Política y Administración Pública
Porfiriato en México
El Porfiriato.
“Un viejo gobernante de setenta años no es lo que necesita una nación joven y briosa como México.” Porfirio Díaz pronuncio estas palabras en el año de 1900. Nunca fue menos sincero. Había gobernado al país veinte años en total, ininterrumpidos solo por el breve interludio del “Manco” González. En aquel gozne entre los siglos seguiría viéndose a sí mismo como el hombre necesario, el Caudillo insustituible, el Patriarca que aun debía llevar las riendas de la joven y briosa caballada mexicana. ¿No eran claros y tangibles el orden, la paz, y el progreso? ¿Quién, en su sano juicio, se atrevía a poner en duda el derecho vitalicio al poder de aquel Monarca-Presidente? En la superficie, nadie; en el subsuelo, muchos.
El periodo del porfiriato, fue uno de los periodos más importantes en la etapa histórica del país, fue una etapa de muchos cambios y de muchos problemas sociales y políticos. El gobierno Porfirista es mas juzgado, ya que solo se toman en cuenta ciertos hechos, que si bien son importantes, hay muchos mas hechos en la labor Porfirista que son dignos de reconocerse, por eso yo pienso que el porfiriato es una de las etapas más interesantes y de más amplio estudio. La labor Porfirista fue una labor de muchos años, en los cuales existió de todo tipo de problemas, desde los problemas de injusticias sociales en el campo, hasta serios problemas de libertad de expresión y de represión. Pero por otro lado también existieron grandes cosas como una reactivación económica que coloco a México como uno de los piases que nacían con un futuro enorme.
Bajo la dictadura porfiriana México consiguió un importante progreso económico, apoyado en gran medida por el alto crecimiento de población que experimentó el país en esas décadas. Aumentaron los latifundios a costa de las tierras de las comunidades indígenas, la desamortización de los bienes eclesiásticos y las tierras baldías. Con las grandes propiedades, la agricultura se orientó a la exportación y creció espectacularmente, sobre todo en la producción de henequén, café, cacao, hule y chicle. Se favoreció la llegada e inversión de capital extranjero. El Estado no intervenía en los conflictos obreros, dejando libertad de acción a los patronos. Se pagaban salarios bajos, lo que evitaba la llegada de inmigrantes y favorecía el empleo de mano de obra nacional y una alta rentabilidad. Y con ese capital extranjero se financiaba el programa de progreso, la construcción y expansión de la red de ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería de plata.
En los primeros años del siglo XX el gobierno de Porfirio Díaz se fue debilitando, tenía poca credibilidad y muchos opositores. Se recrudecieron los actos de represalia contra campesinos y trabajadores, como las matanzas de Río Blanco (1905) y Cananea (1906) y poco después el Partido Liberal Mexicano, bajo el liderazgo de los hermanos Flores Magón, publicaba un manifiesto de 28 puntos, considerando como el antecedente inmediato del levantamiento popular. En 1908, Francisco Ignacio Madero, hijo de un rico industrial y latifundista, publicó en 1908 un libro que pronto se hizo famoso, La sucesión presidencial en 1910, en el que condenaba el militarismo, rendía culto a la Constitución de 1857 y llamaba a la ciudadanía a organizarse de cara a las próximas elecciones políticas. Madero organizó el Partido Antirreeleccionista, se entrevistó con Díaz y tras las elecciones, que volvió a ganar fraudulentamente el dictador, en julio de 1910 lanzó el llamado Plan de San Luis, en el que se reivindicaban, entre otras cosas, la devolución de las tierras a los campesinos y el "sufragio efectivo, no reelección", tan esgrimido por el propio Díaz en época anterior.
Porfirio Díaz fue un dictador, de eso no cabe la menor duda, el punto de discusión es el saber si por lo menos su dictadura no fue lo mala que se plantea en los libros de historia, aunque Porfirio era un ya en sus últimos años de Dictador, un viejo, fue siempre una persona con carácter y que no se dejaba intimidar, por eso que su periodo se caracteriza, entre otras cosas, por ser de decisiones fuertes y muchas veces controvertidas, esto lleva a pensar que el Porfiriato fue un mal periodo.
Los agravios se acumulaban silenciosamente. Él más grave, quizá, era el atropello al espíritu de la Constitución. En teoría México era una República Representativa, Democrática y Federal. En la practica Díaz era un monarca con ropajes republicanos. En efecto, Díaz había domesticado a los otros poderes, desvirtuado la democracia, neutralizado al federalismo y vuelto negatorias ciertas libertades y garantías consagradas en la Constitución. Las viejas generaciones liberales habían muerto, como Juárez y Porfirio, en sus tiempos de liberal. Pero nuevas generaciones liberales recogían la bandera. Un nuevo partido liberal nació en San Luis Potosí en 1901.
Un incendiario periódico liberal- Regeneración- apareció también a principios de siglo. Lo publicaban los hermanos Flores Magón, muy pronto transitarían del liberalismo puro al anarquismo. El 5 de febrero de 1903 colgaron del balcón del edificio donde editaban su diario una manta que resume el temple critico de aquella juventud: “LA CONSTITUCION HA MUERTO”.
El 20 de noviembre de 1910, siguiendo la llamada de Madero, se iniciaba la Revolución Mexicana, que acabaría con el porfiriato, después de un breve pero intenso enfrentamiento político y militar. El 25 de mayo de 1911 la Cámara de Diputados recibió la renuncia formal a la presidencia de la República del general Porfirio Díaz. Esa misma noche salía rumbo a Veracruz, donde se embarcó con destino a Europa.
Después de esta síntesis del periodo Porfirista, entremos a un análisis mas personal de algunos a autores y de mis puntos de vista acerca del Porfiriato. Yo creo que el porfiriato fue una de las épocas de mas avance en la nación, el progreso era palpable, la gente estaba cada vez mejor y la economía apuntaba hacia un punto en el que seria difícil imaginarnos ahora, pero siempre hubo algunos problemas que se debieron al fuerte carácter de Díaz, usaba la fuerza de la represión de una manera desmedida, aveces rallando en el terrorismo político, siempre su método para calmar las protestas o las criticas severas fue la represión, nunca el dialogo, pero sobres esas cosas están los miles de proyectos que se realizaron en esa época, así como los avances científicos y tecnológicos del país.
Enrique Krauze nos dice en una de sus obras que cuando Porfirio estaba ya muy presionado por los ataques de la gente, y de los revolucionarios al respecto a este tema Krauze Señala lo siguiente:
“Para algunos, nada empañaba el horizonte. México entraría al siglo XX con los mejores augurios. Hasta la oposición política de Díaz aprecia un vestigio del pasado o una hipótesis improbable del futuro: Los viejos liberales habían muerto, los nuevos liberales estaban por surgir. Otros, los menos, no compartían tal optimismo. Él ultimo día de 1899, Díaz recibió una carta privada de uno de sus colaboradores más brillantes y honestos, el único Porfirista reconocido por la Revolución: Justo Cierra. Era un recordatorio que el presidente no hubiese querido escuchar, un aviso por partida doble de su condición mortal y de la condición mortal de su régimen:
“Yo no me asusto por nombres, yo veo los hechos y las cosas; he aquí lo que con este motivo se me ocurre. La reelección indefinida tiene inconvenientes supremos: del orden interior unos y del orden exterior otros; todos íntimamente conexos. Significa bajo el primer aspecto que no hay modo posible de conjurar el riesgo de declararnos impotentes para eliminar una crisis que puede significar retrocesos, anarquía y cosecha final de humillaciones internacionales si usted llegara a faltar, de lo que nos preserven los hados que, por desgracia, no tiene nunca en cuenta los deseos de los hombres. Y si se objeta que no es probable que no podamos sobreponer a esa crisis por elementos desestabilidad que el país se ha asimilado, entonces ¿Cómo nos reconocemos impedidos para dominar la que resultarais de la no-reelección? … En cuanto atañe al exterior, esta es, a mi juicio, la impresión indefectible de los hombres de Estado y negocios en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Alemania, En Francia…en la república Mexicana no hay instituciones, hay un hombre: de su vida depende la paz, trabajo productivo y crédito.”
El viejo caudillo no tomo en cuenta las palabras de Sierra. Llego a persuadirse de que aquel puesto era de su propiedad particular. Por experiencia propia, Díaz sabia muy bien que “un pueblo libre se pone en guardia contra tales tendencias de ambición personal”. Y sin embargo, opto por la reelección indefinida, por la monarquía con ropajes republicanos. Este sacrificio de la libertad, este acto de soberbia, seria, a la postre, su verdadero error. La historia lo cobraría con sangre, con buena sangre, la sangre de miles y miles de mexicanos.
Esto nos dice que el error de Díaz, fue el estar terco un que el puesto de presidente, era solo de el, pensaba que el único digno y capaz de dirigir esta nación era él, fue ese pensamiento lo que lo llevo al otro lado de las ideas que había perseguido contra Santa Anna, este cambio fue su principal error y el causante de su derrumbe, y un derrumbe de una forma muy violenta, con una revolución, esto pasa porque tanto tiempo en el poder hace que la gente pierda la proporción acerca de lo que esta bien y lo que esta mal, pero siempre pensando en un bienestar “Nacional” que no reflejaba en realidad el interés del pueblo, ya que siempre que actúo, lo hizo para que la ciudad o el país estubiera como a el le gustaba, nunca pensando realmente en los campesinos, en los artesanos, en el pueblo. Por eso fue que Díaz termino exiliado y de una manera muy triste, ya que dentro de todo su gobierno era bueno.
Aunque con errores yo pienso que el gobierno de Díaz, es mal juzgado por los historiadores ya que no toman en cuenta todo el progreso y paz del país, su principal error fue ese, el pensar que el puesto de presidente era solo para él, que el único que podía con eso era Díaz, y el subestimar a los nuevos liberales, que de algún modo eran el, ya que el fue un revolucionario, fue un general que peleaba por los derechos de la gente, pero después de estar en ese lado y probar las mieles del poder, se dio cuenta de que no es tan fácil renunciar a el, porque el poder los ciega, como en este caso, hasta el punto de no darse cuenta de todos los problemas que enfrentaba en los últimos años de su gobierno.
Aunque muchos autores si reconocen el logro de Díaz, como Julio López, que un su libro “El Porfiriato y su importancia” nos dice que el país nunca ha estado en ese punto de avances, que nunca seguirá ese curso que llevaba, él dice que si México hubiera seguido por esa línea, el país seria ahora algo completamente diferente, pero también acepta que el error fue el no dar paso a los nuevos gobernantes con ideas de progreso, pero fuera de eso su política económica era excepcional y difícilmente repetible, este autor piensa que en ciertos momentos era necesario reprimir de esa forma a todas las manifestaciones que trataban de desequilibrar el poder.
La revolución llega para derrocar a Díaz, y lo consiguió, Díaz en el exilio, el país otra vez en un caos total, pero así tenia que ser la historia.
KRAUzE, Enrique. El Porfiriato.
VV.AA. Enciclopedia Encarta 99.
CUEVAS, Mariano. Historia de la nación mexicana.
VV.AA. Enciclopedia Encarta 99.
DIAZ, Porfirio. Entrevista.
KRAUZE, Enrique. México Atravez de los siglos.
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Enviado por: | Carpe Diem |
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