Literatura


Madre que estas en los cielos; Pablo Simonetti


“Madre que estás en los cielos”

  • Historia:

  • La novela trata básicamente de una señora llamada Julia Bartolini de 77 años a la cual le diagnostican cáncer Terminal y le dan la opción de tomar el tratamiento (que la haría vivir en “condiciones razonables”) o simplemente no hacer nada y esperar la muerte.

    Julia decide no tomar las quimioterapias y dedicar el tiempo que le restaba a escribir sus memorias, las de su familia, de ahí nace el texto contado por ella (ficticiamente ya que el autor es Pablo Simonetti, recuérdenlo)

  • La historia de cada personaje o grupo:

  • Su madre y padre: Los padres de Maurizio Bartolini (el padre de Julia) eran italianos y debido a la muerte de la figura paterna, la madre decide irse a Chile y sacar adelante a su hijo con la ayuda de unos tíos.

  • En Chile, Maurizio conoce a Victoria Campos -la madre de Julia- con la cual se casa y forma una familia de la cual nacerán dos hijos: Julia y Joaquín.

    Casi al término de la novela se descubre -por medio de una confesión que hizo Julia a sus hijos Andrés y María Teresa- que su madre a su vez le había confesado que en realidad Maurizio se había casado con otra mujer y qué ésta tras engañarlo y engendrar un hijo que no era de él, provocó que Maurizio se separara de ella y se uniera a Victoria, la cual, sin embargo, nunca fue su esposa legítima.

    Julia vivió toda su vida con el miedo al estigma social que significaba el hecho de ser una “bastarda”, una hija fuera de matrimonio.

  • Alberto: Alberto era el esposo de Julia, se conocieron en una fiesta para “entrar o iniciarse en la sociedad italiana” de una conocida suya. Julia estaba en el lado femenino de la pista de baile, Alberto Sartori se acercó y le pidió que bailaran. Julia accedió y de inmediato admiró la gran seguridad con que le había pedido que bailaran y su gran oído musical (era muy buen bailarín).

  • Después de la fiesta, Alberto comenzó a frecuentar a Julia y tras un corto tiempo de amistad, Alberto comenzó a insinuarse. Al principio no le provocaba nada a Julia, sin embargo, después de un tiempo e influenciada por “la fuerza de la costumbre” (ella aceptó en sus memorias que habían muchas cosas que había aprendido debido a que se había acostumbrado a ellas), se acostumbró -valga la redundancia- a Alberto y comenzó a experimentar cosas por él.

    Después de un largo tiempo de noviazgo, en el cual Julia había percibido el deseo con que Alberto la abrazaba, le ponía la mano en la cintura, como la miraba… el hombre decidió pedirle matrimonio: la fue a buscar en un lujoso auto a su casa para asistir a la misa de la mañana o a un matrimonio (no me acuerdo, da lo mismo), antes de entrar a la iglesia le dijo con decisión, ansiedad y amor en los ojos “Negra, casémonos. Te quiero más que a nada en la vida”

    Julia no logró comprender de inmediato, en las mañanas tendía al mal humor y se vio absolutamente sorprendida por esa pregunta tan profunda y repentina que Alberto le había hecho.

    Reaccionó con disgusto, incredibilidad, no le hizo caso, entró a la iglesia y comenzó a reflexionar, después de unos momentos se había percatado de lo que quería Alberto era una realidad.

    Mientras Julia rezaba, Alberto le acercó la cajita, Julia se puso el anillo.

    Se dieron un beso en la iglesia ante las miradas de reprobación y salieron riéndose.

  • Oriana: Hubo algo en el matrimonio de los padres de Julia -sí, está desordenado, ya lo sé, pero el libro así y está escrito así a propósito porque la gracia es que la señora escribe cuando se le da la gana y se acuerda de las cosas no en un orden cronológico- que la marcó para el resto de sus días.

  • Un día, Victoria -la madre de Julia- y Julia salieron a comprar cualquier detalle por la semana de fiestas patrias. Al final, eligieron un mantel bordado.

    Iban de vuelta a la casa, se subieron al tranvía cuando vieron a Maurizio -el padre de Julia- junto con Oriana -la prima lejana de Victoria-, la cual le susurraba al oído.

    Victoria quedó petrificada y Julia, al observar los aromas de sensualidad en esa mujer, el engaño, el quiebre en la imagen de su familia, de la relación de sus padres, quedó traumatizada por el resto de sus días.

    Victoria no hizo ni dijo nada, se bajaron del tranvía y tampoco hubo un escándalo en el hogar, solo algunos gritos y discusiones dentro de las paredes de la pieza matrimonial. Maurizio y Victoria nunca peleaban en otro lugar que no fuera ese, manteniendo a los hijos alejados de los problemas.

    Resultó que Oriana, la mujer con que Maurizio y Joaquín -el hermano de Julia- trabajaban, la secretaria de su padre, era la amante de éste.

    Victoria terminó aceptándolo, Maurizio y ella dormían en habitaciones separadas y éste continuaba trabajando con su amante, pasando los veranos con ella y varias horas en el día, nunca faltó un Domingo a la casa. Joaquín no sabía nada y no lo supo hasta que su madre murió.

    Casi al final de la novela, se supo la razón por la cual Victoria había aceptado que su esposo tuviera una amante:

    Victoria tenía una mal formación que no le permitía hacer el amor sin experimentar dolores terribles que duraban más de dos semanas, por lo que, imposibilitada a darle placer a su marido, alentó de una u otra manera a que éste poseyera una “querida”. Esto Julia no lo supo hasta que Juan Alberto, su primer hijo, nació.

  • Juan Alberto, su hijo mayor: Al momento de nacer, era un niño precioso de ojos azules y cabellos dorados, se mantuvo así.

  • Juan Alberto desde pequeño fue el típico niño de costumbres masculinas, amante del fútbol, observador de mujeres, que hablaba animadamente con su padre, él se entendía muy bien con Alberto, de hecho, se sentía “de su lado”

    Entró a estudiar ingeniería en la universidad católica, su padre estaba muy complacido. Alberto, en su época universitaria, tenía un vivaz interés en las mujeres, deseando solo llevarlas a la cama. En eso, embarazó a su polola de menos de un año, Loreto Arriagada, cuando aún no terminaba su carrera universitaria.

    La chica era de familia Opus Dei, por lo cual los padres de ésta impusieron matrimonio. Julia se negaba, encontraba que su hijo era muy joven y que no había necesidad de matrimonio, sin embargo, Juan Alberto reaccionó negativamente ante la opinión de su madre expresando su deseo de casarse y de ver después cómo se iba a mantener.

    De hecho, odiaba a su madre por impedir su matrimonio, él nunca se sintió tan a gusto con ella como con su padre.

    Se casó con Loreto y tuvieron más hijos. Cuando Juan Alberto se recibió ya llevaban dos críos. Después de unos años, se separaron.

  • María del Pilar, la segunda, primera mujer: Siempre cercana a su madre y destacaba como buena hija tanto con el padre como la madre.

  • Típica niña perfecta que desde su niñez fue de conducta intachable, buenas notas y poco estudio, amorosa, hermosa , impecable, admirada por las monjas de su colegio.

    Cuidó de su madre al momento de su agonía, fue buena amiga de su hermana María Teresa y nunca trazó enemistades ni con su padre ni con su madre.

    Estudió en la universidad y se casó con su pololo de años Luis.

    Intachable.

  • María Teresa, la tercera, segunda hija mujer: Todo lo contrario a María del Pilar.

  • María Teresa era de una rebeldía que rompía con todos los estándares de conducta establecidos por la familia.

    Para empezar, era desordenada, temperamental, contestaba mal, altanera, le gustaba llamar la atención, de niña tenía rasgos que hasta a su madre le incomodaban, luego, cuando alcanzó la madurez corporal, se convirtió en una mujer bella y de buen cuerpo, cosa que perturbaba a Julia (luego analizaremos por qué). Se llevaba mal con Alberto y a Julia la sacaba de sus casillas.

    Alberto estaba convencido de que lo único que quería era vengarse y arruinarles la vida, no la comprendía, pensaba que había que usar con ella estrictas normas de disciplina.

    Julia era más abierta, aunque nunca hasta llegada la hora de su muerte, llegó a comprenderla. Intentó con ayuda profesional, que Alberto no aprobaba, probó hablar con ella pero su incapacidad de conectarse con alguien que no era como a ella le habían enseñado que se debía ser, la inquietaba, prefirió cerrar los ojos y oprimir a la niña hasta que ésta no pudo más.

    Comenzó a cantar en el coro de la iglesia a la cual concurrían, era una de las voces principales, por su belleza se distinguía entre los coristas.

    Un niño de la iglesia se juntaba mucho con ella y entre una de sus rabietas le confesó a Julia que se había entregado a él dos veces. Lo cual, por supuesto, escandalizó a Julia.

    Mientras cursaba cuarto medio, decidió que lo que quería hacer en la vida era cantar, por lo que entró a la Escuela Contemporánea de Música y tomó clases de guitarra, canto, teoría (entre otras) con la profesora Sara Fischer, la cual era de origen europeo (había nacido en Austria, realizó su carrera allá pero tuvo que dejarlo todo y venirse a Chile con su hija -un desliz con un director de orquesta- y su madre debido a sus raíces judías que se veían en peligro con el conflicto nazi).

    Julia comenzó a hacer amistad con la profesora de María Teresa, Sara Fischer, empezó a ir a unas reuniones con otras mujeres artistas e intelectuales, invitada por Sara. La amistad se fue consagrando y en un momento, -luego de un viaje para visitar a su hija, la cual se había ido a Austria a sus 18 años para vivir con su papá- Sara le regaló un brazalete de oro (gran muestra de afecto, la cual se vio acompañada de las hermosas palabras de Sara que expresaban como Julia había cambiado su vida, ya que antes se sentía muy sola)

    Las cosas iban muy bien, Julia quería mucho a Sara, ésta le proporcionaba una sensación de plenitud gracias a todos los conocimientos que le otorgaba. Ella se sentía más viva, como si hubiera salido de una burbuja de cristal para explotar sus capacidades de conocer al mundo.

    Inclusive comenzó a tomar clases de piano con Sara.

    Sin embargo, todo se fue al demonio cuando Sara llamó un día a Julia para pedirle una citación junto con Alberto respecto a la carrera de María Teresa.

    Sara les explicó a ambos que María Teresa no podía seguir en la Academia debido a que tenía una personalidad muy intrigante: ponía mal a sus compañeros, hacía de chismosa…

    Sus compañeros de clase le dijeron que si Teresa se quedaba, ellos se retirarían.

    Sara le explicó que ella había hablado con María Teresa, que lo había intentado, sobre todo por su amistad con Julia, pero que sin embargo, las cosas no habían cambiado.

    Julia se enojó mucho con ella, sacó a María Teresa de la academia y no volvió a hablarle a Sara, solo para tener una última conversación con ella donde le manifestó que no se podía meter con sus hijos y que tendría que haber conversado con ella.

    Julia se dijo así misma “Primero soy madre” Ella prefería proteger a María Teresa, niña que le había dado muchísimos problemas, que sentirse realizada con las enseñanzas de Sara.

  • Andrés, el hijo menor, el niño eterno: Desde pequeño, Andrés fue totalmente diferente a Juan Alberto.

  • Andrés disfrutaba del conocimiento -cosa heredada de su madre- de pequeño, aprendía y aprendía sin parar, convirtiendo los almuerzos familiares del Domingo en una especie de clases donde exponía todo lo que sabía, inclusive opiniones bien fundadas.

    Esta actitud sacaba de casillas a Alberto, detestaba que su hijo tuviera esa autonomía y que estuviera preocupado de cosas de estudio en vez de fútbol u otras cuestiones que a él y a Juan Alberto le interesaban.

    En cambio, a Julia le enorgullecía muchísimo que su hijo hubiera heredado su bichito por aprender, se le llenaba el corazón.

    Sin embargo, el comportamiento locuaz de Andrés se fue haciendo constante y los almuerzos adquirieron un grado de tensión.

    Un Domingo en la mañana, Julia fue a despertar a Andrés, regaloneándolo diciéndole “mi Andresito” (máxima expresión de ternura), y le explicó que el almuerzo no era una clase y que tenía que dejar hablar a los demás.

    El pequeño niño -con algo de sobrepeso- se puso a llorar exclamando que su padre no lo quería.

    En ese almuerzo, Juan Alberto se lució con sus comentarios que hacían sacar fuertes carcajadas a su padre, mientras Andrés miraba cabizbajo un plato de comida que apenas tocó.

    Pasado el tiempo, Andrés fue creciendo, siempre obtenía buenos resultados y llegado el momento, entró a estudiar arquitectura a la uc o a la chile (no me acuerdo, no es importante).

    Su cuerpo no presentó cambios hasta entrar a la universidad. Se veía como todo un hombre en su primer año de carrera, llovían los llamados telefónicos y las amistades surgían de la nada.

    Este florecimiento sexual en su hijo asustó a Julia, ya veremos por qué, aunque, cabe subrayar que Andrés siempre seguía siendo un hombre sensato que respetaba a las mujeres.

    Se hizo su grupo de amigos: Eduardo -su mejor amigo-, Rodrigo -el líder- y Angélica.

    Salió un tiempo con Angélica, cosa que llenó de seguridad a Julia, puesto que consideraba que Angélica era como una hija suya debido a sus modales y costumbres.

    Sin embargo, después dejaron de salir.

    Terminada la carrera, sacó grandes honores, sus padres le regalaron un viaje a Europa donde fue acompañado por Eduardo y Rodrigo.

    Cuando llegó, llegó cambiado, era todo un hombre, Julia sospechaba que había conocido a una mujer allá.

    Pasó el tiempo y Andrés comenzó a trabajar con su padre en la fábrica de muebles (Conste, detalle que había olvidado: Alberto fue obligado a seguir con la fábrica de sus tíos quienes no lo dejaron ser profesional, por lo que siempre quiso que sus hijos lo fueran -sin embargo se disgustaba de lo sabelotodo que era Andrés de pequeño, él quería que supieran, pero no tanto- , luego de estar mucho con ellos, se emancipó y puso su propia fábrica de muebles -cosa que le costó el saludo de sus tíos- , Juan Alberto trabajó también con él, siendo su principal ayuda)

    Juan Alberto empezó a darse cuenta que ninguna mujer lo llamaba y que Andrés no tenía interés en casarse, le comentó eso a Julia y éste fue sembrada con la preocupación.

    Un día, fue a despertar a Andrés (que aún vivía con ellos) y le preguntó que le ocurría porque ya no hablaban tanto. Andrés explotó en llanto y le confesó que era homosexual, que su mejor amigo también (pero que conste, no eran pareja según sus palabras), y que tenía un pololo mayor a él. Le suplicó que lo comprendiera, que no era su culpa y que había luchado 20 años para revertirlo pero que no se podía.

    Julia lo abrazó, al otro día se juntó con Juan Alberto y le dijo que instara a su hermano a consultar un psiquiatra porque lo suyo era una enfermedad.

    Éste le respondió “usted no puede soportar que si hijito le haya salido maricón, como no iba a ser maricón si usted lo pasaba mimando”

    Alberto y Juan Alberto tendían a culparla de la homosexualidad de Andrés.

    A Julia le producía repulsión, no negaba que seguía siendo su hijo pero cada vez que estaba con él le daban ganas de correr, gritar y partirse en dos.

    Juan Alberto le contó a Alberto y éste echó a Andrés de la casa.

    Andrés se fue indignado ante la actitud de todos, su madre lo había tratado de enfermo, su padre de maricón.

    Al mes partió a Estados Unidos, donde se hizo famoso como arquitecto, allí conoció a su novio Bill.

    No volvió a Chile hasta que su madre enfermó.

    Mientras le quedaba pocos meses a Julia, ésta llamó -con Andrés a su lado- a Bill y conversó con él.

    Esta fue una demostración de que Julia había aceptado a su hijo, éste con lágrimas en los ojos se lo agradeció. Julia le pidió a cambio que perdonara a su padre y a su hermano.

  • La enfermedad de Alberto: Alberto y Julia constantemente viajaban por razones de negocios. Al principio el presupuesto no alcanzaba y Alberto viajaba solo. Julia lloraba cada noche de su ausencia con el miedo cerval a que Alberto e fuera infiel como su padre a su madre.

  • En el último de sus múltiples viajes, luego de hacer el amor, Alberto fue al baño ahí comenzó a gritar cosas extrañas, Julia se acercó y recibió una bofetada de su esposo, éste no captó lo que había hecho hasta que despertó de ese trance.

    Cuando se percató de su acción, lloró como un niño, se sintió indefenso, se abrazó a Julia. No deseaba contarle ni a un psiquiatra para que nadie supiera que le había a su señora, sin embargo, Julia insistió y éste obedeció.

    Alberto tenía un inicio de Alzheimer.

    Al paso del tiempo la enfermedad avanzó hasta que dejó de reconocer a las personas, los ataques continuaron y tuvo que dejar de trabajar, usar pañales, entre otras cosas.

    Murió años antes que Julia.

  • ¿Por qué…?

  • ¿Por qué Julia le tenía un cierto repudio a la sexualidad?

  • Porque lo sentía desde que había descubierto la relación de su padre con Oriana, los imaginaba acostándose, el engaño con su madre…

  • Su cuerpo se desarrolló tempranamente, tuvo la regla a los 10, conocía el deseo masculino por su cuerpo.

  • Su formación valórica, la influencia religiosa, todo había contribuido a que viera lo sexual como algo sucio, malévolo.

  • Temía ser indicada con el dedo como una bastarda, por lo que de algún modo quería ser intachable en otros aspectos.

  • Causas de esto: sobrepreocupación con la sexualidad de sus hijos, problemas íntimos con Alberto (al principio, Julia no gozaba del sexo, una vez inclusive le gritó “aléjate”, tuvo que asistir a una larga terapia con un psiquiatra), ella veía el mal en todos lados, inclusive una vez olió el deseo de un compañero de trabajo (o no sé de qué) de Alberto que le tocó la espalda de una forma que perturbó a Julia.

  • ¿Por qué Julia decide no hacerse el tratamiento y esperar la muerte?

  • Tenía la experiencia de su madre, la cual sufrió de un cáncer de mama que terminó con su vida, ella se hizo las quimios y se fue demacrando lentamente, perdió su vitalidad y el sufrimiento fue aún mayor. Los doctores le habían dicho que encontraría en buenas condiciones al igual como sus médicos le habían comentado de las “condiciones razonables” en las que estaría.

  • Julia no deseaba vivir sus últimos días postrada o con malestares, prefería aprovechar el tiempo que le quedaba.

  • ¿Por qué María Teresa era tan rebelde?

  • Porque tenía una personalidad diferente, explosiva, rompía con los estándares de la familia.

  • Porque era aprisionada por las costumbres cuadradas y retrógradas de la familia.

  • María Teresa había sufrido mucho. Ella había intentado ser como sus padres le habían dicho, sin embargo, su fuerza interior era más fuerte, algo que nunca comprendiñó.

  • Matrimonios:

  • Juan Alberto con Loreto Arriagada Separación.

  • María del Pilar con Luis aprobación.

  • María Teresa con Ramiro al principio tienen total desaprobación debido a que Ramiro tiene 22 o 24 años y va en primero de filosofía. Los intentan separar, prohibiéndole a María Teresa verlo, luego, le regalan un viaje a Europa -para que conociera otras gentes- sin embargo, cuando vuelve y cumple 21 años -la edad legal para casarse sin consentimiento paterno- despierta a sus padres una mañana diciendo que ese mismo día se iba a casar por el civil con Ramiro.

  • Alberto se acerca a golpearla (que conste que más de una vez utilizó la correa para intentar disciplinar a su hija), Julia lo detiene con gritos, llora e intenta arreglarse para ir al matrimonio de su hija, pero estando ya pintada y vestida, sucumbe ante las lágrimas y no asiste, Alberto menos.

    Sin embargo, cuando se realiza el matrimonio por la iglesia, Julia no se lo pierde, inventa una excusa a Alberto y asiste, le regala un cheque a su hija y se siente muy orgullosa de presenciar aquella boda de la cual no fue invitada a ser madrina.

    Antes de su muerte, Ramiro y María Teresa van a visitar junto con los “niños” (sus dos hijos de veinte y tantos años que opinan que todo lo malo lo sacaron de los Sartori -apellido de Alberto-) y Ramiro le agradece las continuas ayudas económicas y su apoyo que se enfrentó al pensamiento antagonista de Alberto.

    María Teresa también expresa su cariño y los tres se abrazan.

  • Andrés nunca se casó pero si su pareja estable era el norteamericano Bill.

  • Respecto a su muerte…

  • Juan Alberto opinaba que tenía que escuchar a los médicos, no entendía la situación de Julia.

  • María del Pilar siempre con la sensatez, opinaba que se hiciera las quimioterapias y que si no le gustaban que las dejara.

  • María Teresa Lo que su madre decidiera.

  • Andrés No sabía que hacer, solo quería estar con su madre y no separarse de ella para contentar de alguna forma todos sus años de ausencia.

  • Relaciones entre los hermanos.

  • Juan Alberto María del Pilar = bien

  • María Teresa = bien

    Andrés = totalmente antagónicos. Él era el niño de su padre, el macho y realista mientras que Andrés era el marica idealista hijo de mamá (visto desde su punto de vista)

  • María del Pilar = con todos bien

  • María Teresa Se mantenía alejada con todos aunque por su madre constantemente recibí noticias. Con Pilar fueron buenas hermanas.

  • Andrés Alejado de todos escondido en Estados Unidos.

  • Relaciones con los padres:

  • Julia Juan Alberto = Aunque ella lo quería por ser su hijo, éste no sentía lo mismo y siempre existieron roces entre ellos.

  • María del Pilar = Bien, fue buena hija.

    María Teresa = Aunque se pudiera pensar que la odió en un momento, siempre la defendía, sin embargo, era su rebeldía algunas veces justificada, otras no, la que Julia no podía comprender, la que intentó reprender. Julia deseaba a una señorita como hija, no a la sensual María Teresa de mal gusto en la ropa, altanera, rebelde, prepotente, la ofendía.

    Andrés = Su niño, su niño eterno. Ella veía en Andrés su propia imagen, sus genes, su sensibilidad. Lo había educado como deseaba. Sin embargo, con su homosexualidad ella no fue capaz de comprender, aunque cabe subrayar que al final lo aceptó.

  • Alberto Juan Alberto = Su hijo mayor, su hombre, su hijo preferido, ellos se comprendían.

  • María del Pilar = Bien, una hija ejemplar.

    María Teresa = No se avenían, es más, perdieron contacto una vez adultos. Él pensaba que era una niña rebelde que todo lo que hacía era para llamar la atención y vengarse de ellos. Se negaba a pensar que era su culpa.

    Andrés = No se comprendían en nada, habían perdido el contacto. A Andrés le costó mucho perdonar a su padre, solo lo hizo o intentó hacerlo cuando su madre se lo pidió mientras agonizaba.

  • La relación de Julia y Alberto.

  • Julia pensaba que ella manejaba la relación, veía a Alberto como un hombre bueno que giraba en torno a ella.

    Julia siempre tenía que sentir que su alrededor pensaba en ella puesto que o si no, se veía amenazada por el abandono, un miedo que le inculcó su padre, él cual -creía ella- se iría con Oriana.

    Razón por la cual lloraba cuando Alberto viajaba solo.

    Sin embargo, la realidad era que Alberto era uno en su casa y otro totalmente diferente en la fábrica. Ahí era un hombre totalmente distinto, nada amoroso ni comprensivo. Él le había hecho creer a Julia que ella tenía el control para poder él mismo manejarla.

    Hasta sus mismos hijos, el mismo Alberto inclusive, le comentaban la idealización que tenía respecto a su marido.

  • La habilidad de percibir -o juzgar- de Julia:

  • Heredada de su madre -a la cual adoraba y disfrutaba de su compañía en toda época de su vida-, tenía la capacidad de con solo mirar o hablar con una persona, saber cómo eran y juzgarla como buenas o malas.

    Alberto confiaba en ese sentido con los socios con los que se vinculaba.

    Cabe subrayar, que no siempre tuvo la razón. Julia juzgó a Ramiro por este sentido y participó en el intento por separarlo de su hija, sin embargo, éste resultó ser un buen marido.




    Descargar
    Enviado por:Cristina Pastén
    Idioma: castellano
    País: Chile

    Te va a interesar