Historia


Mudéjares


HISTORIA, GEOGRAFÍA Y POBLACIÓN MUDÉJAR

El estudio de los mudéjares es irregular según la región pues no es lo mismo su historia en Aragón que en el reino de Granada.

Donde más mudéjares hubieron fue Aragón y Valencia, mientras que el principado de Cataluña y el reino de Mallorca desaparecieron a lo largo del siglo XIII tras la conquista, esto respecto a la Corona de Aragón, mientras que en la Corona de Castilla será el reino de Murcia donde más mudéjares haya habiéndolos en menor medida en Castilla y Andalucía.

El número de mudéjares por fuego oscila entre los 4´5 y los 3´5 dependiendo de la zona, el siglo ( guerras y epidemias) .

La Corona de Aragón

Aragón

Mudéjar es le termino usado por primera vez por Pedro I a fines del siglo XI, hasta entonces se les denomina moros o sarracenos. A pesar de la segregación espacial fueron respetados por la corona y por la iglesia pues se les consideraba como una buena fuente de ingresos al igual que los judíos, incluso sostenían algunas economías locales, por eso se les llamaba “els nostres cofres”, “els servidors de la nostra cambra” o “el nostre patrimoni”. Las razones económicas pesaban sobre las de la religión y tolerancia.

En momentos de exaltación religiosa como paso en el asalto de las juderías de 1391 y el de las cruzadas hicieron que los monarcas tuvieran que proteger a los mudéjares, es así como ocurrió en diversos momentos de la cruzada de 1398 o también en el caso del exaltador de Burbáguena y Daroca.

La guerra de Castilla de los años 50 y 70 del siglo XIV despoblaron muchas aljamas del reino. En Alagón, el crecimiento fiscal hizo que muchos emigraran a localidades vecinas de señorío donde la fiscalidad al mudéjar era más benigna. El despoblamiento de la aljama de Huesca fue por las epidemias.

En 1495 los mudéjares representaban un 11% del total de la población del reino mientras que en el recuento efectuado en 1610 durante la expulsión los cifraban en un 15´2% de la población del reino.

Cataluña

Afincados en torno al tramo final del Segre y las riberas del Ebro, tras la conquista por Ramón Berenguer IV. Se hizo mediante pactos sobre todo al igual que se hiciera en Toledo o Zaragoza, se les prometió libre desarrollo de su religión, que no serian esclavos, libertad de propiedad, etc... pero pronto eso se olvidaría, sobre todo por los nuevos colonos que les quitaron sus bienes, en virtud de los pactos de Ramón Berenguer IV con los señores a cambio de ayuda para la guerra por territorios. Suprimidas sus elites y la conversión de los territorios en feudos supuso un declive en los mudéjares.

Valencia

Las capitulaciones y cartas otorgadas por Jaime I significaron la supervivencia de las aljamas musulmanas, se les permitió el culto a Islam y su libre enseñanza, se les asignó tierras de pastoreo, se estableció que ningún cristiano pisaría su aljama, se les permitió la libre circulación por los territorios del reino, etc...

Los mudéjares vivían sobre todo en el medio rural ( a partir de los 200 metros a nivel del mar es donde mas concentración de mudéjares había), hasta su definitiva expulsión en el 1609, pues en la reconquista se les quito de los centros urbanos por motivos estratégicos, además, por las cartas otorgadas de Jaime I el medio rural era el mas idóneo para la supervivencia. Aunque hemos hablado de señoríos este fue un fenómeno tardío por lo que Jaime I fue el señor que más vasallos tuvo en un primer momento.

En el reino de Valencia aunque la población mudéjar iba reduciéndose suponía el 30% de la población total.

El proceso de señorialización de los mudéjares valencianos comenzó con Jaime II, desde finales siglo XIII y principios del XIV, al pasar por donación real muchas aljamas rurales a manos de la nobleza, sobre todo las del sur de Valencia y el norte de Alicante. Era corriente que las aljamas pasaran de manos de realengo a señorío y viceversa.

Hubo una huida de mudéjares y sobre todo de grupos dirigentes fuera del reino hacia Granada y el Norte de África que no aceptaron el dominio cristiano. Pronto el trato recibido y el incumplimiento de pactos hicieron un descontento general que se expresó en 1247 en movimientos de insurgentes acaudillados por al-Azraq.

Valencia como reino fue una continua frontera con el reino de Granada, tropas jinetes nazaries penetraron y saquearon Concentaina y talaron la huerta alicantina provocando una fuga de musulmanes a Granada.

Al principio serian mayoría en el reino los mudéjares provocando recelos entre ambos bandos dado las continuas invasiones y saqueos desde Granada que junto a la fuerte demanda de dinero del monarca en su campaña contra Cerdeña provocaba fugas de mudéjares que en algunos casos tenían que volver pidiendo el perdón real por no encontrar las condiciones esperadas en Granada.

Crisis como la de la guerra de la Unión de 1347, la epidemia de peste de 1348 o la guerra de los dos Pedros de 1356-1365 incidieron en la mortandad de la época...

El descenso de la población mudéjar hizo que las cortes aprobaran leyes que prohibieran la fuga a otros países y en especial a “terra de moros” (norte de África y Granada).

Mallorca

No fue importante la población mudéjar comparada con la península. Los musulmanes que no se escaparon al norte de África se quedaron pero con el tiempo se convirtieron en esclavos ya que no existía ni una legislación propia entre ellos ya que no formaron una comunidad islámica solidaria entre ellos, simplemente pagaban impuestos de forma individual. Con el tiempo compraron su libertad pero con la limpieza étnica de Alfonso III en 1287 tras la anexión de Mallorca a la Corona de Aragón muchos musulmanes huyeron y los que quedaron se convirtieron.

La Corona de Castilla

En 1502 al 1608 los mudéjares serian un 0´5% de la población total.

Se divide Castilla en 6 áreas:

Obispados de Burgos, Palencia, Ávila y Segovia

No existen noticias de mudéjares en Galicia, Asturias y reino de León. Castilla es la mas poblada teniendo una población mudéjar similar a la de Murcia.

Osma, Calahorra y Sigüenza

Castilla la Nueva y Extremadura

La conquista de Toledo por Alfonso VI (1085) supone el inicio, Tras las capitulaciones vemos como rápidamente no se empiezan a cumplir y los musulmanes se van para Andalucía y a Cuenca. La presencia de musulmanes aquí es mínima lo cual se explicaría porque la mayoría de la población era mozárabe - cristianos arabizados- y que se convertirían rápidamente.

Andalucía

Se piensa que se despobló de mudéjares sobre todo los que se resistieron pero las capitulaciones de Fernando III nos indican que los mudéjares siguieron trabajando en el campo y fueron una fuente de ingresos, mientras que los cristianos se quedaron el ámbito urbano.

Las sublevaciones y actuaciones militares hicieron que quedaran pequeños enclaves musulmanes, así vemos como en 1345 el arzobispo de Sevilla intenta repoblarla con mudéjares pero no sabemos lo que pasó después porque solo se conserva la cartapuebla.

En 1502 se produjo una conversión masiva para no ser desterrados por los Reyes Católicos.

Murcia

Su situación era la misma que la de Andalucía respecto a las capitulaciones firmadas y al igual solo cambió a partir de la revuelta mudéjar de 1264 y la seguida represión que provocó la huida (legal e ilegal) al reino de Granada ya que estaba fronteriza con él. En 1296-1304 se produjo la ocupación por los ejércitos del rey aragonés Jaime II.

Murcia recibió población mudéjar de Aragón y Valencia por lo que también recibió castigo por los almogávares granadinos por su posición intermedia.

Los mudéjares de Murcia nunca debieron superar el 7-8% del total de la población.

Granada

Mudejarismo granadino (1492-1501), hasta las conversiones forzosas, transformándose en cristianos nuevos o moriscos.

La guerra de Granada (1482-1492), y la conseguida conquista de los Reyes Católicos supuso que los núcleos urbanos se vaciaran de musulmanes y se repoblaran con colonos cristianos.

Las capitulaciones de los Reyes Católicos fueron las tradicionales, pero con el matiz de que la primera parte conquistada (la occidental) las condiciones fueron mas duras pues fueron los musulmanes quienes las pidieron mientras que en la parte este fueron los musulmanes quienes las entregaron para rendirse. Los Reyes Católicos solo cumplieron según les convenía.

Los RRCC se buscaron apoyos entre los dirigentes musulmanes para controlarlos mejor.

Se permitió la salida a los musulmanes primero con libertad y luego a cambio de un impuesto. Este permiso era para quedarse con las viviendas de los moros a un bajo coste al tener estos que venderlas para irse a África, y segundo dado a que la mayoría de los musulmanes no tenían dinero para pagar el tributo para exiliarse solo lo hicieron las clases dirigentes, los que se lo podían permitir, dejando así descabezada esta comunidad, es lo mismo que hizo Jaime I en el reino de Valencia.

Aunque el rigorismo musulmán dice que no hay que permanecer en tierras de infieles muchos de los emigrados a África tuvieron que volver a Granada en el XV por las epidemias y hambre del norte africano.

Las capitulaciones de Granada y la de la Alpujarra fueron bastante generosas.

Navarra

Tras la conquista del territorio en 1119 tan solo quedó población mudéjar en una de las cinco merindades navarras, la de Tudela o Ribera de Ebro, formando comunidades muy pobladas hasta las conversiones de 1517.

MIGRACIONES Y DESPLAZAMIENTOS

El mudéjar presenta una gran movilidad en la Baja Edad Media ya sea por razones familiares, mercantiles, guerras, violencias físicas o ya sea por el deseo de vivir en territorio musulmán.

La Corona de Aragón

Los mudéjares de Aragón y Cataluña vivieron con mas libertad que los de Valencia ya que fueron conquistados antes y el reino de Valencia era limítrofe con Granada y cercana al norte de África por lo que suponían un menor numero comparando con Valencia por lo que no suponían ningún peligro como lo que sucedió con las revueltas mudéjares de principios del XIV.

El mudéjar podía ir libremente por los caminos con algunas restricciones como la de ir solo por caminos reales sino si son cogidos serán hechos cautivos, sobre todo si era en tierras meridionales valencianas.

La fuga de mudéjares al reino de Granada ocasionaba grandes perdidas a los señores de las tierras fronterizas.

Jaime II legisló con duras normas para evitar esas fugas pero poco a poco fueron cayendo en desuso por su rigidez hasta su reimplantación en 1374 por el gobernador de Orihuela lo que ocasionó las quejas de varios señores por lo que tuvo que mediar Pedro el Ceremonioso.

Los viajes y la emigración interior

Inmigración de un señorío a otro por mejoras de condiciones, por lo que el señor perjudicado debía ser pagado con dinero o con otro trabajador.

La limosna es una obligación del Islam por lo que los pedigüeños - en mayoría extranjeros- que eran mayoritariamente esclavos que para lograr su libertad pedían dinero, en Aragón libremente y en Valencia con restricciones dado su proximidad con reinos musulmanes.

Las autoridades valencianas eran favorables al libre tránsito de mudéjares en su territorio menos en momentos de tensiones y conflictos con el reino de Granada pues se temía que muchos de esos pedigüeños que recorrian la frontera entre ambos reinos fueran espías que trabajaban para sus correligionarios por lo que Alfonso IV el Benigno dictó que todos los musulmanes extranjeros, excautivos, que iban recorriendo el reino salieran del mismo en el plazo de 15 días, bajo pena de quedar cautivos del fisco.

Esto se llamó el “acapte” y con el tiempo sus retribuciones fueron percibidas por los señores de los territorios, con extrema dureza en Orihuela.

En cuanto las restricciones mas las sufrían las mujeres ya que estas tienen la capacidad reproductiva como así se ve en el edicto de 1389 de Juan I con la aljama mudéjar de Zaragoza, prohibiendo que las mujeres se casaran fuera de su ciudad, intentando así que la población de dicha aljama no disminuyera.

El traslado de muebles y bienes era complicado en cuanto la ida de un señorío a otro pues como no había legislación alguna en algunos territorios los tránsfugas se quedaban sin nada y en otros no había ningún problema.

El rey tubo que mediar por los abusos de los señores que veían en la huida de los mudéjares una reducción de sus rentas. La Corona siempre estaba en favor de los mudéjares pero a pesar de la intervención del rey los señores impusieron numerosas trabas como era el pago de un tributo para poder marchar, como el tributo solía ser caro solo lo podían pagar los mudéjares más ricos por lo que su ida perjudicaba mas al señor. La mano de obra mudéjar, muy cotizada por todos (señores y realengo), seria supervisada por delegación real ( siempre en defensa de sus intereses) en el baile general que se dedicaba a presionar a los señores.

Los mudéjares huían a la menor presión externa ya sea por parte de la población o por la de los señores. Esa huida ocasionaba perdidas a los señores por lo que estos debían luego concederles perdones.

Muchas localidades intentaban atraer moros especializados en artesanías.

La razón fundamental del desplazamiento de los mudéjares era siempre la de encontrar mejoras económicas y sociales en sus vidas.

Las guerras y epidemias a pesar de las ayudas fiscales reales devastaron numerosas morerías que nunca volverán a ser como antes (Orihuela, Alicante, etc...) y otras si (Valle de Elda o Elche)

A finales del XIV comienzan las presiones para que los mudéjares no vayan de tierras de realengo a las de señorío, a partir 1394 se debe de disponer de un permiso del monarca.

La emigración exterior

La salida a otro país no estaba reglamentada y la cosa variaba según las autoridades locales.

Por el riesgo de que el viaje temporal se convirtiera en una huida se dejaba una fianza voluntaria al principio.

Si viajaban a un país islámico debían volver al cabo de un año y un día sino se les daría como cautivos y se les confiscaría todos sus bienes.

En 1403 se endurecen la leyes en las Cortes de Valencia y solo los mercaderes y excautivos pueden salir del reino con permiso.

Con la Guerra de Granada y sobre todo con la toma de Málaga (1488) y los corsos norteafricanos que azotaba nuestras costas se prohíbe al mudéjar acercarse a estas, prohibición que se mantuvo en el XVI.

Desde 1408 los mudéjares valencianos pueden marcharse de viaje al Norte de África por el plazo de 5 años, más 1 prorrogable a cambio de una fianza que podía variar.

La ciudad de Valencia fue la que más emigrantes tuvo.

La mayoría iban al reino de Granada para quedarse a vivir, en su mayoría era gente pobre que marchaba con su familia al ultimo reducto del Islam pensando en que allí se le ofrecería una vida mejor.

Muchos de los moriscos de Aragón querían conservar sus raíces árabes y por eso marchaban a Almería para aprender a leer y escribir en árabe.

La ida a Granada era para la Corona una fuente de ingresos, así vemos como Pedro el Ceremonioso en 1347 fija un pago de media dobla de oro para el patrón que llevara un moro a Granada.

Los embarques en el puerto de Alicante

Las salidas del reino se hacían por Orihuela y Alicante.

Los mudéjares depositaban una fianza de 20 sueldos por persona, comprometiéndose a regresar. Los viajeros eran de toda clase y condición, pero todos ellos contaban con la licencia de partida de su señor o baile.

En su mayoría eran del reino de Valencia y sobre todo de la morería real de Monforte, bajo gobernación de Orihuela. La mayoría eran mujeres viudas, solas... que seguramente aunque pagaran el “dret del quint” iban a buscar rehacer sus vidas en Granada.

Aún así, predominan los hombres sobre las mujeres.

Las salidas por Orihuela

Era la salida legal de los mudéjares que iban a Granada, solo se cerro su frontera con Murcia durante 1429-30 quizás por la guerra entre Castilla y Aragón.

Otras causas de los desplazamientos mudéjares

La peregrinación a La Meca fue otra. Salían por los puertos valencianos y los catalanes de Tortosa y Barcelona, por donde salían también los mudéjares aragoneses y navarros.

Las guerras siempre generaban movimientos de mudéjares que se refugiaban en territorios próximos.

Granada fue el primer destino de los mudéjares que buscaban una vida mejor pero no fue fácil y muchos regresaron al reino de Valencia previo pago del perdón del rey.

La emigración clandestina debió superar la legal aun a sabiendas que marchándose ilegalmente perdían todos sus bienes en beneficio del rey, como decretó Alfonso I el Batallador en 1129, o en beneficio de un cristiano, según el fuero de Calatayud de 1131.

La Corona de Castilla

Gran desconfianza de los mudéjares sobre todo en el reino de Murcia. A lo que se suma una política de restricción de movimiento a los mudéjares del reino.

Eran los adelantados quienes daban permiso a los mudéjares para desplazarse a reinos vecinos. En ocasiones los señores particulares concedían licencias a viajar a sus mudéjares sobre todo para viajar por razones comerciales, lo que originó protestas de los adelantados por entender que era una injerencia de sus competencias.

En Murcia desde 1420 se prohíbe a los mudéjares transitar por el termino sin ir acompañados por un cristiano so pena de quedar cautivos, excepto para ir a coger leña y esparto.

Inmigración

Mudéjares de Aragón, Castilla, Murcia y Granada al reino de Valencia; o a Murcia los de los reinos de Aragón y Granada. Murcia en 1490 pidió a sus regidores que permitieran que vinieran 5000 mudéjares de Granada, a fin de compensar el descenso de la demografía por causa de la peste. En Castilla hay inmigración política proveniente de Granada. Recordemos los caballeros moriscos que formaban la guardia musulmana de Enrique IV, o los mudéjares portugueses llegados a Castilla tras ser expulsados de Portugal en 1497.

ASPECTOS DE LA SITUACIÓN SOCIAL DE LOS MUDÉJARES

La consideración jurídica

Los mudéjares tenían bases jurídicas, las primeras en las capitulaciones de la conquista cristiana, a los que se añadieron los fueros locales, las costumbres y otras disposiciones reales.

Con Alfonso X los mudéjares conservan sus leyes y costumbres siempre que no ejercieran su religión en público y respetaran la cristiana. Los ataques a los mudéjares y sus bienes eran castigados por la Corona.

Los mudéjares recibían castigos más duros que los cristianos.

Es Fernando IV quien 1305 quien promulgó la “carta foral” que determinó la situación jurídica y social de los mudéjares murcianos. Será Juan II, en sus Ordenamientos de 1408 y 1412 anularon los privilegios de poseer jueces propios, además de otras medidas restrictivas para los mudéjares, como la obligación de diferenciar las vestiduras de cristianos y musulmanes.

El Ordenamiento de Valladolid de 1412 se reitera la separación de cristianos y musulmanes, prohibición de contactos carnales, compartir residencia, ejercer diversas profesiones, etc...

El ejercicio de la ley

El Islam es la religión que está fuertemente ligada con la ley. La ley es la Sunna que se complementa con la shari'a.

El máximo representante era el cadí y el alamín era su subordinado.

La violencia y la delincuencia entre los mudéjares

La violencia de los mudéjares era muy grande ya que su sociedad se regia por la solidaridad agnaticia. Cualquier agresión era vengada por los hijos, hermanos, tíos o primos del agredido, manifestando así su solidaridad del grupo. No era violencia individual sino colectiva, el fracaso de venganza traía el deshonor, y pérdida de prestigio y poder.

En el mundo de la delincuencia lo mas común son las agresiones, peleas y homicidios, estos son los mas comunes que llegaron a la curia real que son los que se han conservado, permaneciendo otros desconocidos que serian juzgados por los cadíes. No faltaron los secuestros, robos de bienes, fraudes y delitos sexuales, tanto entre mudéjares como con cristianas. Estos últimos, eran duramente castigados.

Era normal que los mudéjares muchas veces prefirieran someterse a la ley cristiana que a la coránica que era mucho mas dura. Los homicidios eran castigados con la muerte aunque el rey lo podía conmutar por una fuerte multa pecuniaria. Era habitual los azotes y confiscación de bienes en los delitos graves (relaciones sexuales ilícitas, robo a mano armada...)

LA ALJAMA

Los juicios aunque se jurara antes ante el Corán al final de la Edad Media la aplicación de la ley era totalmente de los cristianos.

Al principio de cada reino las aljamas debían de pedir al rey que les confirmara sus privilegios o que el señor aprobara las decisiones mas importantes tomadas por la aljama, por ejemplo la adopción de créditos o cambios en los impuestos.

LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA

El alamín

Antiguamente subordinados a los “almojarifes”, pero ahora pasaron a ser oficiales de las aljamas, encargados de su administración y subordinados a la administración real o señorial.

Los alamines tenían un sueldo estipulado y poco a poco los señores se fueron apropiaron de su sueldo en especia.

El alamín era el encargado de recaudar los impuestos de la aljama. Defendían los intereses del señor de la aljama y los de la propia aljama. Aplicaban sentencias del baile general, inventariaban y subastaban bienes de deudores para pagar acreedores.

Los adelantats, vells o jurats de la aljama

Son cargos de la aljama encargados de proteger los intereses de la aljama ante terceros o como los señores.

Los adelantados eran los antiguos jeques del gobierno musulmán, su numero en la aljama variaba de 2 a 4 dependiendo de cada región.

Su duración era de un año.

Gobernaban la aljama junto con el alcadí, además de defender los intereses de la aljama. Podían dictar ordenanzas locales, prohibiciones y restricciones a la población musulmana, pudiendo condenarlos a penas civiles (multas o destierros, con permiso del baile local), según la Sunna y sus fueros.

Los consellers o prohombres

Herencia de la época islámica. Es como un consejo de ancianos, de seis a diez hombres. Su función es la de aconsejar. Es un cargo vitalicio, si se muere uno de ellos, el sucesor lo elige el baile. Las aljamas más pequeñas no tendrían consejo.

El “mustaçaf”, çalmedina o zalmedina

En el reino de Navarra era el cargo más importante por detrás del alcadí, ocupándose de asuntos criminales y de seguridad de la aljama.

Los funcionarios auxiliares

Están los “surti” (policías) de carácter represivo en el seno de la comunidad.

Los “colectors” (recaudadores); “peyters” (cobran las pechas); “sisers” (recaudadores de sisas en el mercado); “delmers” (recaudan diezmos de la iglesia); “peatgers” (cobradores de peajes); y demás recaudadores de impuestos señoriales que recaen en la comunidad.

Sequiers”, distribuyen riego y agua, además de resolver pleitos de los regantes. También se ocupan de mantenimiento y arreglos de las acequias.

Torcimanys” eran traductores.

La administración de justicia

Los pactos firmados por los musulmanes con Jaime I que permitió que se conservara la ley islámica.

Los alcadíes

Básico para el funcionamiento de la aljama. Aunque Jaime I prometió que los musulmanes elegirían al cadí, lo cierto es que con el paso del tiempo fue elegido por el rey o por el señor (se dieron casos de elecciones de cristianos). Las funciones del cadí eran muy amplias.

Las aljamas pequeñas no tenían cadí por lo que los pleitos los resolvía el cadí de la aljama más cercana.

En la Corona de Aragón había un cadí general que recibía 200 sueldos como remuneración, además de otros pagos por sus servicios.

Los cargos religiosos

Almuédanos (encargados de oración); “zabazalás” (encargados de la predicación); alfaquíes (predicación en mezquitas y enseñanza del Islam a los niños) elegidos por la comunidad por su conocimiento legal y piedad. Los degolladores sacrifican animales en la pascua, según rito islámico.

Los oficiales cristianos

Diferentes en los reinos de Aragón, Cataluña y Valencia entre las aljamas de realengo y señorío. Máxima autoridad era el baile pudiendo ser nobles o ciudadanos en tiempos Fernando el Católico.

LOS MUDÉJARES Y LA RELIGIÓN

El proselitismo cristiano

Los musulmanes se mantuvieron en apariencia fieles al Islam. Jaime I en 1243 autorizó a franciscanos y dominicos a predicar entre musulmanes y judíos, que debían escucharlos incluso a la fuerza

Los judíos acudían mas que los mudéjares ya que estos últimos tenían el problema de la lengua. Fue inquietante las conversiones forzosas que producían motines y asaltos a las morerías, métodos que no gustaban a la Corona y a la Iglesia por su ortodoxia.

Las relaciones entre mudéjares y sus antiguos correligionarios, era de odio y convivencia.

Por parte cristiana, tampoco parece que eran bien acogidos. Muchos a pesar de convertirse podían perder sus bienes que caían en manos del señor, a pesar de las normas del concilio de Letrán de 1179.

Tampoco se respetaba igualdad fiscal. Aunque era frecuente que con la conversión los reyes perdonasen algún delito cometido durante su anterior etapa musulmana.

La conversión era una ruptura dura que le llevaba al repudio de la comunidad.

La conversión era una manera de huir de un sitio para luego volver al lugar de origen para practicar su antigua religión.

El adoctrinamiento de los conversos, tanto de moros como de judíos, era escasa de ahí que los conversos siguieran practicando su religión anterior saltándose las normas cristianas como el comer carne en cuaresma. El converso fue un individuo aislado, dada su marginación de la sociedad por lo que nunca hubo un “problema converso musulmán”.

Hubo también casos de musulmanes destacados que se convirtieron totalmente e incluso se ordenaron sacerdotes.

Estaban prohibidas las conversiones entre las religiones de judíos y musulmanes, eran duramente castigados.

Los judíos obligados a arrodillarse cuando pasara el santísimo además de no blasfemar.

La legislación de Alfonso X prohibía que se metieran con los conversos. A finales del XV se prohibió las conversiones forzosas.

Se garantizaba a los conversos que conservarían sus bienes, y si estaban mal económicamente se les ayudaba a fin de fomentar las conversiones. El régimen fiscal era similar al de los cristianos y podían ejercer las mismas profesiones.

La practica de la religión

Los conversos querían conservar su religión, dado que el Islam es la unión de lo religioso con lo político. La Iglesia intentó evitar los actos exteriores como la llamada a la oración en las mezquitas, al igual que se dificultó la construcción de nuevas mezquitas.

Las mezquitas

Aunque se firmaron acuerdos de respeto a las mezquitas, pronto comenzaron las confiscaciones y transformaciones de las mezquitas en iglesias, además de expulsar a los musulmanes a las morerías.

La llamada al almuédano a la oración

La Iglesia mediante el papa Clemente V en el Concilio de Vienne prohibió que se llamara a la oración cerca de los cristianos.

Represión contra las peregrinaciones de los musulmanes

Al igual que la llamada a la oración, la peregrinación a las tumbas de santones musulmanes también fue prohibida. Gentes de Aragón, Granada y del Norte de África acudían a estas peregrinaciones.

LA SOCIEDAD MUDÉJAR

Tribalismo y linaje agnaticio son las estructuras fundamentales de la sociedad mudéjar y luego la morisca. Pero hubo cambios con la huida de las elites musulmanas y la introducción de los modelos colonizadores, debilitando los lazos familiares, que se reforzaron otra vez con los matrimonios endogámicos entre primos hermanos.

El matrimonio es la base obligatoria de la familia. El hombre aportaba un porcentaje de sus bienes, además de la poligamia y la separación. Estos temas se tuvieron que aceptar en las capitulaciones pero seguían siendo repudiados.

La mujer es un peón en las negociaciones de las familias ante el cadí. La mujer si era familiar lo que se buscaba era que no saliera de la familia y su capacidad procreadora. Si la mujer era de un matrimonio exogámico se prefería que aportara ella la dote. Una vez casados se celebraba o no la boda según los recursos económicos. No era rara la huida de los novios para forzar el matrimonio, cuando este no era aceptado por las familias. Si el matrimonio no se consuma se produce la separación automática.

A la boda de los mudéjares acudían personas de las otras religiones. A veces el señor les ayudaba económicamente y les hacia regalos. Tanto musulmanes como cristianos tenían que pedir créditos para afrontar la boda.

Habían tres hijos por hogar, siendo de 2 a 1 los hombres respecto con las mujeres. No solía haber mas de tres mujeres por casa y no mas de ocho chicos por casa.

En el s. XV la media era de 4´5 y 5´8 personas por hogar, siendo lo normal dada la alta natalidad tres hijos por casa.

La poligamia al igual que las separaciones son raras encontrarlas.

En las morerías encontramos familias ricas que constituyen oligarquías que se perpetúan en el tiempo al traspasar los oficios de padres a hijos, controlando así cargos locales. No se puede compara las riquezas musulmanas respecto a las cristianas y judías.

El honor es lo principal en la sociedad musulmana.

Si un mudéjar muere sin descendencia sus bienes se reparten entre los parientes, luego se repartía entre el señor / rey y la aljama, y durante la peste de 1348 se permitía el reparto entre familiares.

Riqueza y poder en la aljama

Familias con mucho poder en Valencia como los Bellvís, Ripoll, los Mascor...

Los pleitos en las aljamas eran entre familias, no entre clases. Por la gran fluidez socioeconómica era difícil mantenerse en un estatus social determinado.

La alimentación mudéjar

La carne era un conflicto continuo con los cristianos.

Hasta la expulsión de 1609, la alimentación fue una característica diferenciadora de los musulmanes.

No consumían mucho pescado pero la fruta siempre era presente en la mesa mudéjar.

Como ambas religiones se consideraban entre ellas como infieles no querían tocar la carne cortada por ellos. La mayor diferencia residía en que los musulmanes tenían que tomar la carne totalmente desangrada, además de no comer porcino, ni animales muertos por muerte natural o sacrificada por otro ritual. Tenían 4 tipo de carniceros especializados.

En las localidades mixtas los cristianos intentaban controlar la carne musulmana para beneficiarse fiscalmente.

Los postres realizados con miel extraída de sus paneles. Mantecados, tortas de manteca, mazapanes, turrones, torrijas, almendrados...dieta mediterránea hecha con aceite y trigo.

Alimentos hechos con adobos, guisados, salazones, rellenos y salazones. Especias de cómo la sal, pimienta, comino, anís, canela, vinagre, azafrán...para conservar y ocultar el olor de las carnes poco frescas. Guisos hechos con verduras o frutos secos. Sopas, kuskús, pasta y papillas. Carne se consumía asada, rellena o elaborada en morcillas y albóndigas.

Las relaciones con los cristianos

Hubo una “convivencia” o una “vida conjunta”.

Relaciones sociales en bodas, prostitución, celebraciones sociales, el mercado, mundo laboral e incluso romerías... pero la realidad era que eran rivales por lo que realmente había era una coexistencia más que convivencia.

Los mudéjares apoyaban a sus correligionarios granadinos y beréberes, por lo que eran odiados por los cristianos, los mudéjares también apoyaron militarmente a los granadinos en sus incursiones del sur de Alicante.

La violencia antirreligiosa por parte mudéjar a veces no era solo verbal, pues en Daroca al ver pasar las cruces y la custodia tiraban piedras.

Los cristianos intentaban que los musulmanes no trabajaran los domingos.

Los cristianos acudían a las carnicerías moras y judías a comprar por lo que provocaban quejas de la Iglesia, lo cual eran desoídas por el rey ya que este tenia arrendadas las carnicerías y sacaba beneficios. Pero en 1488 La Inquisición volvió a la carga y amenazó con la excomunión a quien desobedeciera su orden por lo que los señores se quejaron y se concedieron bulas papales.

La introducción de los mudéjares en la vida económica de los cristianos era un hecho, sobre todo en donde los mudéjares eran una minoría.

También era normal la defensa por parte del señor a sus vasallos mudéjares, lo que realmente defendía era su renta feudal.

En localidades mixtas normalmente la convivencia era buena. Además, los mudéjares participaban en las fiestas del lugar con sus cantos y danzas.

Las relaciones con los judíos

Existieron contactos pero cada uno vivía en su espacio: la morería y la judería.

No se llevaban muy bien, a veces desbocaban en violencia, pero el rey se ponía de acuerdo con los mudéjares ya que estos ayudaban militarmente al monarca de vez en cuando.

Los judíos a veces abusaban con sus prestamos a las aljamas arruinándolas, por lo que al rey no le gustaba porque las aljamas eran su patrimonio. El odio de cristianos y judíos los unían contra los judíos manifestándose en violencia contra los hebreos.

En algunos casos los mudéjares se convirtieron en prestamistas de los judíos.

A mediados s. XIII era normal encontrar esclavos musulmanes con dueños judíos, ya que las guerras de reconquista proporcionaban muchos esclavos a los mercados, por lo que la conversión de los moros proporcionaba la libertad de estos, por lo que las conversiones para lograr la libertad se tuvieron que controlar y poner un impuesto a los mudéjares para poder dejar a sus amos.

En general no hubo roces entre las dos comunidades. La mayoría de los contactos venían por las deudas de los moros a los judíos.

Pocas veces se daba lo contrario, era el judío el que debía al moro.

Los contactos eran de intercambio mercantil. A pesar de que los judíos tenían en mala consideración a los mudéjares como se ve en los insultos mas graves que decían a sus correligionarios como “perro, fill de moro”.

EL MARCO FÍSICO: LA MORERÍA

Tras las capitulaciones de los cristianos los moros se marcharon a las morerías donde dispusieron de sus instalaciones. La tendencia normal de los mudéjares era de reagruparse.

La separación de mudéjares y cristianos nunca fue tan estricta que con la de judíos y cristianos.

En Castilla se generaron protestas al confinar los mudéjares a las morerías a fines del XV.

En Andalucía, su conocimiento es escaso, pero fue similar a Castilla.

En el caso valenciano los moros fueron sacados de las ciudades y fortalezas y agrupados en alquerías de llano y los arrabales de extramuros, debiéndose adaptarse al modelo económico feudal, mientras que los cristianos ocupaban sus antiguos lugares de existencia. Tras las revueltas de al-Azraq los reasentamientos mudéjares fueron masivos, pasando a ocupar terrenos marginales, menos productivos, mientras que las mejores tierras de regadío fueron para los cristianos. Las alquerías fueron los principales lugares mudéjares, se convirtieron en recursos fiscales para la Corona, y sobre todo de la nobleza.

En las localidades mixtas las morerías se situaron en extramuros.

Las alquerías más pequeñas agrupan una o dos familias de 4´5-5´8 miembros en s. XV.

Las morerías urbanas estaban separadas del núcleo cristiano por acequias o un barranco.

Los baños y hornos de las morerías, al igual que los “cortijos” o graneros, estaban controlados por los señores.

La reestructuración urbana a veces provocaba que en tiempos de crisis las morerías fueran abandonadas y convertidas en barrios marginales.

El espacio público

La mezquita

Esencial en la vida religiosa musulmana; punto principal en las capitulaciones entre cristianos y musulmanes. Disponían de un minarete donde el almuédano llamaba a la oración. En Valencia no se han conservado apenas, mientras que en Aragón y Granada si gracias a que se transformaron en arquitectura religiosa cristiana.

Las mezquitas se transformaron en iglesias cuando el lugar era ocupado por cristianos, consagrándose muchas veces a Santa María.

El cementerio

Los musulmanes tenían sus cementerios propios. Parece ser que cada familia tenía un espacio propio para su enterramiento.

A veces los viejos cementerios eran objeto de atropellos por parte de los cristianos, los monarcas como Jaime II y Pedro el Ceremonioso prohibió todo tipo de vejaciones a estos lugares.

La carnicería

Sacrificio del animal por el rito musulmán, no se podía comer animales que hubieran coagulado la sangre.

En Lérida el carnicero era elegido por el rey, normalmente el dueño era un cristiano pero dado que no sabría como tratar la carne por el rito musulmán el carnicero sería un musulmán. Los pastos eran conjuntos y aunque existía la prohibición de compartir carnes entre mudéjares y cristianos, era habitual los contactos entre carniceros de ambas religiones. Los cristianos compraban carne a los mudéjares porque era más barata y de mayor calidad, por lo que el rey obligaba a los mudéjares a vende a los cristianos cobrándole una tasa.

Hornos, mercados y alhóndigas

Las morerías disponían de un horno para cocer el pan.

También disponían de un zoco o mercado.

El baño

Herederas de las termas romanas, son las hammam. Estaban en las partes bajas de la ciudad y cerca de las acequias por su necesidad de ríos, también solían estar las mezquitas cerca para purificarse para hacer la oración.

El baño constaba de varias salas con una función determinada. Eran centros de conversación. Los cristianos no le encontraron utilidad y las destruyeron.

Los suelos eran de mármoles o piedras parecidas.

El elemento esencial en el baño es la caldera, con depósito de leña, con el propósito de proporcionar agua caliente.

Su finalidad principal era la religiosa, lavarse para orar. Le sigue la función higiénica. Luego era el punto de encuentro donde se entabla conversación, se celebran fiestas o se contratan matrimonios.

Se diferencian el baño palatino y el baño urbano.

En algunos lugares mudéjares y cristianos o mudéjares y judíos compartieron baños.

La vivienda

La planificación podía correr a cuenta del señor de la alquería o lugar. Técnicas constructivas mudéjares, adaptadas a las directrices cristianas.

En Castellón se encuentran casas de 11´2 m2 con un establo de 3´8 m2, lo que indica que los animales comparten espacio dentro de la casa.

EL TRABAJO Y LA ECONOMÍA DE LOS MUDÉJARES

La agricultura

Principal ocupación de los musulmanes.

La agricultura andalusí se destinó a la alimentación y a la industria, buscando rentabilidad y respeto al ecosistema. Cuidado y aprovechamiento de agua, que en Murcia, Aragón y Valencia entraña un complejo sistema de riegos. El trabajo es mediante aparceros contratados o /y el propietario y su familia. Lo general es que el dueño entregue la tierra a un aparcero a cambio de un tanto de la cosecha, los contratos eran de uno, dos o varios años.

Aragón

Gran numero de mudéjares que proporcionaban grandes rentas a la Corona. Al huir los terratenientes musulmanes durante la conquista se aprovecharon la nobleza laica y las Ordenes Militares y monásticas que buscaron conseguir gran número de mano de obra mudéjar, dócil, muy rentable y barata.

La realidad social del exarico y del vasallo eran muy similares a la servidumbre, con pesadas cargas tributarias.

Cataluña

En Lérida siguen los mudéjares como cultivadores dueños o de arriendo. El arriendo o “establiment” era un contrato de arriendo y compra.

En Lérida era la catedral, las Ordenes Militares del Temple y del Hospital de San Juan de Jerusalén, los principales propietarios, los que suelen conceder a censo a cristianos, judíos y musulmanes.

Valencia

Ante de la conquista los cultivadores eran libres, luego con Jaime I los propietarios de las aljamas rurales pasaron a ser arrendatarios.

También continuaron trabajando los exaricos, campesinos establecidos en una propiedad rural a cambio de una renta o parte de los frutos.

El mudéjar también realizaba trabajos serviles para su señor, la sofra.

La introducción de nuevos cultivos más acordes con la mentalidad cristiana, como el vino, modifico el objeto de los cultivos, muchas veces provocando la negativa de los mudéjares. Estos cultivos producían mas beneficios al señor y, además, eran de mejor conservación.

Los cultivos eran individuales y se garantizaba la supervivencia de la familia, ya que existía una fuerte cohesión y coherencia.. La mayoría de los mudéjares tenían pocas tierras.

La clase media mudéjar estaba en aumento a finales de la Edad Media y principios de los Tiempos Modernos, creando recelos y desconfianzas entre los cristianos, que terminaron por estallar en la guerra de Germanías.

Los cultivos de altura eran nulos en altura y escasos en su periferia, mientras que en la bajura los cultivos se hacían cerca de los ríos y eran más ricos gracias a los complejos sistemas de regadío. Los frutos producidos salían muchas veces para su comercio por el puerto de Alicante.

El mudéjar cobraba en manutención y ropa pero con el tiempo se empezó a pagar en salario porque salía más rentable. Entre 1300-1360 aumento en un 100% y solo un 2% hasta 1420, dado la política estabilizadora de salarios.

El “tornajornal” era el sistema para pagar a los jornaleros, una parte en dinero y otra en especia y servicios.

La Corona de Castilla

Hubo pocos mudéjares dedicados al cultivo. La mayoría se dedicaban a faenas de agua, como acequieros y molineros.

Un golpe duro fue el de las Cortes de Valladolid de 1293, que prohibieron comprar tierras a los cristianos, además de obligarles a vender las suyas en el plazo de un año. El fracaso repoblador en numerosas zonas hizo que en 1336 Alfonso XI accediera a entregar tierras a los mudéjares en igualdad de condiciones que los cristianos.

Granada

El agua era un tema fundamental sobre todo en la parte oriental del reino. Los campesinos se encargaban del mantenimiento de la red de agua.

Las explotaciones son de ámbito familiar pero se pueden encontrar jornaleros con contratos de trabajo.

Navarra

Hábiles hortelanos y fruteros.

La pesca y ganadería

En Valencia y Murcia. Los mudéjares fueron alejados de la costa, solo en localidades como Calpe y Moraira en el s. XV quedaban mudéjares donde superaban en numero a los cristianos, algunos de ellos practicarían la pesca.

En Murcia, en s. XV, el oficio de pescador fue casi exclusivo de los mudéjares, a pesar de los riesgos de la piratería del Mar Menor. Su abastecimiento urbano era muy importante, por lo que el concejo urbano les eximió del pago del cabezaje o les adelantaba soldadas para mantener las barcas, o les abonaba el sueldo anual. El oficio solía pasar de padres a hijos.

Los musulmanes tenían gallinas y paneles en sus casas, objeto de imposiciones especiales por parte de los señores.

El 88% de los mudéjares tenían menos de 100 cabezas de ganando, mientras que solo el 2´5% tenían mas de 500. Entre 5-30% de los mudéjares tenían ganado.

El ganado se dedicaba para consumo familiar y al mercado, siendo el cordero un componente básico en la dieta musulmana, sobre todo en el Ramadán.

El dret del asveig, es el impuesto que pagaba cada musulmán por sus animales de labranza.

Es habitual la compra y venta de animales entre ambas comunidades. Los mudéjares solían encargar a pastores para el cuidado de sus rebaños, que en ocasiones eran objeto de la violencia de los cristianos.

Las actividades artesanas

En Valencia encontramos artesanos del metal; textiles; zapateros; esparteros; torneros; albañiles; broqueleros; alpargateros; etc...

En el resto de las morerías sería igual.

Hubo leyes por parte de los cristianos que intentaban eliminar la competencia que los musulmanes representaban.

Las corporaciones de oficios cristianos tenían un matiz religioso y se oponían a la entrada de infieles. Otras veces era para no rebelar secretos tecnológicos a los mudéjares para que no los pasaran a Granada y al Norte de África, esto era solo era una excusa, lo que realmente se quería era evitar la competencia musulmana, y mantener el monopolio artesanal.

La transformación de los productos agrarios

Era casi de ámbito familiar

Artesanía derivada de los productos

Herbáceos, sobre todo esparto, para realizar todo tipo de cosas como los aparejos de pesca.

El jabón también destaca, sobre todo en Elche.

La artesanía del metal

Toda clase de utensilios y armas (sobre todo ballestas).

En Daroca el monopolio del hierro era de los mudéjares.

En la Rivera de Navarra los mudéjares también tenían el monopolio de la fabricación de todo tipo de utensilios para la guerra, participaron en diversas campañas militares.

La materia prima, el hierro, en Aragón se importaba de Navarra en s. XIV. En Valencia no había casi minas, el mineral procedía del País Vasco por vía marítima.

La alfarería y la cerámica

Trabajo de barro para consumo propio y mercantil. Hornos y factorías para hacer ladrillos orientados a la reparación de viviendas. Importantes fábricas de cerámica de enorme calidad, consumido por reyes y papas, talleres de Mislata, Paterna, Cárcer y Manises.

El trabajo en la morería

En Valencia, su morería, se dedicaba al artesanado. El contrato mas típico es el de aprendizaje. Un chico de unos 14 años ingresa en la casa del artesano para ayudarle, servirle y aprender. El chico se comprometía a no escaparse, sobre todo si era esclavo. A cambio el artesano lo alojaba, cuidaba y mantenía durante el aprendizaje, de 4 a 6 años. El aprendiz cobraba un sueldo equivalente a una pieza de tela.

Las asociaciones se dedicaban a la defensa de los precios y compraban materia prima colectivamente. Además, pagaban enterramientos y ayudaban a las viudas, huérfanos, etc... Eran asociaciones gremiales pero sin tener nada que ver con los cristianos.

La mujer participa también en el trabajo del marido.

La artesanía textil

La manufactura textil era de ámbito domestico, en el que participaban sobre todo mujeres y niños. Era para consumo propio y sus excedentes se los quedaba el señor.

El s. XV en Valencia aumenta el comercio de la seda granadina, además, se asientan inmigrantes genoveses que traen nueva tecnología para elaborar seda. Por lo que el negocio de la seda quedó en manos de cristianos.

En Granada había hojas y maderas para alimentar a los gusanos de seda.

El trabajo en la construcción

Gran oficio mudéjar, destacando el sector de fontanería. En Aragón mucho más que en Castilla. En Murcia casi no hay noticias de albañiles, pero si carpinteros.

Otras artesanías

Industria del papel en Játiva por primera vez en s. XI, después de la conquista de Jaime I se siguió produciendo gracias a los musulmanes.

La Corona rebajó los impuestos del papel para estimular la industria en 1274.

Se producía en molinos de la Corona o en talleres musulmanes. Con la llegada de papel italiano a Valencia se rebajó el precio y la calidad para poder competir pero Pedro el Ceremonioso ordenó a los musulmanes que se volviera al método tradicional.

Pero no se consiguió lo esperado ya que la industria peninsular se quedó obsoleta y hasta el s. XV con la llegada de los genoveses no se rehabilitó de nuevo.

Otra artesanía es el refinado de azúcar en el reino de Granada en su tramo literal (de Motril a Vélez Málaga) .

Las actividades mercantiles

El mercado es el zoco. Hay diferentes tipos de zocos,: el urbano, el rural artesano, el de productos monopolizados por las autoridades( joyas, seda, etc...), también esta el contaminante ( cerámica, cueros, tintes,...), hay vendedores ambulantes, comerciantes extranjeros, etc...

Los mercados se hacen un día a la semana, preferentemente jueves, también el viernes o en fiestas especiales como la del Hábeas (junio) y la de San Marco ( septiembre).

Los fúnduq (alfondecs) musulmanes, son utilizados como fonda, estafeta de correos, almacenes, aduana y centro de diversión. Adquirieron tanta importancia que se convirtieron en una fuente fiscal. Esto trajo que se convirtiera también en taberna y lugar de juego, sobre todo para los cristianos.

El derecho de aduana era muy importante en Elche y Crevillente, suponiendo mayores ingresos que la agricultura, la artesanía u otros monopolios.

Papel importante el de los transportistas como los fluviales de Ebro.

Comercio exterior con el reino nazarí de Granada y el Norte de África en el s. XV, donde los mudéjares jugaron papel importante.

El crédito en las comunidades mudéjares

Desde 1383 los prestamos aumentan en moneda de oro. Era créditos comerciales si superaban las diez libras (200 sueldos) y de consumo a los inferiores.

El crédito se hacia delante del notario, que redactaba un documento, obligándose los deudores con sus bienes y persona.

El sector de los servicios

Mujeres hacían labores de criada para todo, siendo a cambio alojadas, vestidas y percibiendo un sueldo, igual que las cristianas. Tampoco faltaron nodrizas.

Mudéjares como músicos y juglares.

En Murcia otra actividad realizada era la de verdugo o “sache”, ya que este cargo no lo quería ostentar ningún cristiano y los musulmanes eran obligados a hacerlo. Aunque el regente don Fernando prohibió este tipo de practicas muy poco duró la prohibición ya que los alcaldes obligaban a los cautivos moros o se recurría a un esclavo.

El ejercicio de la medicina, ya que hubo una fuga de especialistas a Granada y Norte de África, se aprendía mediante 3 modelos: escuela pública, escuela privada y profesor particular para que el maestro le conceda la licencia (iyaza).

A pesar de la prohibición de la Iglesia, como gozaban de buena fama, fueron contratados por municipios y de modo particular por personajes adinerados cristianos.

En Navarra judíos y mudéjares tuvieron el monopolio.

También hubieron parturientas.

Las relaciones de producción en el marco laboral

No existieron casi corporaciones de oficios entre musulmanes pero si hubo una solidaridad entre ellos.

Si que existe una verdadera gradación laboral, dependiendo de su habilidad. Los maestros constructores y herreros en ocasiones, actuaban como verdaderos empresarios.

El artesano-tendero es típico en la sociedad mudéjar. Las tiendas-talleres son la base de la economía familiar. A veces emigraban a otras ciudades en busca de mejoras fiscales.

LA FISCALIDAD MUDÉJAR

La Corona de Castilla

Reino de Castilla

Entre los impuestos directos para los mudéjares se encuentra el concepto de cabeza de pecho, en tiempos de Enrique III.

En tiempo de Juan I (1388) se encuentra el servicio y medio servicio, se mantuvo hasta 1501.

Gran fiscalidad que tuvieron que pagar los mudéjares entre 1482-1502, entre otras cosas para financiar la Guerra de Granada, mediante el pago de uno o dos castellanos de oro por cabeza de familia o vecino.

Murcia

Fue Alfonso X quien organizó la fiscalidad para los mudéjares en 1264.

En tiempos de Fernando IV los mudéjares de la capital quedaron exentos de pago de cualquier tributo y pago salvo del almojarifazgo.

La realidad fue que los mudéjares a parte de pagar sus impuestos, tenía que pagar también pare de los de los cristianos. En tiempos de Enrique II, para evitar interferencias de los cristianos, los mudéjares tuvieron aduanas propias.

Otro impuesto es el del alquilate, se pagaba el 5% de la venta de bienes y frutos.

Impuestos indirectos, en tiempos de Enrique III se desglosaban en los llamados Pedidos y Monedas.

Otras imposiciones recaían sobre la producción, ya sea el diezmo en secano, más un rediezmo; la meaja y el tarez, percibidos en dinero sobre la producción de secano y regadío. A lo que se le suma la alfatra, que era un celemín de cebada por individuo; el cabezaje, pago de dinero según condición social. No faltaron las prestaciones personales, en trabajo, llamadas dulas, consistentes en dos días de trabajo campesino en las tierras del comendador, el abastecimiento de la fortaleza de leña, paja, caza y sal. Todo ello creó una excesiva presión fiscal a mediados del s. XV, amenazando los mudéjares del Valle con marcharse y despoblarlo. La conversión al cristianismo debía suponer la igualdad fiscal de unos y otros, y así fue pactado en 1501, pero la Orden no estuvo dispuesta a renunciar a sus anteriores ingresos, lo que provocó el levantamiento de los moriscos.

Andalucía

Régimen fiscal antes de la revuelta de 1264:

  • Pago del diezmo del pan, trigo, cebada y otras simientes.

  • Impuestos de capitación, entre los que figuraba el “pecho de los moros”, que recaudarían las propias aljamas, y un impuesto llamado alfitra, que también aparece en el reino de Valencia y Granada.

  • El almarjal, que significa unidad fiscal de tierra cultivada, como el impuesto de la grava.

Se le añade otros, como el azaque, llamado en Valencia dret de bestiar, o derecho del ganado. Las azofras o servicios al señor, en época tardía. También impuestos por cultivar tierra de cristianos o que habían permanecido a ellos. En el primer caso se pagaba al dueño entre un 1/9 y 1/12 de la cosecha. Si poseían tierras que habían sido de cristianos abonaban el diezmo a la Iglesia. El resultado final era una presión fiscal agobiante para los mudéjares andaluces.

Parece ser que en las tierras de señorío, su consideración fiscal era parecida a la de los cristianos excepto que se les exigía el diezmo de lo labrado, así como la entrega de un par de gallinas al obispo en Navidad, como reconocimiento de señorío y censo.

La Corona de Aragón

Cataluña

Al igual que el resto de los territorios peninsulares el punto de partida de la fiscalidad de los mudéjares catalanes fueron los pactos de rendición, la Capitulación de Tortosa, de diciembre de 1148, y a la Carta de Seguridad del conde Ramón Berenguer IV dio años después a varias localidades de la ribera del Ebro.

El contenido de ambos documentos garantizaba a los musulmanes el ejercicio de su religión, organización judicial, imposibilidad de ser esclavizados, derecho a conservar sus bienes urbanos durante un año, etc... Y también en ambos casos quedaban exentos de sofras en personas y animales.

También tenemos una fiscalidad como la entrega de gallinas por casa, la alfetra, que era el abono de una cantidad fija de cereal (cebada o avena). El tarquo era una cantidad abonada en las ceremonias nupciales.

Otros son los que permitían quedarse al señor los bienes de un mudéjar que morían sin herederos, la pecha, la participación en huestes y cabalgadas, sofras de varios tipos, que a veces se redimían por una cantidad de dinero, así como imposiciones al ganado menor y el cultivo de la tierra, consistente en entregar al señor de una parte proporcional de la cosecha, entre el tercio y el octavo, etc.

El dinero de los mudéjares catalanes percibido por el rey de Aragón se destinaba a varios fines, para devolver préstamos y cancelar deudas oficiales de la Corona o donaciones a personajes importantes.

Algunas aljamas catalanas obtuvieron de la Corona exenciones tributarias en situaciones difíciles, de pobreza.

Otros ingresos son los de las multas, y el de la venta de bienes de mudéjares al morir sin herederos.

Aragón

La señorialización de Aragón de la 2ª1/2 s. XIII y siglos posteriores, hizo de los vasallos personajes explotados por el señor, mientras que en los territorios de realengo era más suave.

El cultivo de la viña estaba gravado en los siglos XIII y XIV en las aljamas del Jalón y del Huerva con el impuesto del alraz, que quizás sea el mismo que el rasamiento o arrasadura que abonaban los mudéjares navarros.

Valencia

El punto de partida de la fiscalidad de las aljamas rurales y las morerías urbanas son los pactos de capitulación o cartas pueblas establecidos durante la conquista y el resto de la época medieval.

Las aljamas rurales, encuadradas en el marco del señorío, la unidad social básica del sistema feudal en torno al cual se estructuró el territorio y las comunidades campesinas. Las relaciones entre señores y campesinos se articularon a través de cartas pueblas, cuya finalidad era ubicar en el territorio a un grupo humano al que se le dotaba de personalidad jurídica propia. Pero a través de ellas el señor se apropiaba de los excedentes del campesinado y obtenía la renta feudal.

Exacciones derivadas de la posesión de los medios de producción y transformación

Recaían sobre la agricultura, la ganadería y los establecimientos destinados a la transformación de estos productos agropecuarios.

Exacciones procedentes de la actividad comercial y mercantil

Rentas que forman parte en la distribución de productos y el proceso de la actividad comercial, pudiéndose incluir algunos monopolios señoriales como la carnicería y la pescadería, los baños y la taberna.

Exacciones procedentes de la imposición sobre el individuo y la comunidad

Afectaban a todos o a algunos de los vecinos de la comunidad mudéjar, recayendo sobre las unidades familiares y sobre determinados actos de la vida familiar o social, desde las bodas a las herencias. Eran importantes económicamente pero también ideológicamente, ya que ponen de manifiesto la inferioridad del mudéjar frente a su señor, su sometimiento social y económico.

Exacciones percibidas por la Iglesia y la Corona

Aunque el mudéjar residiera en tierras de señorío laico, la Iglesia y la Corona hacían recaer sobre él diversas tasa fiscales, como el diezmo. Los musulmanes, que en principio estaban exentos del pago del diezmo, cayeron mas tarde por el abuso de poder o por poseer propiedades que antes no fueron musulmanas.

El peso de la fiscalidad

Las pesadas cargas fiscales repercutían negativamente sobre el vasallo mudéjar y lo colocaban en un grado de subordinación que no tenía el campesino cristiano. Basta comparar las cartas de población dadas a los cristianos y a los mudéjares.

Navarra

Los registros fiscales son los Registros de Comtos.

Se establecen 2 zonas recaudatorias: la merindad de la Ribera y la bailía de Tudela, estando encargados de la percepción de las rentas el merino en la primera y el baile en la segunda. La recaudación de tributos se organiza en 3 apartados: dinero, trigo y cebada, estando incluidos siempre en ellos todas las aljamas.

Granada

Al principio mantenían la fiscalidad nazarí pero pronto se incumplió lo prometido y se les impuso gravosos impuestos.

Un problema era la el pago de los impuestos de los recientes mudéjares a sus enemigos cristianos. Muchas aljamas se negaron a pagar, como las de la serranía de Ronda, por lo que se les confiscaban los bienes como medida coercitiva. Hubo enfrentamientos entre recaudadores cristianos y pecheros musulmanes, sobre todo en territorio malagueño. Los denunciantes acusaban a los recaudadores por no entregar recibos de lo percibido, por reclamar 2 veces el mismo impuesto, divergencias de criterio a la hora de recaudar el impuesto, etc.

Como era de esperar no hubo colaboración por parte de los musulmanes a la hora de aclarar el contenido delas viejas cargas fiscales nazaríes, por lo cual se recurrió a gestores judíos, gestores cualificados al servicio de la monarquía en estos años de la conquista. Con la expulsión de los judíos muchos se convirtieron y siguieron con su antiguo puesto.

Obligación del mudéjar de seguir pagando los impuestos nazaries o de emigrar al norte de África, pagando también un impuesto para poder irse.

Se les obligó a vigilar lugares contra los ataques de musulmanes hostiles, sino lo hacían pagarían indemnizaciones y pagarían la liberación de cristianos cautivos. La negativa de los mudéjares provocó que los Reyes Católicos el 30 de junio de 1492 ordenaran la prohibición de que residieran a menos de una lengua de la costa, para evitar el contacto con corsarios norteafricanos.

Esta medida dio sus frutos y el resultado fue la aceptación de los mudéjares a pagar la vigilancia costera mediante la creación de guardias mixtas, de cristianos y musulmanes, y el rescate de posibles cautivos cristianos. En 1497 se fijó definitivamente el valor de la capitación en 3 reales anuales, pagaderos en 2 plazos y cobrados por las autoridades mudéjares. En el futuro las guardias serían solo de cristianos.

Los mudéjares estaban obligados, como antaño, a contribuir en las reparaciones y conservación de las murallas del municipio, mediante el sistema de derramas.

Los nobles se benefician por las concesiones de los RRCC en la última década del XV, que gracias a su ayuda prestada los RRCC les otorgan nuevos vasallos.

La conversión de los mudéjares trajo un cambio fiscal de los moriscos, que según las nuevas capitulaciones firmadas por los reyes serian igual fiscalmente que los cristianos, situación que recordarían con frecuencia a los recaudadores.

SEGREGACIÓN Y DISCRIMINACIÓN

Sociedad medieval en la península era plurirreligiosa, integrada por una mayoría que eran los cristianos y dos minorías: una muy numerosa, la musulmana, y otra, más reducida, la judía.

Convivencia de las 3 comunidades se basa en segregación y respeto a la organización propia de cada una, aunque en caso conflicto quien manda es la comunidad cristiana, la más poderosa. El musulmán era visto como un extraño en la sociedad cristiana de Castilla, Navarra o en la Corona de Aragón, si se permitía su presencia era tolerada gracias a los pactos firmados y de la especial protección del monarca. La segregación aunque era vejatoria, era la forma de garantizar su propia identidad religiosa y como pueblo.

La segregación de la residencia

Después de la conquista se les mere en barrios diferenciados, las morerías, en el caso urbano.

El problema era mantener confinados a los mudéjares en los limites establecidos.

Mantener separa la población era difícil, sobre todo en localidades pequeñas, los cristianos compraban casas dentro de las morerías y luego se la alquilaban a moros y a cristianos ( solían ser gente de baja condición, como delincuentes y prostitutas, ocasionando las protestas de los mudéjares), las autoridades normalmente acababan expulsando a los cristianos y muchas veces con indemnizaciones.

Se obligó a los mudéjares a instalarse en hostales especiales cuando estaban de paso, estos hostales se llamaban alhóndigas (alfòndecs) que eran monopolios del rey, ingresando grandes cantidades.

La segregación en las actividades sociales

Que musulmanes y judíos comieran y bebieran juntos estaba mal visto pero no faltaban momentos para hacerlo como bodas, circuncisiones y entierros, los que acudían cristianos conversos que querían reencontrarse a parientes.

Se repitieron las continuas prohibiciones pero no se cumplieron, fueron ineficaces.

Otro marco de sociabilidad eran las tabernas donde musulmanes y judíos bebían y jugaban juntos, la prohibición no era por estar juntos sino por los excesos que cometían por el abuso del vino: peleas, insultos, blasfemias entre cristianos y musulmanes, que amenazaban la coexistencia pacífica.

Se observa en Elche como se prohíbe que los mudéjares beban vino en las tabernas ya que se emborrachan e insultan a los cristianos, pero si pueden comprar vino.

Se prohibió que los mudéjares tuvieran sirvientes, nodrizas o aprendices cristianos. Se prohibió a los mudéjares ingresar en gremios cristianos, trabajar con cristianos, o que les enseñaran determinadas profesiones, todo era por competencias laborales.

Al igual que los cristianos deben de arrodillarse y dejar paso ante el paso del Santísimo. Pero también se incumplía.

En las Cortes de Valladolid de 1386 o en el Ordenamiento de 1412 se les vedó tener cristianos a soldada, aunque no se prohibía la contratación a jornal. La prohibición de tener siervos o cautivos cristianos era total. Desde tiempos de Alfonso XI los mudéjares no podían llevar nombres cristianos.

La segregación sexual

Los contactos sexuales eran duramente castigados según las leyes. La realidad era diferente y pocas veces se aplicaba la muerte. La pena solo normalmente se le daba al musulmán y se solía quitar bajo el pago de una multa. La ley se aplicaba de diferente forma dependiendo del reino donde se cometa. La ley, por tanto, penalizaba a los grupos más débiles, que en este caso son los musulmanes y las mujeres.

Las relaciones entre cristianos y musulmanas era lo mas común. La peor parte se la llevaba la mujer que aunque fuera conversa podía convertirse en cautiva. La Sunna castigaba con la lapidación y azotes a las adulteras, que, además, perdían sus derechos hereditarios. Como no todas aguantaban los azotes preferían ser cautivas. La Sunna prohibía la conmutación de la pena por dinero, solo las embarazadas podían hacerlo. La Corona prefería que las musulmanas se hicieran cautivas para luego venderlas y ganar dinero. Las cautivas podían recoger dinero entre sus correligionarios para comprar su libertad.

Las penas las podían quitar el señor de lugar si esta se arrepentía y prometía casarse con un musulmán para llevar una vida digna. También podía eliminar su servidumbre si se casaba. Los denunciantes se llevaban la mitad de la venta de la cautiva.

La relación entre musulmanes y cristianas es menos frecuente. El culpable era sometido a tormento, si era culpable iba a la hoguera.

La explotación sexual de las mujeres musulmanas la regulaba la Corona. Las prostitutas debían de tener licencia sino caían en cautividad y normalmente aunque estaba prohibido su nuevo amo las prostituía quedándose el todas las rentas. Las mujeres condenadas a lapidación por los tribunales islámicos podían evitar el martirio si se entregaban a la Corona que las metía en sus burdeles. El objetivo siempre era el someter a las mujeres musulmanas por las autoridades cristianas.

La imposición de distintivos

Al igual que los judíos, en el IV Concilio de Letrán de 1215 se les pidió a los reyes cristianos que impusieran a los musulmanes símbolos distintivos para diferenciarlos, para evitar todo tipo de contacto entre las religiones.

Cabellos cortados en redondo y barbas largas. Llevaban túnicas largas. Las mujeres al igual que las judías eran obligadas a llevar una pieza (aldifara) sobre los vestidos.

El peinado será la clave para identificar al mudéjar, para recordarle su inferioridad.

Estas imposiciones eran humillantes y peligrosas para los mudéjares pues ahora se les detectaría con facilidad. Una ordenanza de 1373 en la ciudad de Valencia especificaba que además de la aljuba (túnica larga) , los mudéjares llevaran una toalla azul en la cabeza. Las mujeres se cubrían la cara con un velo.

Pero tampoco se cumplía con rigor. Por lo que musulmanes y cristianos vestían igual.

En Cataluña en marzo de 1391 se obliga a los mudéjares a llevar una cinta en el brazo de color amarillo (odio) o rojo (sangre) dependiendo del color del traje.

Se les prohibió al igual que los judíos y a las prostitutas llevar joyas y telas lujosas.

LA MURALLA DE LA LENGUA

Fue una muralla que separó a los dos pueblos hasta la expulsión definitiva de los moriscos en 1609. Para mudéjares y moriscos era una de sus señas de identidad. No fue la misma situación en Castilla o Aragón que en Valencia o Granada, el árabe evolucionó y se dio el fenómeno del bilingüismo en todos los territorios con mudéjares.

Para introducirse en el Islam hay que leer el Corán. El árabe de al-Andalus era un dialecto más que existía dentro de la lengua árabe.

Con las conquistas cristianas se iba introduciendo las diversas lenguas romances, pero el árabe no retrocedió radicalmente, ni mucho menos.

Las capitulaciones permiten que los mudéjares enseñen árabe a sus hijos, y así sucesivamente. Así se ve sobre todo en Valencia.

Jaime I designa al árabe como algaravía, sinónimo de árabe, aràbich y de parla dels sarraïns, opuesto a cristianesc, el habla de los cristianos.

Los judíos actuaron de trujamanes y escribanos de árabe para acercar a las dos lenguas.

Durante los s. XIV-XV el árabe se siguió usando como lengua de documentos notariales, matrimoniales, etc.

Los judíos ayudaron a Jaime I a la hora de establecer capitulaciones. Los dominicos fundaron en Valencia una escuela de lenguas orientales (árabe y hebreo) en Valencia (1281) y Játiva (1291) para la labor doctrinaria pero fue un fracaso y la labor de enseñanza seguía estando en manos de musulmanes y judíos.

El Papa en 1414 expone en una bula que se cree una cátedra de árabe para leer las pastorales en árabe para la mejor conversión de estos.

Se dice que los señores entendían la lengua de sus vasallos, al igual que los mercaderes y otros cristianos que comerciaban con ellos por razones profesionales. En los Furs de Valencia hay anotaciones en árabe.

También hay musulmanes que hablaban romance aragonés y catalán.

Las elites mudéjares, alfaquíes, mercaderes, alcadíes... hablarían romance. En Valencia hay poca constancia de que los mudéjares hablaran en romance valenciano o valenciano. Aunque si hubo interferencias en su lengua de palabras valencianas y castellanas.




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Enviado por:Etrusco
Idioma: castellano
País: España

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