Melquíades y el arte de las predicciones

En la edad media existía un grupo de personas que se llamaban alquimistas. Los alquimistas se dedicaban fundamentalmente a modificar su ser interior para alcanzar un estado espiritual más elevado y creían que con la transmutación de los metales en oro podrían lograrlo en presencia de la piedra filosofal. La piedra filosofal para los alquimistas, era la base de la sabiduría y la base para comprender el mundo y el universo. También se creía que con esta piedra se podría encontrar el elixir de la vida eterna.

Macondo era un pueblo dormido, sin vida hasta que llegan los gitanos dirigidos por Melquiades. Melquiades era un gitano alquimista, que iba usualmente a Macondo a mostrar sus nuevos experimentos o descubrimientos, donde también empieza a crear una amistad con José Arcadio Buendía, el cual también dedicaba tiempo a la alquimia.

Melquiades es quien le da vida a la familia Buendía, porque fue él quien predijo todo lo que pasaría en Macondo, escribiéndolo en sus pergaminos escritos en sánscrito los cuales nadie de la familia los podía descifrar porque él elegiría a quien iba poder descifrar los pergaminos (en este caso el elegido seria Aureliano Babilonia) o sea el decidió- Melquiades- cuando sería el fin de Macondo y de la estirpe de los Buendia, ya que fue él quien les dio vida.

Melquiades se puede comparar o asemejar con el antiguo filosofo de la Edad Media Nostradamus (Al igual que Melquiades sus profecías estaban escritas), el cual profetizaba que el anticristo o la maldad llegaría al mundo Por otro lado encontramos que Melquiades veía a su manera la maldad o un “anticristo” que en este contexto seria la llegada de los “gringos” y de la compañía bananera que abatiría a Macondo.

Como bien estaba escrito en el pergamino de Melquíades ‎"…porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían segunda oportunidad sobre la tierra."

También podemos encontrar una relación entre Melquíades y la tradición profética de la Biblia ya que estos anunciaban, predecían el fin de un mundo y el nacimiento del otro, inspirados en el caso de los profetas bíblicos, en Dios. En el caso de Melquíades su inspiración estaba dada por ser un alquimista y un hombre sabio según se relata en la novela.

Donde queda claro lo que estamos hablando es cuando Aureliano Babilonia lee los escritos y dice que antes de llegar al verso final del pergamino de Melquiades había comprendido que no saldría jamás de allí pues estaba previsto que la ciudad seria arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres.

Una forma de responder al tema de este ensayo sobre Melquíades y el arte de las predicciones es la que da a entender el autor de que es Melquíades el que construye y relata la historia como un narrador omnipresente que cuenta el destino de Macondo como una serie de hechos y acontecimientos que ya estaban escritos.