Literatura


Lírica dieciochesca. Romanticismo


LA LÍRICA EN EL SIGLO XVIII

l. UN CONCEPTO BÁSICO: LA ILUSTRACIÓN.

Antes de entrar en materia, diremos que la Ilustración es el nombre que recibe una corriente intelectual que abarca desde las ciencias políticas hasta las bellas artes. Todas las actividades humanas se ven sometidas a una revisión de principios fundamentales basados en el predominio de la razón sobre cualquier tradición cultural, costumbre o simple superstición.

A España llega desde Francia mediante la aportación de políticos como Jovellanos, eruditos como el padre Feijóo o literatos como Moratín. La idea básica: HAY QUE PONER EN MARCHA ESTE PAÍS Y MODERNIZARLO. Mirándose en el ejemplo francés, los ilustrados españoles fundamentan su tarea en la mejora de todas las tareas de gobierno, sociedad y cultura que son necesarias para sacar a nuestra patria de la decadencia. Por entonces, España es un imperio grande en extensión, pero atrasado y pobre. Aunque sus logros no fueron muy lejos, lo intentaron. El apoyo de monarcas como Carlos III fue fundamental. Los obstáculos fueron los de siempre: miseria, incultura y la pereza hispánica.

2. NEOCLASICISMO E ILUSTRACIÓN, DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA.

El Neoclasicismo es el movimiento artístico y literario que predomina en España durante el Siglo XVIII. Neoclasicismo e Ilustración son, en realidad, la misma idea: renovar las artes, en concreto, las literarias, mediante un razonamiento de técnicas y usos.

3. PRECEPTIVAS Ó POÉTICAS, UN “RECETARIO” DE LITERATURA.

Se llama así a un conjunto de teorías o "recetas" sobre cómo hacer literatura, siguiendo los gustos imperantes en cada época y teniendo en cuenta la tarea realizada por los teóricos y escritores anteriores, bien sea para apoyarlas, bien sea para criticarlas. Esto son las preceptivas.

Está claro que un escritor escribe como le parece y como le da la realísima gana. Ahora bien, la preceptiva de cada época dicta las reglas adecuadas para triunfar en la república de las letras. Quien siga al dedillo tales reglas, si es un poco hábil, tendrá el éxito asegurado ( al menos, según los intelectuales de la época; otra cosa es lo que opine el gran público. Cuando veamos el teatro tendréis más claro lo que quiero decir con este paréntesis ).

La cultura se institucionaliza. La creación de una Real Academia y la publicación de obras como el Diccionario de Autoridades son una muestra de ese deseo por parte de la monarquía de poner orden en el escandaloso desorden en que se había convertido nuestro idioma con el paso de los siglos y la evolución del mismo. Las poéticas tienden de alguna forma a hacer lo mismo con los gustos de los lectores y de los autores. Luzán es el más destacado de los teóricos de este siglo. En su Poética de 1737 intenta justificar el respeto a las reglas de los tratadistas clásicos, rechaza el carácter subjetivo de la poesía y la oscuridad de los poetas culteranos y conceptistas. Los principios naturales y el espíritu nacional son sus fundamentos, de ahí que acusa a los poetas de Renacimiento español, como Garcilaso o Boscán, para prestigiar su propuesta.

4. OBJETIVOS DE LA LITERATURA NEOCLÁSICA.

Modernizar la literatura castellana y adaptarla a las nuevas corrientes europeas es el principio básico de sus tareas. De una manera escueta, se concretan en estos apartados:

  • La Verosimilitud: Lo que te inspire unos versos ha de ser algo perfectamente posible y manejable. Olvídate de los insólito, lo sorprendente o lo caprichoso a la hora de escribir. Los arrebatos culteranos de Góngora o las dificultades conceptistas de Quevedo están prohibidos. Se limita a describir, no incluye lo que siente.

  • La Naturaleza: Puesto que de ella venimos y en ella vivimos, que sea Ella la única fuente de nuestra inspiración, estudiándola de forma exhaustiva y precisa. Esto no quiere decir que la naturaleza no sea manipulada; la racionalizan.

  • La Razón: Único principio. El sentido común es lo que te permite huir de los excesos de la imaginación. Ésta ha de someterse a las leyes de la lógica para controlarla; de lo contrario, se produce un descarrilamiento intelectual. Controlar la imaginación. Pretende someter los sentimientos más irracionales a una racionalización.

  • El Decoro: Concepto de la elegancia artística basado en el respeto a las costumbres y preceptos morales de una sociedad regida por los intelectuales de la Ilustración. Quedan prohibidos los tonos violentos, las escenas escabrosas, la crueldad de los maridos calderonianos ... A cada tema corresponde un estilo: elevado, mediano o bajo. El respeto escrupuloso a esos estilos en cada ocasión es otro fundamento del decoro. El decoro es la suma elegancia. Utilizan un tono muy moderado. La elegancia controla el exceso de adornos. Huyen de la violencia y de las escenas “feas”.

  • La Utilidad: Aplícate el precepto del poeta latino Horacio: miscuit utile dulce. Al disfrute de leer y escribir se ha de sumar una moraleja, una enseñanza. Una literatura didáctica, en definitiva, que proporcione a quien la cultive como lector o autor lecciones de una moral basada en los criterios de la Razón. El precepto de Horacio significa: “Mezcla lo útil con lo agradable”. La base ideológica es el didactismo. A través de las obras pretenden enseñar a vivir. Utilizan un tono de suficiencia.

5. ¿QUÉ OCURRE CON NUESTRA LÍRICA?

Pues que desgraciadamente no puede estar a la altura de la línea seguida por los poetas de etapas anteriores. Una literatura de las características antes reseñadas tiene que caer en defectos tales como frialdad, excesivo autocontrol, pobreza de sentimientos y sumisión total de éstos a una intelectualización.

Las emociones se controlan; pero como lírica sin emoción es imposible, se puede deducir que nuestra poesía se va a limitar a una serie de versos de aspecto agradable, pero sin chispa, sin fuerza. Formalmente se ejerce un férreo control en el uso de los recursos estilísticos, y en cuanto a la temática se resiente por el abuso de temas muy manoseados.

Quizá sea en terrenos didácticos donde la poesía se muestre más ágil. A fin de cuentas, no debemos olvidar que ése es el espíritu del siglo. Las fábulas serán cultivadas con altos niveles de calidad. Samaniego e Iriarte son los ejemplos más destacados.

6.- JUAN MELÉNDEZ VALDÉS.

Natural de la provincia de Badajoz, Valdés es una muestra de lo que es la transición de la poesía neoclásica al lirismo del prerromanticismo.

En una primera etapa cultiva una poesía ligera, en metro corto, con sus “Odas Anacreónticas” o sus “Églogas”, en la que fingidos pastores cantan un mundo decorativo y plástico. Lo sensual, lo placentero y las constantes recurrencias a la Naturaleza marcan esta primera época temáticamente.

Las “Églogas” son las Poesías de Excursión, con paisajes suaves, vino ( que hace que se vea el paisaje en un tono Rosado y lindo pero al que le falta esa chispa que se necesitaría ).

Él escribe Poesía Pastoril que es parecida, sino igual que la narrativa pastoril. La Poesía Pastoril que es escribe es la poesía en la que se ve a los pastores idílicos, en paisajes idílicos (Son los Pastores de la Arcadía. No tienen nada que ver con la realidad puesto que en las poesías se pasan el día pensando en sus amores, etc.

Sus pastores están convencionalizados ( Hay que mirarlo con los ojos de la época. Puedes entrar en su juego y creértelo o mirarlo desde fuera, con los ojos de nuestros tiempos, desde donde causa risa ).

Sus pastores son poetas disfrazados de pastores, que están en sus prados, cuidando a sus ovejas ( que se supone estaban siempre quietas ), mientras crean poesía.

Una segunda etapa nos presenta a un Valdés que cultivará el romance castellano y las formas estróficas de verso largo. Creará textos líricos apasionados, típicamente prerrománticos pero con un exceso de lacrimosidad, y avanzará por una línea histórico - legendaria que anticipa al Duque de Rivas o a Zorrilla. Junto a esta línea prerromántica cultivará hasta trece epístolas en endecasílabos en las que repasa las ideas filantrópicas y sociales de la Ilustración.

Demasiado repetitivo, Valdés es un autor de transición a quien la preceptiva se le queda pequeña para verter su caudal de sentimientos, pero, quizá desacostumbrado a manejarlos por culpa de tanta auto represión, cuando los vierte cae en un fácil sensualismo y en un sentimentalismo llorón.

LA LÍRICA EN LA PRIMERA MITAD DEL

SIGLO XIX.

1.- EL PRERROMANTICISMO, UNA NECESARIA TRANSICIÓN.

Tras lo explicado con Valdés, es fácil entender por qué surge este movimiento de transición en el que participaron los propios neoclásicos, quizá un tanto arrepentidos de haberse sometido a tan rígida racionalización de las actividades literarias. Una excesiva restricción de la imaginación no permite crear una lírica mínimamente sustentable.

El Prerromanticismo surge a finales del XVIII y da paso al Romanticismo. Participan, como dijimos antes, los mismos neoclásicos que se abandonan a sus sentimientos, exaltando el subjetivismo, potenciando el valor de una Naturaleza menos “linda” que la neoclásica, pero mucho más vital, y desarrollando la melancolía característica del XIX. Quintana, Cienfuegos, Cadalso y el mentado Valdés son sus representantes.

Un Prerromántico es un Neoclásico que se arrepiente de haberlo sido porque no podía ser expresivo.

Un Ejemplo es José Cadalso, que era neoclásico. Se le muere su novia y se da cuenta de que no puede expresar su dolor. En ese momento se entera de que un Inglés ha escrito un libro llamado “Noches Lúgubres”. Él escribe un libro con el mismo título en el que un hombre que ha perdido a la mujer de su vida, con la ayuda del enterrador, rescata el cuerpo de su amada.

José Cadalso se da cuenta de que necesita pasarse al Prerromanticismo para sacar el dolor y todos los sentimientos que siente y que quiere mostrar.

2.- UN ROMANTICISMO QUE LLEGA TARDE POR “CULPA” DEL LIBERALISMO.

Aparece en España con tres décadas de retraso con respecto al resto de Europa. En 1790, el alemán Goethe escribe Fausto; Lord Byron y Scott, británicos, renuevan la poesía y la novela en la primera década del XIX; Francia, con madame de Stael y Chateuabriand, se ha incorporado al Romanticismo desde ese mismo momento. Pero los españoles tendremos que esperar a 1835 para conocer obras románticas.

Todo esto, ¿por qué? Por un motivo simple: La Política. El Romanticismo es, en realidad, la visión literaria del movimiento liberal que surge en Europa a raíz de la Revoluci6n Francesa de 1789 y la caída de las estructuras del Antiguo Régimen. El absolutismo monárquico y el derecho divino de los reyes han pasado por la guillotina. Nuevas ideas de libertad y de democracia (ojo, con muchos matices, no tiene nada que ver con nuestro actual régimen de libertades) circulan por los países vecinos. Y al otro lado del mar, los Estados Unidos inician su carrera ascendente confirmando en la práctica la bondad del régimen liberal.

Pero España, desde el final de la Guerra de la Independencia, padece un monarca torpe, inútil y perverso llamado Fernando VII. A lo largo de su reinado (1814-1833), salvo un periodo de tres años (1820-1823) en que no tuvo más remedio que aceptar la Constitución de 1812, persiguió con saca a los liberales. Algunos tuvieron que exiliarse; otros fueron fusilados. Una dictadura atroz impidió el acceso a obras extranjeras, y la censura funcionaba con total impunidad. No se puede concebir Romanticismo sin liberales; como no lo hay en España, tampoco habrá textos románticos.

ESPAÑA EUROPA

1800

Neoclasicismo / Prerromanticismo Románticos

1835

Romanticismo Realismo

1860

Realismo / 2º Romanticismo 1865 Naturalismo

1878 Naturalismo

Naturalismo 1885 Naturalismo

Hasta la muerte de Fernando VII no hay liberales ( y como ya hemos dicho el Romanticismo es la visión literaria del movimiento liberal ).

De los Prerrománticos, algunos huyen y otros intentan llegar a un arreglo ( Abandonar la lucha política ).

3.- CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL ROMANTICISMO.

En 1833 muere Fernando y los liberales regresan del exilio. Libre de opresiones políticas, se desarrolla un movimiento artístico cuyo embrión lo encontrábamos en los prerrománticos: Subjetividad y libertad de creación. :

  • Concepción Dinámica del Mundo: Para un neoclásico, el cosmos es un mecanismo perfecto y terminado. El Romántico verá en el cosmos todo lo contrario: un continuo proceso evolutivo. Por lo tanto, los criterios de creación y crítica (poéticas) NO SON UNIFORMES ni estables. La creación se basa en la ORIGINALIDAD, en aportar algo nuevo a ese continuo desarrollo.

  • La subjetividad: El yo creador se sincera, produce de forma espontánea y sin más criterio que su propio ideal. Quedan, pues, abolidas las preceptivas por lo que tienen de uniformizador y aborregador. Una imagen gráfica: el caballo que corre libre por el campo, frente a la recua de pacientes borricos neoclásicos.

  • El culto al héroe: Pero no necesariamente hay que entender un héroe positivo. Puede ser un marginal, como el pirata de la canción de Espronceda. Si se ensalza al héroe es porque camina solo, impone su personalidad y se salta a la torera las normas de la sociedad. Está solo ante el peligro. El torero, el bandolero, el cosaco... El tipo que se la juega ante la muerte sin ayuda, es el ideal de personalidad heroica. De hecho, la propia vida real de los autores que mencionamos está llena de sucesos y acontecimientos en los que se ve perfectamente que el Romanticismo es algo más que un simple modo de escribir: es una forma de vida. El artista, a fin de cuentas, tampoco puede actuar corporativamente.

Hay dos tipo de héroes que no son positivos:

1.- El Cosaco, el Pirata, el Bandolero...

2.- El Pícaro.

Las diferencias entre estos dos tipo de héroes no positivos son:

      • El pícaro vive a costa de la sociedad, y que los otros dos acuden a la sociedad para robarla ( Sólo cuando lo necesitan ).

      • El Pícaro si pierde a su amo no es autónomo. Mientras que los otros sí tienen una autonomía.

      • El Pícaro quiere pertenecer a la Sociedad, la ataca pero no la desprecia. Mientras que los otros desprecian y atacan a la sociedad.

¬¬ El Pícaro no es un héroe del Prerromanticismo.

Los Románticos critican que los otros atacan a la sociedad pero actúan en solitario, reafirman su personalidad y se la juegan. La Sociedad les considera malos, pero lo cierto es que están más podridos que los otros.

  • La Naturaleza como expresión: Se acabaron los paisajes neoclásicos del tipo “urbanización”, tan limpios y tan serenos. La Naturaleza es fragor, bosques sombríos, tormentas y fuerza desatada... lo mismo que la propia personalidad del poeta romántico. Éste verá en el paisaje el reflejo de su propio estado de ánimo.

Se razonan las conductas y se controlan los sentimientos, peor en literatura se destacan esos sentimientos porque es el camino de expresión más asequible para la gente. Todo el mundo puede hacer literatura .Los paisajes son idealizados.

  • La imaginación al poder: Adiós a las normas que coartan de algún modo la capacidad creadora. Adiós al decoro, a la armonía, en favor del derroche de sentimiento y el ímpetu creador. Intuición, imaginación e instinto son las tres “íes” del himno romántico. Los suelos, lo irracional, lo misterioso se imponen a la Razón.

Encubren su falta de técnica con la capacidad creativa. Tan peligroso es poner reglas como decir que todo vale.

  • Las contradicciones: Desprovisto de reglas y Razón, el romántico se siente desprotegido, y ello le hace incurrir en contradicciones, como las tendencias nihilistas junto a la sincera búsqueda de una fe. Pero predomina un escepticismo marcado y cínico a la manera del rebelde contra Dios.

4.- LA TEMÁTICA Y CONSTANTES DE LA LÍRICA DEL ROMANTICISMO.

La historia de España durante la Edad Media es una fuente inagotable de asuntos para leyendas y romances de factura expositiva. En una época oscura y mágica, llena de personajes y hechos a los que puede dársele una lectura política liberal ( muy forzada, pues a nuestros poetas la verdad histórica les importaba un rábano ). Es asimismo una reafirmación de españolidad, pues en la Edad Media se hallan las raíces de nuestra cultura, instituciones y forma de ser. El componente árabe, exótico para los europeos, se vive como algo nuestro, y es sometido a idéntica revalorización.

No les importa la verdad histórica. Hay una manipulación de la historia.

Los Sentimientos son tres:

  • El Amor, adulterio y trágico, que conduce a la melancolía y a la pasión que acaba en desengaño. La mujer amada y nunca lograda simboliza esa libertad nunca alcanzada, pero que se desea.

Hay una serie de amores felices que no interesan a los autores, les interesan los amores adulterinos. Su final es trágico. El varón perfecto se enamora de la chica perfecta pero casada. Es el mismo ideal que cuando luchan por la libertad.

Algunos liberales que suben al poder se vuelven corruptos. Los que no están corruptos por el poder, se ven defraudados. Se ve el poder como algo que no se alcanza, no se alcanza el amor, ni el poder, ni la libertad; por eso se puede comparar a una mujer con la libertad.

El ideal de mujer en el Romántico es una mujer Pálida, con ojos claros...

  • El Pesimismo, provocado por una realidad mezquina que envuelve al hombre. El desprecio por la vida explica ese afán de los héroes románticos por jugarse la vida explica ese afán de los héroes Románticos por jugarse la cabeza constantemente.

Al no alcanzar la mujer ideal y la libertad, se entra en el pesimismo.

En Europa hay liberalismo ( unido a la burguesía ). El Romántico pertenece a la burguesía pero se da cuenta de que sólo le importa el dinero.

Al enfrentarse a un mundo tan mezquino, se sienten incomprendidos. Sólo coinciden en una idea política.

  • La muerte deseada, el suicidio, como liberadora de esa misma existencia mezquina.

Para ellos la vida no vale nada, la muerte buscada o el suicidio es la mayor fuerza sobre uno mismo, el decidir cuando uno pone fin a su vida. La Iglesia interviene porque dice que nadie tiene derecho a suicidarse ya que la vida la ha hecho Dios y es Dios el que tiene que decidir quién tiene que morir. Por eso la mayor muestra de personalidad es el suicidio.

La libertad, muchas veces simbolizada en la mujer, como antes dijimos, que se entiende como una idealización y exaltación de los valores políticos del liberalismo burgués.

La libertad está casi siempre simbolizada en la mujer, se la ve como una exaltación de los valores ideológicos de la burguesía. ( Aunque cuando llegan al poder, se vuelven corruptos y se olvidan de sus principios ).

El paisaje como entorno local, lleno de sabor regional, típico, con preferencia por una Naturaleza bravía y en estado puro. Es muy habitual la alusión a la tormenta como muestra de la ira de esa Naturaleza terrible y poco placentera. Se muestra el paisaje en el aspecto costumbrista.

La noche, periodo de sueños misteriosos, de acontecimientos sobrenaturales. ,

5.- EL LENGUAJE ROMÁNTICO, UNA EXPLOSIÓN.

Se repiten con insistencia las exclamaciones, interjecciones y las interrogaciones retóricas. La poesía romántica se grita, se declama a voces. Esa agitación del alma se traduce en versos entrecortados por puntos suspensivos, ritmos brevísimos y ágiles, movimientos de combinación silábica entre versos largos y cortos para intentar aplicar al ritmo de lectura el de los propios acontecimientos. Desgraciadamente se cae en cierta hinchazón retórica, que será el blanco fácil de los chistes a costa de los románticos.

Hay una búsqueda constante de voces patrimoniales, anticuadas, que posean capacidad evocadora de tradiciones pasadas, o bien del propio pesimismo que ahoga el alma romántica: fúnebres cipreses, torbellinos, lobreguez, oscuridad... Estas voces son, además, una reafirmación de lo español, frente al galicismo en que algunos neoclásicos torpes cayeron, llevados de un exceso de admiración hacia lo francés.

6.- TÉCNICA ESTRÓFICA Y VERSIFICACIÓN.

  • Es característico el poema largo (todo un libro) de tema históri-co ( El moro expósito, Rivas ) o filosófico ( El diablo mundo, Espronceda).

  • En las modalidades más breves, se cultiva el romance y la leyenda de tono histórico, publicadas como colecciones.

  • Dentro de las estrofas endecasílabas, se prefiere la octava real, la silva y los cuartetos. Las octosílabas giran en torno al roman-ce, la décima y la redondilla. Los poemas extensos suelen hacer alarde de una notable polimetría.

7.- TRES POETAS DEL ROMANTICISMO: RIVAS, ZORRILLA Y ESPRONCEDA.

De entre la larga nómina de poetas románticos, seleccionamos estos tres principales.

A ) DUQUE DE RIVAS. Como poeta, el cordobés duque de Rivas destaca en el poema narrativo, de fondo medieval. El moro expósito ( 1834 ) es una de sus obras más emblemáticas, con imágenes brillantes y caracterización muy elemental de sus personajes ( Personajes Planos ).

Cultivó, además, el romance histórico y las leyendas.

B) JOSÉ ZORRILLA. El vallisoletano Zorrilla se identifica plenamente con las leyendas reunidas en Cantos del Trovador ( 1840 ). Se dividen en tres grupos temáticos: histórico, fantástico y tradicional.

Zorrilla, hábil versificador, decide rehabilitar la esencia de lo legendario, buscando en la religión católica y la patria los dos pilares fundamentales de su ideología, sumamente conservadora para tratarse de un romántico. Es muy rico en vocabulario, domina con facilidad las combinaciones estróficas con un sentido del ritmo muy notable, es retórico, colorista y vivaz en sus descripciones.

A Zorrilla se le considera ripioso ( De rima fácil ). En algunos casos se basa en fórmulas que utilizó y en ese aspecto no es innovador.

C) JOSÉ DE ESPRONCEDA. Este autor extremeño destaca por dos grandes poemas: El estudiante de Salamanca, de tono legendario y El diablo mundo, de carácter filosófico, una aproximación al destino humano en forma lírica. El estudiante de Salamanca está dividido en cuatro partes, que narran cómo Félix de Montemar, estudiante calavera y golfo, tras enamorar a la joven Elvira, la abandona. Diego, el hermano de la joven, decide vengarla, pero Félix lo mata en duelo. Huyendo del lugar, tiene diversas visiones: su propio entierro, una misteriosa figura blanca que le atrae y una ceremonia de desposorios con un esqueleto, el de la propia Elvira, que acaba por darle muerte. La polimetría abundante va desde el romance tradicional a las más atrevidas combinaciones métricas con tránsitos bruscos del arte mayor al arte menor.

En “El Estudiante de Salamanca” juega con las imágenes típicas de una boda hasta el final, en donde aparece la historia de terror. Lo que hace es reconducirnos, para hacernos sentir lo mismo que el personaje. Construye con los elementos de nuestra vida corriente una historia de terror.

Su serie de Canciones no puede ser olvidada. Los marginales son protagonistas de una serie de reivindicaciones cívico - morales en las que la sociedad “decente” es puesta en tela de juicio por los que la observan desde el otro lado de la ley. La exaltación de la personalidad individual y la fuerza rítmica son sus constantes.

Sus “Canciones” son un himno a la marginalidad, esta visto desde el punto de vista del héroe.




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Enviado por:Jara
Idioma: castellano
País: España

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