La ausencia de habilidades de organización actúa como barrera para la consecución de los objetivos por Jacob Kounin (1970).
Una buena disciplina reposa sobre un sistema de organización preventiva que le profesor desarrolla y mantiene a lo largo del año. El comportamiento apropiado se define como el comportamiento del alumno coherente con las metas educacionales de un escenario especifico.
Una buena organización ofrece mas ocasiones de aprender, pero los profesores deben también proporcionar una buena enseñanza y ocasiones de practica si quieren alcanzar sus objetivos. La única manera de aprender los limites de lo que sé esta dispuesto a tolerar será comprobar esos limites.
Un comportamiento puede ser modificado gracias a la aplicación cuidadosa y coherente de contingencias. Una contingencia es la relación entre un comportamiento y una consecuencia, son las razones que los alumnos necesitan para aprender comportamientos nuevos y más apropiados; pueden comportarse bien porque es lo que se espera, porque los otros lo hacen, porque es lo correcto o por soberbia personal.
PRINCIPIOS
Ser especifico
Definir cuidadosamente la contingencia de cambio
No crearse grandes expectativas
Moverse gradualmente
Ser coherente
Empezar donde esta el alumno
Se debe construir gradualmente sobre el éxito
Ser preciso y sistemático
Esperar conseguir comportamientos adecuados y encontrar modos de reconocerlos y reforzarlos.
Recordar a lo largo del curso lo que se quiere conseguir
Orientar a todos los grupos igualmente evitando los favoritismos
Pasar con frecuencia por los grupos para ayudar, motivar o simplemente observar.
Mayor grado de profundización en los conocimientos.
Destacar la creatividad.
Dedicar tiempo a la elaboración del material.
Debe haber sesiones para aclarar dudas.
Se debe facilitar el trabajo en grupos.
Tener un ambiente libre y espontáneo.
Es importante recordar que una de las conclusiones mayores de la investigación sobre la eficacia del profesor indican que las clases caracterizadas por interacciones negativas, como humillaciones, ridiculización o castigos, son aquellas donde el éxito escolar es más bajo y donde el desarrollo afectivo es reprimido.
Que hacer en vez de castigar; se trata de una actitud de fondo que enfoca de manera positiva las situaciones y que, con los ajustes pertinentes, vale para todas las edades:
Señalar al niño la manera de ser útil.
Expresar los sentimientos de censura con rotundidad, pero sin atacar el carácter.