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Lucía y el sexo; Julio Medem


  • INTRODUCCIÓN

  • Lucía y el sexo. El sexo y Lucía. Y Lorenzo, y la luna y el sol. Julio Medem me volvió a sorprender con su última historia, de un amor con sexo salvaje, de un padre que no ha podido aprender a serlo, de un faro y un agujero en una isla, la isla del sol y de la luna. Una historia de una lectora y un escritor, que monta un relato y lo desmonta a medida que pasan sus días. Es una historia llena de ventajas, como afirma el personaje de Lorenzo, y la mayor de ellas es que cuando llega al final, puede volver a comenzar. Medem ha tejido su historia sabiendo que la podría deshilachar y volver a cogerla, si cabe todavía con más fuerza. Admiro la manera en que el director nos regala su película, con saltos constantes en el tiempo, en un desorden que al principio confunde pero al final resulta necesario para sentir la satisfacción de estar viendo una historia que, como dice Lucía respecto a la novela de Lorenzo, se te agarra por dentro y no te suelta.

    Precisamente por la complejidad del relato, Julio Medem realizó hasta seis versiones del guión de Lucía y el sexo. La historia se le resistía a ser coherente dentro de su ambigüedad y desorden cronológico, pero finalmente todo quedó bien atado, sin lagunas ni excesos en el relato, y la historia tiene, bajo mi opinión, una fuerza que quizás otro estilo en el guión no hubiese podido darle.

    Lucía y el sexo está narrada de forma discontinua, y ésa es una gran fuente de riqueza si tenemos en cuenta la historia y el argumento que se nos cuenta. Pese a eso, también representa una dificultad para el guionista (en este caso, el propio Medem) que, aunque sabe que su historia pide a gritos esa discontinuidad, se encuentra ante el reto de escribir un relato que se crezca en esa estructura, y que dicha estructura no espese demasiado la historia y que, sobre todo, no la haga parecer superficial.

    También ha sido un reto para mí enfrentarme al análisis de Lucía y el sexo, pero he disfrutado, he aprendido. Y he conocido de cerca de unos personajes, con una historia común, de pasión y amor, de literatura y lectura, de padres e hijos, de generosidad. Para mí, Lucía ha sido un regalo, un sentimiento. Gracias, Julio.

  • COMPARACIÓN ENTRE EL GUIÓN Y LA PELÍCULA

  • El guión escrito por Julio Medem antes del rodaje del film contiene la mayoría de escenas calcadas a las que aparecen en la película. Aún así, hay algunas variaciones, ya que hay escenas que se han eliminado, y otras se han incluido pero en diferente orden al que se presenta en el guión.

    En primer lugar, es significativo el cambio del inicio de la película. En el guión aparece la secuencia 0 para títulos de crédito, donde hay un diálogo en la playa entre Lorenzo y Luna, su hija, y enseguida se ve que eso es lo que está leyendo Lucía en el ordenador de Lorenzo, en su ático de Madrid. En cambio, en el film no aparece esta secuencia 0, sino que los títulos de crédito se muestran sobreimpresos mientras vemos una secuencia filmada con una cámara subacuática, es decir, se ve el fondo del mar, de un azul muy limpio, con plantas y algas moviéndose lentamente por las corrientes marinas. Posiblemente, Julio Medem no quiso al final darnos demasiada información ya desde un buen principio, ya que el film tiene eso, que nos va adentrando en la historia lentamente. Cabe decir que la mayoría de cambios del guión al film parecen ir en ese sentido: Medem se dio cuenta de que nos daba demasiadas pistas, y prefirió que el espectador fuese descubriendo todo poco a poco.

    La secuencia 1 también empieza de otra manera. En el guión, la acción comenzaba cuando el jefe de Lucía estaba chateando por Internet con una mujer (que resultará ser Elena) y Lucía le pedía si le dejaba llamar a su novio. En el film, la acción empieza cuando Lucía está al teléfono y oímos en off a Lorenzo, que llora mientras se atormenta de su existencia. Así, Medem ha querido empezar de una manera más brusca, y se ahorra el hecho de presentarnos ya el elemento del chat por Internet, que es muy importante en el film.

    Después la historia continua fiel al guión: Lucía ve la nota de Lorenzo, cree que está muerto y huye a la isla, donde alquila una moto, recorre las playas intentando asimilar su soledad, y descubre el faro y cae por el agujero. A continuación, en el guión original, Lucía conocía ya a Carlos y a Elena, pero en el film estas escenas se retrasan, ya que ahora se explica la noche de pasión de Lorenzo y Elena, el embarazo de ésta y su huida a Madrid. También se presenta ya la historia de amor de Lorenzo y Lucía, su convivencia, al paralelo parto de Elena, y la felicidad de Lucía al ver que, por fin, Lorenzo está enamorado de ella.

    Ahora volvemos atrás en el guión, y en el film sí se nos presenta ya a Carlos y Elena, a quienes Lucía conoce en la isla. A partir de aquí, el film es idéntico al guión, tanto por lo que se refiere al orden de las escenas como al contenido (excepto algunas frases, sin importancia). Aún así, se retrasan las escenas en las que vemos a Lorenzo en el hospital, de manera que Medem ha podido desarrollar en más profundidad la historia de Lucía con la novela de Lorenzo, y el deterioro de éste cuando, después de conocer a Belén, fallece su hija. También se ha dado a conocer más la vida de Lucía en la isla con Carlos y Elena. Así, retrasando las escenas del hospital, retrasa también la resolución de la historia, ya que será cuando Lorenzo se recupere que irá a la isla, en busca de Lucía y del perdón de Elena.

    El film continua idéntico al guión escrito por Medem antes del rodaje hasta el final. Como vemos, se ha dedicado a retrasar acontecimientos para que el espectador saboree más y mejor la historia. Quizás se dio cuenta de que era mucho mejor retrasar las pistas tanto como fuese posible. Así, los momentos en que el espectador va atando cabos a la vez que los personajes se vuelven más intensos, ya que esos instantes están más concentrados y la sensibilidad brota por los fotogramas.

    Aun así, también he hablado de la eliminación de algunas escenas. Realmente, como buen guionista y director que es, Medem ha eliminado todas las escenas innecesarias, o aquéllas que dejaban entrever demasiado el tejido de la historia, cuando Medem siempre ha mantenido la intriga emocional hasta el último segundo, hasta que ya no se podía retener más. Así, no merecen más atención, sino que simplemente son escenas eliminadas por ser irrelevantes (solamente alargarían el film) o porque nos dan pistas que Medem nos mostrará más tarde de alguna u otra manera.

  • SINOPSIS

  • Lucía, una camarera madrileña, huye a una isla mediterránea al creer que su novio Lorenzo, un escritor, ha muerto en un accidente. Allí conoce a Carlos y Elena, y empieza a descubrir poco a poco los secretos que Lorenzo guardaba y que iba transformando en una novela a medida que iban pasando acontecimientos: el descubrimiento del hecho de ser el padre de la hija de Elena, la relación que una joven (Belén, niñera de su hija Luna) mantiene con el novio de su madre, la trágica muerte de Luna... Lucía se dará cuenta de todo esto desde la distancia, como si Lorenzo le permitiese leer y comprender ahora su novela. Es una historia de amor entre Lorenzo y Lucía, entre Lorenzo y su hija Luna, entre padres e hijos.

  • LOS PERSONAJES

  • Ante todo, voy a comentar un hecho que me llamó mucho la atención, y es que dos de los protagonistas (Lucía y Lorenzo) y la hija de él (Luna) tienen unos nombres muy bien elegidos por Julio Medem, ya que nos dan más pistas sobre lo que son los personajes. Lorenzo tiene el mismo nombre que el sol, al que se le llama Lorenzo, como todos sabemos. Lucía, su novia, la que se desvive por él, es la luz del sol. Lucía reluce, emana luz (“Lucía”, del verbo “lucir”, como el sol, que luce y brilla). ¿Y qué sería el sol sin la luna? Pues ésa es la hija de Lorenzo, Luna, concebida en una noche de luna llena.

    Así pues, los nombres de los personajes principales son escogidos a conciencia por el guionista. Eso da más riqueza al film.

    Otro hecho destacado de la película es que aparecen muy pocos personajes. Lucía, Lorenzo y Elena serían los protagonistas, ya que los tres ven como su equilibrio desaparece y todos tienen un objetivo claro. Los tres evolucionan. Como personajes secundarios, tenemos a Luna, Belén, Pepe, Carlos (que resulta llamarse Antonio) y la madre de Belén. Todos ellos juegan un papel importante en la película porque ayudan al desarrollo de los protagonistas. No hay ningún personaje “florero”. Además, Medem ha hecho que nos centremos sólo en estos personajes incorporando un elemento innovador: a los personajes adicionales, como el jefe de Lucía, el camarero de la isla o el futbolista (marido de Elena), nunca se les ve el rostro. Así, ya vemos que ellos no tienen importancia en la historia, son personajes estructurales. En los guiones anteriores, Medem incluyó más personajes irrelevantes, y acabó suprimiéndolos.

    Las relaciones entre los personajes de Lucía y el sexo son complejas. Por eso, nos sería muy útil escribir las triangulaciones, es decir, las relaciones que hay entre ellos formuladas de manera triangular. Podemos analizar, por ejemplo, el triángulo Lucía-Lorenzo-Elena, que sin duda es el más interesante. También hay otras, como Lorenzo-Luna-Elena, Lorenzo-Pepe-Elena, y otra muy importante en el argumento: Belén-su madre-Carlos. Así, estas triangulaciones debieron ayudar a Medem a definir esta trama de relaciones nada fáciles.

    Destacaré finalmente el elemento que en cierta manera unirá las diferentes tramas: el sexo. El sexo cobra en el film una importancia especial, ya que será como la araña que teje la telaraña, será algo que todos viven muy de cerca, aunque vemos el sexo desde distintos puntos de vista. Es muy diferente el sexo entre Lorenzo y Lucía que entre Lorenzo y Elena, o Belén y Carlos. Aún así, la pasión se palpa en cada escena, en los cuerpos y en las miradas. Y es que Medem es un maestro de las miradas. Las muestra de una manera muy especial, como sólo él sabe mostrarlas, y por eso vemos sexo en el film, pero un sexo que no es bruto ni sucio, y no es tampoco un sexo porque sí. Es como un personaje más, una forma de expresión que se agarra a los personajes y que nos ayuda a ver las relaciones entre ellos.

    LUCÍA

    Perfil: Lucía es la protagonista del film, ya que incluso le da el nombre. Es una chica de unos 25 años, guapa y sencilla. Es transparente, porque con el simple hecho de verla sabemos cómo se siente y qué piensa. Es generosa y cariñosa, y muy apasionada en el amor. Lo da todo por su novio Lorenzo. Sus padres y hermana fallecieron cuando era tan sólo una niña, y por eso necesita dar y recibir tanto cariño. Trabaja como camarera en un restaurante, y su jefe le tira los tejos, pero ella es fiel a Lorenzo. Le ama con locura. Le encantó la primera novela de Lorenzo, se le agarró por dentro, y quizás es por eso que le quiere tanto. Es muy sentimental, aunque también impulsiva. Necesita que Lorenzo le diga que la quiere, y que se lo demuestre, porque en cierta manera es un poco insegura. Sabe que Lorenzo le esconde cosas, y necesita que él se dé a ella tanto como ella a él. Cuando cree que Lorenzo ha muerto, huye a “su isla” para olvidarse de todo y a la vez conocer mejor a su amor.

    Ya en el primer acto se nos presenta a Lucía tal y como es. La historia comienza en una situación tensa para ella, ya que ve que su novio está mal y no sabe cómo ayudarle, porque no se deja. Lucía es un personaje con un temperamento sanguíneo, es decir, es una mujer equilibrada, abierta y comunicativa, pero que también es impulsiva y toma decisiones rápidas. Es incapaz de esconder lo que lleva dentro. Por eso, el equilibrio que tenía en su vida (en su trabajo, con su novio) se rompe cuando se da cuenta que Lorenzo tiene problemas que le esconde, y ella está decidida a ayudarle para volver a ese equilibrio. Como Lorenzo se cierra en sí mismo, y Lucía más tarde creerá que ha muerto, no duda en escaparse a la isla, para olvidar y curar sus heridas. Necesita recuperar su equilibrio como sea.

    Objetivo: Así, el objetivo de Lucía es precisamente ése: necesita huir para restablecer su equilibrio perdido, necesita olvidar y recuperarse del golpe que ha recibido al enterarse que su novio, que estaba muy deprimido, supuestamente ha muerto. Él lo era todo para ella, y necesita aprender a vivir sola de nuevo. No puede quedarse en Madrid, y por eso huye.

    Obstáculos: Sin embargo, a Lucía no le resulta nada fácil olvidar, ya que encontramos el primer obstáculo interior en el hecho que, para recuperarse, huye a la isla de la que Lorenzo siempre le había hablado. Es como si quisiese huir de todo lo que le ha pasado, y a la vez conocer mejor a Lorenzo, y descubrir qué hay en esa isla que le ataba tanto. El segundo obstáculo, en este caso exterior, es el mismo hecho de conocer a Elena, y no es un obstáculo desde el principio, sino que empieza a serlo cuando Lucía empieza a atar cabos y a descubrir que Luna era la hija de Lorenzo y, por tanto, Elena es su madre. Lucía vuelve a trastocarse cuando ve que Elena ha estado chateando con Lorenzo, quien le ha escrito un cuento para ayudarla a olvidar. Entonces, Lucía ve que ha huido al lugar equivocado, pero aquí surge un nuevo objetivo para la joven, ya que se propone saber al fin toda la verdad. Empieza a relacionar hechos y pretende averiguar el porqué del malestar vital de Lorenzo en sus últimos días juntos. Entonces, el principal obstáculo es la supuesta muerte de Lorenzo, ya que no podrá saber de primera mano qué es lo que le sucedió con Elena y con su hija.

    Creo que otro obstáculo externo para Lucía es la propia novela que Lorenzo escribe en el transcurso de la película, ya que Lucía empieza a deducir que lo que explica la novela es la historia de Lorenzo, pero quizás no encuentra el límite entre realidad y ficción, no sabe qué pasa y pasó realmente, y qué es pura literatura ficcionada.

    Arco del personaje: Lucía sufre una clara evolución en el film. Después de romperse su equilibrio, se desengaña de la vida y pretende recuperarse de ese golpe. Toma conciencia de su soledad e intenta aprender a vivir con ella. Pero los descubrimientos sobre la vida de Lorenzo la hacen madurar y reposicionar su lugar en el mundo. Se da cuenta de que Lorenzo nunca dejó de quererla, y comprende sus angustias y miedos. Aprende a quererle todavía más. Cuando Lorenzo regresa, su vida vuelve a tener sentido, y no ve necesidad de perdonarle, puesto que no hay nada que personar. Con Lorenzo, vuelve a sentirse feliz.

    LORENZO

    Perfil: Lorenzo es un joven escritor madrileño que no consigue escribir otra novela buena, pese a que lo intenta desde hace dos años. Es delgado, con aspecto de débil, pero con mirada inteligente. Vive solo en un céntrico ático de Madrid, hasta que conoce a Lucía, e ipso facto se van a vivir juntos. Es apasionado en el sexo, aunque parece que le gusta más recibir que dar. Es un buen cocinero. Su editor, Pepe, es a la vez su gran amigo, que le anima a continuar escribiendo. Lorenzo se siente muy inseguro porque no consigue la novela que quiere, se siente en baja forma, pese al apoyo de su fiel lectora, Lucía. Desconoce su paternidad hasta que Pepe se lo cuenta, y eso le hace perder el equilibrio que tenía. Se vuelve aún más inseguro y no consigue aclarar sus sentimientos. Con la muerte de su hija, adquiere una cómoda posición de víctima, de no saber qué hacer, de porqué le ha pasado eso, y se hunde emocionalmente, tanto que se automarginará y apartará poco a poco a Lucía de su lado. Su temperamento es melancólico, es muy sensible, y enseguida cambia de ánimo. Duda sobre todo a su alrededor.

    Objetivo: quiere desde un principio escribir esa novela que tanto le cuesta. Por eso, se vuelve arisco y cambia de estado de ánimo. Cuando descubre que tiene una hija, su objetivo principal es encontrarla y conocerla, a escondidas de Elena, y el objetivo de la novela pasa a ser complementario, no secundario. Con la trágica muerte de Luna, Lorenzo se sentirá muy culpable, y ahora su objetivo será acabar con todos los secretos y volver a tener una vida normal. Quiere pedir perdón a Elena, y volver con Lucía, que, como él mismo dice, es un regalo para él.

    Obstáculos: para Lorenzo, son básicamente interiores, debidos a sus miedos e inseguridades. Su carácter pesimista es su mayor obstáculo para no poder escribir. La muerte de su hija es el obstáculo exterior más claro, ya que dificulta alcanzar ese equilibrio perdido y hace que Lorenzo se desmorone y pierda todo lo ganado. Posteriormente, sufre un accidente y queda en coma. Volvemos a encontrarnos, pues, un obstáculo exterior, ya que no será hasta que se recupere y vuelva a sentirse con ánimos que vuelva a lograr sus objetivos finales.

    Arco del personaje: la historia que vive Lorenzo a lo largo del film hace que sea el personaje que más evoluciona. Todo lo que le sucede hará que nunca vuelva a ser el mismo de antes. Lorenzo pasa de ser un escritor que vive felizmente intentando crear una nueva novela a ser un hombre que tiene una hija muerta, que apenas ha podido conocer, y que le ha marcado las entrañas. Al final del film, volverá a ser feliz, pero mucho ha cambiado en él.

    ELENA

    Es una mujer joven y guapa, muy buena cocinera, que vive en Formentera, donde tiene una casa de huéspedes. Le encanta chatear por Internet. Vivió hace seis años una noche de sexo con Lorenzo, que sin saberlo la dejó embarazada y volvió a Madrid. Elena decidió huir de su Valencia natal hacia Madrid, en busca del padre de Luna, que nació en la capital. No pudo encontrarle, así que se casó con un futbolista rico y vivió siempre con la incertidumbre de encontrar al padre de su hija. Era una persona impetuosa, sociable e impulsiva, pero la trágica muerte de Luna la hizo cambiar. Desde entonces, no ha vuelto a llorar. Fue entonces cuando se fue a vivir a la isla, donde se quedó embarazada, para estar más cerca de su hija, según ella. Ahora Elena es muy sensible, cariñosa y generosa, aunque conserva su carácter enérgico. Intenta vivir en la lejanía, ajena a su pasado, pero la foto de Luna corona la pared de su habitación. Su hija vive dentro de ella, la lleva consigo, y no culpa a nadie de lo sucedido, aunque prefiere no hablar del tema.

    Objetivo: Elena quiere vivir en armonía después de la muerte de su hija. Quiere olvidar lo malo del pasado, quiere sobrevivir de la mejor manera posible, dando y recibiendo cariño de sus huéspedes. Pero en el film también vemos a la Elena del pasado, que tiene el firme propósito de encontrar al padre de su hija. Por tanto, no hay un objetivo principal y uno secundario, sino que hay distintos objetivos en el pasado y en el presente.

    Obstáculos: el obstáculo al objetivo del pasado es que desconoce la dirección de Lorenzo, y así le es imposible encontrarlo en la gran Madrid. Es un obstáculo exterior a ella. Y el obstáculo a su voluntad de olvidar y vivir feliz en el presente es la misma Lucía (Lucía y Elena son obstáculos la una para la otra), ya que cuando ella aparece, la historia, que parecía ir por distintos caminos, resulta que converge sólo en uno. Sus dos vidas están relacionadas. Así, ni una ni otra pueden olvidar.

    Arco del personaje: Elena también sufre cambios importantes. Desde el inicio del film hasta el final, es una mujer distinta. La vida la ha tratado con dureza, y de eso aprende. El hecho de reencontrarse con Lorenzo después de tantos años, y descubrir todo lo que le era desconocido, le impactan y, al fin, vuelve a llorar. Elena se curte a lo largo de la historia, se endurece, a la vez que se vuelve más generosa y comprensiva.

    El mentor: Elena tiene en el film un personaje que le ayuda a seguir adelante, le indica el camino por el que debe ir, y le da fuerzas para ser como es. Este personaje mentor es su hija Luna, que desde el recuerdo y a la vez desde el interior de Elena le aconseja y le anima. Le da energía y felicidad. Sin eso, Elena hubiese decaído.

  • LA ESTRUCTURA DEL FILM

  • Lucía y el sexo es una película cuya estructura no es la clásica, sino que es un relato discontinuo. Medem ha trastocado el orden lógico o cronológico de la historia. No se nos muestra tal y como sucedió, sino que se altera el orden de las escenas para no enseñarle al espectador la historia tal y como pasó. Así, se juega con la intriga y la anticipación del público, y de esta manera el espectador se sitúa en el punto de vista de Lucía y va siguiendo el descubrimiento de todos los elementos del relato a la vez que ella. No olvidemos que la historia es una analogía a la novela que Lorenzo escribió poco a poco, y Lucía era la lectora a turnos de esa novela. Así, nosotros los espectadores nos convertimos en lectores, también, de lo que escribió Lorenzo. Esa es la esencia del film.

    Por tanto, en Lucía y el sexo no encontraremos la típica estructura de primero, segundo y tercer acto, ya que es un caos de escenas pegadas meticulosamente para no enseñar antes de hora lo que debemos ver más tarde. No es la típica estructura, y es precisamente por eso que Medem tardó meses y meses en ordenarla (o mejor dicho, desordenarla) de manera que no resultase ilógica o repetitiva. No es la típica estructura, y por eso es una estructura muy compleja y difícil de lograr.

    Aun así, sí encontramos en este film elementos característicos de la estructura clásica, que en cierta manera son necesarios en todo tipo de películas para que, realmente, suceda algo.

    DETONANTE:

    En este caso, el espectador quiere seguir viendo esta historia porque vemos que el novio de Lucía tiene un problema (que no sabemos cuál es), creemos que él muere, y Lucía huye a la isla. Este detonante, que es el mismo inicio del film, hace que nos interesemos en qué le pasaba a Lorenzo y en qué hará Lucía ahora que se ha ido a la isla, sin que nosotros sepamos todavía de qué va el asunto. Por tanto, el inicio es el detonante, lo que hace que queramos saber más, lo que pone en bandeja que empiece la acción.

    HECHO INDUCTOR:

    La acción empieza realmente cuando descubrimos que Lorenzo dejó embarazada a Elena. Entonces, se nos introduce este nuevo personaje, y vemos que la historia no es de dos, sino de tres. Aquí, ya empieza el espectador a hacer conjeturas sobre los problemas de Lorenzo, y nos preguntamos sobre Elena, y su hija, y Lucía.

    PUNTO DE GIRO:

    Al tener esta estructura discontinua, la historia tiene varios puntos de giro, que son los que dan vida a la acción. El primero es cuando vemos que Lucía va a hospedarse en la casa de Elena, que ya sabemos que tuvo una hija con Lorenzo. Así, empieza a entablarse esta relación entre las dos mujeres, con un elemento en común que ellas aún desconocen: Lorenzo. Otro punto de giro sería cuando Lorenzo descubre que tiene una hija y se dispone a buscarla. Aquí empieza otro objetivo del protagonista. Y otro punto de giro es la aparición de Belén, que se introduce en la vida de Lorenzo. Después se presentaría el mid-act (se explica más abajo), y encontraríamos otro punto de giro: Elena habla con Lucía del internauta que le escribe un cuento, y ambas se dan cuenta de que ése es Lorenzo. Aquí empiezan a aclararse las cosas para las dos protagonistas femeninas. Y, por supuesto, para el espectador.

    EL MID-ACT:

    Podríamos calificar de mid-act la muerte de Luna. Aquí, todo cambia radicalmente: Elena huye de Madrid, Belén intenta suicidarse y Lorenzo se hunde por el sentimiento de culpabilidad que le carcome. Este cambio en la actitud de Lorenzo hace, a su vez, que Lucía empiece a hartarse del comportamiento de su novio y quiera saber qué le pasa y ayudarle de una vez por todas. Además, la muerte de Luna provocará que Lorenzo se vaya de casa y tenga el accidente, hecho que hará que Lucía se vaya a la isla.

    EL CLÍMAX:

    Sin duda, el momento de máxima tensión narrativa y emocional es el encuentro entre Elena y Lorenzo. Aquí se alcanzan varios objetivos por su parte, es el punto álgido del relato. En realidad, todos esperábamos ese encuentro.

    EL FINAL:

    Evidentemente, la historia tenía que acabar con el reencuentro entre Lucía y Lorenzo. Es un happy end, pero no se hace en absoluto forzado, sino que es lo que tenía que pasar, después de que la historia y los propios personajes dieran tantas vueltas. Esta resolución la podríamos llamar “balsámica”, ya que es un alivio para todos los protagonistas. Como se suele decir, tenía que acabar bien.

  • LAS TRAMAS SECUNDARIAS

  • Evidentemente, la trama principal es la del triángulo Lucía-Lorenzo-Elena, que incluye también a Luna. Ése es el motor de esta historia. Sin embargo, ya que se habla del amor de los padres hacia los hijos, se introduce también una trama secundaria que ayuda a Lorenzo en su novela. Se trata de otro triángulo más: Belén-la madre de Belén-Antonio. A su vez, Medem relaciona esta trama secundaria con los protagonistas, ya que Belén cuidará de Luna, Lorenzo entablará una relación breve pero intensa con Belén, y Antonio (Carlos) huirá de los problemas con Belén y la madre de ésta e irá a la isla y, cómo no, se hospedará en la casa de Elena.

    La relación de Belén con Carlos será muy compleja y conflictiva, ya que Carlos es el novio de la madre de Belén, que es actriz de cine porno (aquí vemos el elemento del sexo). Belén tiene que debatirse entre el amor a una madre y el amor a un hombre, que es un amor muy carnal. Así, Lorenzo aprovecha esta historia para incluirla en su novela. A través de los ojos de Lorenzo, leemos un relato sobre el amor maternal y paternal, sobre hijos y padres, amor y traiciones. Lorenzo quiere mucho a Luna, pero se sentirá culpable por su muerte, creerá que la ha traicionado, al igual que Belén, que quiere a su madre, pero desea a Carlos.

    Algunos pueden creer que la trama de la novela de Lorenzo, el hecho de ir escribiéndola poco a poco y que Lucía la vaya leyendo, puede ser una trama secundaria, ya que la principal es la historia de amor entre Lucía y Lorenzo y la de Luna y Elena. Sin embargo, yo creo que no es una trama secundaria, sino que son tres tramas principales en una. Los protagonistas forman parte de la novela de Lorenzo, y la novela forma parte de los protagonistas, sobre todo de Lucía. No hay una diferencia clara, no hay límites entre estas tramas. Por eso, yo he preferido considerarlas a todas juntas como una sola, ya que si faltase una de ellas, la historia no tendría razón de ser. No podría sostenerse.

  • LOS ELEMENTOS NARRATIVOS

  • Ya que la estructura del film es discontinua, y por lo tanto se juega con el orden cronológico de los hechos, los elementos narrativos más importantes son el flash-back i la elipsis. También es muy útil en el film el elemento de la voz en off.

    FLASH-BACK:

    Podríamos decir que Lucía y el sexo es prácticamente una sucesión de flash-backs. Es un continuo ir y venir al pasado, ya que para entender el presente, tenemos que ir conociendo lo que sucedió en el pasado de esta historia. Como ya hemos comentado, Medem juega con este elemento temporal para estructurar su film, ya que así el presente nos intriga todavía más. A medida que vamos viendo fragmentos del pasado, vamos comprendiendo el presente de los personajes.

    Así, estamos ante un caso de flash-backs estructurales, ya que no se trata de uno aislado, sino que ésa es la estructura del film. El pasado, los flash-backs, hacen avanzar al presente. En ningún caso se frena la acción ni se confunde al espectador, ya que éste sabe claramente cuándo se nos enseña el presente y cuándo el pasado.

    LAS ELIPSIS:

    La mayoría de elipsis que se aprecian en el film son temporales, que son las más necesarias para que una historia avance. Pero también podemos encontrar elipsis narrativas, que enriquecen más la historia. Un ejemplo es el paso de la escena 28 a la 29. En la escena 28 vemos como Lorenzo y Elena hacen el amor en el mar, en la isla, y acabamos viendo la luna llena que corona la noche. La escena 29 empieza con un plano detalle del test de embarazo de Elena, que es redondo, igual que la luna, y se enseña que el resultado es positivo, y Elena llora. Así, aquí hay un salto narrativo que refuerza las dos escenas, porque en la segunda se nos introduce desde un primer momento una información nueva. El espectador participa, tiene que deducir que en esa noche, en la playa, Elena se quedó embarazada.

    LA VOZ EN OFF:

    Es un recurso muy utilizado en el film. Esta voz siempre es la de Lorenzo, que va leyendo fragmentos de su novela y, a la vez, nos explica la historia. Por tanto, es una voz en off narrativa, ya que no se trata de que un personaje explique sus sentimientos, sino que el protagonista nos cuenta directamente partes de la historia. Esto nos acerca más a Lorenzo, hace que nos pongamos en su piel, y veamos el relato desde su punto de vista.

  • LOS DIÁLOGOS

  • Medem no utiliza los diálogos en abundancia, sino que los personajes hablan cuando es estrictamente necesario, y para decir cosas importantes. Ya hemos hablado de la importancia que el director y guionista del film da a la mirada. Es precisamente por eso que hay muchas escenas sin diálogo, donde la fuerza la aportan las imágenes. Medem economiza recursos y muestra lo que quiere a través de las imágenes, tanto como le sea posible.

    Cabe decir que el lenguaje empleado por los personajes es interno, ya que todos los personajes tienen una relación íntima, muy cercana, y realmente dicen lo que piensan y sienten. Es un lenguaje muy apropiado al carácter de cada personaje. No se resulta en ningún caso forzado.

  • OPINIÓN PERSONAL

  • Seguramente, ya se haya notado que Lucía y el sexo es un film que me gusta mucho. Realmente, no encuentro nada en la última película de Medem que me disguste. Quizás es porque la veo con demasiados buenos ojos.

    Después de Los amantes del círculo polar, gran film también, me quedé con las ganas de tener ya en las pantallas a la nueva criatura de Medem. En cuanto se estrenó, fui a verla. Y recé para que esta vez tuviese un final feliz.

    Los amantes del círculo polar me había gustado mucho, pero me dejó en la boca ese sabor agrio de la tristeza, esa sensación de acabar de ver una buena película que había acabado mal porque así tenía que ser, pero que era, para mí, demasiado triste. Ana y Otto no podrían continuar amándose, qué dura es la vida, pensé, y qué trágico final decidió Medem, cual destino, para sus protagonistas. Así que empecé a mirar a Lucía con ojos compasivos, suponiendo que lo pasaría muy mal, insinuándole un “¡prepárate!”, y a Lorenzo le admiré, y los envidié por ese gran amor. Entonces, Lorenzo muere. Otra desgracia. Pero la (supuesta) muerte de Lorenzo al final pasó a un segundo plano, Lucía me atrapó, Elena me intrigó, y todo fue rodando. Una historia muy bonita, y un final feliz, pero no empalagoso. Esa vez me fui del cine con una amplia sonrisa y una grata sensación, la que aporta el ver un trabajo bien hecho.

    Buen guionista y buen director. Y muy personal. A las historias de Medem, o se las quiere, o no se las entiende, porque yo creo que no se puede “no quererlas”.




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    Enviado por:Kriss
    Idioma: castellano
    País: España

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