Literatura
Lazarillo de Tormes
Introducción
Lazarillo de Tormes es un libro escrito en el S.XVI por lo tanto refleja la sociedad de esta época.
Esta época fue de transición, empezaron a cambiar todos los conceptos que había, la Iglesia dejó de ser tan importante, Dios ya no estaba en el centro del universo. Aparecieron los humanistas con su teoría de que “el hombre era el centro del universo”. En esta época hay diversos proyectos de transformación de la sociedad, sobretodo la religiosa al aparecer el erasmismo. Hay intentos de elevar el bajo nivel cultural del pueblo, intentos de crear una nueva literatura culta.
Anteriormente a este periodo la Iglesia tenia mucho poder, era una clase social más. Era una Iglesia un poco “corrupta”, no todos los monjes eran coherentes, es decir, no todos practicaban lo que decían, los votos de castidad, obediencia y pobreza. La mayoría de veces estos monjes eran los que más tenían pero menos daban. Muchos entraban sin vocación, simplemente porque era el hijo pequeño y este siempre por tradición entraba al monasterio.
En el libro se refleja bien esta Iglesia, el segundo amo de Lázaro es un clérigo, este es muy avaro, Lázaro pasa mucha hambre con este.
En el Lazarillo encontramos burla y humor, pero también crítica social y religiosa. La estructura de la novela permite una visión amplia de la sociedad de la época: las penurias de los pobres, la dureza de la justicia con ellos, las miserias morales de los eclesiásticos o la falsedad del escudero.
En los tres primeros tratados la educación es progresiva: Lázaro, por necesidad, aprende a mentir y a robar, pero es capaz de sentir piedad y compasión, y distingue el bien del mal. Entre el niño de los tres primeros tratados y el hombre que reflexiona en la última hay una gran diferencia que no se explica en el libro. El desequilibrio entre las partes es tan grande que hay gente que considera que esta obra está inacabada, totalmente desarrollada en la primera parte pero no acabada en la segunda.
Prólogo
En el prólogo Lázaro escribe a un “Vuestra Merced” que no se sabe quien es, por los rumores que surgieron de que la esposa de Lázaro le era infiel. Este le cuenta su vida desde el principio para explicarle todas las penurias por las que ha pasado a lo largo de su vida.
Lázaro empieza desde su nacimiento en Toledo hasta ese momento.
En el prologo hace mención a autores latinos como Plinio el Joven:“Y a este propósito dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena”
Y Marco Tulio Cicerón: “la honra es la cría de las artes” (Pág. 28)
Lázaro en la última frase del prólogo hace mención del mérito que tiene una persona de ascender por si sola, no por la herencia. Con esta frase está intentando demostrar las dificultades de un cambio social de un hombre con los orígenes de Lázaro, lo difícil que es poder salir de la penuria y la pobreza para poder estar más o menos bien en una sociedad como esa. Pone por encima y valora mucho más el mérito personal que no la herencia, creo que hace un poco de burla de aquellos que tienen una buena posición social por sus herencias.
Lazarillo plantea una idea candente en la época: el mérito de los que siendo pobres consiguen ascender socialmente, frente al nulo valor de quines heredan estados.
Tratado 1: << La familia de Lázaro y el ciego >>
En el primer tratado Lázaro explica su historia desde el principio y como lo entregan a un ciego. Este ciego es muy astuto y cruel. Con este amo Lázaro se da cuenta de que está solo y debe sobrevivir. Lázaro va evolucionando a partir de las lecciones del ciego. Con el ciego empieza la educación moral del Lazarillo, quien a fuerza de golpes desarrolla una gran astucia que hasta le hace posible vengarse de su amo.
El padre de Lázaro tenía cargo de proveer una molienda que estaba ribera al río. Achacaron a su padre robos a la gente que también iba a moler, por lo cual fue preso, confesó, no negó, y padeció persecución por la justicia. Murió con su amo como leal criado.
A su padrastro le azotaron y echaron grasa hirviente sobre las espaldas y a su madre le dieron cien azotes. Ella se fue a servir a los que vivían en el mesón de Solana, allí como pudo termino de criar al negrito.
A Lázaro le interrogaron con amenazas, le preguntaban y como niño respondía y descubría todo lo que sabía.
Su madre al despedirse le dio su bendición y le dijo:
Hijo, ya no te veré más. Procura de ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto; válete por ti.
En este tratado Lázaro tiene muchas anécdotas:
-
La calabazada contra el toro de piedra: Lázaro nada más irse con el ciego, este le dice que ponga la cabeza sobre una estatua de toro, Lázaro pone la cabeza, y el ciego le dio una gran calabazada contra el toro.
-
La anécdota del vino y el jarrazo: a Lázaro le encanta el vino así que hizo un agujerillo en el jarro, y delicadamente bebía. Fingía que tenía frío y se ponía entre sus piernas y como había una lumbre, la cera se iba derritiendo y el vino empezaba a salir. Cuando el ciego iba a beber ya no quedaba nada. El ciego le rompió el jarro en la cara.
-
La burla de las uvas: en Almorox, un vendimiador le dio un racimo de uvas como limosna. El ciego le propuso a Lázaro que las compartieran, cada uno cogería solo una cada vez, pero prometiéndole que no le iba a engañar. El traidor comenzó a coger de dos en dos y de tres en tres. El ciego se dio cuenta.
-
El robo de la longaniza: Lázaro se comió una longaniza que les habían dado mientras que el ciego sacaba el dinero para el vino, este se dio cuenta. El ciego se le acercó y empezó a olerle y abrirle la boca. El ciego le metió tanto la nariz en la boca que le hizo vomitar.
-
El golpe contra el poste: una tarde empezó a llover y el ciego dijo de ir a la posada, pero tenían que cruzar un arroyo, así que el ciego le dijo a Lázaro que pasara el primero para marcarle el camino. Lázaro vio su oportunidad de vengarse del ciego, salto y se escondió detrás de una estatua, y puso al ciego justo enfrente de la estatua, así que el ciego al saltar con todas sus fuerzas se dio contra la estatua y se quedo tendido en el suelo.
El ciego lleva a cabo la primera anécdota, la calabazada contra el toro de piedra para enseñarle que no se debe fiar de todo el mundo, que no tiene que hacer lo que la gente le diga.
Necio, aprende; que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo.
Con esta anécdota Lázaro empieza a despertar de su niñez. Este golpe le enseñó a ver que estaba solo y que se tenia que saber valer por si mismo su deseo de venganza empieza al recibir tantos golpes, es decir, cuando el ciego empieza a darle, pero solo ve la oportunidad cuando esta frente al río.
Con la anécdota final, Lázaro le devuelve la calabazada contra el toro de piedra, el ciego recibe lo mismo que le dio a Lázaro, es decir, el ciego es un burlador burlado. Lázaro aprende cosas sobre la vida con el ciego, es más listo.
Tratado II << El clérigo de Maqueda >>
En este tratado se recoge la mezquindad de los clérigos, muy usual en cierta literatura popular, y el tema de la llave prohibida y deseada, objeto también presente en muchos cuentos.
En esta parte se intensifica el motivo del hambre del protagonista. El ciego era cruel pero el clérigo es avaro y Lázaro se las tiene que ingeniar para poder comer algo.
A lo largo del tratado, Lázaro va explicando cosas que nos ayuda a entender la avaricia del clérigo:
Él tenía un arcaz viejo y cerrado con su llave, la cual traía atada con una agujeta del paletoque; y en viniendo el bodigo de la iglesia, por su mano era luego allí lanzado, y tornada a cerrar el arca.
Los sábados cómense en esta tierra cabezas de carnero, y enviábame por una, que costaba tres maravedís. Aquella le cocía, y comía los ojos, y la lengua, y el cogote y sesos, y la carne que en las quijadas tenía, y dábame todos los huesos roídos.
Lázaro se da cuenta de que este amo es mucho peor que el primero, los compara a los dos, pero el ciego sale mejor parado ya que el clérigo era la avaricia en persona.
Lázaro ya no sabía que hacer porque tenía mucha hambre, solo podía comer algo los días que había algún funeral. Un día pasó por allí un calderero y Lázaro le pidió si tenía una llave que pudiera abrir aquel arcaz ya que la había perdido y el clérigo lo mataría. El hombre consiguió abrir el arcaz con una llave, Lázaro ya tenía una llave para poder abrir el arcaz. Lázaro estaba tan contento que comparó al calderero con un ángel.
Lázaro siempre se metía la llave en la boca al ir a dormir, con tan mala suerte que el aire que él echaba por la boca salía por el hueco de la llave y silbaba, su amo lo oyó, y creyó que era el silbido de una culebra. El ciego siguió el ruido con su garrote en la mano y llegó hasta Lázaro, levanto el barrote y con toda su fuerza lo dejó caer y le dio a Lázaro en la cabeza, descalabrado lo dejó. Al cabo de tres días Lázaro despertó y cuando ya estuvo curado, el ciego lo echó.
En este tratado Lázaro nos muestra su astuta imaginación para conseguir abrir aquel arcaz.
En este tratado Lázaro deja en muy mala posición a la Iglesia y sobretodo a los clérigos. Nos muestra como era en verdad este clérigo, su avaricia y lo poco coherente que era, predicaba el amor a los demás, la limosna y el compartir, pero tenía a Lázaro muerto de hambre. Con esto nos muestra que la Iglesia no es tan buena como todas las gentes creían en aquella época.
Tratado III. << El escudero >>
En este tratado Lázaro viaja a Toledo y empieza con un escudero. En este tratado denuncia la hipocresía de una realidad en la que los nobles arruinados malvivían para sostener la gloria de tiempos pasados.
El tema del hambre culmina en este tratado considerado el mejor de todo el libro. Lázaro pasa a manos de este orgulloso y pobre escudero. Lázaro ya es un niño con experiencias y acaba adivinando la verdad sobre este amo. En este tratado se observa como Lázaro por primera vez siente compasión y piedad por alguien, hasta tal punto de compartir las limosnas que le dan, con el escudero.
Lázaro va viendo cosas en el escudero que le hacen darse cuenta de cómo es:
-
Cuando llegan a la casa y este le dice que no comerán asta la noche, pero al ver a Lázaro con un trozo de pan, le coge un trozo y se lo come muy rápido, Lázaro al ver de que pie cojea este escudero, se da prisa en comerse el otro trozo. Ya al llegar la noche y el escudero dice que es muy tarde para salir a buscar comida.
-
Un día por la mañana el escudero sube a lo alto de la casa, mientras, Lázaro busca entre el jubón y las calzas, que dejó en la cabecera, y halló una bolsilla de terciopelo donde no había ni una blanca ni señal de que la hubiera tenido.
Al principio le da rabia darse cuenta de que el escudero es pobre, pero luego siente mucha lastima por él, y se pregunta cuantos más como él habrá en el mundo que fingen ser ricos pero no lo son, todo es pura apariencia.
Antes de descubrir todo esto, al llegar a la casa, el amo parece interesarse por su vida, le interroga sobre su vida anterior, Lázaro le cuenta los amos con los que antes ha estado pero no lo que él hizo con ellos, le mintió.
La casa del escudero parece tener mala suerte: los primeros adjetivos que se dan a la casa son determinantes para la anécdota del entierro:
El escudero dice que esta casa es lóbrega, triste, oscura. A los pocos días el escudero llegó con un real que había conseguido y mandó a Lázaro a comprar vino, pan y carne. Lázaro empezó a subir la cuesta muy contento, entonces vio que bajaba un muerto con toda su familia, vio a una mujer de luto que iba llorando y gritando a voces:
Marido y señor mío, ¿adonde os me llevan? ¡ A la casa triste y desdichada, a la casa lóbrega y oscura, a la casa donde nunca comen ni beben!.
Lázaro al escuchar eso pensó que lo llevaban a su casa, así que se abrió paso entre la gente y fue corriendo hacia ella. Al entrar a la casa se agarró fuerte a su amo.
Este cuento nos muestra que Lázaro a madurado mucho pero que todavía sigue siendo un poco crío.
Un día entran por la puerta un hombre y una vieja, el hombre venía a por el alquiler de la casa y la vieja a por el alquiler de la cama. El escudero le respondió que iba a salir a cambiar dos monedas. Que volvieran por la tarde.
El escudero salió por la puerta y ya no volvió a entrar. Lázaro no sabía dónde ir, así que les contó a las vecinas lo ocurrido, estas le dieron cobijo. A la mañana siguiente volvieron el hombre y la vieja, Lázaro les contó que el escudero se había ido y no había vuelto. El hombre llamó al alguacil y a un escriba. Entraron a la casa y vieron que no había nada. Se llevaron preso a Lázaro. Este juró decir toda la verdad. Le interrogaron junto a las vecinas, Lázaro aseguró no saber nada, las vecinas le contaron al alguacil que Lázaro llevaba poco con el escudero, así que lo dejaron libre.
Lázaro en este tratado se da cuenta de la hipocresía de la gente, pero también refleja por primera vez el sentimiento de pena y rabia a la vez. Se da cuenta de que no todo es la apariencia, una persona puede parecer muy rica y luego ser una persona muy pobre.
Tratados IV, V y VI
En el tratado IV: el fraile de la Merced, se rompe el ritmo narrativo, es muy breve, Lázaro adopta un papel de espectador-relator y no sigue el desarrollo psicológico de este que se muestra en los otros dos. En este tratado Lázaro explica que sirve a un fraile pero casi no cuenta ninguna anécdota ni narración.
Solo se sabe que lo llevaron a él las lavanderas de las que habla en el tratado anterior y que fue el que le dio los primeros zapatos que rompió en su vida, aunque no le duraron más de ocho días.
En el tratado V Lázaro está con un buldero, un hombre que vendía bulas, unos documentos que con el sello del papa que concedían privilegios o dispensaban de alguna obligación religiosa. El negocio de las bulas daba lugar a numerosos fraudes y protestas populares. Este buldero dicen que es el más desenvuelto y desvergonzado que jamás se ha visto. En este tratado Lázaro aprende a ver y callar los fraudes de este buldero.
Con el buldero van a distintos pueblos, este cuando ve que en un pueblo la gente no se interesa por las bulas, se las ingenia de tal manera que al final toda la gente tiene una bula. En el último pueblo, el buldero pone encima de la lumbre una cruz sin que nadie le vea, y al lado una bula. La gente que había ido a la Iglesia va hacia el altra para besar la cruz, primero van los alcaldes y los más viejos del pueblo. El primero en besarla es un alcalde mayor, que al besarla se abrasa la cara y así siete hombres más. El buldero empieza a decir que es un milagro y toda la gente coge una bula. Lázaro que siempre tenía la costumbre de subir al altar a ver si había quedado algo en las vinagreras, vio al buldero y este se puso el dedo en la boca, haciendole la señal de que callase, Lázaro se dio cuenta del engaño pero se lo cayó, pensó que era mejor no decir nada.
Tratado VI, el aguador. Este tratado es tan corto y esquemático como el cuarto. En este tratado se nos cuenta que Lázaro ha estado con dos amos, un maestro de pintar panderos y un aguador con el segundo, el aguador, estuvo cuatro años. Con los ahorros de su trabajo, Lázaro se compra una espada y ropa; parece que ya ha pasado de la adolescencia a ser un chico adulto, pero en este tratado no se dice nada de la evolución de Lázaro.
Tratado VII, El arcipreste de San Salvador. Es el último capitulo. Lázaro dice que ha estado con un alguacil y que lo ha abandonado porque le parecía un oficio peligroso. Después de tantas penurias, llega a ser pregonero. El arcipreste le casa con su criada, le da un trabajo pregonando vinos y le alquila una casa. No le importa que la gente hable sobre el “caso”, las relaciones entre el arcipreste y su mujer. Se muestra satisfecho de su situación ya que ha ascendido socialmente con lucha y maña y sufriendo mucho con sus anteriores amos.
Llegan a oídos de Lázaro que su mujer le es infiel con el arcipreste. Un día hablan los tres y todo queda claro. Lázaro le dice a sus amigos cada vez que intentan decir algo de su mujer, que no hablen mal de ella, porque es la cosa que más quiere, y sería capaz de matarse con quien dijera algo malo de ella, asi Lázaro consigue la paz en su casa. Para
él la cumbre de la fortuna es poder tener una mujer, una casa, y tener un oficio, haber llegado a una buena posición social por si solo.
El haber estado con tantos amos durante su vida le ha enseñado muchas cosas, durante su vida con ellos, madura, cada uno de ellos le enseña una cosa diferente, pero los más importantes son los tres primeros, el ciego, que le enseña a ser astuto, lo despierta de su niñez, el clérigo, que con el aprende a ingeniárselas para poder comer, y con el escudero, por quien siente lastima y compasión.
Conclusión
Lazarillo de Tormes nos enseña la sociedad, el pensamiento, la gente de aquella época. Nos muestra la realidad de la Iglesia.
Los temas principales son la honra y la religión.
La honra determina todo el libro, es lo que le estimula a escribir. Y la religión esta presente en varios personajes de la obra.
Su estilo es sencillo, humilde y llano. A veces hace alusiones a personajes cultos que nos hace pensar que Lázaro aprendió muchas cosas.
En la obra se va viendo el desarrollo de Lázaro, como va madurando, como reacciona antes los problemas que se le presentan.
Bibliografía
-
Lengua y literatura 1, primera edición, Barcelona, 2002
-
Enciclopedia encarta 2001
-
Lazarillo de Tormes. Madrid. Grupo Anaya
Lazarillo de Tormes. Prólogo
Lazarillo de Tormes, primer tratado.
Lazarillo de Tormes, primer tratado
Lazarillo de Tormes, segundo tratado
11
Descargar
Enviado por: | Cristina |
Idioma: | castellano |
País: | España |