Ética y Moral
Política para Amador; Fernando Savater
ÍNDICE
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Índice | 2 |
Vida, prólogo y capítulo 1 | 3 |
Capítulos 1 y 2 | 4 |
Capítulos 3 y 4 | 5 |
Capítulo 4 | 6 |
Capítulo 5 | 7-8 |
Capítulo 6 | 9 |
Capítulos 6 y 7 | 10 |
Capítulo 8 | 11 |
Capítulo 8 y Epílogo | 12 |
Opinión personal | 13 |
Vida de Fernando Savater
Fernando Savater es catedrático de Ética en la Universidad del País Vasco. Ha escrito más de cuarenta libros de ensayo, novelas y obras dramáticas, Director, junto a Javier Pradera, de la revista Claves de razón práctica. En 1982 ganó el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de ensayo.
PRÓLOGO
Savater dedica este libro a Amador (su hijo) y en el prólogo comienza con un pequeño resumen de lo que va a tratar, la diferencia que hay entre éste y el de Ética para Amador. La ética tiene una perspectiva personal que depende de cada individuo, sin embargo, en la política todo trata a cerca de dejarte convencer o convencer a los demás. Con la política lo que se intenta es que el mundo en el que vivimos se haga lo más social posible, más humano. Esto se debe a que los hombres no vivimos incomunicados ni solitarios, sino juntos y en sociedad.
Capítulo primero
HENOS AQUÍ REUNIDOS
Ser lo que somos nos da unos privilegios y unas obligaciones, pero sobre todo nos permite vivir entre humanos, en sociedad; esto es lo que quiere decir estar en el mundo y pertenecer a nuestra especie. La sociedad nos es todo, nos acoge. En ningún caso se trata de elegir entre lo que podría ser vivir en la naturaleza o en sociedad, sino que nuestra naturaleza es la propia sociedad. Hacer y recibir, relacionarse, sentir, pensar, enseñar y aprender, escuchar, compartir…, todo esto es por lo que vivimos y todo es gracias a la posibilidad que tenemos de vivir en sociedad. Ésta nos da forma (es nuestra esencia), un lenguaje (la posibilidad de comunicarnos) y, principalmente, esta pensada por y para hombres como nosotros. El hecho de vivir todos juntos requiere que establezcamos una convenciones entre nosotros, que únicamente son leyes e imposiciones de la sociedad. No nacen de la nada, sino que han sido inventadas y aceptadas por hombres y en cualquier momento pueden ser abolidas.
La diferencia entre humanos y animales reside nuestra naturaleza, los animales tienen unas condiciones naturales que les obligan a hacer una serie de cosas y les impiden otras para poder sobrevivir, nosotros tenemos mayor libertar para elegir y poder equivocarnos. A esto le llamamos capacidad racional, que se define como: la capacidad de establecer convenciones, o sea, leyes que no nos vengan impuestas por la biología sino que aceptemos voluntariamente.
Podemos decir que nosotros tenemos una "meta" que es la calidad de vida y la duración de ésta. Puede que fuese más sencillo vivir como animales, sin complicaciones, pero sería imposible llegar a un punto en el que llegásemos a esa simplicidad natural en la nunca hemos vivido.
La condición humana.
El idioma de los romanos empleaba las expresiones "vivir" y "estar entre los hombres" o "morir" y "cesar de estar entre los hombres" como sinónimos.
Antropología filosófica
La vida política no es, sin embargo, la forma única de una existencia humana en común.
Capítulo segundo
OBEDIENTES Y REBELDES
A diferencia de los animales, los humanos inventamos formas de sociedad diversas, transformamos nuestra sociedad. No sólo imitamos los gestos de los demás y obedecemos las normas de nuestro grupo; sino que podemos no estar de acuerdo y revelarnos o cambiar las cosas inventando nuevas. Pese a que nos revelemos o imitemos, todos somos igual de sociables, pero para entender la política hay que saber que no es más que el conjunto de las razones para obedecer y de las razones para sublevarse. Puede que lo perfecto fuese que no hubiese razones para tener que cumplir o revelarse por nada. Según el ideal anárquico, cada cual debería actuar de acuerdo con su propia conciencia, postula una sociedad sin razones para obedecer ni revelarse. Esto terminaría con la política, lo que significa una sociedad sin conflictos. El comienzo de la sociabilidad es el afán por imitarnos, que lleva a los parecidos entre unos y otros y con esto a los conflictos. A lo que produce nuestros enfrentamientos lo llamamos intereses. En el momento en que lleguemos a ser demasiado sociables, podemos caer en lo que llamamos nacionalismo y racismos; están tan convencidos de los valores comunes que pretenden convertir en bueno a todo el mundo aunque sea a palos. Ser humano implica no actuar como uno sólo, sino ser diferentes unos a otros, con intereses diferentes. Los conflictos se crean porque nos importan y preocupan las relaciones entre nosotros, pero gracias a ellos la sociedad evoluciona y se transforma. La política no es la que provoca las rivalidades, sino que se encarga de atajarlos y de canalizarlos. La política nos crea una serie de preguntas como a quién deberíamos obedecer, hasta cuándo o cuándo, por qué y cómo habrá que revelarse.
Tratado teológico-político
De los fundamentos del Estado se deduce evidentemente que su fin último no es dominar a los hombres no acallarlos por el miedo o sujetarlos al derecho de otro, sino por el contrario libertar del miedo a cada uno para que, en tanto que sea posible, viva con seguridad, esto es, para que conserve el derecho natural que tiene a la existencia, sin daño propio ni ajeno. […] El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad.
Capítulo tercero
A VER QUIÉN MANDA AQUÍ
¿Por qué los miembros de la sociedad obedecen a uno? Desde el principio de la historia, el jefe siempre había sido aquel que era más fuerte, el que mejor sabía cazar, el que ganaba las batallas… Eran como dioses, tenían alguna característica que les diferenciaba de los demás, como son la fuerza física y la sabiduría. Pero, ¿qué criterios hay que seguir para designar a aquellos que iban a mandar? Deben de ser hábiles cazadores, feroces guerreros, brujos poderosos, grandes constructores de edificios, capaces de derrotar a los enemigos, prevenir las inundaciones y las sequías… y sobre todo liberar a los miembros de grupo de las rutinas y trabajos diarios. Dentro de las "propiedades" que debiese tener el jefe, entra también la sabiduría. En la antigüedad tenía un gran papel y, como hemos estudiado en el tema de la dimensión cultural, no hubiésemos llegado donde estamos si no fuese por el aprendizaje de casi todo lo que conocemos. Los animales sólo pueden aprender de otros por medio de la imitación, sin embargo, nosotros tenemos una serie de códigos que llamamos lenguaje. Como decía, antiguamente los jefes estaban estrechamente ligados con los padres, proveían de sabiduría y de fuerza; eran aquellos que lograban mantener la paz en el pueblo. Esto ocurría cuando se trataba de un grupo simple, pequeño. Con el paso del tiempo ha habido un cambio o evolución. Se hicieron la primeras leyes que provenían de la tradición, del cielo y del pasado. Actualmente, los grupos están compuestos por millones de miembros en muchos casos, con lo que tener que gobernar es una tarea más dura.
La provincia del hombre
De los esfuerzos de unos cuantos por apartar de sí la muerte ha surgido la monstruosa estructura del poder. Para que un solo individuo siguiera viviendo, se exigieron infinidad de muertes. La confusión que de ello surgió se llama Historia. Aquí es donde debería empezar la verdadera ilustración, que establece las bases del derecho de todo individuo a seguir viviendo.
Capítulo cuarto
LA GRAN INVENCIÓN GRIEGA
Los jefes aqueos se consideraban y hablaban como iguales, no admitían un jefe supremo. ¿A esto le podemos llamar democracia? El primer paso lo dieron los griegos que "descubrieron" que todos los individuos deben tener por igual voz y voto en política.
Las diversas desigualdades, según el aspecto físico y la conducta que había y continuarán estando, se aprovecharon para un funcionamiento eficaz del grupo. Lo peor de estas diferencias es que permanecían de padres a hijos; si nacías rico continuaba siéndolo los descendientes; si eras esclavo, también lo serían tus hijos. Lo que condicionó a la sociedad a una distribución jerárquica que se justificaba por mitos y creencias religiosas. Sófocles resumía la opinión de sus compatriotas diciendo: de todas las cosas dignas de admiración que hay en el mundo, ninguna es tan admirable como el hombre. Pese a las diferencias externas, que son la más visibles, nos encontramos con que todos los hombre somos capaces de razonar, de discutir, de elegir y de revocar dirigentes, de crear problemas y de plantear soluciones. No gobierna el poder del más fuerte, ni la voluntad de un dios, sino la libertad de los hombres. Así comenzó la democracia, que estaba sometida a isonomía, las mismas leyes para todos exceptuando esclavos y mujeres. Desde este gran paso, aún tuvieron que pasar veinte siglos hasta lograr abolir la esclavitud, para lograr que las mujeres pudiésemos votar y ser elegidas para cargos gubernamentales, y para que una asamblea mundial de naciones aprobara una declaración universal de derechos humanos. Incluso con todos los adelantos que hemos tenido, la idea de que todos puedan votar y participar en la vida política, es algo que todavía no se acepta. Los griegos preferían discutir con sus iguales que someterse a los amos; preferían disfrutar de sus disparates que de los aciertos de otro; inventar y cambiar leyes… Eran raros y originales, pero también valientes. La habilidades y los méritos de estos habitantes de la polis tenían que demostrarse, no se daba nunca nada por supuesto. Y como todos, tenían debilidades y vicios, con estas nació el deporte (distinción entre cuerpos) y el teatro. El teatro consistía en convertir en espectáculo pasiones y emociones humanas; se trataba de un instrumento de reflexión democrático sobre el individuo.
Todos los individuos gozaban de los mismos derechos y obligaciones, eran iguales pero no intercambiables. Unos se necesitan a otros porque la competencia entre humanos es sinónimo de una sociedad democrática.
La condición humana
La polis se diferenciaba de la familia en que aquélla sólo conocía "iguales", mientras que la segunda era el centro de la más estricta desigualdad. Ser libre significaba no estar sometido a la necesidad de la vida ni bajo el mando de alguien y no mandar sobre nadie, es decir, no gobernar ni ser gobernado.
Capítulo quinto
TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS
Continúo la evolución de la política y los romanos aportaron el derecho: unas reglas de juego comunes precisas y públicamente divulgadas que regulasen con detalle los intereses de los individuos, sus conflictos, lo que podían esperar de la comunidad y lo que la comunidad podía esperar de ellos. Ahora sí que todos los individuos se consideraban política y humanamente iguales. A lo largo de este largo proceso político que ha habido, el Estado y el individuo se han ido consolidando. Estado e individuo se complementan y se contraponen de alguna manera, se puede decir que se necesitan. El primero atribuye a la desobediencia y el egoísmo de los individuos todos los desastres políticos, y el sujeto se queja de la opresión y de la arbitrariedad del Estado. El grupo era lo importante, aquellos que habían adquirido relevancia anteriormente ahora estaban sumidos al conjunto de la sociedad. Cada paso que se daba nos alejaba más de la naturaleza y nos lleva al camino del artificio. Las antiguas estructuras sociales afirmaban que todos éramos uno, con la modernización se llega a la idea de que cada cual sigue siendo uno dentro del todo.
La especulación de cambiar o no cambiar algo en la actualidad fortifica la contraposición entre Estado e individuo. Lo deseable sería llegar a un perfecto equilibrio entre los dos elementos, sin permitir abusos. Pero como la neutralidad es muy difícil nos vemos en el momento de explicar el idealismo individualista. El estado es para los individuos, nace de nosotros. Los individualistas tienen dos maneras de formar parte de los grupos sociales: pertenecer al grupo y poder participar en él (entrega del individuo incondicional a la colectividad: formar parte del conjunto) o participar que es una forma más deliberada y voluntaria de implicarse. En la pertenencia a un grupo lo que cuenta es ser del grupo; en la participación lo importante son los objetivos que pretendemos lograr por medio de la incorporación al grupo. Es natural que los hombres vivan en sociedad, pero la forma de ésta es una obra de arte convención humana. No siempre lo mejor es defender lo nuestro por el mero hecho de que sea nuestro, sino que es bueno adoptar cambios, escuchar otras opiniones y poder elegir. Nunca guardamos la identidad propia, nos influimos y educamos a otros; la esencia se contagia. Lo que sabemos lo hemos aprendido de los demás, pero hemos sido capaces de elegir y cambiar si algo no nos gustaba. Vivir en sociedad nos hace humanos, pero sobre todo el tener la capacidad de desarrollar la razón; que es lo que hace que nos transformemos. No pertenecemos a la tierra donde hemos nacido, ni a la cultura, sino que pertenecemos a la raza humana y gracias a esto hemos sido capaces de crear unas reglas universales para tratar a los hombres que llamamos derechos humanos. Defender los derechos humanos universales supone admitir que los hombres nos reconocemos derechos iguales entre nosotros, a pesar de las diferencias entre los grupos a los que pertenecemos: supone admitir que es más importante ser individuo humano que pertenecer a tal o cual raza, nación o cultura.
El racismo se trata de discriminar a la persona por el color de la piel o cualquier rasgo físico. Hay otros rasgos humanos que no se ven a simple vista que son más importantes y por los que en ningún momento se hace discriminación alguna. Debemos de tener en cuenta que todos los países han surgido de mezclas y acomodaciones entre grupos diversos. En la mayoría de los casos no es el racismo lo que predomina, sino la xenofobia. Ésta es una actitud de desprecio y rechazo hacia lo extranjero, diferente o extraño. Utilizan esta ideología como coartada ante los abusos que cometen contra ellos. Ser xenófobo puede estar relacionado con ser nacionalista: ansia por pertenecer a los "nuestros". Defienden la nación como algo único a lo que pertenecen y le deben lo que son. Promueven lo suyo y rechazan todo lo externo.
Termino explicando las principales diferencias entre la democracia antigua y la actual.
Anteriormente (GRECIA)
Había más tiempo para poderlo dedicar a la vida política.
El pueblo era mucho más pequeño, con lo que el voto era importante y obligatorio.
Las mujeres estaban en un plano secundario.
Tenía gran importancia todos aquellos actos que se realizaban en público.
Actualmente
El tipo de vida es diferente y no hay tiempo para dedicarlo a la política.
La actividad privada gana importancia.
Dificultad de la actividad política, es necesaria una especialización.
Tenemos una serie de representantes (que mandan sin tener en cuenta la opinión del pueblo que se dedica a obedecer).
Maneras de combatir las creencias de los partidos políticos:
-
aplicar las leyes con dureza.
-
Relativizando el papel de los partidos políticos, quitándoles privilegios e importancia.
-
Desarrollando colectivos, asociaciones,… para participar en la vida política.
Gabriel Jakson
En el combate de boxeo entre el norteamericano negro Joe Louis y el peso pesado alemán Max Schmeling, éste último había dejado fuera de combate a Louis en el primer asalto y la prensa nazi habló con elocuencia de la superioridad innata de la raza blanca. En el combate de vuelta, Louis dejó fuera de combate a Schmeling en el primer asalto. El árbitro puso el micrófono ante el vencedor y le preguntó emocionado: "Bueno, Joe, ¿te sientes orgulloso de tu raza esta noche?", y Louis contestó con su deje sureño: "Sí, estoy orgulloso de miraza, la raza humana, claro".
Capítulo sexto
LAS RIQUEZAS DE ESTE MUNDO
Y como siempre andamos buscando desigualdades entre nosotros y los animales, seguiré con las necesidades; a diferencia de los animales, nosotros nunca llegamos a saciar cualesquiera que sean nuestras necesidades, siempre buscamos más y mejor aquello que se supone queremos. Tenemos unas necesidades básicas que todos conocemos, pero a partir de ahí todos dudamos qué camino coger. Vivimos porque queremos y, sin embargo, no sabemos lo que queremos.
Hemos creado de forma "natural" una cultura o civilización. Hay opiniones que discrepan en este aspecto, como la de Rousseau que decía: todos los hombres nacen libres y en todas las partes viven encadenados. Esto no quiere decir que fuese deseable regresar a un estado primitivo o natural. Vivimos en un estado artificial creado por nosotros mediante inventos que mejoran nuestra vida. Una mejora que en la mayoría de los casos llega a una desigualdad entre hombres que viene dada por la economía. Los hombres siempre hemos sido propietarios, fomentamos las desigualdades al repartir de manera desequilibrada todas las propiedades. Ahora se nos presenta la pregunta de si es beneficiosa la propiedad privada. Todos los hombres deberíamos ser cooperativos y leales entre sí e iguales ante la ley. Desde este punto de vista la propiedad privada resulta imprescindible. En lo que no cabe duda es que los hombres son los únicos propietarios de sus vidas y sus destinos.
Y como si hay propiedad privada, además "gozamos" de economía, que están íntimamente ligadas; como el trabajo a ésta última. Llamamos trabajo a aquello que sólo hacemos porque nos pagan por ello y estamos obligados a hacerlo.
Donde hay trabajo, dinero e intereses encontraremos capitalismo. La idea básica del capitalismos es el interés que mueve a cada cual a procurar su propio provecho para sí mismo y para los suyos. El afán de ganancia enriquece a la sociedad con lo que hay una mejoría en el mundo desarrollo que aumenta más las desigualdades.
¿Dónde se encuentra el problema entre países desarrollados y subdesarrollados? ¿en el poder del 1er mundo o hay que buscarlo dentro del 3er mundo? Son cuestiones que nos invitan a meditar la situación. La ayuda económica no es suficiente, pero ésta debería estar acompañada por un cambio del sistema político que no es democrático en la mayoría de los casos y debe aceptar mejoras. No consiste en trasladar la política occidental a los países tercermundistas, sino en "avance" que comience por la democracia, la igualdad entre todos los ciudadanos y el respeto de los derechos humanos.
Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres
El primero que habiendo cercado un terreno se decidió a decir esto es mío y encontró gente lo suficientemente simple como para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil. ¡Cuántos crímenes, guerras, asesinatos, miserias y horrores hubiera ahorrado al género humano el que, arrancando los postes o llenado la zanja, hubiera gritado a sus semejantes: Guardaos de escuchar a este impostor; estáis perdidos si olvidáis que los frutos son de todos y la Tierra no es de nadie!
Capítulo séptimo
CÓMO HACER GUERRA A LA GUERRA
Se nos plantea la duda de si las guerras tienen algún beneficio para nosotros, y a la única conclusión que podemos llegar es que están ligadas a la vida humana en sociedad. Si miramos datos en alguna enciclopedia encontramos unas cifras escalofriantes de muertes y heridos, países destrozados y enfrentados. La única conclusión que saco es que en definitiva tras la guerra la situación no mejoró en ninguno de los bandos o benefició sólo a uno de ellos en gran medida. En mi opinión cuando se ponen en juego la vida de las personas no hay guerra que valga ni victoria ni derrota.
En el libro nos afirma que hay casos en los que la guerra puede ser "buena"; cuando se mira desde el punto de vista colectivo, sirve para potenciar los grupos humanos, para disciplinarlos, para renovar sus élites, para fomentar los sentimientos… En cambio, la guerra es "mala" desde el punto de vista del individuo, porque pone en peligro su vida, le carga de esfuerzos y dolores, le separa de los seres queridos…
Podemos distinguir dos tipos de enemigos de la guerra.
Antibelicistas:
Los pacifistas. La guerra nunca es justificable porque siempre deriva de la codicia y del orgullo humano. No hay nada que justifique quitarle la vida al prójimo. Esta actitud es religiosa e implica una concepción de la sociedad como comunidad fraterna.
Los antimilitaristas. Consideran la violencia como un mal indudable. Creen que la institucionalización militar de la violencia es una amenaza para las mejores posibilidades políticas de la modernidad. Parte del principio de que ninguna institución política puede ser eficazmente abolida si no se la sustituye por otra institución más fuerte y en la práctica más satisfactoria. Posibles soluciones:
-
Sustitución del servicio militar obligatorio.
-
Apoyo a las autoridades internacionales como la ONU.
-
Fomento efectivo del control de armamentos…
-
Desarrollo económico, político y educativo de los países.
Napoleón Bonaparte
Lo que más admiro es la impotencia e la fuerza para conservar algo. No hay sino dos poderes en el mundo: el sable y el espíritu. A la larga, el sable siempre es vencido por el espíritu.
Capítulo octavo
¿LIBRES O FELICES?
Vivir en sociedad es algo muy complicado que se intenta simplificar en muchos casos por la fuerza mediante totalitarismos. Un sociólogo escribió un libro llamado Miedo a la libertad en el que lo que quería decir es que el ciudadano tiene miedo a poder elegir y por ello a equivocarse. Como también tiene miedo a la libertad de los demás y del uso que de ella pudieran hacer. Tener libertad significa saber responder o, lo que es lo mismo, ser responsable asumiendo los actos, siendo capaces de justificarlos y aceptarlos. Podemos clasificar los tipos de irresponsabilidad de varias formas:
-
Movidos por las circunstancias sin responsabilizarse de sus actos.
-
Fanatismos: que se niegan a dar explicaciones y tienen una "misión especial" que cumplir.
-
Burocrática: característica de las instituciones administrativas y gubernamentales en las que tampoco se responsabilizan de los actos.
En la sociedad democrática los ciudadanos podemos y debemos reivindicar nuestro derecho a intervenir, a cooperar… cuando nos parezca necesario. No es suficiente lamentarse de la situación que hay, sino que debemos tener una co-responsabilidad social. Si vemos que algo no es como debería ser o que se puede mejorar, nuestra obligación está en ayudar en lo posible a mejorarlo.
El término libertad implica autocontrol. Ser libres es poder equivocarse e incluso hacerse daño a uno mismo, pero sobre todo tener la oportunidad de elegir. Todo aquello que nos dificulta la vida; cosas, palabras, imágenes, sustancias,…; nos seducen y nos atraen. Todo esto que de alguna manera nos da más elección para poder equivocarnos, es aquello que algunos desearía que no existiese. Como es imposible puesto que sí que existen, lo más fácil es que algo superior (como puede ser el Estado) lo prohíba; ya no sólo por su bien, sino "por el de todos". Si te sientes perjudicado por algo, evítalo, pero no impidas que los demás no tengan opción para escoger. Ante ésta situación se nos presentan preguntas como la legalización de la drogas o el juego. Esto nos lleva a la tolerancia que está íntimamente ligada a la libertad y la responsabilidad. Vivir en una democracia moderna quiere decir convivir con costumbres y comportamientos que uno desaprueba.
La democracia tiene unos principios básicos que se podrían encuadrar en estos:
-
Respeto a las minorías.
-
Autonomía personal.
-
Dignidad y existencia de cada individuo.
Laica, pluralista y defensora de los derechos humanos individuales.
Del amor
Un gobierno libre es un gobierno que no hace daño a los ciudadanos, sino que por el contrario les da seguridad y tranquilidad. Pero aún hay mucho trecho desde ahí a la felicidad y el hombre debe recorrerlo por sí mismo, pues sería un alma muy grosera la que se considerase perfectamente feliz porque goza de seguridad y tranquilidad.
Epílogo
HASTA AQUÍ PODÍAMOS LLEGAR
Utopía: lugar que no existe. Hecho, y especialmente plan, proyecto, idea, doctrina, etc., muy bueno y atractivo, pero imposible de realizar.
En política: orden político en el que predominan al máximo alguno de nuestros ideales pero sin ninguna desventaja ni contrapartida dañina. Los ideales políticos nunca intentan mejorar la condición humana sino la sociedad humana: no lo que los hombres son sino las instituciones de la comunidad en que viven.
No siembres hoy lo que no quieras cosechar mañana; no utilices ahora la represión para conseguir más libertad, ni aumentes la violencia para que un día nos libremos de la violencia, ni favorezcas la mentira como herramienta para conseguir en el futuro la verdad.
En política, son los medios los que justifican el fin, nunca el fin a los medios.
Opinión personal
Después de haber leído el libro y realizar este trabajo he llegado a tener una visión más amplia de lo que trata la política actualmente y como hemos llegado hasta la democracia y los sistemas que predominan. Este libro da un enfoque muy general de la política para adentrar, en especial, a los jóvenes en este mundo. Dentro de los ocho capítulos que componen este libro Savater ha hablado de temas como son la democracia, el militarismo, la ecología, el nacionalismo, los derechos humanos… entre otros muchos y en los que no se ha centrado demasiado; y con los que, en la mayoría de ellos, comparto su opinión. Defiende a aquellos que lo necesitan y a todas los ideales con los mismos valores. Cree, al igual que yo, en una evolución en la sociedad y en la forma de actuar de ésta; en los cambios personales y en los cambios globales de una cultura o país. Es un libro que plantea, de forma sencilla, clara y con términos que son fácil de entender, cuestiones básicas que interesan al pensamiento político en el ámbito teórico y práctico.
A nivel personal es un libro que me ha interesado y con el que creo haber aprendido nociones básicas ya no sólo sobre política, sino también sobre el cómo y el por qué nos comportamos como lo hacemos, qué motivos nos mueven, qué intereses… y en general, la relación que tenemos entre humanos.
Política para Amador FILOSOFÍA
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Idioma: | castellano |
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