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Orígenes de la Administración
ENFOQUES DE LA ADMINISTRACION
ENFOQUE CLASICO.
Los primeros trabajos pioneros sobre administración fueron desarrollados por los ingenieros, uno estadounidense llamado Frederick Winslow Taylor, quien desarrolló la llamada escuela de la administración científica, que se preocupa por aumentar la eficiencia de la empresa a través de la racionalización del trabajo del obrero, y el otro, el europeo Henri Farol, quien desarrolló la teoría clásica, que se ocupa del aumento de la eficiencia de la empresa mediante la organización y aplicación de principios científicos generales de la administración. Las ideas de estos dos ingenieros constituyen las bases del llamado enfoque clásico o tradicional de la administración, cuyos postulados dominaron casi todo el panorama administrativo de las organizaciones durante las cuatro primeras décadas del siglo XX.
División del enfoque clásico
La escuela de la administración científica desarrollada a partir de los trabajos de Taylor, estaba constituida por ingenieros como Frederick Winslow Taylor, Henry Lawrence Gantt, Frank Bunker Gilbreth, Harrington Emerson y otros. Se suele incluí a Henry Ford por haber aplicado los principios de esta escuela en sus negocios.
La preocupación básica se centraba en incrementar la productividad de la empresa mediante el aumento de la eficiencia en el nivel operacional, esto es, en el nivel de los obreros. De allí el énfasis en el análisis y en la división del trabajo del obrero, puesto que las funciones del cargo y de quien lo desempeña constituyen la unidad fundamental de la organización. En este sentido, la administración científica desarrolla un enfoque de abajo hacia arriba ( del obrero hacia el supervisor y gerente) y de la pares (obreros y sus cargos)hacia el todo (organización empresarial). La atención se centra en el método del trabajo, en los movimientos necesarios para la ejecución de una tarea, en el tiempo estándar determinado para su ejecución. Esa orientación analítica y detallada permite la especialización del obrero y la reagrupación de los movimientos, operaciones, tareas, cargos, etc., que constituyen la llamada Organización Racional del Trabajo (ORT). El énfasis en las tareas es la principal característica de la administración científica.
Por otra parte, la escuela basada en los trabajos de Farol estaba formada por ejecutivos de las empresas de la época. Entre ellos, Henri Farol, James D. Money, Lyndall F. Urwick, Luther Gulick y otros. Esta corriente cuya preocupación básica es aumentar la eficiencia de la empresa, a través de la forma y disposición de los órganos componentes de la organización (departamentos) y de sus interrelaciones estructurales, se denomina teoría clásica. De allí, el énfasis en la anatomía (estructura) y en la fisiología (funcionamiento) de la organización. La corriente anatómica y fisiologista desarrolla un enfoque inverso al de la administración científica: de arriba hacia abajo ( de la dirección a la ejecución) y del todo (organización) hacia sus partes componentes (departamentos). La atención se fija en la estructura organizacional, en los elementos de la administración, en los principios generales de ésta y en la departamentalización. Esa orientación hacia la síntesis y a la visión global permitía una mejor manera de subdividir la empresa, centralizando la dirección en un eje principal. Fue una corriente eminentemente teórica y orientada hacia la administración. Su principal característica es el énfasis en la estructura.
ORIGENES DEL ENFOQUE CLASICO.
Los orígenes del enfoque clásico de la administración se generan por consecuencias de la Revolución Industrial, que en resumen fueron:
El crecimiento acelerado y desorganizado de las empresas que produjo una complejidad en su administración y exigió un enfoque científico para sustituir el empirismo y la improvisación.
El aumento del tamaño de las empresas en el periodo de la segunda revolución industrial lleva a una sustitución de las teorías de carácter totalizante y global por las teorías microindustriales de alcance medio y parcial. Con la empresa de grandes dimensiones surgen las condiciones iniciales para la planeación de la producción a largo plazo, que reduce la inestabilidad y la improvisación
La necesidad de aumentar la eficiencia y la competencia de las organizaciones. Entre 1880 y 1890, con la sustitución del capitalismo liberal por los monopolios, se instalaba en EU la producción en masa, lo cual originó el número de asalariados en las industrias. Se inicia la división del trabajo entre los que piensan y los que ejecutan. Los primeros fijan estándares de producción, describen los cargos, fijan funciones, estudian métodos de administración y normas de trabajo, y crean las condiciones económicas y técnicas para el surgimiento del taylorismo en los EU y del fayolismo en Europa.
El panorama industrial a comienzos del siglo XX tenía todas las características y elementos para inspirar una ciencia de la administración: variedad inmensa de empresas con tamaños altamente diferenciados, problemas de bajo rendimiento de la maquinaria utilizada, desperdicio, insatisfacción entre los obreros, alta competencia, elevadas pérdidas por malas decisiones, etc.
ENFOQUE HUMANISTICO.
El enfoque humanístico promueve una revolución conceptual en la teoría administrativa: si antes el énfasis se hacía en la tarea ( por parte de la administración científica) y en la estructura organizacional ( por parte de la teoría clásica de la administración), ahora se hace en las personas que trabajan o participan en las organizaciones. En el enfoque humanístico, la preocupación por la máquina y el método del trabajo, por la organización formal y los principios de la administración aplicables a los aspectos organizacionales ceden la prioridad a la preocupación por el hombre y su grupo social: de los aspectos técnicos y formales se pasa a los aspectos psicológicos y sociológicos.
El nacimiento del enfoque humanístico nace gracias al desarrollo de las ciencias sociales, principalmente de la psicología, y en particular la psicología del trabajo, surgida en la primera década del siglo XX, la cual se orientó hacia dos aspectos básicos que ocuparon otras tantas etapas de su desarrollo:
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Análisis del trabajo y adaptación del trabajador al trabajo. En esta etapa domina el aspecto productivo. El objetivo de la psicología del trabajo era la verificación de las características humanas que exigía cada tarea por parte de su ejecutante, y la selección científica de los empleados, basada en las características. Esta selección científica se basa en pruebas. Durante esta etapa los temas predominantes en la psicología industrial eran la selección de personal, la orientación profesional, los métodos de aprendizaje y de trabajo, la fisiología del trabajo y el estudio de los accidentes y la fatiga.
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Adaptación del trabajo al trabajador. Esta se caracteriza por la creciente atención dirigida hacia los aspectos individuales y sociales del trabajo, con cierto predominio de estos aspectos sobre lo productivo, por lo menos en teoría. Los temas predominantes eran el estudio de la personalidad del trabajador y de jefe, el estudio de la motivación y de los incentivos del trabajo, del liderazgo, de las comunicaciones, de las relaciones interpersonales y sociales dentro de la organización.
La contribución de la psicología industrial es muy valiosa en la demostración de las limitaciones de los principios de la administración adoptados por la teoría clásica. Las importantes modificaciones ocurridas en los panoramas social, económico, político y tecnológico contribuyeron con nuevas variables al estudio de la administración.
La gran depresión económica que azotó al mundo alrededor de 1929 intensificó la búsqueda de la eficiencia en las organizaciones.
El enfoque humanístico de la administración comenzó poco después de la muerte de Taylor; sin embargo, sólo encontró gran aceptación en EU a partir de los años 30, principalmente por sus características eminentemente democráticas. Su divulgación fuera de este país ocurrió mucho después de finalizada la Segunda Guerra Mundial.
ENFOQUE NEOCLASICO.
El enfoque neoclásico es la reivindicación de la teoría clásica actualizada y redimensionada en los problemas administrativos y el tamaño de las organizaciones de hoy. En otros términos, la teoría neoclásica es la teoría clásica adaptada al modelo de las empresas actuales, dentro de un eclecticismo que aprovecha la contribución de todas las demás teorías administrativas.
Peter Drucker destaca que:
Hoy en día está de moda menospreciar a Taylor y desacreditar su anticuada psicología, pero él fue el primero de quien se tenga noticia que no aceptó el trabajo como un hecho dado, sino que lo examinó y estudió a fondo. La manera como enfocó el trabajo sigue siendo elemento básico. Taylor partió de los objetivos sociales y no de la ingeniería ni del lucro e su análisis del trabajo. Lo que motivó a Taylor en su enfoque y en su existencia fue, en primer lugar, el deseo de liberar al trabajador de la carga excesiva de trabajo, que destruye no sólo el organismo sino también el alma. En segundo lugar, la esperanza de romper la ley del hierro de los salarios, combatida por los economistas clásicos, la cual condenaba al trabajador a la inseguridad económica y a resignarse a la miseria. La esperanza de Taylor era lograr una vida digna del trabajador mediante una mayor productividad en el trabajo.
Por otro lado, Farol intentó dar una estructura de la organización y desarrolló el primer enfoque racional de organización de la empresa.
En el transcurso del enmarañado complejo histórico de las teorías administrativas, el enfoque clásico nunca fue totalmente sustituido. Resurge ampliado, revisado y mejorado en las teorías neoclásicas, ampliamente conocidas en las instituciones universitarias.
El enfoque neoclásico se basa en los siguientes aspectos:
La administración es un proceso operacional compuesto de funciones: planeación, organización, dirección y control.
Dado que la administración abarca una variedad de situaciones empresariales, requiere fundamentarse en principios de valor explicativo y predictivo.
Estos principios pueden convertirse en puntos focales para la investigación útil, tanto para verificar su validez como para mejorar su aplicabilidad.
Estos principios pueden proporcionar elementos, en cuanto no sean invalidados y en la medida que sean exactos, para formular una teoría útil a la administración.
La administración es un arte que, como la medicina o la ingeniería, debe apoyarse en principios universales.
Los principios de administración, al igual que los correspondientes a las ciencias lógicas y físicas, son verdaderos, aunque un practicante los ignore en una situación dada, ocasionando pérdidas por tal ignorancia.
A pesar de que la cultura global y e universo físico y biológico afecten de diversas formas el medio ambiente del administrador, del mismo modo que todo campo de la ciencia o del arte, la teoría de la administración no necesita abarcar todo el conocimiento para servir como fundamentación científica de los principios de la administración.
El enfoque neoclásico consiste en identificar las funciones de los administradores y en seguida, deducir de ellas los principios fundamentales de la complicada práctica de la administración. Se trata de un enfoque ampliamente utilizado en la actualidad.
ENFOQUE ESTRUCURALISTA.
A inicios del siglo XX, el sociólogo alemán Max Weber publicó una bibliografía a cercas de las organizaciones de su época, a a las que denomino burocracias, y consideró al siglo XX como el siglo de las burocracias, debido a que creía que estas eran organizaciones características de una nueva época. Paralelamente la aparición de las burocracias se dio con el nacimiento del capitalismo, pero estas surgieron después de la era victoriana debido a la necesidad de orden y precisión sentida por las organizaciones y por las exigencias de los trabajadores a un trato justo e imparcial.
La burocracia fue una invención social con la finalidad de organizar en detalle las actividades de las empresas y dirigirlas con mayor eficacia posible. Esta nueva forma de administración se difundió rápidamente en todos los tipos de organizaciones humanas. Sin duda alguna este enfoque puntaba hacia una creciente burocratización de la sociedad, en donde la organización burocrática es nítidamente monocrática y se apoya exclusivamente en el derecho a la propiedad privada, sean o no propietarios de estas, estos dirigentes poseen un poder muy grande y elevado estatus socioeconómico lo cual son denominados como una poderosa clase social.
En la Segunda Guerra Mundial, James Burnham publicó un libro sobre esta nueva clase, él parte de un principio de que ni el capitalismo, ni el socialismo tendrán larga duración. Según él, el sistema del futuro será el gerencialismo (managerialism) y la nueva clase dirigente serán los administradores. La clase de los gerentes nos llevará a una revolución gerencial, y con ello a una revolución gerencial y con ello a una sociedad dirigida por gerentes, es decir, por administradores profesionales. El capitalismo tiene sus días contados debido a la incapacidad de resolver los grandes problemas de la humanidad, como el endeudamiento público y privado, el desempleo masivo, la depresión económica, la precaria distribución de la riqueza, etc. El socialismo al igual que el capitalismo fracasará y terminará desapareciendo.
Según Burnham, los gerentes constituirán el futuro de la nueva clase dominante; la política estará totalmente dominada por la administración y por la economía; las posiciones clave serán ocupadas por gerentes profesionales, de este modo una nueva ideología se desarrollará y habrá un mayor énfasis en la planeación, en detrimento de la libertad individual; más responsabilidades y en orden de derechos naturales; más empleados que oportunidades de empleo, y el estado se volverá propietario de los principales medios de producción. En le fondo, Burnham retrata el comienzo de una nueva preocupación de la teoría administrativa: la visión de una nueva sociedad de organizaciones.
Max Weber, fue el primer teórico de las organizaciones, quien las estudio desde un punto de vista estructuralista, y se preocupó fundamentalmente por su racionalidad, es decir, por la relación entre los medios, los recursos utilizados y los objetivos que debían ser alcanzados por las organizaciones burocráticas.
Ante la aparición de las burocracias, su crecimiento y proliferación, la teoría administrativa, hasta entonces eminentemente introspectiva y orientada solamente hacia los fenómenos internos de la organización, obtuvo una nueva dimensión a través del enfoque estructuralista: además del enfoque intraorganizacional surgió el enfoque interorganizacional. La visión estrecha y limitada de los aspectos internos de la organización se amplió y fue sustituida por una visión más general que involucró la organización y sus relaciones con otras organizaciones dentro de una sociedad más extensa. A partir de allí, el enfoque estructuralista se impone en definitiva sobre el enfoque clásico y el enfoque de las relaciones humanas. Aunque predomine el énfasis de la estructura, la visión teórica abarca nuevas dimensiones y nuevas variables.
El enfoque Estructuralista se basa en dos principales teorías:
ENFOQUE DEL COMPORTAMIENTO.
A partir de trabajos sobre dinámica de grupos desarrollados por Kurt Lewin, la divulgación del libro de Chester Barnard, la publicación de los estudios de George Homans sobre sociología funcional de grupo y la publicación del libro de Hebert Simon sobre el comportamiento administrativo, un nuevo enfoque entra a dominar la teoría administrativa.
El enfoque del comportamiento, también denominado behavorismo, señala la más fuerte influencia de las ciencias del comportamiento en la teoría administrativa y la búsqueda de soluciones democráticas y flexibles a los problemas organizacionales. El enfoque del comportamiento recibió la influencia de las ciencias del comportamiento, en especial de la psicología organizacional.
Comportamiento es la manera como una organización responde al medio ambiente.
Las ciencias del comportamiento han brindado a la teoría administrativa una serie de conclusiones sobre la naturaleza y las características del hombre, a saber:
El hombre es un animal social que debe satisfacer necesidades.
El hombre es un animal dotado de un sistema psíquico.
El hombre tiene la capacidad de integrar el lenguaje al razonamiento abstracto.
El hombre es un animal con aptitud para el aprendizaje.
El comportamiento humano se orienta hacia la consecución de objetivos.
El hombre se caracteriza por un patrón dual de comportamiento.
Con la llegada del enfoque del comportamiento, el énfasis en la estructura se desplaza hacia los procesos y la dinámica de las organizaciones, es decir, hacia el comportamiento de las personas en la organización, o comportamiento organizacional. Aquí todavía predomina el énfasis en las personas, iniciado con la teoría de las relaciones humanas, aunque dentro del contexto organizacional.
Este enfoque se estudia bajo dos principales teorías:
Teoría del comportamiento en la administración.
Teoría del desarrollo organizacional.
ENFOQUE SISTÉMICO.
En los años cincuenta el biólogo alemán Ludwing Von Bertelenffy elaboró una teoría interdisciplinaria capaz de trascender los problemas exclusivos de cada ciencia, y de proporcionar principios (sean físicos, biológicos, psicológicos, sociológicos, etc.)y modelos generales para todas las ciencias involucradas, de modo que los descubrimientos efectuados en cada ciencia puedan utilizarlos las demás. Esta teoría interdisciplinaria denominada teoría general de sistemas demuestra el isomorfismo (Correspondencia biunívoca entre dos estructuras algebraicas que conserva las operaciones.) de las diversas ciencias, permite mayor aproximación entre sus fronteras y llena los espacios vacíos entre estas. Dicha teoría es totalizante: los sistemas no pueden entenderse plenamente mediante el análisis aislado y exclusivo de cada una de sus partes. Este enfoque se basa en la comprensión de la dependencia reciproca de todas las disciplinas y de la necesidad de integrarlas. De este modo, las diversas ramas del conocimiento, consideraron que sus objetos de estudio eran sistemas, incluso la administración.
La teoría general de la administración experimentó una gradual y creciente ampliación del enfoque, desde el enfoque clásico, pasando por el humanístico, neoclásico, estructuralista y behaviorista, hasta el enfoque sistémico. En su época, el enfoque clásico estuvo profundamente influenciado por tres principios intelectuales y dominantes en casi todas las ciencias las cuales fueron: el reduccionismo, el pensamiento analítico y el mecanicismo. Pero con la aparición de la teoría general de sistemas, los principios del reduccionismo, el pensamiento analítico y del mecanicismo se sustituyeron totalmente por los principios opuestos del expansionismo, el pensamiento sintético y la teleología.
Enfoque Clásico | Enfoque sistémico |
Reduccionismo | Expansionismo |
Pensamiento analítico | Pensamiento sintético |
Mecanicismo | Teleología |
La revolución del enfoque sistémico
Enfoque sistémico:
El Expansionismo sostiene que todo fenómeno es parte de un fenómeno mayor. El desempeño de un sistema depende de cómo se relaciona con el todo mayor que lo contiene y del cual forma parte. Aunque el expansionismo no niega que cada fenómeno esté constituido en partes, enfatiza en le todo del cual hace parte aquel fenómeno. Esta sustitución de la visión orientada hacia los elementos fundamentales , por una visión orientada hacia el todo, se denomina enfoque sistémico.
En el Pensamiento sintético el fenómeno que se pretende explicar, es visto como parte de un sistema mayor y es explicado en términos del rol que desempeña dicho sistema.
La teleología es el principio según el cual la causa es una condición necesaria, mas no siempre suficiente para que se produzca el efecto. En otros términos la relación causa-efecto no es una relación determinista o mecanicista, sino simplemente probabilística. La lógica sistémica pretende comprender las relaciones entre las diversas variables mediante un campo dinámico de fuerzas que actúan recíprocamente. Dicho campo origina un emergente sistémico: el todo es diferente de cada una de sus partes. El sistema presenta características propias que pueden estar ausentes de sus partes constitutivas. A partir de esta concepción, los sistemas pasan a visualizarse como entidades globales y funcionales que buscan objetivos y finalidades.
Al exponer estos tres principios, la Teoría General De Sistemas (TGS) propicio el surgimiento de la cibernética, y desembocó en la teoría general de la administración, dando una nueva dimensión a sus concepciones.
El enfoque sistémico basado en tres temas; cibernética y administración, teoría matemática de la administración y la teoría de sistemas.
ENFOQUE SITUACIONAL.
El enfoque situacional destaca que la eficacia organizacional no se alcanza siguiendo un modelo organizacional único y exclusivo, es decir, no existe una forma única que sea mejor para organizar con el propósito de alcanzar los objetivos de las organizaciones.
La estructura de una organización y su funcionamiento dependen de su interrelación con el ambiente externo.
Diferentes ambientes requieren diferentes relaciones organizacionales para alcanzar una eficacia óptima. Se hace necesario un modelo adecuado para cada situación dada. Por otro lado, diferentes tecnologías conducen a diferentes diseños organizacionales. Las variaciones en el ambiente o en la tecnología conducen a variaciones en la estructura organizacional.
Estudios de Dill, Burns, Stalker, Chandler, Fouraker y Stopford, Woodward, Lawrence y Lorsch, entre otros han demostrado particularmente el aspecto del impacto ambiental sobre la estructura y el funcionamiento de la organización.
Según Skinner, el comportamiento aprendido opera sobre el ambiente externo para provocar algún cambio en éste. Si el comportamiento genera un cambio en el ambiente, el cambio ambiéntela será contingente con relación al comportamiento. La contingencia es una relación del tipo “si... entonces”.
El concepto skinneriano de contingencia implica tres elementos principales: un estado ambiental, un comportamiento y una consecuencia.
Skinner resalta que las consecuencias ambientales son mecanismos controladores del comportamiento aprendido. El comportamiento, que actúa sobre el ambiente para producir una consecuencia determinada, puede mantenerse, reforzarse, modificarse o eliminarse, de acuerdo con las consecuencias producidas. De este modo, el comportamiento es una función de sus consecuencias. Este enfoque es eminentemente externo: hace énfasis en el efecto de las consecuencias ambientales sobre el comportamiento observable y objetivo de las personas.
El enfoque situacional marca una nueva etapa en la TGA por las siguientes razones:
La teoría clásica concibió la organización como un sistema cerrado, rígido y mecánico, sin conexión alguna con su ambiente externo.
A pesar de todas las críticas que hizo al enfoque clásico, la teoría de las relaciones humanas no se libró de la concepción de la organización como sistema cerrado, puesto que también su enfoque está orientado por completo hacia el interior de la organización. En este enfoque las mayores preocupaciones eran el comportamiento humano y la interacción informal y social de los participantes en grupos sociales que moldeaban y determinaban el comportamiento individual.
La teoría de la burocracia, iniciada a partir de la traducción al inglés de las obras de Max Weber, se caracterizaba también por esa concepción introspectiva, restringida y limitada de la organización, ya que sólo se preocupaba por los aspectos internos y formales de un sistema cerrado, hermético y monolítico.
Los estructuralistas utilizaron una perspectiva ecléctica y crítica a la vez, para desarrollar análisis comparativos de las organizaciones, y formularon tipologías destinadas a facilitar la ubicación de características y objetivos organizacionales, dentro de un enfoque explicativo y descriptivo.
La teoría neoclásica marca un retorno a los postulados clásicos debidamente actualizados y realineados en una perspectiva de innovación y adaptación al cambio: es un enfoque nuevo que utiliza viejos conceptos de una teoría que es, sin duda, la única que hasta aquí presenta un carácter general fundamentado en principios universales.
La teoría del comportamiento amplió los conceptos de comportamiento social hacia el comportamiento organizacional, buscando comparar el estilo tradicional de administración con el moderno, basado en la comprensión de los conceptos de comportamiento y motivacionales. La organización se estudia a través de la lente de un sistema de intercambios de estímulos y contribuciones dentro de una compleja trama de decisiones.
Con la teoría de sistemas surge la preocupación fundamental por la construcción de modelos abiertos que interactúan en forma dinámica con el ambiente, y cuyos subsistemas denotan una compleja interacción interna y externa. Los subsistemas que conforman una organización están interconectados e interrelacionados, mientras que el suprasistema ambiental interactúa con los subsistemas y con la organización como totalidad.
Solo con el advenimiento de la teoría situacional tiene lugar el desplazamiento de la observación desde adentro hacia afuera de la organización: se hace énfasis en el ambiente y en las exigencias ambientales sobre la dinámica organizacional. El enfoque situacional señala que las características ambientales condicionan las características organizacionales, en consecuencia no hay una “mejor manera” de organizarse, todo depende de las características ambientales importantes para la organización.
La teoría situacional está un paso delante de la teoría de sistemas en la administración.
La visión situacional de la organización y de su administración indica que una organización es un sistema compuesto de subsistemas y enmarcado dentro de límites identificables respecto del suprasistema ambiental. La visión situacional trata de comprender las relaciones existentes dentro de los subsistemas y entre estos ,así como entre la organización y su ambiente, y definir patrones de relaciones o configuración de variables. Hace énfasis en la naturaleza multivariada de las organizaciones y busca comprender como operan éstas bajo condiciones variables y en circunstancias especificas.
Fayol
Taylor
Teoría clásica
Administración
científica
Teoría clásica
Administración
científica
Enfoque clásico
de la
administración
Enfoque
Estructuralista
Teoría de la burocracia
Teoría estructuralista
Énfasis en la estructura
Énfasis en la estructura, en las personas y en el ambiente.
Contribución de las diversas teorías administrativas a la Teoría situacional
Equilibrio organización-ambiente
Proceso decisorio
Fuerzas del comportamiento
Objetivos organizacionales
Exigencias Ambientales
Sistema social
Estructura informal
Estructura formal
Tarea y tecnología
Teoría situacional
Teoría de sistemas
Cibernética y teoría general de sistemas
Teoría matemática
Teoría del comportamiento
Teoría neoclásica
Teoría estructuralista
Teoría de la burocracia
Teoría de las relaciones humanas
Teoría Clásica
Administración científica
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