Mitología


Mitología clásica


Introducción

La mitología forma parte de la cultura Griega desde el principio de la historia del hombre. Los mitos penetraban tanto en la vida privada como en la pública. En ellos no solo podemos encontrar cuentos e historias fantásticas sino también temas sociales relacionados con la época y explicaciones a preguntas que en aquellos tiempos se formulaban y no conseguían encontrar otra respuesta. La mitología era una gran fuente de entretenimiento y diversión entre los griegos, sobre todo en las reuniones; también era fuente de inspiración para artistas, tanto para pintores como a poetas y escultores. Una importante obra del s.VII a.C es el Himno homérico a Deméter en la cual los personajes son dioses y diosas.

Según la mitología Zeus, el dios supremo, había creado seis razas de hombres, una de ellas llamada: Semidioses, esta raza estaba formada por grandes héroes y vivían una vida similar a la de los dioses. Nobleza y gloria eran fundamentalmente el concepto griego de héroe. Estos tenían el deber de respetar unas normas de conducta; se mostraban respetuosos con las mujeres y con quien necesitara su protección. Muchos de estos héroes tenían madres o padres divinos/as, por lo cual gozaban de su protección. Los dioses prestaban ayuda a sus hijos mortales o bien a sus favoritos particulares, pero también ponían trampas y obstáculos a aquellos que les desagradaban, por ello tienen un papel importante en los relatos de héroes. El destino era un factor importante en las historias y siempre se cumplía.

Los principales dioses griegos eran llamados “Los doce Olímpicos” aunque realmente eran más de doce. Los más importantes eran: Zeus, dios del cielo y de la tierra; Urano, personificación del cielo; Gea, personificación de la tierra; Crono, hijo de Gea y Urano, dios del tiempo; Rea, hermana y esposa de Crono; Posidón, dios del mar; Hades, dios de la muerte y el mundo subterráneo; Hestia, diosa del hogar; Deméter, diosa de los cultivos y el grano; Hera, esposa de Zeus; Ares, dios de la guerra; Hefesto, dios herrero; Hebe, diosa de la juventud; Ilitía, diosa de los partos; Afrodita, diosa del amor; Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra; Metis, la personificación del consejo; Perséfone, diosa del inframundo; Apolo, dios de la música y la poesía; Artemio diosa de la caza; Dioniso, dios del vino y Hermes, el dios mensajero.

Los trabajos de Heracles

Heracles, hijo de Zeus y de Alemena, era el héroe más grande y popular entre los griegos.

Alemena era la esposa de Anfitrión y para poder seducirla, Zeus tomo la forma de su marido mientras este estaba de viaje. Cuando volvió Anfitrión y se enteró de lo ocurrido se lleno de ira e intentó quemar a su mujer, pero Zeus envió unas nubes q lo impidieron y Anfitrión tuvo q aceptar la situación. De este encuentro entre Zeus y Alemena nació Heracles, que desde pequeño demostró su increíble poder.

Cuando aún estaba en la cuna estranguló a dos serpientes que había enviado Hera, llena de celos, para q lo matasen junto a su medio hermano.

Heracles realizó doce trabajos al mando de Euristeo, rey de Argos o de Mecenas. Una fuente sugiere que se vio obligado a trabajar para Euristeo después de que un oráculo le pusiese esa penitencia por haber asesinado a todos los hijos de su primer matrimonio en un ataque de ira. Durante estos trabajos fue perseguido por Hera, quien lo odiaba por ser el fruto de una infidelidad de su esposo, Zeus. Pero también tenía la protección de Atenea y la ayuda de su sobrino Yolao.

El sus trabajo, Heracles, tubo q hacer varias hazañas y capturar a animales muy peligrosos como el león Nemea, la hidra de Lerna, un feroz jabalí, la cierva de Artemis, unas aves, el salvaje y feroz toro de Creta, las yeguas de Diomedes, conseguir el cinturón de la reina del Amazonas, capturar los bueyes de Gerión, capturar a Cerbero, y por último conseguir las manzanas de oro de las Hespérides.

La muerte de Heracles fue trágica, su propia esposa lo asesino con una capa ensangrentada que le fue corroyó la piel hasta matarlo tras una lenta agonía. Sus trabajos habían asegurado su inmortalidad y tras su muerte subió al Olimpo con los dioses y diosas.

Teseo de Atenas

Teseo era el héroe ateniense por excelencia. Se le atribuían algunas características sobrehumanas de Heracles. Teseo podía contar entre sus logros las instituciones sociales y religiosas, la consolidación política y la fundación de la democracia ateniense.

Su madre era Etra, la mujer de Piteo, rey de Trecén. Su padre Egeo, rey de Atenas, o también podía ser Posidón, ya que Egeo era estéril. Debido al peligro que corría en Atenas por los celos de sus primos, Teseo fue criado por su abuelo en Trécen. Cuando fue mayor y ya estaba preparado para iniciar su viaje a Atenas, emprendió su viaje. Durante su viaje vivió muchas aventuras. Sus hazañas parecen estar diseñadas para rivalizar con las de Heracles. Teseo lucho contra varios bandidos, bestias y villanos. En su camino se cruzaron: Perifete, Sinis, una cerda salvaje, Escirón, Eleusis, Procrustes…

Cuando llegó a Atenas se encontró con una maga que engañaba a su padre, y que intentó asesinarle dos veces haciéndole luchar con el toro de Maratón, y poniéndole veneno en la copa. Pero finalmente su padre lo reconoció y la maga tuvo que huir para salvar su vida.

Como cincuenta primos seguían siendo una amenaza para él, les hizo frente, luchó contra ellos y los venció.

Cuando Minos, el rey de creta, demanda a Atenas un tributo de siete mujeres y siete hombre para sacrificarlos al Minotauro, Teseo decide ser uno de ellos y matar al Minotauro, con las condición de que en el barco donde irán lleve dos juegos de velas, unas blancas y otras negras, si volvían con las velas negras significaría que han muerto.

Al llegar a Creta, Teseo se enamora de Ariadna, la princesa. Teseo pidió entrar el primero y Ariadna, para ayudarle le dio un ovillo de hilo para que no se pierda en el laberinto. Teseo luchó y venció al Minotauro, y con el hilo volvió sin problemas.

Ariadna marchó con Teseo y los demás hacia Atenas, pero en el camino murió y Teseo ordenó poner las velas negras. Su padre al ver las velas negras se suicidó y Teseo se convirtió en el rey de Atenas.

Su muerte no fue nada heroica ya que fu empujado a los acantilados de la isla de Esciros por Nicomedes, su rey.

La guerra de Troya

La guerra de Troya tuvo lugar en el s.XIX. Todo comenzó en el Olimpo, en la boda de Peleo (mortal) y Tetis (diosa). A la gran boda estaban invitados todos los dioses del Olimpo, menos la diosa Discordia. Discordia, llena de ira, decidió acudir a la boda y dejó caer encima de la mesa una manzana de oro que ponía: “Para la más bella”. Hera, Afrodita y Atenea se lanzaron a coger la manzana. Como nadie se atrevía a dar su opinión y ellas no se ponían de acuerdo, Zeus decidió traer a un mortal, que en este caso fue Paris, príncipe de Troya. Para obtener la manzana, cada una de las diosas intentó manipular a Paris con un regalo. Hera le ofrecía riqueza y poder, Atenea destreza y sabiduría militar y Afrodita el amor de la mujer más bella. Paris escogió a Afrodita y consiguió el amor de la mujer más bella, que era Helena, hija de Zeus y Leda. Helena estaba casada con Menelao, rey de Esparta y hermano de Agamenón. Paris se dirigió a Esparta a ver a Helena, donde Menelao lo recibió con hospitalidad. Helena al ver a Paris se enamoro perdidamente de él. Paris decidió marcharse con Helena a Troya y la secuestró. Menelao, furioso, reunió a sus hombres y con la ayuda de su hermano, Agamenón, y algunos pretendientes de Helena, se dirigió hacia Troya a recuperar a su mujer. Cuando llegaron a Troya declararon la guerra, visto q Paris no estaba dispuesto a renunciar a Helena.

En la guerra participaron héroes como Aquiles, hijo de Peleo y Tetis, quien era invencible. También participaron Odiseo, rey de Ítaca, y Héctor, príncipe mayor de Troya.

La guerra estaba durando diez largos años y los griegos, cansados, decidieron engañar a los troyanos con una idea que había tenido Odiseo. Construyeron un caballo de madera que dejaron como ofrenda a Troya y el ejército griego se escondió.

Cuando Príamo, rey de Troya, vio el regalo, dudó en aceptarlo, pero al final lo hizo entrar a la ciudad. Dentro del caballo de madera, se encontraban los mejores soldados quienes, cuando acabo la celebración por la victoria en Troya, salieron en silencio de dentro del caballo y atacaron la ciudad.

Después de destruir la ciudad y quemar todo a su paso, los griegos volvieron cada uno a su hogar, aunque algunos tardaron más que otros.

La historia de Odiseo

Odiseo sabía antes de ir a Troya que tardaría veinte años en volver a Ítaca. Estuvo en Troya diez años y diez años más navego por los mares y pasó por muchos sitios.

Habiendo dejado Troya, él y su tripulación llegaron a la tierra de los cíclopes, gigantes con un solo ojos. Se adentraron en la cueva de Polifemo, hijo de Posidón, mientras él estaba con su rebaño. Cuando Polifemo volvió, encerró a la tripulación en su cueva (que estaba cerrada con una roca enorme) y empezó a comerse a los marineros. Al día siguiente, cuando ya quedaban menos marineros, a Odiseo se le ocurrió un plan. Ordenó que le ayudaran a hacer una estaca con un tronco que había por ahí. Cuando Polifemo volvió por la noche, Odiseo le ofreció vino y el cíclope acepto gustosamente y le preguntó su nombre, Odiseo le respondió que se llamaba Nadie .Una vez dormido, Odiseo y cuatro hombres más le clavaron la estaca en el ojo y lo dejaron ciego, el cíclope gritó pidiendo ayuda pero nadie le creyó porque cuando le preguntaban quien lo había atacado él respondía: ¡¡Nadie!!

A la noche siguiente, el cíclope abrir la cueva y dejó salir las ovejas, debajo de las cuales estaban los marineros para huir del gigante.

Desde la isla del cíclope, navegaron hasta la isla flotante de Eolia, cuyo rey es Eolo, que dominaba los vientos. Allí fueron recibidos y atendidos muy bien. Cuando llegó el momento de retomar el viaje, Eolo dio a Odiseo una bolsa con los vientos y le dijo que no la abriera. Ya estaban a punto de llegar a Ítaca, cuando Odiseo se quedó dormido y sus marineros decidieron abrir la bolsa con los vientos, por lo cual se desató una gran tormenta que los alejó de Ítaca.

Desembarcaron en Lestrigonia todos los barcos excepto el de Odiseo se perdieron por el mar. Tardaron unos días en salir a explorar la isla. Al final se dividieron en dos grupos, uno era de Odiseo, que se quedó en la embarcación y el otro, de Euríloco, salió a explorar. Encontraron una casa en la cual vivía una hechicera llamada Circe que los invitó a comer y a beber. Todos entraron menos Euríloco, pero desconfió. La hechicera convirtió a los marineros en cerdos y Euríloco corrió a avisar a los demás. Odiseo fue en su ayuda y de camino se encontró con Hermes que le dio un antídoto para que no le afectara el hechizo de Circe y le dijo que acabaría acostándose con ella.

Todo sucedió como Hermes había dicho y Circe bañó y vistió a Odiseo. Luego celebró una gran fiesta y convirtió en humanos a los marineros cerdos.

Todos se quedaron allí un año, hasta que alguien le recordó a Odiseo que tenía que volver a Ítaca. Circe le aconsejó que consulte a Tiresias, un profeta muerto. Odiseo navegó hasta el mundo de los muertos y habló con el profeta, además de con algunas personas más como su madre, Aquiles y Heracles.

Odiseo regresó con Circe, quien le dio algunos consejos para el viaje.

Ya en el viaje pasaron por la isla de las sirenas. Todos los marineros se taparon los oídos y Odiseo se ató al barco para no caer en la trampa del canto de las sirenas.

Cuando ya no hubo más peligro lo desataron y siguieron su rombo. La siguiente tarea fue navegar entre los escollos gemelos de Escila y Caribdis y la pasaron sin problemas.

Luego llegaron a la isla donde Apolo tenía su ganado, Trinacria. Circe y Tiresias le habían advertido que no tocara el ganado de Apolo porque tendría problemas, pero tras un mes en la isla, ya no había provisiones y los hombres tenían hambre. Aprovecharon la ausencia de Odiseo para comerse algunas de las mejores cabezas. Odiseo no los reprendió pero zarparon en seguida de la isla. En el viaje murieron todos los marineros menos Odiseo, quien se salvo agarrado de una tabla durante diez días.

Al final fue a parar a la isla de Ogigia, donde vivía la ninfa Calipso. Calipso fue amante de Odiseo y estuvo viviendo con ella durante siete años, ya que no tenía medios para escapar. Hasta que un día, Atenea envió a Hermes a explicarle a la ninfa que ya tenía que dejar ir a Odiseo. A Calipso no se gusto pero lo aceptó. Le dio una barca y comida para llegar a Ítaca. Cuando ya estaba tan cerca del final de su viaje, Posidón que lo odiaba, levantó una tormenta y Odiseo naufragó hasta que una ninfa lo rescató y le dio una barca. Pero otra vez naufragó y fue a parar a las rocosas costas de un río de Feacia.

De allí fue rescatado por la princesa Nausícaa y sus ayudantes. Los reyes de Feacia ordenaron llevar a Ítaca a Odiseo y así fue.

Pero como Odiseo estaba dormido, lo dejaron en Ítaca, cerca de una cueva con los regalos de Feacia. Él no reconoció el lugar y no se creía que estaba en Ítaca hasta que Atenea se le apareció y le dijo que tenía que hacer para conquistar su patria y su esposa.

Su esposa lo esperó fielmente durante su ausencia, a pesar de que tenía muchos pretendientes detrás de ella. Odiseo se disfrazo para que nadie lo reconociera y lucho con todos los pretendientes hasta vencerlos. Después de eso recupero a su mujer, su hijo y su reino.

Jasón, Medea y el vellocino de oro

Esón, padre de Jasón, había sido despojado del trono de Yolco, ciudad de Tesalia, por su hermano Pelias. Cuando Jasón llegó a la edad varonil reclamó a su tío el poder que legítimamente le pertenecía. Pero Pelias lo envió a buscar el Vellocino de Oro que Etes había consagrado a Ares y que estaba guardado por una serpiente. Por consejo de Atenea, Jasón viajo en la Argos, una nave que lo llevó a la Cólquida. Su viaje hacia Cólquida estuvo lleno de aventuras y pérdidas de marineros. Cuando llegaron a Cólquida y Jasón le contó lo que venía a hacer el rey le dijo que debía uncir a un arado y sembrar algunos dientes del dragón que Cadmo había matado en Tebas. Después de hacer todas sus tareas, ayudado por la hija del rey Medea (hechicera), Eetes no quiso

entregar el Vellocino de Oro a Jasón. Quien con la ayuda de Medea lo consiguió y se fugó con ella. Al llegar a Yolcos entregó el Vellocino de Oro a Jasón a Pelias.

Perseo y Medusa

Acrisio, rey de Argos, tenía una hija, Dánae, pero ningún hijo. Este hecho lo tenía preocupado y fue a consultar a un oráculo. El oráculo le dijo que no tendría ningún hijo, pero si un nieto, pero que este lo mataría. Acrisio encerró a Dánae en una torre, para que no tuviese ningún hijo. Pero Zeus se le apareció en forma de lluvia de oro y la dejó embarazada. Cuando parió a Perseo, Acrisio hizo construir un cajón de madera donde pondría a su hija y a su nieto y los lanzaría al mar. La caja resistió el oleaje y fue a parar a las costas de Sérifos, cuyo rey era Polidectes, quien se enamoró de Dánae, pero Perseo la protegía del malvado rey. Un día Perseo prometió a Polidectes la cabeza de una gorgona. Medusa era la única gorgona mortal y con la ayuda de Hermes, unas ninfas y Atenea logró matarla sin mirarla la cara, ya que se petrificaría.

De vuelta a Sérifos, Perseo rescata a Andrómeda y se casa con ella. Después vuelve a Sérifos con su madre y los tres deciden ir a hacer las paces con Acrisio, pero sin quererlo, Perseo lo mata con un disco que alza en un torneo.

Edipo y el ciclo tebano

A Layo, rey de Tebas, había recurrido a el oráculo de Delfos que un hijo suyo sería su asesino; poco después su reina Yocasta dio a luz un niño que, para evitar la predicción, fue abandonado en un monte, donde fue recogido por un pastor que lo entregó al rey de Corinto, Pólibo que lo adoptó como su hijo.

Cuando Edipo alcanzó la edad adulta visitó el oráculo que vaticinó que sería el asesino de su padre y se casaría con su madre, por lo que, para evitar que el vaticinio se cumpliera, ya que creía que los reyes de Corinto eran sus padres, huyó hacia Tebas.

En un lugar donde se cruzaban tres caminos discutió con un conductor de un carro, al que confundió con el jefe de una banda de ladrones y en el ardor de la disputa, lo mató y así, inesperadamente, se cumplió la primera parte del oráculo. Por aquel tiempo apareció en las proximidades de Tebas un monstruo espantoso, con cabeza y torso de mujer, cuerpo y cola de león y grandes alas, la Esfinge, que devoraba a todos los viajeros que no solucionaban el enigma que les planteaba.

Los tebanos anunciaron que darían el reino al que matase a la Esfinge. Edipo se presentó ante ella que le formuló el siguiente enigma:

¿Cuál es el animal que por la mañana anda a cuatro pies, a mediodía, a dos y por la noche, a tres?

Edipo respondió: Es el hombre, que de niño se arrastra por el suelo, de mozo se sostiene con dos pies y de viejo, además de sus dos piernas, utiliza  un bastón.

Entonces la Esfinge se suicidó y Edipo fue nombrado rey de Tebas y se casó con Yocasta, su madre.

Durante muchos años la pareja vivió feliz, sin saber que ellos eran en realidad madre e hijo. Más tarde, el país se vio asolado por una terrible peste y el oráculo proclamó que era el castigo que los dioses enviaban por la muerte de Layo y que debía ser castigado su asesino. Un adivino le dijo entonces a Edipo que Layo, el conductor que él mismo había matado, era su padre y que había cumplido la segunda parte de la predicción casándose con su propia madre.

Horrorizada al conocer el incesto, Yocasta se suicidó y, cuando Edipo se dio cuenta de que ella se había matado y que se condenaba a sus hijos, se vació los ojos y abandonó el trono. Vivió en Tebas varios años pero acabó desterrado.

Acompañado por su hija Antígona, que le servía de lazarillo, vagó ciego durante muchos años. Finalmente llegó a Colonna, un santuario cerca de Atenas, donde moriría.

La herencia de la imaginación

Los testimonios que perviven sugieren que la mitología era una parte natural y aceptada de la vida. Proporciona entretenimiento popular, y es fuente de inspiración en los campos de la música, poesía y artes plásticas.

Los mitos no sólo proporcionan ejemplos de buenas conductas y malas para instruir a los jóvenes, sino también de las actuaciones del destino, carácter, y de los misterios de la vida, para que mediten sobre ellas todo tipo de personas.

Antiguamente Grecia representaba la cultura y la civilización. La expansión del cristianismo no afectó en absoluto a la popularidad de los personajes e historias de los mitos y su continuo reciclaje en el arte, la música y la literatura.

El interés de Europa Occidental en la mitología griega no murió después de la I Guerra Mundial como en otros países. Una de las obsesiones del siglo XX con la mitología griega es la de Freíd, el padre del psicoanálisis, quien relaciona algunos mitos antiguos con la psicología y comportamientos humanos.

Aún a fines del siglo XX, los mitos griegos mantienen su atractivo. Aunque las viejas historias puedan aparecer con nuevas formas, el hecho de que continúen siendo reelaboradas muestra la resistente fortaleza de la herencia de su imaginación.




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Enviado por:Lau
Idioma: castellano
País: España

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