Literatura


Personajes en el teatro del siglo de Oro


1 INTRODUCCIÓN

El objeto del siguiente trabajo monográfico es conocer mejor un personaje que aparece en la obra de Pedro Calderón de la Barca titulada El alcalde de Zalamea.

El personaje sobre el cual se ha centrado este trabajo es Pedro Crespo, del cual podríamos decir que es el protagonista. Se ha elegido este personaje por su evidente importancia en la obra, por ser el, a mi gusto, el mejor caracterizado y tratado de toda la obra. Es un personaje del que podemos realizar un análisis psicológico bastante completo.

Este trabajo ha sido una propuesta del profesor de Lengua Castellana y Literatura como ejercicio de evaluación del tercer trimestre.

El guión seguido para realizarlo ha sido facilitado por el departamento de Lengua Castellana y Literatura.


2 LOS PERSONAJES EN EL TEATRO

2.1 Una primera aproximación al teatro

2.2 Personajes en el teatro

Al igual que las obras narrativas, en las obras dramáticas, en el teatro, existen personajes, seres creados por el autor de la obra, que cobran vida en la ficción de la obra. Ellos dicen sus parlamentos y, a través de sus palabras, nos ayudan a imaginarnos y configurar la acción. Son quienes llevan a cabo la acción dramática a través del diálogo. Debido a las limitaciones espacio-temporales de una obra teatral, es difícil que podamos conocer en profundidad la psicología de todos los personajes, por lo que sólo son analizados con detenimiento los protagonistas.

Hay que recordar que los personajes se mueven, hacen gestos, llevan la vestimenta apropiada para la obra representada, es decir, complementan el diálogo mediante la mímica o los gestos; y los lectores nos enteramos de todo esto mediante las acotaciones del autor.

Es importante señalar que estos personajes, que existen en la obra dramática, son encarnados por actores al momento de representar la obra y convertirla en una pieza teatral. Los actores son personas reales, que pueden dar vida a distintos personajes, según las obras que realicen.

A lo largo de la historia del teatro han existido distintas series o tipos característicos de personajes. Pero en general en las obras dramáticas podemos diferenciar estos tipos de personajes. Estos son:

  • el protagonista,

  • el antagonista,

  • los personajes secundarios,

  • los personajes colectivos y

  • los personajes alegóricos.

2.2.1El protagonista

Es el personaje principal, el más importante. Es quien representa a una de las fuerzas que normalmente existen en la obra dramática, y que se encuentran en conflicto.

Lo común es que el protagonista siempre trate de buscar la solución del conflicto de buena manera. Es un personaje con el cual el lector o el publico se identifica; al leer o presenciar la obra se solidariza con el, se pone de su lado.

2.2.2El antagonista

Es también un personaje importante y representa la otra fuerza que lucha. La otra fuerza del conflicto nombrada anteriormente. El antagonista es, entonces, quien se opone al protagonista, está en contra de que él logre sus fines.

Dicho de un modo familiar, el antagonista es el malo de la historia. Él retrasa la solución del conflicto, y los lectores y espectadores destinatarios de la obra, generalmente no están de su lado, no quieren que triunfe.

2.2.3Personajes secundarios

Son aquellos que no representan una de las dos fuerzas en conflicto, sino que se suman a una de las dos, dando su apoyo ya sea al protagonista o al antagonista.

No hay que creer que por ser secundarios, esto personajes tiene menos importancia dentro de la obra. Lo que sucede es que el conflicto no esta centrado en ellos, pero su acción es igualmente definitiva para el desenlace de la obra y su presencia es esencial.

2.2.4Personajes colectivos

Son un tipo de personaje que, a pesar de ser una sola persona, representa a muchas otras; es como si fuera la encarnación de un grupo. Puede ser, por ejemplo, un representante del pueblo, o de los súbditos del rey.

2.2.5Personajes alegóricos

Constituyen la encarnación de aquellas cosas abstractas, que no son personas. Evidentemente, estos son personajes simbólicos, a los que se les dan las características de aquellas cosas a las que representan.

Esto ocurre en aquellas obras donde participan como personajes La Primavera, por ejemplo, o La Muerte, representada como una mujer vestida de negro, que aparece de pronto.


3 TIPOS DE PERSONAJES EN EL TEATRO DEL SIGLO DE ORO

 El siglo XVII es el siglo de oro del teatro en España. Es un momento en el que las circunstancias sociales y políticas determinan una situación excepcional: la representación pública se convierte en el eje de la moral y la estética.

Las “apariencias” son fundamentales. El mundo es un gran teatro y el teatro es el arte más adecuado para representar la vida. Se crean las primeras salas teatrales llamadas corrales de comedias, que eran gestionadas por las Hermandades, verdaderos precedentes del empresario teatral moderno. Van a proliferar los autores, las obras y las compañías. El teatro deja de ser un acontecimiento restringido para convertirse en un producto competitivo, sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Un interesante debate teórico acompaña el nacimiento y desarrollo de esta forma nueva de entender el teatro. Dos autores de la época nos sirven para ilustrar el sentido y la evolución de este debate y del arte teatral: Cervantes y Lope de Vega.

El teatro nacional del siglo de Oro se caracteriza por su pluralidad temática. Los temas son por una parte extraídos de la épica medieval, de la historia universal y española, de la tradición pastoril, caballeresca y morisca, pero también de la literatura religiosa. Frecuentemente son temas del vivir diario, tanto de la actualidad política como social o religiosa.

Se transforman en acción teatral temas y problemas de la actualidad, algo que quedaba reservado hasta entonces a otros géneros.

Los personajes del teatro del siglo de oro son tipos teatrales que reflejan caracteres humanos generales, con rasgos permanentes y funciones fijas dentro de la obra. Aunque hay excepciones, no se busca la profundidad psicológica, sino el reconocimiento por parte del público. Los personajes más frecuentes son:

  • El galán y la dama. Ocupan el centro de la intriga, generalmente amorosa, que se suele resolver con el matrimonio entre ambos. Son nobles, virtuosos y heroicos y aparecen idealizados.

  • El criado y la criada. Son los fieles sirvientes del galán y de la dama, respectivamente, y contribuyen al final feliz de las relaciones. El criado. Gracioso o figura de donaire es una de las grandes invenciones del teatro clásico: aporta los elementos cómicos y ofrece la contrapartida práctica y realista de su señor. Paralelamente, se suele casar con la criada de la dama.

  • El padre: Es, después del rey, la figura de mayor respetabilidad y autoridad. Como encargado de custodiar el honor familiar, será el encargado de vengar las posibles afrentas recibidas.

  • El rey. Actúa como supremo juez que resuelve todos los conflictos, distribuye la justicia con acierto y protege a todos los súbditos.

  • El villano o labrador rico. Es el representante de una clase social popular acomodada, a la que también le corresponde mantener su honor frente a los abusos nobiliarios.

  • Otros personajes. En papeles secundarios aparecen todo tipo de personaje, como reflejo de la variedad social: estudiantes, soldados, mercaderes, labradores, artesanos, moros, judíos, etc.


4 CALDERÓN Y LOS PERSONAJES DE SUS OBRAS DRAMÁTICAS

Uno de los rasgos más típicos de Calderón es su tendencia a construir personajes simbólicos. Más bien los podemos clasificar como tipos, pues representan ideas o cuestiones. Esto no es impedimento para que estos personajes sean desarrollados psicológicamente, dotándolos de alma y sentimientos, los cuales sufren las consecuencias de sus actos y están influidos por problemas sociales

Un rasgo típico de Calderón es la jerarquización de personajes. Esto supone que el énfasis se ponga en un héroe predominante al cual se da mayor importancia y se pone mayor énfasis en su caracterización psicológica.

Los personajes de Calderón también muestran su barroquismo: dotados de ilimitada violencia, rasgos desmesurados, trazos muy marcados y se contraponen entre ellos.

En sus obras aparece una rica galería de personajes representativos de su tiempo y de su condición social, todos los cuales tiene en común los tres temas del teatro literatura barroca / barroco español: “el amor”, “la religión” y el “honor”.Este último tema es muy bien tratado en El alcalde de Zalamea, libro objeto de este trabajo.


5 PERSONAJES DEL ALCALDE DE ZALAMEA

Los personajes que aparecen en el alcalde de Zalamea son (en orden alfabético):

  • (la) “Chispa”

  • Don Álvaro de Ataiyde

  • Don Lope de Figueroa

  • Don Mendo

  • El rey Felipe Segundo

  • Inés, prima de Isabel

  • Isabel, hija de Pedro Crespo

  • Juan, hijo de Pedro Crespo

  • Nuño; criado de Don Mendo

  • Pedro Crespo, labrador

  • Rebolledo

  • Soldados

  • Un escribano

  • Un sargento

  • Villanos

A continuación procederemos a analizar cada uno de ellos:

  • (la) Chispa: es, junto con Rebolledo, el personaje encargado de poner el toque cómico a la obra. Su aparición es más notable al principio, pues a media que se va desarrollando la obra y esta se vuelve más trágica sus intervenciones se vuelven cada vez mas reducidas. La “Chispa” es una soldadera de la compañía que para en Zalamea. Este personaje también nos muestra el hecho de que una mujer puede “espabilarse” dentro de un grupo de soldados varones.

  • Don Álvaro de Atayde: es el capitán de las tropas de de Lope de Figueroa. Este personaje rapta, viola y abandona en el campo a Isabel (hija de Pedro Crespo).En Don Álvaro de Atayde podemos observar como la soberbia y la ambición le llevan a cometer un acto cruel, desvergonzado y brutal. Además de esto, cuando el padre de la muchacha, Pedro Crespo, nombrado alcalde del pueblo intenta convencerle de que se case con su hija para arreglar el asunto, éste se niega por parecerle humillante casarse con una villana, y sobre todo porque no le teme al castigo: piensa que se salvará porque lo enviarán a un juzgado militar. Sin embargo, el destino le demostrará que sus abusos no quedarán sin castigo.

  • Don Lope de Figueroa: representa a un anciano militar que se aloja en casa de Pedro Crespo.

  • Don Mendo: representa la figura del pretendiente. Podríamos afirmar que es el único personaje noble que aparece en la obra y es algo así como una parodia de hidalgo. Don Mendo es equiparable a D. Quijote: trata de vivir en un pasado fantástico donde doncellas como Isabel se rinden a hidalgo como él. El homenaje a don Quijote es evidente en el trato que se hace del amor cortés. Figura grotesca y cómica, don Mendo desaparece de la obra a mediados de la segunda jornada, cuando las cosas empiezan a tomar un tono más serio.

  • El rey Felipe Segundo: El rey tiene un papel muy próximo al de Dios ya que aparece en el momento oportuno para que se haga justicia. La figura del rey es muy autoritaria y perfecta, pues reconoce los méritos de Crespo y lo nombra alcalde perpetuo.

  • Inés, prima de Isabel: este personaje no tiene gran trascendencia en la obra. Su función en la obra se limita a acompañar a Isabel.

  • Isabel, hija de Pedro Crespo: es el protagonista femenino. Es un personaje prototípico, una joven virgen deseada por los hombres. Representa un objeto de deseo, pues sus intervenciones antes de la violación son escasas, el autor le presta mucha más atención cuando ya ha sido ultrajada. No expresa grandes matices psicológicos, sólo representa el papel de víctima en su gran discurso final cuando despierta la compasión del público. Aún así tiene un papel fundamental en la obra, pues su belleza es la que desencadena los hechos.

  • Juan, hijo de Pedro Crespo: Juan posee un papel importante en la obra, sobre todo en la temática del honor. Poseyendo tan alto honor social como su padre, sin embargo, no comparte su opinión de que el campesino, por ley natura, debe tener una posición inferior a la de los nobles. Es malicioso y orgulloso , se le podría considerar como un Pedro Crespo joven e inmaduro, pues no posee la prudencia y disimulo de este.

  • Nuño, criado de Don Mendo: Tiene junto con Rebolledo y la “Chispa” el papel gracioso y cómico de la obra. Siempre le esta recordando a su amo que nunca comen, con palabras o frases de doble sentido. Nuño es muy hábil e ingenioso, y su función es la de hacer reír a la vez que mostrar la ridiculez de su amo y de los hidalgos en general.

  • Pedro Crespo, labrador: es prácticamente el protagonista de la obra. Pedro Crespo es un labrador viejo con un carácter muy dinámico y con un alto sentido del honor social. Opina, a diferencia de su hijo, que por ley natural tiene que tener una posición inferior a al de los nobles; pero también considera que el honor y la clase no se pueden comprar y que ante la ley somos todos iguales. Otros rasgos de su carácter son su prudencia inicial y la tendencia a tratar a las personas del mismo modo que él es tratado. Son en las discusiones con Don Lope de Figueroa donde el carácter de este personaje y donde muestra su gran capacidad de discusión. Mediante personajes secundarios nos damos cuenta de su modo de pensar y es el foco de atención del autor: observamos como sufre los conflictos, como lucha por salvar el honor familiar y cómo arregla la situación. Es un personaje muy bien tratado y caracterizado.

  • Rebolledo: es junto con la “Chispa” el personaje encargado de poner el toque cómico a la obra y junto con ella también es el encargado de llevar la voz de los soldados. Rebolledo es el encargado de hacer las tareas comprometidas y difíciles, en las que siempre se sale con la suya y nunca es castigado. Representa el soldado gracioso que tiene el consentimiento del capitán, y que se convierte en uno de sus ayudantes para llevar a cabo el ultraje a Isabel.

  • Soldados: los soldados no tienen ninguna trascendencia en la obra. Aparecen al principio de esta y su función esta orientada a integrar en un sector a la “Chispa” y Rebolledo.

  • Un escribano: aparece fugazmente al final de la obra. No tiene ninguna trascendencia dentro de la obra.

  • Un sargento: sus intervenciones se ven limitadas a la primea parte. Se podría decir que es quien despierta la curiosidad en D. Álvaro por conocer a Isabel.

  • Villanos: los villanos son los vecinos de Pedro Crespo, los habitantes de Zalamea, los cuales eligen al labrador como alcalde. Además le apoyan al conocer el ultraje de su hija.

6 ANÁLISIS DE UN PERSONAJE: PEDRO CRESPO

6.1 Prosopografía

En la obra no se nos facilita ninguna característica física del personaje

6.2 Etopeya

Pedro Crespo, es, sin duda el personaje mejor. Todos son iguales y la virtud, la conducta y la dignidad personal no dependen de la nobleza pero sí de la limpieza de sangre. tratado y caracterizado de la obra.

Pedro Crespo, un alcalde de Zalamea, famoso por su astucia y su audacia, pero también caracterizado con el rasgo de la vanidad, que sirve de ejemplo de los nuevos villanos ricos que ostentan un gran sentido del honor. Pero el honor de Pedro Crespo se ha de entender dentro de la estructura del siglo XVII, la división de clases ya no existe, pero se conservan los privilegios y los prejuicios entre estas. El concepto de honor horizontal es el que gobierna la familia Crespo. El honor horizontal es el basado en la igualdad humana; todos son iguales y la virtud, la conducta y la dignidad personal no dependen de la nobleza pero sí de la limpieza de sangre. Para Crespo el honor de sus seres queridos también es muy importante.

En la casa de un villano,

que el hombre más rico es

del lugar, de quién después

he oído, que es más vano

hombre del mundo, y que tiene

más pompa y más presunción,

que un infante de león.

El mayor rasgo caracterizador de Pedro Crespo es su alto sentido del honor. Considera que los nobles por su posición social, tienen una posición superior por ley natural. Pero también defiende el hecho de que ante la ley todos somos iguales.

Al rey la hacienda y la vida

se ha de dar; pero el honor

es patrimonio del alma,

y el alma sólo es de dios.

Estos versos pronunciados con orgullo al final de acto primero resumen la filosofía de Pedro Crespo. De nada le valdrán las coacciones de un gran militar ni las palabras del mismísimo rey para dejar de defender las consecuencias a las que ha llegado en el tercer acto, para no llevar a cabo la limpieza de su honor de la manera que el considera más justa y apropiada.

La forma en que desobedece la ley del momento al ajusticiar por su cuenta a un militar, tras haberse humillado delante de éste pidiéndole que se casara con su

hija para salvaguardar su honor, nos sugiere hasta que punto era de importante este principio para Pedro Crespo. Esto también nos muestra su convicción de que ante la ley todos somos iguales.

Otra de las creencias a resaltar de este personaje es el convencimiento de que la clase y el honor no se pueden comprar; que eso es algo que se hereda, y así se lo muestra a su hijo, quien le propone librarse de la pesada carga de acoger a los militares comprando una ejecutoria.. Crespo se siente orgulloso de ser un villano y de tener las posesiones que tiene.

[…]

“pues ¿que gano yo en comprarle

una ejecutoria al Rey,

si no le compro la sangre?”

“Yo no quiero honor postizo

Otro rasgo que he nombrado anteriormente es la tendencia de Pedro Crespo a tratar igual que sea tratado, sin depender quien sea su interlocutor. Así se lo hace saber a Lope de Figueroa antes de la famosa escena del jardín.

Yo, señor, siempre respondo

en el tono y en la letra,

que me hablan,

También podemos ver en el personaje un padre de profundos sentimientos. La compasión por Isabel al conocer su afrenta es notable en la actitud de este. Su instinto paternal también es observable al despedirse de su hijo en la tercera jornada.

6.3 Tipo de personaje y función que desempeña

Atendiendo a la clásica clasificación de los personajes podemos afirmar distintas cuestiones.

Pedro Crespo es el foco de atención de Calderón: observamos como sufre los conflictos, como lucha para salvaguardar el honor de su hija y como salva la situación.

Es el personaje principal de la obra, pues casi todos los demás existen en función de él, lo cual no significa que no posean un cierto grado de autonomía e individualidad propia. Pero la función principal de estos es iluminar, a veces por medio del contraste, aspectos del complicado y enigmático carácter del protagonista. Existen para hacer posible que este personaje casi monolítico al comienzo de la obra se transforme en un personaje mítico, contradictorio, de muchas dimensiones.

Además de esto podemos decir que es un personaje individualizado, pues posee unos rasgos específicos muy definidos y diferenciados de los demás.

Además es un personaje plano, pues aparece definido por unas características que no se modifican a lo largo del relato. Como son el honor social, la vanidad etc.

6.4 Modos de caracterización

Al tratarse de teatro el modo de caracterización de este personaje es de forma directa, pues a través de los diálogos nos damos cuenta de su forma de pensar. Se reproducen las citas textualmente, tal y como son expresadas. Esto es una dificultad añadida pues debemos imaginarnos que nos intenta transmitir el autor, ya que este no nos facilita ninguna ayuda. Como ya se ha citado anteriormente el momento en que mayor conocimiento tenemos del mundo interior de Pedro Crespo es en la plática que mantiene con D. Lope en el jardín.


7 CONCLUSIONES

Para finalizar podemos afirmar que el rasgo que mejor caracteriza a Pedro Crespo es el gran sentido del honor social que posee. Todos sus actos en la obra van encaminados a conservar ese honor, y el de sus allegados. Para conseguirlo es capaz incluso de humillarse ante el agresor de su hija, pidiéndole que se case con ella para remediar su honor. Al percatarse de que el capitán es un engreído y que la lástima no servirá de nada con el, decide tomarse la justicia por su mano, y aprovechando su nuevo cargo de alcalde hace que ejecuten a D. Álvaro.

Pedro Crespo, aunque no siguió los procedimientos estipulados por la ley, castigó al capitán que forzara su hija en el monte. Consiguió este objetivo poniendo a sus convecinos a su favor. De esta manera incluso el rey premia sus servicios, porque, aunque erró en los procedimientos, acertó en la sentencia. Así se acaba de poner al lector a favor de este personaje.

A través de este hecho también reafirmamos la idea de Pedro Crespo de que todos somos iguales ante ley, y que aunque el considere que es inferior al capitán por ser villano, una afrenta así a su honor y al de su familia no quedará impune.

Finalmente observamos que los acontecimientos ocurridos conducen a la pérdida de la tranquilidad emocional de este personaje al faltarle la compañía de sus hijos. Isabel se retira a un convento, y Juan se marcha siguiendo la carrera militar. La nueva soledad del alcalde anuncia para el futuro un contenido sufrimiento, dado el quebrante de la felicidad familiar de la que solía gozar.


8 BIBLIOGRAFÍA

CALDERÓN DE LA BARCA, Pedro; l Alcalde de Zalamea, Madrid, (ed. Cátedra), 1982

ECHAZARRETA ARZAC, Jose María; Lengua Castellana y Literatura 1º Bachillerato, Madrid, ( ed. Editex ), 2002

VALBUENA PRAT, Ángel; El teatro español del Siglo de Oro, Barcelona, ( ed. Cátedra ), 1969

9 ÍNDICE

vv. 165-171. Pedro Calderón de la Barca, El alcalde de Zalamea, Madrid, Catedra,199916 .A partir de ahora citaré siempre por esta edición y de esta forma

vv. 873-876

De acuerdo con las leyes del país la sentencia a D.Álvaro debía ser aplicada por un tribunal militar.

Los nobles no estaban obligados a acoger a las tropas que pasaban por su lugar de residencia.

vv. 492-494

vv. 517

vv. 1129-1131

vid. Etopeya de Pedro Crespo




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Enviado por:Elena
Idioma: castellano
País: España

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