Deporte, Educación Física, Juegos y Animación


Marcha y Acampada


Introducción.

A lo largo de este trabajo, voy a hablar de algunas de las Actividades en la Naturaleza más importantes, entendiendo por esto toda manipulación del medio natural por la actividad humana, constituyendo un binomio hombre y naturaleza, de forma recreativa y formativa, viviendo en ella sin destruirla o dañarla.

Pero lo principal a tratar en este trabajo van a ser la marcha y la acampada. De las cuales voy a contar todo lo que se debe saber principalmente a la hora de salir al campo para practicarlas.

La marcha.

Actividad fundamental de aire libre que sirve para desplazarse de un punto a otro del terreno, o a varios sucesivamente, con unos fines a cumplir.

  • Durante la marcha nunca se llegará la agotamiento.

  • El paso será sostenido, adaptándolo a las características del terreno.

  • La respiración irá acompasada con el ritmo de la marcha.

  • El ritmo cardiaco no debe sobrepasar las 110-120 pulsaciones en llano y las 130-140 en subidas fuertes, en caso de producirse un ritmo anormal, con los síntomas de fatiga prolongada y respiración rápida, se debe detener la marcha hasta recuperar el ritmo normal.

  • Los grupos deben ser lo más homogéneos posible en cuanto a edad y características, debiendo regularse la marcha en atención a los menos preparados, lo que facilitará el normal desarrollo de la actividad.

  • Se debe comenzar a caminar lentamente para que el cuerpo entre en calor poco a poco.

  • En cabeza irá el guía o monitor conocedor del camino, quien se rezague o sufra lesión también ira en cabeza.

  • Por media y alta montaña el ritmo se ajustar a las pendientes, siendo el paso corto y lento, las fuertes subidas se ascenderán en zig-zag y las bajadas se descenderán lateralmente.

  • Los altos durante la marcha serán cortos, siendo conveniente no sentarse ni descargar la mochila, en caso de sentarse unos momentos se mantendrán las piernas más altas que el resto del cuerpo. Normalmente los altos serán los siguientes: 1. - Inicial, para ajustar el calzado y equipo. 2. - en la marcha es generalmente 10 minutos de descanso por cada hora de marcha. 3. - Para establecer la acampada.

  • Por carretera o caminos transitados por vehículos se caminará en columna por el margen izquierdo según sentido de la marcha. En último lugar irá un monitor y el resto distribuido entre los participantes.

  • No es aconsejable beber agua en los descansos, suele ser suficiente con enjuagarse la boca, en cualquier caso no debe estar excesivamente fría. Si la marcha fuera de larga duración hay que proveer la falta de agua.

Progresión de la marcha:

Por etapas: Se hacen recorridos sucesivos. Esta modalidad suele durar varios días. Se debe atender de forma particular a los finales de etapa, en función de prever las necesidades de víveres, lugares de acampada, etc. Las primeras etapas han de ser cortas y se irán alargando sucesivamente. El itinerario es cerrado si el punto final de la última etapa coincide con el punto de partida, y abierto si no coinciden.

Radial: Hecho el emplazamiento (acampada), los participantes se fraccionan en grupos que hacen recorridos simultáneos y distintos, regresando a la base. Los itinerarios son radios sobre la circunferencia del horizonte que rodea el emplazamiento, pudiendo ser pernoctando o no fuera del campamento base e incluso intercalando en esos recorridos acampadas llamadas satélites.

Mixta: Es la combinación de las modalidades por etapas y radial. En algún final de etapa se establece un campamento para efectuar recorridos radiales.

Escalonada: Para su aprendizaje se puede utilizar cualquier tipo de terreno, pero lo ideal es hacerlo en terrenos relativamente difíciles y atractivos. Se establecen tres escalones base, apoyo y punta:

La base debe emplazarse todo lo adelantada que se pueda en la zona de la actividad. Puede ser fija o móvil, atendiendo a la longitud del recorrido, para no salir del radio de acción de los medios de enlace, que siempre se deben utilizar en esta modalidad. En síntesis, el avance se hace del siguiente modo:

- Primer día: sale el escalón punta.

  • Segundo día: el punta comienza su segunda etapa. Sale el apoyo acampará donde lo hiciera el punta el día anterior.

  • Tercer día: el punta hace su tercera etapa y el apoyo su segunda. Si la base fuera móvil, comienza su primera etapa.

Los componentes del punta deben señalar bien todo el recorrido, incluidos los lugares de acampada.

El número de participantes de cada escalón, siempre que sea posible, será:

  • Punta:..................................X

  • Apoyo:.................................doble que en punta.

  • Base:.....................................doble que en apoyo.

Las funciones de cada grupo son:

• Base:

  • Almacén de materiales.

  • Coordinar la actividad.

  • Tener a punto las necesidades que surjan en cada escalón.

  • Mantener contacto con apoyo y punta.

• Apoyo:

- Servir de enlace entre base y punta.

- Seguir el camino marcado por punta.

- Recoger los materiales de franqueamiento que haya instalado el escalón punta, cuando la base no sea móvil.

- Apoyar y ayudar a punta en lo que necesite.

- Relevar al escalón punta cuando sea necesario.

• Punta:

- Abrir camino.

- Señalizarlo.

- Instalar los materiales precisos para el paso de obstáculos.

Equipamiento:

Ropa: Las prendas de vestir, deben ser cómodas y transpirables, y se conservan puestas aún en los descensos. En las estaciones frías debajo de una camisa de franela, se usa una camiseta de felpa o algodón de manga larga. Hay que evitar caminar con mucha ropa encima, pues acabas bañado en sudor, con el consiguiente riesgo de enfriamiento. En la ropa, sobre todo en la interior, no es nada aconsejable la fibra artificial, par evitar rozaduras y que haya una buena transpiración, aparte de que no abrigan.

• Referente al calzado hay que pensar que sea apropiado al tipo de terreno por donde vaya a discurrir la marcha. Existen en el mercado botas semiduras o duras pero flexibles diseñadas especialmente para andar incluso por zona de roca o nieve. La suela no es rígida. No es nada aconsejable la playera o calzado deportivo, pues su finalidad no es la de andar por el monte. El cuidado de los pies es fundamental, pues de aquí puede depender en gran medida el éxito de la actividad. Algunos consejos útiles son:

- Antes de comenzar una marcha se asean los pies. Las uñas deberán estar cortadas para evitar irritaciones y ampollas.

- Ponerse correctamente los calcetines cuidando que no hagan arrugas ni pliegues.

- El calzado irá bien sujeto, evitando que se mueva el pie, pero no atarlo demasiado fuerte para no dificultar la circulación.

- Si el calzado es nuevo, es aconsejable llevar otro de repuesto.

- Siempre que sea posible, en cada etapa se lavarán los pies, aún solo con agua.

- Los calcetines se deben cambiar a diario.

- Al finalizar la marcha se asearán lo pies y se cuidarán las posibles rozaduras o ampollas. Se pondrá un calzado suave (ahora sí pueden utilizarse las playeras) y calcetines limpios.

• Algo fundamental, es un pequeño botiquín, en el que debemos incluir desinfectantes, vendas, analgésicos, pinzas, gasas estériles, mercromina, alcohol, pomada para las picaduras de insectos, esparadrapo, y otras cosas que puedan servir de ayuda si surge un imprevisto

• Además nos harán falta otras cosas, como son: navaja multiusos, bastón, cantimplora, mochila, saco de dormir (si se va a acampar), protección solar, ropa limpia, linterna...

Mochila:

Hablemos un poco de la mochila. Existen muchos modelos y tamaños diferentes: las hay tubulares, de ataque, de armadura, extensibles, con bolsillos, plegables... La cosa está en saber escoger aquella que mejor se ajuste a nuestras necesidades. Como norma general a la hora de adquirir una mochila, podemos exigirle varias cosas:

  • Que nos guste el modelo.

  • Que sea fuerte e impermeable.

  • Que tenga extensible por si tenemos que meter más cosas.

  • Que tenga correa para sujetarla a la cintura.

  • Que tenga un refuerzo, no muy duro para la espalda.

  • Que sea cómoda.

Una vez comprada nuestra mochila, en casa nos dispondremos a comprobar sus posibilidades y nuestra habilidad colocando en su interior todas las cosas que nos sean de utilidad para una marcha.

La mejor norma para colocar las cosas en el interior de la mochila, es la de colocarlas en función del uso que les vayamos a dar; es decir: lo que tengamos intención de utilizar antes (como el gorro, el chubasquero, etc.) a mano. Y lo último en ser utilizado (como el saco) al fondo de la mochila.

Es importante tener en cuenta para hacer bien la mochila, y que no nos resulte incómoda y pesada, lo siguiente:

  • Aprovechar todos los huecos.

  • No llevar cosas colgando por fuera.

  • Colocar lo más pesado siempre en la parte media o baja.

  • Poner en la zona de la espalda cosas blanditas: jerseys, mudas, etc.

  • No llevar nunca el saco fuera para evitar que se ensucie, se moje o se enganche en una zarza.

  • Distribuir las cosas en bolsas, irán más ordenadas y protegidas.

  • Intentar dejar en casa objetos de escasa o nula utilidad.

Factores ambientales que condicionan el entorno:

La climatología es un factor a tener en cuenta tanto en la elaboración de una iniciativa como en su ejecución.

Tenemos que considerar previamente la estación climatológica, el lugar y las instalaciones con que contamos en el futuro desarrollo de la actividad, así como la mutua adecuación de la misma a dichos condicionantes. Por ello es conveniente realizar programas alternativos fundamentalmente en zonas donde el clima es inestable.

Dos de los elementos climáticos que normalmente perjudican más son la lluvia y el viento, no solo por su incidencia física y material, sino también psicológica: desánimo grupal, en algunos casos reflejado en los monitores. En estos casos el monitor debe actuar implacablemente poniendo en práctica planes alternativos al previsto, no cayendo en el desánimo ni en la apatía.

La lluvia puede producir tormentas e inundaciones. Las tormentas suelen avisar de su llegada por medio de ciertas señales, como las caídas bruscas de la presión atmosférica, las rachas de viento huracanado o la presencia de frentes nubosos. Ocurre a veces que el tiempo entre el aviso y la descarga de agua es tan corto que no da tiempo a prepararse, pero otras veces si podrán prevenirse sus consecuencias.

Hay que poner a cubierto a las personas y los materiales por este orden lógico. Estando en mitad del campo, podemos buscar algún refugio natural o artificial, como una cueva, una gran piedra, una paridera o un establo. Si nos hayamos cerca dl pueblo, se puede pedir acomodo en las escuelas, el ayuntamiento, etc.

Cuando la tormenta se desate, hay que refugiarse con rapidez donde se haya decidido.

Pasear alegremente bajo la lluvia, supone correr el riesgo de atraer al rayo. Conviene alejarse de árboles y laderas (pueden desprenderse ramas rotas o piedras).

Después de la tormenta viene la calma... o la inundación. Es frecuente la lluvia torrencial de corta duración pero de gran intensidad que causa inundaciones o riadas. Por ello no es recomendable acampar o pernoctar cerca del curso de los ríos, en los cauces secos o en zonas inundables.

Una cosa menos común pero que también puede producirse, son las avalanchas, sobre todo en la montaña. En el caso de avalanchas o aludes de piedras o nieve, poco puede hacerse. Lo mejor es prevenir que no nos pillen debajo. Es decir, no acampar debajo de las pedreras, no andar por ellas salvo necesidad. Evitar dar aullidos cerca de los cúmulos de piedra o nieve.

Algunas de las principales normas de seguridad en las montañas son:

- Escoge bien tus excursiones:

• Elige la zona adecuada.

• No sobrevalores tus fuerzas.

• Únete a compañeros experimentados.

• NUNCA salgas solo/a.

  • Deja dicho a dónde vas y cuándo vienes a tu familia, tus amigos y a la guardia civil o al ayuntamiento del último pueblo que dejes.

  • Piensa que los cambios bruscos de tiempo son frecuentes en las montañas. Lo fácil se vuelve difícil y peligroso.

  • Lleva siempre equipo suficiente. Saco de dormir y ropa apropiadas, anorak y plumífero son casi imprescindibles.

• El conocimiento de la montaña y su técnica sólo se adquiere con una larga y prudente práctica.

- Lleva siempre comida ligera.

• Efectúa cortos descansos en lugares abrigados.

• Sigue a tus compañeros y los consejos de los lugareños.

- No alteres la paz y el silencio de la Naturaleza.

• Nunca tires piedras en la montaña, especialmente en las gargantas, desfiladeros, cortados, etc.

- Guarda fuerzas para el regreso.

• Cuando alcances la cima piensa que la excursión acaba en el valle.

- Cuida el paisaje, la flora y la fauna como preciado legado para futuras generaciones.

• No olvides el gran bien que es la NATURALEZA SALVAJE para la Humanidad.

  • Aprende a renunciar.

• Si no subes hoy, ya subirás mañana. Si te caes, es fácil que no puedas subir nunca.

Hay que procurar no detenerse bajo estos peligros cuando se pase por ellos. Cuidado con las cabras u otros animales que se mueven ladera arriba, se llegaran a espantarse pueden provocar la caída de toda la masa de piedras.

Los corrimientos de tierras no son frecuentes en nuestras latitudes. Pero después de las lluvias muchas laderas están sueltas y es preferible alejarse lo más posible de su vecindad. Si una ladra comienza a deslizarse hacia abajo, buscar un punto superior más seguro. Ni las piedras, ni la nieve, ni la arena, suelen correr ladera arriba.

Otro peligro, también ocasionado por el clima, sobre todo en verano, son los incendios forestales. Generalmente, uno se entera de que hay un incendio forestal en las proximidades porque vienen a decírselo. En este caso, y si el incendio es de características alarmantes, hay que evacuar con rapidez el campamento, acudir a donde se indique y ponerse a disposición de las personas que están trabajando n su extinción. Si el incendio se produce en un monte, no hay que huir ladera arriba, sino por los flancos del fuego. Otra posibilidad es atravesar el fuego por un punto débil hacia la zona ya quemada. Sin correr a lo loco, sino caminando deprisa pro ordenadamente. Piénsense que el viento dirige el fuego: la huida debe ser en sentido contrario a la viento, pero nunca por las quebradas o vaguadas que pueden hacer de callejones sin salida. Si surge la posibilidad de colaborar en la extinción del fuego, hay que prestar toda la ayuda posible. En este caso, los expertos dirán lo que hay que hacer. Se debe actuar enérgicamente en los primeros momentos, atacando las llamas en sitios abiertos y despejados (o en los barrancos o en laderas con fuego ascendente), actuando primero en la cola del incendio, luego en los flancos y llegando hasta la cabeza del fuego. Es fundamental trabajar en equipo, no dejando a nadie solo o aislado. La gente debe ser provista de pañuelos mojados, para combatir la asfixia por humo. Sobre todo, hay que evitar heroísmos innecesarios.

Las formas de prevenir un incendio forestal son bastante obvias y conocidas por todo el mundo.

Alimentación:

Para la alimentación durante la marcha, es muy importante que tengamos en cuenta:

  • El peso y el volumen de los alimentos que llevemos.

  • Si necesitamos o no un hornillo para prepararlos (podrían ser únicamente bocadillos).

  • La calidad de los alimentos. Que sean apropiados para el esfuerzo y desgaste que supone una marcha por el campo.

En cuanto al volumen y al peso, quedan desechados los productos enlatados por una razón bien sencilla: gran parte del peso transportado (la lata) es desechable, no se come ni se puede volver a utilizar, y ocupa el espacio que podría hacerlo cualquier otro alimento. Para pocos días, como un fin de semana, por ejemplo, podemos llevar comida ya preparada, de modo que sólo queda calentarla si es que queremos. En estos casos, también llevaremos un hornillo para calentar las cosas. En cuanto a la alimentación en marcha, deben ingerirse pocos alimentos y de fácil digestión. Se pueden consumir alimentos azucarados (chocolate, galletas, mermelada...), fruta y frutos secos. Las comidas fuertes se harán al finalizar la etapa o al terminar la marcha.

Con el agua hay que observar las siguientes normas:

  • Asegurarse de su potabilidad.

  • Consumir poca cantidad durante la marcha.

  • Que no esté excesivamente fría.

  • Comprobar con anterioridad la existencia de manantiales, para prever la falta de agua durante la marcha, si fuera larga.

Se tendrá especial cuidado con las siguientes aguas:

  • Las estancadas.

  • Las de río, sobre todo si se cogen más debajo de alguna población o casa.

  • Las que manen de un pozo situado cerca de zona de residuos, sobre todo se está enclavado en terreno arenoso.

- Agua que sale de un terreno frecuentado por ganado.

Itinerarios:

Preparatorios: Se realizan para acostumbrar al organismo a esfuerzos superiores a los normales, aclimatación a una zona determinada o adquirir una técnica más depurada con vistas a futuras actividades.

Exploración o reconocimiento: Su principal característica y aliciente es la novedad del lugar a visitar. La exploración o reconocimiento se puede hacer muy completo. Así, puede ser geológico, botánico, zoológico, topográfico, etc. para lo cual son muy útiles los cuadernos de campo para cada tipo de estudio.

Travesía: Es una de las más apropiadas e interesantes para aquellos que hayan alcanzado una cierta preparación técnica. Necesita de una gran preparación por el gran esfuerzo que supone. Su realización tienen como marco natural la media y alta montaña.

Ordinarios: su finalidad fundamental es la formación y preparación a través de la recreación de los participantes y monitores, sin grandes objetivos.

Raid: Actividad con grandes alicientes por cuanto supone de aventura. Su realización consiste en alcanzar un punto o puntos determinados del terreno, utilizando exclusivamente la línea recta y salvando los obstáculos naturales que se encuentren en la ruta, siempre y cuando no se incurra en ilegalidades, como puede ser atravesar terrenos particulares sin la debida autorización. Para evitar inconvenientes hay que elegir y planificar muy bien el itinerario. El recorrido puede ser pare diurno y parte nocturno, y es preciso conocer perfectamente el manejo de plano y brújula. La dificultad de los itinerarios será acorde con el nivel de preparación, edad y número de los participantes. Previamente a la realización de la marcha se estudia el itinerario en el plano, hallando los rumbos de los correspondientes tramos que se seguirán en el terreno.

Nocturnos: consiste en la realización de alguno de estos tipos de marcha, pero exclusivamente durante la noche. La preparación y desarrollo de esta modalidad ha de hacerse con todo tipo de esmero y cautela. Es un hecho comprobado que la falta de visión, total o parcial, produce un estado de inseguridad e incluso de tedio, lo que acarrea sensación de cansancio prematuro y, si la ruta es abrupta, se unen los traspiés, aparte de la escasa recuperación en los altos, lo que puede hacer que la experiencia sea negativa. El responsable de la actividad debe conocer bien la ruta. Los participantes irán en columna, acortándose las distancia, pero sin llegar a molestarse entre ellos. Las linternas se usarán solo en los casos extremos. Si la marcha discurre por terreno accidentado o en noche muy oscura, éstas se distribuyen a lo largo de la columna. En último lugar irá un monitor experto. En caso de pérdida se reúne a todos en un lugar abrigado y seguro, y se espera al amanecer.

Para concluir, decir que todas las marchas han de tener una misión específica y precisan de una esmerada preparación, basándose en los siguientes puntos, de forma general:

  • Objetivo de la marcha.

  • Tipo de marcha. Modalidad.

  • Elección, al menos en el plano, de rutas.

  • Participantes.

  • Alimentación y agua.

  • Salida y regreso.

  • Medios de locomoción.

  • Presupuesto.

  • Autorizaciones.

  • Informes meteorológicos.

Una marcha puede suspenderse por:

  • Condiciones atmosféricas.

  • Condiciones del terreno.

  • Condiciones de los participantes.

  • Falta de material necesario.

  • Siempre que pueda existir algún riesgo para la seguridad de los participantes.

Actuación en caso de pérdida:

  • Dosificar las fuerzas y tomar alimentos concentrados y azucarados.

  • Evitar que se acumule humedad en la ropa.

  • No desanimarse.

  • Perder altura, buscar el bosque y el valle, en caso de alta montaña.

  • Hacer descansos, pero sin ponerse cómodos.

  • No dejarse vencer por el cansancio.

  • Dejad rastros de la ruta seguida, para no comenzar a dar vueltas.

  • Si hay niebla, no separarse jamás.

  • No ingerir alcohol.

La acampada.

La idea fundamental de la acampada es permanecer en un entorno natural de forma dinámica, es decir, el entretenimiento del ocio mediante el desarrollo de un plan de actividades, independientemente de los medios con que se realiza y de la duración de la estancia.

El concepto de acampada se puede definir como: Actividad fundamental del Aire Libre por la cual se permanece en un lugar de la Naturaleza con una finalidad educativa concreta.

La marcha y la acampada son dos conceptos distintos que se complementan.

Tipos de acampada:

  • Preparatorias: Estudio y preparación de materiales, aclimatación a algún lugar o preparación de futuras actividades.

  • Formación: Se imparten técnicas y vivencias de las actividades en la naturaleza.

  • Recuperación: Su objetivo es la recuperación física después de un gran esfuerzo sostenido.

  • Recreación: Su objetivo fundamental es el juego y la distensión.

  • Estáticas: Se trata de las acampadas que se realizan en las marchas por etapas, en las cuales se pasa gran parte del día andando y, establecida la acampada, se hace el estudio de la etapa hecha y se prepara la siguiente, en orden a materiales, rutas, imprevistos, etc.

  • Ordinarias: se suelen realizar en pequeños grupos los domingos y festivos y tienden a cubrir el ocio de una forma sana, natural y educativa, a la vez que el estímulo y aprendizaje para quienes se inician.

Según su modalidad se pueden clasificar en:

1.- Factor duración: de un día, fin de semana, varios días.

2.- Factor tiempo: diurna, nocturna.

3.- Factor montaje:

  • Diseminada: no se guarda simetría, pero no es inverosímil.

  • Agrupada: lineal, circular, semicircular, etc.

  • Circundante: se da en la modalidad radial y de permanencia prolongada, comprende la Acampada Base y Acampada Satélite. En la Acampada Base se encuentran todos lo servicios, materiales, víveres,... siendo este el emplazamiento fijo. En la acampada satélite se lleva el material y víveres necesarios para la finalidad que se persiga. El emplazamiento es volante. La base se utiliza como punto de partida y luego de regreso, pasado el tiempo que se estipule. Si es de varios días, que es lo usual, se descansa y se proyectan nuevas rutas. Con la acampada satélite se llegan a los lugares más inverosímiles y difíciles. En la mayoría de los casos hay que llevar sobre las espalda hasta el agua.

4.- Factor medios:

- Normal u ordinaria: Es el sistema más usual para pernoctar en el medio natural. Se llevan tiendas de campaña, camping gas, etc., es decir, material previamente preparado y transportado al lugar de la actividad.

- De fortuna: Solamente se emplea el material que nos brinda la naturaleza del lugar. Fundamentalmente es utilizada como aliciente. Es imprescindible el empleo de buenos sacos de dormir.

- Vivaqueo: Solo se utiliza el material individual y lo que la naturaleza nos ofrezca, sin modificarlo excesivamente. También se suele utilizar como aliciente y son también necesarios buenos sacos de dormir.

Permisos y autorizaciones:

Para la autorización de colonias, albergues y centros vacacionales escolares, el jefe de la acampada, comunicará al Delegado Provincial de Sanidad y B. Social; mediante la instancia, la petición de autorización sanitaria con una antelación mínima de 15 días, haciendo constar:

  • Nombre y dirección del jefe o responsable.

  • Nombre y dirección del centro del que dependen los asistentes a la acampada.

  • Número, edad y procedencia de los asistentes.

  • Lugar y croquis de la acampada especificando servicios con que cuenta.

  • Asistencia médica.

  • Manipuladores de alimentos y carnets correspondientes.

  • NORMATIVA:

    Orden de 30 de mayo de 1988, por la que se regulan las condiciones higiénico- sanitarias de los campamentos de turismo y acampadas.

    La utilización de los campamentos de turismo, albergues, colonias y Centros vacacionales escolares en nuestra Comunidad Autónoma ha tenido un auge importante en los últimos años.

    El aumento del turismo Interior por parte de nuestros conciudadanos y de oros ciudadanos del Estado Español, hacen de este sistema una indiscutible práctica para el fomento y conocimiento de las tierras y paisajes de nuestra región.

    Las ventajas indudables antes señaladas, la vida al aire libre y el íntimo contacto con la naturaleza, conllevan importantes riesgos sanitarios que hay que considerar; entre otros cabe destacar los relativos al consumo de agua y alimentos y al evacuación incómoda de desechos que ponen en peligro la Salud de los acampados así como la de los ciudadanos de las poblaciones próximas.

    El decreto 69/86, de 27 de mayo, regulaba en nuestra Región la ordención de campamentos públicos de turismo, así mismo, el Real Decreto 331/82 de 15 de Enero, transfería funciones dl estado en materia de Sanidad a la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha. Ante todo lo expuesto, se hace necesario introducir las especificaciones sanitarias coherentes con el fin de completar la regulación de campamentos de turismo, albergues, colonias y centros vacacionales escolares a la estructura administrativa autonómica.

    En su virtud esta Consejería en uso de sus competencias, ha tenido a bien disponer:

    Artículo 1:

    Ambito de aplicación:

    Todos los campamentos de turismo regulados por el Decreto 69/86, así como las acampadas, albergues, centros y colonias de vacaciones escolares al aire libre que desarrollan su actividad dentro del ámbito geográfico de la Comunidad Autónoma de Castilla- La Mancha, vendrán obligados a la observación y cumplimiento de las normas sanitarias que se establecen en la presente Orden.

    Artículo 2:

    Definiciones:

    A los efectos previstos en esta Orden s entenderá por campamentos de turismo o camping, los definidos en el art. 1 del Decreto 69/86 del Consejo de Gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha. Se entenderá así mismo por acampada libre aquella que, respetando los derechos de propiedad o de uso del suelo, tenga lugar fuera de los campings, por grupo integrados por un máximo de nueve personas y tres tiendas, caravanas o cualquier otro medio de acampada, separados de otro posible grupo con mínimo un kilómetro, y con una permanencia máxima en el mismo lugar de tres días.

    La acampada libre no podrá practicarse a menos de:

    • Cinco kilómetros de un camping público o núcleo urbano.

    • Dos kilómetros de lugares de uso público.

    • Cien metros de los márgenes de ríos o carreteras.

    Esta última limitación, por lo que se refiere a las carreteras, no afectará a los minusválidos.

    Tampoco se podrá practicar la acampada libre en aquellos lugares en los que según el art. 4 del Decreto 69/86 no se pueden instalar campings.

    Se entienden por albergues, colonias y centros vacacionales escolares aquellos que realizando su actividad al aire libre tengan lugar fuera de los campings legalmente establecido, integrados por grupos de más de nueve personas, con una permanencia en el lugar de más de tres días y reúnan las demás condiciones exigidas para la acampada libre y las dispuestas en la presente Orden.

    Artículo 3:

    Autorización administrativa de campamentos de turismo o campings:

    Los requisitos necesarios para la autorización administrativa para campamentos de turismo son las contempladas en el Capítulo II y III del Decreto 69/86 del 27 de mayo.

    Artículo 4:

    Para la expedición del Certificado por las delegaciones Provinciales de Sanidad y B. Social de la Junta de Comunidades de Castilla- La Mancha sobre Sanidad Ambiental del lugar del camping, según lo contemplado en el art.8 del Decreto 69/86, es necesario que la empresa solicitante acredite la siguiente documentación:

    A] Certificado de que el abastecimiento de agua potable se realiza por la empresa que distribuye la correspondiente al núcleo habitado o en su defecto, justificante de que el abastecimiento propio está Inscrito en el Registro Sanitario.

    B] Certificado del Ayuntamiento o Comunidad cuyo sistema de alcantarillado acometan y en el que conste que las aguas residuales del Camping se incorporan a la rd de dicho sistema o autorización administrativa que habilite para el vertido de aguas residuales en cauces públicos.

    Si posee tratamiento depurador propio se acompañará fotocopia de la memoria técnica de la instalación debiendo se informada positivamente por autoridad sanitaria.

    C] Certificado del Ayuntamiento sobre la recogida periódica de residuos sólidos deberá presentar copia de la memoria técnica siendo en este caso, requisito imprescindible la autorización sanitaria.

    E] Libro de registro de cloraciones, caso de abstecimiento propio, en el que se reflejarán diariamente las incidencias.

    Artículo 5:

    De la autorización de colonias y acampadas juveniles:

    Para la autorización de colonias, albergues y centros vacacionales escolares, el jefe de la acampada, comunicará la delegado Provincial de sanidad y B. Social mediante instancia la petición de autorización sanitaria con una antelación mínima de 15 días, haciendo constar:

    • Nombre y dirección del Jefe o Responsable.

    • Nombre y dirección del centro del que dependen los asistentes a la acampada.

    • Número, edad y procedencia de los asistentes.

    • Lugar y croquis de la acampada especificando servicios con que cuenta.

    • Asistencia médica.

    • Manipuladores de alimentos y carnets correspondientes.

    Artículo 6:

    A la vista de la documentación, previa inspección se expedirá el correspondiente certificado sanitario por las Delegaciones Provinciales.

    Artículo 8:

    Todos los años, un ves antes de la fecha de apertura o en el mes de mayo si es ininterrumpido su funcionamiento, para los campamentos de turismo y quince días antes de su apertura para los albergues y colonias juveniles, las Delegaciones provinciales de Sanidad y B. Social, realizarán una inspección sobre el correcto estado higiénico- sanitario de las instalaciones. Extendiendo el correspondiente certificado.

    Artículo 9:

    Las anomalías observadas podrán dar lugar a la clausura del establecimiento o a la no- concesión de la autorización de apertura.

    Artículo 10:

    Normas sanitarias sobre acampadas, albergues, colonias y centros vacacionales escolares:

    Deberán cumplir los siguientes requisitos sanitarios mínimos:

    A] El agua de bebida deberá estar permanentemente clorada con una dosis mínima de 0,5ppm. Si no se dispone de depósito de distribución deberán existir depósitos de material no metálico y herméticamente cerrados donde se clorará manualmente.

    B] De no existir ningún sistema de recogida de excretas se construirán letrinas o zanjas en el terreno a una distancia no inferior a 100 metros de ríos, pozos, fuentes, etc. periódicamente deberán ser tapados con tierra.

    C] Las basuras deberán ser almacenadas en bolsas de plástico dentro de cubos de recogida de cierre hermético. Diariamente se evacuarán al vertedero municipal más próximo.

    D] las normas básicas de higiene de los alimentos deberán seguirse escrupulosamente.

    El personal encargado de la cocina, caso de existir, deberá disponer del carnet de manipulador de alimentos y velar por la seguridad en la correcta utilización de la manipulación de los mismos.

    Artículo 11:

    Los jefes o directores de campings, colonias, albergues y centros vacacionales escolares, serán los responsables del perfecto cumplimiento de las normas higiénico- sanitarias dadas en esta Orden. Las infracciones serán objeto de las sanciones correspondientes, según la normativa sanitaria vigente.

    Artículo 12:

    Sólo se concederá autorización de apertura o instalación cuando se cuplan las condiciones higiénico- sanitarias especificadas en la presente Orden.

    Características del lugar de acampada:

    La selección de la zona de acampada depende de los propósitos de los campistas. Los que buscan la soledad y el aislamiento, guardan sus bártulos y alimentos en una mochila y pueden trasladarse en bicicleta, barca o andando hasta las zonas de montaña. Los que prefieren pasar su estancia en compañía de otras personas, van en coche o autobús hasta el lugar elegido e instalan allí su tienda. Otra modalidad muy extendida es la caravana, auténticas casas sobre ruedas, equipadas con camas, ducha (regadera) y cocina, remolcadas por un automóvil. Suelen ser de plástico muy resistente o fibra de vidrio. Otra variedad es el remolque transformable en tienda de campaña, fabricado con techo de fibra y paredes de tela, cuya parte inferior constituye el suelo de la tienda. Las personas mayores o las familias con niños son quienes más a menudo se decantan por esta opción.

    Hoy en día no resulta difícil encontrar un lugar que se adapte a las necesidades de los campistas. Hay guías de viaje, revistas e incluso mapas de carretera en los que se indican numerosos lugares de interés donde está permitido acampar. Las oficinas de turismo locales también ofrecen todo tipo de información al respecto. Quienes deseen alejarse de la civilización pueden consultar el mapa topográfico de una zona concreta, donde se señalan las pistas forestales, la situación de los refugios, las montañas, los cursos de agua y las zonas boscosas. Aunque no en todos los espacios naturales se puede acampar dado que las imprudencias de algunos excursionistas has provocado incendios forestales y deteriorado el medio.

    A la hora de elegir el lugar de acampada hay que tener en cuenta que no sólo sea agradable y pintoresco, lo que no quiere decir cómodo y fácil, también hay que contar con una serie de factores, tales como:

    • El tipo de montaje que se pretende realizar.

    • La duración de la acampada, en el sentido de preverla cantidad de víveres, agua y material que será preciso.

    • Si será acampada normal, de fortuna o de vivaqueo

    Las siguientes características son a que puede cumplir, de forma general, un lugar de acampada. Muy raras veces se encontrarán todas juntas, pero servirán de orientación:

    • Zona de bosque o arbolado.

    • Agua potable y leña.

    • Terreno seco, permeable y con suficiente espacio.

    • Poco frecuentado.

    • No debe haber aguas residuales, estancadas o charcas.

    • Conviene que la zona no sea utilizada por ganado.

    • Resguardado de los vientos.

    • Conviene que no haya instalaciones eléctricas.

    • Suficientemente alejado de núcleos de población.

    Solamente está permitida la acampada en las zonas que tiene dispuestas la consejería de Agricultura (Áreas Recreativas y de Acampada controlada.), debiendo solicitar autorización en el servicio de Montes cuando la permanencia incluya al menos una noche.

    También hay que tener siempre en cuenta que:

    • La zona de acampada debe estar constantemente limpia de residuos y al finalizar la actividad, se debe dejar también perfectamente limpia y sin agresiones.

    • Nunca deben dejarse ni romperse cascos de botellas por su peligrosidad y porque pueden originar un incendio por el fenómeno de refracción.

    • No esconder ni enterrar los residuos, principalmente los inorgánicos. Lo correcto es depositarlos en los recipientes que existen al efecto en las zonas de acampada.

    • Si para las actividades son necesarios troncos, ramajes, etc. se utilizarán solamente los que se encuentren en el suelo.

    • Se debe tener especial cuidado en no acampar cerca de nidos de aves, en especial rapaces.

    • Se hará fuego en los lugares destinados para ello en la áreas de campada, solamente. Si no hubiera se consultará previamente al Agente Forestal, quien indicará si ello es posible, y guardando siempre las precauciones sabidas y obligadas.

    • Nunca se arrojarán objetos ni residuos a los cauces de agua.

    • Se respetará siempre el paisaje, la flora y la fauna.

    Criterios de planificación:

    Higiene:

    La higiene es algo muy importante, ya no sólo en casa, sino también durante las excursiones. A continuación paso a nombrar algunas de las cosas que debemos llevar en la bolsa de aseo:

    • Jabón.

    • Cepillo de dientes.

    • Peine.

    • Cortaúñas.

    • Toalla.

    • Papel higiénico.

    Cuando hacemos una acampada larga o un campamento, también llevamos jabón de la ropa, pinzas y una cuerda; porque, aunque tengamos ropa de repuesto, ésta se ensucia y conviene lavarla.

    Pero HIGIENE no quiere decir únicamente que hay que lavarse de vez en cuando para no oler como un jabalí; si queremos conservar nuestra salud, la de los que acampan después que nosotros, y la de la NATURALEZA misma, hemos de seguir algunas normas lógicas:

    • Cuando lavemos la ropa, los cacharros o a nosotros mismos, lo haremos en un barreño de plástico o en la tartera. De ningún modo hay que arrojar jabón a los ríos o arroyos.

    • Siempre hay que llevarse la basura a casa, en una bolsa de plástico o donde sea. Todo menos dejarla esparcida por ahí.

    • Tampoco debemos enterrarla, ya que los animales, gracias a sus olfato la encuentran siempre y la dejan al descubierto.

    • Cuando sintamos deseos de “abonar” el campo, además del papel higiénico, nos llevaremos algo para cavar, con el fin de enterrar y no dejar nuestros “recuerdos” esparcidos por ahí.

    Seguridad:

    Una de las normas básicas es informar a todo el grupo de participantes de los posibles problemas que se pueden encontrar. Si hay que prohibir ciertas cosas por seguridad, hagámoslo públicamente y comentemos con detalle las causas de ello. No ocultemos nada.

    Buenos resultados se obtienen si decimos a los participantes que avisen siempre que decidan darse una vuelta o un paseo. Hay que saber en todo momento cuántos se han ido y a dónde, y no conviene hacer distinciones a este respecto por mucha confianza que nos inspiren.

    Si se camina en grupos, conviene que cada monitor se responsabilice de uno de ellos. Cuando se hacen paseos o itinerarios en grupo único, los monitores se colocarán en cabeza, en medio del grupo y final. Nunca dejéis a nadie atrás sin un monitor.

    Aunque suene melodramático, es necesario contar a los participantes las normas de actuación en caso de riesgos. Por dónde tendrán que salir en caso de evacuación, por donde pueden llegar los problemas...

    Hay quien se dedica a fumar o encender velas dentro de las tiendas. Una tienda en llamas es una trampa mortal.

    En zonas con posibilidades de baño, es bueno procurar que los participantes guarden el tiempo de digestión, y que se bañen con precaución, averiguando si saben nadar o no, y siempre con algún monitor presente.

    Cuando se viaja en autocar, hay que recordar la obligatoriedad de permanecer sentados, sin levantarse continuamente. El pasillo de los autocares no es el lugar más adecuado para las fiestas o reuniones de sociedad; los frenazos no se avisan con antelación. Contar los pasajeros después de cada parada evitará la siempre molesta circunstancia de que se quede alguno por el camino.

    La seguridad y la conservación del medio ambiente deben ser las máximas prioridades de los campistas. La regla principal en cualquier lugar de acampada, ya sea antiguo (sin comodidades o servicios) o moderno (con cuartos de baño, electricidad e incluso un pequeño supermercado) es dejar la zona limpia y en perfecto estado. Los buenos campistas respetan la intimidad de sus vecinos y se abstienen de hacer ruidos innecesarios. El fuego debe hacerse sólo en lugares donde esté permitido y apagarse por completo antes de abandonar la zona. Los objetos cortantes deben guardarse en un lugar seguro y la comida en un vehículo, para no atraer a los animales salvajes.

    Material:

    El equipo para la acampada ha mejorado notablemente desde que los primeros aventureros se adentraban en el bosque con tiendas de tela, sacos de dormir de lana y cestas de mimbre. Hoy se dispone de excelentes mochilas con armazón de aluminio ultraligero, tiendas de nailon, sacos de dormir rellenos de plumas y pequeños hornillos de campaña.

    En este punto cabe operar siguiendo una regla de oro, cuanto menos material mejor. Siempre hemos de pensar si podríamos hacer lo mismo con la mitad de material. ¿Y con la mitad de esa mitad?.

    Por tanto, el primer paso es la elección del material adecuado. Si las actividades que se van a realizar están bien definidas se sabrá con antelación y certeza lo que haya falta. Se han de elegir aquellos menos voluminosos, de menos peso, más adecuados a la edad del participante y aquellos que menos impacto puedan causar en el medio natural, para ser coherentes entre los fines y los medios.

    Una vez conseguido el material ha de almacenarse e inventariarse.

    El almacenamiento se hará de forma ordenada, clasificando y buscando el sitio ideal para cada artículo. El inventario debe ser detallado, para saber en cada momento de lo que se dispone, evitar quebraderos de cabeza, sustos de última hora y compras dobles.

    Conviene distinguir entre el material inventariable y el material fungible.

    Además del inventariable (brújulas, guías, tiendas, etc.) y del fungible (pinturas, cartulinas, cuerdas, etc.) conviene clasificar aparte el material específico (de cocina, sanitario, específico deportivo...).

    Una de las labores del monitor es la de cuidar el material puesto a su cargo, pero sin menoscabo del derecho de los participantes a manejar el material. Pensemos que para muchos puede que sea la primera y última vez que puedan utilizar unos prismáticos, una brújula, una guía de campo, etc. Acabada la actividad, el material debe recogerse cuidadosamente, limpiándolo y protegiéndolo para una adecuada conservación.

    A continuación voy a escribir una lista de las cosas más necesarias durante una acampada:

    • Mochila.

    • Saco de dormir.

    • Calcetines de lana.

    • Pantalones cortos.

    • Jersey de lana.

    • Chubasquero.

    • Gorra.

    • Camisetas.

    • Ropa interior de repuesto.

    • Pañuelos.

    • Material de aseo.

    • Bolsa para la ropa sucia.

    • Cantimplora.

    • Plato y cubiertos.

    • Linterna y repuestos.

    • Cuaderno y lápiz.

    • Plástico para el suelo.

    • Bañador.

    • Planos y brújula.

    Específico para invierno:

    • Mochila con extensible.

    • Saco de dormir doble.

    • Funda de “Vivac”.

    • Medias altas de lana.

    • Pantalón “bávaro”.

    • Jersey grueso de lana.

    • Anorak.

    • Gorro de lana.

    • Camisa de franela.

    • Material de aseo.

    • Ropa interior de repuesto.

    • Polainas de nylon.

    • Guantes de lana.

    • Camiseta de felpa.

    • Pañuelos.

    • Cantimplora.

    • Fiambrera.

    • Linterna y repuestos.

    • Plástico para el suelo.

    • Planos y brújula.

    La ropa debe ser ligera pero cálida y conviene llevar siempre varias prendas de ropa. Cuando hace frío se requieren botas de montaña, calcetines de lana, ropa interior térmica (camiseta y pantalón), pantalones de lana (la lana, incluso mojada, mantiene el cuerpo caliente), camisa de algodón, chaleco o chaqueta acolchada, y anorak o parka (chamarra gruesa), para protegerse de las inclemencias del tiempo. Si hace demasiado calor se puede prescindir de parte del equipo.

    El equipo de cocina varía también en función del lugar elegido. Si se va en bicicleta hasta una zona alejada, lo mejor es un hornillo pequeño y ligero, pero si se piensa en instalarse en un camping, donde la manejabilidad y el peso no son factores tan importantes, se puede optar por una minicocina de dos fuegos. Muchos campistas cocinan directamente en fuego de leña, aunque los hornillos de gas o propano resultan más seguros y cómodos cuando hace mal tiempo. También hacen falta vasos y platos de aluminio o celulosa, sartenes o cacerolas, cubiertos, una espátula, y utensilios de plástico. Asimismo es necesario llevar una cantimplora, un buen cuchillo y una parrilla. Las personas que se instalan en un camping con servicios, o que llevan su propio remolque o caravana, pueden incluir también una nevera pequeña para los alimentos perecederos; sin embargo, los que cargan todo su equipo en la mochila deben llevar productos no perecederos o alimentos deshidratados.

    Otros artículos esenciales son un hacha, una linterna, una lámpara portátil, un mapa, una brújula, un equipo de primeros auxilios, una cuerda y fósforos o encendedor.

    Una cosa fundamental para la acampada es la tienda. Hay muchos modelos diferentes. La forma, el tamaño y capacidad de una tienda, los materiales con los que se fabrique y que hagan de ella algo pesado o ligero son características que tienen mucho que ver con nuestros gustos y nuestras necesidades.

    Las “canadienses” son las más utilizadas par acampar con buen tiempo o en verano. Las hacen de dos, tres, cuatro y más plazas. Son muy ligeras, lo cual es importantísimo a la hora de llevarlas en una excursión. Tienen un suelo de plástico especial, doble techo de nylon, dos mástiles verticales, uno horizontal, ábside trasero... Hay canadienses que tienen el doble techo cerrado por delante, y además va clavado al suelo. Estas son las llamadas térmicas. En estas tiendas puedes guardar la mochila fuera, pero al resguardo del techo. Se compone de una tienda interior confeccionada generalmente en seda o tejido similar, a la que va cosido el suelo de material de plástico. Por encima de la tienda interior se coloca el doble techo de material plastificado. Partes de la tienda: Cuerpo, cierre de cremallera, suelo, piquetas pequeñas (suelo), vientos largos, piquetas de los vientos, mástil delantero, trasero y transversal, doble techo, vientos cortos y ábside. Montaje: Elegido el lugar adecuado, se limpia el terreno de objetos que puedan molestar o romper el suelo de la tienda. Se extiende la tienda orientada la puerta en sentido contrario al viento. Si fuera a llover se aflojarán un poco los vientos una vez montada. Nunca se debe tocar las paredes de la tienda cuando están mojadas, pues se produciría una gotera. Si existe fuerte viento, se tensan los vientos de la tienda. Se clavan primero las 4 esquinas del suelo de forma que quede tirante y sin arrugas, continuando con la piquetas del ábside e intermedias. Las piquetas se clavan con un poco de angulación y con la cabeza girada al exterior. A continuación se abren las cremalleras y se colocan los dos mástiles interiores con sus pies de plástico para no dañar el suelo. En el exterior y por encima se instala el mástil horizontal uniendo los dos interiores. La tienda se cierra y se pasa a tensar y clavar los vientos laterales en el mismo orden que se ha clavado el suelo, y también los largos. Ahora se coloca el doble techo, separado de las paredes de la tienda, procurando sujetar sus anclajes a las mismas piquetas de los vientos de la tienda; si no fuera posible se sujetan con sus correspondientes piquetas. Plegado de la tienda: Se quita el doble techo, se pliega para luego colocarlo sobre la tienda. Se quitan los vientos largos y cortos de la tienda. Se sacan los mástiles y se cierran las cremalleras. Se pliega el techo de la tienda sin desclavar el suelo, cogiendo por los agujeros de los mástiles y colocándolo hacia un mismo lado, evitando las arrugas. Se desclava del suelo y se pliega. Una vez plegada, se coloca encima el doble techo enrollando todo fuertemente.

    Las “isotérmicas” son tiendas especiales para alta montaña; llevan cosido el doble techo, el suelo y la tienda, de modo que forman una cámara de aire que evita bastante la entrada del frío. Hay isotérmicas de muchas formas: como las isotérmicas canadienses, las tiendas “túnel”, las tiendas “iglú”... También tenemos la “sherpa” que aunque no es isotérmica, se utiliza mucho en alta montaña.

    Las tiendas “iglú” se llaman así por la forma que tienen, como los refugios de hielo que construyen los esquimales. Son tiendas sin mástiles, que se sostienen gracias a unas varillas hechas con fibra de vidrio. Se utilizan en alta montaña, por su ligereza y porque, debido a la forma que tienen soportan muy bien la nieve, y sobre todo el viento.

    Las “sherpa” tienen forma de pirámide; llevan únicamente un mástil en forma de “v” al revés. Son simpáticas y se utilizan desde hace mucho tiempo en alta montaña.

    Las tiendas “choza” son unas tiendas enormes en las que cabe hasta la cocina y el perro. Son como casas, y las usa la gente para acampar en familia durante las vacaciones; pero pesan muchísimo las tienen que transportar en coche. Precisamente por eso no son prácticas para llevarlas en una excursión. Esas tiendas se utilizan en las expediciones al HIMALAYA y sitios así, para meter toda la comida y las cosas. Es una especie de campamento base.

    El saco de dormir, junto con la mochila y el calzado, es lo más importante a la hora de ir de acampada, campamento o montaña. Hay varios modelos de saco de dormir. A continuación vamos a verlos, pues debemos conocer la utilidad y características de cada uno. Los hay con relleno de fibra o de plumón.

    • El saco sábana es totalmente cuadrado. Abriéndolo del todo mediante su gran cremallera puede servir de colcha en nuestra casa. Los hay estampados en colores muy bonitos y son cómodos gracias a su anchura. Sus utilidades son: camping, verano, casa. Están rellenos de fibra.

    • Para acampadas es más práctico el saco tipo momia, sin cremallera. Los hay sencillos y dobles en cuanto a su grosor, y de fibra o de plumón en cuanto a su relleno. Utilidades: Camping, verano, campamento, montaña.

    A la hora de comprar un saco de fibra, deberemos fijarnos en su composición y

    en la densidad de ésta, siendo los de 400 gramos por metro cuadrado los más resistentes al frío. Estos datos suelen venir en la etiqueta o en el catálogo. Pero los mejores y los que más abrigan son los que están hecho con fibra “tacto- pluma”, y sobre todo los dobles, refiriéndonos a los sacos de fibra claro.

    En cuanto a los sacos de plumón, son los que más abrigan de todos. Se usan en expediciones para invierno y alta montaña. El inconveniente es que son más caros. Utilidades: invierno, alta montaña, expediciones.

    Consejos prácticos para el cuidado de los sacos:

    • Es preferible un saco sin cremallera. Si alguna vez se rompe el saco, será por su parte más frágil: la cremallera.

    • Es muy útil llevar un rollo de cinta aislante. Puede servirnos para reparar de momento un enganchón el saco.

    • Los sacos de dormir se guardan en casa fuera de la funda. Extendidos sobre un armario, en una percha, sobre la cama... Si se mantienen dentro de la funda durante mucho tiempo, la fibra o la pluma se apelmazan, perdiendo su utilidad, es decir: abrigando menos.

    • Para lavar un saco de dormir, de pluma o de fibra, se pone en remojo en la bañera, con agua fía y un producto para prendas delicadas. Después de dos o tres horas, se aclara y se deja secar sin escurrirlo con las manos. Debido a lo que tarda en secarse es conveniente lavarlo en verano. Una vez seco, es conveniente esponjarlo con las manos.

    En las novelas románticas de aventura, del siglo pasado, se cuenta de cómo “vivaqueaban” los indios de las praderas. Lo hacían al raso, cubiertos con sus mantas de colores, al calor de la hoguera. Para hacer “vivac” (dormir al raso) sin pasar frío, y sin que se ensucie el saco de dormir, utilizamos un plástico para el suelo y una “Funda de vivac”. La funda de vivac es como un saco hecho de una sola tela de nylon, seda o tergal y sin relleno. No solo protege el saco de enganchones y suciedad, sino que aumenta algún grado la temperatura interior

    Primeros auxilios:

    Rozaduras:

    • Debe limpiarse con agua y un algodón o gasa, actuando con mucha suavidad.

    • Cubrirlo con una gasa estéril siendo preferibles las que no se pegan, o un antiséptico que forme película.

    Picaduras:

    • en caso de que el insecto haya dejado clavado el aguijón, se deberá extraer con unas pinzas finas, con cuidado de que no se rompe y el veneno del interior no pase a la herida.

    • No debe rascarse la herida, pues puede infectarse.

    • En caso de que la picadura sea de importancia o produzca reacción, deberá acudirse al médico sin pérdida de tiempo.

    Espinas:

    • Tratar de extraer el objetivo clavado, con unas pinzas.

    • Limpiar la zona afectada, con agua y jabón.

    • Deberá acudirse al médico si no se logra extraer el objeto clavado, si la herida es grande o sale mucha sangre.

    Mordeduras:

    • Si no es venenosa se lavará la herida, y si ésta fuese de consideración, se acudirá al médico.

    • Si fuese venenosa, el herido debe permanecer en reposo y la parte lesionada inmóvil.

    • Cuando la mordedura fuese en un miembro, se aplicará un vendaje apretado, por encima de la herida, no debe aplicarse hielo.

    • Aunque la succión inmediata, sin incisión, puede ser beneficiosa, es preciso transportar a la víctima con la mayor urgencia.

    Mareos:

    • Poner al enfermo en horizontal, con la cabeza de lado y en un lugar templado.

    • Aflojar la ropa del cuello.

    • La boca debe estar vacía y no darle nada para tragar.

    • Ha de buscarse ayuda médica rápidamente.

    Heridas:

    • Si el corte es pequeño debe lavarse con agua clara y jabón, presionando con una gasa hasta que deje de salir sangre, después se vendará con una gasa estéril.

    • Si el corte es grande se pondrá u pañuelo limpio sobre el corte, presionando y levantando la parte herida, hasta que pare la hemorragia.

    • Únicamente se usará el torniquete, para hemorragias grandes, ¡ojo! Puede ser peligroso.

    • Una vez cortada la hemorragia, se venda la herida y se acude al médico rápidamente.

    Insolaciones:

    • Despejar de gente el lugar donde esté la víctima.

    • Colocar a la víctima a la sombra.

    • Poner compresas de agua fría en la cabeza; si hay hielo, utilizarlo con preferencia.

    • Si el enfermo no a perdido el conocimiento, darle agua en pequeñas cantidades, con un poco de sal.

    • Si persisten los síntomas, trasladar a la víctima al médico más próximo.

    Fracturas:

    El brazo o la pierna no pueden moverse sin un dolor muy violento. Es preciso inmovilizar la extremidad. Puede hacerse con: el brazo en bandolera, o una pierna contra la otra. Servirán pañuelos, calcetines y cualquier cosa parecida. Rellenar (con gorros, mantas, servilletas...) para mantener inmóvil la parte aceptada.

    También se puede utilizar células sujetas a los miembros con telas, pañuelos o cualquier otra cosa. Estas férulas se pueden improvisar con cualquier palo o similar que encontremos en ese momento. Después de tener inmovilizado el miembro, tener al herido abrigado, calmarlo y llevarlo enseguida al médico más próximo.

    Mochila ligera de “ataque”:

    - Excursión.

    - Merienda.

    - Pesca.

    - Alta montaña.

    Mochila extensible tubular:

    - Montaña

    - Espeleología.

    - Marchas en general.

    Mochila con extensible y bolsillos:

    - Montaña.

    - Camping.

    - Marchas.

    - Campamentos

    Mochila de armadura externa:

    - Grandes pesos.

    - Viajes.

    - Expediciones.

    - Vacaciones.




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    Enviado por:Fernando Valcárcel
    Idioma: castellano
    País: España

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