Contabilidad
PGC (Plan General Contable)
PLAN GENERAL CONTABLE
(Introducción a la Contabilidad I)
1º Económicas
1. -LA NORMALIZACIÓN CONTABLE
Podemos definir como normalización contable a “la actividad reglada y organizada que mediante la elaboración y emisión de normas contables, tiende a la consecución de comportamientos homogéneos en la confección de la información financiera, suministrando, al mismo tiempo, a los usuarios de la misma, un marco de referencia de los criterios a partir de los cuales ha sido elaborada y a los expertos que han de auditarla, un catálogo de las prácticas más recomendables en cada posible situación” (Tua Pereda y Larriba Díaz-Zorita).
Con la normalización de la contabilidad se consigue una cierta homogeneidad de la información, consiguiendo así una más fácil elaboración, para los encargados de su confección, y a su vez una más fácil interpretación para los usuarios de la misma. Pero debido a la gran discrepancia entre los diferentes intereses del amplio abanico de usuarios, la elaboración de normas no estará exenta de obstáculos.
El proceso de emisión de normas contables puede ser realizado por:
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Iniciativa privada: es desarrollada por profesionales y expertos contables a través de sus correspondientes organizaciones.
Su actuación se concreta en la emisión de normas puntuales y concretas que guían determinados aspectos de la práctica contable.
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Iniciativa pública: en este caso, es la Administración del Estado la que se encarga de emitir normas contables a través de los organismos públicos o de las personas y entidades con poder para regular la actividad económica.
En España el máximo exponente de normalización contable es el vigente PGC, elaborado por el Instituto de Contabilidad y Auditoria de Cuentas, aunque también intervinieron expertos contables, universitarios y profesionales del sector.
La normalización ha sido concebida y elaborada en base a unos objetivos:
Orientar a los expertos contables, facilitándoles unas normas aplicables a la elaboración de la información;
Guiar al auditor en su tarea de revisión de los estados financieros proporcionándole un punto de referencia;
Suministrar al usuario de la información los criterios de elaboración.
El carácter mundial de la economía puso de manifiesto la necesidad de un lenguaje contable internacional. Con este fin han sido creados innumerables organismos a lo largo de todo el mundo, aunque los intento más importantes han sido llevados a cabo por la IASC (International Accounting Standards Committee), en el ámbito internacional, y por la UE en el ámbito europeo.
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El IASC, aunque no tiene fuerza legal ha ido adquiriendo prestigio, hasta llegar a la aceptación, casi completa, de sus normas en el ámbito mundial. El IASC está formado por organizaciones profesionales, y entre sus principales objetivos está el estrechamiento de las relaciones entre el IASC y la UE, para conseguir unas normas contables aceptadas y utilizadas en la totalidad del mercado mundial;
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La UE: con la incorporación de España a la UE surgió la necesidad de adecuar la contabilidad nacional al ordenamiento jurídico comunitario. Al contrario que el IASC, los organismos de la UE sí tienen fuerza legal, convirtiéndose así en el sistema más eficaz y operativo de cuantos existen a escala mundial. Su principal objetivo, desde un principio, ha sido tender a normas contables equivalentes a las que ya existían. Hasta el momento se han aprobado nueve directivas sobre Derecho de sociedades, de las cuales la cuarta (considerada de algún modo el “Plan Contable Europeo”) es la más importante, ya que establece los requisitos legales en cuanto al alcance de la información contable.
En el ámbito nacional cabe destacar la labor del ICAC, encargado de la elaboración del vigente PGC, sobre el que se encuentra asentada la normalización contable en España. La iniciativa privada ha tenido un papel muy importante en este campo, por medio del AECA (Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas), ha contribuida al desarrollo de la contabilidad y la administración de empresas. Entre sus principales objetivos está el de contribuir al desarrollo de un cuadro normativo, y para ello constituyo una Comisión de Estudios dedicada a emitir unos “Principios y normas de Contabilidad” que casi han llegado a ser considerados como de obligado cumplimiento.
2. -EL PLAN GENERAL CONTABLE
El antecedente del Plan vigente en la actualidad se encuentra en el PGC de 1973, con el que España se incorporó a las tendencias normalizadoras del resto del mundo. Este primer intento fue aceptado por la mayoría de las empresas convirtiéndose en la piedra angular de la normalización contable.
Tras la Reforma Mercantil de finales de los ochenta y la incorporación a la UE, España sufrió una gran transformación en materia legislativa, quedando plasmada en la Ley de Reforma Parcial y Adaptación de la Legislación Mercantil a las Directivas de la CEE, a partir de la cual se desarrollo, en 1990, el Plan General Contable.
El PGC establece el marco de la normalización contable española, que tiene como finalidad fundamental conseguir que la información ecónimico-contable sea transparente, falible y comparable.
Sus principales objetivos básicos son:
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desarrollar, completar y aclarar el contenido de la legislación mercantil;
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dotar a las empresas de un instrumento para el cumplimiento de sus obligaciones contables;
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normalizar la información contable que las empresas ofrecen los usuarios con el fin de que sea comparable con la ofrecida por otra empresa;
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resolver los problemas transitorios de adaptación al nuevo marco informativo.
El PGC no se trata de un modelo rígido, sino que es flexible, abierto a nuevas modificaciones y adaptable a las diferentes situaciones empresariales.
Las principales características del PGC se pueden resumir en seis:
Es de aplicación obligatoria para todas las empresas, cualquiera que sea su forma jurídica;
Se ajusta a las disposiciones y normativas europeas;
Está únicamente inspirado en principios contables, sin ningún tipo de interferencia de otros campos;
No rompe con respecto a su modelo predecesor, el PGC de 1973;
Está abierto a todas las mejoras que se consideren necesarias;
Es flexible, da libertad a las unidades económicas para cubrir los vacíos que puedan quedar, siempre desde un punto de vista objetivo, y respetando los principios contables.
3. -ESTRUCTURA DEL PGC
El PGC se divide en 5 partes:
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PRINCIPIOS CONTABLES:
Se denominan principios contables a las “normas contables orientadas a resolver aspectos puntuales, adoptadas por las asociaciones de profesionales en la materia basándose en la observación de los criterios seguidos por las empresas en sus prácticas y usos contables, con el fin de contar con una disposiciones comunes que permitan homogeneizar la información contable” (Menéndez Menéndez, Contabilidad General)
Los principios contables tienen unos rasgos característicos:
su origen está en la armonización de la contabilidad;
son enunciados básicos, simples, claros y generales para reflejar las practicas habituales;
poseen un alto grado de racionalidad;
sirven como guía y fundamento de conducta para la práctica;
se pueden considerar como aceptados por las empresas.
Con ellos se consigue:
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orientar a los profesionales en la elaboración de los estados financieros;
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ofrecer a los usuarios de la información los criterios de elaboración de la misma;
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guiar al auditor en su labor de revisión de las cuentas anuales.
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CUADRO DE CUENTAS:
Recoge un listado de todas las cuentas contempladas en el texto codificadas.
Existen siete grupos que recogen cuentas de características similares:
Financiación básica;
Inmovilizado;
Existencias;
Acreedores y deudores por operaciones de tráfico;
Cuentas financieras;
Compras y gastos;
Ventas e ingresos.
Cada grupo se divide en subgrupos que se identifican con códigos de dos cifras (la primera igual a la del grupo al que pertenece), y cada subgrupo, también puede dividirse, a su vez, en diez cuentas.
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DEFINICIONES Y RELACIONES CONTABLES
Esta tercera parte es también de carácter facultativo y en ella se describe los siete grupos que se encuadran en las cuentas:
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GRUPO I: Financiación básica:
Recursos propios: capital, reservas y los resultados del beneficio pendientes de asignación;
Recursos ajenos a largo plazo: elementos constitutivos del pasivo a largo plazo;
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GRUPO II: Inmovilizado:
Los elementos patrimoniales destinados a servir de forma duradera en la actividad de la unidad económica;
Gastos de proyección plurianual;
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GRUPO III: Existencias;
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GRUPO IV: Acreedores y deudores por operaciones de tráfico:
Derechos de cobro y deudas que surgen como consecuencia de operaciones que forman parte del trafico de la empresa
Cuentas con la Administración pública.
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GRUPO V: Cuentas financieras:
Deudas y créditos por operaciones ajenas al tráfico con vencimiento menor o igual a un año;
Los medios líquidos, es decir, la tesorería de la empresa.
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GRUPO VI: Compras y gastos:
Aprovisionamientos de existencias;
Todos los gastos del ejercicio.
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GRUPO VII: Ventas e ingresos:
Ingresos derivados del enajenamiento de bienes y prestación de servicios que son objeto del tráfico de la empresa;
Otros ingresos.
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CUENTAS ANUALES:
Son los instrumentos transmisores de la información contable a los distintos agentes económicos y sociales. Las cuentas anuales son tres y existen dos modelos para cada una de ellas (normal y abreviado):
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El BALANCE presenta los elementos del patrimonio con separación entre activo y pasivo.
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La CUENTA DE PERDIDAS Y GANANCIAS dividida en dos partes: (Debe y Haber) recoge los gastos e ingresos del ejercicio.
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La MEMORIA completa la información contable de las otras dos.
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NORMAS CONTABLES:
Recoge los criterios y normas para la correcta valoración de los hechos económicos y de los elementos patrimoniales.
4. -PRINCIPIOS CONTABLES DEL PGC
La valoración de los elementos de las partidas de las cuentas anuales deben realizarse conforme a los principios contables, teniendo como principal objetivo expresar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la entidad en dichas cuentas anuales.
Los principios contables son nueve:
PRINCIPIO DE PRUDENCIA: se tratará de forma opuesta a los beneficios y perdidas, de forma que los primeros sólo se contabilizarán cuando se hayan producido, mientras que las perdidas podrán contabilizarse cuando sean estimadas.
PRINCIPIO DE EMPRESA EN FUNCIONAMIENTO: a la hora de valorar los elementos patrimoniales de una empresa se tomará como criterio para los bienes el importe que se obtendría por su venta actual, en el caso de los derechos el resultado por su cesión y para las obligaciones la cuantía a devolver para saldarlas en dicho momento.
PRINCIPIO DE REGISTRO: los hechos económicos deberán registrarse cuando nazcan los derechos u obligaciones que los mismos originen.
PINCIPIO DE ADQUISICIÓN: en el momento de incorporar al patrimonio los bienes comprados a terceros se valorarán por su precio de adquisición, mientras que los fabricados por la propia empresa se valorarán por su coste de producción. Por su parte los derechos frente a terceros se valorarán por su precio de adquisición.
PRINCIPIO DE DEVENGO: para considerar un gasto o ingreso imputable a un ejercicio se atenderá a la fecha en que se produce la transferencia del bien o la prestación del servicio que lo origina, independientemente del momento del momento del pago o del cobro.
PRINCIPIO DE CORRELACIÓN DE INGRESOS Y GASTOS: el resultado de un ejercicio proviene de restar a los beneficios los gastos realizados para la obtención de los primeros, teniendo en cuenta los beneficios y perdidas que no estén relacionados con la actividad de la empresa.
PRINCIPIO DE NO COMPENSACIÓN: no es posible compensar partidas de distinto signo, debido a la posible perdida de datos relevantes.
PRINCIPIO DE UNIFORMIDAD: a la hora de aplicar los principios contables, a veces uno se verá en la obligación de elegir entre distintas alternativas validas. Una vez elegida una opción se deberá seguir utilizando en todos aquellos casos en que sea de aplicación.
PRINCIPIO DE IMPORTANCIA RELATIVA: se podrá admitirla no aplicación de algunos principios contables, siempre y cuando no altere las cuentas anuales como expresión de la imagen fiel.
CONCLUSIÓN
La contabilidad, como toda ciencia, es compleja y en ciertos aspectos muy ambigua. En ausencia de toda normalización, la contabilidad (los ejercicios contables) de cada empresa estaría totalmente sujeta a los criterios subjetivos de la persona que la elabora, siendo totalmente imposible su interpretación por otra persona que no fuese la que la ha elaborado. Como consecuencia, todo documento contable debería ir unido a los criterios que se han seguido para su elaboración. La labor de los auditores sería enormemente complicada y no podría comparase los informes de una empresa con otra, ya que serían totalmente diferentes.
La contabilidad perdería toda su utilidad ya que la información que suministraría debería ser debidamente decodificada, perdiendo así toda capacidad predictiva y los usuarios de esta sería los más perjudicados.
Por otra parte no creo que el vigente Plan General Contable sea definitivo, sino que aún queda mucho camino que recorrer hasta llegar a un modelo “perfecto”. Es decir, el actual PGC debe estar sujeto a posibles modificaciones, y quien sabe, quizás seamos nosotros (en un futuro, por ahora bastante lejano), los autores de dichas modificaciones.
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Enviado por: | Javoneta |
Idioma: | castellano |
País: | España |