Filología Clásica


Pensamiento clásico romano


I. Mentalidad y Valores Sociales

TEMA 1: La Tradición. El Mos Maiorum

Los antepasados son siempre el ejemplo a seguir para los romanos. Incluso cuando se producen enfrentamientos políticos o militares se recurre siempre a ellos. Esta mentalidad revela un gran conservadurismo y supone una mentalidad de vida, es decir, una referencia para la sociedad en cuanto a sus valores sociales o morales.

1.1. Categorías fundamentales del hombre romano: fas, ius, mos, fides, virtus

Roma pertenece al mundo Indoeuropeo, por lo que gran parte de sus costumbres y formas de vida provienen de este mundo. George Dumezil estudió las leyendas y conceptos culturales de la mayor parte de los pueblos indoeuropeos para intentar dar cuenta de cómo era esta sociedad. Habla de una serie de palabras que definían bien el carácter de los romanos: fas (la ley divina) e Ius (lo conforme al derecho). Fas es lo que es conforme a una norma cósmica universal. Todo aquello que no es conforme a esta norma es ne fas, de ahí el término castellano nefasto. Ius es el comportamiento que debía tener un grupo en relación a los demás.

Mos es lo contrario de Ius. Indica aquello que no está regulado. No obstante, esta libertad de comportamiento terminó siendo regulada por los romanos al añadirle el término Maiorum. Las costumbres de los antepasados son mejores que las suyas. Para los romanos cualquier tiempo pasado fue mejor. Fides significa lealtad, confianza en la palabra, que podía establecer una buena relación en la comunidad. Cicerón dijo que la Fides era lo que diferenciaba a los hombres de los animales. Por último, Virtus es el conjunto de cualidades del vir, del hombre. Hay que tener en cuenta que estamos ante una cultura en la que los valores del hombre están muy por encima de la mujer.

En este período, un hombre que no sabe lo que hacer debe acudir al Mos Maiorum.

1.2. La reconstrucción del pasado nacional: Mitos e Historia

Los romanos le dieron una gran importancia a su Historia. Desde el momento en que Roma empieza a engrandecerse se inicia una labor de recuperación de su pasado, ya que es necesario saber de donde proviene y debe engrandecer sus orígenes. Pero se tienen muy pocos documentos, por lo que se aprovechan ritos, leyendas y mitos y se introducen en la Historia.

La primera leyenda acerca del nacimiento de Roma es la de Eneas, según la cual los orígenes de Roma se encuentran en Troya. La Eneida también tiene un cierto fondo histórico, ya que algunos historiadores piensan que el pueblo etrusco proviene del Egeo. Los romanos utilizan este tema para acercar su procedencia al floreciente mundo griego y para acercase a un origen divino: Venus, la madre de Eneas. Este recurso de la procedencia divina también lo encontramos en el mito de Rómulo y Remo, ya que eran hijos de Marte.

Otra leyenda importante es la de Horacio Cocles y Mucio Escévola. Estos dos personajes son héroes de la guerra entre los romanos y Porsena, rey de una ciudad etrusca, que llegó a sitiar Roma y dominar a sus ciudadanos. Horacio Cocles resisto el solo en un puente frente a las tropas de Porsena. Mientras, sus conciudadanos destruían el puente, impidiendo así la entrada de Porsena en la ciudad. Ante esta situación surge Mucio Escévola, elegido por los romanos para asesinar al rey etrusco. Pero Mucio se equivocó de persona, y asesinó a un secretario de Porsena. Capturado por los etruscos, estos le querían torturar, pero el se abrasó la mano antes de decir nada. Viendo este gesto, Porsena abandonó Roma. Esta leyenda tiene ciertos paralelismos con los mitos germánicos de Odín, tuerto como Horacio, y Tyr, que se dejó cortar un brazo antes de hablar.

También hay otros mitos de origen distinto, como el de los Horacios. Roma y Alba Longa, una ciudad del Lacio, están en guerra, ya que Tulo Hostilio, el tercer rey de Roma, decidió atacar la que fue metrópoli de Roma. Pero están muy igualados, por lo que los reyes decidieron establecer un enfrentamiento entre los guerreros más fuertes de cada bando. El grupo que ganara llevaría la victoria hacia su ciudad. En cada pueblo había unos trillizos: los Horacios (Roma) y los Curiáceos (Alba Longa). En el primer enfrentamiento mueren dos Horacios y dos de los Curiáceos resultan heridos. El tercer Horacio decide salir corriendo para así debilitar a los heridos y poder derrotarlos uno a uno. Su plan dio resultado y venció a los Curiáceos, por lo que llevó la victoria a Roma. En realidad, estos enfrentamientos son ritos de iniciación característicos de los pueblos antiguos.

Otro mito importante es el del Rapto de las Sabinas. La población de Roma estaba formada mayoritariamente por hombres, por lo que necesitaban mujeres. Además, las pocas féminas que había en la ciudad eran familiares de estos hombres, por lo que su descendencia podía tener problemas. Por este motivo, los romanos celebraron una fiesta a la que invitaron a sus vecinos de la Sabina, con el propósito de raptar a sus mujeres para tener una descendencia sana. Tras este hecho, surgió una nueva guerra. Esto no es más que un rito de fecundidad. A veces, generalmente en primavera, tenían lugar intercambios de mujeres entre dos pueblos, para así evitar la fecundidad entre familiares.

Pero, sin duda, el mito más importante acerca de la fundación de Roma es el de Rómulo y Remo. Esta leyenda mantiene ciertos paralelismos con otras del ámbito indoeuropeo. En este sentido, se podría hablar de un Mito del fundador para este pueblo. El origen divino del protagonista es algo muy utilizado. Otros fundadores también tienen origen divino: Alejandro Magno, hijo de Júpiter Amón y la mujer de Filipo, Buda, hijo de Maya, Teseo, hijo de Neptuno, Neleo y Pelías (Fundadores de Pilos) o Mileto, hijo de Apolo. En el Cristianismo también nos encontramos con este tópico, ya que Cristo es hijo de Dios.

En estas leyendas, la intención de los hombres es la de acabar con el futuro fundador, aunque este siempre llega a salvarse. Floro nos habla de que fue el dios Tíber el que salvó a Rómulo y Remo de la muerte. En este sentido, se encuentran paralelismos en la historia de Moisés, que se salva del Faraón o en la de Buda, ya que su padre soñó que su hijo sería el fundador de una nueva religión, aunque de carácter mistérico, lo que iba en contra de los gustos del padre. Astages, último rey de los Medos, tuvo un sueño que le revelaba que su nieto fundaría una gran nación, pero que sería de raza distinta, por lo que intentó eliminarlo sin éxito. Su nieto se convertiría en el primer rey del Imperio Persa. Cristo también se salva de Herodes, cuya intención era que muriera. También Gargolis, rey de los Curetes, intentó acabar con Habis, el primer rey de los Tartesios. La forma de exposición a la muerte de los protagonistas también es similar. Por ejemplo, el recurso de la canastilla abandonada en el río es muy utilizado. Este abandono parece ser un rito de iniciación.

Otra característica común a todas estas leyendas es que la madre del fundador siempre es inocente. Todas ellas tienen rasgos místicos, y suelen ser vírgenes. Cabe citar como ejemplo las figuras de Rea Silvia o María.

El tema del amamantamiento también es muy recurrente: Habis es amamantado por muchos animales, Ciro por una perra, Neleo y Pelías por una yegua y Rómulo y Remo por una loba. Posteriormente todos ellos son encontrados por un pastor que se los entrega a su esposa para que los críe. Según Michael Grant en su obra Mitos de los Griegos y los Romanos, esta mujer es una “prostituta santa”, parecida a la figura bíblica de María Magdalena.

Gracias a todos estos paralelismos, se puede llegar a la conclusión de que la leyenda de Rómulo y Remo no es muy original. Es más, se cree que está muy relacionada con la leyenda de Ciro, que data del siglo VI a. C, mientras que la de los fundadores de Roma es del V a. C. Grant afirma que el mito fundacional de Roma proviene de la leyenda de Neleo y Pelías.

No obstante, la leyenda de Rómulo y Remo pasó por diferentes fases hasta adoptar su último formato: hubo una primera historia según la cual Rome (“fuerza” en griego”), una mujer, fundó la ciudad. Posteriormente se masculinizó el nombre, ya que era inconcebible que los romanos tuvieran tal origen, apareciendo así el nombre de Romus. Que aparezcan dos gemelos se debe a la concepción antigua de que esto era un símbolo de fuerza y valor. Romulus es un término de origen etrusco, que significaría Roma. También se habla de que provenga del término griego romuelos, “el fortachón”. Remo pudo haber surgido de la familia de los Remios, muy importante en los primeros tiempos de Roma, ya que de este modo conseguían un carácter divino. Pero lo más probable es que provenga de un nombre creado por los romanos para distinguir entre esa concordancia de los nombres de los dos hermanos: Romulus et Romus > Remus

Probablemente, esta leyenda copia a la de Ciro y a la de Neleo y Pelías. Rómulo y Remo son expuestos en una canastilla en el río, pero Ciro no. Por otro lado, Moisés y Sargón de Acad sí lo son. Pero, por ejemplo, Justino no habla de que los gemelos fueran expuestos en el Tíber.

Dionisio de Halicarnaso dice que la presencia de la loba y que los niños no mueran es algo poco verosímil. Afirma que Númitor cambia a los gemelos, y los abandonados por Amulio son otros niños. Plutarco nos habla de otra versión de la leyenda, bastante diferente, que se acerca más a la de Ciro.

Por tanto, la leyenda de la fundación de Roma tiene un origen en la de Ciro, pero, una vez que se produce el desdoblamiento, se acerca más a la de Neleo y Pelías.

Hay varios elementos de la leyenda que merece la pena explicar:

1. Marte: El dios de la guerra es el padre de los gemelos. Acerca de esto hay dos explicaciones. La primera, dada por Michael Grant, habla de que Marte ocupó la primacía del panteón latino en tiempos remotos, por lo que es obvio que se le considere padre de los fundadores de Roma. En la segunda, se afirma que con la presencia del dios de la guerra como antepasado de los romanos, se intenta justificar su trayectoria bélica.

Acerca del enfrentamiento entre Rómulo y Remo, Floro nos dice que el hecho de que aparecieran buitres significa que Roma sería una ciudad muy guerrera. Desde el primer momento, la aparición de Marte en la historia justificaría la belicosidad de los romanos.

2. Rea Silvia: La madre de los gemelos es un personaje muy curioso. Llama la atención que Amulio no la asesinara, sino que la convierte en sacerdotisa vestal. Esto es muy importante para los romanos, ya que en el templo de Vesta estaba el fuego sagrado de la ciudad, que representa la unión entre vivos y muertos, por lo que si se apagaba, se rompía esta conexión. Colocando allí a Rea Silvia se le daba una sacralización a la leyenda.

3. Los gemelos: El que sean dos hermanos gemelos es también interesante. La explicación viene dada por la filología, pero la existencia de gemelos en la antigüedad era símbolo de cierta protección divina. Pero, al fin y al cabo, solo uno de ellos se convertiría en fundador, por lo que solo puede quedar uno de los hermanos. Esto supone un fratricidio. Parece que los romanos compararon la muerte de Remo como la de Abel a manos de Caín. Es una especie de pecado que tienen que pagar.

4. Salto de la zanja por parte de Remo: Esto tiene un gran significado para los romanos de los primeros tiempos. Remo entró en los límites sagrados de la ciudad (pomoerium), en los que no se podía entrar. Por esto, Rómulo asesina a su hermano. Esto indica que los valores del Estado prevalecen sobre la familia.

5. La loba: La presencia de la loba y no otro animal que amamante a los gemelos puede venir dada por los antropólogos nacionalistas romanos, que dicen que era una prostituta, es decir, una lupa. Pero este animal aparece porque tiene que hacerlo, al igual que en el resto de leyendas de origen indoeuropeo. Que sea una loba y no otro animal se debe a que en las cercanías de Roma había muchos lobos.

6. Larentia: El nombre de la mujer del pastor recuerda bastante a los Lares, es decir, los antepasados por antonomasia de los romanos. Este nombre es muy adecuado para llamar al antepasado más antiguo de Roma.

7. La Higuera Ruminal: Este es el lugar donde fueron encontrados Rómulo y Remo. Su nombre proviene de Ruma, “ubre”.

8. Exposición: Este era el método más utilizado para deshacerse de los hijos no deseados. Cuando un niño es abandonado a la intemperie y se salva, es muy posible que goce de la protección divina.

1.3. Familia y Estado en los primeros tiempos de Roma

En la leyenda de fundación aparecen ya conflictos entre la familia y el Estado. En los primeros tiempos de Roma destacan algunas leyendas que comparten esta misma característica.

Por ejemplo, en la leyenda de los Fabios, una familia que se enfrentó a los habitantes de Bellos a favor del Estado. Los Decios también tienen una entrega total a favor de Roma practicando la devotio, una práctica consistente en entregar la vida para ganar el favor de los dioses. En este sentido también podríamos mencionar a los Horacios, ya que su hermana estaba prometida a un curiáceo, pero, a pesar de esto, el Horacio tuvo que matarlo, ya que era su enemigo. También mató a su hermana, ya que estaba enamorada de un enemigo. Incluso su propio padre consideró que su hijo había obrado bien y, en vez de llorar a su hija, celebró la victoria de Roma. Otro episodio es el de Junio Bruto, el fundador de la República Romana. Expulsó a Tarquinio el Soberbio y al cabo de unos años descubrió un complot que intentaba reponer la monarquía. En esta conspiración estaban los hijos de Bruto, que fueron juzgados y condenados a muerte. Colatino, el otro cónsul, también tenía unos sobrinos en la conspiración y trató de salvarlos enviándolos al destierro, pero Bruto no lo consintió y los condenó a muerte, además de enviar al exilio a Colatino. Otro caso es el de Espurio Casio, que consiguió una victoria sobre los pueblos latinos en el año 495 a. C. Alcanzó tal éxito que tuvo alguna intención tiránica. Su propio padre le condenó a muerte en un juicio privado. También se ve esto en la historia de Manlio Torcuato y Postumio Tuberto, soldados indisciplinados que fueron condenados por sus padres por romper filas en combate. El rey sabino Tito Tacio también murió, víctima de una conjura, al tratar de defender a unos parientes.

Naturalmente, este comportamiento parece brutal hoy en día, pero también se lo pareció a los escritores que lo hay traído hasta nuestros días, que también lo veían como algo ajeno; sobre todo los griegos, ya que los romanos lo veían como algo más cercano a ellos. Hay que tener en cuenta que los historiadores que cuentan esto en sus obras son de una época posterior, en la que los valores son diferentes y estos comportamientos parecen propios de animales, aunque para los romanos antiguos estas actuaciones eran encomiables.

Hay que ver en estas leyendas un intento de dejar claro que por encima de todo está la patria. Esto surge porque probablemente los romanos tenían dudas en este sentido, servio Tulio promulga una serie de leyes que se podían interpretar como un intento de constitución. Hasta este momento lo que hay en Roma es un sistema gentilicio, basado en la gens, la familia, la tribu, una comunidad basada en las relaciones de parentesco, aunque en sentido más amplio. Podría ser entendida como un clan en el que cada familia tenía sus tradiciones y un derecho propio. La creación de una ciudad supone la creación de unas instituciones que se encuentran por encima de este derecho. Estas nuevas leyes tienen que imponerse a estas familias: en la duda, que la ciudadanía tenga claro que lo que manda es el Estado, no la familia.

Pero en algunas de estas leyendas también se intenta refrenar la autoridad del pater familias, un individuo que, en la antigua familia romana, tenía el poder absoluto sobre todos sus miembros. Estos personajes serán los que posteriormente formarán el Senado. Serán los patricios.

En cuanto al origen de las leyendas, es más difícil llegar a un acuerdo. Los historiadores contaban con muy pocas fuentes, pero tenían los archivos de las familias. Quizá todas estas leyendas provengan de dichos archivos, donde se conservaban los carmina convivalia (canciones de banquete en las que se contaban las hazañas de los antepasados) y las laudationes funebres (Cantos de alabanza a los muertos, con características similares a los carmina convivalia).

1.4. El nuevo espíritu y el antiguo ideal: Escipión Africano y Catón el Censor

Hacia la mitad del siglo III se produce un cambio muy importante en Roma: la aparición de la Literatura, lo que conlleva la llegada a Roma de las obras griegas. Los primeros autores son Livio Andrónico, un esclavo griego que traduce la Odisea, Nevio y Ennio. Lo que hicieron fue imitar la gran literatura heroica de los griegos. La llegada de estas obras supone un gran cambio en la mentalidad de los romanos. Aparece un nuevo interés por la cultura, pero también constituirán ese motor que impulsa el cambio. Sus personajes suponen la exaltación de la individualidad, mientras que los romanos se basaban en los ideales colectivos, es decir, el héroe se sacrifica con la patria, mientras que el griego es más ambicioso y también busca la gloria personal. En Roma prevalece el poder, en Grecia el deseo. El Roma los soldados adoptan una disciplina férrea, en Grecia la improvisación puede traer la victoria. Todos estos rasgos hacen que el romano pase a ser un poco más ambicioso y comience a conjugar el respeto a la patria y la gloria personal.

La llegada de estos nuevos vientos desde Grecia da lugar a una nueva mentalidad. Aunque no se impone rápidamente, ya que existen resistencias. Por tanto, aparecen dos posturas: la de los filohelénicos, representados por Escipión Africano, y la de los Conservadores, guiados por Catón el Censor.

Escipión venció a Aníbal en Zama, lo que cambio el curso de la II Guerra Púnica a favor de Roma. Tenía una forma de ser parecida a la de los grandes generales helenísticos.

Catón también era muy admirado por los romanos. También fue buen militar, pero se le conoce principalmente por ser un excelente orador, respetuoso con la legalidad y defensor de las creencias de los antiguos.

No solo chocaron en ideologías, sino que también tuvieron enfrentamientos entre sí.

Escipión es de la familia de los Cornelios, un patricio. Catón, un Porfio, era plebeyo, era un homines novi, es decir, había llegado al consulado sin pertenecer a una familia patricia. Otros hombres nuevos fueron Cicerón y Mario. Si Catón llegó hasta donde llegó fue gracias a la ayuda de Valerio, un viejo patricio. Es defensor de la romanizad más pura, aun siendo plebeyo. Sin embargo, el aristócrata Escipión era más afín a los griegos.

Catón completó el cursus honorum hasta llegar a Cónsul. Escipión solo tenía 24 años cuando fue nombrado procónsul, cuatro años antes de poder comenzar el cursus honorum, que empezaba a los 28 años. Marcha a Hispania y comienza a tener éxitos. Es un hombre que enseguida acepta las costumbres griegas. Pero en el Senado lo veían con muy malos ojos, sobre todo Catón y sus seguidores. Todo esto tenía pinta de tiranía, lo que el Senado rechazaba. Escipión era un hombre ambicioso, cosa mal vista por los romanos, pero no por los griegos.

En el Senado también estaba Fabio Máximo, el Cunctator, que también participó en la Guerra contra Aníbal. Los romanos no lo veían demasiado bien, ya que Cunctator quiere decir “el que se retrasa”, ya que solía evitar o huir de los combates. Pero gracias a la Guerra de Guerrillas que promovió, la II Guerra Púnica dio un impresionante giro.

Este enfrentamiento entre Escipión y Catón finalizó con la “victoria” de este último. Sus partidarios acusaron al hermano de Escipión de malversación de fondos. Pero con esto también acusaban al propio Escipión, ya que era su lugarteniente. Tras esto, se retiró y murió sin disfrutar de la gloria que había alcanzado.

Catón también es un hombre muy singular, y estuvo hasta el final de sus días ejerciendo. En su vejez, una demencia hacía que su deseo por destruir Cartago se hiciera visible en cada discurso que pronunciaba. Sentía una gran hostilidad por los griegos, incluso consiguió expulsar a varios filósofos griegos que estaban en Roma. En última instancia, está convencido de que si los griegos llegaban a Roma, esto supondría la ruina de la ciudad. Plutarco cuenta que Catón, cuando le visitó el rey de Pérgamo, se alejó de él y dijo: “Ese animal es carnívoro por naturaleza”.

Pero no solo nos encontramos a Escipión Africano y a Catón el Censor dentro de estas dos corrientes, sino que podemos mencionar a otros hombres importantes dentro del foro romano: partidarios de Catón nos encontramos a Valerio y Apio Claudio. Por otro lado, siguiendo a Escipión se encuentran Flaminino, famoso porque venció a los Macedonios y declaró la libertad de todos los griegos, y Emilio Paulo, vencedor de Perseo en la III Guerra Macedónica.

Esta confrontación también repercutió en la política. Al final, Escipión tuvo que marchar al Exilio. A Flaminino le pasó algo parecido: su hermano fue condenado por una nota censoria de Catón, ya que había matado a un preso, y le expulsó del Senado.

El final de esta lucha supone la victoria de los nacionalistas, ya que Escipión marcho al exilio. Pero no fue así, porque el filohelenismo seguía trayendo ideas griegas, tales como un cambio del régimen político de Roma. En realidad tras esta disputa ideológica se produce un cierto empate (triunfo del filohelenismo cultural pero una derrota en el ámbito político).

El punto intermedio entre Catón y Escipión se encuentra en la figura de Escipión Emiliano, hijo de Emilio Paulo, del bando de los filohelénicos. Tuvo una educación al estilo griego. Se llamó Escipión y no Emilio porque fue adoptado por el hijo de Cornelio Escipión Africano:

Escipión Emiliano destruyó Numancia y Cartago y formó en torno a su persona el llamado Círculo de Escipión, un círculo cultura de enorme importancia. Apadrina a Panecio de Rodas, el líder de la doctrina estoica en este momento, y junto a el tenemos al historiador Polibio. Estos fueron los continuadores de determinados tipos de literatura griega. Tanto Panecio como Polibio defendieron el régimen político romano. Admiraban la constitución mixta de Roma, ya que habían vivido las demagogias griegas surgidas de las derrocadas tiranías. Estos griegos dieron un “espaldarazo” al régimen republicano. El siglo que le queda a la República va a ser un período lleno de conjuraciones y guerras civiles.

A partir de ahora la producción literaria roana va a ser una mezcla de emulación griega con tradiciones y costumbres romanas. De aquí surge la Eneida de Virgilio, el canto nacionalista por excelencia de Roma al estilo griego. Eneas constituye el héroe medio griego y medio romano.

TEMA 2: Cambios en la sociedad imperial

2.1. La Sociedad Imperial. Características

A lo largo del Imperio el antiguo Senado va perdiendo su poder. Es un órgano consultivo sometido a las decisiones del emperador. Los senadores tienen la tentación de volver al régimen republicano, buscaban la Liberta. Se siente una cierta nostalgia por los viejos tiempos. Los senadores hicieron algunas conjuras y golpes de estado para intentar cambiar la situación. El emperador controlaba el poder en la medida en que controlaba al ejército, y si no lo controlaba era derrocado.

En la Carta XIII de Plinio el Joven se ve como un senador se lamenta del presente. En aquel tiempo se aprendía de los antepasados y eso se transmitía a la descendencia, a la que se educaba para tomar parte en el ejército. El padre era el que enseñaba a sus hijos utilizando ejemplos conocidos por el. Aparece un contraste entre los tiempos republicanos y los de Trajano. Pero los tiempos cambiaron, sobre todo para los que estaban en la cima.

En el Imperio hay gente de todas partes, por lo que se habla de una división entre hombres libres y esclavos, número que había ido creciendo desde la expansión romana por el Mediterráneo. Con esto desaparece la clase media y los sistemas de producción cambian. El comercio y la industria van a tener una mayor importancia. La mano de obra esclava es muy barata por lo que nadie contrata ya a jornaleros. Ya no se cultivan los campos para que la gente se alimente, sino para el comercio. Los pequeños propietarios no pudieron luchar con el nuevo sistema económico, se arruinaron y se marcharon a las ciudades, donde se convirtieron el la plebe del “Pan y el Circo”, ya que tienen que ser contentados de alguna manera. En la época Imperial, el emperador mantiene contento a su pueblo con espectáculos y actividades.

En la sociedad imperial abundan también los libertos, aunque se hicieron leyes para controlar las manumisiones de los esclavos. Se concebía la esclavitud como algo pasajero. Alguien que había sido esclavo al ser liberado adquiría la posición de liberto y sus descendientes recibían plenos derechos políticos. Un tercio de la población del Imperio estaba formada por esclavos. De entre los llamados libres, muchos eran libertos. En el siglo II funcionó una división entre los hombres libres que formaba dos grupos: el de los honestiores y el de los humitiores. Se establecía por tanto una desigualdad social estricta que conllevaba una imposición de penas diferentes dependiendo al grupo al que se pertenecía. Entre los humitiores nos encontrábamos a la clase baja, y los honestiores eran el ordo senatorius, el ordo equester y la clase media. Augusto estableció una serie de cantidades económicas que marcaban la pertenencia a una u otra clase. Para pertenecer al ordo senatorial era precisa una renta de más de un millón de sestercios. La renta mínima del ordo equester era de cuatrocientos mil sestercios. Estas dos clases colaboran en la administración del Imperio. En el ordo senatorial se encuentran los magistrados de las antiguas instituciones, aunque con más restricciones. En el ordo equester están los funcionarios de las nuevas instituciones. En la cima estaba el prefecto del pretorio, a modo de consejero del emperador. Estas son las dos clases que están al frente del Estado. Incluso se introdujeron una serie de títulos, como vir clarissimus para los Senadores. La clase media siempre estuvo a caballo entre los Honestiores y los Humitiores.

El patriotismo ha ido desapareciendo, dando paso a un cosmopolitismo. El Imperio se ha convertido en un Estado Universal y dentro de Roma hay un gran número de inmigrantes que rebajan la mentalidad nacionalista existente en la época republicana.

Pero no todos los romanos disfrutaban de los derechos de ciudadanía. En esta época funcionaban el Ius Civile y el Ius Gentium. Pero esta diferenciación iba desapareciendo hasta que en el año 212 el emperador Carcalla decretó el derecho a la ciudadanía universal. En un momento determinado cualquier cargo del Estado puede ser ocupado por cualquiera que reuniera las condiciones necesarias, independientemente de su origen. Por ejemplo, Nerón tiene como consejero a Séneca, de origen hispano. Trajano y Adriano, emperadores romanos, provenían de Itálica. Septimio Severo era africano. La llegada de estos personajes esta revelando que Roma ha dejado de ser aquella ciudad patriótica y nacionalista y se ha convertido en una cosmópolis.

Junto a estas clases se encontraban los esclavos, clase formada más o menos por un tercio de la población. El esclavo Imperial tiene unas condiciones de vida diferentes a las del republicano. Antes era un objeto de derecho, con las mismas condiciones que podía tener una pala o un pesebre. Pero ahora se habla de los esclavos con el afecto que les tienen sus amos de por medio. Aunque si hubo una gran diferenciación entre ellos. No es lo mismo hablar de un esclavo del emperador, que disfruta de una buena calidad de vida y es muy posible que sea liberado, a un esclavo que ha sido condenado a trabajar en las minas. Esta distinción también se daba entre los esclavos del ámbito rural y los de los artesanos. Por tanto, dependiendo del estatus o el modo de vida del amo, la situación del esclavo era mejor o peor.

Lo que llama la atención es el número de esclavos que había en época republicana. Es frecuente que un personaje de clase media tenga un número tan elevado de esclavos que ni siquiera los conozca. Si esto ocurre en los sectores más humildes, el número de esclavos de un emperador debía ser impresionante. Pero cada vez se va suavizando más su trato e incluso surgen leyes que los defienden frente a sus amos. Esta benignidad tiene su origen en el estoicismo: una de sus máximas era Caritas humani generis (“Amor hacia el género humano”). Los estoicos entendían que la esclavitud era algo pasajero y esto debía tenerse en cuenta.

Ya en el siglo VI nos encontramos con que algunos hombres libres llegan incluso a vender su libertad y se convierten en esclavos, ya que vivían mejor. Esto quiere decir que probablemente un esclavo puede tener mejor calidad de vida que un hombre libre de clase baja. En este momento será cuando se dé la abolición de la esclavitud.

Los libertos también eran muy numerosos. Constituían el ordo libertorum. Algunos de estos libertos gozaban de un gran poder. Era muy frecuente que el emperador tuviera como hombre de mayor confianza a un esclavo y que cuando se producía la manumisión, el liberto seguía siendo el consejero del emperador.

En la cima de esta sociedad de encontraba el Princeps, que gozaba de gran poder mientras contara con el apoyo del ejército. Los hubo de muy diferentes cataduras, más liberales o más despóticos. En general, la historiografía es prosenatorial, es decir, está a favor de los emperadores que favorecieron al Senado. El princeps contaba con una gran fortuna, procedente de ingresos del Estado, botines de guerra o incluso herencias.

En la sociedad abunda la especulación, donde lo importante es el comercio y la posesión de bienes inmuebles. Se abandona la propiedad agraria y ganadera, y Roma pasa a convertirse en el paraíso de los intermediarios y embaucadores. Un panorama muy diferente al de la vieja república, aunque semejante al que tenemos hoy en día.

2.2. El ambiente familiar. Cambios

a. Debilitación de la autoridad paterna

A comienzos del Imperio, todo el derecho gentilicio va a comenzar a caer, sobre todo porque el parentesco que se establecía por la Agnatio en épocas anteriores, va a ser sustituido por la Cognatio. El parentesco por Cognación es muy similar al nuestro. Sin embargo, el de agnación era un parentesco que se establecía solo por la rama masculina, debido al carácter machista de la sociedad romana. Los varones podían formar una familia y tener ese derecho. El resto de familiares eran conocidos como alieni iuris, es decir, tenían un derecho ajeno, el del pater familias. En el momento en el que se casaban, las mujeres pasaban a formar parte de la autoridad marital, y si quedaban viudas, a la autoridad del pariente más cercano de su marido. Uno era pariente de otro en la medida en que, remontándose de varón a varón se encontraba un ascendiente común.

Por ejemplo, según la agnación, la hija de Cornelio Escipión Africano, Cornelio, al casarse con Tiberio Sempronio Graco, pasaba a pertenecer a la familia Sempronia, por lo que, jurídicamente hablando, ya no tenia nada que ver con la familia Cornelio. Escipión Emiliano, desde que es adoptado por P. C. Escipión rompe toda relación con la familia Emilia.

Poco a poco se fue estableciendo el parentesco por consanguinidad. Entraba en juego el sentimiento, que se acercaba paulatinamente a lo jurídico. Al mismo tiempo, el poder del pater familias se va debilitando. Además, según las leyes de Adriano, el tutor que debía tener una mujer desapareció.

Entre la época de Cicerón y la de Marco Aurelio se va a producir un cambio en la familia, incluso en los aspectos sexuales. La practica de la exposición de los recién nacidos era muy frecuente como alternativa al aborto, aunque este también se daba. Esto duró hasta muy avanzado el siglo IV d. C. Por ejemplo, Séneca todavía defendía este derecho. Lo normal era que se abandonaran los hijos que nacían mal, y por supuesto, las hijas. Lo importante es ver porque se produjo este cambio, en el que tuvo mucho que ver el estoicismo, que afirmaba que hombres y mujeres tenían los mismos derechos.

En episodios de la Conjuración de Catalina todavía conservamos un caso de la autoridad del Pater Familias (Fulvio fue asesinado por su padre). También se ve que los padres venden (o alquilan) a sus hijos (mancipatio), que según la ley de las doce tablas solo podían ser vendidos tres veces. Pero en los primeros años del Imperio, la mancipatio de los hijos tiene el mismo sentido que hoy en día.

Detrás de los sentimientos se encuentran el estoicismo y el cristianismo. Sin embargo, es posible que en los primeros tiempos del Imperio esta debilidad del patriarca fuera excesiva.

b. Emancipación de la mujer: Matrimonio y divorcio

En este momento, esa relajación de la auctoritas conlleva una paulatina emancipación de la mujer.

En la antigua familia republicana los matrimonios se celebraban en la clase alta. El matrimonio es n contrato según el cual se establecen vínculos de parentesco. La familia de la mujer otorga una fuerte dote (indemnización) a la del marido. En un principio este contrato se establecía entre ambos padres y, se podía contar con la opinión del marido. Poco a poco, la mujer también comenzó a tomar parte en esta decisión, llegando a elegir quien seria su marido.

Esta emancipación tiene que ver con unas leyes dadas por Augusto para favorecer la natalidad. Creó el Matrimonio sine manu, que mantenía a la mujer con una mayor independencia del marido, además de conservar su dote. De este modo, en un determinado momento podía divorciarse y buscar un nuevo marido, lo que le resultaría más fácil teniendo la dote casi intacta. Con esto, Augusto pretendía que hubiera una gran cantidad de uniones para que nacieran muchos hijos.

Todo esto favoreció a la aparición de mujeres muy importantes. El problema de la natalidad era muy preocupante en los primeros tiempos del Imperio. Augusto solo tuvo una hija; Trajano tuvo que adoptar a su sobrino Adriano. Plinio el Joven tampoco tuvo hijos.

En el siglo I comienzan a aparecer algunas mujeres importantes en Roma. La Historiografía republican es una mera crónica militar, donde hay poco lugar para las mujeres. Pero ahora la historia se ha tornado algo más cortesana.

La primera mujer relevante es Livia, mujer de Augusto y madre de Tiberio. Parece que fue quien dirigía la familia. Hay un reconocimiento de Tácito por las actuaciones realizadas por esta mujer durante el mandato de su marido. Platina, esposa de Trajano, fue la que escogió a Adriano como sucesor. Su nuera Sabina, intervino mucho en el imperio de Adriano. Pero esto es algo que solo podemos intuir, ya que hay muy pocos datos. Cuando Séneca murió, su mujer Paulina se cortó las venas junto al filósofo. En las Cartas de Plinio el Joven se habla de mujeres extraordinarias: Arria, mujer de Peto, se clavó un puñal antes de que su marido tuviera que suicidarse. Además, le tendió el puñal y le dijo: “Toma, que esto casi no duele”.

Por tanto, la mujer aristócrata tiene de nuevo una gran importancia. La mujer ahora puede renunciar a la maternidad para no afear su aspecto. Pero esta emancipación no fue bien vista por los hombres, por lo que aparece un fuerte sentimiento misógino.

Todo esto se ve cubierto por un peligroso descenso de la natalidad. Augusto, con su intención de paliar esto, provocó la ruina del ambiente familiar, e incluso aparece el adulterio, hasta tal punto que fue necesario promulgar la Lex Iulia de Adulteriis, según la cual quien fuera visto cometiendo adulterio sería mandado al exilio, tendría que pagar la mitad de su fortuna y no podría volver a casarse.

Parece que esta ley no tuvo mucho éxito, porque fue cambiada en otras épocas. El descenso del adulterio se vio favorecido por la nueva ley que regulaba el divorcio, la Lex Iulia de ordinibus maritandis. En la Antigua Roma el marido podía repudiar a la mujer. Al final de la republica se ven ya bastantes casos de divorcio. Esta ley favorecía las parejas fértiles. Se tenía que hacer una declaración solemne antes siete testigos y después se enviaba un funcionario que se lo comunicaba al pretor. Esta facilitación del divorcio permitió a la mujer esa situación de comodidad de la que gozaba

La crítica a estas prácticas comenzara con los estoicos. Séneca o Musonio Rufo defenderán el matrimonio.

c. Familia y amor: los inicios de la moral cristiana

El matrimonio solía practicarse entre la clase alta. En las clases medias era más frecuente la unión de las parejas. En época republicana existían tres tipos de matrimonio:

1. Confarreatio: Patricios

2. Coemptio: Simulación de venta de la mujer

3. Usus: Una pareja que llevara viviendo en común un año podía presentarse ante el pretor para regular su situación.

En el Imperio queda un rito similar a las bodas Cristianas. En el siglo III los matrimonios empiezan a hacerse comunes. El matrimonio de época republicana no tenia mucho que ver con el amor. Paulatinamente esta situación empieza a cambiar. La homosexualidad en Roma era tolerada. No se criticaba la homosexualidad, pero sí el papel que se tomara en el acto. En un mundo tan viril era vergonzoso que un hombre tome una actitud pasiva, es decir, femenina. La bisexualidad sí estaba admitida. Ahora bien, Marco Aurelio escribe en sus meditaciones que agradece a los dioses que nunca ha tocado a dos esclavos suyos, un hombre y una mujer, a pesar de haberlo deseado. Aquí es donde aparece el cambio: lo que entonces se admitía parece que deja de admitirse. Es posible que el estoicismo sea el gran responsable de este cambio. Esta doctrina dice que uno tiene la obligación de comportarse acorde a la naturaleza, y en la naturaleza la homosexualidad no existe. El fin de la sexualidad es la reproducción, por lo que la homosexualidad es antinatural. El estoicismo también pretende ordenar la sociedad, por lo que defiende el matrimonio. En Marco Aurelio aparece el concepto de castidad. Evidentemente la condena de lo que iba en contra de esta doctrina es suave al principio, pero poco a poco va cambiando y la castidad comienza a ser algo virtuoso. Ahora matrimonio y relaciones sexuales van unidos, se crea la moral de pareja. El matrimonio es invitado a las fiestas en pareja y el incesto estaba mal visto, ya que es más antinatural incluso que la homosexualidad.

II. La Filosofía en Roma

TEMA 3: Los inicios de la filosofía en Roma. Las escuelas filosóficas

3.1. La llegada de la filosofía a Roma

El inicio de la filosofía en Roma tiene que ver con la llegada de los primeros esclavos griegos. Hacia el 262 empiezan a llegar los griegos. Pero hasta entonces los romanos habían tenido contacto con Grecia, a través de Etruria y las colonias. Esta también es la época en la que llega la literatura. Hasta este momento había poco lugar para filosofía. No obstante hay una leyenda que dice que durante las Guerras Samnitas (s. IV a. C) se erigió una estatua a Pitágoras. También se habla de que el rey Numa fue su discípulo. Conservamos una colección de sentencias de Apio Claudio el Ciego (s III a. C.):

Fabrum esse sua quemque Fortunae

“Cada uno es artífice de su propia fortuna”

Cuando empiezan a llegar los primeros textos filosóficos, la actitud de los romanos es de cierto rechazo. En el año 181 a. C: el Senado ordenó que se quemaran los “libros de Numa”, ya que había cosas que no se entendían: filosofía. Hacia el 161, Grecia envió a tres filósofos para que negociaran una deuda que había con Roma. Allí acudieron un platónico, un estoico y un aristotélico. Estos tres filósofos se dedicaron a dar lecciones de filosofía, con bastante éxito. Por miedo a lo nuevo y la influencia que tenían en la juventud, estos filósofos fueron expulsados de Roma. Pero parece claro que su influencia fue imparable y hacia el siglo II llegan nuevos filósofos que no serán expulsados y sentaran las bases de la nueva política y la nueva educación.

a. Tendencias generales de la filosofía Romana

La filosofía romana se puede reducir a seis características básicas:

1. Sentido práctico: Este pensamiento viene dado por el sustrato original romano: su sentido práctico. De ahí que lo que mas importa Roma de la filosofía griega es la ética, ya que es la doctrina que se preocupa del comportamiento de los ciudadanos. En cierto modo, la filosofía romana es puramente ética. Plotino es el único pensador que traspasa este límite y habla de cuestiones metafísicas.

2. Tradicionalismo: La filosofía romana viene caracterizada por la vuelta a los grandes pensadores griegos, creadores de las escuelas postsocráticas. El que mayor influjo tiene es Platón, que pasa a ser considerado como un modelo en la forma de escribir.

3. Eclecticismo: Aunque haya escuelas con mayor o menor presencia que otras, es característica la tendencia a asumir ideas de otras corrientes. Por ejemplo, Marco Aurelio (Estoico) dice que Epicuro fue el hombre más sabio que ha existido. Séneca estuvo recibiendo clases de Demetrio el Cínico. Cicerón escribió algunos tratados filosóficos que no se saben si corresponden al platonismo o al estoicismo, aunque en algún pasaje se ha considerado platónico.

4. Universalidad de la filosofía: La filosofía romana no destaca por su originalidad, pero a cambio de esto, estará enormemente extendida, hasta el punto en que en el siglo II d. C. habrá escuelas publicas de filosofía.

5. Aproximación entre filosofía y religión: Todo el carácter místico de las religiones orientales aparece que se combina bien con algunas tendencias filosóficas. También encontraban un punto de unión en el hecho de que ambas se proponían dirigir la conducta de los individuos.

6. Aproximación entre filosofía y política: Es el momento en el que vemos que algunos políticos están bajo la conducta de algunos filósofos. En general, de casi todos los personajes importantes del foro se podía deducir la corriente a la que pertenecían.

3.2. Platonismo

En el año 347 a. C. Platón funda la Academia en Atenas, que persistirá hasta el 529 d. C. cuando Justiniano ordena su cierre. Tras la muerte de Platón surge una divergencia en el pensamiento de sus discípulos. De esta diferenciación surgen dos ramas:

1. Escépticos: Estos autores se basan en la idea platónica de la imposibilidad del conocimiento. Destacan Arcesilao, Carneades, uno de los filósofos que fue a Roma para liquidar la deuda de Atenas, y Favorino de Arelate, que vivió en tiempos de Adriano. Se le atribuye la máxima “preguntar antes de decidir”.

2. Dogmáticos: Apoyan la existencia del mundo de las Ideas, la dualidad del hombre en cuerpo y alma y la transmutación del alma. Destaca Antíoco de Ascalón, amigo de Lúpulo y maestro de Marco Terencio Varrón.

La corriente dogmática será la que triunfe. En esta corriente también nos encontramos a los Platónicos medios, entre los que destacan Plutarco de Queronea (50-120 d. C.), Filón de Alejandría (25 a. C. - 45 d. C.) y Albino (s. II d. C.). Plutarco es el autor de los Moralia, donde hay numerosos tratados, algunos de ellos referidos a doctrinas filosóficas. Hay quien le consideró un filosofo importante. Estos tres autores se caracterizan por su fidelidad al mundo de las Ideas. Los tres intentaron explicar como se producía el paso de un Ser Superior a la multiplicidad del mundo. Otra curiosidad de Plutarco es que creía en el principio del Mal, acercándose de este modo a la religión persa.

Tras Plutarco nos encontramos a los Neoplatónicos, con Plotino a la cabeza. Vivió entre el 204 y el 270 d. C. Porfirio nos transmitió la obra de este autor en las Enéadas, donde aparece una exposición coherente y articulada de la filosofía de Plotino. Lo que suele destacarse de este pensador es el intento que hizo de explicar como se puede pasar del Ser Supremo platónico a la materia. Lo hizo aplicando una jerarquía de ideas:

UNO (Bien Supremo)

El alma del hombre participaba del alma de Dios. En la Vida de Plotino, Porfirio nos cuenta que su maestro consiguió el éxtasis y llego a conocer el intelecto. Plotino influyó mucho en los Padres de la Iglesia, sobre todo en Orígenes y San Agustín de Hipona, pensadores cristianos que se consideraban platónicos. El punto que añadía la religión a la filosofía era la necesidad de la reencarnación del alma.

3.3. Estoicismo

Esta corriente también se fundó en Atenas, más concretamente en la Stoa de la ciudad. Sus fundadores fueron Zenón de Chipre, Cleantes y Crisipo. Los Estoicos medios más conocidos fueron Diógenes el Estoico, Antípatro de Tarso y Panecio de Rodas. Antípatro fue maestro de Blosio de Cumas. Era un estoico que mantenía cierto radicalismo ante la política. Defendía el cosmopolitismo y la necesidad de la igualdad de los hombres. Pensaba también que era necesaria una redistribución equitativa de las riquezas. Panecio no opinaba lo mismo. Blosio de Cumas fue el maestro de los hermanos Graco, y Panecio de Escipión Emiliano, Mucio Escévola y muchos otros. Por tanto, su influencia es muy importante en el ámbito político. Panecio era un filósofo no dualista y no creía que hubiera una sanción ultraterrena de la conducta humana. Es importante su influencia en Mucio Escévola. Posidonio de Apamea se encuentra a medio camino entre los estoicos medios y la Stoa nueva. Es un autor que también influye en la vida romana. Murió en el año 51 a. C. y su influencia se deja ver en políticos como Catón o Cicerón. Es un caso claro de eclecticismo: mezcla el estoicismo con el aristotelismo y el platonismo.

Casi a la par que el Imperio se produce un cambio en esta escuela. Aparece la Stoa Nueva, en la que debemos destacar cuatro personalidades, siempre teniendo en cuenta que el estoicismo es la corriente que más se deja ver en Roma. Persio, Tácito, Plinio el Joven, Juvenal o Luciano fueron estoicos convencidos. Pero, como filósofos propiamente dichos destacan Séneca, Musonio Rufo, Epicteto y Marco Aurelio.

Musonio Rufo vivió durante el mandato de diferentes emperadores, algunos de los cuales mantuvieron una actitud muy dura con los filósofos. Fue desterrado en el año 65 a las Cícladas, donde recibió gran cantidad de discípulos. Regresó a Roma, pero volvió a ser expulsado con Vespasiano. Regresó de nuevo con Tito, pero lo volvió a pasar mal con Domiciano. No hay ningún escrito directo de su obra, ya que se jactaba de impartir sus clases de manera oral. Sus enseñanzas se encuentran en los Moralia de Plutarco y en Aulo Gelio. Musonio tuvo muchos discípulos, como Epicteto, Artemiodoro o Dión de Prusa, que tuvo una relación bastante directa con Trajano. También tuvo puntos de contacto con los cínicos, en el sentido ético-practico. Al igual que Epicteto, Musonio pensaba que los hombres estaban enfermos y la única medicina que poseían para curarse era la filosofía. Los hombres y las mujeres estaban igualmente necesitados del consuelo de la filosofía, por lo que hombres y mujeres tienen los mismos derechos. También habla a favor del matrimonio, una novedad en Roma. Musonio critico también el abandono de los hijos.

En cuanto a Epicteto, sabemos que vivió entre los siglos I y II. Es un filósofo que antes fue esclavo, por lo que parte de su ética estará marcada por esto. Fue alumno de Musonio y cuando fue manumitido enseñó su doctrina y fue expulsado por Domiciano. Se refugió en Nicópolis, en el Épiro. Allí consiguió reunir muchos discípulos. Arriano publicó ocho libros que recogen sus enseñanzas, de los que solo conservamos cuatro. Una de las notas más características de esta obra es que está dirigida especialmente al sector humilde.

El estoicismo busca la paz interior y la felicidad dentro de uno mismo. Si uno es capaz de renunciar al deseo tendrá la capacidad de ser feliz. El estoicismo confiaba mucho en las posibilidades de la razón, ya que el hombre puede controlar sus deseos a través de ella. para Epicteto la naturaleza es la guía de la conducta. Los primeros estoicos consideraban que no había que mezclarse en la vida social aunque otros, como Marco Aurelio, si lo hicieron.

3.4. Cinismo

Esta fue otra de las doctrinas mas difundidas en Roma. La vida que llevaban era parecida a la de los perros. Coinciden con el estoicismo en que ambas corrientes rechazaban las riquezas. Iban de plaza en plaza con un zurrón, barba y manto corto y, al igual que los predicadores, pronunciaban su discurso. Estaban en contra de la existencia del Estado, eran ácratas. Eran nómadas, y consideraban al mundo su casa. Muy misóginos, no estaban interesados en el matrimonio, los hijos o el hogar. Tenían una máxima: omnia mea mecum porto “Llevo conmigo todas mis cosas”. Los cínicos tampoco escribían. Su pensamiento esta recogido por otros autores, como Luciano o Babrio. El supuesto fundador de la escuela fue Diógenes el Cínico. Conocemos otros tres autores de cierta relevancia:

1. Demetrio: Tenemos referencias a este autor en las obras de Séneca y Epicteto. Vivió en el siglo I a. C. en una cueva a las afueras de la ciudad. Dormía, como cínico que era, en un lecho de paja. Allí iban a escucharle sus discípulos, entre los que encontramos al propio Séneca. Se opuso a Calígula, a Nerón y a Vespasiano.

2. Demonax: Se le presenta como un sabio que vivió durante cien años en Atenas, donde se le erigió una estatua que imponía respeto. Tenía una visión más optimista que la de Demetrio.

3. Peregrino Proteo: Abandonó el Cristianismo para adoptar el cinismo. De familia rica, marchó a Palestina donde entró en contacto con los primeros cristianos.

Los cínicos fueron muy criticados, ya que había mucho farsante que iba de plaza en plaza predicando. Esta corriente coincide también con el Cristianismo en que ambos tienen unos valores morales muy radicales. El cinismo continuará hasta el siglo V d. C.

3.5. Epicureismo

Esta corriente también fue muy difundida en toda Roma. Marco Aurelio consideraba a su fundador, Epicuro, como unos de los mayores sabios. Lucrecio sigue muy de cerca las doctrinas de este autor. Los epicureistas buscaban la felicidad, que se encontraba en el placer. Epicuro pretende que se consigan los deseos que uno tiene. Epicuro era materialista, partía de la concepción de Demócrito acerca del origen de la materia. Epicuro tampoco creía en la inmortalidad del alma pero sí en los Dioses Olímpicos.

En Nápoles surge una escuela epicureista protegida por Pisón. Aquí destacan figuras como Filodemo de Gadara o Sirón, maestro de Virgilio. Julio César también se encuentra dentro de esta corriente. En este sentido, se llega a la conclusión de que los epicúreos estaban inmersos en la vida política romana.

3.6. Otras escuelas

a. Pitagóricos: En el siglo I a. C. se habla de la presencia de un senador, Nigidio Fígulo, que rehabilitó esta escuela que estaba en decadencia. Salustio también era afín a esta corriente. Aproximó al Pitagorismo con el Misticismo oriental. Sus creencias influyeron en la obra de Apolonio, que tenia algo de brujo más que de filósofo. Muy viajero, se le comparó con Jesucristo.

Vivían de acuerdo a la naturaleza, eran vegetarianos y se decía que eran capaces de llegar a la divinidad a través de la ascesis.

b. Peripatéticos: Aparece dentro de esta escuela un maestro de Marco Aurelio: Claudio Severo.

TEMA 4: El estudio de la Filosofía

4.1. Su lugar en la educación

Los filósofos se encargaron de la educación de la clase alta romana, pasando por los estudios de gramática, retórica y por ultimo filosofía, disciplina de difícil acceso que requería mayor madurez. Se comenzaba a estudiar al asumir la toga viril y se terminaba su estudio con el matrimonio. Aulo Gelio comenta que el comenzó a estudiar filosofía a los treinta años. Se cuenta que Marco Aurelio comenzó a los doce. Séneca la estudiaba a escondidas de su padre, que era retórico y no le gustaba que su hijo estudiara filosofía. Con sesenta años, Séneca acudía a escuchar las clases de Demetrio el Cínico o Metronax. El estudio de la filosofía podía prolongarse durante mucho tiempo.

4.2. Las tres secciones de la filosofía

Se reconocen tres secciones fundamentales, aunque desiguales, dentro de la filosofía romana: la lógica, la física y la ética. Los filósofos solían encargarse de las tres. Los platónicos concedían importancia a las matemáticas y la geometría (El lema de la Academia era “no entre aquí quien no sepa geometría”). La lógica era muy criticada por los filósofos, ya que se corría el riesgo de que los discípulos se aficionaran demasiado por ella y dieran de lado al resto de las ramas. Estas criticas las encontramos en Séneca y en Plutarco, que insiste en que la ética tiene que estar por encima del resto de disciplinas.

La física sí tenía gran importancia, y era entendida como la “filosofía de la vida”. Pero lo más importante para los romanos era el fundamento ético y con la ética se pretendía conseguir una juventud bien educada moralmente.

4.3. Distintas actividades del filósofo

El filósofo es el viejo educador de las juventudes romanas. Es psicólogo y confesor espiritual, además de filósofo. Los alumnos que acuden a la escuela vana escuchar lo que ellos dicen e intervienen activamente en las clases.

a. El consejero privado

El lujo de tener un filósofo privado en casa solo se lo pueden permitir las familias ricas, aunque no excesivamente ricas, ya que se da la situación de que el filósofo también puede ser esclavo (generalmente griego) que ha llegado a Roma. Posteriormente, estos filósofos solían ser manumitidos. Son los consejeros de la familia. En época de Marco Aurelio se da una proliferación de estos consejeros, y aparece un gran interés por la filosofía. Luciano cuenta el papel de estos filósofos: son maestros privados que deben estar alejados de la realidad, dedicándose a la meditación. A partir de aquí surge la cuestión de que si el filosofo debe dedicarse a la política. Séneca o Cicerón piensan que sí.

b. El maestro de escuela

Los filósofos también aparecen como maestros de escuelas públicas no financiadas por el Estado. Se prefería a los filósofos porque así conservaban su independencia respecto al poder político o económico. Algunos filósofos criticaron la vanidad de estos maestros, y hablaron de que la escuela parecía para muchos un teatro, donde un mono hacía de distracción. Los discípulos se preocupan más por la lógica o la retórica, pero no se centran en los principios morales, que es lo más importante para su educación.

4.4. Difusión de la filosofía

Parece ser que en Roma abundaban los “filosofastros”. Esto es un signo que indica el gran éxito de la filosofía. Junto a los filósofos, ambos eran considerados de carácter griego. Incluso la mayoría de los profesores eran griegos. Una prueba de esto es el hecho de que los filósofos romanos escribían en griegos. En este sentido, tiene gran importancia la obra de Cicerón, que dedicó los dos últimos años de su vida a escribir sus tratados en latín. Aquí radica uno de sus éxitos: el crear una terminología filosófica latina, con lo que se “vulgariza” el saber filosófico.

La filosofía llega a Roma en el siglo II, y en el I ya esta bastante implantada. Después, en los siglos I y II después de Cristo aparecen estos filosofastros, que reciben gran cantidad de críticas. Empieza ahora una especia de lucha con respecto al prestigio de la filosofía. El punto culminante de la filosofía romana es la época de Marco Aurelio. Pero al final de la dinastía de los Severos comienza a decaer., sobre todo por la influencia de las religiones orientales. En esta época podemos decir que hubo una persecución de la filosofía. Calígula los persiguió. Claudio tuvo algún problema con ciertos filósofos. En la primera época del reinado de Nerón, la filosofía fue bien vista, pero después, esto cambia y son expulsados algunos pensadores. Con la dinastía Flavio, la filosofía pasa por una dura etapa. La época Dorada viene dada por los Antoninos, que tienen una mentalidad muy liberal. Trajano es elogiado por su actitud, y Adriano es considerado un gran pensador, al igual que Marco Aurelio. Antonino Pío crea escuelas públicas en las provincias y establece un decreto por el cual los filósofos quedaban exentos de impuestos. Con Cómodo nos encontramos con cierta parada en la expansión del pensamiento. Por ultimo, Alejandro Severo se quiere dedicar a la filosofía, pero su madre le hace cambiar de idea. En el siglo III, por tanto, la filosofía entra en decadencia.

a. Argumentos en contra de la filosofía

1. Hostilidad contra el Estado: Muchos filósofos fueron opositores del régimen imperial. Por ejemplo, los tiranicidas (Bruto y Casio), asesinos de César eran filósofos (Estoico y Epicúreo). Esta estela en contra de la monarquía estuvo sustentada por algunos estoicos. A Séneca y Lucano se les acusó de conspirar contra Nerón. Séneca dedicó algunas de sus cartas a defender este reproche.

2. Rigorismo moral: Los filósofos eran muy rigurosos y estaban constantemente haciendo críticas a la sociedad. Algunas veces podían resultar arrogantes y pretendían ser mejor que los demás.

3. Inutilidad de la Filosofía: La filosofía no servía para ganar dinero o adquirir prestigio. Esta idea la mantienen tanto ricos como pobres. Los más cultos consideraban que la ley moral era innata al hombre, y que la filosofía resultaba inútil a la hora de conocer estas leyes. Además, como existían tantas escuelas, se demostraba que no existe la filosofía verdadera.

4. Argumentos procedentes de la retórica: Había una especie de competencia entre filósofos y rétores, aunque la oratoria era considerada la mejor de las dos disciplinas. Incluso se pensaba que la ética, considerada la parte más importante de la filosofía, era parte de la oratoria, por lo que la filosofía no tenía ningún valor.

5. Conservadurismo Romano: En Roma se aborrecía la especulación, una de las características de la filosofía. Desde posiciones cultas se aconseja un acercamiento comedido al pensamiento. Este reproche se encuentra en Tácito y Enio. También en Quintiliano. En época de Marco Aurelio hubo un levantamiento en su contra por parte de Avidio Casio, que representaba al romano que no podía entender las especulaciones del emperador.

6. Avaricia de los filósofos: Se sustenta en el hecho de que alguna de estas doctrinas propugnaban el rechazo de las riquezas, que eran un estorbo para la vida del sabio. Sin embargo, había filósofos muy ricos, como Séneca. Todo esto les valió de reproche. Para defenderse, Séneca dijo que rechazaba las riquezas, pero no las detestaba.

4.5. Filosofía pagana y pensamiento cristiano

El Cristianismo lleva dieciocho años rigiendo los valores de la sociedad occidental. La época pagana abarca también bastantes siglos. El sistema religiosos politeísta entro en crisis, lo que hizo posible la entrada en Roma de las nuevas religiones monoteístas orientales, de entre las cuales, el Cristianismo se alzó como triunfante. Desde los últimos años de la republica hasta el siglo III, podemos hablar de un periodo pagano (Entre la desaparición de los dioses y el nacimiento de Cristo, entre Cicerón y Marco Aurelio, solo existía el hombre). Como es evidente los fundamentos de la moral a partir del siglo IV están basados en la religión. Hasta este momento las cosas eran diferentes, ya que no había una excesiva fe en los dioses. Lactancio, uno de los Padres de la Iglesia, dijo que el comportamiento de los paganos era normal si seguían el de sus dioses (Zeus => Adulterio; Marte => Guerra; Mercurio => Robo; etc.). Cuando el culto a los Olímpicos desaparece, el culto a los antepasados también se debilitó, aunque no dejo de funcionar como sistema religiosos.

La base del sistema Cristiano es la fe en la verdad revelada y en la existencia de Dios. El Cristianismo propugna el sometimiento de la razón a la fe. Ya no hace falta buscar la verdad porque ha sido revelada, y debe ser aceptada por los creyentes.

Por tanto, nos encontramos con dos sistemas muy diferentes. El Cristianismo propugna la redención por medio de la fe, mientras que los paganos la emancipación por medio de la ciencia. El Paganismo acepta que el hombre tenga y una parte buena y otra mala. El Cristianismo habla de superar el pecado original. El conocimiento eleva al sabio por encima de los flaqueos humanos. Nada tiene valor, por lo que no importa la muerte. Los cristianos creen en la omnipotencia divina. Por otro lado, los paganos llegan incluso a la soberbia ante los dioses, algo impensable para los cristianos.

La distinción entre Paganismo y Cristianismo se da entre sabio y santo, pero no cabe ninguna duda de que, a la hora de llegar a la gente, el Cristianismo tiene el camino más fácil.

Los fundamentos del cristianismo son las virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. La filosofía antigua no creía en la fe. La esperanza tampoco existía. Existe una evolución con respecto a la caridad, que en principio también es ajena a los filósofos. Antes de Séneca ya vemos este amor hacia el género humano, característico del estoicismo.

Se entiende que el perdón no tiene ningún sentido. En Epicteto vemos que hay numerosos pasajes en los que se habla de la necesidad de perdonar. Lo mismo pasa con la caridad. En este sentido, el cristianismo pensaba en un ser superior. Todos somos criaturas de Dios y por tanto, iguales ante Dios. Por tanto, todas las diferencias eran legítimas. El suicidio es condenado por el Cristianismo, ya que la vida es propiedad de Dios.

En esta última época de la filosofía pagana se distinguen dos cambios:

1. Interclasismo de la filosofía: los filósofos pertenecen a clases diversas. Se ha generalizado la difusión de la filosofía en gran medida. El conocimiento es asequible a todos.

2. Triunfo de la idea del cosmopolitismo frente al exclusivismo nacionalista: La vieja idea estoica de la ecumene se consigue en Roma. La filosofía se dirige a todos los individuos, sin plantearse el nacimiento. Esta extensión de la filosofía también la comparte el Cristianismo.

Los primeros cristianos consideraban a la filosofía como precursora del Cristianismo. No condenaban la doctrina de los filósofos, sino que la consideraban muy valiosa. Después esto cambió, y, en los siglos VII y VIII, donde no destaca ninguna figura importante, el Cristianismo se volvió más dogmático.

TEMA 5: Lucrecio

Lucrecio nació alrededor del año 100 a. C. y murió en el 55 a. C. Nos han llegado algunos datos sobre él gracias a San jerónimo. Al parecer enloqueció y escribió su poema, De rerum natura, en momentos de lucidez. Parece que el poema quedó inconcluso, ya que presenta lagunas y hexámetros mal medidos. Fue Cicerón el encargado de terminarlo. En este poema exponía algunas de las teorías de Epicuro.

Parece ser que nació en Pompeya. Hay quien dice que era de familia humilde, aunque la familia Lucrecia fue de las más importantes en Roma. Mantuvo contactos con el círculo de Filodemo de Gadara, donde conoció las enseñanzas de Epicuro.

La obra de Lucrecio nos permite conocer algunos rasgos del fundador de la escuela que no conoceríamos de no ser por el. Pero algo curioso es que Epicuro decía que la literatura no tenía cabida dentro de la filosofía, y De rerum Natura es un poema. Su elaboración tiene grandes méritos, ya que incluye terminología filosófica en latín, por lo que la atribución del léxico filosófico a Cicerón no es del todo correcta. El poema se divide en seis libros, dos sobre física, dos sobre antropología y dos sobre cosmología. La estructura es la siguiente:

Libro I: Los átomos y el vacío como principio de las cosas

Libro II: Movimientos de los átomos en el vacío

Libro III: El alma, el cuerpo y la naturaleza mortal del hombre

Libro IV: Los sentidos

Libro V: La formación del mundo y la historia de la civilización

Libro VI: Consideraciones acerca de fenómenos naturales

Lo que se hecha de menos en esta obra es una alusión a la ética, basada principalmente en el rechazo del dolor para así perder el miedo a la muerte.

Lucrecio fue un autor bastante admirado. Sabemos que Virgilio lo admira e imita. Después de morir tuvo bastante éxito, pero después entró en un túnel hasta el Renacimiento, época en que fue recuperado por los humanistas del cuatrocento. En los tiempos más recientes no es de los autores más considerados, ya que es tratado como el filósofo que resumió la obra de Epicuro. En general, lo que parece más puramente Lucreciano es esa aversión a la religión y el pesimismo de su obra.

5.1. Física

La filosofía materialista de Epicuro parte de dos proposiciones fundamentales:

1. No hay cosa alguna que provenga de la nada, por lo que no hay que pensar en una creación por parte de la divinidad a partir de la nada.

2. No hay cosa alguna que se resuelva en la nada. Lo que si hay son unos elementos primeros (los átomos), invisibles y colocados en el vacío (inane). A los átomos los llama rerum primordia, genitalia corpora o corpora prima. De la combinación de átomos surgen los cuerpos visibles.

En el Libro I, Lucrecio insiste en que los átomos son indivisibles. Su número es ilimitado. El vació también es infinito. El ordenamiento de las cosas es el resultado de procesos de movimiento que dan lugar a lo que estamos viendo.

En el Libro II habla de su Teoría del Clinamen, una teoría epicúrea que sostenía que había una inclinación que posibilitaba el choque de los átomos unos con otros y así se formaba la materia. Son mezclas variadas pero finitas, ya que si no alguna combinación podría formar monstruos. El color, calor, frió, etc. no se encuentran en los átomos. Así que los seres provistos de sentidos están formados por principios no sensibles Lucrecio cree, en este sentido, que existían mundos paralelos. Todo este proceso de movimiento es producido por la naturaleza sin ninguna intervención divina. Lucrecio termina este libro diciendo que el mundo es perecedero y se encamina hacia el fin.

5.2. Antropología

En los libros III y IV, Lucrecio se ocupa de la antropología epicúrea. En el III distingue entre el animus (mente) y el anima (fuerza vital). Lucrecio tiene especial interés en eliminar el miedo a la muerte, que causaba gran parte de los males de la humanidad. Explica que sin este enriquecimiento parece como si a los hombres la vida no les importara.

La mente estaría ubicada en el pecho, y el alma, repartida por todo el cuerpo. Ambas estarían unidas al cuerpo, y estarían compuestas de cuatro principios: el vapor, el calor, el aire, y otro sin nombre, formado por átomos que impulsan los otros principios. Esto se podría considerar como “el alma del alma”. El cuerpo y el alma tienen una vida en común y, cuando mueren, lo hacen a la vez. Pero solo desaparece el anima, no los elementos que la forman. Como el alma es mortal, hay que eliminar el miedo a la muerte.

La filosofía epicúrea fue la mas atacada por el cristianismo, debido a esta idea materialista que negaba la separación alma-cuerpo y la vida ultraterrena. Las penas y los grandes temores forman la vida de aquí, y más allá no hay nada. Añade también que si los más sabios han muerto, incluso Epicuro, por qué el resto no lo va a hacer. La muerte es la que nos libera de los temores de la vida.

En el Libro IV Lucrecio se ocupa de los sentidos. Para él, lo que sentimos y percibimos son simples formaciones de átomos. La verdad proviene de los sentidos. El error es propio de la razón, ya que aquí entra en juego la opinión. Habla también de los movimientos del cuerpo, que se deben a los movimientos del anima. Se cierra este libro con la descripción del amor.

5.3. Cosmología

En los Libros V y VI se preocupa por la Cosmología. En el Libro V insiste en que los cuerpos celestes son obra de la naturaleza. Alude a los Dioses, y dice que existen y viven en los intermundia. Pero ni han creado a los hombres ni se preocupan por ellos. Son seres más perfectos que los hombres, pero también producto de una acumulación de átomos.

El mundo se creo también por una acumularon de átomos. La civilización tiene un carácter progresivo. La religión no es más que una visión en sueños de seres a los que se les ha atribuido el movimiento de las cosas.

El Libro VI lo dedica a explicar hechos difíciles, como fenómenos metereológicos, terremotos o volcanes, generalmente dando una explicación “científica”, pero nunca atribuyéndoselo a ningún dios.

TEMA 6: Cicerón

6.1. Político, orador y ¿filósofo?

Nació en Arpino en el seno de una familia acomodada pero que no tenía antecedentes en el desempeño de magistraturas políticas. Recibió una esmerada formación en Roma y la completó en Atenas y Rodas. Desempeñó todas las magistraturas políticas y durante su consulado en el año 63 descubrió la Conjura de Catilina, a la que puso fin consiguiendo la condena a muerte de los implicados, este hecho lo encumbró hasta tal punto que se le concedió el honroso título de pater patriae; pero unos años después, al llegar su rival político Clodio al tribunado de la plebe, Cicerón fue desterrado de Roma y sus bienes fueron confiscados. Con el favor de Pompeyo y de otros personajes influyentes, le fue levantado el destierro, volvió a Roma en olor de multitudes y se le restituyeron sus bienes, pero ya su estrella política había empezado a declinar. En la guerra civil entre César y Pompeyo estuvo de parte de éste, el vencedor César lo perdonó como a otros muchos, pero Cicerón, desilusionado por los acontecimientos políticos y abatido por las vicisitudes en el plano personal (divorcio de su esposa Terencia después de más de 25 años de matrimonio, nuevo matrimonio con la joven Publilia con la que parece que no consiguió vivir en armonía, muerte de su querida hija Tulia y nuevo divorcio de Publilia), se retiró de la escena política, para reaparecer, fugazmente, tras el asesinato de César y enfrentarse abiertamente a Marco Antonio, lo cual hizo que éste lo pusiera en las listas de proscritos y que fuese vilmente asesinado a finales del año 43 a. C.

En cuanto a su pensamiento filosófico, Cicerón era principalmente un orador. Tuvo algunos maestros estoicos, como los Escévolas, aunque sus grandes maestros fueron platónicos (Filón de Lerisa y Antíoco de Ascalón). En algunos pasajes se consideraba dentro de la Academia, aunque otras veces se observa gran influencia estoica.

6.2. Obras filosóficas y retóricas

a. Tratados políticos

De Re publica. Obra en seis libros, que sólo se nos ha conservado de forma fragmentaria. Expresa la síntesis idealista de su pensamiento político con una entrega total y desinteresada al servicio de la patria; como idea principal de este tratado destaca la primacía absoluta del derecho sobre la violencia. El fragmento más amplio y significativo de esta obra es el conocido como Sueño de Escipión.

De Legibus. Cicerón sostiene aquí la existencia de una ley mora natural, grabada en el alma de los seres humanos y rectora del mundo. Cicerón funde las dos clases de justicia donde la primordial es aquella que da a cada uno lo suyo. Relaciona las leyes con el Estado, combinando la filosofía griega y el pensamiento jurídico romano.

b. Tratados morales:

Una segunda etapa, posterior a la victoria de César sobre Pompeyo en la que Cicerón, desengañado de la política y abatido por sus propios infortunios, escribe obras filosóficas de clara intención ética y siempre siguiendo la pauta del filósofo académico Carneades. Las obras correspondientes a esta etapa son:

Paradoxa Stoicorum, tratado de índole preparatoria a la filosofía donde defiende las tesis de los filósofos estoicos.

Hortensius, tratado concebido como invitación a la filosofía; no se nos ha conservado, pero sabemos que fue la obra que influyó decisivamente para que San Agustín se dedicara al estudio filosófico. 

Academica, explicaciones sobre la teoría del conocimiento como el reconocimiento de la Verdad. 

De finibus bonorum et malorum, expone las teorías de las diferentes escuelas filosóficas sobre el Bien Supremo, concluyendo que la virtud es suficiente para alcanzar la felicidad. 

Tusculanae disputationes, tratado en cinco libros donde defiende la inmortalidad del alma y elimina los miedos a la muerte y al dolor. 

De officiis, plantea el conflicto entre lo honesto y lo útil, llegando a la conclusión de que hay que sacrificar el interés personal ante las exigencias de la ley natural y del interés del Estado y la sociedad. 

Cato maior de senectute, reflexiones sobre la vejez que da al hombre el impulso para sublimarse y espiritualizarse en el apartamiento de la política y en la búsqueda de la verdadera gloria que nace de la virtud. 

Laelius de amicitia, pequeño tratado en el que pone de relieve que la verdadera amistad busca su fundamento en la moralidad pura y justifica la ternura de los sentimientos. 

Tratados religiosos: 

De natura deorum, refuta en tres libros la teoría de Epicuro de que los dioses aunque existen, no se preocupan de los hombres. Según Cicerón el mundo ha sido creado y está gobernado por la providencia divina como defienden los estoicos. 

De diuinatione, En los dos libros que constituyen esta obra refuta las creencias de los estoicos en un arte adivinatoria.

Cicerón fue el primero en proponer una filosofía de la esperanza, del progreso y del juicio provisional. Al comprender la marcha del pensamiento como un progreso infinito hacia una Verdad que está por encima de dicho pensamiento, lo asume conciliando una filosofía de la esperanza y una experiencia de la inquietud: "la verdadera felicidad no consiste en la posesión, de suyo imposible, de la Verdad, sino en la búsqueda nunca acabada y nunca frustrada de la misma". Afirma que la virtud basta par alcanzar la felicidad, esforzándose por conciliar el respeto hacia el cuerpo y los bienes que le son propios con el primado absoluto del espíritu. Con Cicerón el lenguaje, la cultura, la gloria y la excelencia, la virtud, la educación del hombre, el deber, la amistad, el amor, lo conveniente, etc., son conceptos reelaborados y asumidos a partir de la philantropía y la paideia griegas. Estaba convencido de que todos los seres humanos poseían una chispa divina, que unía el hombre al hombre y exigía que se tratasen unos a otros con respeto mutuo. El humanismo ciceroniano es aún hoy el ideal en que se basa gran parte de a civilización actual, reconociéndole el esfuerzo por fundir en una unidad de análisis la condición humana y la educación del hombre, mediante el lenguaje, la belleza y el amor.

6.3. Su aportación a la Historia de la Filosofía

Cicerón llevó la prosa latina a su más alto grado de perfección. Su lenguaje es de una belleza y elegancia insuperable, con una constante preocupación por usar siempre términos y expresiones de la más pura latinidad. Su figura se yergue como la cumbre más alta del Siglo de Oro de la literatura latina. Su influencia en los escritores posteriores ha sido siempre constante, acrecentándose sin cesar en la Edad Media y alcanzando su máximo nivel con los eruditos del Renacimiento, que supieron ver en él el ideal de hombre culto, brillante, humano y práctico en el desempeño de sus funciones ciudadanas y hasta tal punto lo tenían como modelo que la mayoría de escritores renacentistas se preciaban de no escribir una sola palabra latina que no hubiese utilizado Cicerón.

TEMA 7: Séneca

7.1. Formación. Apuntes biográficos

Fue, como Cicerón, orador, político y filósofo. A Séneca le tocó vivir en una época muy difícil para la expresión de las ideas: la primera mitad del siglo I a. C, en la que hay algunos emperadores liberales, pero otros despóticos. Conocemos bastantes datos de su vida, ya que se conservan bastantes de sus obras y otros autores han hablado mucho de él, como Quintiliano, Tácito o su padre, Séneca el rétor. De este Séneca conservamos dos obras: Controversiae y Suasoriae, en las que habla de la oratoria en Roma. Escribió también una historia de las Guerras Civiles, aunque se ha perdido. No tenía ninguna simpatía por los filósofos y no veía bien la dedicación de su hijo a la filosofía, por influencia de su madre Leiva.

Séneca, el filósofo, era originario de Córdoba, y consiguió llegar a Roma gracias al marido de su tía, prefecto del pretorio, que lo apadrinó. A partir de los Anneos, el número de hispanos que llega a Roma es cada vez mayor, hasta que dos de ellos, Trajano y Adriano, llegaron a ser emperadores.

Séneca debió de ser un alumno brillante, pero se cuenta que también fue muy enfermizo. Nació en el año 4 a. C: y murió en el 65 d. C. Como su padre no tenía interés en que fuera filósofo, le hizo dedicarse a la política, aunque él se dedicó a la filosofía a escondidas. Su educación fue básicamente estoica, aunque entre sus maestros se encuentra Demetrio el Cínico.

Entró en el Senado. Parece que fue brillantísimo, pero Calígula le tenía cierta envidia y estuvo a punto de hacer que lo mataran. Ya en tiempos de Claudio, Mesalina, primera mujer del emperador, le acusó de adulterio con una hermana de Calígula, lo que le llevó al destierro en Córcega durante cinco o seis años. Al principio llevó bien su estancia en la isla, pero después escribió la Consolatio ad Polybium, donde pedía su regreso a Roma. Pero no lo consiguió, por lo que tuvo que esperar a que Claudio se casase con Agripina, que tenía un hijo, Nerón, por lo que le hizo volver a la corte para que se encargara de la educación del que seria el futuro emperador. Cuando Nerón alcanzó el imperio, lo mantuvo a su lado durante los primeros tiempos de su mandato. Se dice que los cinco primeros años del principado de Nerón fueron los mejores de la historia del Imperio Romano. Son los años en los que Séneca, Afranio Burro y la propia Agripina llevan las riendas del imperio. A. Burro se ocupaba de la parte militar, y Séneca de la civil. Pero poco a poco fueron cayendo en desgracia y el imperio fue a peor. En un determinado momento, Nerón se cansó de la influencia de su madre y ordenó que la mataran (59 d. C.). Esto hubo que justificarlo y Séneca escribió un largo discurso defendiendo al emperador. En el año 62 murió Burro y Séneca se quedó en una situación muy débil. Incluso llegó a pedir el retiro junto a su mujer, Paulina. Durante algunos años se dedicó a escribir filosofía, ya retirado de la vida política. En el año 65 fue acusado de participar en la Conspiración de Pisón, en contra del emperador. Como pena por esto, fue invitado a suicidarse. Murió tras cortarse las venas y tomar la cicuta.

7.2. Sus obras

Séneca escribió numerosas obras de las que se conservan muchas. A partir de Quintiliano, se dividieron en cuatro secciones:

1. Oraciones: Solo conservamos fragmentos de unas pocas. Son los discursos de Séneca.

2. Poemata: Además de algunos poemillas sueltos, se encuentran las Tragedias, que estaban escritas para ser leídas y no representadas. son tragedias muy interesantes que además contienen ciertas ideas filosóficas. Son de tema griego y ofrecen una visión distinta de los mitos clásicos helenísticos. Entre ellas nos encontramos Hercules furens, Las Troyanas, Medea, Fedra, Edipo, Agamenón, Tiestes y Las Fenicias. Se discute si escribió Octavia, la única tragedia praetexta (de tema romano) que conservamos. También escribió la Apokolokíntosis, una sátira menipea, llamada así por seguir el estilo de Menippo de Gadara, en la que se habla de una “conversión en calabaza (en vez de en Dios) de Claudio”.

3. Epistulae: Las cartas más conocidas de Séneca son las Epistulae ad Lucilium, en veinte libros.

4. Dialogi: No son propiamente diálogos, sino diatribas, es decir, monólogos interrumpidos por alusiones del autor a sí mismo o a otro supuesto interlocutor. Son doce.

Además de esto, escribió otras obras de las que, aunque se han perdido, conservamos algunos datos gracias a citas en otros autores: Sobre el matrimonio, Sobre la pobreza o el Libro de las costumbres, del que, al parecer, se extrajeron las Sententiae Senecae, 145 máximas muy interesantes.

a. Los Dialogi

Los diálogos de Séneca son los siguientes:

1. Las Consolaciones: Escribió tres: Consolatio ad Martiam, en donde intenta consolar a Marcia, esposa de Cremucio Cordo, un estoico republicano nada moderado que tuvo que suicidarse. Además, dos de los hijos de Marcia murieron tras el fallecimiento de su marido. Consolatio ad Helviam matrem, escrita para consolar a su madre por su destierro en Córcega. Consolatio ad Polybium, en ella, además de intentar consolar a Polibio ante las circunstancias, pide la condonación de su exilio.

2. De Ira: Aquí hace una reflexión acerca de la naturaleza y el origen de la cólera.

3. De brevitate vitae: Defiende que la vida no es corta, sino que son los hombre los que la hacen corta.

4. De Clementia: Escribe dos libros incompletos para calmar a Nerón

5. De Constantia sapientes: Defiende que el hombre sabio no debe recibir ni ofensas ni injurias y es un ser superior.

6. De vita beata: Para conseguir la felicidad el hombre debe seguir a la naturaleza y la virtud. Elogia a los grandes filósofos. El sabio no tiene que renunciar a las riquezas, ya que se sirve de ellas utilizándolas correctamente,

7. De Otio: Defiende la contemplación del hombre sabio y más si en su juventud se dedicó a la política.

8. De Tranquilitati animi: Aquí habla de cómo alcanzar la ataraxia.

9. De Providentia: Dedicado a Lucilio, pregunta que si existen los dioses, por qué no evitan las desgracias.

10. De Beneficiis: Obra dedicada a Ebucio, en siete libros. Habla de la conveniencia de los beneficios, de cómo deben recibirse.

11. Naturales quaestiones. Son siete libros dedicados a Lucilio donde realiza, a la luz de la filosofía estoica, un examen de los fenómenos naturales. Más que una obra científica es un tratado filosófico en el que su propósito era encontrar en la naturaleza un fundamento para la ética estoica y exponer su concepción sobre la divina providencia.

12. Epistulae morales (cartas a Lucilio). Son 124 cartas distribuidas en diez libros, que si bien tienen un destinatario al que Séneca alude en todas ellas, van destinadas a un público más amplio. Constituyen un verdadero tratado de dirección espiritual. Para Séneca la filosofía no es sólo una búsqueda desinteresada de la verdad, sino el profundo deseo de vivir conforme a la verdad y a la naturaleza. Aunque todos los hombres necesitan de la filosofía, no todos pueden dedicarse a ella; por eso es obligación del sabio enseñar a los demás. La misión del intelectual es buscar no sólo su propia perfección, sino también la de los otros. Sólo la vida de acuerdo con la verdad hace al hombre libre y semejante a Dios; idea que está muy cercana a la frase evangélica "Veritas liberabit vos".

7.3. Ideas y pensamientos

Las principales ideas que dominan la filosofía de Séneca son:

1. El dominio espiritual sobre los reveses de la fortuna. 

2. Reafirmar la serena placidez del ánimo, reivindicando los tres pilares estoicos de la firmeza: alegría, prudencia y voluntad. 

3. Desprecio por la riqueza, pero uso benefactor de ella. 

4. Dignidad individual del ser humano sólo por el hecho de serlo. 

5. El contenido de la existencia forma la virtus, que es el sumo bien, valorando más el esfuerzo por conseguirla que su propia consecución. 

6. Rechazo a la ira, la angustia y el aburrimiento. 

7. Supremacía del alma sobre el cuerpo. 

8. La idea de Dios como mente del Universo y de la Providencia como un espíritu divino que revive en el hombre.

El estilo literario de Séneca es brillante, lleno de colorido y de artificios retóricos como era propio de su formación. Ha sido muy imitado y traducido. No sólo se le admira por su estilo literario, sino ante todo por sus ideas. Séneca fue muy admirado en su tiempo; fue objeto de juicios contradictorios y decayó su simpatía con la reacción clasicista que vino tras la muerte de Nerón; pero pronto su éxito fue rehabilitado, sobre todo después que Tácito habla de su renuncia al poder y de su muerte. El cristianismo antiguo y la Edad Media lo consideraron un precristiano por haber tocado temas morales relativos a dignidad del hombre. Se le ha reprochado, a veces, la frecuente contradicción entre la elevada moral que predica en sus escritos y su vida; pero, pese a todo, su influencia ha sido decisiva en todos los grandes pensadores de Occidente.

TEMA 8: Marco Aurelio

8.1. El emperador filósofo

Marco Aurelio fue una persona interesantísima, tanto desde el punto de vida filosófico como desde el político. Su obra fundamental es ðð ððð ðððððð, sus “Meditaciones”, escritas en griego y que tienen que ver con su filiación estoica.

Nació en el año 121 después de Cristo en Roma y murió luchando en la frontera del Danubio en el 181. Aunque nació en Roma tenía ascendencia hispana. Tuvo una educación extraordinaria desde el punto de vista de la elocuencia y la filosofía. Cuenta la Historia Augusta que intentaba vivir asemejándose al modo de vida cínico o estoico. Un hubiera llegado a ser emperador si no hubiese contado con el apoyo de Adriano, gran amante de la cultura y la filosofía.

En el Imperio Romano la forma de herencia para los emperadores era la de la adopción, aunque en realidad funcionara la herencia familiar. Trajano nombró emperador a Adriano y, cuando a este le tocó elegir sucesor, nombró a Lucio Ceionio, pero murió, por lo que Adriano nombró a Antonino Pío, con la condición de que nombrara su sucesor al joven Marco Aurelio y a Lucio Vero, hijo de L. Ceionio. En cuanto Antonino Pío tuvo la oportunidad, nombró César a Marco Aurelio en el 138 (césares eran los que iban a ser emperadores. Augustos, los propios emperadores). También le casó con su hija Faustina. En los estudios tuvo como maestros más conocidos a Frontón, para la elocuencia latina, y a Herodes Ático para la oratoria griega. Pero su gran maestro de filosofía fue Junio Rustico, quien le transmitió la doctrina de Epicteto. Aunque también tuvo educación platónica y aristotélica, fue fundamentalmente un estoico.

En el año 161 fue nombrado emperador con el nombre de Marco Aurelio Antonino conjuntamente con Vero. Esta es la primera ocasión en la que hay dos emperadores. Lucio Vero era bastante más joven que Marco Aurelio y no fue de gran ayuda. Murió a los pocos años y entonces Marco Aurelio quedó como único emperador.

Fue un hombre que tuvo en gran consideración al Senado. Sin embargo, le tocó vivir una época terrible. Adriano había conseguido pacificar el Imperio, pero durante el gobierno de Marco Aurelio se tuvo que hacer frente a grandes oleadas de invasión en Siria, Britania, Hispania, Germania, etcétera. Pero tuvo bastante éxito ante estas adversidades, llevando a cabo excelentes políticas sociales y militares e intentando establecer tratados de paz con “aquellos a los que llamaban bárbaros”. También llevó una buena política administrativa. No tuvo buena relación con el Cristianismo, aunque no los persiguió mucho.

8.2. “Las Meditaciones”

Lo que conservamos de su obra son las “Meditaciones” y algunas cartas enviadas a Frontón.

Las Meditaciones están divididas en 12 libros en los que no se mantiene una estructura organizada, sino que se componen de una serie de aforismos dirigidos a él mismo para afrontar la realidad. Es un exacerbado análisis de la realidad.

Sus ideas son muy parecidas a las que encontramos en Séneca. Era defensor de la teoría del eterno retorno de Heráclito. A partir de este principio se desprende un cierto disgusto por la existencia. Todo el acontecer de la vida carece de importancia ante la extensión del tiempo. También defendía el dualismo antropológico del que hablaban los griegos.

Creía en la providencia divina y en que esta se ocupaba de los hombres. Para él, esta providencia es bondadosa, por lo que todo lo que ocurre ha sido decretado para el bien de la humanidad. En sus reflexiones se pregunta por el origen del universo, y afirma que todo o proviene de acumulaciones de átomos o proviene de la providencia.

En estos aforismos encontramos también muchas normas morales. Marco Aurelio es defensor de la vida en comunidad de los hombres. A veces hace una triple división en los hombres y afirma que se podrían distinguir tres elementos: el cuerpo, de donde vienen las percepciones, el alma, donde se encuentran los impulsos, y el intelecto, de donde vienen los principios. El intelecto debe guiar la conducta de los hombres y tiene que ver con lo divino. Lo que no queda muy claro en su obra es si creía en la existencia de las almas en el más allá. Insiste en que los hombres son seres sociales, miembros de un mismo cuerpo y que deben cooperar para conseguir un bien común.

En el libro I de las Meditaciones agradece a todos los que le han ayudado ha llegar a su situación política. En I, 14, por ejemplo agradece a Claudio Severo el haber conocido a muchos filósofos y concebir una constitución igual para todos.

Más adelante se refiere a las distintas partes de la filosofía y agradece a los dioses el no haber tenido conocimientos importantes en retórica, poética, etcétera, disciplinas consideradas innecesarias para un estoico. Al contrario del resto de los estoicos cree en la adivinación. Insiste en que solo importa el presente, ya que el futuro pertenece a la providencia y el pasado ya es pasado, por lo que no importa.

La muerte no es algo malo, ya que no es más que una transformación. Si hay otra vida, también habrá dioses; pero si no la hay, no hay que preocuparse, porque se pierden los problemas, las preocupaciones, etcétera. Por tanto, hay que aceptar el destino. Solo importa el alma, lo demás es un cadáver.

Hay que actuar siempre en beneficio de la ciudad. Lo que afecta al individuo no importa. También es siempre necesario beneficiar a los congéneres. Trata también la idea de Roma como ciudad universal.

Considera las dos posibilidades acerca del origen del mundo presentes en la época: o bien se formó tras un choque de átomos, o bien es una obra divina. Se inclinará por esta segunda opción.

Habla de que hay que perdonar al que comete un error y comprender al que se equivoca.

La idea de justicia se repite durante toda su obra, hasta el punto en que se llega a confundir justicia con virtud.

Apoya a los filósofos frente a los estadistas, aunque el fue el principal estadista de su época: el Emperador.

III. El Pensamiento Político

TEMA 9: Las ideas políticas en la República Romana

9.1. La “Constitución Mixta” y su influencia en el pensamiento occidental

Desde Platón y Aristóteles se consideraban tres formas posibles de gobierno: la monarquía, la aristocracia y la democracia. Decía Platón que estas tres formas tenían sus ventajas e inconvenientes, y que cada una se iba deteriorando y daba lugar a una forma paralela: la monarquía podía desembocar en una tiranía, cuando el único gobernante no era adecuado. La Aristocracia se puede convertir en una oligarquía, cuando lo gobiernan los mejores, sino unos pocos. Por último, la democracia puede pasar a ser una demagogia cuando el poder del pueblo comienza a ser perjudicial.

Pero en Roma no existía ninguna de estas tres formas, sino que había un poco de cada una. Ante esto, Polibio ideó el concepto de Constitución Mixta, que es lo que había proporcionado a Roma su poder y su funcionamiento optimo durante tanto tiempo. El éxito de esta formula es que los tres poderes estén equilibrados y sirvan de contrapeso del poder:

Magistraturas: Se encuentran los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial)

Senado: Representan el poder ejecutivo al controlar la política exterior y la logística militar; el legislativo con la auctoritas patrum, y el judicial con las quaestiones.

Asambleas: Reúnen también los tres poderes: ejecutivo (aprobaba las leyes de los magistrados), judicial (provocatio ad populum) y un pseudo ejecutivo, ya que eligen a los magistrados.

Por tanto, los tres poderes estaban mezclados en las tres instituciones romanas. No se puede decir quien controla el poder, por lo que nos encontramos ante una “constitución mixta”.

Pero parece que una de estas instituciones tenía privilegios frente a las otras, por lo que podemos decir que la republica estuvo durante cierto tiempo bajo una aristocracia. El Senado se reservaba ciertos mecanismos que le permitían controlar la situación.

Los magistrados eran anuales y, al final de su legislatura, tenían que rendir cuentas ante el Senado. Por esto, siempre que tenían que tomar alguna decisión importante, reunían al Senado para conocer su opinión. En cuanto a las asambleas, como la auctoritas patrum fue abolida los senadores se apoyaban en los magistrados y las leyes que estos presentaban en el Senado.

Es curioso que durante mucho tiempo el Tribuno de la Plebe fuera “domesticado” y no solo no funciono para lo que había sido creado, sino que el Senado lo utilizaba en contra de sus colegas para imponer su veto.

El poder económico también estaba en poder del Senado, ya que la nobilitas estaba formada por antiguos cargos republicanos. Por tanto, política y economía se confunden en el Senado.

Los senadores tienen gran prestigio y controlan la opinión pública. Aunque en todo este control podía haber habido una falla: el ejército, ya que era una institución civil. No obstante, el Senado elegía las levas y el número de tropas. Con este panorama se concluye que, aunque aparentemente todas las instituciones compartían poderes, el Senado controlaba la República.

Pero este poder no era dado por una constitución, sino que era así desde siempre. Por lo que ese equilibrio de poderes, en la práctica, no es muy real.

Montesquieu comprendió que parte de lo que decía Polibio era muy interesante. La separación de poderes es fundamental para el buen funcionamiento de la democracia. Pero estos poderes no están tan separados como parece. El poder político y económico estaban unidos en Roma. En nuestra sociedad también influyen los medios de comunicación. Los que existían en Roma también estaban controlados por el Senado.

9.2. El enfrentamiento entre optimates y populares y las propuestas políticas de los Graco

Pero esta situación fue buena para Roma, aunque se rompe cuando un Tribuno de la Plebe propone una ley de reforma agraria en contra del Senado. Tiberio Graco lo hizo porque se había desarrollado una facción senatorial que le apoyaba. En el año 133 antes de Cristo la situación económica en Roma no es nada favorable.

Tiberio Graco era un miembro de la Nobilitas, era un Sempronio. Sus compañeros de facción también eran nobiles.

A partir de los Graco, gran parte de las leyes eran favorables al populus. De aquí surgió un nuevo grupo: los populares, que están frente a los conservadores, los optimates. Esta confrontación política desembocará en el régimen imperial de Augusto. Lo que está claro es que si se produjo una crisis, es porque en el Senado apareció una fractura en la homogeneidad del poder. También hay que tener en cuenta a presencia del ordo ecuestre, una clase social que se ocupaba de los asuntos comerciales, administrativos, bancarios, etcétera. Sus miembros eran muy importantes en el ámbito económico, pero no en la política. Como determinadas decisiones iban del Senado iban en su contra, se opusieron al Senado.

Tiberio consigue aprobar su ley de reforma agraria desde el tribunado de la Plebe. Esta ley ni siquiera fue paralizada por el senado, aunque convencieron a otros magistrados para que opusieran su veto. Pero Tiberio se saltó este veto alegando que ningún magistrado podía ir en contra de los beneficios del pueblo. Lo que consiguió con esto fue la excusa perfecta para el Senado para poder actuar violentamente en su contra. A partir de aquí diferentes personajes se comportarán como él. Para que se produjeran estas circunstancias tuvo que producirse una ruptura de la homogeneidad del poder senatorial. En este sentido, el ordo ecuestre, que también quiere participar en la política, exige su entrada en los tribunales de justicia de la ciudad en su propio beneficio.

Otro factor es el ejército, que normalmente había estado controlado por el Senado. El reclutamiento dependía de la renta del soldado. Hubo una crisis que hizo que la clase media desapareciera, por lo que el reclutamiento se hacía más difícil. Esta situación cambió con Mario, que introdujo una serie de reformas según las cuales los soldados podían inscribirse como veteranos, pasando a depender del general de turno. Ya el Senado empieza a no controlar el ejército, que posteriormente se profesionalizará.

El voto del pueblo de Roma también es importante en la Crisis. El voto popular era asambleario, y a partir de un determinado momento se da una “profesionalización”, es decir, no votaban todos los ciudadanos. Por tanto, para tener el control en Roma había que tener el favor del tribunado de la plebe, del ejército y de las asambleas.

Intelecto

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Semidioses

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Enviado por:Alberto
Idioma: castellano
País: España

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