Historia


Pedro Aguirre Cerda


Trabajo de Investigación:

“Pedro Aguirre Cerda, maestro, estadista y educador”.

Indice. Pág.

Portada 01

Indice 02

Introducción 03

Desarrollo del trabajo 04

I. Antecedentes Biográficos 04

II. Contexto político previo a su elección: El Frente Popular 05

III. Hechos que facilitaron su elección como Presidente 06

IV. Realizaciones en el ámbito económico, social, cultural y soberanía 06

V. Obra Económica 06

VI. Obra socio-económica 07

VII. Obra Educacional 07

VIII. La Consolidación de la Soberanía Nacional 08

IX. Dificultades de su obra política 08

Bibliografía utilizada 09

Introducción.

Este trabajo de investigación trata sobre la vida de don Pedro Abelino Aguirre Cerda y sus obras políticas, sociales, económicas y de soberanía.

En nuestra opinión, este trabajo de investigación nos sirvió para informarnos sobre la vida de un hombre que dedicó su vida y labores políticas al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, al fomento de la producción y del trabajo, y al desarrollo de la educación pública.

“Mirad la miseria del pueblo y convendréis conmigo en que es indispensable sustraer algo al placer de los afortunados para mitigar el dolor de los que sufren” mencionó don Pedro Aguirre en su mensaje presidencial (1940), lo que demuestra su principal interés: mejorar la calidad de vida de la clase media y sectores populares, lo que concuerda con su siguiente frase: “La Democracia es la amplia facilidad que se ofrece a los más humildes de llegar a la posición más digna y elevada”, donde se refiere a la democracia como el medio más fácil para que el pueblo llegue a la posición más digna y elevada.

Lo que más nos impresionó en esta investigación, es la cantidad de obras que realizó don Pedro Aguirre Cerda durante su breve período de Presidente. Es difícil encontrar en la historia política de algún Estado, una administración que en esas condiciones, y en tan breve plazo, cuente a su haber con tantas fructíferas realizaciones sociales, culturales, económicas y de soberanía nacional.

Evaluar tan vasta y fructífera obra, realizada en los dos años, 10 meses y 28 días que duró la administración del Estadista de Pocuro, es tarea difícil.

Llevan ellas, sin embargo, un común denominador; servir y mejorar condiciones de una mayoría postergada y los intereses superiores de la Patria.

Desarrollo del trabajo:

Antecedentes Bibliográficos.

Pedro Abelino Aguirre Cerda nació el 6 de Febrero en Pocuro, Los Andes, lugar donde cuarenta años mas tarde ejerció la docencia el ingeniero argentino don Domingo Faustino Sarmiento, que también ascendió desde la escuela a la presidencia de su país.

Pedro fue el séptimo de once hermanos. Sus padres fueron Juan Bautista Aguirre y doña Clarisa Cerda Escudero. Recibió el bautismo el 10 de Febrero de 1879, en la parroquia de Santa Clara, en el departamento de los Andes. A los siete años, inició sus estudios primarios en la Escuela Pública de Pocuro, vecina al predio de sus padres y finalizó sus estudios en la Escuela de “Calle Larga”, mucho más distante que la anterior.

En el Liceo San Felipe cursó estudios de humanidades, hospedado en el Internado del Autodidacta Balbino Arrieta, poseedor de una biblioteca superior a la del Liceo, lo cual estimuló su interés creciente por la lectura. A los 19 años, obtuvo el grado de bachiller, trasladándose a Santiago para iniciar estudios de Castellano en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y, paralelamente, Derecho en la misma Universidad. Financió sus estudios impartiendo clases en liceos particulares, a la vez que gratuitamente, reflejando ya una profunda sensibilidad social, ejerció la docencia en escuelas nocturnas para obreros, al valorar la cultura como un medio fundamente de ascenso social.

En esa época, se incorporó al partido Radical, al que consideró, genuino intérprete de los sectores populares y clase media. Estas motivaciones por el problema social y desarrollo cultural, le transformaron en asambleísta del partido Radical, a la vez solía frecuentar las galerías del Congreso.

En 1900, al cumplir 21 años, se titula Profesor de Castellano en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, y cuatro años después se titula Abogado en la misma Universidad, con un documento titulado “La Instrucción Secundaria en Chile”, que refleja interés y conocimiento por incorporar al proceso educativo a la población con aptitudes intelectuales, independiente del nivel social. El planteó “La Educación como un derecho general que debe ser garantizado por el Estado”.

En 1915, el partido Radical levanta su candidatura a Diputado por Putaendo, San Felipe y Los Andes, resultando elegido, hecho que marca su ascendente carrera política. Como parlamentario, don Pedro Aguirre Cerda, intervino activamente en iniciativas de proyectos de ley, relativos a instrucción primaria obligatoria, Código del Trabajo y Sindicalización, Cooperativas Agrícolas, entre otras.

El 1 de Octubre de 1916, cuando tenía 37 años, se casa con su prima Juana Rosa Aguirre Luco, de 39 años. En 1918 fue designado Ministro de Instrucción y Justicia del Presidente Juan Luis Sanfuentes en el denominado “Gabinete de todos los partidos”, que tuvo por objetivo conceder garantías electorales a las colectividades políticas en las elecciones que debían verificarse ese año.

Poco después, no pudo seguir en la Cartera, debido a las rotativas ministeriales, pero tuvo la satisfacción velar por la aprobación de la Ley de Instrucción Primaria obligatoria, la cual se aprobó el 28 de Agosto de 1920, contenido en la Ley n° 3.654. De esta manera, el niño chileno debía cumplir un ciclo de escolaridad primaria, antes de incorporarse al mundo laboral.

En 1920 la alianza liberal junto a radicales y demócratas, alcanzó la presidencia con Arturo Alessandri Palma, a pesar de la oposición conservadora que lo calificó de “anarquista y comunista”, designado como Ministro Interior a Pedro Aguirre, asumiendo las mismas funciones en 1924, año en que se dictan las leyes sociales, normas que marcan un hito significativo en la historia laboral del país, normas que involucraran el exilio forzado del mandatario. Similar destino sufrió el Educador y maestro, al condenar la Séptima Convención Radical, “la intervención de Fuerzas Armadas, contraria a la esencia misma del régimen republicano”.

Al retornar a Chile en 1927, es obligado nuevamente a abandonar el país por “altas razones de orden público”. Se radicó en París, donde redactó dos obras destacadísimas: “El problema Agrario”, editado en 1929 y “El problema Industrial”, editado en la Universidad de Chile en 1933, donde se muestra un diagnóstico objetivo y científico acerca del precario desarrollo económico del país y formula medidas que aportan al desarrollo armónico y equilibrado de la industria nacional.

Retornó a Chile por mediación del Ministro Osvaldo Koch, asumiendo como abogado del Consejo de Defensa Fiscal, donde presentó proyecto sobre empresas eléctricas, renunciando a sus funciones por diferencias con el gobierno del General Ibañez.

En 1934 preside el “Congreso Minero de Copiapó” y el “Congreso Agrícola de Temuco”, que planteó la asistenciabilidad médica y la jubilación y desahucio del campesinado. También presidió el “Congreso de Fomento Industrial”, que estableció salarios mínimos para obreros y empleados, seguro de cesantía y una serie de reformas al Código de Comercio. Su carrera docente culmina con la fundación de la “Facultad de Comercio y Economía Industrial”, por Decreto Supremo n° 39 del ministerio de Educación Pública, de fecha 11 de Enero de 1935 y por decreto Universitario n° 280, se nombra el 25 de Mayo “Decano interino” a don Pedro Aguirre.

El 25 de Octubre de 1938, fue elegido Presidente de la República, gobernando 2 años, 10 meses y 28 días, enfrentando 16 crisis de la oposición conservadora.

Durante este corto período y en estas condiciones, cuenta a su haber muchas y fructíferas realizaciones sociales, culturales, económicas y de soberanía nacional. Falleció en el ejercicio del cargo el 25 de Noviembre de 1941.

Contexto político previo a su elección: “El Frente Popular”.

Antecedentes previos.

Los Partidos nuevos: socialista, nacista y falange.

En 1934 se organizaron nuevas fuerzas políticas, algunos de los cuales tendrían una notable influencia en acontecimientos posteriores:

1.El Partido Socialista. Nació a comienzos de 1933 por la unión de diversas agrupaciones de origen socialista, formadas tras la caída de Ibañez y en el período anárquico que a ella siguió. Entre sus jefes y fundadores hay que referirse al abogado Eugenio Matte Hurtado, al militar Marmaduque Grove Vallejo, al dirigente obrero Carlos Alberto Martínez y al estudiante Oscar Schnake Vergara.

2. El movimiento nacional socialista. Bajo la influencia de los movimientos nacistas y facistas de la Italia de Mussolini y de la Alemania de Hitler, se fundó en 1932 el nacismo chileno, que tuvo como jefe absoluto a Jorge González von Marées.

3. La Falange. De la juventud conservadora surgió en 198 la Falange Nacional, como un grupo político de tendencia social cristiana, se constituyó en un partido bajo la presidencia de Manuel Garretón.

4. El partido agrario. Lo formaron en Temuco en 1931, algunos agricultores, en su mayoría radicales de tendencia centrista, como Braulio Sandoval.

Formación del Frente Popular.

Al igual que el movimiento nacional socialista, el Frente Popular tuvo su origen en los acontecimientos que se estaban produciendo en Europa. Fue así como ante la prepotencia que iban alcanzando en América las ideas naci-facistas, la Internacional Comunista, propuso la formación de frentes populares que agruparían en una alianza política a todos los partidos obreros (comunistas y socialistas) y democráticos burgueses (radicales) (Moscú 1935).

El Frente Popular chileno fue promovido por el comunista peruano Eudocio Ravines, enviado por la Internacional Comunista bajo el supuesto nombre de Jorge Montero.

Primero se adhirió el partido socialista (1935). Luego se adhirieron algunos políticos radicales, pero la idea fue combatida dentro del radicalismo por Pedro Aguirre Cerda y muchos otros que notaban la influencia que adquiría el partido comunista.

Finalmente, el partido radical celebró una convención extraordinaria para resolver sobre el asunto. En ella se manifestaron dos tendencias opuestas que fueron encabezadas por las presidenciables del partido: Juan Antonio Ríos, por la aceptación, aceptación, y Pedro Aguirre Cerda, por el rechazo.

La Convención aprobó el pacto, y gracias a esto, pudo organizarse el Frente Popular, que integraron los partidos radical, democrático, socialista y comunista y la CTCH o Confederación de Trabajadores de Chile.

Candidaturas presidenciales.

El Frente Popular, preocupado por la sucesión de Alessandri, después de una votación en todas las asambleas radicales del país, donde a la primera magistratura aspiraban Ríos y Aguirre, queda como candidato radical don Pedro (enero de 1938).

Designado como el candidato radical, una convención del Frente Popular lo eligió candidato a la presidencia. Aguirre Cerda, de líder antifrentista pasó a ser el abanderado del Frente Popular (Abril de 1938). Su programa tendía al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, al fomento de la producción y del trabajo, y el desarrollo de la educación pública.

Por otro lado, el candidato a la derecha Gustavo Ross Santa María, que exhibía la labor de reconstrucción realizada durante su permanencia como ministro de Hacienda.

Hechos que facilitaron su elección como Presidente

Unión de la oposición: Triunfo del Frente Popular (1938).

Todo parecía asegurar el triunfo de la derecha; pero un suceso inesperado vino a dar la victoria al candidato del Frente Popular.

Tal fue el motín del 5 de Septiembre de 1938. Dos reducidos grupos de jóvenes del movimiento nacionalsocialista se alzaron en armas y se apoderaron por sorpresa de la Universidad y de los pisos superiores del edificio de la Caja de Seguro Obligatorio, confiados en que con su actitud provocarían la sublevación de una parte del ejército a favor de Ibañez, lo que habría traído como primera consecuencia la caída del gobierno constituido.

Reducimos por la fuerza pública, los asaltantes de la Universidad, fueron conducidos al Seguro Obligatorio, donde se les ultimó junto a todos sus compañeros, uno de los cuales había dado muerte a un carabinero al iniciarse la ocupación de este edificio. Así perecieron 63 personas, entre ellas algunas que no tenían la menor participación en la revuelta y que habían sido obligadas a incorporarse al grupo de prisioneros tomados en la Universidad. Sólo sobrevivieron tres, que a causa de hallarse heridos, quedaron inmovilizados debajo de los cadáveres.

Tales sucesos, impropios del carácter nacional, causaron la más penosa impresión en todos los sectores de la opinión pública. Su resultado inmediato fue el retiro de la candidatura, cuyos partidos se plegaron, por reacción natural, a la Candidatura del Frente Popular.

Las elecciones se efectuaron el 25 de Octubre. A pesar de su enorme popularidad y del apoyo ibañista y nacista, Aguirre triunfó por sólo 3.773 votos de un total de 440.000 sufragios emitidos.

Sus realizaciones en el ámbito económico, social, cultural y de soberanía nacional.

La obra económica y administrativa

Fue múltiple y significativa destacando la creación de la Corporación de Fomento de la Producción por Ley n° 6.334 de 29 de Abril de 1939, con la función específica de promover el desarrollo económico, fundamentada en su tramitación por el Ejecutivo como “un plan amplio, racional y científicamente estudiado, llevado a la práctica con método y desarrollado a través de los años”.

El articulado de la citada ley señala que a la institución le corresponde “formular un plan general de fomento de la producción nacional, destinado a llevar el nivel de vida de la población mediante el aprovechamiento de las condiciones naturales del país y la disminución de los costos de producción y mejorar la situación de balanza de pagos internacionales, guardando al establecer el plan, la debida proporción en el desarrollo de las actividades de la minería, agricultura, industria y comercio y procurando la satisfacción de las diferentes regiones del país”.

Tal como en el siglo pasado grupos tradicionales e interesados, se oponían incluso a la introducción del ferrocarril, porque sería “medio de fuga de delincuentes”, en el trámite de la Ley n° 6.334, la oposición planteó: “¿Qué se va a hacer con la energía producida?”. En el senado los argumentos fueron parecidos: “Supongo que el gobierno no piensa parar la industria salitrera, ni la del Cobre, Carbón o manufactura, ni quitarle brazos a la agricultura. ¿De dónde saldrán los sesenta mil obreros que demanda el plan de fomento de la producción? ¿Los van a importar de Argentina, Bolivia o de algún otro país vecino?”

Rápidamente la realidad se encargó de desvirtuar esas subjetivas aprehensiones al transformarse la Corporación del Fomento en el pilar del desarrollo industrial de Chile, cimiento de la energía eléctrica, acero y petróleo, junto con reducir o eliminar importaciones que en 1937 ocupaban el 70% de disponibilidad de divisas, favoreciendo el desarrollo nacional en la minería, industria, agricultura, aumento de superficie cultivada, reforestación, correlacionadas a una disponibilidad de energía eléctrica abundante y barata.

Así como filiales de Corfo surgen en los años siguientes la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), Empresa Nacional del Petróleo (Enap), Compañía de Acero del Pacífico (Cap).

Los servicios de Estado adquieren funcionalidad y eficiencia orientados a servir necesidades colectivas. Así se construyen 33 oficinas postales y telegráficas en el territorio, 320 instalaciones de alcantarillado y 97 de agua potable y por Ley n° 6.325 de 6 de Enero de 1939 se facultó a la Caja Nacional de Ahorros para otorgar préstamos a propietario de escasos recursos para instalar esos servicios en sus viviendas.

La Obra Socio Económica.

Una motivación central del gobierno, radicó en obtener, unido, el crecimiento de dos factores relacionados e interdependientes: la producción y los salarios; los beneficios de la eficiencia productiva debían ser compartidos por los participantes de la producción. La economía debía, por lo tanto, desarrollar una función social expresada en el mejoramiento del nivel de vida de la población.

En su concepción humanista, constituía una injusticia que debía ser remediada, el producto geográfico crecía y el ingreso nacional se mantenía o disminuía. Por esta razón, para equilibrar la distribución del ingreso, otorgó gran importancia a los sindicatos para robustecer la capacidad de negociación de obreros y empleados.

Así los sectores populares y medios obtienen una serie de reinvindicaciones en remuneraciones y salarios para recuperar el poder adquisitivo afectado por una inflación que provenía del año 1904.

La sensibilidad social del Educador, explica el patrocinio de la Ley n° 6.815 de huertos familiares para modificar hábitos de ocio, dar estímulo a la independencia de familias obreras, sin depender exclusivamente del salario, despertar el interés por la agricultura y el cariño de la tierra.

En salud en 1938 había 22.340 camas disponibles en hospitales de beneficencia pública y en 1941 esta cifra se elevó a 24.824 camas. Además en el territorio se crearon 16 nuevos centros asistenciales. Las obras en este aspecto de beneficio colectivo constituyen una tarea difícil de representar en su exacta dimensión. Sin embargo, se puede tomar como indicadores ilustrativos, antecedentes sociales y económicos como el descenso de la mortalidad general en un 4% entre 1937 y 1941.

A pesar de estas evidencias, el fanatismo intransigente llega a señalar en el Congreso: “Los servicios de beneficencia pública, en los últimos tres años, lejos de mejorar, han decaído”.

El juicio inevitable de la historia y de la razón ha valorado la obra del maestro de Pocuro que educó para la justicia y democracia enfrentando la incomprensión de quienes se oponían al bienestar social de la nación.

La obra educacional.

El plan sexenal de educación que inició tuvo por objetivos fundamentales incorporar a la educación 385.000 niños en edad escolar, marginados del sistema; orientar aptitudes de artesanos y campesinos al trabajo rural y urbano, respectivamente, dotando con adecuados locales escolares los establecimientos existentes y por construir.

La estadística indica al finalizar su breve administración, la realización de las siguientes obras: 500 escuelas primarias; 13 escuelas hogares para ayudar al niño desnutrido y abandonado; 9 escuelas Agrícola junto al Instituto del inquilino; 140 escuelas de artesanos que antes no existían; 4 escuelas industriales y de minas; 5 Institutos comerciales; 1 escuela técnica femenina.

El interés por la educación, se proyectó también a la docencia al definir el magisterio como “el nuevo sacerdocio de los tiempos actuales”, juicio que no fue sólo un diagnóstico y alabanza sino que se concretó con el aumento significativo e inmediato de sus remuneraciones y establecer un sistema de quinquenios de 20%, de modo que a los 25 años de servicio duplicaban la renta inicial. Creó, además, en los tres años de la administración, un número mayor de plazas docentes que las creadas en los 25 años anteriores.

La importancia que asignó con sus realizaciones a la educación técnica la formuló diez años antes en “el Problema Industrial” al precisar: “Hoy el hombre debe vivir en un mundo de transformación incesante, en que las leyes y reglas de principio son más o menos las mismas de un país a otro, pero en que la competencia por el progreso técnico y las rivalidades económicas ponen en lucha como nunca las fuerzas profundas de los pueblos: aptitudes de raza, forma de educación, ventajas territoriales. El hombre de nuestro tiempo tiene necesidad de una cultura dinámica”.

Sin embargo, la improductividad e ineficiencia, implica que el Estado, promotor del bien común debe asumir el papel corrector respectivo al definir: “Si el propietario no cultiva la tierra pudiendo hacerlo, y no saca de ella todo el provecho normal posible, corresponde al Estado ponerla en manos del que tenga voluntad de explotarla” (Pedro Aguirre: “El Problema Agrario”, pág. 232)

Otro aporte educativo, digno de mención especial, fue la creación del “Museo Pedagógico de Chile” por Decreto 4608 de 10 de Septiembre de 1941, con el objeto de “conservar, enriquecer, exhibir y divulgar todos aquellos antecedentes de carácter material, didáctico, intelectual o artístico, relacionados con la evolución de la enseñanza nacional”, como señala el Decreto en referencia del Ministerio de Educación Pública.

La Consolidación de la Soberanía Nacional.

Sabido es que los derechos jurídicos de Chile sobre territorios australes, desde 1558, se extendían hasta el Polo Sur, al disponer Felipe II que Francisco de Villagra, sucesor de Valdivia, reconociera y tomara posesión de tierras situadas al Sur del Estrecho, quedando así incorporadas a la soberanía nacional, tierras, islas y mares hasta él por lo mismo.

Hasta el gobierno de don Pedro Aguirre Cerda, el poblamiento efectivo del país se extendía sólo hasta la región magallánica, no obstante los derechos jurídico-históricos sobre territorios Australes: Chile tenía por lo tanto desde el punto de vista geopolítico sólo una posición bidimensional: continental e insular.

Agregó el Estadista la condición Antártica de Chile, que contó Ercilla en La Araucana. Así el Decreto n° 1.747 de 6 de Noviembre de 1940, delimitó el territorio Antártico de Chile, al definir: “Forman la Antártica Chilena o Territorio Chileno Antártico todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares y demás conocidos y por conocerse, y el mar territorial respectivo, existentes dentro de los límites del casquete constituído por los meridianos 53, longitud Oeste de Greenwich y 90 longitud Oeste de Greenwich. Tómese razón, comuníquese, publíquese e insértese en el boletín de leyes y decretos del Gobierno” (Pedro Aguirre Cerda - Marcial Mora Miranda).

Esta gran obra, de significación internacional, del Educador al incorporar a la soberanía nacional la Antártida que constituye una fuente potencial de recursos mineros, energéticos y alimenticios, consagrada la investigación científica con bases dependientes de nuestras Fuerzas Armadas.

Dificultades en su gestión política.

Las dificultades y la oposición.

Quizás no hay gobierno que en menos de tres años, muestre a la historia tantos logros, a pesar del ensañamiento de la oposición conservadora que utilizó innumerables medios para desbaratar sus iniciativas económicas y sociales de beneficio colectivo, calificadas muchas veces el Congreso de “repudiables y sospechosas”.

Las causas de esta actitud obstruccionista son variadas; en primer término, si bien es cierto, la Constitución de 1925, separó la Iglesia del Estado, subsistieron en sectores laicos y religiosos, de relevancia e influencia, actitudes sectarias e intolerantes para quienes no compartían sus ideas, omitiendo el respeto a otros credos, necesidad e imperativo moral de la cultura y democracia.

Don Pedro Aguirre fue un destacado miembro de la masonería donde alcanzó los más altos grados, valorando la tolerancia, justicia y razón en función del bien, hecho que explica además de las relaciones familiares de su esposa, que haya cultivado gran amistad con personajes que situados en otras confesiones, exponían valores similares como Crescente Errázuriz y muy en especial José María Caro, el modesto hijo de campesinos más tarde arzobispo y Cardenal, formado en el seminario en la sección de los becados, cuyo nombramiento el gobierno decididamente apoyó. Hubo un respeto recíproco, hermanados en los ideales de justicia, que no pertenecen a ninguna doctrina específica, sino cualitativamente a los hombres buenos.

Sin embargo, la mayoría de la Curia chilena, mantuvo recelo y oposición a su administraciones con actitudes antagónicas.

La oposición conservadora en 1938, organizó una campaña de terror al pronosticar que el gobierno ateo realizará una persecución religiosa con incendio de templos, ultraje a sacerdotes, violación de religiosas y ejecución de creyentes. El gobierno del Educador y maestro, comprobó la falsedad de esas aseveraciones.

Don Pedro Aguirre, formuló la necesidad del salario justo y fomento de la educación. La respuesta personificada en Gustavo Ross fue: “el salario justo tiene una doble finalidad: elevar el estándar de vida del pueblo, y, en consecuencia, beneficiar la producción y el comercio. Así sucede en los viejos países de Europa. Aquí no.

No hay en el pueblo ansias de elevar su propio vivir. Somos fatalistas. A lo más hay una mayor prodigalidad en la cantina, en el bar, en la taberna.

Se habla de escuelas. Palabras, sermones, ideas”.

La réplica humana y justa del Educador de Pocuro, fue inmediata: “Se dice muchas veces que el pueblo se va a la cantina. No se dice por que causa. La más de las veces es esto: que en la cantina halla una silla más cómoda que no hay en su casa; que allí puede respirar, al contrario del tugurio inmundo en que vive y por el cual paga; que allí no tiene, siguiera por un instante, la imagen de la miseria, que son sus hijos desnutridos y desnudos. ¿De qué dependen sus vicios?. De no tener algo mejor en parte de una deficiente educación también. Mi primer afán será sembrar el país de escuelas. Yo puedo asegurar que en el Chile actual, gobernar es educar”.

Recién iniciado el gobierno, la naturaleza también se asoció para complicar sus realizaciones. El 24 de Enero de 1939, un devastador sismo, destruyó las provincias de Talca, Linares, Maule, Ñuble, Concepción, Bío-Bío, y Malleco, con 32 mil víctimas, en su mayoría de Chillán, paralizando la totalidad de las actividades productivas, con daños estimados en vivienda de $ 1.500.000.000.- Algunos fanáticos atribuyen el sistema a “un castigo de Dios por la elección de un gobierno ateo”.

Bibliografía utilizada.

Claudio Gutiérrez Vásquez Pedro Aguirre Cerda: “El Educador”

Francisco Frías Valenzuela Manual de Historia de Chile




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Idioma: castellano
País: Chile

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