Literatura


Modernismo y poesía de Antonio Machado


EL MODERNISMO Y LA POESÍA DE A.MACHADO

“Modernismo”: La palabra

Este término -que había designado cierta corriente heterodoxa de renovación religiosa- se aplicó, en el campo de las artes, a una serie de tendencias europeas y americanas surgidas en los últimos 20 años del siglo XIX. Sus rasgos comunes eran un marcado anticonformismo y unos esfuerzos de renovación agresivamente opuestos a las tendencias vigentes (Realismo,Academicismo pictórico...).

En su origen, el mote de “modernistas”(y otros como “decadentistas”,novísimos,etc.) era lanzado con matiz despectivo por los enemigos de las novedades. Sin embargo, hacia 1890, Rubén Darío y otros asumen con un insolente orgullo tal designación. Y a partir de entonces, la palabra Modernismo irá perdiendo su valor peyorativo y se convertirá en un concepto fundam de nuestra historia literaria.

El concepto

El concepto de Modernismo es aún objeto de distintas interpretaciones sobre su extensión y límites. Existen 2 posturas:

  • La más estricta considera al Modernismo como un movimiento literario bien definido, que se desarrolla entre 1885 y 1915, y cuya cima es Rubén Darío. Su imagen más tradicional sería la de una tendencia esteticista y escapista(ó sea, que se evade de los problemas de la sociedad circundante).

  • A lo anterior se oponen quienes piensan que el Modernismo no es sólo un “movimiento literario”, sino una época y una actitud. Tal interpretación fue defendida por J.R.Jiménez , para quien `el Modernismo fue una tendencia general. Alcanzó a todo.(...) Porque lo que se llama Modernismo no es cosa de escuela ni de forma, sino de actitud'.

  • Intentando conciliar las 2 posturas, cabría definir el Modernismo literario como un movim de ruptura con la estética vigente, que se inicia en torno a 1880 y cuyo desarrollo fundamental alcanza hasta la Primera Guerra Mundial. Tal ruptura se enlaza con la amplia crisis espiritual del fin de siglo. Y, en ciertos aspectos, su eco se percibe en movimientos o corrientes posteriores.

El espíritu modernista: sus raíces históricas y sociales

A principios de siglo , un joven crítico, E.L.Chavarri, veía en el Modernismo una reacción “contra el espíritu utilitario de la época”, contra un “industrialismo” que lesionaba al hombre. Ello nos invita a situar al Modernismo en su momento, en la citada crisis. En efecto, en sus raíces hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa.

  • Tanto en Hispanoamérica como en España, la pequeña burguesía se ha visto frenada y postergada por una poderosa oligarquía. Es explicable que los escritores -frecuentemente de origen pequeño-burgués- traduzcan el malestar de aquella clase social y que expresen de diversas formas su oposición o alejamiento del sistema. El mismo Rubén decía detestar la vida y el tiempo en que le tocó nacer.

  • Se produce así la conocida crisis de la conciencia burguesa. Y de ello deriva la actitud modernista de que habla Juan Ramón. O más bien las `actitudes', pues son diversas las manifestaciones del mismo malestar. Así cabe la franca rebeldía política (por ejemplo, la del escritor cubano José Martí o la de ciertos “jóvenes del 98” en España). Con todo, es más frecuente el caso de quienes -aun adoptando posturas “comprometidas” como hombres -manifiestan literariamente su disconformidad a través de un aislamiento aristocrático y de un refinamiento estético; ello va acompañado muchas veces por actitudes inconformistas como la bohemia, el dandysmo y cietas conductas asociales y amorales.

  • Tales manifestac han merecido juicios diferentes. Para unos, se trata de “escapismo”, de “elitismo”, de subjetivismo estéril. Otros subrayan su sentido “iconoclasta” frente al materialismo burgués, y recuerdan que Rubén definió al Modernismo como la “expresión de la libertad” y hasta como “el anarquismo en el arte”. Concluyamos que, en todo caso, fue un ataque indirecto contra la sociedad, al presentarse -en general- como “una rebeldía de soñadores”, o “una rebelión ambigua”.

Génesis del Modernismo. Influencias

La renovación poética es cada vez más visible a partir de 1880, tanto en España como en Hispanoamérica. Pero es indudable la primacía de ésta en la constitución del Modernismo. Allende el atlántico, existe un rechazo de la tradición española y de la poesía dominante en la antigua metrópoli(excepto de Bécquer). En cambio, se vuelven los ojos hacia otras literaturas.

  • La influencia francesa merece especial atención. Junto a la huella de los grandes románticos(Victor Hugo...), 2 corrientes de la 2ª mitad del siglo marcan la pauta: el Parnasianismo y el Simbolismo.

El Parnasianismo debe su nombre al título de una revista.Su maestro es Theóphile Gautier(1811-1872), con su famosa divisa: “El Arte por el Arte.”Siguiéndole , se instaura el culto a la perfección formal, el ideal de una poesía serena y equilibrada, el gusto por las líneas puras y “escultóricas”.

Su máx figura fue Leconte de Liste. Debe destacarse su preferencia por ciertos temas que reaparecerán en los modernistas: los mitos griegos, lo oriental, lo medieval...

El Simbolismo, en sentido estricto, es una escuela constituida hacia 1886(fecha del Manifeste Symboliste). Pero, en sentido más amplio, es una corriente de idealismo poético que arranca de Baudelaire, el genial autor de Las flores del mal, 1857, y se desarrolla con Verlaine, Rimbaud, Mallarmé, etc.

Los simbolistas se alejan del academicismo en que cayeron los parnasianos; no se contentan con la belleza externa ni con la perfección formal(aunque no las desprecian). Se proponen ir más allá de lo sensible: para ellos, la realidad encierra, tras sus apariencias, significaciones profundas o afinidades insospechadas con los estados de ánimo.

Se sirven para ello , ante todo, de símbolos, que dan nombre al movimiento. Por ejemplo, el ocaso puede ser símbolo de decadencia o de muerte, el camino será el símbolo del vivir, un sauce transmitirá tristeza, etc.

  • El Modernismo hispánico es, en buena medida, una síntesis del Parnasianismo y del Simbolismo. De los parnasianos se toma el anhelo de perfección formal, los temas exóticos, los valores sensoriales. Y de los simbolistas, el arte de sugerir y la búsqueda de efectos rítmicos dentro de una variada musicalidad.

A éstas habrá que añadir otras influencias:

De norteamérica E.Allan Poe y Walt Whitman

De Inglaterra el refinamiento de O.Wilde

De Italia la elegancia decadentista de D'Annunzio

  • Pero si todos estos influjos derivan del citado despego de la inmediata tradición española, la excepción será la influencia de Bécquer. Y es que el autor de las Rimas era, entre nosotros, un precursor del Simbolismo(véase el símbolo del arpa olvidada).De él arranca una veta intimista y sentimental que reconocerán los poetas modernistas desde Rubén a Juan Ramón, pasando por Machado y tantos otros. En suma, Bécquer enlaza el Romanticismo y la poesía contemporánea.

  • Lo asombroso es que todas éstas raíces literarias se funden en una nueva estética. Como ha dicho Schulman, el Modernismo es “un arte sincrético”, en el que se entrelazan armónicamente “3 corrientes: una extranjerizante, otra americana y la tercera hispánica”.

Los temas

Se apunta en 2 direcciones.

Una atiende a la exterioridad sensible (imágenes legendarias, paganas, exóticas,etc.) La otra línea apunta a la intimidad del poeta(ora vitalista, ora melancólica y angustiada).

Pues bien, a partir de este 2º aspecto se explica mejor el sentido unitario de toda la temática modernista.

1. Una desazón “romántica”. Así, son notables las afinidades de talante entre románticos y modernistas: análogo malestar, semejante rechazo de una sociedad vulgar, parecida sensación de desarraigo, de soledad...La nueva crisis espiritual exalta otra vez, por encima de la razón, las pasiones y lo irracional; y la literatura vuelve a dar entrada al misterio, a lo fantástico, a los sueños...

Pero lo más importante son las manifestaciones de hastío y de profunda tristeza. La melancolía y la angustia son sentimientos centrales. Prueba de ello son la presencia de lo otoñal, crepuscular, la noche, temas reveladores de ése malestar “romántico” de quienes se sienten insatisfechos del mundo en que viven.

2. El “escapismo”. La actitud así llamada se explica por lo dicho antes. El modernista -como el romántico- huye a veces del mundo por los caminos del ensueño. Pero ahora la evasión se nutre con una elegancia exquisita aprendida de los parnasianos.

Hay una evasión en el espacio: ese conocido exotismo, cuyo aspecto más notorio es lo oriental. Y una evasión en el tiempo, hacia el pasado medieval, renacentista, dieciochesco, etc., fuente de espléndidas evocaciones históricas o legendarias. A ello se añade el gusto por la mitología clásica, con su sensualidad pagana. 3. El cosmopolitismo. Está ligado a lo anterior: un aspecto más de la necesidad de

Evasión, del anhelo de buscar lo distinto, lo aristocrático. Y eso cosmopolitismo desembocó, sobre todo, en la devoción por París, meta e inspiración de tantos modernistas, con su Montmartre, sus cafés, sus bohemios o sus “dandys”, sus “dames galantes”...

4. El amor y el erotismo. Hay en la temática modernista un contrraste reiterado entre un amor delicado y un intenso erotismo. Así, de una parte, veríamos una idealización del amor y de la mujer, aunque ese ideal irá acompañado casi siempre de languidez, de melancolía: se trata de un nuevo cultivo del tema del amor imposible. Frente a ello, habrá muestras de un erotismo desenfrenado: sensuales descripciones, frecuentemente unidas a evocaciones paganas, exóticas o parisienses. Ello es interpretable, a veces, como un desahogo vitalista ante las frustraciones; otras veces , enlaza con actitudes asociales y amorales.

5. Los temas americanos. El cultivo de temas indígenas podría parecer en contradicción con el cosmopolitismo. Al principio, sin embargo, se trató de una manifestación más de la evasión hacia el pasado y sus mitos. Posteriormente, en cambio, si los modernistas hispanoamericanos incrementan el cultivo de los temas autóctonos, será con el anhelo de buscar las raíces de una personalidad colectiva.

6. Lo hispánico. Esa misma búsqueda de raíces explicará también la entrada de los temas hispanos. Si en los orígenes hubo aquel desvío de lo español, más tarde -tras el 98- hay un nuevo acercamiento, un sentimiento de solidaridad de los pueblos hispánicos frente a la pujanza de los EE.UU. Rubén Darío , una vez más, es el ejemplo, con sus Cantos de vida y esperanza, en que exalta lo español como un acervo de valores humanos y culturales frente a la civilización yanqui.

  • En conclusión, la temática modernista revela, por una parte, un anhelo de armonía frente a un mundo que se siente inarmónico: un ansia de plenitud y de perfección, espoleada por íntimas angustias; y, por otra parte, una búsqueda de raíces en medio de aquella crisis que produjo un sentimiento de desarraigo en el escritor.

La estética modernista

Esas mismas ansias de armonía, de perfección, de belleza son también las raíces de su estética.

  • De ahí, el esteticismo dominante(aunque el Modernismo no sea sólo eso) y la concepción desinteresada del arte. Recuérdese el ideal parnasiano de “el arte por el arte”.

Ello mismo es especialmente aplicable a la primera etapa del Modernismo(hasta 1896).

  • A ello se una la busca de valores sensoriales. Es “una literatura de los sentidos”. Todo -el paisaje, una mujer, una melodía- es fuente de goce para el oído, para la vista, para el tacto..., y de refinados efectos sensoriales y hasta sensuales.

Tales efectos se consiguen gracias a un prodigioso manejo del idioma, aspecto esencial al que dedicamos los párrafos siguientes.

Renovación del Lenguaje

  • Nunca se insistirá bastante en el enriquecimiento estilístico que supone el Modernismo. Y ello en 2 direcciones:

De una parte, en el sentido de la brillantez y de los grandes efectos(lo que corresponde a sus esplendorosas evocaciones);de otra, en el sentido de lo delicado, de lo delicuescente(tonos más acordes con la expresión de la intimidad).

  • Así sucede con el color. Son riquísimos los efectos plásticos que se consiguen en ambas direcciones: desde lo más brillante(amor lleno de púrpura y oros) hasta lo tenuemente matizado(diosa blanca, rosa y rubia hermana)

Y lo mismo ocurre con los efectos sonoros, desde los acordes rotundos(la voz robusta de las trompas de oro) hasta la musicalidad lánguida(iban frases vagas y tenues suspiros/entre los sollozos de los violoncelos) o simplemente juguetón;(sonora, argentina,fresca,/la victoria de tu risa/funambulesca).

  • Los modernistas saben servirse de todos aquellos recursos estilísticos que se caractericen por su valor ornamental o por su poder sugeridor(o por ambas cosas). Veamos algunas muestras:

  • Abundantes recursos fónicos responden al ideal de musicalidad. Así, los simbolismos fonéticos(las trompas guerreras resuenan), la armonía imitativa(está mudo el teclado de su clave sonoro) o la simple aliteración (bajo el ala aleve del leve abanico).

  • El léxico se enriquece con cultismos o voces de exóticas resonancias, o con adjetivación ornamental: unicornio, dromedario,gobelinos,ebúrneo cisne(de marfil),etc.

  • La preeminencia de lo sensorial se manifiesta en el copioso empleo de sinestesias, a veces audaces: furias escarlatas y rojos destinos, verso azul, esperanza olorosa, risa de oro, sones alados, etc.

  • Añádase la riqueza de imágenes, no pocas veces deslumbrantes, novísimas: “Nada más triste que un titán que llora,/ hombre-montaña encadenado a un lirio”, “la libélula vaga de una vaga ilusión”; “y la carne que tienta con sus frescos racimos”.

La métrica

El ansia de armonía y el “imperio de la música” conducen a un inmenso enriquecimiento de ritmos. Se prolongan las aportaciones de los románticos, se incorporan formas procedentes de Francia, se resucitan versos y estrofas antiguos... Y a todo ello se añaden hallazgos personalísimos.

  • El verso preferido es el alejandrino, enriquecido con nuevos esquemas acentuales. Y con él se combinan ahora versos trimembres(el trimètre romantique francés). Un ejemplo:

Adiós -dije-,países / que me fuisteis esquivos;

Adiós,peñascos / enemigos / del poeta.

  • También a la influencia francesa se debe el abundante cultivo de dodecasílabos y de eneasílabos, versificación apenas usada en nuestra poesía(“Juventud, divino tesoro...”).

Naturalmente los versos más consagrados -endecasílabo, octasílabo,etc.- siguieron usándose mucho.

  • Fundamental es el gusto por los versos compuestos de pies acentuales con su marcado ritmo. Véanse unos ejemplos de pies ternarios: “Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda”(son dáctilos:óoo); “¡Ya viene el cortejo!Ya se oyen los clarines!”(anfíbracos:oóo); “La princesa está triste;¿qué tendrá la princesa?”(anapestos:ooó).

  • Importantes son las innovaciones en las estrofas. Son muchas las que se inventan o se importan. Por ejemplo, el soneto ofrece nuevas modalidades: sonetos en alejandrinos, o en versos de desigual medida, o con disposiciones distintas de las rimas...

  • En fin, la métrica se enriquece con múltiples artificios complementarios: uso especial de rimas agudas o esdrújulas, rimas internas, armonías vocálicas, paralelismos y simetrías que refuerzan el ritmo, etc.

Evolución del modernismo. Su desarrollo en España.

En hispanoamérica suelen distinguirse dos etapas. La primera iría hasta 1896(fecha de Prosas profanas de Darío), y en ella dominarían el preciosismo formal y el culto a la belleza sensible. La segunda presentaría como particularidades una intensificación de la poesía intimista y una presencia de los temas americanos, junto a la atenuación de los grandes efectos formales.

Los principales iniciadores del Modernismo hispanoamericano fueron: José Martí, Gutiérrez Nájera, José Asunción Silva... Tras ellos triunfa Rubén. Y le siguen A.Nervo, G.Valencia,L.Lugones,J.Santos Chocano y muchos más.

  • En España hay tb precursores de las nuevas tendencias: Ricardo Gil, Manuel Reina y sobre todo, el malagueño Salvador Rueda(1857-1933) con su sensibilidad para lo colorista y lo musical. Pero nada de ello disminuye el papel de Rubén Darío en la renovación de la lírica española: su venida en 1892 y su regreso en 1899 son hitos decisivos, y a su seducción personal se debe el triunfo del Modernismo en España. Como dijo Salinas, Rubén “tocaba en ídolo”.

  • Pero señalemos algunas peculiaridades del Modernismo español. Ante todo menor brillantez externa y un predominio del intimismo. Por otra parte, menos sonoridades rotundas, menos alardes formales. En suma: menos parnasianismo y más sabia simbolista, unida a la huella becqueriana.

  • Como figuras característ de nuestro Modernismo habría que estudiar a Manuel Machado y, en un nievel inferior, a Villaespesa o a Marquina.

Pero en la órbita del Modernismo veremos a 3 grandes autores que desbordarían ampliamente sus cauces:

Valle-Inclán, máximo representante de la prosa modernista en su 1ª época.

Antonio Machado, que arranca de un Modernismo intimista y simbolista.

Juan Ramón Jiménez, que cultiva los “ropajes” del Modernismo antes de su giro de 1916.

Importancia del Modernismo

Se ha dicho que es imposible comprender la literatura hispánica moderna sin tener en cuenta los descubrimientos de los modernistas. La poesía en español salió del Modernismo absolutamente distinta de lo que había sido antes. Aunque después se despoje de parte de sus galas , el Modernismo quedará como ejemplo de inquietudes artísticas y de libertad creadora.

OBRA POÉTICA DE MACHADO

INTRODUCCIÓN

La lírica en lengua española está dominada, desde fines del s. XIX, por la potente voz de Rubén Darío. Se ha de relacionar con lo dicho del Modernismo, resaltando su desarrollo en España para poder situar adecuadam la obra machadiana. Su figura se alza con singular personalidad en el horizonte poético del momento.

Pero hay otras figuras destacadas que son:

-Ante todo su hermano Manuel, a veces injustamente postergado por la fama de Antonio, o por otras razones extraliterarias.Obras: “Alma”, “Cante hondo”, “Apolo”,etc.

-En abierta oposic a la estética modernista se sitúa la obra poética de Unamuno. Es uno de los pilares de nuestro lirismo contemporáneo.

-Entre la estética modernista y la “esperpéntica” se hallará la poesía de Valle, como el resto de su obra.

-Inferior es la talla de un Villaespesa o un Marquina.

Recordemos que J.R. Jiménez , con su extraordinaria precocidad estuvo presente desde princ de siglo en la 1ª línea de nuestra lírica, “Arias tristes” -y no es su 1º libro- se publicó en 1903, el mismo año que las soledades de Machado.

Antonio Machado. Datos Biográficos

Nació en Sevilla en 1875. En 1883, se traslada la familia a Madrid. Antonio, como sus hermanos, estudia en la Institución Libre de Enseñanza. Continúa el Bachillerato en los Institutos de San Isidro y Cisneros(que no terminaría hasta los 25 años). Al morir su padre y su abuelo en corto intervalo, pasan dificultades económicas. Antonio trabajo como actor teatral, pero en 1899 -con su hermano Manuel- se traslada a París donde trabaja como traductor contactando con la vida literaria parisina; en una 2ª estancia en 1902, conoce a Rubén Darío, con quien el unirán mutuos lazos de admiración.

De nuevo en Madrid vive intensamente las preocupaciones de los jóvenes grupos literarios. La publicación de Soledades(1903) lo revela como prodigioso poeta.

  • En 1907 obtiene la cátedra de Francés en el Instituto de Soria. Allí pasará una etapa fundamental de su vida. En 1909, se casa con Leonor Izquierdo.En julio de 1911 Leonor sufre una violenta hemoptisis y regresan a Soria, donde ella morirá el 1 de agosto de 1912. Antonio, abatido abandona la ciudad trasladándose a Baeza, pero su corazón queda en el cementerio donde reposa Leonor.

  • En 1919, se traslada a segovia, en donde desarrolla una intensa actividad de cultura popular. Elegido miembro de la RAE en 1927. Conoce a Pilar Valderrama, la Guiomar de sus últimos poemas amorosos. Y en 1931, obtiene una cátedra en el Instituto Calderón de Madrid.

  • En Madrid le sorprende la guerra. Firme republicano, ha de trasladarse a Valencia donde vive y escribe en defensa de su España , hasta 1938, en que va a Barcelona, para refugiarse al año siguiente en Francia con su madre.

Ambos muy enfermos mueren a finales de febrero de 1939.

Ideología y perfil Humano

Fue Machado un hombre bueno(en el buen sentido de la palabra...), ensimismado, de sobria y honda sensibilidad. De ahí que se identificara tanto con el austero ambiente castellano. Humildísimo, rehuyó siempre los honores.

La trayectoria ideológica de Machado ha sido resumida con esta fórmula: “del institucionismo al populismo”. Su tradición familiar y su formación en la Instituc Libre de Enseñ lo situaban en la línea del liberalismo reformista de las clases medias. Pero sus ideas se radicalizarán con el tiempo, sobre todo al contacto con las desigualdades sociales de Andalucía y ante el incremento de los movimientos obreros, con los que simpatizó pronto.

Mostró hasta el fin de su vida una ejemplar consecuencia con sus convicciones profundas. Estuvo, en palabras suyas, “a la altura de las circunstancias”.

Poética

  • Parece válida para su obra esta definición que dio en 1931: “la poesía es la palabra esencial en el tiempo”. Con éstas palabras quería sintetizar su doble objetivo: captar la esencia de las cosas, a la vez que su esencia temporal.

  • Pero más importante que estas declaraciones tardías será atender a las raíces de sus poética. Cierta tradición hacía de Machado “el poeta del 98”; si ideológicam ello es inexacto estéticam es indudable su arranque modernista. Como en otros modernistas españoles ello supone una doble raíz: Romanticismo tardío y Simbolismo. Lo veremos en Soledades. Junto a influencias hispánicas Machado bebió directam del simbolismo francés: nos dijo de su primer viaje a París que: “era la ciudad del `simbolismo' en poesía”.

  • Las huellas de este punto de partido no desaparecerán nunca de sus poemas. Pero pronto se propuso una tarea de depuración estilística que le llevará a una sobriedad y densidad personales.

Primer ciclo poético: Soledades

En los años en que triunfa el Modernismo, aparece esta obra y luego Soledades, galerías y otros poemas(1907). Para Machado el estilo no era tan importante como que la palabra reflejara una honda palpitación del espíritu, es decir la voz del alma al contacto del mundo.

Más tarde se referiría a sí mismo hablando de “ese modernismo del año tres”. A pesar de una tendencia hacia la sobriedad expresiva que se observa -sobre todo- en los poemas de la 2ª edición, es mucho lo que hay de Modernismo en estos comienzos machadianos. Se trata de un Modernismo intimista, con esa veta romántica que recuerda a Bécquer o a Rosalía de Castro.

Esos sentimientos universales conciernen, ante todo a estos 3 temas: El tiempo, la muerte, Dios. Es el problema del destino humano, de su condición, con una visión de poeta “existencial”. Pero también hay nostálgicos recuerdos de la infancia, finísimas evocaciones de paisaje... y un amor más soñado que vivido. Soledad, melancolía o angustia son los resultados de ese mirar hacia el fondo del alma.

En la visión machadiana y en el arte de Soledades, ha destacado la crítica los valores simbolistas. Motivos temáticos tan característicos de Machado como la tarde, el agua, la noria; las “galerías”, etc, constituyen símbolos de realidades profundas, de obsesiones íntimas (el agua, por ej, es simbolo de vida cuando brota, simbolo dela fugacidad cuando corre, de muerte cuando está quieta o cuando es mar).

Del Simbolismo y del Modernismo le viene igualmente a Machado su preferencia por ciertos tipos de ritmo. Así , en su versificación, hay una gran presencia de versos dodecasílabos y alejandrinos, junto a algún ejemplo de métrica basada en pies acentuales. Sin embargo, ya se observa el gusto por formas más sencillas, como la silva. Mucho es también lo que el léxico y las imágenes deben al lenguaje modernista.

Y a pesar de todo, Machado ya posee esa “voz propia” que había buscado. El ciclo de Soledades es un conjunto de hondísima poesía.

Campos de Castilla

El encuentro de Machado con Castilla es un encuentro privilegiado: “Castilla es una tierra en la que el poeta podrá seguir buscando el alma”.

Ante las tierras de Soria, exclamará:

`Me habéis llegado al alma./ ¿O acaso estabais en el fondo de ella?'

Se publica Campos de Castilla en 1912, poco antes de la muerte de Leonor.

Estos son los temas:

El paisaje parece recogido, en algunos poemas, con una objetividad absoluta. Así, en la serie Campos de Soria o en Orillas del Duero. Sin embargo , un estudio atento permite ver, en tales poemas, un claro componente subjetivo: Machado proyecta sus propios sentimiento sobre aquellas tierras, operando una selección que prefiere lo recio y lo austero, o que acentúa(especialmente con la adjetivación) lo que sugiere soledad, fugacidad o muerte(sus constantes obsesiones). Tales son las claves de su visión lírica de Castilla.

La preocupación patriótica le inspira poemas sobre el pasado, el presente o el futuro de España. En ellos se observa(junto a la señalada visión lírica) una visión crítica que motivó la ya discutida adscripción de Machado al “98”.

En cambio, en poemas posteriormente añadidos al libro, la crítica de Machado parte ya de bases distintas: es una visión histórica y política progresista, animada por la nueva fe en “otra España”, “implacable y redentora”, con la que ahora se siente comprometido.

Destaquemos, aparte, el largo romance La tierra de Alvargonzález, en donde el poeta consigue revitalizar la vieja versificación , en un intento de “escribir un nuevo romancero” que fuera expresión popular de “lo elemental humano”. Se trata de un estremecedor poema narrativo, cuya sombría historia gira en torno a la codicia, producto de la dureza y miserias de aquellas tierras.

Por otra parte, en Campos de Castilla inicia un aspecto de su creación que más tarde cultivará copiosamente: ese tipo de poemas brevísimos que integran la serie de “Proverbios y cantares”. Son, unas veces, chispazos líricos; otras, filosóficos. Los más surgen de esas hondas preocupaciones suyas que ahora nos ofrece en formas inspiradas por las coplas populares.

Entre los poemas añadidos al núcleo inicial, hay que citar las conmovedoras evocaciones de Soria, desde tan lejos, o de la esposa muerta.

El libro se completa con una serie de “Elogios”, dedicados a Francisco Giner de los Ríos, Rubén Darío, Juan Ramón y Unamuno.

Nuevas canciones

Doce años tardará Machado en publicar su siguiente libro: Nuevas canciones(1924). Su impulso creador parece haberse frenado, pero a esto se incrementa su interés por la filosofía.

Nuevas Canciones es un libro breve y heterogéneo. “Una especie de muestrario: algunos poemas que recuerdan los Campos de Castillo; otros que, con apenas breves destellos de sentimiento, meten al campo andaluz en una rígida cartonería mitológica; y, en fin, poemas minúsculos, definidores , dogmáticos, condensación de turbias intuiciones puramente cerebrales”.

En el terreno de la poesía descriptiva, es obvio que las tierras andaluzas, no sacuden su sensibilidad como lo hicieron las de Castilla. Sólo cuando evoca a Soria se remonta su vuelo lírico(como en Canciones de tierras altas o en Canciones del alto Duero).

Vemos también en el libro composiciones intimistas de valor muy desigual, poesías de circunstancias, como sonetos a amigos,etc.

Pero lo más definidor de este ciclo es el centenar de nuevos Proverbios y cantares. Lo lírico ha cedido el puesto a lo conceptual: son ahora más “proverbios” que “cantares”; Consisten en sentencias o pensamientos, frecuentemente paradójicos, a veces oscuros, en ocasiones triviales, aunque algunos encierran intuiciones profundas. Las inquietudes filosóficas de Machado han pasado a primer término.

Ultimos poemas

Tras 1924, su producción poética es escasa. Unicamente publica diversas ediciones de sus Poesías completas(1928,1933,1936) con algunos poemas añadidos cada vez.

Podemos destacar las Canciones a Guiomar, testimonio de su nuevo y tardío amor.

La poesía española de entonces va por caminos muy distintos de los que él había recorrido: en esos 20 años, los movimientos de vanguardia barren el panorama de la lírica, se ensaya un arte “deshumanizado”, surgen los “poetas del 27”. Hay , en suma, una nueva estética que parece ejercer sobre Machado poeta efectos paralizantes.

Incluso defiende estérilmente su propia poética contra una lírica `intelectual y artificialmente hermética'.

Al estallar la contienda , Machado quiere ser poeta cívico y bélico de la España Republicana. Surgen así sus poesías de guerra. Entre ellas hay poemas breves, como el dedicado a la defensa de Madrid, otros con tono de arenga , algunas coplas, romances y canciones con notas del paisaje valenciano, y 9 sonetos, alguno estremecedor. Pero la pieza más hermosa es “El crimen fue en granada”, homenaje a Federico García Lorca.

La obra en Prosa

Con el tiempo, la producción en prosa fue para Machado una actividad compensatoria, sustitutiva de la corriente poética que dejaba de impulsarle con ímpetu. Pero el viejo poeta va a revelarse como un gran prosista. Buena parte de tal producción responde a sus crecientes preocupaciones filosóficas; junto a ello, desarrollará problemas estéticos o políticos.

Algunos de sus escritos dispersos o inéditos fueron reunidos por Guillermo de Torre en 1957 con el título de Los complementarios. Tienen gran interés. Así, sus cartas a Unamuno(1913-1929), en las que se leen confesiones valiosísimas. Son igualmente fundamentales sus “Divagaciones y apuntes sobre la cultura”, el esbozo de su discuros de ingreso en la RAE(que nunca pronunció), su texto “¿Cómo veo la nueva juventud española?”, en el que enjuicia sobremanera las nuevas tendencias poéticas,etc.

Pero su gran obra en prosa es el Juan de Mairena. Se trata de un conjunto de artículos, párrafos sueltos o cortos diálogos, atribuidos a tal personaje ficticio, que comenzó a publicar en la prensa a partir de 1934 y recogió en un volumen 2 años después. Con un tono serio y a veces irónico, trata las cuestiones más diversas:

Metafísica, lógica, estética...

Prueba de su atención a las novedades filosóficas son sus comentarios en torno al existencialismo de Heidegger, para algunas de cuyas ideas veía precedentes en Unamuno o en su propia poesía.

A partir de 1936, siguió publicando las lecciones y meditaciones de Mairena. Junto a los temas señalados, dominan ahora las cuestiones políticas, estrechamente ligadas a los dramáticos acontecimientos de entonces.

Significación de Machado

La valoración de su obra ha pasado por matices muy reveladores con los cambios del gusto. Gozó del mayor respeto entre la “generación del 27”, aunque la devoción del momento se orientaba hacia Juan Ramón Jiménez. En la posguerra, los poeta(con Blas de Otero a la cabeza) vuelven hacia Machado y lo convierten en el más alto ejemplo de poesía y humanidad.

Por encima de las mareas de gustos y modas, Machado es la hondura en el enfoque de graves problemas humanos, una identificación inigualada de un poeta con una tierra, un ejemplo de fidelidad a sí mismo y a su pueblo. Y, estrictamente en la evoluc de la poesía española del siglo XX, es una de sus más altas cimas.




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Enviado por:Carlos Garcia Esteban
Idioma: castellano
País: España

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