Es una novela picaresca española anónima, cuyo título completo es “La vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. Fue publicada en el año 1554. Es la biografía de un pillo que sirve a diversos amos aprovechándose invariablemente de ellos. Es una novela breve dividida en siete tratados.
TRATADO PRIMERO
En este primer tratado se nos presenta a Lázaro, un muchacho de baja y vergonzosa extradición. Su cuyo padre había sido ladrón y él vivía en Salamanca con su madre. Esta se casó con un hombre negro y tuvo un hijo. Un día, siendo Lázaro mayor, su madre lo pone al servicio de un mendigo ciego, comenzando así su primera aventura, en la que, al igual que las demás, tiene que buscar la comida para poder saciar el hambre y sobrevivir.
Resultó que el ciego era muy avaro y tenía a Lázaro casi sin comer, por lo que recurre a toda suerte de trampas para comer y beber algo más de lo que éste le permitía. Como a Lázaro le encantaba el vino, hizo debajo de la jarra del ciego un agujero que tapó con cera, con la excusa del frío se metía entre sus piernas y cuando esta se derretía con el calor de la lumbre se bebía el pequeño chorro que caía. Pero cuanto el ciego se dio cuenta lo castigó brutalmente.
Se narran otras dos anécdotas, una con un racimo de uvas y otra con una longaniza. La relación de ambos terminó una noche en la que llovía mucho. Lázaro engañó al ciego diciéndole que para cruzar un río tenía que saltar con todas sus fuerzas. Este le obedeció y se dio de frente contra un pilar. Antes de que se recuperara Lázaro ya se había ido.
TRATADO SEGUNDO
Tras dejar al ciego Lázaro comienza a mendigar y dio con un clérigo que necesitaba un ayudante para dar la misa, así que se quedó con él. Pero éste era muy avaro y lo trataba muy mal, sólo comía bien cuando iban a algún entierro. Un día encontró la llave de la vitrina donde su amo guardaba el pan. Lázaro se lo comía y ponía la excusa de que los ratones entraban por los agujeros. Al poco tiempo el clérigo puso trampas, pero como el pan seguía desapareciendo empezó a sospechar de una culebra que anteriormente había estado rondando por allí.
Lázaro, temiendo que le descubriese, se metía la llave en la boca, pero una noche se le atravesó y empezó a silbar como una culebra. Su amo asustado pegó un garrotazo donde estaba el silbido, fue a por una luz y descubrió que le había dado a Lázaro en la cabeza y que este tenía la llave. Así que cuando se recuperó se fue de la casa.
TRATADO TERCERO
Lázaro llega a Toledo y topa con un escudero que le ofrece el cargo de ser su criado. Al ver su vestidura Lázaro accede sin objeción pero, tras llegar a una casa oscura, lóbrega y triste, que es donde se aloja, se da cuenta de que en realidad se halla en la total miseria y que pretende disimular su situación.
Al igual que sus anteriores amos lo tiene muerto de hambre, por lo que se las tenía que arreglar para conseguir su comida. Además, el escudero, por prejuicios de clase, se consideraba incapacitado para el trabajo y la mendicidad, por lo que Lázaro tenía que pedir la limosna para los dos. Cuando estuvo harto de esta rutina, se fue.
TRATADO CUARTO
En este tratado sirve a un fraile de la Merced. Éste era muy estricto y no muy goloso, por lo que Lázaro no duró con él mucho tiempo.
TRATADO QUINTO
El quinto amo de Lázaro fue un buldero, que resultó ser un simple estafador.
TRATADO SEXTO
Lázaro trabaja como aguador y comienza a acercarse a la buena vida. Al cabo de cuatro años ahorró lo suficiente para mantenerse y vestir con cierta decencia. Fue entonces cuando dejó el trabajo.
TRATADO SÉPTIMO
En el séptimo y último tratado consigue el oficio de pregonero de Toledo, cargo con que espera tener descanso y ganar algo para la vejez. El arcipreste de San Salvador le propone que se case con una criada suya, lo que Lázaro hace gustoso, aunque las malas lenguas murmuran de las relaciones de su mujer con el arcipreste. Acaba la novela cuando todo se aclara y el protagonista se considera en la prosperidad.