Música


Música celta


MÚSICA CELTA

INTRODUCCIÓN

Datar la antigüedad de los Celtas se hace un poco difícil, ya que su origen podría variar en unos 5,000 años, algo que puede extrañar hoy en día, cómo una civilización o una cultura pueda perdurar tanto, pero hay que situarse en el espacio y en el tiempo en que estas tribus vivían,

Los Celtas vinieron del Centro de Europa, probablemente empujados por los pueblos germánicos del este europeo, eran principalmente guerreros y dedicados al pastoreo y se fueron distribuyendo por todo el occidente europeo, se asentaron desde las islas británicas hasta la península Ibérica.

Fueron por tanto la cultura dominante en toda la Europa central y occidental hasta que se encontraron con Roma, que a la larga sería la causante de la casi total desaparición de esta cultura, el inicio del ocaso de los celtas tuvo lugar en una gran batalla que se desarrolló en el norte de Italia entre un poderoso ejercito de Celtas de la Galia frente a dos ejércitos romanos, a partir de entonces la zona de influencia de este pueblo fue reduciéndose paulatinamente, hasta quedar al final solo reducida a Irlanda , Escocia y País de Gales, aunque en algunos otros territorios que fueron romanizados la cultura Celta siguió perdurando, como por ejemplo en el Noroeste de Francia y España.

El pueblo Celta contribuyó a formar poblacionalmente a Europa pues se asentaban en zonas despobladas en las que la población autóctona era casi inexistente, solían preferir las zonas de pastos ya que eran eminentemente pastores, y construían sus fortificaciones denominadas Castros en zonas preferentemente altas para su mejor defensa.

Eran buenos guerreros, y sus principales actividades eran la caza, y la preparación para la guerra, además era un pueblo que tenía un gran interés en la técnica y habían logrado por su cuenta avances técnicos que luego fueron copiados por otras culturas como por ejemplo los romanos.

Poseían una religión politeísta, algunos de sus dioses eran Dagda, Lug, Tutatis y Belenos entre otros, en su sociedad existía un druida que era una especie de mago-sacerdote y que se supone sabían de memoria recetas de pociones que usaban con fines curativos-mágicos, estas recetas se las pasaban mediante tradición oral y nunca escrita, pues los druidas aunque se cree que conocían el alfabeto griego nunca las dejaban escritas por miedo a que cayeran en malas manos, además actuaban como jueces en conflictos dentro de las tribus, otro de los objetivos de los druidas era convencer a los guerreros de que el alma era inmortal, esto hacía que en las batallas lucharan sin miedo a morir pues pensaban que nada más fallecer su alma se reencarnaba en un nuevo cuerpo.

Al final solamente en Irlanda, Escocia, Gales e Isla de Man se conservó la cultura celta intacta evolucionando hasta fechas posteriores en las que otras culturas influyeron sobre ellos, en el caso de Irlanda no fue hasta casi el siglo VIII en que los vikingos se establecieron en algunas zonas de Eire.

LA CULTURA CELTA ACTUAL Y SU MÚSICA

En la actualidad existe un tipo de música denominado Celta por provenir de aquellas zonas en las que o bien no fueron romanizados o a pesar de serlo siguieron manteniendo su cultura celta.

A través de las leyendas podemos rastrear el Arpa Céltica cientos de años, pero una de las representaciones más tempranas es la de una cruz escocesa del siglo VIII.

En lo que respecta a España, es difícil precisar a ciencia cierta la existencia de una tradición musical dedicada al Arpa Celta, algo tan complejo de rastrear como los patrones célticos en las melodías gallegas y asturianas que tanta influencia externa han recibido. De todas maneras, lo que sí sabemos, es que los Celtas aún conservan a los hijos de sus hijos afincados en Cantabria y Galicia, como así también las leyendas irlandesas al bardo gallego Amergín y a su arpa; figura tan emparentada a la leyenda de Breogan. Por de pronto, ciertas figuras habrían de enrolarse para despertar al folk celta contemporáneo rasgando las cuerdas del arpa celta.

Muy pocos dirían hace tan solo unos años que esta música pudiese alcanzar los sitios de popularidad a la que ha llegado últimamente. Artistas como Carlos Nuñez o The Chieftains, y películas como Braveheart o Rob Roy lo han hecho posible. No obstante, la música celta siempre ha sido parte fundamental de culturas tan cercanas a cualquiera de nosotros como lo es la gallega; significa muchísimo, más que un mero entretenimiento o algo que escuchar diferente a lo que se nos intenta hacer tragar en la mayoría de programas de radio y televisión. La música celta es, sin duda, algo mágico, algo que te hace hervir la sangre, te transporta a lugares maravillosos y que te enseña el mundo de manera diferente, y hace que te des cuenta de que aún existen auténticas delicias.

Desde los tiempos en que surgían las Ordenes Bárdicas en Gran Bretaña e Irlanda, el alma celta ha encontrado su verdadera expresión en la música. En el ecoar de las antiguas gaitas, la magia sonora del arpa gaélica y sugestivas baladas, yace el corazón de la tradición celta, su espíritu y sueños. La música, arte que nos llega directo a los sentidos se carga de una energía especial cuando fluye de los instrumentos empleados por éstos pueblos. Podemos afirmar que no es requisito primario ser descendiente celta para percibir estas sensaciones, solo se debe estar dispuesto a vibrar con éste genero musical cuyas raíces han derivado en varios estilos modernos desarrollados por los celtas en diáspora. Reconocen su influencia el Bluegrass, el Folk Progresivo, el Celto New Age, el Funky Fling, el Folk Rock, o el reciente Afro Celt.

REFLEXIÓN:

Me gustaría formular la siguiente pregunta para explicar algunos puntos de está extraordinaria cultura:

¿Quién alguna vez predispuesto a lo profundamente espiritual, melancólico, o misterioso, no ha asociado el son de una gaita a la figura enigmática de un Highlander vagando por las Tierras Altas de Escocia al amanecer? Un hechizo ancestral se encuentra entrelazado en sus melodías cual encantamiento que nos sumerge en los espirales celtas de danzas tradicionales o en la melancolía de una canción que desgarra lo trágico de historias vividas por un pueblo singular. Existe la creencia que el término 'céltico' conlleva la noción de 'misticismo' y la particular relación difundida por la movida musical 'New Age' con lo céltico ha desatado una discusión acerca de un género 'celto-new age' o los vagos 'folk music' o 'world music', los cuales simplemente reconocen influencia de estas corrientes migratorias.

Los celtas conservan aún hoy danzas de movimiento circular con un líder como eje quien canta interrogando desde el centro y los danzarines respondiendo en derredor. Un grabado rupestre (800 AC) cerca de Cogul en Cataluña, describe a mujeres danzando alrededor a una figura central masculina. Los antiguos celtas mensuraban su cosmogonía en espirales, en ruedas, el movimiento de las estrellas, el naciente y el ocaso del sol y la luna. Estas concepciones reflejadas en los nudos celtas que pueblan rocas, libros miniados y joyas, simbolizan la creación y el girar de las estrellas en el cielo. El 'triskell', símbolo de tres puntas de giro positivo, constituye la representación del sol y el ciclo de la vida. Coincide con la creencia en la reconciliación de tres entidades independientes que implican el descubrimiento del punto en el cual coinciden, dominio de héroes.

Es posible visualizar una tradición mágica basada en las creencias y rituales de los chamanes, la tradición mística de la Unidad, enraizada en la filosofía espiritual de la europa pre-cristiana: la existencia de un culto reverencial de la madre tierra, la creencia en una fuerza vital omnipotente que es parte de la materia viva del Universo, el rol del hombre como guardián de la vida existente sobre la Tierra.

Las estaciones cambian y retornan cada año cual puntos trazados en una rueda gigante y las estrellas ruedan por encima de nuestro pasar terreno tomando como eje la estrella polar.

Algunos clanes pensaban que en ella podía hallarse la Tierra de la Juventud (algo parecido al Paraíso Cristiano) y el movimiento aparente de las estrellas en derredor formaban un sendero espiralado por el cual las almas ascendían en la Otra Vida. Espirales continuos de giro positivo sin principio ni fin aparente sugieren que un ciclo está siempre comenzando cuando otro culmina. Su continuo movimiento expansivo simboliza la evolución constante de la sabiduría y el conocimiento.

Muchas danzas celtas son circulares y algunas como el 'reel' giran en sentido contrario a las agujas del reloj, algo considerado como herético por la entonces reina Isabel de Inglaterra, quien irónicamente danzaba en su corte al son de alguna giga celta, inmersa en una sociedad que no concebía un calendario de trece meses.

Estela funeraria celta con inscripciones rúnicas.

La música ha ido evolucionando en esta concepción particular del entorno, girando con cada ciclo anual de trece meses y trece lunas, cada mes con su propia deidad y alfabeto arbóreo. Cabe destacar al respecto que es particularmente difícil encontrar una melodía celta que tenga un rango mayor a trece notas.

Estos antiguos sistemas calendarios, basados en los ritmos naturales de los astros, han permitido al pueblo celta vivir en armonía con el pulso de la naturaleza. Cada cambio estacional es festejado por un Festival de Fuego de tres días: anterior, en el transcurso, y al inicio de la estación considerada. El tiempo se mide por sus noches y no por sus días, dividiendo así el mes calendario en una mitad brillante y una mitad oscura. La alternancia del día y la noche, la luz y la oscuridad, manifiesta una dualidad fundamental, ya que la muerte de la noche es interpretada como más cercana al Otro Mundo que la luz del día. Una persona que nace de noche posee la facultad de tomar contacto con almas en pena y seres feéricos. Muchos de ellos no desarrollan actividades nocturnas por temor a reconocer a familiares y amigos. Las antiguas creencias dicen que no se debe silbar en las afueras de las casas ni llamar a los niños por su nombre.

Muchas melodías, canciones, y leyendas e incluso largometrajes hacen referencia a la gente diminuta, hadas, y personajes míticos del mundo feérico. Cabe destacar al respecto que para el celta el mundo es un lugar impredecible y mágico, regido por fuerzas invisibles y sobrenaturales. Cada roca, árbol y río, tiene sus espíritus y una fuerza de voluntad asociada a él. Altamente supersticioso es bastante cuidadoso con su entorno, ya que teme perturbar a éstas fuerzas naturales e incluso ser capturados por estos descendientes de antiguas deidades.

Los dólmenes y menhires - mudos testimonios del paso de anteriores culturas- cuando no trascienden un rol funerario, son considerados como observatorios astrales localizados sobre líneas electromagnéticas subterráneas y por eso llamados 'fuentes ciegas' que forman espirales, arcos y patrones gemelos muy característicos del grabado celta.

Los lugares 'en el límite' forman también parte de la mágica cosmogonía celta. Este pueblo considerado bárbaro por los romanos y paganos por el cristianismo moderno, ha vivido fascinado por lugares como costas, vados, o umbrales; sitios que no están ni de un lado ni del otro, pasando a ser sitios de poder. La orilla no es siquiera tierra ni tampoco mar, aún así es la conjunción de ambos elementos, considerando a la tierra como representativa de nuestro mundo sólido y material, y al mar como representativo del mundo espiritual. Otro elemento ritual que no puede faltar es el 'rocío', valorado por su virtud de prolongar la belleza de aquellas doncellas que se bañan en él al amanecer (ni de día ni de noche), sin duda no es ni agua de lluvia ni de río, ni agua de mar ni de pozo. No aparece ni desde el cielo ni desde la tierra. De la misma manera el ya citado 'muérdago', planta parásita que no es ni arbusto ni árbol, y más aún ni siquiera crece desde la tierra. Los 'laberintos' son también considerados sitios de poder y como senderos por donde transitan las almas al Otro Mundo.

Transitar por ellos no conduce a ningún lado en particular pero al hacerlo siempre existe la probabilidad de arribar a la meta deseada. En verdad, los aventureros que encontramos en las leyendas de 'viajes' llegan a destino justamente

Los Festivales de Fuego en la espiral celta eran días mágicos y poderosos en que los shamanes y druidas predecían el futuro. Esta actitud visionaria del druida (concejal de reyes y jefes de clan, juez y maestro, filósofo y astrónomo, oficiante del ritual ceremonial) acompañada a la versificación del bardo han perdurado en el 'Aisling', piezas musicales temáticas propias de la música programática que acompañaron los extensos poemas bárdicos en una sociedad en la que la palabra escrita no existía por conveniencia, sólo la memoria permitió así que perduren los rituales y creencias testimoniados en historias de personajes como Taliesin, Finn McCumhaill y Amerghin, donde la capacidad shamanica de la transmutación les permitió ser parte de muchas realidades y existencias. Las leyendas ancestrales han perdurado a través de los narradores por tradición oral y fue de éstas fuentes que los monjes del S. VII de nuestra era asumieron la tarea de reconstruirlos bajo el tamiz cristiano en sagas donde las deidades muchas veces pasan por mortales, lo real y lo irreal se mezclan de tal forma que nos sumergen en un mundo mágico. Es propio de las culturas antiguas el carácter oral de su tradición, lo que asegura una permanencia y fidelidad de la memoria mucho mayor que la escrita. El canto es por añadidura la forma privilegiada de asegurar aquella. Es la 'memoria colectiva' que trasciende el ámbito territorial y penetra en la tradición común de los pueblos celtas hasta el confín de los tiempos. La única escritura desarrollada es conocida bajo el nombre de 'Ogham'. Utilizada por los vates druidas consta de 22 letras en varas de madera de tejo para la adivinación y perfiles de roca para la señalización. El alfabeto (emparentado con el rúnico) estaba dividido en cinco grupos que representaban los dedos de la mano.

ALGUNOS GRUPOS Y VOCES

Sean ó Riada fue el impulsor de la renovación céltica allá por comienzos de los 60. Ó Riada era compositor (además tocaba el clavicordio), y se interesó mucho en investigar la cultura musical común de Irlanda, Escocia y Bretaña, introduciendo muchos de estos elementos e instrumentos celtas dentro de una agrupación de corte predominantemente clásico, la Ceoltóirí Chualann. La música irlandesa siempre había tenido grandes solistas, grandes individualidades, pero con Ó Riada se iba a propiciar la aparición de muchas y brillantes agrupaciones instrumentales y vocales. Ó Riada murió en 1971, pero de las cenizas de su grupo salió lo que sería el núcleo de los Chieftains; entre otros músicos el gran gaitero Paddy Moloney.

The Chieftains introdujeron un sonido fresco y vigoroso, constando la agrupación típica de gaita, dos violines, flauta, bodhrán y arpa. Su participación en la banda sonora de John Williams para "Barry Lyndon" (1975, de Stanley Kubrick) fue posiblemente uno de los hitos del éxito que abrió el camino para alentar e inspirar a toda una generación de músicos que llega hasta nuestros días.

De Planxty y la Bothy Band saldrían las principales figuras que todos hoy conocemos

Así, mientras la revolución del rock hacía estragos (en Irlanda y fuera), la música céltica estaba también resurgiendo y tomando fuerza. El dinamismo del rock también se fundió directamente con las raíces celtas en lo que fueron los dos grandes grupos de ese momento: Planxty y la Bothy Band.

Donnal Lunny junto a Christy Moore fueron los fundadores de Planxty. Lunny, además de tocar el buzuki y el bodhrán, se caracterizó desde el comienzo por sus bellísimos arreglos de piezas tradicionales y su tremenda curiosidad y afán de renovación. Uno de sus más interesantes proyectos, ya en 1981 fue Moving Hearts, un grupo en el que también estuvo Christy Moore al principio (luego seguiría una muy aclamada carrera en solitario como cantante y guitarrista). Moving Hearts ha sido definido como "un hito en su uso pionero de los idiomas del jazz y del rock para repensar los fundamentos armónicos y rítmicos de la música irlandesa". Un grupo tan grande (dos gaitas, saxo, bajo, guitarra, bouzuki eléctrico, batería y percusiones) no era fácil de mantener, así pues en 1984 se disolvió . Desde entonces Lunny ha seguido desempeñando un papel importante en la música celta y sobre todo en labores de producción, contribuyendo a que grupos como Altan o Capercaillie sean lo grandes que son.

Lyan O'Flynn el maestro de la gaita irlandesa

Donal Lunny ha desempeñado un papel importante en la música celta de los últimos años, sobre todo en labores de producción

Precisamente de Planxty y Moving Hearts surgen las figuras de dos de los gaiteros más conocidos en estos momentos: Liam O'Flynn y Davy Spillane respectivamente. Spillane además de la gaita toca las flautas tradicionales, y a lo largo de sus discos profundiza cada vez más en ese trabajo de renovación y acercamiento a lo electrónico ya comenzado en Moving Hearts. Por otro lado O'Flynn ha llevado la gaita irlandesa, sobre todo de la mano del compositor Shaun Davey, a introducirse en campos tan impensables como las obras orquestales ("The Brendan Voyage" o "The Relief of Derry Simphony") o hasta una ópera.

También estuvo en Planxty por dos años el compositor de "Riverdance", Bill Whelan. Como productor y arreglista Whelan trabajó con grupos y artistas tan variopintos como U2, Paul Brady, Kate Bush o Van Morrison. Sus composiciones orquestales como la propia "Riverdance", o la "Seville Suite" son de lo mejorcito que ha dado a conocer la música irlandesa en los últimos años.

El cantante y guitarrista Andy Irvine y el también guitarrista Arty McGlynn (faltaría más, también son ex-Planxty) irían luego a recalar juntos en Patrick Street. Andy Irvine ha trabajado después con gente como Spillane o Bill Whelan, mientras que Arty McGlynn ha trabajado de productor de nuevos grupos como Four Men and a Dog, uno de los que más están de moda en Irlanda ahora, y también en el último disco y gira de Liam O'Flynn. Casi todos los miembros de Planxty, como se puede ver, han alcanzado status de leyendas vivas de la música irlandesa, incluyendo al cantante y guitarrista Paul Brady y quizás en menor medida al músico Johnny Moynihan (buzuki). Planxty se mantuvo, después de una ruptura y su consiguiente reunión, más o menos desde 1972 hasta mediados de los 80.

En cuanto a Kevin Burke, luego pasaría a fundar Patrick Street con Andy Irvine, Arty McGlynn y Jackie Daly, y más recientemente un grupo llamado Open House. Otro violinista de renombre que pasó por la Bothy Band fue Tommy Peoples.

Y el único hombre que fue común a los tres primeros "super grupos" irlandeses fue el flautista Matt Molloy, que estuvo en Chieftains, Planxty y Bothy Band, y que luego seguiría por su cuenta, colaborando con él en sus discos muchos músicos de los que llevamos citados.

Los hermanos ó Domhnaill, Mícheál y Tríona, pasaron por Skara Brae, Bothy Band y Relativity antes de recalar en Nightnoise

Jackie Daly, acordeonista en Patrick Street, nos lleva hasta otro grupo clave, De Dannan, en el cual llegaron a coincidir tres grandes voces femeninas que hoy siguen carreras exitosas en solitario: Dolores Keane, Mary Black y Maure O'Connel.

Y hablando de voces, hay que hablar de Clannad, grupo al comienzo muy tradicional que luego se fue acercando más bien al pop, y del cual cabe destacar a dos de sus otrora componentes femeninas: Enya, que lograría aún más éxito con su concepto de música multivocal y electrónica, y la Voz con mayúsculas de Clannad, Mary Brennan.

El percusionista irlandés Tommy Hayes no podría faltar en esta lista, con toda una serie de colaboraciones con Alasdair Fraser, miembros de Nightnoise, y recientemente con Bill Whelan para "Riverdance"

Dentro de lo que podemos llamar la siguiente generación de músicos irlandeses está Altan. Los pilares del conjunto inicialmente fueron la maravillosa y etérea voz de Mairéad Ni Mhaonaigh y el flautista Frankie Kennedy. Desgraciadamente este último murió de cáncer en una clínica de Belfast, con lo que el grupo sufrió un duro golpe.

También hay nuevas y muy interesantes solistas femeninas como Sharon Shannon (tomando el relevo de Máirtín O'Connor al acordeón, pero también tocando el violín), las jóvenes pero virtuosas violinistas Eileen Ivers y Máire Breatnach, la arpista Aine Minogue y la flautista Cormac Breatnach. Las mujeres por lo que parece van a desempeñar un papel fundamental en las siguientes generaciones de instrumentistas de la música céltica.

John Whelan (acordeón), Luka Bloom (hermano de Christy Moore y también cantante y guitarrista) el gaitero/flautista Declan Masterson (pasó por Moving Hearts y Patrick Street, y ha colaborado con Christy Moore, Elmer Bernstein o la Sinfónica de Londres) y el propio Spillane son algunos de los artistas masculinos más jóvenes con los que se está revigorizando la música céltica.

En cuanto a voces, en Irlanda son muy conocidas un grupo de cuatro mujeres que cantan a capella, "The Fallen Angels". También un grupo de jóvenes de ambos sexos forman el grupo Anúna, que realiza muy bellas versiones corales de piezas tradicionales de todo tipo y también de música medieval.

ESCOCIA

Escocia es parte fundamental de todo lo que forma la música Celta.

No fue sino hasta los años 70 que se empezó a "investigar la música propia escocesa con verdadero sentido de propósito". Los pioneros en esto fueron, como no, Boys of the Lough, grupo llevado entre otros por el violinista de las islas Shetland Aly Bain y que ha subsistido (no sin cambios) hasta los 90.

Los pioneros en Escocia fueron Boys of the Lough, de la mano del violinista Aly Bain

Uno de los que pasó brevemente por Boys of the Lough fue Dick Gaughan, guitarrista y cantante que también se incluiría en Five Hand Reel, uno de los grandes grupos del folk-rock escocés.

Las cosas empezaron a tomar rumbos insospechados cuando en 1978 Runrig sacó su primer disco, "Play Gaelic". Era uno de los primeros intentos de sacar a la luz canciones originales compuestas en gaélico, si bien Ossian ya lo estaba haciendo al mismo tiempo. Runrig evolucionaría hacia terrenos cercanos al pop-rock, con la electrónica de por medio, y serían acusados de volverse comercialistas. Pero sus esfuerzos contribuyeron mucho sin duda a vencer poco a poco prejuicios y a devolver esplendor a una lengua que durante muchos años estuvo casi muerta, el gaélico.

The Whistlebinkies fue un grupo formado en 1970, aunque no grabó sino hasta siete años después, en el que se conjuntaban clarsach (arpa céltica), gaita y violín. The Incredible String Band, con Mike Heron y el arpista Robin Williamson, acabó derivando excesivamente hacia el rock, con mezclas acústicas un tanto psicodélicas. En ese mismo sentido de cruce de estilos estuvieron Pentangle, con el escocés de Glasgow Bert Jansch a la cabeza, y Jethro Tull, con el flautista Ian Anderson. Quienes sí mantuvieron clara su fuente musical celta a la vez que incorporaron con buen gusto teclados y percusiones electrónicas fueron la Battlefield Band (desde 1976), con músicos destacados como el gaitero Duncan McGillivray.

Tannahill Weavers y Silly Wizard serían los dos grupos que llevaron la iniciativa a comienzos de los 80.

Silly Wizard (desde 1978 a 1986) se sustentó desde el comienzo por el virtuosismo de los hermanos John y Phil Cunningham y la fantástica voz de Andy M. Stewart. Phil Cunningham posiblemente sea el equivalente de Donal Lunny en Escocia. Siempre con arreglos y composiciones geniales, con una clara visión de futuro y renovadora, ha producido a voces femeninas tan importantes como Dolores Keane o Connie Dover y recientemente también al grupo Wolfstone. Tras su etapa en Relativity con su hermano Johnny y los Ó Domhnaill, sacó dos preciosos discos en solitario donde se destaca su versatilidad multiinstrumental y sonora. Aparte del acordeón, del cual es uno de los mejores, toca flautas, guitarras, teclados, piano, etc. Todo un personaje, vamos.

Tannahill Weavers y Silly Wizard fueron los dos grupos que llevaron la iniciativa a comienzos de los 80.

Tannahill Weavers por su parte son todavía hoy uno de los principales grupos celtas de Escocia, liderados por el guitarrista y cantante Roy Gullane. Después de varios años de grabaciones grabaron su primer disco en el 76, titulado "Are ye Sleeping Maggie?" (Alasdair Fraser interpretaría años después la pieza que dio título a ese trabajo). A partir de su segundo trabajo entró a formar parte Alan McLeod con las gaitas escocesas de guerra ("war pipes") y otras gaitas escocesas ("bagpipes"), con lo que el grupo conseguiría un sonido más propio y definitivo.

Y desde finales de los ochenta, dos grupos, Capercaillie y Mouth Music, han llevado la música tradicional escocesa a niveles de belleza y sofisticación nunca antes conocidos.

Capercaillie han contado entre otros con la prodigiosa voz de Karen Matheson y con los hermanos Lunny, Mánus a la guitarra y bouzuki, y Donal en labores de producción. Hasta dónde pueden llegar con su música es algo que sólo el tiempo dirá, si bien no parecen interesados ni en abandonar la tradición, ni en renunciar a experimentar con la tecnología y con nuevos estilos y sonidos, como se ve en su disco "Capercaillie", y en su más reciente "To the Moon".

Mouth Music, originalmente el dúo Martin Swan-Talitha MacKenzie, mezclaron las melodías vocales antiguas para bailar ("mouth music"), precisamente con eso, con ritmos "bailables", percusiones africanas y múltiples elementos electrónicos. Talitha Mackenzie se separaría posteriormente del grupo para seguir en solitario con la actualización del folklore escocés que es lo que más le interesa a ella, mientras Mouth Music, con una nueva vocalista, cada vez está más lejos de cualquier cosa que se pueda llamar tradicional.

Por supuesto, la relación de artistas y grupos no se acaba con Irlanda o Escocia; también se hace música céltica en Bretaña, en Gales, en Inglaterra, en Norteamérica (Canadá y E.U.), Galicia y Asturias.

CONCLUSIONES

Lo que más me llamó la atención y por lo que elegí este tema es el modo de vida de los Celtas en contacto total con la naturaleza me parece fascinante, luego su caracter valiente, leal e indómito que les llevaba a querer mantener su libertad sobre todo, su ardor guerrero, su pasión por las montañas y los bosques, su interés por la técnica, y como no la música celta.

El repaso a la historia y artistas de la céltica parece un culebrón de esos donde empiezas a tirar del hilo, y vas viendo que todo el mundo conoce y/o ha trabajado con casi todos. Es por ello tremendamente interesante.

Acerca de lo de la mujer, se que no es exactamente lo que habías pedido pero me pareció que siendo mujer, y en una escuela de puras niñas lógico hablar de este tema.

Algo que me impresionó fue poder ver la cantidad de grupos que hay de música Celta, nunca pensé que fuera tan extensa la lista de éstos.

BIBLIOGRAFÍA

Internet

http://celt.net/og/anggali.htm

http://teleline.terra.es/personal/thiuda/ani/anillo.htm

http://www.eintec.es/nuevamus

http://www.amazings.com/queestodoesto.html

http://www.el-agora.com/cgi-localbin/entrar.pl

http://www.galicia.com/galicia/cultur8.htm

http://www.geocities.com/SoHo/Suite/4189/celtas.html

http://www.luarnalubre.com/grupo/discos/cobomun.htm

http://www.http2.com/celtica.gz

http://www.matrix.com.ar/almargen/sitio/secciones/celtismo/index.html

Encarta 98 en Inglés

Enciclopedia Sopena, editorial, sopena, edición 1996 ,España

Diccionario enciclopédico Larousse, editorial Larousse, 1998, Mex. D.F.




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Enviado por:Ana Liz
Idioma: castellano
País: España

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