Literatura


Lazarillo de Tormes

Lázaro le relata su historia a Vuestra Merced:

Tratado 1:
Nació dentro del rio Tormes, de ahí su sobrenombre Lázaro de Tormes.
Su padre fue preso por robar.
Se fueron a vivir a la ciudad después de que su padre estuviese preso.
Lázaro tuvo un hermano negro, a causa de que su madre tenía adulterio con un negro.
Al negro lo atormentaron por robar y a la madre le pusieron pena por justicia y le dieron cien latigazos y luego le echaron aceite ardiendo en las heridas.
Un ciego fue su primer amo.
El ciego le dijo que pusiera el oído al lado de un toro de piedra y este le dio una calabazada contra el toro.
El ciego hacía pronóstico a las preñadas si era hijo o hija y de eso vivía.
El ciego no daba de comer a Lázaro y este se las tenía que apañar.
Lázaro hizo un agujerillo en el jarrón de vino del ciego y bebía y luego lo tapaba con un poco de cera; el ciego que se dio cuenta, dejo caer el jarrón con fuerza sobre la boca de Lázaro provocando la rotura de los dientes.
El ciego le maltrataba sin sentido, sin que Lázaro hubiese hecho nada.
Lázaro se la devolvía haciéndole pasar por los peores caminos.
El ciego y Lázaro comieron uvas, el ciego comió de dos en dos y Lázaro de tres en tres, pero el ciego se dio cuenta.
Lázaro le cambio una longaniza por un nabo y se auto defendió de los hechos.
Lázaro le devolvió la jugada del principio, haciéndole saltar un poste, con el que se empotraría y lo dejo allí; después de haber aprendido muchas cosas del ciego.

Tratado 2:
Lázaro fue a Maqueda, allí pidiendo limosna topó con un clérigo que le pregunto si sabía ayudar a misa, y Lázaro se fue con él.
El clérigo tenía la comida guardada en un cuarto, en el que Lázaro no podía entrar.
Lázaro comía con una cebolla cuatro días.
El clérigo le daba las sobras a Lázaro, y ni con eso Lázaro tenía lo necesario para cada día.
A las tres semanas de estar con el clérigo, Lázaro no se podía ya ni estar en pie por el hambre.
Lázaro pedía a Dios que murieran personas, y en seis meses, murieron veinte y él creyó que las había matado él, pidiéndoselo a Dios.
Lázaro consiguió una llave del cuarto para poder comer.
El clérigo comenzó a sospechar que le faltaban panes en el cuarto.
Lázaro hizo agujeros en el cuarto, para que el clérigo pensase que eran los ratones los que se comían el pan y entonces desmigajo un poco de pan por el suelo Lázaro.
El clérigo tapo los agujeros que Lázaro había hecho en el cuarto para simular los ratones.
Lázaro volvió a hacer agujeros con un cuchillo a modo de barreno y el clérigo los volvía a tapar y así el clérigo de día y Lázaro de noche. Este hecho lo asemeja Lázaro con la tela de Penélope, que se tejía de día y se destejía de noche.
El clérigo puso ratoneras, y Lázaro cogía las cortezas de queso.
Un vecino le dijo al clérigo que podría ser una culebra en vez de ratones.
Lázaro, se metía la llave en la boca por si le pillaba.
Una noche a Lázaro le sonó la llave echando el aire, y el amo pensó que era la culebra y le dio tal garrotazo a Lázaro que lo dejo sin sentido.
El clérigo le descubrió la llave y supo que Lázaro era el ratón y la culebra.
El clérigo despidió a Lázaro.

Tratado 3:
Lázaro ahora está en Toledo, pidiendo limosna como de costumbre cuando no tiene amo.
Mientras pedía limosna se topó con un escudero por la mañana y este sería su nuevo amo.
A las 11 fueron a misa, después de pasar por diversos lugares de la ciudad.
A la 1 llegaron a casa del escudero, una casa oscura y temerosa.
El escudero era un muerto de hambre.
El primer día Lázaro no comió y le tuvo que dar de su pan que robó al clérigo, al escudero.
Lázaro estaba cansado de que cada amo fuese peor que el anterior y por las noches pedía morir.
Un día Lázaro vio a su amo en la huerta con dos prostitutas. El escudero les decía obscenidades.
Mientras el escudero estaba con las dos prostitutas Lázaro fue a pedir comida y le dieron.
Lázaro se encargaba de llenar la jarra de agua y de hacer la cama.
Lázaro compartía todo lo que conseguía de comer con su amo.
Lázaro estaba “contento”, porqué este amo le daba lo que tenía aunque fuese poco, no como sus dos anteriores amos.
Una nueva ley decía que los que mendigasen por las calles y no fuesen nativos del lugar, se les castigaría con cárcel, sesenta azotes y el destierro (ex comunicación con Dios).
El escudero se trió ocho días seguidos sin comer apenas.
Dos vecinas daban alguna cosa de comer a Lázaro.
En ese mes, Lázaro y el escudero saldrían de la casa para irse a una de alquiler.
El escudero mandó a Lázaro a por comida para poder comer como unos condes, cuando justo en ese momento bajaba un muerto por la calle, que iba en dirección a la casa de Lázaro.
El escudero era un extranjero que venía de Castilla la Vieja por no quitarse el sombrero para saludar a un vecino suyo superior a él.
Un señor y una vieja pidieron el alquiler de la casa y una cama respectivamente, lo que le hacía ganar al escudero en dos meses lo que no ganaba en un año.
El escudero desapareció y embargaron su hogar hasta quedar pagados de la deuda.
Al final el escudero huyó del Lázaro.

Tratado 4:
Lázaro fue con un fraile, el cual era el que se tiraba a las prostitutas de las vecinas de su tercer amo.
Le dio a Lázaro sus primeros zapatos que no le duraron más de ocho días.
Al final Lázaro se cansó de su forma de vida y lo abandono.

Tratado 5:
Lázaro ahora le servirá a un buldero, que para él será la peor persona que se cruce por su vida.
Intentaba comprar el apoyo de los clérigos y los curas con comidas.
Si alguien no le tomaba las bulas por las buenas, hacia todo lo posible para que les pasará lo peor.
El buldero y el alguacil tuvieron una discusión, el alguacil sacó la espada, pero la gente presente allí impidió cualquier salvajada.
El alguacil acusó al buldero de ser un falsario y de que las bulas eran falsas.
La gente del pueblo echó al alguacil de la posada.
La gente del pueblo al final se acabó creyendo al alguacil y el buldero hubo de subir al pulpito a dar su sermón.
El alguacil interrumpió el sermón y explicó que iban a repartirse las ganancias pero el buldero le estafo, y el alguacil se disculpó delante de todos.
El buldero en el pulpito pide perdón a Dios.
El alguacil sufrió un ataque epiléptico en la iglesia.
El alguacil una vez recuperado pidió perdón al buldero, diciéndole que las palabras que dijo fueron dichas por el diablo que se metió dentro de él. El buldero le perdonó.
Al final de cuatro meses Lázaro dejó a su amo.

Tratado 6:
El nuevo y sexto amo de Lázaro fue un capellán, que es un tipo de pintor.
Con este amo también sufrirá mucho.
El capellán le puso en su poder un asno, cuatro cántaros y una correa.
Lázaro iba por mejor vida, ya que comía todos los días decentemente.
Lo que ganaba entre semana, 30 maravedíes eran para el amo, y lo que ganaba el sábado y lo que le sobraba entre semana era para él.
Después de cuatro años vendiendo agua, con lo que de ahí sacaba para sus ahorros, se compró la primera vestimenta honrada.
Una vez Lázaro se vio en hábito de noble abandono a su amo.

Tratado 7:
El último amo fue un alguacil.
Lázaro quería ahorrar para la vejez.
Lázaro pregonaba los vinos que se vendían en la ciudad, las cosas que se perdían y en almonedas.
Su amo le casó con una criada suya.
El alguacil hizo que Lázaro se casase con su criada, para tenerla siempre en casa y así poder tirársela, porque eran amantes, pero eso a Lázaro no le importaba, lo que le importaba de verdad era comer y tener un techo donde vivir, después de todas las experiencias que había tenido en su vida pues ahora estaba viviendo en condiciones.














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Enviado por:Yo Escribí El Lazarillo
Idioma: castellano
País: España

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