Palidez Vómitos Taquicardia Dificultad para hablar Sudoración fría | Nauseas Mareo Somnolencia Calambres musculares Visión borrosa Sensación de "un vacío en el estómago" |
HIPERTENSIÓN |
| Dolor de cabeza intenso Mareo |
COLORACIÓN DEL ROSTRO.
Dentro de la normalidad existe una gran variación, de unos individuos a otros, en la coloración de la cara y de toda la piel del cuerpo. No obstante, en los estados patológicos, las alteraciones de la coloración, apreciadas con objetividad, pueden sernos muy útiles para el diagnóstico.
COLOR |
| SOSPECHAR: |
PALIDEZ | Piel y mucosas | - Hemorragia interna (si se presenta de forma súbita) |
| Solo piel | - Shock, lipotimia, sincope, frío y emoción. |
ENROJECIMIENTO | - Intoxicación por CO, gas del alumbrado y el ácido cianhídrico. - Insolación | |
CIANOSIS, desde rojo oscuro al amoratado | - Insuficiente oxigenación de la sangre | |
ICTERICIA, desde el amarillo al verde oscuro | - Alteración del hígado o vías biliares |
VALORACIÓN DEL ESTADO DEL ACCIDENTADO:
VALORACIÓN PRIMARIA
El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el paciente que pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador. Esta valoración ha de ser sistemática y precisa.
En una situación de urgencia, a pesar que la reacción instintiva de cualquier persona es emprender alguna acción, no se ha de caer en este error, pues la valoración primaria requiere pocos minutos y de su realización puede depender la vida del accidentado.
La valoración primaria se inicia con la primera impresión que el auxiliador tiene al ver al herido, que se forma a partir de lo que vemos y oímos, seguida de la evaluación primaria propiamente dicha, que consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo, resumidos en el ABC:
A.- AIRWAY ----------> Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los pulmones.
B.- BREATHING -----> Existencia de respiración espontánea.
C.- CIRCULATION --> Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorragias.
La alteración de estos tres puntos se da en la parada cardiorrespiratoria, que será tratada posteriormente.
VALORACIÓN SECUNDARIA
Sólo después de realizar la valoración primaria y las debidas actuaciones (reanimación cardio-pulmonar, apertura de vías, etc..), si las hubo, se realiza la valoración secundaria.
Ésta consiste en la valoración del estado del accidentado de pies a cabeza, tanto por delante, por detrás y por ambos laterales. Se han de buscar:
fracturas de miembros o de la columna vertebral,
golpes recibidos en la cabeza, tórax, abdomen y/o espalda que puedan producir hemorragias internas,
lesiones, contusiones, quemaduras, dolor, etc.
Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando obtener la mayor cantidad de información posible por si dejara de estarlo. Se anotaran, y posteriormente se trasmitirán a los servicios sanitarios, los siguientes datos:
-
Nombre y apellidos.
-
Edad.
-
Constantes vitales (pulso y respiración) .
-
Enfermedades que padezca o halla padecido.
-
Medicación que toma habitualmente (anticoagulantes, insulina,..).
-
Alergias a algún medicamento.
-
Si lleva algún informe médico encima.
-
Localización del dolor.
-
Hormigueos, "descargas eléctricas", entorpecimiento de las piernas.
-
Actuaciones de primeros auxilios realizadas y respuesta del paciente a ellas.
-
SI existe hemorragia la cantidad aproximada y el origen.
-
SI se está realizando la Reanimación Cardio-Pulmonar, tiempo desde la parada y tiempo que se está realizando la maniobra.
-
SI existe intoxicación por fármacos o productos tóxicos, cuándo y qué cantidad, y si hubo vómitos.
AHOGADOS
Ahogamiento por asfixia o por inmersión, se produce porque un medio líquido obstruye el paso del aire al interior de la vías aéreas. Hay dos clases de ahogamientos:
Ahogamiento seco: Se produce un espasmo de la glotis por laringoespasmo, por lo que el agua no llega al interior del árbol bronquial; también se denomina ahogamiento blanco, por el aspecto pálido de la víctima.
Ahogamiento húmedo: Hay aspiración de líquido a los pulmones tras la fase inicial de laringoespasmo, por estímulos de la hipoxia y la hipercapnia en el centro respiratorio de la Inspiración; se denomina ahogamiento azul y representa el auténtico cuadro de asfixia por inmersión.
Lo más importante es extraer a la víctima del lugar del ahogamiento e iniciar prontamente las medidas de reanimación.
La asfixia es el primer determinante de la mortalidad tanto temprana como tardía. Por tanto, el primer objetivo en la resucitación es establecer la circulación en el lugar del accidente.
Se deben iniciar las medidas para a la ventilación pulmonar, mediante las respiración boca-boca o la administración de altas concentraciones de oxígeno, si se dispone de él, incluso en los pacientes conscientes y sin aparente dificultad respiratoria.
Si no se aprecia latido cardíaco o pulso carotídeo, se debe pasar a una reanimación cardiopulmonar básica completa.
Los vómitos se dan en más del 50% de los ahogados durante la resucitación.
Es primordial la adecuada limpieza de la vía aérea antes de proceder a la ventilación y el manejo del paciente como si existiera lesión de la columna cervical.
También es muy importante tener en cuenta que en presencia de hipotermia, el tiempo convencional de límite de resucitación (30 minutos) debe ser ignorado hasta que la temperatura central supere los 30ºC. En niños los límites con respecto a la resucitación todavía son más prolongados. Las víctimas de ahogamiento que presentan hipotermia severa deben ser sometidos a una rápida y continuada reanimación hasta que se logre actividad cardiaca. La hipotermia hace extremadamente irritable el miocardio, por lo que es necesario en ocasiones, múltiples choques para revertir la fibirílaci6n hasta que la temperatura alcance los 33-35ºC. Las maniobras para drenar el líquido de los pulmones son ineficaces y potencialmente peligrosas; deberán ser abandonadas porque pueden provocar el vómito o la aspiración.
OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA POR UN OBJETO.
Cuando un objeto compromete la permeabilidad de la vía aérea compromete la vida. Las vías respiratorias se dividen en dos partes: altas y bajas. La boca, nariz , faringe y laringe constituyen las vías respiratorias altas. Traquea, bronquios y bronquiolos las vías bajas. Habitualmente las obstrucciones se localizan en las vías altas con lo que obstrucción es total. Una vez que el objeto pasa de la traquea, la obstrucción es parcial pues el objeto suele alojarse en el bronquio derecho, permitiendo la ventilación del izquierdo.
Si estamos presentes observaremos como la víctima lleva sus manos al cuello, signo universal de atragantamiento y asfixia. Si no estuviéramos presentes en el preciso momento del atragantamiento la observación del lugar puede darnos una pista de vital importancia.
NIÑO < 4 Años
En un niño menor de un año realizaremos la Maniobra de Heimlich adecuada a esta edad. Le colocaremos a horcajadas en el antebrazo del auxiliador, quién le dará cuatro golpes entre los omóplatos; en caso de fracaso, girar al niño sobre la espalda, con la cabeza baja y efectuar cuatro apretones sobre la parte anterior del tórax, en mitad del esternón.
NIÑO > 4 Años y ADULTOS
En un niño grande o en un adulto, realizaremos la Maniobra de Heimlich para estas edades. Esta maniobra pretende desalojar cualquier obstáculo de las vías aéreas mediante un brusco aumento de presión intra torácica. La maniobra de Heimlich tiene diversas modalidades según esté la víctima de pie o acostada.
* Si la víctima está DE PIE: el socorrista se colocará detrás de ella, colocando los brazos por debajo de los de la víctima. Seguidamente cerrará la mano alrededor del dedo pulgar en forma de puño, lo colocará horizontalmente con el dorso de la mano hacia arriba y el pulgar justo por debajo del esternón. La otra mano la colocará sobre el otro extremo del puño. En esta posición tirará bruscamente hacia él comprimiendo el abdomen en sentido ascendente varias veces seguidas.
* Si la víctima está SENTADA: el socorrista se colocará detrás de ella con las rodillas flexionadas para estar a la altura más correcta, y procederá como en el caso anterior.
* Si la víctima está EN EL SUELO: el auxiliador lo estira boca arriba, colocándose a horcajadas sobre sus muslos, con la palma de la mano encima del ombligo y la otra mano sobre la primera. De esta forma comprimirá hacia abajo y hacia la cabeza bruscamente varias veces. El auxiliador ha de colocar la cabeza de la víctima ladeada para facilitar la salida de objetos.
En todos los casos las maniobras pueden repetirse varias veces seguidas y acompañándose de la búsqueda y retirada de objetos de la boca.
Si todo esto no fuera suficiente o la víctima permaneciera inconsciente o tomara una coloración violeta practicaríamos varias insuflaciones con la intención de alojar el posible objeto en las vías bajas permitiendo una ventilación parcial. Si tras extraer el cuerpo extraño no respirara practicaríamos la R.C.P.
ACTUACIÓN: REANIMACIÓN CARDIO-PULMONAR (RCP).
La RCP es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una parada cardio-respiratoria, evitando que se produzca la muerte biológica por lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro). Pretendemos obtener un flujo sanguíneo suficiente para evitar la muerte cerebral.
Para realizar la respiración "boca a boca" o "boca a nariz" el accidentado debe estar tendido boca arriba. Extender el cuello, a ser posible, bajo los hombros una chaqueta o toalla. El auxiliador, arrodillado a la derecha de la víctima, cierra las fosas nasales (la boca en el caso de la técnica "boca a nariz") con el pulgar y el índice de su mano izquierda; con estos mismos dedos de su mano derecha le sujeta la mandíbula, tirando de ella hacia arriba, mientras el codo del brazo derecho descansa suavemente sobre el pecho del accidentado.
En esta posición el socorrista inspira profundamente, sella con su boca la del accidentado y le insufla el aire. A continuación, retira su boca para permitir el vaciamiento de los pulmones. Si existiera agua en los mismos la cabeza de la victima ha de estar lateralizada para facilitar la salida de la misma. En cada insuflación se comprobará que la ventilación es adecuada por: a) la elevación y descenso sucesivos de la pared del tórax (de 2 a 3 cm.); b) al oír y sentir como sale el aire al exhalarlo la víctima pasivamente; y c) al sentir el auxiliador en sus propias vías aéreas la resistencia de los pulmones de la víctima al expandirse.
Este movimiento completo debe repetirse con una frecuencia de 16 a 20 veces por minuto, es decir, al mismo ritmo de la respiración normal del socorrista. Si el inicio de este proceso no fuera acompañado de una rápida recuperación de la respiración espontánea, se habrá de valorar la posibilidad de una parada cardiaca. De confirmarse ésta, se pasaría al punto siguiente.
Circulación: Masaje cardiaco.
El masaje cardíaco debe aplicarse siempre que se observe falta de pulso y del latido cardíaco. Esta técnica se basa en la posibilidad de comprimir el corazón contra la columna vertebral, ejerciendo presión sobre el tercio inferior del esternón Con ello obligamos al corazón, que se encuentra parado y con sangre en su interior, a expulsar la sangre y a llenarse después, alternativamente, como si se realizara una contracción activa.
Una vez comprobada la ausencia de pulso y de latido cardíaco se tumba al accidentado boca arriba, sobre un plano duro. El socorrista, arrodillado a la derecha del accidentado, localizará la punta del esternón y colocará el talón de una de las manos dos dedos por encima de la misma. Colocará el talón de la otra mano sobre la primera entrecruzando los dedos; las palmas de las manos no deben tocar el pecho de la víctima, y los codos estarán rígidos, sin doblar. En esta postura el socorrista deja caer el peso de su propio cuerpo comprimiendo el esternón de 4 a 5 cm. Haciendo fuerza solo y exclusivamente sobre el talón de la mano. Manteniendo las manos en su sitio, retirar la compresión para permitir que el corazón se vuelva a llenar. Las compresiones se realizarán de forma rítmica, contando "y uno, y dos , y tres, y cuatro,..". Se continuará hasta que aparezca pulso.
Para realizar al mismo tiempo la respiración artificial y el masaje cardiaco se realizarán ciclos de 15 compresiones, dos ventilaciones, hasta un total de cuatro, momento en el que se valorará la existencia de pulso carotideo. Intentamos obtener de 80 a 100 compresiones por minuto.
LIPOTIMIA O DESMAYO:
Es la pérdida momentánea del conocimiento, que la mayoría de las veces es producida por un descenso de la tensión arterial. Es decir, la lipotimia se produce porque no le llega suficiente sangre al cerebro.
Antes del desmayo aparecen signos de: falta de fuerza, sensación de pérdida de conocimiento, malestar, vértigo, náuseas o vómitos, visión borrosa, zumbidos de oídos, palidez y sudoración fría.
Actuación:
-
acostarle y elevarle las piernas (para favorecer el riego sanguíneo cerebral),
-
aflojarle la ropa: cinturón, corbatas, etc,
-
si está inconsciente: NO darle NADA de beber,
-
si no se recupera: traslado urgente.
ATAQUES DE ANSIEDAD Y DE EPILEPSIA.
ANSIEDAD
La ansiedad es una emoción que surge ante cualquier situación o sensación de amenaza o agresión a la identidad del yo personal. Los ataques de ansiedad o reacciones ansiosas agudas, son reacciones de gran intensidad que surgen en relación con circunstancias inusuales y muy traumáticas: catástrofes naturales (terremotos, inundaciones), incendios, guerras, etc.
Los signos y síntomas que presenta el individuo que sufre el ataque son: temblor generalizado, sudoración, taquicardia o palpitaciones, disnea, mareo o sensación de inestabilidad.
Actuación:
- comunicarle a la persona que sufre de ansiedad que no está sola y que le vamos a ayudar,
- cuando exista hiperventilación (respiración superficial y rápida), es eficaz utilizar una bolsa de papel para que la persona respire en su interior.
- estimular a la persona a que respire lentamente, que cierre los ojos, durante al menos 15 minutos.
- si no cesa la crisis, convendrá trasladarle a un centro médico.
EPILEPSIA
La epilepsia puede definirse como un trastorno transitorio de la conciencia o de la función motriz, sensitiva o vegetativa, con o sin pérdida de la consciencia.
El cuadro clínico se caracteriza por la aparición repetida de crisis cerebrales que van acompañadas de espasmos generalizados (convulsiones) o limitados, o bien cursan sin espasmos. Estos ataque suelen ir acompañados de amnesia (pérdida de memoria), relajación de esfínteres y mucha salivación.
Actuación:
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dejar al paciente donde está, mejor echado,
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despejar la zona en la que se encuentra el sujeto de objetos con los que pudiera hacerse daño (mesas, sillas, etc),
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NO sujetarlo si tiene movimientos convulsivos,
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si ya tiene la boca cerrada, NO intentar colocar un objeto entre sus dientes,
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NO darle de beber,
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NO trasladarle en pleno ataque,
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NO intentar la respiración artificial y
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si se trata de un paciente que NUNCA ha padecido ataques epilépticos, trasladarlo a un centro médico finalizada la crisis.
HERIDAS.
Se pueden presentar dos tipos de heridas: las cerradas o contusiones (cardenal) y las abiertas, en las que existe rotura de la piel.
Las heridas se van a caracterizar por la aparición de dolor, que dependerá fundamentalmente de la zona afectada y de la extensión de la herida; o de hemorragia.
Actuación:
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lavarse las manos,
-
cortar la hemorragia (como veremos posteriormente),
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limpiar la herida con agua y jabón o con agua oxigenada, intentando extraer todos los cuerpos extraños que puedan hallarse en la herida,
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vendar la herida, mediante vendas, apósitos, y si no se dispone de ellos, con trozos de toallas, sábanas, procurando que estén lo más limpios posible,
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dependiendo de la gravedad de la herida así como del grado de suciedad, se le trasladará o no al centro médico.
MORDEDURAS Y PICADURAS.
MORDEDURAS.
MORDEDURAS DE SERPIENTE
Actuación:
El colapso es el peligro inmediato, sobre todo en los niños.
El sujeto mordido debe evitar todo esfuerzo o movimiento, se le debe tender y evacuar en posición horizontal.
No dar nunca de beber (y menos alcohol).
Valorar a menudo el estado cardiovascular, respiratorio y neurológico del individuo y mida sus signos vitales cada 15 minutos. Si entra en parada pulmonar o cardiocirculatoria inicie la R.C.P.
Medir la circunferencia de la herida periódicamente para detectar el edema en aumento.
Medir el pulso en todas las extremidades edematosas.
Limpiar la herida
Si la mordedura está localizada en un miembro, se puede colocar justo por encima de la herida una ligadura ancha ligeramente apretada.
Trasladar a la víctima a un centro hospitalario.
MORDEDURAS DE MAMÍFEROS.
Las mordeduras de los animales son peligrosas por el riesgo de trasmitir enfermedades tales como la rabia, tétanos u otras infecciones. Toda mordedura de animal se debe mostrar al médico.
Si se sospecha que un animal doméstico (perro, gato, caballo, ganado, etc..) está afectado por la rabia, hay que esforzarse en capturarlo vivo y llevarlo al veterinario.
Se puede haber cogido la rabia sin haber sido mordido: un simple contacto es suficiente; la lamida de una animal o la manipulación de su cadáver pueden trasmitirla.
MORDEDURAS DE PERROS
Información general
Son más comunes en las extremidades, cabeza y cuello. Casi todas las mordeduras son por razas de gran tamaño, de forma que son frecuentemente heridas graves.
Por lo regular es bajo el índice de infecciones concomitantes.
Signos y síntomas.
Los signos y síntomas varían desde contusiones y desgarros superficiales, hasta lesión grave por aplastamiento, heridas por punción profunda, y pérdida de tejidos.
Actuación.
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Cohíba la hemorragia si es necesario.
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Sostenga e inmovilice las zonas lesionadas.
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Limpie la herida.
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Averiguar el estado vacunacional Si se desconoce y se ha inmovilizado al perro llevarlo a la perrera para observación.
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Traslado de la persona mordida a un centro sanitario.
B. PICADURAS
PICADURAS DE INSECTOS
Las picaduras de insectos pueden llegar a ser graves debido a la reacción del organismo al veneno, por la trasmisión de una enfermedad o por infección de la herida, favorecida por haberse rascado. Es por ello que a las personas alérgicas a los venenos de los insectos les puede ser útil llevar algún medicamento autoinyectable prescrito por su médico, para evitar el shock.
PICADURAS DE ABEJA O DE AVISPA.
Si el aguijón permanece en la piel (abeja sobre todo), retirarlo con unas pinzas pequeñas (como las de depilar) y poner sobre la picadura una compresa con amoníaco rebajado, hielo o vinagre. Si la región afectada se hicha mucho o está muy dolorida, llevar al sujeto al médico.
PICADURAS DE PECES VENENOSOS, ERIZOS Y MEDUSAS.
Las picaduras de ciertos animales venenosos, tales como los peces araña, escorpenas, rayas, erizos o un simple contacto (medusa), son generalmente muy dolorosas y pueden acarrear reacciones generales.
Los signos y síntomas que la persona puede presentar son: dolor, intenso picor, eritema y edema de la zona afectada.
Actuación:
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Si fuera posible, identificar al ejemplar que ha producido la lesión.
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Tranquilizar al afectado y acompañantes.
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Se mantendrá al afectado en reposo y en una postura cómoda, evitando movimientos innecesarios.
-
Intentar retirar la espina, pincho, o restos de medusa (protegiéndose los dedos) que hubiesen en la piel.
-
Lavar la zona afectada con agua de mar, jamás con agua dulce. Si hubiera oportunidad se recomienda irrigar la zona con vinagre ( o amoníaco rebajado en agua) o alcohol isopropílico al 60%. El agua dulce y cualquier otra solución a excepción de las citadas, en caso de picadura de medusa, puede producir la descarga de los nematocistos clavados en la piel, por cambios en la osmolaridad.
QUEMADURAS.
Las quemaduras pueden ser producidas por el fuego, líquidos calientes, productos cáustico, electricidad y por el sol.
Podemos clasificar las quemaduras según su profundidad, en tres tipos:
primer grado: muy superficiales (sólo enrojecimiento),
segundo grado: aparecen ampollas en la piel, y
tercer grado: existe destrucción de los tejidos y la piel está carbonizada.
Actuación en quemaduras de:
Primer grado
refrescar inmediatamente la quemadura con agua a una temperatura de entre 10 y 20 grados centígrados.
beber abundantes líquidos si esta es muy extensa, caso de las producidas por el sol durante el verano.
Segundo grado
Existe peligro de infección si la ampolla revienta al convertirse en una puerta de entrada para los microorganismos. Siempre se ha de lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos, posteriormente, según el estado de las ampollas se actuará de una u otra manera.
Ampolla intacta: poner antiséptico sobre ella y cubrir con paño limpio o compresa estéril.
Ampolla rota: tratar como una herida. Lavarse las manos, aplicar antiséptico, recortar con una tijera limpia (a ser posible estéril) la piel muerta e impregnar nuevamente con antiséptico. Colocar una cinta adhesiva o tirita para evitar el dolor y la infección.
Tercer grado
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apagar las llamas al accidentado, con lo que se tenga a mano: mantas, tierra, o tirándose al suelo y revolcarse,
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lavar la zona afectada con abundante agua durante al menos 5 minutos,
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NO retirar los restos de ropa,
-
NO se deben reventar las ampollas que aparezcan,
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NO dar pomadas de ningún tipo,
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envolver la parte afectada con un paño limpio, toallas o sábanas, humedecidos en suero, agua oxigenada o agua,
-
trasladar al paciente con urgencia hasta un centro hospitalario.
Las quemaduras obedecen a múltiples causas, siendo comúnmente de origen accidental, laboral o domestico.
Los principales orígenes son:
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Fuego
-
Líquidos
-
Químicos
-
Eléctricos
-
Radiaciones
Una rápida y acertada actuación ante un quemado puede salvarle la vida y, en otros casos, mejorar el pronóstico y tiempo de curación del traumatismo térmico.
ELECTROCUCIÓN.
La corriente eléctrica doméstica puede quemar y matar. Los resultados de un accidente eléctrico sobre el organismo pueden desencadenar una parada cardio-respiratoria, contracciones tetánicas, cambios en el estado psíquico, convulsiones, etc y producen quemaduras sobre la piel de entrada, salida y por llamaradas. Como en todas las situaciones de accidentes, la prioridad es el ABC, tras lo cual, se puede trabajar sobre las quemaduras u otras heridas.
En caso de accidente eléctrico lo que no se debe hacer es:
-
tocar a la víctima mientras esté en contacto con la fuente de electricidad;
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utilizar materiales conductores o húmedos para apartar un cable e;
-
intentar apartar un cable de mediana o alta tensión que haya caído cerca de una casa o cualquier lugar.
Lo que se debe hacer es:
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Cortar la corriente.
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En caso de parada cardio-respiratoria iniciar la R.C.P. cuanto antes y mantenerla hasta la llegada de los servicios sanitarios. En estos casos el golpe precordial, esto es, dar un fuerte y seco puñetazo sobre el tercio medio del esternón, antes de iniciar la R.C.P. suele ser efectivo.
-
Poner sobre las quemaduras un apósito limpio o estéril.
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Poner bajo vigilancia médica a todo individuo que hubiere recibido una fuerte descarga eléctrica, incluso si no presenta trastornos inmediatos o presenta una simple conmoción; estos pueden aparecer más tarde.
INSOLACIÓN (GOLPE DE CALOR), TERMOPLEJÍA Y ENFRIAMIENTO GENERALIZADO.
Insolación es la respuesta del organismo a una agresión producida por el calor. La causa principal es la acción directa y prolongada del sol sobre el organismo.
Los síntomas que presenta la persona que sufre una insolación podrían ser: dolor de cabeza, sensación de fatiga, sed intensa, náuseas y vómitos, respiración lenta, calambres musculares.
Actuación:
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colocarle a la sombra,
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mantenerle con la cabeza elevada,
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aplicarle paños mojados con agua fría por todo el cuerpo
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darle a beber agua en pequeños sorbos, si está consciente.
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restituir pérdidas con suero oral, que prepararemos añadiendo a un litro de agua una cucharada de bicarbonato y una de sal.
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Los signos y síntomas que se suelen presentar son :
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aumento repentino e intenso de la temperatura corporal, hasta 44ºC (a partir de 41ºC puede ser letal)
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ligero aumento de la presión arterial,
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debilidad respiratoria,
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descompensación de la secreción de sudor (sólo sirve para derivar el calor),
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parada de centros respiratorios y circulatorios,
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parada cardiorrespiratoria.
El enfriamiento generalizado se produce cuando la temperatura corporal desciende a 33-34 ºC. La principal causa es la exposición a temperaturas bajas sin protegerse con suficiente ropa de abrigo. La persona en estas condiciones presenta: temblor, apatía y obnubilación.
Actuación:
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abrigarle con mantas, ropa,
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mantenerle activo,
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darle a beber bebidas calientes (NO alcohólicas), si está consciente.
ESGUINCES O TORCEDURAS.
Se produce un esguince o torcedura cuando los ligamentos que unen una articulación se rompen o alargan, debido a un movimiento anormal.
Como consecuencia la articulación se hincha y los movimientos son muy dolorosos.
Actuación:
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elevar el miembro afecto y aplicar hielo,
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vendaje para reducir la movilidad de la articulación,
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acudir a un centro sanitario.
LUXACIÓN O DISLOCACIÓN.
Se produce una luxación cuando los huesos que forman una articulación se desplazan de su posición normal.
Como consecuencia se produce dolor, inflamación y deformación en la parte afectada, quedando la movilidad de la articulación reducida y anormal.
Actuación:
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inmovilizar la zona afectada, con ayuda de ramas de árboles, pañuelos, trozos de tela,
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NUNCA intentar colocar los huesos en su posición normal,
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traslado urgente a un centro hospitalario.
FRACTURAS.
Una fractura es la rotura de un hueso, pudiendo ser:
Abiertas: cuando existe una herida porque el hueso roto ha rasgado la piel, y
Cerradas: cuando no existe herida.
Las fracturas se reconocen por presencia de dolor intenso, imposibilidad de mover el miembro afectado, deformidad de la forma y hematoma en la zona afectada. Cuando se sospecha que puede haber fractura, debe actuarse como si se tuviera la seguridad de que dicha fractura existe.
Actuación:
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Inmovilizar el miembro afectado (abarcando las articulaciones superior e inferior a la fractura producida), usando tablillas, cartones, pañuelos, vendas, etc,
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NO mover la región afectada porque podemos producir complicaciones,
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NO intentar colocar correctamente los huesos, ya que los fragmentos óseos podrían provocar desgarros,
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NO colocar las inmovilizaciones demasiado apretadas,
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Si existen fracturas abiertas:
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si existe hemorragia, intentar cortarla (como se explicó en el apartado referente a las hemorragias),
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colocar un apósito sobre la herida, lo más limpio posible, teniendo presente que la herida se debe manipular lo menos posible,
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NUNCA se deben aplicar sobre la herida productos desinfectantes, ya que podrían dañar el hueso.
¿Cómo solicitar una ambulancia o servicio de urgencia?
Primero: hay que determinar qué tipo de emergencia es: Policía, Bomberos o Ambulancia.
Marcar el Servicio de Emergencias:112
Cuando contesten:
Indicar el personal del servicio de urgencias, podrían necesitar llamar más adelante así que también hay que dar el número de teléfono. (Podría cortarse también la línea).
Informar la calle y el número, tanto exterior como interior (piso, despacho, etc) de donde se requiere la ayuda.
Informar del tipo de urgencia es.
Mencionar el número de personas que requieren ayuda.
Ampliar, si es necesario, la explicación de cómo llegar al sitio de la emergencia.
CUELGUE HASTA QUE SE LE INDIQUE... MANTENGA LA LINEA DESOCUPADA, YA QUE PODRIAN NECESITAR HABLARLE DE NUEVO.
En este momento y si le es posible, una persona a de ir a esperar el servicio de urgencia para que lleguen más pronto.
Si el incidente es en la noche, encender todas las luces, tanto interiores como exteriores, si existe un vehículo pulsar las intermitentes.
Si la situación se complica, se ha de llamar al servicio de urgencias nuevo.
Si ya no requiere el servicio de urgencias y no ha llegado, llame de nuevo e informe que ya no es necesario.
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Enviado por: | Lau |
Idioma: | castellano |
País: | España |