Literatura


Miguel de Cervantes


Miguel de Cervantes Saavedra:

Cervantes, ilusión y desencanto

Cervantes nace en 1547 en Alcalá de Henares, hijo de Rodrigo de Cervantes y Leonor de Cortinas. Probablemente residió en diversas poblaciones de España al tener que acompañar a su padre, que era cirujano. Poco se sabe de sus estudios: pero, hay que resaltar que en Madrid, fue discípulo del profesor de Gramática Juan López de Hoyos y que muy joven forma parte del séquito del cardenal Guilio Acquaviva, con quien recorrerá Italia, lo cual deja una profunda huella en él. Su juventud transcurre en el momento más alto del Imperio español, y su madurez presenciará el derrumbamiento del Imperio. Cervantes nace en la época de mayor esplendor político, en su juventud toma parte en la batalla de Lepanto, en la que pierde un brazo y en su madurez contempla la decadencia del Imperio. El humanismo del Clasicismo, la riqueza del Barroco y una habilidad y sensibilidad poco comunes se dejan ver en toda su obra literaria. Los mismos años de su producción literaria, 1585-1616, están a caballo de este cambio, del Clasicismo al Barroco. Cervantes sintetiza estos aspectos literarios fundamentales y, al mismo tiempo crea la obra más representativa del Barroco.

Es en Italia donde comienza su época heroica, llena de grandes esperanzas e ideales, que se derrumbarán. Cervantes, tras el heroísmo mostrado en diversas campañas, muy especialmente en la de Lepanto y tras la azarosa cautividad de Argel, con varios intentos de huida y una larga espera, se encuentra por fin en España, donde tiene que ganarse la vida malamente.

Ni las cartas de recomendación de don Juan de Austria, ni los cuatro intentos de huida, le han valido para que en Madrid, nadie le ofrezca un trabajo acorde con su talento literario. Cervantes se ve obligado a aceptar el cargo de recaudador, cuya misión era la de proveer de trigo a la Armada Invencible.

Si en la victoria de Lepanto fue un héroe, a la destrucción de la Armada Invencible contribuyó con su humilde cargo. Cervantes, los últimos años de su vida los pasa en prisión.

Cervantes a lo largo de su vida ha atesorado una gran experiencia rica en conocimientos, personas, lugares y situaciones.

Su vida y su obra reflejan un proceso de maduración profunda, en todos los sentidos. Miguel de Cervantes es un hombre comprometido y entregado a sus ideales: primero militares y luego literarios. La vida fue muy dura con él y en muchas ocasiones le ofreció la cara adversa; pero esto mismo le posibilitó la más grande obra de nuestra literatura, y se podría decir que de la literatura universal.

El Quijote no se hubiera podido escribir en unos años gozosos y entusiastas. Cervantes gracias a la madurez adquirida a lo largo de sus vivencias que le capacitaron para ser el gran escritor, ha llegado hasta nuestros días con la misma fuerza y calidad de hace cuatrocientos años.

Muere el 22 de abril de 1616, pobre, en Madrid

Aspectos literarios y biográficos

Cervantes poeta

A Cervantes no se le considera buen poeta, tachándosele de mediocre, esto se debe fundamentalmente a la calidad de su prosa que dificulta mucho la valoración de su obra poética. Parte de sus poemas figuran en La Galatea. Escribió también Dos canciones a la armada invencible, sin embargo, sus mejores momentos los encontramos en los sonetos, en especial Al túmulo del rey Felipe en Sevilla. Entre sus poemas más importantes destacaremos: Canto de Calíope; Epístola a Mateo Vázquez y el Viaje del Parnaso.

 

Cervantes autor teatral

Su obra dramática también ha sufrido comparaciones gravosas, pero las dos comedias: Los tratos de Argel y La Numancia, alcanzaron gran resonancia y no fueron superadas hasta la aparición de Lope. Sus obras posteriores están reunidas en 16 piezas teatrales repartidas en ocho comedias: El gallardo español; Los baños de Argel; La gran sultana doña Catalina de Oviedo; La casa de los celos; El laberinto del amor; la comedia de capa y espada La entretenida; El rufián dichoso y Pedro de Urdemalas, fina comedia sobre un pícaro que se une a los gitanos por amor a una muchacha. También escribió ocho entremeses: El juez de los divorcios; El rufián viudo llamado Trampagos; La elección de los alcaldes de Daganzo; La guarda cuidadosa; El vizcaíno fingido; El retablo de las maravillas; La cueva de Salamanca; El viejo celoso. Estas comedias y entremeses integraron Ocho comedias y Ocho entremeses nuevos, nunca representados, de 1615. Los entremeses de Cervantes, de cronología desconocida, no debieron ser representados en su época; utilizó en ellos un diálogo fino y ágil; fiel continuador de la obra de Lope de Rueda, trasladó al entremés elementos de la novela como son la simplificación de la acción novelística, descripciones de la novela y profundización en los personajes.

 

Cervantes novelista

Entre las novelas y citadas cronológicamente figuran: La Galatea, 1585; El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha primera parte de 1605; Novelas ejemplares, de 1613, constituidas por: La gitanilla; El amante liberal; Rinconete y Cortadillo; La española inglesa; El licenciado Vidriera; La fuerza de la sangre; El celoso extremeño; La señora Cornelia; El casamiento engañoso; Coloquio de los perros; También escribió la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, 1615, y Los trabajos de Pesiles y Segismunda, historia septentrional, 1617. Los trabajos son el mejor testimonio, no sólo de la supervivencia de los temas novelísticos griegos, sino también de las formas e ideas de la novela española del segundo renacimiento; esta obra se publicó tras el fallecimiento del autor.

 

El Quijote

En 1605 Miguel de Cervantes y Saavedra publicó la primera parte de la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, impresa en Madrid en el taller de Juan de la Cuesta, a cargo del librero editor Francisco de Robles, con dedicatoria dirigida al duque de Béjar. Obtuvo un éxito sin precedentes; en este primer año se lanzaron seis ediciones y fue traducido al inglés (1612) y al francés (1614. Alonso Quijano, protagonista de la obra y hombre dado a la lectura de libros de caballería, pierde el juicio, influido por las hazañas de sus héroes y decide hacerse caballero, salir en busca de aventuras e imponer justicia según las normas de las órdenes andantes. La obra de Cervantes, crítica aguda de la literatura de su tiempo, planteó el choque entre la realidad y los ideales que don Quijote pretendía resucitar, a la vez que creó el tema de la clarividencia en la locura. En 1614, Alonso Fernández de Avellaneda, posiblemente seudónimo, publicó en Tarragona un Segundo tomo del Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, mientras Cervantes trabajaba en su propia Segunda parte que apareció en 1615. Leído como simple parodia de los libros de caballerías, con el romanticismo se reveló la verdadera importancia de la novela. Considerada estructuralmente, la primera parte, intercala episodios laterales al argumento principal, aspecto que le fue criticado a Cervantes en su época y en la actualidad; el autor se defendió de estos ataques en el capítulo XLIV de la segunda parte. La crítica influyó mucho en la estructura de la segunda parte, donde tales relatos desaparecen. Cervantes domina desde el retablo de maese Pedro, la ilusión teatral con una fuerza ausente en la primera, que entra a formar parte de la segunda como una función más de la narración.

El Quijote es una reflexión aristotélica sobre la naturaleza de la literatura y la función social del escritor, Cervantes distingue entre verdad poética y verdad histórica intentando, mediante la parodia, delimitar ambas naturalezas: muestra cómo su falta de diferenciación conduce a la miseria moral de su héroe y, por tanto, de su público.




Descargar
Enviado por:Pablo Gonzalez
Idioma: castellano
País: España

Te va a interesar