Ética y Moral
Moral
UNIVERSIDAD CATOLICA DE HONDURAS
Nuestra Señora Reina de la Paz
Campus San Pedro Sula
“EL ACTO Y EL JUICIO MORAL”
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como objetivo presentar los conceptos más acertados acerca de la temática social del acto moral y del juicio moral, al igual que de los temas afines que se derivan de ambos términos, como por ejemplo la conciencia que actúa como un juez personal ante un hecho dado, sea este ético o no y el concepto de la libertad que adquirimos a través del proceso de maduración que cursamos por las diferentes etapas de nuestra vida, el cual propone que la libertad absoluta (en caso de existir) no esta libre de responsabilidades, y que de las cuales debemos rendir cuentas a nuestra sociedad.
Se toca el tema de las diferentes capas del acto moral en si, dando una breve explicación de cada una de ellas y efectúa un enlace directo de la crítica de la conciencia hacia el juicio moral y sus diferentes niveles.
A su vez hace una meditación del nacimiento de los juicios morales que emitimos en el pasar de nuestra vida, los cuales son inculcados por los familiares, educadores y en fin, por la sociedad misma; y enumera las reacciones que podemos enfrentar ante dichas normas.
Al final de este trabajo también podrá encontrar un resumen personal a manera de conclusión sobre el tema tratado en esta investigación y basado en los temas tratados anteriormente en clase como por ejemplo el concepto de libertad.
EL ACTO MORAL
La vida moral es algo unitario debido a que expresa la totalidad de la persona, pero esto unitario se puede expresar por medio de los actos y también es transformada por ellos.
Para explicar la articulación de la persona que es una y los actos que son muchos, la primera es permanente y los segundos que son transitorios se puede hacer uso del siguiente esquema de tres círculos concéntricos. En el círculo más exterior se encuentran situados los actos, como expresiones significativas de la persona, en un nivel un poco más profundo situamos a las actitudes y finalmente en el centro de la actividad moral de la persona y lugar más profundo del esquema se encuentra la opción fundamental, que es el posicionamiento básico que orienta las actitudes y los actos hacia una finalidad.
Los Actos
Partiré por describir los actos que son el nivel más exterior.
No todos los actos realizados por el hombre son humanos en el sentido moral. Llamamos acto moral perfectamente humano a aquel cuyo verdadero dueño es el ser personal, el cual supone pleno conocimiento y decisión libre. Fuera de estos quedan los actos realizados por accidente o llevados a cabo por engaño o por coerción.
Dentro de los actos humanos no todos tienen igual importancia. Un acto humano es grave cuando es expresión de la persona y afecta a los niveles más profundos de su estructura moral, los cuales pueden llegar a alterar incluso su opción fundamental ya sea para bien o para mal.
La actitud
El término español “actitud” proviene de “acto”. La actitud es la mediadora entre la opción fundamental de la persona y sus actos en concreto. Esta constituye una orientación mental y afectiva.
Una actitud nos hace actuar en situaciones en las que tenemos que tomar una decisión moral. Por ejemplo, una persona con una actitud de justicia decidirá no aceptar un soborno en el caso que le sea ofrecido.
La virtud es una actitud positiva cultivada por la persona. Una persona que tiene por ejemplo la virtud de la fidelidad se ha preparado durante toda su vida y ha superado pruebas para mantener esa virtud y no fallar a sus amigos y respetar las promesas hechas. Sus convicciones intelectuales en este caso están cimentadas en experiencias de vida y en una sensibilidad educada.
La opción fundamental
Ahora estamos en el núcleo de la persona, aquello que es y que se expresa en aquello que hace.
La sicología ha puesto en manifiesto la importancia de una elección fundamental o un proyecto general de vida en la estructura de la personalidad. Los actos de la persona tienen sentido a través de esta decisión fundamental, más aún dichas decisiones humanas se derivan de otras más radicales.
La opción fundamental es la orientación de toda la vida hacia el un fin. Para la persona cristiana el fin es Dios y su dádiva de vida eterna; su vida esta orientada por el amor hacia Dios y seguimiento de la vida de su hijo Jesucristo.
Para una persona no cristiana podría bien ser su opción fundamental una vida honorable y un código moral intachable para situarse tanto como persona o como un miembro de familia de reputación admirable y ganarse responsabilidades mayores dentro de la sociedad en la que vive.
La conciencia
La conciencia es el juicio que realiza el entendimiento práctico sobre la moralidad de los actos que la persona se propone hacer o ha hecho. El juicio de la conciencia debe ser algo realmente personal.
Podría afirmar que la conciencia es, por esta manera, algo que proviene de fuera del hombre. No es el eco de la sociedad, tampoco es un sentimiento meramente de culpa, pero tampoco una deducción científica, es la misma persona, inteligencia y sentimiento o intuición y racionalidad, cuerpo y alma que están orientadas hacia la plenitud del ser.
EL JUICIO MORAL
Se puede afirmar que los juicios morales son posibles por el Sentido Moral.
Este es el conjunto de esquemas, normas y reglas adquirido a través de nuestra educación, familia y medio ambiente, y que mantenemos en el momento de emitir un juicio moral, si revisamos nuestra propia historia individual, podremos recordar, con facilidad, lo que a lo largo de ella se nos ha transmitido, un conjunto de normas, reglas y pautas de conducta. ¿Pero quien nos las ha transmitido?. En primer lugar, a la cabeza de la lista, nuestra familia, luego le sigue las instituciones educativas en las cuales nos hemos formado, también la propia sociedad en la que nos desenvolveos y de la que no queriendo, dependemos.
Se nos ha dicho de manera continua lo que es bueno y lo que es malo, o lo que dicho de mejor manera, nuestros educadores consideraban bueno o malo, ante este aprendizaje y ante estas normas de conducta hemos podido tener tres actitudes:
Rechazo
Indiferencia
Aceptación
Rechazo cuando las normas no nos han convencido y, tras un razonamiento y crítica, hemos decidido olvidarlas, rechazo también cuando por cansancio hemos sin mas, prescindido de ellas. O rechazo cuando las hemos sustituido por otras.
Indiferencia cuando la norma no nos dice nada en particular y volvemos la espalda a lo que contiene, no es un rechazo efectivo en sí, pero tampoco es una aceptación conciente.
Aceptación cuando la norma constituye algo que podríamos tomar de manera personal como moral. Son las normas que hemos conservado y con las que crecemos, y andamos por la vida y llegamos a llamar sentido moral.
LOS SEIS ESTADIOS DEL JUICIO MORAL
Estadio | Lo Que Esta Bien | Razones Para Hacer El Bien | Perspectiva Social del Punto de Vista Egocéntrico |
Preconvencional | Someterse a las reglas apoyadas por un castigo, obedeciendo por si mismo, evitar daño físico a personas y la sociedad misma | Evitar el castigo, poder superior de las autoridades | No considera los intermedios. Confusión de la ética desde la perspectiva de la autoridad social con la propia. |
Moralidad Heterónoma | Seguir reglas sólo cuando es por interés propio inmediato | Servir los propios intereses en un mundo donde se debe reconocer que los demás también tienen intereses | Perspectiva de la conciencia individualista |
Individualismo. Fines instrumentales e intercambio | El bien es lo que es justo y es un intercambio igual, pacto, acuerdo. | Idem | Conciente que todos los intereses que persigue pueden entrar en conflicto relativo |
Convencional | Vivir de acuerdo con lo que la gente espera de nosotros. Ser bueno es importante y quiere decir tener buenos motivos, mostrar interés por los demás. | La necesidad de ser buena persona a los propios ojos y a los de los demás. | Conciencia de sentidos morales compartidos, acuerdo con las expectativas que toma cierta primacía sobre los intereses individuales |
Expectativas interpersonales mutuas | Significa mantener relaciones mutuas con confianza, lealtad, respeto y gratitud | Creer en la regla de oro y un deseo de mantener las reglas y la autoridad que apoyan la típica buena conducta | Relaciona los puntos de vista a través de la regla de oro poniéndose en el lugar de otros. |
Sistema social y conciencia | Cumplir deberes a los que se han comprometido las leyes se han de mantener excepto en casos extremos cuando entran en conflicto con otras reglas sociales fijas | Mantener la institución en marcha y evitar un patrón en el sistema “si todos lo hicieran”, imperativo de la conciencia de cumplir las obligaciones definidas de uno. | Diferencia el punto de vista de la sociedad de acuerdo a los interpersonales. |
RESUMEN PERSONAL
Actuamos moralmente en la sociedad en la que vivimos a manera que vamos adquiriendo responsabilidades y ganando libertades, recordando que libertad y responsabilidad no pueden existir la una sin la otra.
La libertad absoluta no se olvida de establecer y cumplir obligaciones a las que llamamos responsabilidades.
El proceso de maduración humana no es más que un proceso de adquisición de responsabilidades. Maduramos como personas al irnos haciendo responsables, y al mismo tiempo nos hacemos responsables en la medida en que vamos asumiendo responsabilidades.
La responsabilidad corre paralela a la capacidad humana de transformar la realidad. Al crecer el poder del hombre también crece su responsabilidad.
El acto moral es una acción derivada de las responsabilidades que tenemos en nuestro entorno, cada acto se desprende de la personalidad y de una responsabilidad o ya sea de una irresponsabilidad que hemos tenido en una dada situación y que además de suscitarse, puede llegar también a transformarla.
El acto moral consta de tres elementos básicos que interactúan entre si para realizar una actividad hacía una finalidad.
El primero de ellos son los actos que pueden ser humanos desde que nacen por cuenta propia, y van llenos de pleno conocimiento y decisión libre, o pueden no ser perfectamente humanos, cuando los realizamos por engaños o por presiones de cualquier índole.
Le sigue una actitud como mediadora entre la opción fundamental de la persona y los actos en concreto, es prácticamente la disposición de actuar de cierta manera.
Por último concluimos en la opción fundamental que es la orientación. La dirección de toda la vida hacia un fin particular en la estructura de la personalidad.
Cabe mencionar que personalmente poseemos una conciencia que actúa de juez ante un acto, esta es personal y no proviene de la sociedad por lo tanto es la que realiza el entendimiento práctico sobre la moralidad de los actos que como personas realizamos.
Por su parte el juicio moral es un acto mental que se acciona frente a una situación o comportamiento validando o condenando su valor moral, este se pronuncia ante la ausencia o la presencia de un valor ético en una situación o comportamiento en concreto.
El juicio moral existe en nosotros como producto de lo que nuestra familia, nuestros educadores y la sociedad misma nos han inculcado como bueno o condenado como malo y que tomamos como acuerdo propio.
Al realizar un análisis sobre lo que es bueno o no y revisamos nuestro entornos y ciertas circunstancias que lo suscitan puede surgir una de tres actitudes: Rechazo, Aceptación o Indiferencia.
Una vez adoptada una actitud nuestra conciencia se pronuncia sobre la base de dichos actos y puede traer consigo tres consecuencias sobre nuestros actos, un sentimiento de culpa, un remordimiento o un arrepentimiento.
Esto lleva a un castigo impuesto de manera externa o propia o a una acción interna como medio de remediar el hecho.
BIBLIOGRAFÍA
-
Revista Imágenes de Fe Septiembre 2002, “Recuperar la Moral”
-
El Acto Ético y El Acto Moral por Néstor Tato
-
Un curso de Teorías Éticas por Ana María Castillo
Actos
Opción Fundamental
Actitudes
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Enviado por: | Fausto Andres Mejia |
Idioma: | castellano |
País: | Honduras |