Literatura


Literatura Española


Instituto Privado Diocesano

“Dr. Alexis Carrel”

Profesorado de Lengua y Literatura

Cátedra: Literatura Española

Trabajo Práctico Escrito Obligatorio Nº 1

Fecha de entrega: Miércoles 28 de mayo de 2008

Parte Primera

Cronología político-social de España

Entre el siglo VIII y XV

Primeros años del siglo VIII

El reino visigodo de Toledo atravesaba una crisis que parecía anunciar su inminente desaparición. Era el resultado de un proceso de desintegración que había comenzado muchos años antes, caracterizado por las luchas entre las familias nobiliarias más importantes, por el progresivo deterioro de la autoridad central en beneficio del poder local de la alta nobleza, y, en consecuencia, por la sustitución de los vínculos públicos por otros de carácter privado. Este clima de auténtico enfrentamiento interno en la Hispania visigoda coincidió con el proceso de expansión del califato Omeya de Damasco.

711- Invasión árabe

En el mes de abril de 711, el gobernador de Tingis (Tánger), Tariq ibn Ziyadéste, encomendado por el Conde de Ceuta don Julián, desembarcó con aproximadamente 7.000 efectivos bereberes1 en el peñón de Gibraltar, y, con la ayuda de otros 5.000 bereberes enviados por Musa, derrotó en julio a las fuerzas del último rey visigodo, Rodrigo, en la batalla de Guadalete. En la imagen, el peñón de Gibraltar, promontorio calizo y escarpado de más de 400 m de altitud, cuyo topónimo procede, de aquel episodio histórico (Jabal Tariq, 'monte de Tariq').

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1Bereber: nombre que reciben la lengua y algunos pueblos no árabes que habitan grandes zonas del norte de África. A lo largo de los siglos, los bereberes se han mezclado con numerosos grupos étnicos, sobre todo árabes; por ello, actualmente se les distingue más por los rasgos lingüísticos que por los raciales.

712- Toma de Toledo

Al año siguiente de la batalla de Guadalete, Tariq ibn Ziyad tomó Toledo, se dirigió a Guadalajara y, en el verano, regresó a la que había sido capital del reino visigodo. Allí se reunió con Musa ibn Nusayr, el cual había desembarcado en Algeciras con un importante contingente de tropas árabes y conquistado el suroeste peninsular en el transcurso de ese mismo año. Prosiguieron de forma conjunta la ocupación de Asturias, Galicia y el valle de Ebro.

714- Toma de Zaragoza

Tariq lo toma para sí, para explicar al Califa de Damasco su actuación, el conquistador abandona la península Ibérica en el 714. Musa dejó como gobernador de los nuevos territorios a su hijo Abd al-'Aziz.

714- 716

Se extiende el dominio musulmán al actual Portugal, se consolida en la mitad sur con la conquista de Málaga y Granada, y prosiguió el avance por el norte (Pamplona, Tarragona, Gerona y Narbona).

750- Inicio de reconquista en Asturias

En 658 el primer califa omeya, Muawiya, trasladó el califato a Damasco y la importancia de Arabia decayó. El ascenso de los Abasíes2 después del año 750 y el cambio del centro del islam a Bagdad agudizó esta decadencia.

756- Fundación del Califato de Córdoba

Abd al-Rahman, nieto del último califa Omeya, pudo escapar de la persecución desatada contra su familia y refugiarse en el norte de África. Desde allí logró hacerse con el poder en al-Andalus y, en el 756, ser proclamado emir, eliminando el vínculo de obediencia a Bagdad.

780- Emirato de Abd al-Rahman

Construcción de la mezquita de Córdoba, uno de los más extraordinarios monumentos que la arquitectura islámica legó a Occidente. Ampliada posteriormente en numerosas ocasiones, en la imagen se puede contemplar su interior. La mezquita desempeña un papel esencial en la sociedad islámica, dado que es el centro destinado a una de las obligaciones rituales prescritas para el musulmán: la oración, que se realiza en solitario o en congregación, después de una serie de abluciones. Para ello ha sido convocado desde el alminar de la mezquita por el muecín (o almuédano).

929- Abd al-Rahman III

Logró someter a la autoridad central a numerosos poderes autónomos surgidos en torno a distintos señores locales.

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2Dinastía Abasí: dinastía musulmana que gobernó la mayoría de los territorios islámicos, bajo la forma política del califato.

960- Independencia Del Condado de Castilla y León

Ordoño IV el Malo rey de León, tras la muerte de Ordoño III (951-956), y en medio de graves luchas civiles, fue elegido rey por los nobles leoneses que expulsaron del trono a su primo Sancho I (956-958; 960-966). Con ayuda de los musulmanes y contando con el apoyo de su abuela, la reina Toda de Navarra, Sancho I fue recuperando poco a poco sus dominios y Ordoño tuvo que replegarse hacia Asturias y Burgos. Durante su reinado, Ordoño IV fue manejado tanto por los magnates del reino como por el conde de Castilla Fernán González, quien le utilizó en sus disputas contra León. Finalmente, fueron Sancho I y sus sucesores los que se perpetuaron en el trono leonés de Castilla.

1031- Fin del Califato de Córdoba

Muhammad ibn Abí Amir al-Mansur, más conocido como Almanzor (981-1002), y posteriormente por los dos hijos de éste, Abd al-Malik al-Muzaffar (1002-1008) y Abd al-Rahman Sanyul, también conocido como Sanchuelo (1008-1009); gobernaron en la época en la que se recurrió sistemáticamente a la yihad (`guerra santa') contra los reinos cristianos, obteniendo importantes pero efímeras victorias militares, y en la que la usurpación del poder califal planteó un grave problema de legitimidad. Finalmente y como última etapa, se llegó a la crisis y desintegración del califato, la llamada fitna (`fraccionamiento'), que se prolongaría hasta el año 1031, cuando finalizó el gobierno de Hisam III, iniciado cuatro años antes, para dar comienzo a la existencia de los reinos de taifas.

1037- Unión de Castilla y León

El matrimonio de la reina castellana Isabel I con Fernando, el heredero de la Corona de Aragón, resultaría decisivo para el futuro unificado de todos los reinos peninsulares —excepto Portugal—. Su nieto Carlos I heredó un inmenso imperio europeo y americano, y su reinado y el de su hijo Felipe II fueron los años de mayor influencia de Castilla y los de la consolidación de la monarquía absoluta.

1072; 1109- Reinado de Alfonso VI

Alfonso X el Sabio (1221-1284), rey de Castilla y de León (1252-1284), una de las figuras políticas y culturales más significativas de la edad media en la península Ibérica y en el resto del continente europeo.

Hijo del monarca Fernando III —en el cual confluyeron definitivamente los dos tronos que habrían de constituir la Corona de Castilla— y de la primera esposa de éste, Beatriz de Suabia —hija del emperador Felipe de Suabia—; nació el 23 de noviembre de 1221, en Toledo. Contrajo matrimonio, en 1249, con Violante de Aragón, hija del rey aragonés Jaime I el Conquistador.

Una de las facetas más importantes del reinado de Alfonso X fue su labor legisladora, indisolublemente ligada a la introducción en Castilla y León del Derecho romano. Bajo su impulso, se organizó un formidable corpus de textos jurídicos, tanto doctrinales como normativos. Sus obras más significativas en este terreno fueron el Fuero Real, el Espéculo3 y el Código de las Siete Partidas4.

1094- El Cid conquista Valencia

El Cid acudió con demora a ayudar a las tropas reales, lo que provocó su segundo extrañamiento del monarca. Asentado en el Levante peninsular, intervino en Valencia en nombre propio, esforzándose por construir un señorío personal. Derrotó progresivamente a sus competidores en esta zona, e incluso apresó al conde de Barcelona, Berenguer Ramón II (1090).

Dentro de la ciudad, una nueva revuelta dio el poder a ibn Wayib, quien dirigió la última resistencia de Valencia, que finalmente capituló en 1094. Poco después de la entrada de El

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3Espéculo: instrumento médico que ayuda a examinar las cavidades corporales, como por ejemplo la nariz o la vagina. Permite que la cavidad se ensanche, facilitando el paso de los instrumentos.

4Código de las siete partidas: nombre por el que es más conocido el Libro del Fuero de las Leyes, y que proviene de su división en siete partes fundamentales de Derecho (de la Iglesia; político, del reino y de la guerra; sobre las cosas, procesal y organización judicial; de familia y relaciones de vasallaje; de obligaciones; de sucesión y penal).

Cid en la ciudad, el cadí ibn Yahhaf fue quemado vivo en la plaza pública.

1100- Avance de reconquista

Los reyes de Aragón se acercaban al Prepirineo, conquistando Huesca (1096) y Barbastro (1100). En el año 1085, por su parte, Alfonso VI de Castilla había entrado en Toledo, mediante un acuerdo previo con el taifa que la gobernaba. Toledo había sido la vieja capital visigoda así como una ciudad clave en el mundo de al-Andalus. Poco después cayeron en poder cristiano diversas villas de la zona comprendida entre el sistema Central y el valle del Tajo, como Atienza, Guadalajara o Talavera.

1140- Poema del Cid

Cantar de mío Cid, poema épico castellano, de autor anónimo, cuya datación por el filólogo español Ramón Menéndez Pidal, alrededor de 1140 ha sido motivo de polémica y de conjeturas que postergan su creación hasta el siglo XIII.

1230- Centros de poder

A mediados del siglo XIII había en la España cristiana dos grandes núcleos políticos: en la zona occidental los reinos de Castilla y León, unificados desde el año 1230, y en la oriental el bloque integrado por el reino de Aragón y el condado de Barcelona. Portugal se había convertido en reino independiente en el siglo XII. Navarra, sin participación en la Reconquista, se inclinaba hacia el territorio francés. En al-Andalus sólo subsistía el reino Nazarí de Granada.

1489- Unificación de España

Puede considerarse que la historia moderna de España comenzó con el reinado de los Reyes Católicos (1474-1516), en cuyo periodo se avanzó de forma decisiva hacia la integración, bajo un único soberano, de los diversos reinos y territorios en que se había dividido la vieja Hispania romana.

1492- Fin de Reconquista

Con la desintegración de al-Andalus en el siglo XIII, en 1238 se creó el reino Nazarí de Granada, que se mantuvo hasta 1492. Fue entonces cuando la ciudad de Granada conoció su edad dorada como centro literario, artístico y científico, a pesar de las presiones de los monarcas cristianos.

Parte Segunda

El Mester de Clerecía

Mester de clerecía; escuela literaria española de los siglos XII y XIII que se entendía como un oficio de hombres cultos. La oposición entre mester de clerecía y mester de juglaría proviene de la segunda estrofa del Libro de Alexandre (primera mitad del siglo XIII):
Mester traigo fermoso, non es de joglaría,
mester es sin pecado, ca es de clerezía;
fablar curso rimado por la cuaderna vía,
a sílabas contadas, ca es grant maestría.

En estos versos se afirma un arte poética: combinación estrófica llamada 'cuaderna' (del latín quaterna, 'cuatro cada vez') cuya vía es un curso rimado consonante de cuatro versos a sílabas contadas (isosilabismo): alejandrinos divididos en dos hemistiquios de siete sílabas cada uno. La estrofa citada permite entrever que el mester de juglaría no respeta la métrica (es anisosilábico) y, por tanto, carece de maestría y es hablar con pecado (con error). Es Gonzalo de Berceo quien lleva a su máxima expresión el uso de la cuaderna vía, de procedencia francesa. Junto con Berceo debe citarse, por la regularidad métrica (que no se cumple en otros autores).

Formas generales

Se considera necesaria la delimitación de un conjunto de obras que, tradicionalmente, se insertan bajo el marbete "mester de clerecía", pero que claramente no pueden ser estudiadas como algo unitario. Así, se analiza una serie de aspectos temáticos, formales y socio-culturales que presentan estos poemas, parece acertada la diferenciación y división de esta parte de la producción poética castellana de los siglos XIII y XIV en tres periodos, a los que se considera oportuno denominar bajo los marbetes: "mester de clerecía” y obras de "nueva clerecía".

Lo que realmente se pone de manifiesto es la novedad que supone en la poesía castellana el empleo de un nuevo modelo metrico-rítmico y estrófico. A la descripción de esta novedad se dedica toda una estrofa, lo que indica la preocupación por dar a conocer su significado, pues habría sido el Libro de Alexandre la obra inaugural del "mester de clerecía".

Todo esto trae consigo que en las obras se encuentren una actitud de crítica social y de las costumbres, con un carácter satírico y paródico muy distinto al carácter narrativo, a la tendencia descriptiva y al didactismo religioso del siglo XIII. Además, el optimismo y la confianza que encontramos reflejados en el "mester de clerecía" ceden paso ante el pesimismo de la naturaleza humana, lo que refleja un claro desengaño de la vida y de los hombres. De esta manera, la literatura alcanza claras actitudes de denuncia.

  Con el marbete "nueva clerecía", se designa un conjunto de obras que son fruto del nuevo espíritu que se encuentra en el siglo XIV. Este nuevo espíritu es consecuencia de los incipientes cambios que comienzan a forjarse en la sociedad y de los que los autores, no ajenos a ellos, reflejan en sus obras adoptando una actitud crítica ante esa sociedad. Pero no solo revelan esos cambios con la consiguiente crítica, sino que reflejarán ese nuevo pragmatismo y vitalismo de la época en la que encontramos una mayor importancia de lo humano en detrimento de lo divino. Por tanto, ese nuevo ambiente que se respira y que se introduce en la literatura es el punto determinante, junto con los demás cambios, que nos lleva a denominar estas obras con el marbete "nueva clerecía".

Al enfrentar el estudio de la lengua que informa las obras del "mester de clerecía", lo primero que se debe tener en cuenta es que en ningún caso conservamos el original autógrafo, sino que se encuentra ante copias realizadas varios años más tarde en las que, en numerosas ocasiones, los copistas introducen sus propios rasgos lingüísticos y dialectales. Sin embargo, recientes estudios han puesto de manifiesto que la lengua empleada en su composición fue el castellano viejo, que en esta época estaba ya extendido de forma `quasi oficial' y el latín había quedado relegado a la cultura de unos pocos. Por tanto, qué mejor que la Universidad de Palencia para que los escolares aprendiesen la lengua del Lacio con la ayuda de maestros y gramáticas y que habría permitido a los autores manejar unas fuentes escritas en esa lengua para verterlas, que no traducirlas, al perfecto castellano viejo, creando así una obra poética nueva.

     En cuanto a la retórica, los poemas del "mester de clerecía" la emplean de manera intensiva y con diversas finalidades. Así, puede servir como adorno del lenguaje, para dar a un pasaje un nuevo sentido y una nueva estructura, diferentes a los que se encuentran en la fuente latina. También se sirven de la retórica para destacar determinados aspectos que en la fuente no tenían apenas relieve o simplemente su autor había pasado por alto. Pero, fundamentalmente, sirve para dotar al poema de un nuevo sentido de moral cristiana, que se encuentran en los textos latinos que sirven de fuentes.

Frente a esto, cabe destacar la libertad métrica que se encuentran en las obras de "nueva clerecía". De este modo, no solo encontramos una alternancia de versos de 14 y 16 sílabas.

 Pese a todas las teorías que ha habido sobre la forma de difusión y el público al que estaban destinadas las obras del "mester de clerecía", podemos decir que estos poemas estaban destinados a ser leídos en voz alta ante un grupo reducido de personas, monjes o novicios. Esta lectura iba acompañada de las correspondientes glosas y comentos y serían estas personas las encargadas de transmitir las doctrinas y enseñanzas en ellas contenidas al pueblo.

Obra de principal importancia

Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo

Gonzalo de Berceo es el poeta castellano de nombre conocido. Con él se inicia el mester de clerecía, pero el cuidado de la métrica que este mester exige, la sujeción a la cuaderna vía, no excluye una preocupación por hacer inteligible a sus oyentes y lectores los temas religiosos dominantes en toda su obra, en la que no faltan rasgos de humor. Cuando se pone a la labor de adaptar no sigue el texto fielmente sino que intercala muchos elementos, sucesos, pasajes, anécdotas de su cosecha, bien por gusto personal —estilo de autor— bien porque considera que con estos añadidos se entenderá mejor la historia que quiere contar.

De los signos que acaecerán antes del juicio, dentro de la tradición de la literatura apocalíptica se encuentra Los Milagros de Nuestra Señora, que abarca 25 milagros de la Virgen precedidos por una introducción alegórica, en la que recomienda no quedarse en la superficie y captar el significado más profundo de esta palabra que “es oscura”.

Todos los poemas están escritos en estrofas de versos alejandrinos (de catorce sílabas,  divididos en dos hemistiquios de siete), con una sola rima consonante,  que reciben el nombre de tetrásforo monorimo o cuaderna vía. Los poetas de clerecía respetan rigurosamente el canon métrico,  de forma que todo verso mal medido puede estimarse como descuido involuntario o falta de habilidad. También,  debe tenerse en cuenta, además, los errores de los copistas y las diferencias de pronunciación,  y los distintos criterios seguidos respecto a la sinalefa,  el hiato,  la sinéresis y la diéresis.

Se suele decir por influencia de su propio nombre,  que éste se ocupa de temas religiosos; pero,  con excepción de los libros de Berceo,  ninguna obra específica de esta escuela es religiosa. Lo esencial reside en que trata de temas eruditos,  de materias que no han sido tomadas de la observación directa de la vida, de acontecimientos actuales como hacen los juglares, sino del saber escrito al que no se tenía acceso sin una dedicación estudiosa.

Otra diferencia esencial separa la clerecía de ambos siglos. Al XIII corresponden obras anónimas, con la excepción de Berceo.

El Mester de Juglaría

Frente al isosilabismo del mester de clerecía, el mester de juglaría se caracteriza por la mayor libertad métrica. Aun en las obras identificadas en líneas generales con la clerecía, se advierte la influencia juglaresca, sobre todo en las vacilaciones en la rima y en la medida de los versos. Su momento de máximo apogeo corresponde a los siglos XII y XIII aunque se prolongó hasta el XIV. Una obra como el Libro de Buen Amor, aunque utiliza la cuaderna vía y, por tanto, es obra de 'clérigo' (de hombre culto), el hecho de que en ella figuren coplas de escolares y de ciegos, con un lenguaje popular y chispeante, permite que también se incluya entre las obras del mester de juglaría. En la Razón deamor, del siglo XIII, predominan las asonancias de versos octosílabos, que se deslizan hacia los eneasílabos, como ocurre también en los Denuestos del agua y el vino. Otros textos oscilan entre el heptasílabo y el eneasílabo, metro este último que se mantiene sin interrupción desde el siglo XIII en la poesía popular.

El mester de juglaría se apoya en la tradición oral y sus temas son las hazañas y gestas de héroes reales, históricos o míticos.

Comienzos

El Mester de Juglaría comienza con los cantares de gesta no después del siglo X, parte de un realismo de orígenes franceses, con tradiciones de temas épicos-históricos (en algunos casos tenían algo de fantasía). El juglar recitaba el cantar frente a un público popular, para hacerlo necesitaba recurrir a su oficio con la mayor creatividad posible, ellos se ganaban la vida cantando, tocando algún instrumento, haciendo acrobacias y otras tantas cosas, recibían propinas por su trabajo.

Los juglares hacían cosas diferentes y se expresaban de diferentes maneras, en muchas ocasiones utilizaban ropas vistosas, con brillos, sonajeros y pompones.

El oficio

El oficio de juglar podía pintarse de matices diferentes, algunos so ponían sobrenombres o seudónimos, estaba el que parecía un protagonista de circo, el que imitaba, también había algún que otro clérigo ajuglarado, los que narraban y los que recitaban. Estos últimos tenían la cualidad particular de agregar o quitar datos durante el cantar, según la atención y pedido del público, usaban rima, aunque no era perfecta en la métrica, utilizaban epítetos que servían para captar atención del público, para q no se dispersen, para que se concentren en el relato y por último se considera que podían alterar la historia.

El juglar que vivía de recitar, generalmente estudiaba los poemas con detenimiento antes de dar la función, no eran completos ignorantes, aunque no se los consideraba hombres cultos, carecían del “hermoso cantar” como expresa Gonzalo de Berceo en uno de sus poemas.

Cavallero cantador

El juglar debía responder en su vida cotidiana a un código de honorabilidad que constaba de ser valiente, leal, generoso, veloz, respetuoso, buenos con pobres y desvalidos, justiciero, amante perfecto de las damas, defender a la Iglesia y defender causas nobles.

Obra de principal importancia

El Mío Cid, anónimo

Poema épico castellano, de autor anónimo, cuya datación por el filólogo español Ramón Menéndez Pidal, alrededor de 1140 ha sido motivo de polémica y de conjeturas que postergan su creación hasta el siglo XIII. La opinión generalizada es que el poema conservado proviene de un manuscrito del siglo XIV, copia a su vez de otro trascrito por Per Abbat en 1207. Cantar de gesta y no crónica, narra los hechos finales de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador (1043-1099), caballero de la corte de Sancho II de Castilla y Alfonso VI de Castilla y León, recurriendo en ocasiones a la ficción para resaltar ciertos aspectos del carácter heroico del protagonista: su lealtad al rey, a pesar de que éste lo condena al destierro; su fe en Dios; su piedad; su amor por la familia y por la justicia, su valor en la batalla. La mesura en la representación del héroe, evitando cualquier desborde fantástico en sus acciones, ha llevado a destacar tal rasgo como distintivo de la épica castellana frente a, por ejemplo, la francesa.

El género de poesía a que este poema pertenece duró en España hasta el siglo XV, y produjo otros poemas del que sólo quedan fragmentos o prosificaciones incorporadas en viejas crónicas.

El Cantar que cuenta las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar se divide en tres partes: el destierro del Cid, las bodas de las hijas y la afrenta de Corpes.

En el cantar claramente se expresan la presencia de las cosas, el caballero desterrado llora cuando observa las cosas que ama y a las cuales es tan apegado, llora por su tierra. También hay repeticiones que hacen más desgarradoras las escenas de separación y sufrimiento, la religión esta muy presente también, sobre todo en las bodas de las hijas y cuando doña Jimena implora en la Iglesia, en el principio del poema y en casi todo el cantar están presentes los contrastes de objetos activos y pasivos.

Lo clerical en Juglaría

Los juglares así como los clérigos también comenzaron a inspirarse en temas religiosos y en hazañas de santos, aprendieron desde las prédicas y la oralidad las formas literarias de los clérigos, vulgarizaban algunas formas doctas.

Lo juglaresco en la Clerecía

Los clérigos adoptaron algunas formas literarias de la juglaría para poder acercarse más al pueblo.

En algunos poemas como los de Fernández Gonzáles, predomina la influencia épico popular. También aparecían algunas irregularidades métrica, pero se respetaba la cuaderna vía, se utilizan fuentes testimoniales orales, aunque Berceo respeta las fuentes escritas. Se comienzan a usar epítetos como recurso de tensión y suspenso, prometen solaz y esparcimiento, reclaman soldada que en la mayoría de los casos eran padres nuestros y aves marías. Comienzan a usar la lengua del pueblo y aparecen clérigos ajuglarados como al Archipestre de Hita.

Parte tercera

El nacimiento de un héroe

El Cantar del Mío Cid

Rodrigo Díaz de Vivar se convierte en héroe nacional de España, ya que participó en innumerables batallas, entre ellas la de Valencia, cuando ponen bajo régimen cristiano casi toda España que estaba invadida por los árabes.

En el poema se nombra las batallas a las que presencia y comanda el Cid, la relación con Alfonso VI y el destierro. Se puede hablar de Cid como el San Martín de Argentina, se puede decir del Cid que fue el libertador de España, por eso es que lo consideran un héroe.

Anexo

Bandera de Castilla y León

'Literatura Espaola'

El Mío Cid

Alfonso VI

Juglar

'Literatura Espaola'
'Literatura Espaola'

'Literatura Espaola'

Clérigo

'Literatura Espaola'

'Literatura Espaola'

'Literatura Espaola'
Juglar del Cid Gonzalo de Berceo

'Literatura Espaola'

Nuestra Señora de los Milagros

'Literatura Espaola'

Doña Jimena Alvar Fañez

'Literatura Espaola'

Antolinez Gonzalo de Berceo

'Literatura Espaola'
'Literatura Espaola'

CD de audio

1- Ronsel, música juglaresca

2- Socottish Wedding music

3- Tu gitana, música celta

4- Danza medieval

5- Música celta, medieval

6- Gaitas y violines

7- Música celta, juglaresca

8- Una hija tiene el Rey, anónimo, medieval

9- Danza medieval

10- Destierro del Cid, Joaquín Díaz

11- El Cid derrota a Abdalá, Joaquín Díaz

12- El Cid va en Romería a Santiago, Joaquín Díaz

13- El Cid, marcha cristiana.

Bibliografía

ANÓNIMO, Poema del Cid, ESPASA-CALPE, Madrid, 1967.

AULA, Curso de orientación escolar, CULTURAL, Madrid, España, 2002.

BARCIA, PEDRO LUIS, El mester de clerecía, CEAL, Buenos Aires, 1967.

BERCEO DE, GONZALO, Milagros de nuestra señora, ATLÁNTIDA, Buenos Aires,1974.

ENCICLOPEDIA, Temática Océano C olor, OCÉANO, Barcelona, España, 1997.

GÓNZALES ÁLVAREZ, JAIME, Corpus bibliográfico del mester de clerecía, los epílogos y las obras de la nueva clerecía, Madrid, 2008.

URÍA, ISABEL, Panorama crítico del mester de clerecía, CASTALIA, Madrid, 2007.




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Enviado por:Lucero Traba
Idioma: castellano
País: Argentina

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