Literatura


Literatura universal


  • ¿Que es el simbolismo y el parnasianismo?

  • A finales del siglo XIX y inicios del XX aparece un inconformismo, rasgo común del los diversos movimientos literarios. Un inconformismo no sólo estético sino también social. Los artistas rechazan la tradición, la literatura y el arte de épocas anteriores, a la vez que se rebelan contra valores burgueses de la sociedad en que viven.

    En el campo concreto de la literatura, las nuevas corrientes de fin de siglo tienden a resaltar especialmente los valores estéticos y la visión subjetiva del mundo.

    De entre estos movimientos estéticos, los que contribuyen en mayor grado a conformar la sensibilidad artística y literaria del momento son el parnasianismo, de origen francés caracterizado por la búsqueda de la perfección formal, el culto a la belleza externa y la aspiración a una poesía serena y equilibrada con los temas predilectos de los mitos griegos y la evocación de ambientes refinados y exóticos; y por otro lugar el simbolismo, también de origen francés, que se propone descubrir los significados profundos que se esconden más allá de la realidad sensible, captar las esencias que se encuentran bajo la superficie cambiante de las cosas. Para ello se valen de los símbolos, imágenes o realidades físicas que sugieren ideas, sentimientos o estados de ánimo. Para esto recurren a un lenguaje musical y al uso de las sinestesias o cruces de sensaciones.

  • Diferencias entre el Modernismo y la Generación del 98.

  • La crisis de fin de siglo en España dio lugar a dos movimientos: el modernismo y la generación del 98. Esta diferencia ha sido siempre muy discutida. Para algunos sólo ha existido un movimiento, el modernismo, que es la expresión del cambio de sensibilidad en la cultura española de fin de siglo y se solía usar este término para referirse despectivamente a los jóvenes contrarios al realismo.

    Para otros, aunque modernistas y noventayochistas pertenezcan a una misma generación histórica, existen diferencias suficientes entre ellos como para no incluirlos en el mismo movimiento: el modernismo se asocia con la preocupación estética y el refinamiento artístico; el 98, con una orientación más intelectual y filosófica (el problema existencial, el tema de España).

  • ¿Qué es el Modernismo? ¿Qué características tiene? ¿Qué temas tiene? ¿Qué estilo tiene? ¿Qué autores lo representan?

  • El Modernismo es un movimiento artístico y cosmopolita que se inició hacia finales del siglo XIX y que se mantuvo vigente a lo largo de los primeros años del siglo XX, hasta la Primera Guerra Mundial aproximadamente, cuyo centro fue indiscutiblemente la ciudad francesa de París.

    Sus primeras manifestaciones fueron dadas gracias al nicaragüense Rubén Darío y en menor medida al cubano José Martí, fruto del deseo general de renovación de la literatura.

    En sus orígenes hay una rebelión contra el espíritu utilitario de la época y el materialismo de la civilización burguesa e industrial. Esta actitud inconformista y de rebeldía la manifestaron los escritores modernistas llevando una vida bohemia y despreocupada.

    En lo estético no oculta su desprecio hacia la literatura inmediatamente anterior, la literatura Realista. Le reprochan a este movimiento su falta de sensibilidad artística por ceñirse únicamente a reflejar la realidad exterior cotidiana y por un hacerlo además con un lenguaje descuidado y carente de interés.

    Fue decisiva en el modernismo la influencia de dos movimientos literarios franceses de segunda mitad del siglo XIX, el parnasianismo, tomando de él la búsqueda de la perfección formal, el ideal de una poesía bella y refinada, los temas exóticos y la consigna del arte puro, y el simbolismo, de los cuales tomó el ritmo, la importancia de las sensaciones así como el arte de evocar y sugerir estados de ánimo vagamente melancólicos. El Romanticismo intimista becqueriano también es importante, la poesía cargada de misterio de E. Allan Poe, el arte refinado de Oscar Wilde y el decadentismo de D'Annunzio.

    Los temas del Modernismo son básicamente la búsqueda de la belleza y la expresión de la intimidad personal. En cuanto al primero, es importante decir que el Modernismo como movimiento es fundamentalmente esteticista. La búsqueda de la belleza es la única manera de huir de la realidad cotidiana y de mostrar su desacuerdo con ella. Así, la literatura y el arte se conciben como un mundo pleno y absoluto frente a la mediocridad e imperfección del mundo real, y su misión no es otra que proporcionar el sentido y la belleza que no encuentran la vida. Esta búsqueda de la belleza se manifiesta sobre todo en las evocaciones históricas y legendarias, la llamada evasión en el tiempo y en el pasado, con ambientes exóticos y refinados, y abundancia de motivos coloristas.

    Y el otro tema, la expresión de la intimidad interior, de clara inspiración romántica y simbolista, trata temas adyacentes a él como la melancolía, la tristeza, la nostalgia y el hastío como manifestaciones del malestar existencial, sentimientos envueltos casi siempre en ambientes otoñales o crepusculares de jardines abandonados, parques solitarios, tardes grises, etc, una naturaleza que sugiera exactamente el mismo sentimiento.

    Con todo esto, el modernismo provocó una profunda transformación del lenguaje poético. Este ideal de belleza, la preocupación por lo formal... determinan los principales rasgos del lenguaje y estilo modernistas.

    El léxico es rico y muy seleccionado, con preferencia por las palabras musicales y cultistas o que expresen luz y color, los arcaísmos y los neologismos. Además, hacen un gran uso de los recursos estilísticos para descubrir así las posibilidades estéticas del lenguaje. Y esta renovación, como no, alcanza también a la métrica. Son frecuentes los sonetos en alejandrinos, rehabilitando estrofas y versos de escasa tradición literaria o olvidados. Destaca especialmente la introducción de los ritmos de intensidad de la poesía latina, basados en los pies acentúales, que producen gran musicalidad.

    Su mayor y más importante representante fue Rubén Darío, considerado unánimemente como el gran renovador de la poesía en lengua castellana en el paso del siglo XIX al XX, tanto en los temas como en el lenguaje como en la métrica.

  • Explica las características y la obra de Rubén Darío.

  • Como ya he dicho anteriormente, este poeta fue el máximo representante del Modernismo y el gran renovador de la literatura entre los siglos XIX-XX.

    Rubén Darío, nacido en Nicaragua, era una persona difícil y compleja, idealista y bohemia, y los agobios económicos y el alcohol presidieron casi toda su vida.

    Su obra, tanto en prosa como en poesía, es extensa y de carácter claramente modernista. En general destacan las siguientes:

      • Azul, publicado el 1888 es su primer libro, muy influido por lo francés y con abundancia de temas exóticos: en él se mezclan poemas y relatos breves en prosa.

      • Prosas profanas, publicada el 1896, es su libro más brillante en la línea del modernismo esteticista: de ambientes refinados, motivos exóticos, tiempos pasados... ; todo un mundo de fantasía lleno de cisnes, princesas y seres mitológicos.

      • Cantos de vida y esperanza, publicado el 1905 supone el inicio de una etapa distinta, con temas subjetivos e intimistas (Canción de otoño en primavera, Lo fatal...), o basados en motivos hispánicos (Letanía de Nuestro Señor Don Quijote), y políticos (Salutación del optimista, Oda a Roosevelt).

      • Otras obras son El canto errante (1907) y Poema de otoño y otros poemas (1910).

      • Explica el Modernismo en España junto a sus principales precursores: Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

      • Puede decirse que el Modernismo español es más intimista que esteticista, más simbolista que parnasiano. Por eso se suele hablar de un modernismo interior, más preocupado por evocar los sentimientos personales que por la estética del poema o la descripción de mundos refinados o exóticos. Se incorporan procedimientos aprendidos de Rubén Darío, pero estos se aplican a la creación de una poesía introspectiva, vagamente triste y melancólica. La melancolía es, en efecto, el sentimiento fundamental del modernismo español, y los paisajes melancólicos y tristes sustituyen a los escenarios exóticos.

        Los mayores logros del modernismo, y en especial del modernismo interior, se encuentran en algunos de los primeros libro de Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez y Ramón María del Valle - Inclán.

        Antonio Machado fue unos de los miembros pertenecientes a la Generación del 98. Su obra es amplia y de carácter modernista al estilo de la Generación del 98. En poesía su primer libro es Soledades, publicado el 1903 y ampliado el 1907. Es un libro con tendencias modernistas (intimista) y simbolistas. Su tema principal es la expresión de los sentimientos personales: la melancolía y la nostalgia, el paso del tiempo, la muerte, los recuerdos y evocaciones del pasado, la angustia y la soledad, etc. Campos de Castilla, publicado el 1912 y ampliado el 1917, supone, aparte de una indagación sobre sí mismo, una consideración poética de un paisaje castellano humanizado de “la España que bosteza” junto con la emoción del amor perdido, y constituye uno de sus libros más conocidos y populares. Además, este libro tiene los temas de la descripción de las tierras de Soria y las reflexiones críticas y dolorosas sobre la decadencia española, el cual lo vinculó con los noventayochistas. En cuanto a la métrica, se puede decir que esta es muy variada, con uso de alejandrinos y versos heptasílabos y endecasílabos. Y Nuevas canciones, publicado el 1924, es un libro muy variado, con uso de formas métricas tradicionales, poemas breves e ingeniosos de carácter sentencioso y filosófico, descripciones de paisajes y evocaciones de recuerdos... Por esta época Machado creía que la misión de la poesía era eternizar lo cambiante y momentáneo buscando la temporalidad esencial.

        Además de las ya citadas, cuando se recoge su obra completa en poesía, se añaden algunos poemas más a los ya conocidos. Y también cabe destacar sus Poesías de guerra, escritas durante la guerra civil española.

        Su obra en prosa no es tan extensa como en poesía, pero también importante. Sus principales obras son Juan de Mairena, conjunto de artículos y breves diálogos en los que el escritor expone sus ideas sobre arte, literatura, filosofía, etc, y Los complementarios, publicados en varias ocasiones tras la muerte del poeta: apuntes, reflexiones, borradores de trabajos futuros, textos filosóficos, poemas, etc.

        Juan Ramón Jiménez, dedicó toda su vida a la poesía. Su obra poética es muy extensa, con libros que, a lo largo de su vida, en un afán constante de superación, fue repudiando o de los que salvaba algún poema, casi siempre retocado en las sucesivas selecciones, ya que pretendía conseguir la perfección.

        Su obra, desarrollada a lo largo de más de medio siglo, no puede adscribirse a ningún grupo o movimiento literario concreto. Recibió influencias modernistas, pero siempre se mantuvo al margen de modas y escuelas, fiel a su personal y original concepción de la poesía.

        Su obra puede dividirse en tres fases fundamentales:

          • Época sensitiva, desde sus comienzos hasta el año 1915; a esta época pertenecen Ninfeas y Almas de violeta, Rimas, Arias Tristes, Elejías, Poemas mágicos y dolientes y La soledad sonora entre otras. A esta época también pertenece el famoso libro de Platero y yo.

          • Época intelectual o desnuda, iniciada en 1916 y que terminaría el 1936, a la cual le pertenecen Diario de un poeta recién casado, Eternidades, Piedra y cielo, Poesía, Belleza y La estación total.

          • Época “suficiente” o “verdadera”, desde el 1936 hasta su muerte, escritos fuera de España. A esta época pertenecen En el otro costado y Animal de fondo.

      • La Generación del 98: Miguel de Unamuno y Pio Baroja.

      • Miguel de Unamuno:

        Nacido en Bilbao, Unamuno estudió en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en Filosofía y Letras. Fue catedrático de griego en la Universidad de Salamanca desde 1891 hasta 1901, en que fue nombrado rector.

        En 1914 fue obligado a dimitir de su cargo académico por sus ataques a la monarquía de Alfonso XIII; sin embargo, continuó enseñando griego. En 1924 su enfrentamiento con la dictadura de Miguel Primo de Rivera provocó su confinamiento en Fuerteventura (Islas Canarias). Más tarde se trasladó a Francia, donde vivió en exilio voluntario hasta 1930, año en que cae el régimen de Primo de Rivera. Unamuno regresó entonces a su cargo de rector en Salamanca, que no abandonaría hasta su muerte. Aunque al principio fue comprensivo con la sublevación del Ejército español que en seguida encabezó el general Francisco Franco, pronto la censuró públicamente: en un acto celebrado en la Universidad de Salamanca, su comentario “venceréis, pero no convenceréis”, provocó la respuesta del general Millán Astray, uno de los sublevados: “¡Viva la muerte y muera la inteligencia!”. Terminó sus días recluido en su domicilio de Salamanca, en el año 1936.

        La personalidad contradictoria y atormentada de Unamuno se refleja en toda su producción literaria. Escribió siempre sobre sí mismo y sobre sus preocupaciones personales: el sentido de la vida, la angustia ante la muerte, la existencia de Dios, el ansia de eternidad, el tema de España...

        Su mayor producción fue filosófica, género que le pertenecen los siguientes ensayos:

        • En torno al casticismo (1895), sobre el tema de España. Defiende la europeización y expone su teoría de la instrahistoria.

        • Vida de Don Quijote y Sancho (1905), apasionado comentario del Quijote, propuesto como símbolo del espíritu idealista español frente al racionalismo europeo.

        • Por tierras de Portugal y España (1911), y Andanzas y visiones españolas, crónicas de viajes en las que interpreta más que describe el paisaje.

        • Del sentimiento trágico de la vida (1913), en el que se desarrolla sus ideas sobre los temas que le preocuparon siempre como la inmortalidad; el conflicto entre fe y razón; Dios; el destino personal del hombre, abocado a la muerte, lo que es causa de angustia, y el “sentimiento trágico”.

        • La agonía del cristianismo (1925), sobre su personal concepción de la vida religiosa como “agonía”.

        En cuanto a la novela, la utilizó para expresar sus preocupaciones existenciales y filosóficas. En su deseo de renovar la novela, le dio un nombre distinto: nivola, que pretenden ser un relato esencial de un conflicto de conciencia, en la cual se eliminan o reducen las referencias al ambiente en que suceden los hechos y se simplifica al máximo la acción externa, centrándose todo el interés del relato en la interioridad del personaje y sus problemas íntimos. Entre sus novelas le pertenecen:

        • Paz en la guerra (1987), su primera novela, escrita de manera realista y de forma muy autobiográfica.

        • Amor y pedagogía (1902), obra en la que ridiculiza una pedagogía y una concepción del hombre pretendidamente científicas y deshumanizadas.

        • Niebla (1914), la cual trata sobre los problemas existenciales y de identidad del protagonista.

        • Abel Sánchez (1917), que cuenta la trágica historia de Joaquín Monegro, centrada en sus sentimientos de odio y envidia hacia su amigo Abel Sánchez.

        • La tía Tula (1921), en torno al sentimiento de maternidad.

        • San Manuel Bueno, mártir (1931) es la historia de un sacerdote atormentado por su falta de fe en la vida eterna, situación que oculta para no alterar la conciencia de sus fieles, que viven en paz gracias a él. Él sigue predicando para que los demás sean felices, ante una verdad terrible, intolerable, mortal.

        • Otras de sus novelas son Tres novelas ejemplares y un prólogo (1920) y Cómo se hace una novela (1927).

        En el campo de la poesía se preocupó más por la fuerza de las ideas y los sentimientos que por las formas musicales. En ella aparecen los mismos temas que en su prosa: el sentimiento religioso, los conflictos existenciales, España, la interpretación del paisaje, las experiencias cotidianas y familiares... Sus obras más destacadas son: Poesías (1907), Rosario de Sonetos líricos (1911), El Cristo de Velásquez (1920), De Fuenteventura a París (1925) y Romancero del destierro (1927).

        Y el último campo en que escribió fue en el teatro, en el cual transmitió las mismas inquietudes espirituales y filosóficas que en sus novelas. Su teatro es un teatro intelectual, de ideas. Sus obras más importantes son Fedra (1918), reelaboración del mito clásico griego, y El otro (1932), centrado en el problema de la personalidad.

        Pío Baroja:

        Nació en San Sebastián (País Vasco) y estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió el mismo año La casa de Aizgorri. Esta novela forma parte de la primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también incluye El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas, y Zalacaín el aventurero (1909). Con Aventuras y mixtificaciones de Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica, expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista, integrada además por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey (1906).

        La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es la trilogía La lucha por la vida, una conmovedora descripción de los bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España, Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1911 publicó El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre 1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica, Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País Vasco en la época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil española en Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública, hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias, subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de cien libros.

        Usando elementos de la tradición de la novela picaresca, Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial cuando se centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad. Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los que destaca Ernest Hemingway.

        Hoy en día se considera según la crítica como el mayor novelista español del siglo XX.

        Comentario literario de Lo fatal

        Nos encontramos ante un poema de Rubén Darío titulado Lo fatal que se encuentra en su obra Cantos de vida y esperanza.

        Nació en Metapa, Nicaragua. Sus padres se separaron cuando él era muy pequeño y lo crió una abuela que lo presentó en Managua, siendo todavía un adolescente, como un artista prodigio. Leía a los poetas franceses y era invitado a recitar poesía. En 1886, realizó un viaje a Santiago de Chile y éste fue su primer contacto con el progreso y la metrópoli. Allí publicó su primer gran libro, Azul... (1888), obra que llamó la atención de la crítica y especialmente del escritor español Juan Valera. De regresó a Managua, se casó con Rafaela Contreras, en 1891; quince meses después nació su primer hijo y en 1893 murió su esposa.

        Un año antes, había viajado a España como representante del Gobierno nicaragüense para asistir a los actos de celebración del IV Centenario del descubrimiento de América. Después de sucesivos viajes por Estados Unidos, Chile y Francia, y de residir en Buenos Aires, donde colaboró con el periódico La Nación, obtuvo una reputación internacional. En 1898, regresó a España como corresponsal del mismo periódico, y en dicha estancia fue cuando los modernistas españoles siguieron sus directrices. Durante la estancia en Europa, alternó su residencia entre París y Madrid, dónde conoció, en 1900, a otra mujer y con la cual vivió el resto de sus días.

        Convertido en un poeta celebrado en Europa y América, fue nombrado representante diplomático de Nicaragua en Madrid en 1907. La frecuencia de sus viajes favoreció paralelamente su fama como 'embajador del modernismo' en el mundo. Darío, un hombre que no había olvidado sus raíces provincianas, aun transformado en un cosmopolita total, veía que el esplendor europeo estaba llegando a su fin. En 1913, entró en una crisis religiosa y mística y marchó a refugiarse a Palma de Mallorca. Pero acabó doblegado por el alcoholismo, la pobreza y la enfermedad. En 1915, huyendo de un continente desgarrado por la I Guerra Mundial, regresó a América y murió en 1916, poco después de llegar a Managua.

        Fue el autor más importante del Modernismo, considerado unánimemente como el gran renovador de la poesía en lengua castellana en el paso del siglo XIX, tanto en los temas como en el lenguaje o la métrica, practicando todas las estofas clásicas y aportándoles importantes innovaciones.

        Su estilo se ciño al Modernismo, y este poema el cual comentamos es buena muestra de ello. El Modernismo en sí fue un movimiento artístico que se inició hacia el 1880 con la publicación de la obra de Darío Azul y que se mantuvo vigente a lo largo de los primeros años del siglo XX. En sus inicios hay una rebelión contra el espíritu utilitario de la época y el materialismo de las clases benestantes, despreciando al Realismo por su falta de sensibilidad artística por ceñirse únicamente a reflejar la realidad exterior cotidiana y por hacerlo con un lenguaje descuidado y carente de interés. El Modernismo buscó la perfección formal, el ideal de una poesía bella y refinada, los temas exóticos y el arte puro fruto del parnasianismo. El ritmo y la musicalidad del verso, el valor de la intuición, la importancia de las sensaciones y el arte de evocar y sugerir estados de animo vagamente melancólicos fruto del simbolismo.

        Por tanto, siguiendo los cánones del Modernismo este poema tiene como tema el miedo a la muerte y al destino, como también el dolor de no sentir nada.

        En sí, este poema trata sobre los sentidos, relacionándolos con la naturaleza, haciéndonos ver como el escritor tiene cierto miedo a su vida, una vida sin rumbo ni destino, haciendo coincidir el argumento con el tema.

        Para transmitirnos todas estas sensaciones, Rubén Darío hace uso de versos de 14 sílabas (conocidos también por alejandrinos), de 13 y 12 sílabas, junto a uno de 9 y otro de 7 (heptasílabo). En ellos, la rima es consonante y el arte empleado es mayor y menor.

        En cuanto a las figuras retóricas que emplea el autor para transmitirnos todos sus sentimientos y sensaciones, podemos citar el encabalgamiento entre los versos 8 y 9; epíteto en el verso 2 con “piedra dura”; personificación en los versos 1 y 2 con “árbol - apenas sensitivo” y “piedra dura - no siente”; antítesis en el verso 5 con “ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto”; polisíndeton en los versos 2, 5-6-7-8, 10-11-12-13 (de las cuales algunas podrían ser anafóricas).

        En conclusión, este poema nos transmite los sentimientos más hondos del poeta, usando para ello temas subjetivos e intimistas.

        Comentario literario de Hastío

        Nos encontramos ante un poema titulado Hastío el cual se encuentra en el libro Soledades, galerías y otros poemas de Antonio Machado.

        Antonio Machado, autor de este poema, fue poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que sería gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que murió en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Durante las décadas de 1920 y 1930 escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel Machado, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero.

        Antonio Machado se manifiesta como el más hondo de los poetas españoles de fin de siglo, especialmente atento a la expresión del sentimiento.

        Este poema aparece reunido en un libro intimista donde las estampas paisajísticas, teñidas de suave melancolía, reflejan el mundo interior. Son poemas sin anécdota, en los que solo encontramos la pura emoción y un rico arsenal de símbolos. Con ellos se expresa la vida, la tristeza, la despedida, la vejez, la muerte, el paraíso perdido de la infancia, la monotonía, la melancolía... Es un mundo de vago ensueño y de perfiles difuminados. Por tanto, siguiendo los cánones de la Generación del 98, este poema tiene como tema fundamental la monotonía de la vida y el paso del tiempo, mostrando los sentimientos más íntimos del poeta.

        El poema en cuestión lo podríamos dividir en dos partes: la primera del verso 1 al 8, donde nos trata el tema del paso del tiempo, y la segunda parte del poema, comprendido desde el verso 9 hasta el final en que trata la monotonía de la vida, una vida que transcurre siempre en el mismo lugar desde que era pequeño.

        La métrica sigue las reglas de la generación y modernistas, reencontrando metros olvidados. En un total de 16 versos, emplea una cuarteta y una redondilla, además de hacer una mezcla entre versos heptasílabos y octosílabos en los versos del 1 al 4 y del 9 al 13. , usando en todos los versos pero una rima consonante y un arte menor.

        Para transmitirnos todos sus sentimientos emplea algunas figuras retóricas como puede ser los varios encabalgamientos que se dejan ver en todo el poema, situados en los versos 1-2, 3-4, 7-8, 9-10, 13-14 y 15-16. También encontramos epítetos como los del verso 2 (“estancia familiar”), el verso 3 (“amplio cuarto sombrío”), el verso 7 (“tictac acompasado”) y el verso 10 (“agua clara”). Personificación en los versos 9-10 (“dice la monotonía del agua clara al caer”); comparación en el verso 12 (“hoy es lo mismo que ayer”); exclamación retórica en los dos últimos versos 15 y 16 (“¡Qué largamente ha llorado toda la fronda marchita!”) y una onomatopeya en el verso 8 con la palabra “tictac”.

        En conclusión, en este poema el autor Antonio Machado nos trata el tema del paso del tiempo con la monotonía de la vida mostrándonos sus sentimientos más íntimos y personales.

        Comentario literario de Yo soy soñando caminos...

        Nos encontramos ante un poema de Antonio Machado titulado Yo soy soñando caminos... que se encuentra en el recopilatorio Soledades, galerías y otros poemas.

        Antonio Machado, autor de este poema, fue poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como generación del 98. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee todavía. Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid, donde estudió. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Viajó a París en 1899, ciudad que volvió a visitar en 1902, año en el que conoció a Rubén Darío, del que sería gran amigo durante toda su vida. En Madrid, por esas mismas fechas conoció a Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores con los que mantuvo una estrecha amistad. Fue catedrático de Francés, y se casó con Leonor Izquierdo, que murió en 1912. En 1927 fue elegido miembro de la Real Academia Española. Durante las décadas de 1920 y 1930 escribió teatro en compañía de su hermano, también poeta, Manuel Machado, estrenando varias obras entre las que destacan La Lola se va a los puertos, de 1929, y La duquesa de Benamejí, de 1931. Cuando estalló la Guerra Civil española estaba en Madrid. Posteriormente se trasladó a Valencia, y Barcelona, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero.

        Antonio Machado se manifiesta como el más hondo de los poetas españoles de fin de siglo, especialmente atento a la expresión del sentimiento.

        Este poema aparece reunido en un libro intimista donde las estampas paisajísticas, teñidas de suave melancolía, reflejan el mundo interior. Son poemas sin anécdota, en los que solo encontramos la pura emoción y un rico arsenal de símbolos. Con ellos se expresa la vida, la tristeza, la despedida, la vejez, la muerte, el paraíso perdido de la infancia, la monotonía, la melancolía... Es un mundo de vago ensueño y de perfiles difuminados. Por tanto, siguiendo los cánones de la Generación del 98, este poema tiene como tema fundamental el dolor que siente el poeta por haberse desprendido del amor por la amada.

        Es por esto que el poema se encuentra dividido en dos partes: la primera parte se encuentra desde el verso 1 hasta el 8 en donde nos describe el contexto. La segunda parte comprendida des de el verso 9 hasta el 24, nos describe el dolor por deshacerse de un amor clavado en el corazón y se encuentra subdividido en tres partes:

      • Del verso 9 al 12 se deshace el amor

      • Del verso 13 al 20 nos hace una relación del estado anímico del poeta con el paisaje (la naturaleza).

      • Del verso 21 al 24, el cual nos refleja el estado anímico del poeta y el dolor tan profundo que siente.

      • La métrica del poema usada esta vez por Machado nos la presenta en seis fragmentos, de los cuales cuatro con redondillas (abab) y dos son cuartetas (abba), de versos octosílabos, con rima consonante y arte menor en todos los versos.

        Y para transmitirnos todos estos sentimientos, el poeta hace uso de distintas figuras retóricas, entre las cuales aparecen varios encabalgamientos como son los de los versos 1-2, 2-3, 6-7, 9-10, 13-14, 15-16, 18-19 y 23-24. También encontramos epítetos en los versos 3 y 4 (“verdes pinos” / “polvorientas encinas”); pregunta retórica en el verso 5 (“¿Adónde el camino irá?”); hipérbaton en el verso 8 (“la tarde cayendo está”), los versos 13 y 14 (“y todo el campo un momento se queda, mudo y sombrío”) y en el verso 17 (“la tarde más se oscurece”); metáfora en los versos 9 y 10 (“En el corazón tenía la espina de una pasión”) y en los versos 22, 23 y 24 (“Alguna espina dorada, quien te pudiera sentir en el corazón clavada”); polisíndeton en los versos 18 y 19 y aliteración en los versos 13, 14 y 15.

        En conclusión, este poema forma parte del conjunto “Poesías completas” de Antonio Machado, perteneciente a la Generación del 98, donde el poeta nos transmite sus más hondos sentimientos.




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    Enviado por:Marcus Brody
    Idioma: castellano
    País: España

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