Agronomía, Recursos Forestales y Montes


Labores a realizar en el cultivo del pimiento


LABORES A REALIZAR EN EL CULTIVO DEL PIMIENTO

PREPARACION DEL SUELO

Una definición valida de preparación del suelo podría ser “todas aquellas labores que se efectúan en el terreno con el fin de que este quede en buenas condiciones para la implantación y el desarrollo del cultivo”. Dichas labores son muy numerosas y variadas, dependiendo del tipo de cultivo del que se trate. Seguidamente procederemos a describir algunas de ellas.

Se deberá elegir un terreno sobre el que una vez este implantado el cultivo, este pueda crecer y madurar en buenas condiciones. Hay que evitar que el terreno presente problemas relativos a la profundidad del suelo y que no se compacte con facilidad. También es importante el que halla capas que a su vez dificulten el drenaje del agua sobrante, para lo que habrá determinadas labores, como subsolado o un pase de cultivadores, destinadas a romper dicha costra.

También será importante para la viabilidad de nuestro cultivo, el tipo de cultivo que haya sido cultivado anteriormente en el mismo terreno, ya que especies como las solanáceas o curcubitaceas podrían llegar a ser dañinas y disminuir nuestras cosechas. Por el contrario, las leguminosas o aliaceas serian beneficiosas para el cultivo posterior.

Otra labor a realizar podría ser el subsolado, que consiste en realizar una serie de galerías en el terreno con el fin de romper las costras que se han ido formando con el paso del tiempo. Así se aprovechara el agua en mayor medida ya que se eliminan las perdidas por escorrentía y se facilita el drenaje.

Esta operación se realizara con el suelo seco ya que de lo contrario no se podrían realizar dichas galerías ya que el suelo volvería a su sitio.

En lo referente al volteo del terreno podremos afirmar que se realiza mediante dos tipos de arado: De disco o de Vertedera. Ambos arados tendrán como fin romper las capas altas del terreno mezclando el estiércol, los restos de cosechas anteriores y malas hierbas. De esta forma se producirá un esponjamiento del terreno que facilita la penetración del agua y aire.

No es una labor excesivamente recomendada ya que muchos son los que afirman que destruye la capa superficial del terreno que es la mas apta los vegetales.

Un posible defecto del empleo de la vertedera y del disco es la creación de suela de arado, que es una zona que al no ser labrada queda cada vez mas dura y apelmazada.

La nivelación es una labor muy recomendada para aquellos cultivos en los que se va a implantar un riego por inundación, ya que así la distribución del agua será mas homogénea y se evitara el encharcamiento que es el foco de origen de muchas enfermedades que afectan al pimiento.

La labor se realizara mediante una niveladora o traílla agrícola, que va recogiendo la tierra de las zonas altas y distribuyéndolas por las mas bajas.

Otro aspecto a considerar son las labores superficiales, como son el pase de gradas o cultivadores, que dejaran el terreno mas liso, mullido y sin terrones, a la vez que puede eliminar la maleza, incorporar abonos y pesticidas al suelo.

El corte de la tierra es una labor que se realiza en aquellos cultivos en los que se emplea el riego por surcos y en ocasiones el goteo. Consiste en realizar mediante los aperos correspondientes unos canales adecuados para cada tipo de cultivo.

El acolchado consiste en cubrir la zona de cultivo mediante un plástico de mayor o menor grosor para con ello ahorrar agua y controlar las malas hierbas. Además ayuda a la recuperación de las plantas después del transplante y evita la necesidad de realizar labores como el aporcado y la eliminación de malezas.

El mayor inconveniente de esta técnica es el alto coste que esta presenta, ya que se emplean de 150 a 250 kg/ha de espesores cercanos a las 100 galgas (25 micras).

ABONADO

El abonado es una labor agrícola destinada a mejorar el contenido en nitrógeno del suelo para que sea mas aprovechable por las plantas. Las necesidades de los fertilizantes que se deben aportar van a depender de diversos factores, tales como:

  • Las características químicas del suelo.

  • La disponibilidad en que se encuentren los elementos nutrientes en el suelo.

  • El tipo de riego.

  • La cosecha esperada.

Como bien hemos dicho antes, las aplicaciones vendrán dadas para cada tipo de riego, así por ejemplo para los riegos por inundación, las aplicaciones serán de mayor cantidad que las de riego por goteo, que se verán reducidas a la mitad o a un tercio debido a la menor fracción de lavado que presenta. De la misma manera, si se realizan labores de volteo será necesario volver a aplicar el abono.

Respecto a la cantidad de abono que habrá que aplicar, va a depender del tipo de abono que sea, es decir, del origen de los excrementos. También de la naturaleza de la cama, alimentación de los animales, forma de explotación del ganado, así como el grado de fermentación que dicho abono presente.

Con todo esto, la cantidad recomendada para el cultivo del pimiento será aproximadamente 30 t/ha.

Los aportes de nitrógeno se realizaran normalmente en dos veces. La primera aplicación se realizara como abonado de fondo en el momento de la realización de las labores superficiales para el preparado de la parcela.

El segundo abonado se realizara como abonado de cobertera. Se aplicara aprovechando alguna labor de aporcado o un riego, cuando se haya producido el cuajado de los primeros frutos hasta que alcanza su madurez, que es cuando el nivel de necesidades nutritivas es mas alto.

El abono en cobertera se podrá dividir en varias fases cuando el cultivo se prolongue mas de 5 o 6 meses. Así se produce una mejor absorción del nitrógeno y se reduce la perdida por lavado durante el riego.

Cuando hay una carencia de nitrógeno se detiene el crecimiento y desarrollo de la planta. Se produce un cierto amarilleamiento de las hojas, reducción de la floración y de la fructificación.

En cambio, un exceso de nitrógeno supone un desarrollo excesivo de la parte aérea, lo que genera un mayor desequilibrio hídrico. Con ello se reducirá el cuajado y aparecerán podredumbres en los frutos, sobre todo en periodos calurosos.

Factores que condicionan el abonado:

Acidez del suelo: “Es un valor dependiente de la concentración de iones hidrógeno presentes en el suelo”

En suelos con pH comprendido entre 4 y 5.5 que claramente son ácidos, el crecimiento de las plantas puede verse reducido y perjudicado, por lo que puede ser adecuado el aplicar sobre el terreno una cierta cantidad de cal para neutralizar dicho pH, siguiendo unas pautas como:

  • El pH se debe ir modificando poco a poco, ya que no es bueno para el suelo producir variaciones mayores a 0.5 u. cada año.

  • Sera conveniente encalara en aquellos casos en los que la cantidad de calcio activo sea superior a 100 ppm, siempre que el pH este comprendido entre 5.5 y 6.5. Por el contrario, no será necesario hacerlo en aquellos suelos en los que el pH sea superior a 5.5 y el contenido de calcio activo sea superior a 100 ppm.

En suelos mas alcalinos, que poseen un pH mas elevado, normalmente a partir de 6.8. Se suelen originar por un exceso de cal bien por inmovilización del fósforo y del hierro, produciendo la “clororsis ferrica” que a pesar de que en el pimiento no produce tantos daños como por ejemplo en la vid, produce una serie de manchas amarillas o blancas, según la intensidad de la enfermedad, en la base del limbo de las hojas mas jóvenes. También se da un detenimiento en el crecimiento general de la planta, con la caída parcial de flores y frutos.

Un posible tratamiento seria con quelados de hierro exclusivamente en plantas afectadas, ya que debido al gran coste económico de este producto y a la escasa producción de las plantas no afectadas que han sido tratadas, seria un perjuicio económico, por lo que en lugar de emplear este método, se usual variar el pH dejándolo mas neutro normalmente aplicando azufre.

Salinidad del suelo: La salinidad del suelo es “medida a través de la conductividad eléctrica producida por las sales solubles del suelo a 25ºC

Un exceso de salinidad del suelo es perjudicial para el pimiento, que es una especie considerada como sensible. Se puede producir un descenso del rendimiento variable entre un 10% y un 50% para valores de la conductividad eléctrica de 2 dS/m y 5 dS/m.

Las altas concentraciones de sales en el suelo son debidas a varios factores, como son un exceso de fertilizantes o una localización inadecuada de los mismos, y también un uso de agua de riego con altas concentraciones de sales. Si un suelo posee buen drenaje, podremos recuperarlo de una excesiva salinidad dándole lavados de agua que arrastren las sales hacia las zonas bajas del suelo.

No olvidar que, como hemos dicho antes, el cultivo del pimiento es una especie sensible a la salinidad por lo que se deberá tener mucha precaución con el agua de riego y los fertilizantes que se empleen, procurando que no sean muy salinos.

PRODUCCIÓN DE PLANTAS

Un semillero o almacigo es aquel lugar físico donde la plantas se siembran en unos recipientes llamados alvéolos bajo unas determinadas condiciones que favorecen su crecimiento, y cuando estas ya están suficientemente desarrolladas, se realiza el transplante al invernadero.

Para el pimiento no se realizan demasiados cambios en el semillero, ya que es similar al que se realizan con otras hortalizas. Algunas necesidades propias del semillero son:

  • Suelo con textura media y bien drenado.

  • Parcela bien resguardada de vientos fuertes y fríos

  • Orientación del cultivo apropiada para recibir la máxima insolación en el invierno, o bien para protegerlo de la misma en verano.

  • Cantidad de agua suficiente y de una características apropiadas.

Además se deberá realizar un aporte de materia orgánica con diversos materiales como estiércol o turbas para dotar al terreno de una estructura mas mullida y esponjosa, que hará que se retenga el agua y los nutrientes mas fácilmente y en mayor cantidad.

Un factor muy importante en los semilleros es la cama, que es el terreno donde se van a implantar las semillas para obtener posteriormente la planta. Tiene muchas variantes dependiendo de los factores a los que lo sometas:

Por ejemplo la ubicación de la cama; Si sitúas la cama por encima del nivel del suelo, facilitas el drenaje de la plántula pero le afecta mas el frío y los vientos, sin embargo, si la cama esta situada a nivel del suelo, los efectos producidos serán los inversos.

En lo referente al tamaño de las camas hemos de decir que se adaptara en la medida de lo posible a la mecanización existente en la explotación y a la disponibilidad tanto de materiales como de espacio. Normalmente las anchuras mas empleadas están comprendidas entre 1.2 y 1.5 m. mientras que la longitud será como máximo 30m.

La densidad empleada esta comprendida entre 750 y 1000 plantas por cada metro cuadrado.

Si pretendemos una mayor facilidad para los operarios, las camas de siembra se podrán situar en el interior de invernaderos fríos de polietileno, pero además de ser caras estas instalaciones, presenta problemas en las plántulas a la hora de la aclimatación a las parcelas al aire libre ya que las plantas no alcanzan el endurecimiento requerido sino que se quedan tiernas y son mas vulnerables a las heladas.

El semillero mas adecuado para el pimiento consiste en varios tunelillos de polietileno con cubierta desplazable para ir poco a poco aclimatando la planta al aire libre y que cuando llegue el momento de realizar el transplante, esta sufra el mínimo estrés. Las características físicas de dicho tunelillo son:

  • Soporte con arcos de varilla de hierro con un diámetro comprendido entre los 8 y 10 mm.

  • El material mas utilizado como cubierta es el polietileno con espesores comprendidos entre 150 y 200 micras para plásticos reutilizables, y de 50 a 75 micras para aquellos solo utilizables una campaña.

  • En zonas en las que el riesgo de helada sea alto, será conveniente utilizar laminas de copolimero EVA o bien de polietileno térmico. De la misma forma, en aquellas zonas en las que se de una excesiva insolación, es conveniente instalar mallas de sombreo del 40%, pero también se pueden emplear cañas y ramas para realizar la misma labor.

  • Desinfección del suelo

    La desinfección del suelo es un proceso que trata de eliminar la mayor parte de los seres perjudiciales para las semillas y plantitas tales como virus, hongos, semillas de maleza, insectos y nematodos.

    Hay varias técnicas para realizar esta desinfección y su empleo dependerá de varios factores. Uno de ellos será la insolación que reciba el semillero. Si esta es alta conviene emplear “la solarización de la parcela”, que es una de las técnicas menos agresivas con el medio ambiente.

    Dicha solarización consiste en el acolchado del suelo, posterior al laboreado y regado, con una lamina de plástico transparente y generalmente de poliuretano con un grosor estimado entre 25 y 50 micras.

    La técnica de la solarización se realizara preferente en el periodo estival ya que es entonces cuando se produce la mayor insolación del suelo y una elevación de la temperatura en la capa arable del terreno (25 cm) de unos 10ºC, pudiendo llegar a alcanzar temperaturas de hasta 35ºC produciéndose un efecto similar a la pasteurización.

    La solarización es uno de los métodos mas aconsejables para el control de seres perjudiciales para el terreno, en detrimento de otros métodos físicos o químicos, ya que este presenta la ventaja de mantener la dinámica de poblaciones del suelo y generalmente sin suprimir ninguna de ellas ni romper el equilibrio del ecosistema. También supone un aumento de la microflora beneficiosa para las raíces, lo que supone un incremento del desarrollo vegetativo de las plantas.

    Con todo lo anterior podemos afirmar que la técnica de la solarización es la mas apropiada para la desinfección del suelo del semillero y es beneficiosa para la parcela en general.

    Además de la solarización hay otras técnicas de desinfección del suelo, como son:

    • Empleo de vapor de agua ya que combina las ventajas de su alta efectividad e inocuidad con el medio ambiente, pero no es una técnica muy accesible a los agricultores, lo que hace que no sea una técnica muy utilizada.

    • Empleo de fumigantes: Esta es una técnica menos empleada debido a los problemas de manejo y los residuos que generan los fumigantes.

    Siembra

    Cuando ya se haya decidido la superficie destinada a la siembra, y una vez que hayamos realizado todos las labores de preparación del terreno necesarias, se procederá con la siembra empleando semillas desinfectadas. Para conseguir la desinfección de estas semillas las meteremos en una disolución de “Tiram” (TMTD) al 0.2% a 30ºC durante 24 horas, para que así se consiga además de la desinfección de un amplio espectro de hongos, la protección de la plantita contra los hongos mas corrientes en la nascencia al quedar retenido una cierta cantidad de funguicida en la superficie de las semillas.

    La siembra se podrá realizar mediante distintos métodos:

    • A Voleo: Es un método, que requiere una buena practica para conseguir una distribución uniforme de las semillas sobre el suelo. Generalmente se aplicaran cantidades de 10 g por cada m2, aproximadamente el doble del numero de semillas que plantas definitivas se espere obtener definitivamente. Se trata de semillas con un 85% de viabilidad germinativa y que 1000 semillas pesaran entre 5 y 7 g (140 a 200 semillas/g).

    • Siembra en línea o a surquitos: Es un tipo de siembra mas aconsejable que a voleo ya que aunque requiere mas cuidados y una inversión de tiempo por parte del agricultor mayor, a la larga presentara mayores ventajas como son una mayor comodidad, mayor rendimiento en los trabajos de escarda y aclareos, mejor luz y aireación para las plantas, similar densidad de plantación de las mismas y un mayor parecido físico entre las plantas. Generalmente la siembra se realizar con sembradoras de precisión realiza a 10 cm entre líneas y a 1 cm entre semillas.

    Una practica muy común entre los agricultores es realizar la siembra con semilla pregerminada con el fin de reducir el tiempo de germinación del pimiento, que es muy largo. Para ello las semillas se colocaran primeramente en una bolsa de tela que se humedecerá en agua templada durante dos horas y se colocara dentro de otra de plástico cerrada. Una vez realizado esto se mantendrá en una habitación a 25ºC con agua cada día hasta que las semillas emerjan.

    Sera entonces cuando habrá que sembrar en un suelo que haya sido regado abundantemente para que mantenga una humedad alta y se pueda realizar la germinación en buenas condiciones. Después se cubrirá con “mantillo” que es un material poroso y de textura suelta que permite absorber el agua uniformemente en toda la superficie, sin formar costra y favoreciendo la aireación y finalmente la nascencia. Después la se volverá a regar la cobertura para asentarla sobre las semillas de forma delicada para que el agua caiga sin fuerza y no arrastre la cobertura descubriendo la semilla y dejando el terreno encharcado desigualmente.

    Una vez nacidas las plantitas será necesario dar riegos muy frecuentes y poco abundantes, cuya frecuencia ira disminuyendo a medida que las plantas vayan desarrollándose, aumentando si el volumen de agua aportada.

    En todo caso los riegos deberán darse con agua templada ya que de lo contrario se podría retrasar el desarrollo de las plantitas

    La siembra se suele realizar en época invernal, aproximadamente unos 2 a 3 meses antes del transplante pudiendo llegar a un mes antes de la primera helada si se emplean plásticos protectores para alargar el periodo de cultivo.

    La nascencia se producirá entre 3 y 4 semanas después de la siembra.

    En España, las fechas de siembra mas corrientes son de febrero a abril, con transplantes de abril a junio y cosecha desde verano hasta las primeras heladas otoñales.

    En México el cultivo se planta después de que pasa el peligro de heladas, de manera que las fechas de siembra coinciden con las utilizadas en España.

    Otras operaciones culturales.

    Tratamientos herbicidas:

    En lo referente a los tratamientos en semilleros con herbicidas, estos solo se llevaran a cabo si no se ha tratado previamente el terreno con desinfectante de acción polivalente. Entre todos los productos a emplear, el herbicida mas empleado en el cultivo del pimiento, por su especificidad, es “la difeanmida” que se aplicará al cultivo incorporándola al suelo seguido de un riego abundante que sea efectivo hasta 20 cm de profundidad.

    Además del mencionado anteriormente, hay otros productos que pueden ser aplicados a los semilleros de pimiento, pero en ningún caso dichos productos eximirán al agricultor de realizar alguna operación de escarda manual.

    Abonado:

    Para el abonado del semillero evitaremos aquellos estiércoles que no estén desinfectados y de características conocidas ya que pueden contener productos nocivos posiblemente dañinos para nuestro cultivo.

    Se aplicaran dosis de 0.5 a 1.5 Kg. de abono complejo 15 - 15 - 15 por cada m3 de suelo, ya que si es mayor la dosis, sobre todo en componentes nitrogenados, podemos producir un desarrollo incontrolado de las plantas. Aun así podemos afirmar que es mas recomendable hacer una aportación mas reducida de fertilizantes ya que siempre pueden ser completados en el momento oportuno con abonos solubles en agua o foliares.

    Aporcado:

    El aporcado es una técnica que consiste en recubrir el suelo hasta el nivel del cuello de la planta con tierra, mantillo o alguna sustancia similar para así provocar la emisión de raicillas secundarias de la plantita que favorecerán un desarrollo radicular potente y una mayor capacidad de resistencia y prendimiento en el transplante.

    Plagas y enfermedades:

    Las plagas y enfermedades mas comunes en el semillero de pimiento son las provocadas por gusanos grises y de alambre, pulgones y ácaros, así como Pythium, Rhizoctonia y Phytophthora.

    Transplante:

    Una practica muy empleada entre los cultivadores de pimiento es la de dar un tratamiento de funguicida polivalente y un riego que facilite el desprendimiento de la planta del suelo con los menores daños posibles, todo ello antes de proceder al arranque.

    Implantación del cultivo

    El método más empleado para implantar el cultivo en el suelo consiste en el transplante de las plantitas del semillero cuando estas ya han madurado cierto grado.

    Últimamente sé esta investigando y experimentando sobre nuevas técnicas de implantación del cultivo, como son la siembra directa.

    Transplante

    Es aquel proceso mediante el cual la planta pasa del semillero a estar en el suelo, donde fructificara. Hay varios métodos:

    La plantación con el surco lleno de agua consiste en plantar en el lado sur del caballón, introduciendo con la mano las raíces de las plantitas, lo que reduce la propia crisis del transplante pero a la vez presenta varios inconvenientes sobre todo referentes al suelo;

    Al estar el suelo encharcado, los operarios tienen mas dificultades para moverse por la zona, además alteran la estructura del propio suelo y hacen que la raíz principal de la plantita quede doblada hacia arriba y se produzca un desarrollo peor de la planta.

    La plantación con el surco seco es un tipo de plantación en la que la plantita se inserta en un hueco que se hace en el terreno haciendo palanca con una azadilla. Seguidamente se retirara la herramienta y se hará una ligera presión para que las raíces ejerzan un buen contacto con la tierra. Seguidamente se aplicara una cierta cantidad de agua

    Este tipo de plantación se realizara a media altura de la cara sur del caballón para que el agua aportada empape bien el sistema radicular de las plantas.

    También se puede practicar la plantación en las dos caras del caballón, bien sea a “tresbolillos” o salteados, o bien en filas dobles en el caso de que se haya instalado riego por goteo o localizado.

    Sea cual sea el sistema de cultivo elegido, las densidades de plantación oscilan entre 50000 y 70000 plantas/ha, con distancias entre caballones comprendidas entre 70 y 100 cm, pudiéndose acortar a 50 cm cuando se emplean acolchados plásticos y riegos a manta, consiguiendo así de 90000 a 100000 plantas/ha

    Como ya hemos mencionado anteriormente, cuando ya se ha realizado el transplante, se aplicara un riego abundante sobre la superficie del suelo cultivado para que aporte un grado considerable de humedad al suelo que facilite la adaptación de la plantita al nuevo terreno.

    Otra operación favorable seria la de realizar los transplantes en días nublados, o bien realizarlos al amanecer o atardecer y con cepellón en lugar de raíz desnuda, ya que beneficia a la planta cultivada.

    Transplante mecánico

    El transplante mecánico del pimiento se viene realizando desde hace ya un tiempo con un plantador manual sobre todo en el valle del Ebro, y no solo para el pimiento, sino también para otras especies hortícola.

    Se trata de un cilindro hueco de aproximadamente 1m de largo y 10 cm de diámetro que en su parte inferior acaba en unas pestañas que forman un cono. En la parte superior tiene una manivela que al accionarla cuando el cilindro esta clavado en la tierra abre las pestañas y deja caer la planta en el hueco creado y seguidamente al dejar de accionar las pestañas y retirar el cono la tierra cubrirá las raíces.

    También se pueden emplear trasplantadoras mecánicas, que son mas novedosas. Esta accionadas por la toma de fuerza del tractor y van alineando las plantas y disponiéndolas para una cosecha automática.

    Estas transplantadoras mecánicas se pueden clasificar según planten plantas con cepellón o a raíz desnuda, siendo el ultimo tipo el mas empleado debido al alto coste que presentan las plantas con cepellón y a que la mayoría de los aperos están adaptados para el manejo de plantas a raíz desnuda.

    Por todo ello nos centraremos en el estudio de trasplantadoras de planta a raíz desnuda.

    En lo referente al trasplante de plantas con raíz desnuda, se emplea un tractor al que se engancha un bastidor en el que están situados dos o tres operarios, uno por cada línea, que van plantando las plantitas en el terreno. El mecanismo es el siguiente; Primeramente una reja surcadora va abriendo el terreno donde los operarios van situando las plantas mediante un disco giratorio con pinzas que contiene las propias plantitas. Posteriormente hay dos ruedas que cierran el terreno y lo comprimen.

    Este tipo de maquina suele ir alimentada manualmente, dando un rendimiento comprendido entre 40-45 plantas/min y 65-70 plantas/min, aproximadamente de 6 a 8 veces mayor que el transplante manual, y con un ahorro del 50% de la mano de obra.

    Siembra directa

    La siembra directa del cultivo del pimiento destinado a industria es una practica en la que últimamente se esta investigando y experimentando mucho que puede favorecer:

    • Lograr altas densidades de plantas y obtener plantas con sistema radicular mas ponente y resistente a la falta de agua y las enfermedades

    • La reducción de la dependencia de la mano de obra al reducir los trabajos en los que es necesaria.

    • La reducción de los costes de mano de obra y de la propia planta.

    Pero el cultivo del pimiento presenta unas exigencias térmicas en la fase de la germinación y emergencia hacen que esta sea poco uniforme y se dilate en el tiempo en el caso de que se realice sobre suelo desnudo, con el posible peligro que presenta la formación de costra si esta llega a retrasarse demasiado tiempo, ya que el pimiento es incapaz de romperla y emerger.

    Por ello, excepto para suelos arenosos en los que no se producen costras, y regados por aspersión es recomendable la siembra en suelo desnudo. De lo contrario, para todos los demás suelos, una posible solución es el empleo de la técnica del acolchado, en la que se utiliza un acolchado plástico de polietileno transparente que evita la formación de costra y a la vez incrementa la temperatura del suelo, facilitando la emergencia del cultivo.

    Previamente al proceso de siembra directa del pimiento, habrá que preparar el suelo acolchándolo para que se de un buen contacto entre la semilla y el suelo y a su vez se obtiene una mayor eficacia de los herbicidas, una infiltración satisfactoria y una buena retención de agua.

    Posteriormente se sembrara en líneas y en el menor periodo de tiempo posible, se empleara un acolchado plástico para evitar las perdidas de humedad del suelo y beneficiar el cultivo.

    Hay varias formas de realizar la siembra; Sobre el terreno natural o bien sobre unos cortes producidos sobre este formando mesas. Dependiendo del sistema de plantación elegido, las características serán diferentes:

    Desde el punto de vista de la nascencia, la siembra en mesas presenta la desventaja de presentar temperaturas mas elevadas que en llano, siempre que estemos usando acolchado plástico. Sin embargo, las mesas facilitan la colocación del mismo, el riego por surcos y sobre todo su mayor facilidad para drenar y evitar humedades excesivas en la cama de siembra ya que pueden interferir tanto en la fase de preemergencia, como posteriormente en la aparición de podredumbres en el cuello de las plantitas recién emergidas.

    Según los estudios que recientemente se han realizado, en el cultivo en mesas se puede observar un incremento en el rendimiento de un 50% respecto al mismo cultivo en llano por lo que es muy recomendada en ciertos estudios realizados por autores conocidos en este ámbito.

    Seguidamente, en la siembra directa de pimiento, se procederá a la siembra mecánica. Para ello se emplearan sembradoras a golpes que depositan de dos a cuatro semillas en el terreno por cada golpe.

    Si empleamos acolchado obtendremos nascencias del 50 al 60% de las semillas implantadas, por lo que para evitar tener que realizar un aclareo, que encarecería nuestra explotación, deberíamos colocar en la parcela aproximadamente el doble de semillas que plantas se desee obtener definitivamente.

    En el cultivo del pimiento es conveniente recordar que en el cultivo del pimiento, las menores densidades producen menores rendimientos por unidad de superficie, pero elevan los rendimientos por planta sin que el peso unitario del fruto resulte alterado.

    Una vez que se ha realizado la siembra, se procederá inmediatamente al acolchado de la cama de siembra mediante la acolchadora mecánica para perder la mínima humedad posible implantando polietileno transparente de 13.75 a 25 micras, y si es posible biodegradable, que nos evitan el tener que retirarlos de las parcelas.

    En la labor del acolchado es importante asegurar que quede un espacio suficiente entre la lamina de plástico y el lecho de siembra, para así no limitar el desarrollo de la plantita en sus primeras fases.

    A mayor desarrollo de la plantita en la cámara acolchada, hay mayor riesgo de enfermedades y de desarrollo de malezas; además, cuanto mas tiempo mantengamos las plantas dentro de la cámara, estas desarrollaran un sistema radical mas débil, por lo que sufrirán mas estrés a la hora de retirar el acolchado, y su adaptación al medio ambiente resultaría mas costosa.

    En lo referente a la fecha de siembra, es recomendable hacerla cuando la temperatura media del suelo sea superior a 15ºC, que con el sistema de acolchado se puede alcanzar hasta dos meses antes que con el suelo desnudo.

    En el Valle del Ebro, en su zona media, se recomienda la siembra en los primeros días de abril o incluso antes, ya que las siembras posteriores pueden dar problemas de temperaturas elevadas bajo el acolchado, lo que provocaría fallos de germinación y emergencia.

    La máxima emergencia se suele producir a las cuatro semanas de la siembra bajo acolchado plástico, rondando 60% e incluso superándolo, por lo que es entonces cuando se procederá a perforar el plástico empleado, ya que de lo contrario se podrían alcanzar temperaturas superiores a 35ºC, que aunque el pimiento puede soportarlas, no son nunca aconsejables durante la fase de emergencia.

    Otra solución posible seria la de instalar plásticos mas oscuros, que a la vez de producir un buen aislamiento a las temperaturas bajas, resultaran mas oscuros y porosos con altas temperaturas.

    Si la perforación del plástico se hace en el momento de la siembra, el riesgo de altas temperaturas disminuye, pero también disminuye las temperaturas medias del suelo. Además como el plástico recoge el agua de lluvia, se hunde por su peso, y si a la vez esta perforado, el agua va a parar a la cama de siembra produciendo la podredumbre de las semillas y plantitas de pimiento.

    Para evitar esto, se puede realizar la siembra en líneas pareadas y con aperos adecuados formar un pequeño caballón entre las dos líneas de siembra, lo que hace que el plástico quede dispuesto en forma de tejado a dos aguas, repeliendo de esa forma el agua.

    Cuando las temperaturas bajo este tipo de acolchado son muy altas, también se pueden realizar orificios en este material, solo que habrá que realizarlos en la parte mas alta del mismo, disminuyendo así los riesgos de entrada de agua en la cama de la siembra.

    En este tipo de plantación es conveniente orientar las líneas en sentido NORTE - SUR, para así evitar las diferencias de temperatura que se produce en las este - oeste.

    El acolchado plástico, como bien venimos diciendo en el comentario, es un material que aumenta los rendimientos del cultivo del pimiento, aumentando por ejemplo las temperaturas en la zona de siembra, que en las zonas del valle medio del Ebro, aumenta entre 5 y 7ºC las medias.

    Para que la semilla disponga de humedad suficiente, esta debe estar ubicada en el terreno, lo suficientemente profunda como para que haya un grado de humedad apropiado, pero también lo suficientemente superficial como para que cuando emerjan las plantitas puedan alcanzar la superficie.

    Al emplear un acolchado plástico nos aseguramos un cierto grado de humedad que será beneficiosa para la planta, por lo que la semilla tendrá que estar ubicada de 1.5 a 2 cm de profundidad, mas superficialmente que cuando se planta desnuda la raíz, que se hace a 3 o 4 cm de profundidad, debido a que en este caso es mas difícil mantener un grado apropiado de humedad en la capa mas superficial del suelo desnudo.

    Los costos económicos de la siembra directa varían dependiendo de la densidad de plantación. En ellos se incluyen tanto los precios de los materiales empleados como semillas, plásticos y herbicidas como las labores de preparación de mesas de siembra, la siembra con acolchado, la retirada del plástico. Además se incorpora un empleo total de 17 horas de hombre/ha.

    Según los estudios realizados por diversos autores, los costes específicos de la siembra directa varían muy poco con la densidad de plantación, sino que dependen del coste de la semilla adicional empleada. No ocurre lo mismo con el transplante mecánico, donde los costes varían en función del numero de plantas empleadas por hectárea.

    Por ello, las diferencias de costos de implantación entre siembra directa y transplante dependen de la densidad de plantación que se pretenda alcanzar, dependiendo de que el transplante sea manual o mecánico. Además, dependen fundamentalmente de los costos de la mano de obra, semillas y plantas.

    Densidad de Plantación

    LA determinación de la densidad mas optima y su marco de plantación mas adecuado vendrá en función de las características de cada explotación; Variedad cultivada, sistema de cultivo (líneas simples o pareadas), distancia entre líneas, sistema de riego, mecanización, comercialización,

    La densidad de plantación adecuada es un aspecto muy difícil de definir. Según los estudios realizados por diversos autores, sin reducir notablemente el peso del fruto, a mayores densidades se obtienen mayores rendimientos por unidad de superficie, por lo que se reduce el rendimiento de cada planta.

    La densidad apropiada de plantas vienen determinado por distintos factores, como son la distancia entre líneas, el cultivo en líneas sencillas o pareadas, y las características de la variedad.

    Control de malas hierbas

    Las malas hierbas ejercen un gran perjuicio sobre el pimiento, sobre todo en las primeras fases del cultivo en las que compiten con el por los nutrientes como el agua, pudiendo llegar a competir por la luz en el caso de que se desarrollen mucho, además de emitir sustancias que inhiben el desarrollo radical del cultivo y atraen insectos.

    La presencia de malas hierbas es admisible siempre que estas no compitan directamente con el cultivo. En caso contrario será necesario realizar labores de desyerbe ya que de lo contrario puede causar distintos efectos, dependiendo de si se trata de transplante manual, o siembra directa:

    Transplante manual: en la que para obtener un 90% del rendimiento máximo, será necesario mantener el terreno limpio de malezas durante 25-27 días después del transplante.

    Siembra directa: Se ha determinado que la presencia de malas hierbas durante un mes tras la nascencia supone una disminución del 70% en el rendimiento del pimiento. Por otra parte, si se utiliza siembra directa bajo acolchado plástico, será necesario que el terreno este limpio de malezas durante un periodo variable, según los agentes atmosféricos, de uno a tres meses para que se obtengan rendimientos máximos del 90%

    Las malas hierbas se suelen propagar por diversos factores como la reproducción natural de las hierbas, a través de animales, del agua, o del estiércol cuando no este bien fermentado. Por todo ello la rotación es una practica muy recomendable en el cultivo del pimiento. En ella, el pimiento no debe ser la primera alternativa después de haber realizado un estercolado por su sensibilidad a las malas hierbas ya comentada. Previamente a el, se podría cultivar un Judías o maíz.

    OTRAS LABORES CULTURALES

    Escardas

    Debido al intenso laboreo que requiere el cultivo del pimiento en las primeras fases del transplante, las operaciones manuales o mecánicas especificas de eliminación de malas hierbas, suelen realizarse a partir de los dos meses de la implantación del cultivo por transplante. Estas intervenciones suelen estar combinadas con la aplicación de herbicidas

    Con el objeto de reducir el numero de intervenciones, en algunas zonas de cultivo se emplean equipos combinados, consistentes en pulverizadores a los que se les incorpora rejas o mini fresadoras.

    Si el cultivo se realiza con acolchado total del terreno, la aparición de malezas será escasa y localizada en los extremos de la parcela o en aquellos lugares en los que haya fallado el acolchado. En estos casos la escarda será manual, cuando las hierbas se hayan desarrollado, pero antes de que puedan diseminar sus semillas.

    Aporcados

    El aporcado es una técnica que consiste en amontonar tierra que cubre el cuello de la planta.

    Este método se debe realizar en aquellos casos en los que no se haya empleado acolchado plástico, ya que mejora la sujeción de la planta al terreno, facilita la emisión de raíces adventicias y evita que los tallos estén directamente en contacto con el agua de riego.

    Dependiendo de la modalidad de transplante y del tipo de riego que se utilice variara el numero de labores que se tendrán que efectuar en el cultivo.

    Si se usa, como es lo mas normal, el riego por aspersión generalmente bastaran dos labores sucesivas con objeto de ir formando el correspondiente caballón conforme vaya creciendo la planta.

    En el caso de que se emplee riego por inundación del terreno, además de realizar los correspondientes surcos por donde discurrirá el agua, será necesario plantar el cultivo a media altura del caballón, por lo que las labores de aporcado necesarias consistirían en a medida que la planta va creciendo, ir aportando tierra hasta el cuello de la planta, para que así esta quede centrada en la cumbre del caballón.




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    Enviado por:LARRA
    Idioma: castellano
    País: España

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