Prótesis dentales
Paralelizador. Eje de inserción
Tema 4
Paralelizador. Eje de inserción.
Glosario.
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Diseñar: Es planificar y/o delinear mediante un dibujo el contorno de la prótesis que se va a confeccionar.
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Línea de paralelización: Es la línea producida en las diversas zonas de un modelo dental con el marcador de un paralelizador e indica la altura máxima del contorno en relación con la orientación del modelo respecto al marcador vertical.
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Paralelizador: Es el procedimiento para estudiar el paralelismo relativo de los dientes y las estructuras asociadas. Los objetivos de este estudio son:
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Seleccionar una guía de inserción de una restauración que encuentre las mismas interferencias posibles en los dientes o tejidos.
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Permitir una retención adecuada y equilibrada.
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Localizar la superficie de los planos guía para dirigir la colocación y extracción de la restauración.
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Conseguir la mejor estética posible.
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Paralelismo: Es el instrumento utilizado para determinar el paralelismo relativo de dos o más superficies de dientes u otras zonas de un modelo de la arcada dentaria.
Introducción.
El paralelizador es el instrumento destinado a mostrar el paralelismo relativo existente entre las diferentes estructuras dentarias y mucosas que sirven de soporte a una prótesis.
Permite elegir la vía de inserción óptima de la prótesis según la cual, esta podrá ser insertada o desinsertada.
Este instrumento tiene dos fases en orden cronológico para asegurar la vía de inserción óptima:
2.1) 1ª fase: La fase clínica.
La elección de esta vía de inserción nos orienta a cerca de las modificaciones que es preciso realizar sobre los diferentes tejidos de soporte en el curso de las fases preprotésicas.
La utilización del paralelizador por la parte del clínico, tiene una importancia considerable y se inscribe dentro del conjunto de estudios preliminares que permitirá la elaboración de un determinado plan de tratamiento.
2.2) 2ª fase: La fase de laboratorio.
En el laboratorio de prótesis, el paralelizador desempeña igualmente un papel fundamental en el diseño de la estructura de la prótesis parcial removible o de los elementos de unión destinados a soportarla.
Aparato.
Todos los paralelizadores de uso habitual son construidos aplicando el siguiente teorema: “Todas las rectas perpendiculares a un mismo plano son paralelas entres sí”.
La doble articulación del brazo que pivota sobre la columna vertical, permite al porta instrumentos desplazarse siempre paralelo a si mismo.
Un paralelizador estándar está constituido por los siguientes elementos:
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Zócalo: El instrumento debe tener una base rigurosamente plana.
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Pletina: Es el elemento que soporta al modelo. Es orientable gracias a una rótula y dispone de un dispositivo de bloqueo.
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Columna: Tiene diferentes partes:
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Un elemento vertical.
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Un brazo con doble articulación horizontal.
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Porta instrumento vertical bloqueable a dos alturas diferentes por un tornillo.
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Pieza con resortes para recibir diferentes accesorios y puede estar dotado de un movimiento de traslación vertical con otro tipo de resorte.
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Accesorios: Generalmente son 6:
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Vástago cilíndrico para análisis.
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Mina de grafito.
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Roseta de 0.25mm.
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Roseta de 0.5mm.
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Roseta de 0.75mm.
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Cuchilla.
En algunos modelos es posible adaptar una pieza de mano de taller en el brazo horizontal, lo que permite el fresado de superficies paralelas.
Principios generales.
4.1) Generatriz.
La generatriz es la línea de máximo contorno de una esfera. Esta línea se construye si un plano vertical se desplaza tangencialmente a una esfera apareciendo los puntos de contacto sucesivos determinando una línea que corresponde a la línea de máximo contorno de la esfera.
Esta línea de máximo contorno es definida como el conjunto de puntos más prominentes de un cuerpo con relación a su eje longitudinal.
Los accesorios del paralelizador y en particular la mina de grafito se desplazan siempre en un plano perpendicular al zócalo que permite mostrar la línea de máximo contorno de un sólido para una posición determinada de la plataforma de soporte.
4.2) Zona retentiva.
Podemos obtener tantas líneas de máximo contorno como modificaciones de la posición del sólido respecto al plano horizontal se realicen. Para una posición determinada, la línea de máximo contorno divide al sólido en 2 partes:
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Zona no retentiva o zona expulsiva: Zona situada por encima de la línea de máximo contorno.
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Zona retentiva: Es la zona que tendrá retención y se sitúa por debajo de la línea de máximo contorno.
Estas dos zonas son diferentes para un mismo sólido y su localización depende de la inclinación que presente el cuerpo con respecto al eje de la misma trazadora. Este hecho aplicado a todas las estructuras de soporte de la futura prótesis, nos permite apreciar la importancia de la elección de un eje óptimo que resuelva los problemas de la retención y la estabilización.
Los diferentes elementos de una prótesis no pueden ser concebidos aisladamente, ya que la prótesis va a funcionar como un todo rígido.
La morfología del conjunto de elementos de soporte, debe considerarse de manera que la prótesis pueda ser instalada sin dificultad y sin dañar al paciente quedando estable durante la función.
4.3) Eje de inserción.
Es la dirección según la cual el paciente puede insertar y desinsertar la prótesis. Debe ser registrada de forma cuidadosa.
4.4) Línea guía.
Es la línea de máximo contorno trazada sobre un modelo dental para un eje de inserción determinado.
H. Batarec define la línea guía como el trazo realizado sobre las superficies laterales de un diente por una generatriz tangencial siempre paralela a si misma y al eje de inserción.
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Ecuador dentario: Se trata de dividir en dos partes al diente de forma más o menos equilibrada. Es un método subjetivo basado en criterios anatómicos poco precisos que no implican ninguna técnica y se aplica sobre un solo diente.
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Ecuador protésico: Divide al diente en dos zonas: retentiva y no retentiva. Se basa en el concepto de la línea de máximo contorno. Implica paralelización. Es un método objetivo y afecta a varios dientes. La diferencia anatómica son los dientes pilares, por lo que es posible que se desvíe en alguna pieza de la línea guía.
Retención.
La retención de una prótesis parcial removible o cualquier prótesis puede obtenerse por diferentes medios siendo el más sencillo la utilización de las zonas de retención.
Si ponemos un modelo sobre la plataforma del paralelizador y trazamos la línea de máximo contorno, si sujetamos con los dedos de la mano por encima de la línea de máximo contorno, al intentar realizar una tracción, se comprobará que no se obtiene ninguna resistencia, pero si sujetamos por debajo de la línea de máximo contorno, al intentar realizar una tracción en la zona retentiva, se comprobará que se obtiene una resistencia y si continuamos la tracción sin abrir los dedos, el sólido termina por ser separado de su suporte.
En prótesis parcial removible son los retenedores los que se apoyan sobre esa zona retentiva. Esos retenedores construidos de aleaciones con determinadas características de elasticidad, se van deformando y abriendo su brazo retentivo hasta sobrepasar la línea de máximo contorno a partir de la cual el retenedor se va cerrando hasta recobrar su forma original y quedando por tanto inactivado.
La extremidad activa del retenedor no se deforma más que durante las maniobras de inserción y desinserción de la prótesis.
Las fuerzas que se oponen a la desinserción de la prótesis constituyen lo que se denomina retención de la prótesis.
De lo dicho anteriormente, se extraen las siguientes conclusiones:
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Los elementos protésicos rígidos sin función de retención deberán situarse sobre los dientes siempre por encima de la línea de máximo contorno.
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Los elementos flexibles de los retenedores (parte activa) serán situados por debajo en la zona retentiva donde efectuará su función.
Funciones.
En una restauración protésica parcial removible, el paralelizador se utiliza en dos niveles bien diferentes:
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En el gabinete clínico: Para establecer un plan de tratamiento.
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En el laboratorio: En la construcción de la infraestructura metálica.
6.1) Fase de clínica.
El paralelizador se utiliza para analizar los modelos de estudio siendo el resultado de ese análisis la elección del eje de inserción, que será aquel que nos obligue a realizar el menor número posible de intervenciones preprotésicas.
Una vez concluido el análisis en el modelo de estudio, se dibujará la línea guía correspondiente al eje seleccionado para medir las zonas de retención y se marcarán sobre las caras laterales del modelo las referencias que permitan objetivas el eje de inserción elegido y que debe poder ser encontrado con facilidad en manipulaciones posteriores.
El examen clínico y radiológico proporciona elementos de juicio sobre el valor de los dientes de soporte, la superficie de apoyo, las exigencias del paciente y sobre las posibilidades de intervención preprotésicas. Teniendo presente estas informaciones, el profesional podrá orientar el modelo para intentar encontrar el eje que mejor se adapte a los condicionamientos que se han podido constatar.
Para realizar la elección más óptima del eje de inserción, dicho análisis cumplirá los siguientes objetivos:
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Localizar la zona de retención en los dientes susceptibles de recibir un retenedor.
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Descubrir o poner de manifiesto los obstáculos a la inserción de la prótesis, como pueden ser: Dientes muy inclinados, vertientes de las cretas, tuberosidades, torus, etc.
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Observar los espacios limitados para el montaje de piezas.
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Evitar el diseño de una línea guía excesivamente próxima a oclusal, lo que obligaría a instalar un retenedor demasiado visible.
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Estudiar la necesidad o no de realizar modificaciones en las coronas clínicas de los dientes remanentes.
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Determinar las superficies dentarias que han de actuar como guías sirviendo de apoyo a los elementos rígidos de la prótesis durante la inserción y desinserción de la misma.
6.2) Fase de laboratorio.
El paralelizador desempeña igualmente un papel importante al permitir comprobar la existencia o no de retenciones en las preparaciones consideradas individualmente y el paralelismo relativo entre ellas.
En el modelo de trabajo obtenido de la impresión definitiva, se realizará una serie de actuaciones:
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Trasladar el eje de inserción elegido gracias a las referencias trazadas sobre las caras laterales del modelo.
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Dibujar la línea guía o línea de máximo contorno y los puntos de máxima retención en cada diente pilar.
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Modelar los encerados de la prótesis en función del tipo de retención que va a soportar.
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Eliminar los ángulos retentivos mediante su bloqueo con cera y eliminar el exceso de esta antes de procedes a la duplicación del modelo.
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Paralelizar con el eje de inserción los ataches intra o extracoronarios de forma rigurosa.
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Diseñar elementos de unión o cualquier otro elemento con ayuda de una pieza de mano fijada a la columna del paralelizador.
Eje de inserción.
Antes de determinar el eje de inserción de la futura prótesis, es preciso considerar los diferentes factores que intervienen en su elección. Son:
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La zona de retención.
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La superficie guía.
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Las interferencias.
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La estética.
A estos cuatro factores hay que añadir los derivados de la confección protésica para cada caso clínico analizado.
Teniendo en cuenta todos estos imperativos, vemos que el eje de inserción solo puede ser elegido después de una serie de compromisos de forma que, si se tiene en cuenta el conjunto o la mayor parte de los factores estudiados, entonces puede ser denominado eje de inserción óptima.
Es el protésico quien debe realizar esta importante fase durante el examen clínico del modelo de estudio y es así porque solo el protésico puede juzgar la naturaleza y la oportunidad de las intervenciones preprotésicas.
7.1) Zonas de retención.
Si consideramos las caras vestibulares y linguales de dos dientes situados en un lado y otro de la arcada en un corte frontal podemos hacer varias consideraciones. La posición de la línea guía de la línea de máximo contorno en sentido vertical depende de la inclinación del modelo en el plano frontal.
Para localizar mejor las zonas de retención, es preferible trabajar a contraluz con el instrumento prácticamente a la altura de los ojos. Para obtener una información global de las diversas posibilidades de retención y estabilización, el modelo debe observarse en primer lugar con su base en posición horizontal.
El vástago de análisis se pone en contacto con los dientes y las vertientes de las crestas para su estudio: Primero en el plano frontal y después en el plano sagital. El profesional comprueba así la presencia o ausencia de zonas de retención, de superficies, de guía y de interferencias. Desde el principio y según la morfología de los dientes que aparecen al sonreír, se puede prever la posición que ocupará la línea guía y sus consecuencias estéticas.
Cuando más se inclina el modelo hacia el diente analizado, más se aproxima la línea guía hacia la cara oclusal y el vástago de análisis del paralelizador pone de manifiesto para un determinado plano un ángulo cervical de convergencia importante.
La inclinación contraria del modelo o bien el análisis del diente del lado opuesto, entraña el acercamiento de la línea guía al cuello del diente y lleva la inclinación al límite, observándose la desaparición de la zona retentiva. El valor de ese ángulo se va haciendo cada vez más pequeño conforme se aumenta la inclinación hasta llegar a ser igual a cero.
En algunos pacientes jóvenes, puede ocurrir que la corona cínica no ofrezca ninguna posibilidad de retención a causa de su morfología, coincidiendo la línea de máximo contorno con el límite cervical.
7.2) Superficies que guían la inserción.
El paralelismo aproximado entre las caras laterales de los dientes permite a los elementos rígidos deslizarse según el eje elegido hasta que la prótesis se encuentra correctamente ubicada sobre los apoyos seleccionados. Con esto se consigue lo siguiente:
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Evitar los efectos de torsión: Estas superficies guías bien paralelizadas sobre su eje de inserción, evita que en el momento en que el brazo activo del retenedor se abra para, sobrepasando la línea guía, instalarse en la zona retentiva provoque una torsión sobre los dientes pilares.
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Proteger la encía: Las superficies guías bien paralelizadas sobre su eje de inserción, permite ajustar al máximo la prótesis a la encía marginal sin presionarla y sin lesionarla.
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Evitar la retención de restos alimentarios: Esta es una función indirecta al quedar poco espacio entre la prótesis y la encía.
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Construir superficies guías: Si el vástago de análisis no entra en contacto más que con el borde gingival, es preciso reconstruir el diente mediante una corona colada.
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Tallar dientes para crear superficies guías: En el caso que entre en contacto únicamente con el punto prominente próximo a la cara oclusal, es preciso realizar la eliminación del mismo creando una superficie de guía.
7.3) Interferencias.
La prótesis debe ser insertada sin obstáculos. La selección de un eje de inserción, teniendo en cuenta los dos factores procedentes, puede poner de manifiesto la existencia de una seria de interferencias como pueden ser:
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Dientes en malposición: En cuyo caso hay que proceder a la extracción del mismo.
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Exóstosis sobre las vertientes de las crestas: En estos casos procede la remodelación de la pieza dental.
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Tuberosidades o trígonos hipertrofiados: En estos casos hay que hacer cirugías para corregirlos.
Si nos son suprimidas las interferencias en las fases preprotésicas mediante extracción, remodelación o cirugía, esas interferencias son prioritarias a la hora de elegir el eje de inserción frente a la zona de retención y a las superficies de guía.
7.4) Estética.
En el diseño de la prótesis y de forma particular en la prótesis parcial removible, hay que considerar el factor estético, siendo estos imperativos estéticos en algunas situaciones prioritarios, sobre todo en la fase del diseño de la prótesis.
Las circunstancias para mejorar la estética son:
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Montaje de los dientes artificiales: El emplazamiento de un diente anterior condiciona la elección de un eje adecuado en el plano frontal, principalmente cuando el eje artificial a de ocupar un espacio pequeño.
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Posicionamiento de los retenedores: Un retenedor es tanto menos visible cuanto más próximo al cuello este incluido. Por tanto, la línea guía deberá ser buscada teniendo esto presente.
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Falsa encía: Cuando una pérdida significativa de la encía imponga la necesidad de una falsa encía, el eje elegido implica una fuerte inclinación del modelo en el plano sagital.
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