Ética y Moral
Paz y Guerra
La Guerra y la Paz
Noción
La guerra es una “violencia organizada”. Frente al uso individual y aislado de la violencia, la guerra implica su uso metódico y organizado por parte de un grupo social(naciones, tribus, Estados, ect.)
La guerra ha cumplido casi siempre en la historia del género humano un papel relevante. Hasta la aparición del comercio y de la economía basada en el intercambio y el mercado, la guerra constituyó el factor económico más importante para una nación porque le permitía apropiarse de tierras y esclavos. Así, la guerra ha sido, en cierto sentido, una solución a los problemas de subsistencia de los grupos y sociedades humanas.
Pero hoy en día los medios técnicos han convertido la guerra en un factor desastroso para la economía. Estamos, por así decirlo, ante una solución en la que “todos pierden” (excepto, naturalmente aquellos países que se dedican a la producción y venta de armamento). En la actualidad, sólo los países que optan en su interior o en sus relaciones con los demás por una solución pacífica a sus problemas, pueden llevar a cabo un desarrollo social y económico.
El terrorismo
El terrorismo constituye, junto a la guerra y la revolución, una de las formas más extremas, cruentas y preocupantes de violencia política que se producen en nuestro tiempo. Aunque no existe un acuerdo unánime acerca de su definición, suele concebirse como el uso sistemático e ilegítimo de medios violentos para conseguir fines políticos. El terrorismo se puede definir en 3 rasgos:
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Se trata de un tipo de violencia criminal, organizada de manera encubierta con el objetivo de generar un clima social de miedo e inseguridad favorable a la imposición de prerrogativas políticas.
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Precisamente por el afán de crear inseguridad, el terrorista no tienes sólo por objetivo eliminar quienes considera culpables, sino también a personas inocentes.
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La violencia terrorista trata de justificarse recurriendo a una “retórica revolucionaria”.
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El terrorismo ha sido practicado también bajo la forma de “régimen del terror” por Estados dictatoriales de derechas o izquierdas con el propósito de mantener un orden socio-político “totalitario”. En estos casos, se habla de “terrorismo de Estado” y conviene subrayar que el recurso a la violencia terrorista es de todo punto injustificable en un Estado o Derecho que cuenta con vías legales, pacíficas y democráticas de participación política. Desde una perspectiva moral más profunda, también lo es porque no sólo actúa de forma criminal, sino que induce a los ciudadanos a desconfiar de las instituciones.
Documento sobre el terrorismo:
La violencia desatada El terrorismo en estado teóricamente puro es el uso de extremo de la violencia con escasa discriminación de los individuos o bienes contra los que se dirige. En su acepción más extrema se podría afirmar que su trasfondo es la legitimación de la violencia por sí misma. El terrorismo puro no enmarca sus acciones dentro de unos objetivos políticos precisos, más allá d e la mera distribución del orden establecido. Su objetivo fundamental es desestabilizar el sistema. J. M Almarza y otros. Violencia y respeto a la vida |
Causas
Las causas de la guerra podemos encontrarlas en la estructura y configuración del orden social y pueden calificarse de la siguiente forma:
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Psicológicas: la ambición individual, el afán de poder y de lucro, la búsqueda del liderazgo, etc.
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Políticas: la imposibilidad de autodeterminación, la opresión, el desequilibrio entre relaciones de poder, etc.
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Económicas: el reparto desigual de las riquezas y de los alimentos, la desigualdad extrema entre países y grupos sociales, etc.
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Ideológicas: creencias que, en realidad, suelen encubrir las causas anteriores (racismos, fundamentalismos nacionalistas y religiosos, etcétera)
La pobreza
La pobreza no se extiende por igual en el mundo. Existe un Norte rico y un Sur pobre. Más de tres cuartas partes de los seres humanos viven en el Sur, con una renta per. cápita muy baja. De ellos, más de 1000 millones de personas se encuentran en la pobreza absoluta: pasan con un dólar al día, padecen hambre y desnutrición.
La población de estos países tiene una esperanza de vida muy corta, alta proporción de analfabetismo, dificultad de acceso al agua potable, elevada mortalidad infantil y se enfrenta a enfermedades como la malaria o el SIDA.
Miles de ciudadanos de los países del Sur emigran cada año hacia el Norte con la esperanza de salir de la miseria. Como inmigrantes realizan los trabajos que nadie quiere y tienen que enfrentarse además al rechazo y xenofobia.
Sin llegar a la desesperada situación de muchos países del Sur, también en el Norte hay pobres. En medio de la abundancia y el derroche, se calcula mas de 100 millones el número de pobres en los países ricos. En EE.UU., el país más rico de la Tierra, viven 35 millones. En España la cifra de pobres era de 8 millones en 1984. Pero, en general, cuando hablamos de pobreza en los países del Norte hablamos de pobreza relativa.
El colectivo de pobres en los países ricos está formado fundamentalmente por parados, trabajadores y pensionistas con bajos ingresos, inmigrantes del Tercer Mundo, mendigos y personas sin techo, etc.
El problema de la pobreza está estrechamente relacionado con el problema de la desigualdad entre ricos y pobres. No es tanto una cuestión de escasez, sino de distribución injusta de la riqueza. Baste un dato para hacernos una idea de esto: los ingresos de los 100 millones de personas más ricas del mundo son 150 veces mayores que los ingresos de los 1000 millones de personas más pobres del planeta.
Conclusiones del informe sobre Desarrollo Humano de 1995
Aspectos positivos
En los últimos cincuenta años la humanidad ha progresado en varios frentes:
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Tras la caída del muro de Berlín y la consiguiente desaparición de la guerra fría ha aumentado la seguridad respecto a un posible holocausto nuclear. Ello ha llevado a la reducción del gasto armamentístico, que posibilita que ese dinero se destine al desarrollo humano.
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El ritmo de crecimiento de los países en desarrollo ha sido tres veces superior al que tuvieron hace un siglo los países industrializados.
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La investigación ha conducido a un espectacular adelanto tecnológico, en especial en materia de información, comunicación, medicina y exploración espacial.
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En muchas regiones en donde durante largo tiempo se ha coartado, cuando no suprimido, la libertad, se empieza a escuchar la voz de la gente.
Aspectos Negativos
Pero, junto a estos hechos positivos, el mundo continúa viviendo una serie de contradicciones tales como:
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hay contrastes inquietantes: pobreza, hambre en algunas zonas y despilfarro de alimentos en otras, y una mayor diferencia entre los países ricos y los pobres.
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Creciente sufrimiento humano en forma de debilitamiento de la trama social, amenazas a la seguridad personal y un sentimiento cada vez más extendido de aislamiento personal.
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La seguridad humana se ve amenazada pro los estupefacientes, el sida, el paludismo, y la contaminación.
La paz
La paz, se define como la ausencia de guerra.
Una definición correcta de paz debe incluir la ausencia de guerras y también hacer referencia a las causas que las provocan. En este sentido, se están desarrollando en la actualidad múltiples investigaciones para la paz, dedicadas al estudio de las condiciones que hacen posible alcanzar la paz y mantenerla. En ellas se diferencia entre dos tipos de violencia que, a su vez, dan lugar a dos tipos de paz.
Tipos de violencia y tipos de paz
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Violencia directa: cuando existe una agresión física directa; en nuestro caso, cuando existe un conflicto bélico. Aquí se hablaría de la paz como ausencia de guerra.
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Violencia estructural: aunque no existe una guerra abierta, se niegan todos los derechos básicos de las personas, su reconocimiento como tales. Está dentro de la sociedad y se manifiesta en las desigualdades existentes entre individuos, grupos y colectividades, impidiéndoles satisfacer sus necesidades fundamentales. Aquí violencia es sinónimo de injusticia social y la paz se entiende como la presencia activa de la justicia y de la igualdad.
La paz no se concibe así como una circunstancia, la ausencia de violencia, sino como algo dinámico, como la búsqueda de una solución consensuada de los conflictos, del modo más satisfactorio posible para todos los afectados.
Construir la paz
Immanuel Kant establecía en 1795 tres condiciones básicas para que pueda alcanzarse y mantenerse una paz duradera entre los Estados. Si bien una “paz eterna” no constituye ninguna posibilidad real, estas condiciones sí que establecen unos criterios para poder evaluar si una situación se acerca o se aleja de esta idea de paz.
En la actualidad, estas condiciones podrían interpretarse de la siguiente forma:
La constitución política de cualquier Estado debe ser democrática: una paz entre los Estados y, en general, entre cualquier colectividad no puede darse si en su interior no se dan las condiciones para que puedan lograrse acuerdos y para que todos puedan expresar su opinión.
Es necesaria una federación de Estados libres: una paz duradera no puede alcanzarse si no existe un organismo supraestatal encargado de vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz. Esto es, una especie de poder que cada Estado particular delega para que se mantengan los acuerdos del Derecho Internacional. Hoy en día si la ONU se estructurara democráticamente, podría cumplir perfectamente este papel.
Deben existir las mismas posibilidades de desarrollo social: la economía, el comercio, y, en definitiva, las posibilidades de un desarrollo social son la mejor garantía de que nos estamos acercando a un cumplimiento del concepto positivo de paz. Para ello hace falta un derecho cosmopolita que permita un desarrollo económico responsable social y ecológicamente por parte de todos los Estados.
Para ello, es necesario un proceso educativo que enseñe a tratar a las personas como fines y no como medios.
Consecuencias
Económicas(Un paso más contra la deuda)
En las reuniones de septiembre del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional se dieron pasos serios hacia la condonación de deuda externa.
El presidente Clinton dijo que “una deuda insostenible está ayudando a mantener en la pobreza a demasiados países pobres y personas necesitadas. Un imperativo económico y moral nos exige aprovechar este momento de consenso mundial para conseguir algo mejor”.
La operación acordada supone acuerdos del FMI- 33 países pobres podrán llegar a recibir una condonación de alrededor del 40% de su deuda. Los acreedores se empeñan en ofrecer operaciones parciales a pesar de reconocer que la deuda impide el desarrollo.
La comunidad internacional ha asumido el objetivo de que los recursos “sobrantes” de la deuda condonada vayan a programas de erradicación de la pobreza. España se ha sumido a las medidas por medio de un anuncio.
Para empezar, seguiremos demandando que los 50 países más pobres y endeudados reciban una condonación total, desde España y desde el conjunto de acreedores. Esto debe ser un logro a corto plazo: millones de personas dependen de que nuestros países dejen de cobrar un importe irrelevante en sus cuentas. Eso nos hace responsables de su pobreza.
El negocio de la guerra
Varios estudios recientes indican, una vez más, que la lógica del sistema mundial está orientada hacia la producción, desarrollo y compra-venta de material bélico antes que a las prioridades sociales de la alimentación, la salud, la educación... A pesar de una ligera reducción, más simbólica que real, los presupuestos militares continúan llevándose la mayor parte de la riqueza mundial.
La injusticia del orden mundial vigente
Numerosos investigadores, organizaciones y ciudadanos comprometidos con la causa de la paz no dejan de subrayar los síntomas de “enfermedad moral” que padece el sistema político y económico mundial vigente. Pero, a menos que se tomen serias medidas por parte de todos los gobiernos, la situación no parece que vaya a mejorar sustancialmente en un futuro inmediato.
A pesar de las declaraciones oficiales de los Estados a favor del desarme, la realidad es que el orden mundial continúa basándose en un sistema de guerra que proporciona importantes beneficios económicos e ideológicos a los países poderosos. De hecho, la carrera de armamentos prosigue su curso sin apenas alteración, la amenaza nuclear no ha desaparecido y el comercio de armas en el Tercer Mundo constituye un negocio boyante mientras que se provoquen conflictos bélicos a medida de las necesidades del complejo “industrial-militar” de los países más desarrollados del mundo. Mientras tanto, el hambre, la pobreza, la marginación, la destrucción de la naturaleza y el despilfarro de los recursos siguen afectando a la mayoría de la población mundial.
El gasto militar frente al bienestar social
El gasto militar mundial en 19994 fue 767.000 millones de dólares, de los cuales, 125.000 millones correspondieron a los países del Tercer Mundo. Dicho gasto equivale al ingreso de casi la mitad de la población mundial.
Para ese mismo período, el informe de la ONU sobre el desarrollo humano contiene datos como estos:
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1.000 millones de personas están desprovistas de cualquier tipo de asistencia médica.
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192 millones de niños están gravemente desnutridos y muchos de ellos mueren por ello.
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Más de dos millones de niños mueren de enfermedades contagiosas que se pueden prevenir.
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900 millones de personas no saben leer ni escribir.
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80 millones de niños no asisten a la escuela primaria.
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1.300 millones de personas sufren los efectos del abastecimiento de agua no apta para el consumo.
Hay muchos más datos igualmente escalofriantes. Y lo verdaderamente grave, desde el punto de vista moral, es que todo ello se podría haber solucionado con tan sólo el 16% del gasto militar.
El comercio de armas
El comercio de armamentos influye fuertemente sobre la pauta de organización mundial. Los gobiernos, como las empresas industriales, venden armas, y Estados Unidos y la ex Unión Soviética dominan el comercio de armamentos en la actualidad. Varias de las principales potencias industriales occidentales son también exportadoras de armamentos, incluyendo especialmente a Francia y Gran Bretaña. Los países del Tercer Mundo que compran armamento a los países industrializados suelen hacerlo al precio de poner una gran tensión sobre sus economías. Para ellos, el comercio de armas tiene consecuencias desafortunadas, se detraen recursos económicos que podrían emplearse para otros proyectos , como la compra de maquinaria agrícola, plantas de energía o tecnología manufacturera.
Soluciones
El pacifismo
La historia de la humanidad está plagada de hechos violentos pero, al mismo tiempo hombres y mujeres de todos los tiempos han manifestado horror ante ellos. Distintos movimientos sociales se han puesto en marcha exigiendo la paz, y actualmente numerosos centros de investigación se proponen:
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Analizar las causas de la violencia y la guerra
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Elaborar proyectos viables de paz.
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Diseñar modelos educativos que nos habitúen a solucionar los conflictos pacíficamente.
Al conjunto de estas iniciativas se llama pacifismo. Aunque se presenta bajo diversas formas, podemos caracterizarlo como la actitud y las propuestas de quienes se niegan a aceptar que la violencia sea, en el presente y en el futuro, el único medio humano para resolver los conflictos, y se esfuerzan por mostrar los medios para lograr la paz. Teniendo en cuenta que la paz no consiste sólo en la erradicación de la violencia, porque la paz positiva exige la realización de la justicia, sin que la ausencia de conflictos no puede ser más que fruto de la farsa o de la imposición.
Movimientos pacifistas
El pacifismo en la sociedad civil se manifiestas en diversos movimientos:
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Los partidarios de la seguridad nacional. Entienden que la violencia es indeseable, pero que cada país debe armarse para mantener su seguridad. Propician, pues, la “política de la disuasión”.
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Los que entienden que no hay más camino hacia la paz que la justicia, la tolerancia, el respeto y la cooperación. La seguridad se alcanza con acuerdos más que con armas. Proponen el desarme y la desmilitarización para reducir al mínimo la violencia.
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Los violentos no sólo desean reducir al mínimo la violencia, sino que creen que nunca se debe recurrir a medios violentos, ni siquiera para acabar con la violencia. La violencia sólo engendra violencia.
Dentro de estos dos últimos grupos encontramos todavía dos subgrupos potentes:
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Objetores de conciencia, que se niegan a instruirse en el manejo de armas y exigen que el servicio militar sea sustituido por prestaciones sociales.
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Insumisos, que exigen la abolición de la ley del servicio militar obligatorio; se niegan a la prestación del servicio social sustitió por considerarlo un subterfugio para no abolir la citada ley.
Gandhi y la no-violencia
No puedo predicar la no-violencia a un cobarde, lo mismo que no puedo invitar a un ciego a gozar de un paisaje hermoso. La no-violencia es la culminación del valor. En mi experiencia no he encontrado dificultad de demostrar a hombres educados en la escuela de la violencia. Empecé a apreciar la no-violencia cuando empecé a despojarme de la cobardía. Quien abriga l odio y la violencia en su corazón y mataría a su enemigo si pudiera hacerlo sin arriesgarme él mismo, es extraño a la no-violencia. Mi fe en la no-violencia es una fuerza sumamente activa. No deja sitio a la cobardía ni a la debilidad. La no-violencia se anuncia a los que saben morir, no a los que temen la muerte. Así como en el adiestramiento en la violencia uno debe aprender el arte de matar, así en el adiestramiento en la no-violencia debe aprender el arte e morir. Quien no ha superado el miedo no puede practicar la no-violencia a la perfección.
M. L. King
Una de las cosas más extrañas es que todos los genios militares del mundo hayan hablado de paz. Los conquistadores del pasado, que mataban para imponer la paz, coincidían en la búsqueda de un orden universal basado en la paz.
Y, en la actualidad, los hombres que gobiernan nuestro mundo se pasan el tiempo hablando de paz. ¿Dónde reside, pues, el problema?
Estos gobernantes nos hablan de la paz como si se tratase de un objetivo muy lejano, de un fin que estamos buscando. Pero algún día llegaremos a darnos cuenta de que la paz no puede ser simplemente un objetivo distante, sino que es el medio con cuya utilización llegaremos a aquel objetivo. Para alcanzar un fin pacífico, debemos emplear medios pacíficos. Y con estas palabras, como análisis final, pretendo decir que el fin y los medios deben estar en estrecha correspondencia, pues el fin ya está contenido en los medios y, finalmente, unos medios destructivos nunca podrán llevarnos hacia un fin constructivo.
Comercio justo
En la realidad, es el hombre es que está sometido a la economía. La tan aireada globalización mundial ha logrado someter a los países Sur a una sofisticada colonización económica sin precedentes. Los mecanismos de esta esclavitud los conocemos todos.
Por un lado, nuestro Norte, la sociedad rica en la que vivimos, desde su prepotencia financiera, ha maniatado al Sur con la famosa y gigantesca Deuda Externa. Por otro lado, el dominio absoluto por nuestra parte de la ciencia, y la técnica supone, paradójicamente, un lastre desarrollo de los países pobres. Lastre que cobramos al Sur en forma de dependencia para salir adelante, pagos por patentes y la absorción de sus cerebros mejor dotados.
Brazos baratos
Pero los cimientos que sostienen este edificio de colonización económica son las desigualdades relaciones comerciales entre nuestro países y los del Sur: nuestra indignante explotación de su materia prima y sus brazos baratos.
Y resulta que nosotros, los consumidores, con el hecho de comprar nos hacemos, cómplices de la explotación. Todos compramos a diario productos buenos, bonitos y baratos, sin cuestionar su procedencia, sus condiciones sociales, o ecológicas de producción. Cuando la realidad es que cuando compramos un producto procedente del Tercer Mundo sólo una pequeña parte de nuestro dinero va al Tercer Mundo.
Competición indigna
La mayor parte del dinero queda en manos de las empresas transnacionales. La mayoría de estas empresas desplazan sus plantas de producción a países del Sur para disminuir sus costes y aprovechar las ventajas de cada nación; y así, parece, que las grandes compañías compiten en condiciones de trabajo a cual más indignas, con una interminable lista de abusos.
Cesta de la compra rebelde
Ante esta situación, y desde hace 30 años, funciona la posibilidad de una alternativa para el consumidor: el Comercio Justo.
Los principios de este comercio son: un salario para los trabajadores digno, el grupo productor debe asegurar igualdad entre hombres y mujeres, buscar el desarrollo de la población, respetar el entorno social y que el producto sea de cálida.
En fin, el comercio justo, sueña y hace realidad, un consumo consciente que permite formar conciencia de la interdependencia Norte-Sur desde la vida cotidiana, desarrollando actitudes solidarias, canalizándolas de igual a igual con los productores del Sur, nunca con paternalismos. Sin duda, merece la pena, porque es cuestión de dignidad. Del simple derecho a la dignidad.
Educación y desarrollo
La educación rompe el círculo de la pobreza
En la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, celebrada en Jomtien(Tailandia) en 1990, se garantizó la escolarización primaria universal par todos los niños y niñas del mundo en el año 2000. Pero la falta de acciones obligó a posponer la cita hasta el 2015.
En el mundo hay 872 millones de adultos analfabetos. Sólo si toda la población infantil puede ir hoy a la escuela podemos reducir esa cifra. A los 250 millones de niños y niñas trabajadores de todo el mundo, poder ir a la escuela les representaría trabajar menos horas y conseguir un futuro mejor. La educación es la herramienta más poderosa para romper con la pobreza.
La educación salva vidas. Da a las personas los conocimientos necesarios para usar correctamente los medicamentos, tener un mayor higiene y come más equilibradamente.
La educación ayuda a incrementar y distribuir la riqueza. Da a las personas la oportunidad de conseguir un trabajo mejor, aumentar la productividad y adaptarse a las novedades tecnológicas.
La educación permite la participación de una sociedad más democrática. El desconocimiento causa inseguridad; la educación aporta confianza para hacerse escuchar.
Los países industrializados, que representan una quinta parte de la población mundial, están consumiendo cuatro quintas partes del gasto educativo. Hasta ahora, la evolución en los índices de escolarización ha sido tres veces inferior al ritmo necesario para alcanzar los objetivos de Jomtien.
Oxfam Internacional estima que, al ritmo actual, en el año 2015 todavía habrá 75 millones de niños y niñas en todo el mundo que no podrán ir a la escuela.
El voluntariado
Para construir una auténtica comunidad internacional no basta con establecer relaciones entre los estados ni es suficiente el Derecho Internacional. Es preciso que los ciudadanos de los distintos países entablen relaciones entre sí, y creen organizaciones desde las que puedan trabajar cooperativa y solidariamente. La organización de No Gubernamentales (ONG) son pioneras de este sentido.
Estas organizaciones no dependen de los gobiernos y desarrollan tareas de asistencia y promoción entre los grupos más necesitados en cualquier lugar de la Tierra, intentando satisfacer sus necesidades básicas, es decir, las referidas a alimento, vivienda, educación, asistencia sanitaria y medio ambiente.
Principios de voluntariado
Las ONG operan en la dimensión micro, en el nivel de las iniciativas de la gente común, donde suelen inspirarse en principios como los siguientes:
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Favorecer problemas básicos de grupos, comunidades y sectores desfavorecidos.
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Poner acento en la autoayuda, al ayuda mutua y la adecuada participación en los distintos niveles de proceso.
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Promover trabajo voluntario, profesional y más allá de lo profesional.
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Optar por motivaciones altruistas no proselitistas y políticas no partidarias.
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Comparar la acción de los juegos de fuerzas en la vida personal, la dimensión local y la transnacional.
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Procurar una cultura de valores propios, responsabilidad y creatividad.
El individuo y la colectividad
La ética de la solidaridad y del tiempo conduce a una ética de la acción, en la que los ciudadanos deben sentirse interesados y movilizados. El individuo aislado siempre se siente desvalido ante la inmensidad de la batalla en medio de la cual se sorprende de encontrarse. Esto induce a los individuos a organizarse y asociarse para encontrar junto s la fuerza y la eficacia de que carecen cuando están solos.
La ética colectiva depende del comportamiento ético de los individuos, y es evidente que, a la inversa, la adhesión de un individuo a un código de comportamiento ético puede ser alentada, estimulada y promovida por la postura colectiva.
FIN
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