Arte
Miguel Ángel Buonarroti
Miguel Ángel Buonarroti
2º Bachiller. “Humanidades”
Historia del Arte. 05-04-05.
Miguel Ángel (1475-1564). Su obra arquitectónica.
Uno de los artistas más grandes de la historia en todos los aspectos, no sólo dominó las distintas artes. Su figura preside la Roma del siglo XVI y preludiará el arte barroco. Su estilo, fruto del profundo drama de su vida y arrebatos místicos, de ingenio inclinado al pesimismo ( la terribilitá) de la Italia contemporánea. Se consideró escultor ante todo: “no existe idea que no pueda expresarse en un bloque de mármol”. Su facultad arquitectónica es tardía. Es en 1546 cuando Pablo II decide encomendar la dirección de las obras de S. Pedro Vaticano a Miguel Ángel, ya con 70 años, transforma los proyectos iniciales eliminando los ingresos laterales con pórticos y las sacristías bajo las torres y transforma la cúpula que la eleva hasta alcanzar los 131 metros.
Decora el tambor con columnas pareadas y frontones triangulares sobre ventanas y curvilíneos alternados, creando un modelo que se repetirá en siglos posteriores con pocas variantes. Los nervios exteriores se duplican respecto a la de Bruneleschi, y sirven para unir las columnas del tambor con las de la linterna. En un siglo y medio, la cúpula pasa de elemento “superpuesto” a elemento “integrado” con el todo.
Escalera de la Biblioteca Laurenciana, anexa a la Iglesia de San Lorenzo de Bruneleschi, encargada por los Médici para acceder a la biblioteca de Lorenzo “ el Magnífico”. Obra totalmente manierista al romper los cánones clásicos de proporción, armonía, equilibrio engañando al ojo al crear una inmensa escalera en un espacio muy reducido. Es una triple escalera: la central con escalones curvos que se desparraman como una corriente de lava con gusto por lo curvilíneo que anuncia ya el barroco. Las escaleras laterales son más rectas y están separadas de la central por barandillas abalaustradas rematadas arriba por volutas albertianas.
Decora las paredes del vestíbulo con ventanas ciegas coronadas con frontones alternantes triangulares y curvos, entre columnas pareadas que quedan empotradas al muro. Miguel ángel juega con la pared blanca y los elementos arquitectónicos en gris, la “pietra serena” que empleó Bruneleschi en la Iglesia anexa de San Lorenzo.
Plaza del Capitolio.
Miguel Ángel diseñó la plaza del Capitolio sobre una de las siete columnas de Roma donde en su momento estuvo el senado. Lo hace por encargo de los papas para recibir a Carlos V y embellecer la ciudad de Roma. Es una plaza que podemos considerar manierista por el tipo de plano y los edificios que la forman. El plano es trapezoidal. Se accede por una amplia escalinata por la que se llega a una barandilla abalaustrada que forma el lado mayor del trapecio de donde parten dos edificios convergentes que son: el palacio Capitolio y es de los conservadores, y al fondo la plaza se cierra con el placio de los Senadores. En el centro inscrito en un óvalo se coloca la estatua ecuestre de Marco Aurelio. Los palacios laterales son iguales y tienen unos soportes abiertos en la planta baja y la alta recorrida por corredores con columnata de distinto orden ( orden colosal). Las columnas recorren más de un piso y planta, a diferencia del palacio Rucellai.
En el palacio de los senadores la planta baja es cerrada sin columnas y con doble escalinata por lo que se asciende a la primera planta. Los tres palacios están rematados por escultura en la parte superior a manera de acróteras. Miguel Ángel no la vio terminada. Miguel Ángel construyó la Capilla de los Medici junto con Sangallo el Palacio Farnesio de Roma.
Bóveda de la Capilla Sixtina.
La Capilla Sixtina, debe su nombre al Papa Sixto IV della Rovere quien hizo reestructurar la antigua Capilla Magna entre el año 1477 y el 1480. Fue realizada por un equipo de pintores formado originariamente por Pietro Perugino, Sandro Botticelli, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli. Sobre la bóveda, Pier Matteo d'Amelia pintó un cielo estrellado. La realización de los frescos tuvo comienzo en 1481 y se concluyó en 1482.
El 15 de agosto de 1483 Sixto IV consagró la nueva capilla a la Asunción de la Virgen. Julio II della Rovere, sobrino de Sixto IV, decidió modificar parcialmente la decoración de ésta, confiando el encargo a Miguel Ángel en 1508, quien pintó la bóveda y los lunetos, en la parte alta de las paredes.
Miguel Ángel puso nueve pinturas centrales* que describen episodios del Génesis con figuras de Desnudos a los lados, que sostienen medallones con escenas del Libro de los Reyes.
*El Diluvio Universal.
Miguel Ángel representa el episodio del Diluvio Universal con extremo carácter dramático: en primer plano se ve una altura a la que se dirige una multitud, encorvada debido al peso de sus haberes personales o al de sus familiares, iludiéndose de este modo, de salvarse frente al castigo de Dios, mientras que en la parte opuesta, otros se amontonan en un islote, alargando las manos para dar socorro a los que aún se hallan en peligro. En el centro se ve una barca a punto de hundirse, mientras que en el fondo, se halla el arca en la que, según los deseos de Dios, hallarán la salvación Noé, sus familiares y parejas de animales.
*Pecado Original y Expulsión del Paraíso terrenal.
Miguel Ángel representa simultáneamente el Pecado original (Génesis 3, 1-13) y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso terrenal (Génesis 3,22-24), dos momentos que en la narración bíblica se encuentran claramente divididos, mostrando juntos la causa y el efecto. Ambos episodios se hallan separados por el árbol del bien y del mal, en torno al que se enrolla la serpiente que tiende el fruto prohibido a Eva, quien desobedeciendo a la orden del Señor, lo agarra y se lo come, tras ofrecerlo también a su compañero. En otro lado del recuadro, los progenitores, expulsados por un ángel con la espada desenvainada, se alejan del Paraíso terrenal, adolorados y encorvados por el remordimiento del pecado cometido.
*La Creación de Adán.
El episodio de la Creación del Hombre tiene como punto central el contacto entre los dedos del Creador y los de Adán, a través del cual se transmite el soplo de la vida. Dios, sostenido por ángeles que vuelan y envuelto en un manto, se dirige hacia Adán, representado como un atleta en reposo, cuya belleza parece confirmar las palabras del Antiguo Testamento, según las cuales el Hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.
*La Creación de los astros y las plantas.
Miguel Ángel representa al mismo tiempo el tercer y cuarto día de la Creación. En efecto, a la izquierda, Dios, de espaldas, dirige el brazo hacia un matorral, que alude al mundo vegetal. A la derecha, vuelve a aparecer la poderosa figura del Señor que con un gesto enérgico de las manos indica y divide en el cielo, el sol y la luna.
En la base de la estructura arquitectónica, doce Videntes, es decir, Profetas y Sibilas*, que se hallan sentados en tronos monumentales.
*Profeta Zacarías.
En la pared de entrada, el profeta está representado como un viejo barbudo con el busto de perfil mientras lee un libro. Zacarías, que vivió alrededor del año 500 a.C., se esforzó en dar apoyo con la palabra de Dios a los Israelitas de regreso a Jerusalén tras el exilio a Babilonia, desilusionados por la falta de señales de bendición frente a las dificultades afrontadas. En la primera parte de su libro (Zacarías caps.1-6) se describen ocho visiones que preanuncian la venida del Mesías, con las que el profeta trató de dar valor a su desanimado pueblo. En los capítulos siguientes el profeta promete que un día llegará la recompensa (Zacarías, 8, 1-23) y que Israel será restaurado, no sin antes pasar por guerras y calamidades (Zacarías, caps. 9-14) al no haber reconocido al Mesías (Zacarías 9, 9-10). Las palabras de Zacarías, que anuncian al Mesías, se citan en el Evangelio de Mateos para demostrar la venida mesiánica de Cristo (Mateos 21,4-7).
*Profeta Ezequiel.
Ezequiel está representado como un viejo en un abatido coloquio con un joven a su izquierda. Fue el primer profeta de Israel en desenvolverse fuera de su tierra: en efecto, fue deportado en exilio a Babilonia (alrededor de 593 a. C.), en donde trató de amonestar a los Judíos frente a su responsabilidad moral por la deportación en Mesopotamia y por la destrucción de Jerusalén, causada por la infidelidad a la alianza con Dios. El libro de las profecías de Ezequiel se puede dividir en tres secciones: la primera incluye la denuncia de los pecados del pueblo elegido que conllevarán al inevitable castigo de Dios, que culmina con la derrota de Jerusalén (Ezequiel, caps. 1-24). La segunda se refiere al anuncio de la ruina de los pueblos idólatras (caps. 25-32), mientras que en los últimos capítulos (33-48) Dios confía al profeta la tarea de llamar al pueblo hebreo a la conversión de sus pecados (33, 10-20) y de anunciar su futuro con la visión de una nueva Jerusalén, la fundación de un nuevo culto y de una nueva tierra dirigida por un nuevo pastor, es decir, David.
*Sibila Líbica.
La sibila es sorprendida mientras coge o coloca el libro detrás de ella, realizando un movimiento de rotación del cuerpo. Dicho gesto, asociado al hecho que se trata de la última de las Videntes dirigidas hacia el altar, ha sido interpretado por una parte de la crítica como si guardase el libro con las profecías frente a la venida del Mesías.
*Sibila Délfica.
Como distraída por un factor externo mientras lee el rollo, acaso una visión, dirige la mirada en dirección opuesta a la rotación del cuerpo. Tanto los ojos como la boca, apenas abierta, parecen de hecho manifestar su emoción improvisa frente a un acontecimiento nuevo, que la parte restante del cuerpo todavía se opone, bloqueado en el estado de calma anterior. Esta actitud se ve igualmente en dos jóvenes cerca de ella. La Sibila Délfica fue la más admirada por su belleza física e ideal.
Más abajo se hallan los Antepasados de Cristo, representados en las enjutas*.
*Enjuta del luneto con Jesé, David y Salomón.
*Enjuta del luneto con Josías, Jeconías y Salatiel.
Por último, en las cuatro pechinas angulares, el artista representó algunos episodios de la milagrosa salvación del pueblo de Israel.
*Judit y Holofernes.
En el Antiguo Testamento se narra el episodio de Judit que salvó su ciudad Betulia del asedio de Holofernes, general del rey asirio Nabucodonosor, dándole muerte después de un banquete durante el cual le habían embriagado, decapitándolo y llevando más tarde la cabeza a sus conciudadanos (Judit caps. 10-13). El episodio se encuentra representado en tres escenas: a la izquierda, están las guardias dormidas; en el centro, Judit y la sierva que cubren la cabeza del muerto con un paño, presunto retrato de Miguel Ángel; por último, a la derecha, se ve el cuerpo de Holofernes mutilado.
En agosto de 1510, Miguel Ángel dio por terminada la primera mitad de la bóveda, o sea, desde la pared de entrada hasta la Creación de Eva. El trabajo tuvo que haber finalizado dentro del 31 de octubre de 1512, ya que el 1° de noviembre el Papa celebró misa en la Capilla.
Los frescos de la Capilla Sixtina han sido restaurados completamente entre 1979 y 1999. Dicha intervención ha incluido incluso las partes marmóreas, es decir, el coro, la tranquea y el escudo de Sixto IV.
Bibliografía:
- Pijoán, José. Summa Artis, Antología. Espasa Calpe. Madrid, 2004. Volumen V.
- Salvat, Juan. Historia de Arte. Salvat. Barcelona, 1970. Volúmen VI.
- mv.vatican.va/4_ES/pages/CSN/CSN_Main.html
- www.christusrex.org/www1/sistine/0.Tour.html-
- www.artehistoria.com/genios/museos/371.htm
- www.benidormytu.com/italia/roma/ciudad_del_vaticano/capilla_sixtina.htm
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Enviado por: | Iparjilogos |
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