Biología, Botánica, Genética y Zoología
Origen y evolución de la vida
EL ORIGEN DE LA VIDA
1. INTRODUCCIÓN: Qué es la vida y lo complejo de su origen.
Todos los fenómenos son únicos e irreproducibles. Es el propósito del método científico es relacionar el efecto (observación) con la causa al tratar de reproducir el efecto, recreando las condiciones bajo las cuales este ocurrió. Cuanto más complejo es el fenómeno, mayor es la dificultad que la ciencia tiene para investigarlo. En el caso de la investigación científica en relación con el origen de la vida, encontramos dos problemas: Las condiciones en que ocurrió son desconocidas y el fenómeno (la vida) tan complejo que nosotros no entendemos sus propiedades esenciales.
Las condiciones supuestas bajo las que se originó la vida son: Una atmósfera llena de moléculas gaseosas reducidas y una fuente de energía para convertir esas moléculas en precursores biológicos necesarios para la vida, esas moléculas biológicas resultantes, un mecanismo generador de polímeros ricos en información (necesarios para una célula viva: ADN, ARN y proteínas), y por fin, la formación de una célula viva.
La vida se caracteriza por: Tener integridad (debe ser una entidad continua en si misma), debe ser limitada (tener un recipiente que sea parte de la entidad), debe ser capaz de reproducirse (su contenido y su recipiente), debe ser capaz de importar material y energía y debe ser capaz de producir moléculas no derivadas de su ambiente.
Por otro lado, los elementos más simples que forman los seres vivos son las células, que a su vez son estructuras complejas. Las características comunes a todas las células, consideradas fundamentales para la vida, son: Un código genético (ADN), una enzima ADN polimerasa que reproduzca el código, ARN intermediario, ARN polimerasa que transcriba el ADN, un mecanismo de síntesis de proteínas, ARN transportadores, enzimas que liguen aminoácidos una membrana celular y vías metabólicas fundamentales.
ORIGEN DE LA TIERRA.
Puede sostenerse la hipótesis de que el cosmos tal como lo conocemos actualmente se originase en una explosión gigante a partir de una esfera de ignición primitiva, separándose el material del Universo dando un volumen en expansión constante (Teoría del Big Bang.) Por todo el espacio se extendieron nubes de polvo y gases, sobre todo de helio y de hidrogeno, atenuadas en algunas regiones y densas en otras. Por condensación de dichas nubes pueden formarse estrellas (el sol.) Los satélites del sol, incluida la tierra y presumiblemente los demás planetas y asteroides así como la Luna, parecen datar de unos 4600 millones de años. Cerca de 1000 millones de años más tarde ya albergaba seres vivos. Los restos fósiles más antiguos conocidos se remontan a hace 3.800 millones de años y demuestran la presencia de bacterias, organismos rudimentarios procariotas y unicelulares. Muy recientemente se han descubierto pruebas de vida aún más antiguas en forma de indicios de actividad fotosintética con una antigüedad de 3.850 millones de años. Las condiciones de vida en esa época eran muy diferentes de las actuales. La actividad volcánica era intensa y los gases liberados por las erupciones eran la fuente de la atmósfera primitiva, compuesta sobre todo de vapor de agua, dióxido de carbono, nitrógeno, amoníaco, sulfuro de hidrógeno y metano y carente de oxígeno. Ninguno de los organismos que actualmente vive en nuestra atmósfera hubiera podido sobrevivir en esas circunstancias. El enfriamiento paulatino determinó la condensación del vapor y la formación de un océano primitivo que recubría gran parte del planeta.
No se conoce con certeza el momento en que aparecieron la atmósfera e hidrosfera actuales en sus estados más primitivos. Si pudiésemos conocer la composición general de los compuestos volátiles que se escaparon del interior primitivo del planeta, podríamos estimar los componentes de la atmósfera y los océanos primitivos. Nuestros conocimientos son desgraciadamente muy limitados. La observación de las emanaciones volcánicas actuales no supone una ayuda grande, en parte porque los compuestos volátiles de los volcanes actuales son en gran parte reciclados a partir de la superficie y en parte porque las condiciones en el interior de la tierra tienen que haber cambiado mucho durante el periodo geológico transcurrido. Se han de buscar pruebas indirectas tales como la naturaleza de depósitos geológicos primitivos. Resultan extraordinariamente escasos con anterioridad al periodo en que se encuentran las primeras señales de vida, pero constituyen datos útiles que cuando se reúnen con pruebas procedentes de otra fuente permiten realizar algunas generalizaciones.
Probablemente existía una atmósfera y una hidrosfera. Se ha sugerido que la vida pudo haber aparecido poco después de la meteorización química y de la sedimentación subacuática. Aun se desconoce cuando aparecieron por primera vez estos procesos pero parece que son anteriores a los 3800 millones de años. La existencia más antigua de vida que se ha detectado hasta ahora, se ha hecho en rocas con una antigüedad de unos 3300 millones de años. Existe un periodo muy largo pero aun mal conocido - mil millones de años desde el origen del planeta- durante el que se produjo la biogénesis.
ORIGEN DE LAS CÉLULAS.
A partir de los componentes de la atmósfera primitiva se crearon las primeras moléculas orgánicas: los aminoácidos (elementos constituyentes de las proteínas), la purina, la pirimidina y el azúcar (elementos constituyentes de los ácidos nucleicos) y los lípidos (elementos constituyentes de las membranas celulares.) Para que la primera fase de la aparición de la vida pudiera ocurrir, se requiere: una o varias fuentes de energía, una concentración local de macromoléculas orgánicas y efectos catalíticos para acelerar y dirigir el proceso. La energía necesaria para la síntesis de estos compuestos químicos procedía de la radiación solar ultravioleta, la energía eléctrica meteórica y las reacciones químicas inorgánicas exorgónicas.
Los compuestos orgánicos abiógenos (formados sin vida como condición previa) se unieron para dar lugar a las primeras unidades vivas: los protobiontes.
Antes de que surgiera la primera célula, debieron de producirse cuatro etapas:
Formación de moléculas de ARN capaces de dirigir su propia síntesis, es decir, auto replicativas. La selección natural favoreció a aquellas estructuras que interactuaban con aminoácidos y guiaban la formación de proteínas.
Desarrollo de mecanismos por los que el ARN pudiera dirigir la síntesis de proteínas.
Formación de una membrana y su ensamblaje para poder rodear a la mezcla auto replicante de ARN y proteínas. Estaba formada por lípidos que en el agua forman espontáneamente pequeñas esferas.
En una fase posterior del proceso evolutivo el ADN pasó a ocupar el puesto del ARN como material genético. Debido a que nuevas enzimas utilizaron el ARN como modelo para la síntesis del nuevo tipo de ácido nucleico.
Los protobiontes se desintegraban de nuevo muy rápidamente a causa de influencias mecánicas. Es probable que los primeros protobiontes solo crecieran, ya que las sustancias determinadas en su interior eran sintetizadas cada vez en cantidades mayores. Una vez llenas de dichas materias explotaban.
Si explotaban mientras estaban sumergidas formaban inmediatamente nuevas esferitas gracias a los extremos insolubles de la molécula lipoidea. En estas nuevas esferitas, los elementos estaban mezclados de otro modo: algunas moléculas de la esfera madre faltaban, mientras que otras, nuevas, procedían del caldo original en el que estaban sumergidas. Dichos acontecimientos se repetían innumerables veces creándose finalmente un protobionte que contenía en su interior las enzimas y ácidos nucleicos apropiados, es decir, enzimas capaces de leer los ácidos nucleicos y seguían sus instrucciones para sintetizar componentes de la membrana, enzimas y nuevamente ácidos nucleicos. Dichas formaciones funcionales, envueltas por una superficie celular fija, se denominan eobiontes.
Así pudo originarse la primera célula:
Sobre una solución acuosa de diversas macromoléculas hay una película de ácidos grasos. Debido a las olas provocadas por el viento, se levantan gotas que son rodeadas por una capa sencilla de lípidos. La capa sencilla se transforma rápidamente en una doble cuando la esférica vuelve a caer sobre la película de grasa y se hunde. La doble membrana tan solo es permeable a moléculas de agua y sustancias liposolubles. Las otra moléculas únicamente pueden atravesarlas si al formarse la esfera quedaron grandes moléculas atrapadas entre los lípidos, que ahora pueden servir como compuertas de transporte. De este modo se creó una importante característica de la membrana biológica, la semipermeabilidad.
La sencilla célula arcaica así creada esta compuesta por una doble membrana en la que han quedado atrapadas moléculas de transporte, y por un espacio interior que contiene moléculas con información, como por ejemplo el ADN, y moléculas metabolicamente activas como las enzimas.
Los protobiontes siguieron creándose peor no podían reproducirse de modo regularizado. Los primeros eobiontes con metabolismo y mecanismos de crecimiento y auto multiplicación funcionales, se alimentaba de los protobiontes. Allí donde los protobiontes y moléculas orgánicas libres empezaban a escasear, aparecía la competencia por dichos recursos entre los eobiontes. Los eobiontes evolucionaron, dividiéndose en dos vías de alimentación. Una de ella desarrollo un sistema efectivo de ingestión de partículas orgánicas por fagocitosis. De este grupo resultaron posteriormente los organismos multicelulares.
En la otra vía alimenticia conseguían energía primeramente por fermentación. Los descendientes de estos eobiontes son los procariontes: las arqueobacterias y las eubacterias. Las arqueobacteria, que no toleran, siguieron su propio camino evolutivo. Las eubacterias empezaron a utilizar la energía solar para, partiendo de CO2 y de H2SO4, con adición de agua y sulfuro, sintetizar sustancias celulares. Otras, las más importantes, reducían el CO2 utilizan agua, liberando oxígeno, agua y CH2O (formaldehído.)
Estas eubacterias constituyeron las primeras bacterias fotosintéticas entre ellas destacaban las cianobacterias, también denominadas algas azules, que fueron liberando oxígeno paulatinamente. Esto fue indispensable para que, hace aproximadamente 1500 millones de años, se pudieran crear los procariontes con metabolismo aeróbico, es decir, que respiraban oxígeno, por lo tanto, también para la formación de las primeras células eucariontes hace 1300 millones de años.
Estas células eucariontes se formaron por simbiosis de bacterias aeróbicas (que darían lugar a las mitocondrias) y células anaeróbicas algunas de estas células eucariontes incorporarían más tarde pequeñas cianobacterias fotosintéticas que darían lugar a los cloroplastos de las actuales células vegetales.
Además el desarrollo de la fotosíntesis produjo la evolución de la biosfera mediante dos mecanismos: por fotolisis espontánea del agua de las capas superiores de la atmósfera primitiva y por fotolisis del agua por fotosíntesis; sus principales pruebas se basan en: la existencia de cianobacterias y los productos de la actividad metabólica (estromatolitos) y diverso datos sedimentológicos que indican la presencia de oxígeno libre desde hace 2500 a 2000 millones de años.
HIPÓTESIS SOBRE EL ORIGEN DE LA VIDA.
Las hipótesis que han surgido a lo largo de la historia con respecto a la explicación del origen de la vida, se pueden englobar en dos corrientes principalmente: Dualismo y fixismo.
DUALISMO
Los seguidores de esta corriente sostienen la idea de que la vida esta formada por dos compuestos que se pueden denominar “cuerpo” y “alma”. Según Platón (428 - 348 a. de C.) y Descartes (1596 - 1650) la vida se compone de dos sustancias: la sustancia psíquica (res cogitans) y la sustancia corporal (res extensa). Aristóteles (384 - 322 a. de C.) y Santo Tomás de Aquino (1225 - 1274) entienden que el alma es el principio vitral del cuerpo: el alma es la “forma” (morfé) del cuerpo que es la “materia” (hyle).
CREACIONISMO: Ideas que apoyan la hipótesis de que todo se origina a partir de la tierra, el agua y el fuego por acción de una fuerza divina (el origen de la vida se produjo porque un principio vital dio vida a lo inerte: Visión literal del Génesis). La vertiente actual defiende que los argumentos destinados a aprobar el origen de la vida a partir de la materia inorgánica son imposibles, que los argumentos destinados a aprobar la evolución violan las leyes establecidas por la física, y que la Tierra es muy joven, por lo que no es posible que hayan tenido lugar ni la evolución abiótica ni la evolución de la vida. Similar al creacionismo original, surge otra corriente llamada VITALISMO, que postula la existencia real de uno o más elementos inmateriales en la constitución de los seres vivos, que ejercen distintos niveles de control sobre las actividades conscientes e inconscientes y poseen diferentes grados de trascendencia y de relación con la divinidad. La postura conocida en biología como vitalismo se inició formalmente a finales del siglo XVII y principios del XVIII, con el nombre de “animismo”, y supone que existe un principio supremo que imparte vida a la materia muerta, participa en la concepción (tanto del lado paterno como del materno) y genera el cuerpo humano.
Algunas ideas que apoyan esta hipótesis son:
Francesco Redi (1674), que tras algunos experimentos concluyó que no existe la generación espontánea, si no que todo fue creado junto a Adán.
Van Leeuwenhock en 1674 inventó el microscopio (muy rudimentario.) Con él, pudo observar unos seres a los que denominó infusorios y que según él, cuando el agua se evaporaba se quedaban en la tierra o bien se quedaban en el aire, y se reactivaban cuando entraban de nuevo en contacto con el agua.
Conde Bufón (s. XVIII): “Los seres vivos se han originado a partir de los infusorios y se fueron desarrollando lentamente”.
Otto Frederik Muller (s. XVIII): “Todos los seres vivos cuando mueren se descomponen y el resultado de esta descomposición son microcélulas que originan los infusorios”.
Doug Shrarp (Teólogo cristiano, s. XX): “Las predicciones basadas en la teoría de la evolución no son un reflejo de la realidad. Si la teoría de la evolución fuese cierta, sería muy difícil clasificar a los organismos, puesto que debería de haber innumerables formas intermedias. El evolucionista tiene una motivación religiosa y no científica, debido a que su dios es el propio hombre, considerando solamente válido el método científico y “censurando” los planteamientos creacionistas aferrándose a una ignorancia pasiva contra el creacionismo, evitando todo este tipo de escritos. Lo único que deben hacer es admitir que no son omniscientes e investigar lo desconocido”.
Alexander Oparín (1973): En la “IV Conferencia Internacional sobre el Origen de la Vida” defiende que este fenómeno no es ocasional, se ajusta en todo a las leyes de la naturaleza. Y Stuart Mill, dice que las leyes de la naturaleza no pueden, por sí mismas, ofrecer una explicación de su propio origen.
John B. Haldane (fisiólogo genetista británico, profesor de la Universidad de Cambridge) afirma que el origen de la vida es imposible sin un Ser inteligente preexistente.
Las ideas que contradicen esta hipótesis son:
El Universo entero se habría formado en muy poco tiempo, incluyendo la Tierra con toda su carga de plantas, animales y seres humano. Es una hipótesis que no puede refutarse y esa es su perdición, ya que una hipótesis se considera científica siempre que exista alguna manera de demostrar que es falsa.
La propia ciencia de la Paleontología no se puede demostrar como válida, pero el registro fósil, podría considerarse un argumento completamente contrario a la hipótesis creacionista.
GENERACIÓN ESPONTÁNEA: Hipótesis que establece el origen de la materia viva en la materia no viva. Los argumentos que apoyan esta idea son los de Empédocles de Agrigento (s. V a. de C.) Según su hipótesis de la tierra salían partes del cuerpo, que partían de la materia inanimada surgiendo luego materia orgánica, torsos sin cabeza, cabezas extremidades, todos de formas diferentes. Estas formas iban vagando por la tierra hasta que se juntaban. A veces, se juntaban partes que no se correspondían, dando lugar a monstruos, que eran eliminados por la naturaleza y únicamente quedaban vivas las partes correctas. (Esta idea es ridícula en nuestros días.) R. A. Ferchault de Reaumur (1683 - 1757) intentó rechazar esta idea, sugiriendo que los microorganismos proceden del aire. Lazaro Spallanzani (1729 - 1799) mediante algunos experimentos con materia orgánica encerrada en un recipiente al vacío demostró la invalidez de la idea de la generación espontánea. Louis Pasteur (1822 - 1895) con otros experimentos utilizando botellas abiertas de cuello alargado para que se intercambiaran gases, donde se suponía que los microorganismos quedarían en dicho cuello, pero corroboró la inexistencia de la generación espontánea. Sus defensores alegan que Spallanzani no obtenía microorganismos en sus experimentos porque les había quitado el aire, estos sí se formaban pero sin aire no sobrevivían. Y en contra del experimento de Pasteur sugieren que la generación espontánea tardaría millones de años en desaparecer.
Estas hipótesis establecen la realización de un fin concreto y admiten un origen de la vida azaroso.
FIXISMO
Es aquella corriente que defiende que los individuos de una misma especie sólo producen individuos de esa especie. Es decir, que cada especie se originó adquiriendo las mismas características que posee actualmente. Esta idea engloba la hipótesis materialista.
MATERIALISMO: En sentido general, es la doctrina filosófica que considera lo material como la única realidad constitutiva del mundo real. Establece que los seres vivos se originan a partir de la tierra, el agua y el fuego, es decir, surgen de sustancias inanimadas. Pero cae en el error de admitir el azar como mecanismo de paso de la materia inorgánica a la orgánica. Ofrece un enfoque experimental del problema. Se diferencian dos corrientes: el materialismo mecanicista y el materialismo dialéctico.
MATERIALISMO MECANICISTA
Establece una relación entre la causa y el efecto, de manera que defiende que no existen diferencias entre los organismos y la materia inerte. Los organismos son combinaciones muy complejas de moléculas y átomos, surge una sustancia especial que da la vida (de manera azarosa) y esta se multiplica. Uno de sus seguidores fue Pedro Simón Laplace (1749 - 1827).
MATERIALISMO DIALÉCTICO
Se basa en la idea de que la vida surge como una nueva cualidad. Defiende la tesis de que todo está interconectado y que hay un proceso continuo de cambio en esta interrelación. Los seguidores de esta hipótesis son:
Alexander Oparín y John B. Haldane (1920.) (Es la hipótesis más aceptada.) Según ellos, la atmósfera primitiva carecía de oxígeno, era de carácter reductor. La Tierra estaba caliente, con lo que irradiaba calor, se dilata, aumenta de volumen y de densidad. El calor, las descargas eléctricas y los rayos ultravioletas eran los tres factores que existían en la Tierra. Moléculas sencillas e inorgánicas presentes en la atmósfera, por acción de las fuerzas de energía se rompieron y los radicales que reaccionaban entre sí originaron moléculas nuevas. Durante millones de años, estas moléculas fueron acumulándose llegando a haber una cantidad asombrosa de moléculas orgánicas, dado que no habría oxígeno libre para reaccionar con estas moléculas orgánicas y degradarlas a sustancias simples, como el dióxido de carbono (tal como ocurriría hoy en día), ellas tenderían a persistir. Se acumularían en el mar, porque en la tierra es imposible ya que hay muchas fuerzas y no se acumularían. Dentro del mar pueden reaccionar entre sí. En un momento las moléculas que formaban el `caldo', se combinaron formando unas moléculas capaces de auto replicarse. Posteriormente, las moléculas fueron rodeadas por una envoltura, originando los organismos más primitivos. (Protobiontes.) “Yo no lograba imaginar la aparición repentina de una célula fotosintética a partir de dióxido de carbono, nitrógeno y agua - escribió Oparín -. Por eso, llegué a la conclusión de que primero debieron haber surgido, mediante un proceso no biológico, las sustancias orgánicas de las cuales se formaron, más adelante, los primeros seres vivos, organismos que al principio eran heterótrofos y se alimentaban de las sustancias orgánicas del ambiente”. Experimentos han demostrado que casi cualquier fuente de energía: rayos, radiación ultravioleta o ceniza volcánica caliente, habrían convertido las moléculas que se cree estaban presentes sobre la superficie terrestre, en una variedad de compuestos orgánicos complejos. Por otro lado, en el océano Pacífico, a muchos miles de metros de profundidad, se han descubierto fuentes hidrotermales de agua que brota a una temperatura de 350 °C y está cargada de numerosas sustancias, entre ellas sulfuro de hidrógeno y otros compuestos de azufre. Alrededor de estas fuentes abunda la vida y proliferan unas bacterias quimiosintéticas que extraen su energía de los compuestos azufrados del agua y que, de este modo, reemplazan a los organismos fotosintéticos, que toman la energía de la luz solar (además estas bacterias no pueden vivir en medios con oxígeno.) Las condiciones de vida que reinan en la proximidad de estas fuentes recuerdan bastante a las comunes hace 3500 millones de años. Por eso, algunos investigadores defienden la idea de que la vida surgió en el fondo oceánico, cerca de estas fuentes hidrotermales, y no en la superficie, en las charcas litorales expuestas a la luz solar intensa.
Stanley Miller (1953.) Propuso sintetizar materia orgánica a partir de materia inorgánica. Imitó las condiciones de la atmósfera primitiva (vapor de agua, metano, amoniaco e hidrógeno, simulando tormentas eléctricas mediante dos electrodos de tungsteno y con una bobina Tesla produjo descargas de 6000 voltios) para demostrar que en determinadas condiciones se forman importantes cantidades de compuestos bioquímicos.
Las ideas contrarias a esta hipótesis son:
"Harold Morowitz, físico de la Universidad de Yale, publicó en 1968 el libro “Flowing Biology”. Junto a otros físicos y matemáticos había visto con preocupación la facilidad con que algunos científicos daban por sentado, al estudiar el origen de la vida, que se produjesen acontecimientos tan poco probables. Estos científicos aceptaban tal ocurrencia sin intentar siquiera una investigación rigurosa sobre la probabilidad de que efectivamente sucediera. Morowitz calculó el tiempo necesario para que reacciones químicas aleatorias (=casuales) formaran una simple bacteria. No un organismo completo, no estamos hablando de un ser humano, ni siquiera de una flor, tan sólo una simple bacteria unicelular. Basando sus cálculos en una velocidad bastante optimista de estas reacciones y suponiendo que todas las casualidades se van a dar, concluyó que el tiempo para formar una bacteria excedía no solamente en 4.500 millones de años la edad de la tierra, sino también 15.000 millones de año la edad que la ciencia le atribuye al universo”. (Del libro “Génesis y el Big Bang” del Dr. Gerald Schroeder.)
Se debe tener en cuenta que en los estudios referentes al origen de la vida, la presencia del investigador hace una contribución muy significativa a las conclusiones y condiciones del mismo experimento. Cuando el investigador se propone lograr un objetivo (síntesis de los precursores o polimerización de los precursores) se propone definir un sistema que tenga alguna posibilidad de alcanzar la meta deseada. De esta manera se escogen las condiciones en las cuales los materiales sean apropiados para una tierra prebiótica, dándole a los resultados un aire de credibilidad. Las condiciones restantes son cuidadosamente manipuladas para alcanzar el objetivo deseado.
En cuanto a los compuestos prebióticos, se debe tener en cuenta que todos los compuestos de carbono que poseen cuatro grupos diferentes enlazados crean un centro de simetría. Esto permite que exista una molécula hermana formada por los mismos grupos con una configuración de imagen de espejo. Los dos compuestos formados presentan propiedades químicas idénticas y generalmente pueden ser separados de su imagen hermana gemela óptica usando filtros de sistemas biológicos. Estos esteroisómeros presentan una dificultad para los investigadores del origen de la vida. En los sistemas vivos, solo uno de los dos esteroisómeros es utilizado. Para los aminoácidos la forma utilizada es siempre la forma l, para los azúcares la forma es d. Por eso, cuando las moléculas son sintetizadas en el laboratorio en las condiciones que se creen que habrían existidos en la tierra primitiva, ambos isómeros son formados en cantidades iguales. ¿Cómo entonces se puede explicar la predilección de escoger uno solo de los dos isómeros cuando las propiedades son idénticas para todos?
Y, en último lugar, aunque se logre sintetizar vida en condiciones de laboratorio, será imposible saber si en aquel entonces, hace 4000 millones de años aproximadamente, las cosas ocurrieron realmente de esa manera.
Por último, una corriente completamente ajena al dualismo y al fixismo es la PANSPERMIA (del griego: “mezcla de semillas de todas las especies”): Se define como la doctrina que sostiene hallarse difundidos por todas partes gérmenes de seres organizados que no se desarrollan hasta encontrar circunstancias favorables para ello. Se cree que dichos gérmenes pueden viajar a través del espacio para desarrollarse al caer en un planeta con condiciones favorables. Se basa en la pluralidad de los mundos y supone una existencia eterna de la vida. Según Fred Hoyle y N. Chandra Wickramasinghe (1940), la vida surgió en una bola de nieve. La materia en forma de nubes de polvo que vagaban por nuestra galaxia, fue recogida por un cometa, que luego estalló al entrar en contacto con la atmósfera terrestre y sembró el planeta, hasta entonces muerto. La cola de un cometa está compuesta por gas y polvo, pero su cabeza contiene partículas de agua nieve que permite la nutrición de las bacterias que lleva. Estas infectaron la Tierra en forma de esporas bacterianas.
Los argumentos que apoyan esta hipótesis son:
Hoyle afirma: “La formación de una célula viva a partir de una sopa química inanimada es tan probable como el ensamblado de un 747 por un torbellino que pasa a través de un depósito de chatarra”. “Yo me baso en las observaciones y la conclusión encaja con las observaciones, entonces es la mejor teoría que tenemos”.
George Wald: Analizó la posibilidad de que el primer organismo se realizara al azar por reacciones químicas (Oparín), partiendo de que un hecho improbable se convierte en probable si el tiempo es suficientemente largo para permitir un gran número de ensayos. Pero, la probabilidad de formar incluso un subconjunto de los compuestos que forman una bacteria es demasiado baja.
Jeremy Bailey, en un trabajo publicado en la revista Science, afirma: “lo más probable es que la vida haya tenido un origen extraterrestre”.
Según un reportaje publicado por la revista Science en Febrero de 1999, los investigadores del Centro Ames de Investigación de la NASA y de la Universidad de Standford en California, estaban trabajando para comprobar la teoría según la cual los materiales orgánicos primitivos se encontraban en meteoritos que, eventualmente dieron lugar a formas más complejas de vida en la Tierra. El experimento se centró en hidrocarbonos policíclicos aromáticos (PAH) que han sido identificados como las moléculas orgánicas más abundantes del universo. Se congelaron y bombardearon con luz ultravioleta moléculas de PAH encapsuladas en hielo, tal y como se cree que existen en el espacio. Los resultados mostraron la creación de componentes orgánicos básicos que fueron llamados los “bloques de construcción” para el desarrollo de la vida. Estos incluyeron cetonas aromáticas, alcoholes y éteres. Los científicos propusieron que los compuestos químicos esenciales para la vida, tales como los aminoácidos, pudieron surgir de esos “bloques de construcción” y la vida pudo entonces evolucionar.
Parecen existir evidencias de antiguos impactos de cometas y asteroides contra los planetas y sus lunas, y gran parte del agua que forman los océanos es de origen cometario. Se sabe que la Tierra recibe unas 100 toneladas diarias de material de origen extraterrestre que cae en forma de fino polvo. Y se asegura que el hierro que posee nuestra hemoglobina no es de origen terrestre, si no que se formó en el interior de una estrella precursora del sol. Se sabe que en las densas nubes interestelares existen, entre otros, carbohidratos similares a la Ribosa, azúcar fundamental para la vida en la Tierra.
Las ideas que contradicen esta hipótesis son:
La panspermia explicaría la sorprendente universalidad del código genético de la vida en la Tierra: simplemente toda la vida procedería del mismo ancestro. La posible existencia de vida en Marte hace 3600 millones de años, como han propuesto científicos de la NASA, hace suponer que el sistema solar estuvo sometido a un fuerte bombardeo de meteoritos provenientes de lugares de la galaxia, lo cual es altamente improbable.
No hay pruebas científicas, sólo los débiles testimonios de los creyentes en ovnis.
CONCLUSIONES.
Por todo lo expuesto, es notable la complejidad del estudio de un fenómeno único como es el del origen de la vida. Empezando porque engloba materias tan distintas como la filosofía, la astrofísica, la biología, la religión, la teología, la astronomía, la genética, la matemática, etc. Y se puede abordar desde tantos puntos diferentes de vista que parece imposible hoy día llegar a conclusiones concretas.
Un problema añadido, para mí el más importante, es el carácter único e irrepetible de los fenómenos históricos; siendo el origen de la vida uno más. No hay método que permita averiguar en qué condiciones, cómo, cuándo y dónde se produjo, lo que otorgaría un punto de partida para la investigación del suceso. La Paleontología, Geología y otras ciencias pueden dar algunos datos aproximados a las preguntas anteriores, pero ni siquiera estos datos pueden ser demostrados.
En la actualidad la hipótesis más aceptada es la propuesta por Oparín y Haldane, pero los mismos autores no niegan una cierta necesidad de creacionismo que respalde el origen del materialismo.
Aún restan muchas incógnitas que despejar a partir de lo poco que se sabe sobre el acontecimiento del origen de la vida, comenzando por dónde tuvo lugar, el origen de ese lugar y así un largo etcétera que se sumerge en terrenos demasiado desconocidos.
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