Literatura
Martín Fierro; José Hernández
EL GAUCHO: RESULTADO DE LA SOCIEDAD
INTRODUCCIÓN
En este trabajo monográfico trataré de demostrar que en la obra “Martín Fierro”, escrita por José Hernández, el gaucho era una persona de bien que actuaba de acuerdo a sus costumbres, principios y valores, éstos no siempre fueron comprendidos y compartidos por la sociedad de su época del modo en que el personaje las pensaba y sentía.
Esto va a ser demostrado abordando distintos temas, entre los cuales se encuentran el contexto socio-cultural del gaucho de la época, las virtudes, cualidades y valores que él rescata, la biografía del autor demostrando que esta obra no fue producto de su imaginación, sino el reflejo de un personaje real. También se incluirán criticas negativas sobre la personalidad y el accionar que el gaucho desempeñó en la coyuntura social de su tiempo.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
A continuación se presentara la biografía del autor para poner en evidencia la influencia que la vida del autor y los ideales que él poseía tuvieron sobre el desarrollo de la obra, como a su vez el condicionamiento que estos ejercieron sobre José Hernández a la hora de escribirla.
José Hernández (1834-1886)
Escritor argentino, militar, político y periodista. Creador del extenso poema "El gaucho Martín Fierro", Hernández se sitúa como el mayor exponente de la poesía gauchesca. Hijo del federal Rafael Hernández, de origen gaucho, y de Isabel Pueyrredon, cuya noble familia era partidaria de los unitarios, José Hernández nació en la alquería de Pedriel, cerca de Buenos Aires. Por motivo de negocios, el padre decidió llevar al campo y dejar a sus hijos Magdalena y José al cuidado de sus tíos Victoria ("Mama Toto") y Mariano Pueyrredon. La infancia de José se desarrolló en ese ambiente hasta 1840, año en que se trasladó a vivir con su abuelo materno en Barracas, debido a que sus tíos se vieron a emigrar a Brasil por razones de índole política. Hernández estudió en el Liceo Argentino de San Telmo y en 1846, muerta la madre, su padre decidió llevárselo a las pampas. Las experiencias en el campo y el contacto con la vida gaucha durante parte de su niñez y juventud, dejaron importante huella en el futuro poeta. Desde 1853 hasta 1886, Hernández participó activamente de las luchas civiles de su país. A diferencia de otros románticos de entonces, se hizo federal y se alistó en el ejercito rosista, hecho que desencadenó la enemistad entre el y Sarmiento. En 1858 emigró a Paraná en donde realizó actividades políticas, periodísticas y trabajó como contador de una casa comercial. De regreso a Buenos Aires, fundó el periódico "El Río de la Plata" (1869-1870), en el que asumió las protestas contra las injusticias de las que considero era objeto el gaucho, después del triunfo liberal y en especial durante el gobierno de Sarmiento. En 1870, tras la derrota del levantamiento de López Jordán, Hernández se refugio en Brasil. En 1872 viajo a Buenos Aires y publicó la primera parte del "Martín Fierro", conocido como la "Ida"; en 1873, perseguido por Sarmiento, salió a Montevideo y dos años mas tarde regresó a la capital argentina; continuó participando en la política y en 1879 publicó la segunda parte del poema conocida como la "Vuelta.
En el año 1886 murió siendo senador en Buenos Aires.
CONTEXTO SOCIO-CULTURAL DEL GAUCHO
Las transformaciones económicas que se produjeron a mediados del siglo XIX como resultado de la modernización del país afectaron profundamente el modo de vida de los gauchos ya que las tierras, las cuales eran pertenecientes a las familias adineradas, comenzaron a ser alambradas por sus propietarios, y ya no era posible para los gauchos andar por la pampa en su caballo enlazando el ganado a cimarrón para subsistir como solían hacerlo antes.
Esta situación se vio agravada por un componente político: la “ley de leva”, la cual consistía en permitir a la policía de la campaña detener a todo aquel que no estuviera trabajando en alguna estancia como peón y enviarlo a la frontera a luchar contra los indios.
De ahí que al gaucho sin papeleta de conchabo (comprobante de trabajo) se lo denominaba “gaucho malo” o “gaucho matrero”, como si fuera un delincuente por no poseerlo. El reclutamiento de los gauchos para el servicio de frontera era muy estricto y dio lugar a una serie de injusticias, ya que eran reclutados no solamente los gauchos sin conchabo sino también aquellos que poseían su propio rancho y su familia y eran reclutados por capricho de la autoridad local. Esto dio lugar a que el gaucho escapase y se convirtiese en un desertor el cual seria perseguido por las partidas de policías con las cuales debía enfrentarse constantemente.
Con el paso del tiempo, estas circunstancias provocaron la desaparición del gaucho de la campaña. Muchos murieron en las constantes luchas contra los indios y otros en distintas guerras en las que el país se vio involucrado en el siglo XIX. En las tres últimas décadas del siglo XIX gran parte de los gauchos se trasladó a los suburbios de la cuidad de Buenos Aires, debido a las dificultades para sobrevivir en el campo, con los cambios en el tipo físico y en las costumbres que implica vivir en la cuidad, los cuales eran inevitables.
En la obra de José Hernández la situación del gaucho se ve claramente descripta, ya que el protagonista es llevado a la frontera para la lucha contra los indios, también se escapa y se convierte en desertor y termina siendo perseguido por las partidas de policías con las cuales se enfrentaba cuerpo a cuerpo. También se encuentran expresiones y rasgos característicos de la época: bagual (caballo sin domar), gato (baile popular pampeano), fandango (baile, reunión, fiesta), charango (guitarra ordinaria), pango (alboroto, confusión), pericón (baile nativo argentino), etc. Otro ejemplo del contexto en el que el gaucho estaba inmerso son las pulperías ya que entre los gauchos del siglo XIX, éstas eran lugares donde se despachaban bebidas y comestibles, en las cuales solían hacerse milongas.
EL GAUCHO Y SUS RELACIONES
El gaucho es un criollo resultado de un mestizaje entre un español y un indio. Habitaba en la Pampa Húmeda, en la última mitad del siglo XIX. Este personaje poseía ciertas características fundamentales como por ejemplo el desarraigo el cual es demostrado por su actitud y su situación. La situación del gaucho era muy particular ya que no se sentía nativo en su propia tierra, característica atribuida a los indios, ni era respetado por los dueños del poder, los cuales lo consideraban inservible, salvo para luchar en la frontera y en las distintas campañas para conquistar territorio como por ejemplo la Campaña al Desierto realizada en 1878 por el general Julio Argentino Roca bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda, tampoco eran tenidos en cuenta para trabajar, característica que es demostrada con los inmigrantes de Europa que eran traídos para realizar las tareas ya que representaban una mano de obra más barata que el gaucho. Entonces sólo le quedaba un camino, vivir de su libertad y su pobreza sin preocuparse por establecerse en ningún lugar.
José Hernández era un luchador de los derechos del hombre del campo y de la causa nacional, por lo tanto reflejó en el protagonista la oposición a la organización social de la época, es decir, su inadaptación a un régimen cuyos dirigentes desprecian al hombre de campo o solo les interesa sui valor como votantes.
No tiene hijos, ni mujer, Él nada gana en la paz
ni amigos, ni protectores, y es el primero en la guerra;
pues todos son sus señores no le perdonan si yerra,
sin que ninguno lo ampare. que no saben perdonar,
Tiene la suerte del güey: porque el gaucho en esta tierra
y adónde irá el güey que no are! sólo sirve pa´votar.
La actitud del protagonista frente a los gringos y los indios es de vital importancia.
Frente a los gringos, Fierro los desvaloriza ya que estos desconocen las actividades básicas del campo.
No hacen más que dar trabajo,
pues no saben ni ensillar;
no sirven ni pa carniar;
y yo he visto muchas veces,
que ni voltiadas las reses
se les querían arrimar.
Frente a los indios toma una actitud categórica, los retrata como agresivos y crueles. El gaucho odiaba al indio tanto como la oligarquía odiaba al gaucho.
Es tenaz en su barbarie;
no esperen verlo cambiar;
el deseo de mejorar
en su rudeza no cabe;
el bárbaro sólo sabe
emborracharse y peliar.
Martín Fierro es el prototipo del gaucho. Es presentado como cantor, pacífico, astuto, valiente y libre fundamentalmente. Las contingencias externas, la injusticia, y las distintas duras situaciones que tiene que afrontar, lo van modificando a lo largo de la obra hasta convertirlo en un gaucho matrero. Es decir un hombre que ha cometido delitos, que está en la abstinencia electoral, que huye constantemente de la justicia.
El anda siempre juyendo,
siempre pobre y perseguido,
no tiene cueva ni nido
como si fuera maldito;
porque el ser gaucho... ¡barajo!
El ser gaucho es un delito.
Moverse en condición de fugitivo, como “guacho” sin alivio, lo lleva a adquirir una nueva característica: la de ir endureciéndose, insensibilizándose.
Y son tantas las miserias
En que me he sabido ver,
Que con tanto padecer
Y sufrir tanta aflición,
Malicio que he de tener
Un callo en el corazón.
A pesar de toco esto, el protagonista se arrepiente de sus peleas y le tiene piedad a los muertos.
VIRTUDES, CUALIDADES Y VALORES QUE RESCATA EL GAUCHO.
El gaucho esta dotado de virtudes sociales, a pesar de opiniones en contra que lo presentan como antisocial, resentido y anárquico.
Esas virtudes son:
- Respeto por la vida ajena (“el hombre no mate al hombre / ni pelee por fantasía”)
- Respeto a la propiedad ajena (“pues no es vergüenza ser pobre / y es vergüenza ser ladrón”)
- Respeto a la autoridad (“obedezca el que obedece / y será bueno el que manda”)
- Respeto a los mayores (“respeten a los ancianos / el burlarlos no es hazaña”)
- Reclamo de las instituciones básicas para el hombre de campo (“debe el gaucho tener casa / escuela, iglesia, derechos”).
- Considera necesario el trabajo como forma de realización personal (“debe trabajar el hombre / para ganarse su pan”); como medio de subsistencia (“el trabajar es la ley / porque es preciso alquirir”); y como modo de inserción en la comunidad (“me he decidido a venir / a ver si puedo vivir / y me dejan trabajar”).
El gaucho posee diversas cualidades, entre ellas una de las más importantes es el coraje, la valentía, ya que muchas veces a través de su canto dice lo que siente, no se queda callado y se abstiene a las consecuencias
Dice que el habla es un atributo que le dio Dios, para poder expresarse libremente.
Y aunque a las aves les dio,
con otras cosas que inoro,
esos piquitos como oro
y un plumaje como tabla,
le dio al hombre más tesoro
al darle una lengua que habla.
El gaucho en su habla transmite vivencias, experiencias, sentimientos y enseñanzas. A sus hijos les aconseja para evitar que cometan los mismos errores que él cometió. Les dice que deben trabajar, respetar, jamás robar, matar, amenazar.
Un padre que da consejos,
más que un padre es un amigo;
ansí, como tal les digo
que vivan con precaución:
naides sabe en qué rincón
se oculta el que es su enemigo.
Un valor que resalta mucho el gaucho es la amistad. Varias veces recuerda lo que significa para el hombre, y como se debe actuar con un amigo.
Al que es amigo, jamás
lo dejen en la estacada;
pero no le pidan nada
ni lo aguarden todo de él:
siempre el amigo más fiel
es una conducta honrada.
En la obra se pueden diferenciar tres tipos de amistad:
-
La que se da entre los hombres. Como la que se establece entre Martín Fierro y Cruz.
-
La que surge naturalmente entre padres e hijos (“un padre que da consejos, / más que un padre, es un amigo”).
-
La amistad por conveniencia. Como la que considera necesaria el viejo Vizcacha, y se la aconseja a uno de los hijos de Fierro (“Hacete amigo del juez, / no le des de qué quejarse / y cuando quiera enojarse / vos te tenés que encoger, / que siempre es bueno tener / palenque ande ir a rascarse.”)
Otro valor importante para el gaucho es la honradez. Es decir, ser honesto, decente, el honor de ser una persona con la conciencia limpia.
Ave de pico encorvado
le tiene al robo afición;
pero el hombre de razón
no roba jamás un cobre,
pues no es vergüenza ser pobre
y es vergüenza ser ladrón.
El gaucho confía continuamente en el auxilio divino (“En su mayor infortunio / pongan su confianza en Dios”) y en la intercesión de la Virgen y de los Santos (“Me hinqué también a su lado / a dar gracias a mi santo: / en su dolor y quebranto / ella, a la madre de Dios, / le pide, en su triste llanto, / que nos ampare a los dos.”).
CRÍTICAS
Uno de los autores prestigiosos que realizan críticas hacia el gaucho es Domingo Faustino Sarmiento en su obra “Facundo”.
En esta obra literaria el gaucho es presentado como un personaje nefasto, el cual únicamente sirve para labores militares como el baqueano o el rastreador que es utilizado para seguir pistas, lo que vendría a ser una especie de detective en la actualidad. Luego da dos otras posibilidades para los gauchos, las que son negativas y lo tratan en un modo despectivo, cual si fuera un delincuente por el solo hecho de ser un gaucho.
A continuación presentaré las cuatro posibilidades de gauchos que presentaba esta obra.
El rastreador
Es el más conspicuo de todos, el mas extraordinario. Todos los gauchos del interior son rastreadores. Es un personaje grave, circunspecto, cuyas aseveraciones hacen fe en los tribunales inferiores.
El rastreador ve el rastro y lo sigue sin mirar, sino tarde en tarde el suelo, como si sus ojos vieran de relieve esta pisada, que para otro es imperceptible.
El baqueano
Personaje eminente y que tiene en sus manos la suerte de los particulares y de las provincias. El baqueano es un gaucho grave y reservado, que conoce a palmos, veinte mil leguas cuadradas de llanuras, bosques y montañas. Es el topógrafo mas completo, es el único mapa que lleva el general para dirigir los movimientos de su campaña. El baqueano va siempre a su lado. Modesto y reservado como una tapia, está en todos los secretos de la campaña; la suerte del ejército, el éxito de una batalla, la conquista de una provincia, toco depende de él. El baqueano es casi siempre fiel a su deber. El baqueano anuncia también la proximidad del enemigo, y el rumbo por donde se acerca.
El gaucho malo
Un misántropo particular. La justicia lo persigue desde muchos años; su nombre es temido, pronunciado en voz baja, pero sin odio y casi con respeto. Es un personaje misterioso: mora en la pampa, son su albergue los cardales, vive de perdices y mulitas; si alguna vez quiere regalarse con una lengua, enlaza una vaca; la voltea solo, la mata, saca su bocado predilecto y abandona lo demás a las aves mortecinas.
Este hombre divorciado con la sociedad, proscripto por las leyes, este salvaje de color blanco, no es un ser mas depravado que los que habitan las poblaciones. El gaucho malo no es un bandido, no es un salteador; roba, es cierto; pero ésta es su profesión, su tráfico, su ciencia. Si alguno lo encuentra, sigue su camino sin acercársele, a menos que él lo solicite.
El cantor
El gaucho cantor es el mismo bardo, el vate, el trovador de la Edad Media. El cantor anda de pago en pago, cantando sus héroes de la pampa, perseguidos por la justicia.
No tiene residencia fija: su morada está donde la noche lo sorprende; su fortuna en sus versos y en su voz. El cantor mezcla entre sus cantos heroicos, la relación de sus propias hazañas. Desgraciadamente, el cantor, con ser el bardo argentino, no esta libre de tener que habérselas con la justicia.
Según las descripciones mencionadas previamente el protagonista del Martín Fierro pasaría por los estados de gaucho cantor y de gaucho malo. Estas descripciones demuestran la postura del gobierno y del poder hacia los gauchos, estos eran discriminados ya por el propio hecho de ser gauchos.
Otro de los autores que realiza criticas hacia los gauchos pero en este caso especialmente contra Martín Fierro es Jorge Luis Borges. Este autor atribuía una mala índole psicológica, un mal ejemplo ético al personaje Martín Fierro.
Influenciado por la opinión de Macedonio Fernández Borges veía a Martín Fierro, no como un héroe o como una persona éticamente admirable, sino como un individuo rencoroso, quejoso, vengativo, que siente lastima de si mismo. A tal punto que, en mis Siete conversaciones con Jorge Luis Borges, el autor de Ficciones declaró: “creo que, si hubiéramos resuelto que nuestra obra clásica fura El Facundo, nuestra historia habría sido distinta. Creo que, razones literarias aparte es una lastima que hayamos elegido el Martín Fierro como obra representativa. Porque ella no puede haber ejercido una buena influencia sobre el país.(...) pensemos en lo triste de que nuestro héroe sea un desertor, un prófugo, un asesino y una especie de forajido sentimental además, que, sin duda, no existió nunca. Porque yo pienso que esa gente tuvo que haber sido mucho más dura que Martín Fierro.(...) no era gente que pidiera lástima, como pide Martín Fierro. Creo que, aunque Martín Fierro fue escrito en 1872, se adelanta ya de algún modo a las peores blanduras argentinas y al peor sentimentalismo argentino”.
Borges presenta al Martín Fierro como un ejemplo moral negativo para la nación argentina y esto es representado en varias obra de su autoría como por ejemplo en El Hacedor (1960) se presenta una breve prosa titulada “Martín Fierro” donde caracteriza al gaucho con todos los aspectos negativos que reafirman la idea personal del autor. También podemos encontrar similitudes con otras obras como “El Fin” (Ficciones 1944) donde repite la secuencia de Hernández (limpio el facón ensangrentado en el pasto y volvió a las casas con lentitud, sin mirar para atrás). Podríamos seguir enumerando “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz (1829-18749)” (“El Aleph”, 1949), donde se refiere al Martín Fierro como libro insigne.
CONCLUSIONES
Después de haber realizado el presente trabajo monográfico, he llegado a las siguientes conclusiones:
El gaucho en sí mismo es una buena persona, con valores dignos e intenciones de ejercer una buena influencia sobre sus hijos y las personas que lo rodean.
A través de distintas situaciones a las que se tiene que enfrentar y debido a que no eran aceptados socialmente, por parte de la justicia y del gobierno, Martín Fierro se fue transformando en gaucho cantor, en gaucho malo, en desertor, en asesino, en solitario.
Estas cualidades no representaban lo que realmente el gaucho pensaba y sentía. Su accionar se vio claramente influenciado por las situaciones que tuvo que atravesar y que nunca le facilitaron el camino, siempre le fueron adversas, a tal punto que se recomendaba perseguirlos y arrestarlos.
En síntesis, el crivillo, o criollo, o guazo, o guaderio, o gaucho fueron esos naturales del país que eran de una personalidad firme y tajante peligrosamente independiente para el gusto de la época en que les toco vivir . El profesor Avelino Herrero Mayor ha dicho que el gaucho “señoreaba como elemento cósmico cabalgando en perpetua caballería de libertad y heroísmo”.
No se trató con este trabajo de volver a las costumbres del pasado sino de conocer y valorar nuestras raíces. Recuperemos sí su hombría de bien su generosidad, su patriótica entrega, su amor por el pago, por el terruño.
BIBLIOGRAFÍA
Ebelot, Alejandro, “La Pampa”, Buenos Aires, 1943
Hernández, José, “Martín Fierro”, Buenos Aires, Editorial Universitaria de Buenos Aires, 1960
Herrero Mayor, Avelino, “Escollos al Martín Fierro”, Buenos Aires.
Ibáñez, José, “Historia Argentina”, Buenos Aires, Editorial Troquel, 1968.
Sarlo, Beatriz, “Borges, un escritor en las orillas”
Sarmiento, Domingo Faustino, “Facundo”, Buenos Aires, Editorial Planeta Agostini
http://www.gratisweb.com/capalbo/
http://www.geocities.com/payadores
INDICE
Introducción página 2
Biografía del autor página 3
Contexto socio-cultural del gaucho página 5
El gaucho y sus relaciones página 7
Virtudes, cualidades y valores que rescata el gaucho página10
Críticas hacia el gaucho página 13
Conclusiones página 17
Bibliografía página 20
Índice página 21
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Enviado por: | Guido |
Idioma: | castellano |
País: | Argentina |