Literatura


Otelo, El moro de Venecia; William Shakespeare


Trabajo sobre Otelo, el moro de Venecia

1.Preguntas sobre Otelo

1.1. Cargo político de Otelo

Otelo es un general que está al servicio de la República de Venecia, y es enviado a Chipre para impedir que los turcos tomen la isla.

1.2. Brabancio: breve comentario sobre la presencia de este personaje en la obra. Indica tu opinión sobre su actitud.

Brabancio es unn senador de Venecia, y el padre de Desdémona. Cuando descubre que su hija se ha casado en secreto con Otelo, se enfurece y acusa a Otelo de haber embrujado a su hija, porque según él, ella nunca se casaría voluntariamente con un moro mayor que ella.

Pienso que su comportamiento no es del todo adecuado, ya que se enfada, sobre todo, porque el hombre con el que se ha casado su hija es de otra raza, y también porque ésta se ha escapado para casarse, en lo que sí tiene más razón para enfadarse.

1.3. Quién y cómo motiva los celos de Otelo.

El que motiva los celos de Otelo es Yago, su alférez.

Éste decide vengarse de Otelo por haberle dado el puesto de teniente a Casio. Para ello, primero provoca una pelea entre unos guardias y Casio, por lo que Otelo se ve obligado a quitarle el puesto a Casio. Después, Yago le dice a Casio que le pida ayuda a Desdémona y ésta convencerá a Otelo para que le devuelva su cargo. Hecho esto, empieza a contarle a Otelo que sospecha que Desdémona le es infiel con Casio, y, aunque éste no le hace mucho caso al principio, cuando Desdémona le pide que ascienda a Casio, comienza a sospechar. Más tarde, Yago coge un pañuelo que se le había caído a Desdémona y lo deja en el cuarto de Casio, para que Otelo se ponga más celoso. Por último, como Otelo quiere confirmar sus sospechas, idea un plan: esconde a Otelo para que oiga una conversación entre él y Casio, hablando de sus encuentros con Desdémona, y, antes de que Otelo pueda escuchar, empieza a hablar con Casio sobre Bianca, una cortesana amante de éste. Cuando Otelo comienza a escuchar, piensa que está hablando de Desdémona y así cree oír por boca de Casio que son amantes.

1.4. Mujeres de la obra. Hombres con los que están relacionadas.

En la obra aparecen 3 mujeres:

- Desdémona, la esposa de Otelo y el personaje femenino más importante. También es hija de Brabancio.

- Emilia, la dama de compañía de Desdémona y la mujer de Yago.

- Bianca, que es una cortesana amante de Casio.

1.5. Personaje que se puede entender como representante de la fidelidad. ¿Por qué?

El personaje que representa la fidelidad es Desdémona, precisamente a la que acusan de ser infiel. En una conversación con Emilia sobre la infidelidad, ella asegura que nunca le sería infiel a Otelo, ni aunque le ofrecieran el mundo entero a cambio y no comprende cómo algunas mujeres pueden serles infieles a sus maridos.

1.6. Lugar dónde se desarrolla la mayor parte de la acción dramática.

La mayor parte de la obra se desarrolla en Chipre, la isla donde es enviado Otelo para defenderla de los turcos, que en ese tiempo era territorio de Venecia.

1.7. Describe los últimos momentos de la vida de Desdémona.

Ella está durmiendo en su habitación, pero entra Otelo y se despierta. Él le dice que la va a matar y que rece porque no quiere que muera en pecado. Desdémona le pregunta por qué y él le responde que porque le ha sido infiel con Casio. A pesar de que ella lo niega, él no la cree. Entonces ella le pide que no la mate, que la destierre, o que al menos le deje un poco más de tiempo, pero Otelo se niega y la ahoga. Poco después, entra Emilia para comunicarle a Otelo que han atacado a Casio, y al ver a su ama comienza a gritar. Aunque Desdémona aún está moribunda y Emilia le pide que le cuente quién le ha hecho eso, pero ella le responde que no ha sido nadie, y que la encomiende a su esposo. Acto seguido muere.

1. Sobre el autor

Nació el 23 de abril de 1564, y fue bautizado al día siguiente, en Stratford-upon-Avon. Tercero de ocho hermanos, fue el primer hijo varón de un próspero comerciante, y de Mary Arden, hija a su vez de un terrateniente católico. Probablemente, estudió en la escuela de su localidad y, como primogénito varón, estaba destinado a suceder a su padre al frente de sus negocios. Sin embargo, según un testimonio de la época, el joven Shakespeare tuvo que ponerse a trabajar como aprendiz de carnicero, por la difícil situación económica que atravesaba su padre. Según otro testimonio, se convirtió en maestro de escuela. Lo que sí parece claro es que debió disfrutar de bastante tiempo libre durante su adolescencia, pues en sus obras aparecen numerosas y eruditas referencias sobre la caza con y sin halcones, algo poco habitual en su época y ambiente social. En 1582 se casó con Anne Hathaway, hija de un granjero, con la que tuvo una hija, Susanna, en 1583, y dos mellizos —un niño, que murió a los 11 años de edad, y una niña— en 1585. Al parecer, hubo de abandonar Stratford ya que le sorprendieron cazando ilegalmente en las propiedades de sir Thomas Lucy, el juez de paz de la ciudad.

Se supone que llegó a Londres hacia 1588 y, cuatro años más tarde, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y actor teatral. Poco después, consiguió el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. La publicación de dos poemas eróticos según la moda de la época, Venus y Adonis (1593) y La violación de Lucrecia (1594), y de sus Sonetos (editados en 1609 pero que ya habían circulado en forma de manuscrito desde bastante tiempo atrás) le valieron la reputación de brillante poeta renacentista. Los Sonetos describen la devoción de un personaje que a menudo ha sido identificado con el propio poeta, hacia un atractivo joven cuya belleza y virtud admira, y hacia una oscura y misteriosa dama de la que el poeta está encaprichado. El joven se siente a su vez irresistiblemente atraído por la dama, con lo cual se cierra un triángulo, descrito por el poeta con una apasionada intensidad que, no obstante, no llega a alcanzar los extremos de sus tragedias, sino que, más bien, tiende al refinamiento en el análisis de los sentimientos de los personajes. De hecho, la reputación actual de Shakespeare se basa, sobre todo, en las 38 obras teatrales de las que se tienen indicios de su participación, bien porque las escribiera, modificara o colaborara en su redacción. Aunque hoy son muy conocidas y apreciadas, sus contemporáneos de mayor nivel cultural las rechazaron, por considerarlas, como al resto del teatro, tan sólo un vulgar entretenimiento.

Lugar de nacimiento de Shakespeare El dramaturgo inglés William Shakespeare nació en esta casa de Henley Street, en Stratford-upon-Avon, en abril de 1564. En la actualidad, el lugar es un museo decorado y ambientado conforme a la época que alberga también una exposición con objetos de la vida de Shakespeare.The Image Works/Topham

La vida de Shakespeare en Londres estuvo marcada por una serie de arreglos financieros que le permitieron compartir los beneficios de la compañía teatral en la que actuaba, la Chamberlain's Men, más tarde llamada King's Men, y de los dos teatros que ésta poseía, The Globe y Blackfriars. Sus obras fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I con mayor frecuencia que las de sus contemporáneos, y se tiene constancia de que sólo en una ocasión estuvo a punto de perder el favor real. Fue en 1599 cuando su compañía representó la obras de la deposición y el asesinato del rey Ricardo II, a petición de un grupo de cortesanos que conspiraban contra la reina Isabel, encabezado por un ex-favorito de la reina, Robert Devereux, y por el conde de Southampton, aunque en la investigación que siguió al hecho, la compañía teatral quedó absuelta de toda complicidad.

A partir del año 1608, la producción dramática de Shakespeare decreció considerablemente, pues al parecer se estableció en su ciudad natal donde compró una casa llamada New Place. Murió el 23 de abril de 1616 y fue enterrado en la iglesia de Stratford.

Aunque no se conoce con exactitud la fecha de composición de muchas de sus obras, su carrera literaria se suele dividir en cuatro periodos: 1) antes de 1594; 2) entre 1594 y 1600; 3) entre 1600 y 1608; y 4) desde 1608. Dada la dificultad para fechar con exactitud sus obras, estos periodos son aproximativos y están basados en que el autor extraía los temas de sus obras de crónicas de su tiempo, así como de cuentos y narraciones ya existentes, tal y como era costumbre en aquellos años.

Primer período: Se caracterizó fundamentalmente por la experimentación. Sus primeras obras teatrales, al contrario de lo que ocurrió con sus obras de madurez, poseían un alto grado de formalidad y, a menudo, resultaban un tanto predecibles y amaneradas.

Sus primeras obras fueron cuatro dramas que tenían como trasfondo los enfrentamientos civiles en la Inglaterra del siglo XV, un estilo muy popular en la época. Estas cuatro obras, Enrique VI, Primera, Segunda y Tercera parte (hacia 1590-1592) y Ricardo III (hacia 1593), tratan de las funestas consecuencias que para el país tuvo la falta de un liderazgo fuerte y de un proyecto nacional, debido al egoísmo de los políticos de la época.

Respecto al estilo y a la estructura, contienen numerosas referencias al teatro medieval y otras a las obras de los primeros dramaturgos isabelinos, en especial Christopher Marlowe, a través de los cuales conoció las obras del dramaturgo clásico latino Séneca. Esta influencia, que se manifiesta en sus numerosas escenas sangrientas y en su lenguaje colorista y redundante.

Durante este primer periodo escribió numerosas comedias, como La comedia de las equivocaciones, La doma de la bravía, Los dos hidalgos de Verona o Trabajos de amor perdidos. El modo en que están construidos sus diálogos ridiculiza el estilo artificial y redundante del novelista y dramaturgo John Lyly, las convenciones cortesanas de la época y, quizá, también las discusiones científicas de Walter Raleigh y sus seguidores.

Segundo período: En este periodo, marcado por una profundización en su individualidad como autor teatral, escribió algunas de sus obras más importantes relacionadas con la historia inglesa y las denominadas comedias alegres, así como dos de sus mejores tragedias. Entre las primeras cabe destacar Ricardo II (hacia 1595), Enrique IV, Primera y segunda parte (hacia 1597) y Enrique V (hacia 1598), que cubren un periodo de tiempo inmediatamente anterior al de su Enrique VI

Entre las comedias de este periodo sobresale Sueño de una noche de verano, El mercader de Venecia, Mucho ruido y pocas nueces, Como gustéis, Noche de Epifanía y Las casadas de Windsor.

Dos grandes tragedias, muy distintas entre sí por su naturaleza, marcan el comienzo y el final de este segundo periodo: Romeo y Julieta y Julio César.

Tercer período: En él escribió sus mejores tragedias y las llamadas comedias oscuras o amargas. Las tragedias de este periodo son las más profundas de todas sus obras y aquellas en las que la poesía de la lengua se convierte en un instrumento dramático, capaz de registrar las evoluciones del pensamiento humano y las distintas dimensiones de una situación dramática. Las principales son: Hamlet, Otelo, el moro de Venecia; El rey Lear, Antonio y Cleopatra y Macbeth

Las dos comedias de este periodo son también algo oscuras. De hecho, se las ha llamado “las obras problemáticas”, pues no entran claramente en ninguna categoría, ni presentan desenlaces demasiado inteligibles. A buen fin no hay mal principio y Medida por medida

Cuarto período: Comprende las principales tragicomedias románticas. Hacia el final de su carrera, el dramaturgo inglés creó numerosas obras en las que, a través de la intervención de la magia, la piedad, el arte o la gracia, sugiere con frecuencia la esperanza en la existencia de una redención para el género humano. Estas obras están escritas, por lo general, con una gravedad que las aleja de las comedias de los periodos anteriores, pero suelen tener finales felices en forma de reuniones o reconciliaciones. Estas tragicomedias basan parte de su atractivo en el carácter exótico y alejado en el tiempo de los escenarios en los que se desarrollan, y resultan mucho más simbólicas que cualquiera de las obras anteriores de su autor. Para muchos críticos literarios, las tragicomedias shakesperianas representan un giro de tuerca más en el desarrollo creativo del autor, aunque otros opinan que se debieron sólo a cambios acaecidos en las modas teatrales de la época : Pericles, el príncipe de Tiro; El Cimbelino, el cuento de Invierno y La tempestad.

2.Época histórica del autor

Isabel reina desde hace seis años cuando William Shakespeare nace en 1564. Cuando muere, en 1616, Jacobo I ocupa el trono desde hace trece años. Durante este período, Inglaterra, débil Estado con escasa población, bastante pobre, oscurecida y mal conocida en el exterior, pasa al rango de gran potencia, alcanza un grado sorprendente de prosperidad material y brilla en el dominio de las letras. Hasta mediados del siglo XVI, el espíritu del Renacimiento no se propagó más allá de los círculos de la Corte y aún dentro de ella se manifestaba más bien bajo su forma erudita que bajo su aspecto creador. Los italianos, y también los franceses, seguían considerando a los ingleses como semibárbaros. En cuanto al idioma, nadie o casi nadie lo conocía en el exterior. A pesar de ello, este atraso no constituyó una pérdida sin remedio. Cuando terminó la guerra civil y la reforma religiosa se halló bien encaminada; cuando los peligros exteriores estuvieron conjurados, por lo menos transitoriamente, muchas circunstancias se habían aunado para que Inglaterra recuperara el tiempo perdido y lo hiciese a pasos agigantados. Ardientes y atrevidos, los ingleses de la época son también brutales y sanguinarios. La ebriedad es frecuente en todas las clases sociales y genera querellas sangrientas; la violación es moneda corriente; las peleas terminan a menudo en un asesinato; los espectáculos de mayor éxito son las luchas a muerte entre animales y también las ejecuciones capitales. Isabel, al asumir el reinado, es recibida con entusiasmo. Pone en práctica una política circunspecta, se rodea de buenos consejeros, trata con consideración al Parlamento, se dedica a restablecer las finanzas y concierta la paz con Francia. Glorioso, el reinado de Isabel sería lo contrario de apacible. Intrigas, confabulaciones, revueltas, ejecuciones y asesinatos se sucederían en él sin interrupción y harán de este periodo un largo drama entrecortado por escenas de bravura y episodios cómicos. Su agricultura y su industria se desarrollan, sus "mercaderes aventureros" acumulan enormes fortunas y no parece haber ya límites para el lujo desplegado por esos grandes señores. Por último, se produce allí un súbito y extraordinario florecimiento de autores dramáticos, de poetas, de músicos y de pensadores. En 1591 es cuando el más grande, el que los resume a todos, William Shakespeare, estrena Enrique VI, su primera pieza. Sin duda el rasgo más dominante de la Inglaterra de la época de Shakespeare es la coexistencia de la brutalidad de las costumbres con el refinamiento de la cultura. No solamente muchos gentiles hombres saben igualmente bien componer un soneto o una elegía que manejar la espada o la daga, sino que además, una cantidad de comerciantes mediocres, de artesanos y hasta de campesinos, compran libros y los estudian. La traducción de la Biblia al lenguaje del vulgo ha dado a las masas el gusto por la lectura; los cantos y las baladas populares ponen la poesía al alcance de los humildes; la instrucción se propaga.

En cuanto a las capas sociales, la antigua aristocracia ha sido aniquilada en gran parte por la guerra de las Dos Rosas y los descendientes de lo que ha subsistido de ella han degenerado. La nueva, enriquecida gracias a la confiscación de los bienes de los monjes, no es muy altanera, ni muy cerrada. Es indudable que unos sesenta grandes señores, dueños absolutos de sus posesiones, son pares del reino y gozan por consiguiente de una posición eminente, así como también de derechos particulares. Pero las otras personas de calidad no tienen nada muy sustancial que los distinga del común de los mortales ni exenciones fiscales, ni privilegios jurisdiccionales. Por encima de la clase noble, pero apenas separada de ella por un margen movible, está la burguesía: gentes de trajes largos, mercaderes pudientes, terratenientes medianos. Los primeros, sean magistrados, abogados, médicos, profesores u hombres de la iglesia, constituyen una categoría activa, ambiciosa, y en general muy instruida. La enorme mayoría de la nación se compone de la masa, de contornos mal definidos, de campesinos, artesanos, obreros y hombres de mar.

El estudio de las obras de Shakespeare, no puede descuidar el fondo histórico nacional, porque en una época en tantos aspectos cerrada y confinada, los problemas del individuo eran inseparables de los problemas del estado. El teatro isabelino, del que Shakespeare formaba parte, resumía la supervivencia de un teatro popular y una experiencia social. La tradición popular medieval se fundió así con la experiencia colectiva y la conciencia histórica.. El drama popular iba a ser enriquecido por el humanismo renacentista. El humanismo añadiría temas, formas y estructuras novedosas.

El teatro isabelino, lograba una síntesis de valores populares y renacentistas.

La época de Shakespeare fue una época de marcada individualización, emanada de las reflexiones filosóficas sobre el hombre, nacida del estudio empírico de las pasiones y de la teoría de los caracteres, surgida de un estilo de vida caballeresco y cortesano. Cervantes y Shakespeare son los videntes de la individualización, deben sus logros a esta captación de la historia que vivieron.

3.Época literaria del autor

Shakespeare vivió a finales del Renacimiento y principios del Barroco. Éstas fueron dos épocas artísticas completamente diferentes: frente al universalismo del Renacimiento, está el individualismo del Barroco; frente al optimismo del primero, se encuentra el pesimismo del segundo, etc

Pero el Barroco no es una simple oposición al Renacimiento, sino que se trata de una derivación o una evolución de él, consecuencia de las nuevas condiciones sociales, políticas, económicas y religiosas. De hecho, muchas formas y temas literarios se continúan: las estrofas italianas introducidas en el Renacimiento son las mismas que utilizan posteriormente los autores del Barroco, los temas y motivos son también comunes y continúan algunas formas novelescas. Pero lo que cambia es la actitud, el tratamiento que los autores le dan a estos géneros. El pesimismo y desengaño, la burla cruel, los contrastes y exageraciones, la espectacularidad... son las características más destacadas de la literatura barroca, que presenta dos tendencias artísticas principales: el culteranismo y el conceptismo. En el culteranismo predomina la forma, el lenguaje literario tiene que tener una forma propia, minoritaria y muy trabajada. El conceptismo es todo lo contrario, predomina el concepto, la expresión de las ideas, sin que la forma tenga que complicarse inútilmente.

Otra de las características del Barroco es su interés por lo popular, que convive con una literatura culta y complicada. En este sentido, el mundo medieval proporciona formas y temas , que aunque no habían estado ausentes de la literatura renacentista, cobran ahora de nuevo vida y adquieren un importante desarrollo.

Otros autores de la época son Lope de Vega, Cervantes y Quevedo.

4.Sobre la obra

Otelo es un clásico de la literatura universal que retoma uno de los grandes temas de las relaciones humanas: los celos, su origen, intensidad y consecuencias.

En Otelo, el moro de Venecia (escrita hacia 1604) retrata el surgir y el expandirse de unos injustificados celos en el corazón del protagonista, un moro que es el general del ejército veneciano. El supuesto motivo de sus celos, su inocente esposa Desdémona, es utilizada por Yago, el lugarteniente de su marido, para destruir su carrera militar llevándole al borde de la locura.

Influencia posterior

La obra teatral de Shakespeare, tiene gran influencia posterior. Hasta el siglo XVIII, Shakespeare fue considerado únicamente como un genio difícil. A pesar de la controvertida identidad de Shakespeare (hay teorías que afirman que sus obras fueron escritas por otro autor), sus obras fueron admiradas ya en su tiempo por Ben Jonson y otros autores, que vieron en él una brillantez destinada a perdurar en el tiempo; Jonson dijo que Shakespeare “no era de una época, sino de todas las épocas”. Del siglo XIX en adelante, sus obras han recibido el reconocimiento que merecen en el mundo entero. Casi todas sus obras continúan hoy representándose y son fuente de inspiración para numerosos experimentos teatrales, pues comunican un profundo conocimiento de la naturaleza humana, ejemplificado en la perfecta caracterización de sus variadísimos personajes. Su habilidad en el uso del lenguaje poético y de los recursos dramáticos, capaz de crear una unidad estética a partir de una multiplicidad de expresiones y acciones, no tiene par dentro de la literatura universal. Autores teatrales ingleses posteriores, como John Webster, Philip Masinger y John Ford tomaron prestadas ideas de sus obras, y su influencia en los autores de la restauración, en especial sobre John Dryden, William Congreve y Thomas Otway resulta más que evidente. Por otro lado, en numerosos escritores de nuestro siglo, como Pinter, Beckett y George Bernard Shaw se ven las huellas de Shakespeare.

Opinión personal: Este libro me ha gustado bastante, porque es entretenido y fácil de leer, ya que es teatro. Además, el tema del libro es bastante interesante, la trama engancha desde el principio y el final es sorprendente. Yo le daría un 8.5.




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Enviado por:Ana
Idioma: castellano
País: España

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